Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Sayonara anata ni por LAYU

[Reviews - 14]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

D.Gray-man le pertenece a Hoshino Katsura-sama

Notas del capitulo:

LAYU: Nuevo fic... Aun que bueno... Este solo contará con dos únicos capítulos. Este es cortito pero el siguiente será ya más largo. Espero que os guste.

 

Sayonara anata ni

 

"¿Día?... No sé ni qué día es... Todo lo que sé es que llevo aquí encerrado trece años. Trece años en esta fría cárcel, con la única luz que entra por una pequeña ventana en una de las cuatro paredes que me alejan del mundo. Tyki Mikk es mi nombre y tengo suerte de aún poder recordarlo. Mi mundo se resumía en esta oscura cárcel... Oscura, hasta que él llegó y la iluminó con la luz más hermosa que jamás hubiera visto.

Tyki Mikk es mi nombre... Y esta es mi historia desde el día que le conocí, a él, a mi ángel. Lavi."

 

Capítulo 1: Asesino mudo.

 

Humedad y oscuridad era lo que reinaba en el pequeño calabozo donde se encontraba, día sí y día también desde hacia ya muchos años, el asesino mudo, el que llevaba por nombre, Tyki Mikk. Sin previo aviso la puerta a tan horrendo lugar se abrió de golpe, aun que Tyki, acostado sobre el lugar al que llamaba "cama" ni se inmuto, y por ella entraron un pequeño anciano, dos grandes hombres que iban de guardaespaldas y un joven pelirrojo.

El anciano Bookman se acercó al preso y tiro de una de las cadenas que le apresaban para que no pudiera escapar de aquel lugar.

-¡Levantate ya!- Le gritó.- Quiero que conozcas a la persona que se hará cargo de tí a partir de ahora.

Tyki se levantó y miró con gran curiosidad al nuevo joven mientras empezaba a pensar cuanto duraría este antes de irse corriendo de puro miedo, el anterior solo había durado tres semanas. Miró fijamente al... pequeño. Si, eso le pareció, pequeño, no era más que un crío para el. No le importaría saber que edad tenía pero tampoco iba a preguntar. Él... ya no hablaba.

 

POV DE LAVI

Era la primera vez en mis dieciocho años de vida que entraba en aquel lugar y jamás me imaginé que vería lo que estaba viendo. Me mantenía en silencio observando a aquel hombre desde detrás de los guardaespaldas de mi abuelo y debo confesar que estaba muerto de miedo. Había oído historias terribles sobre él y yo mismo pude ver que realmente tenía ojos de asesino. Me daba miedo aquel hombre, pero debería superarlo si iba a compartir tiempo con él. Solo esperaba que no se le pasara por la cabeza matarme a mí tambien. Me ponía nervioso que me mirara tan fijamente. Sus ojos resplandecían con un extraño color dorado.

FIN DEL POV

 

Tyki quiso acercarse a Lavi, pero los guardaespaldas no se lo permitían y tampoco es que el fuera a pelearse y mucho menos estando encadenado, ya sabía cual sería el resultado. El viejo Bookman le miró seriamente.

-Mas te vale no hacerle nada a Lavi y no se te ocurra intentar asustarle, el no huirá.

La curiosidad de Tyki aumentó al escuchar el nombre del pelirrojo. "Lavi..." Pensó para sí. Si no iba a huír quiza pudiera divertirse mucho con él.

Todos abandonaron el pequeño calabozo, todos menos Lavi quien miraba con temor al moreno mientras caminaba por el lugar procurando no acercarse mucho a él.

-Te... Te llamas Tyki, ¿no es así?- No recibió respuesta, pero lo siguió intentando.- Yo soy Lavi.- Volvió a esperar una respuesta que no llegó, solo era intensamente observado por el moreno.- A partir de hoy me encargaré de que estés bien.- Volvió a mirar a su alrededor.- O al menos... todo lo bien que se puede estar aquí.- El silencio en el que estaba todo cuando él no hablaba era de lo más incomodo.

Le daba miedo que Tyki no le hablara y que solo le mirara así, por que estaría pensando como matarle y, seguramente, jactarse mostrando su obra a todo el mundo contando como lo había hecho. Aquel silencio se mantuvo por un buen rato hasta que no tuvo mas remedio que romperlo él mismo.

-Bu-Bueno... Te veo luego, cuando venga a traerte la comida.- Dijo nervioso y apurando el paso para salir de ahí. Se dio cuenta de que Tyki le seguía pero las cadenas que le retenían, para suerte del pelirrojo, no le permitian salir de su celda. Sin quitarle los ojos de encima y ya sin decir palabra, cerró la puerta.


Aquel luego no tardó en llegar y Lavi tuvo que volver a aquel lugar llevando la comida de Tyki al cual estaba dispuesto a hacer hablar pasara lo que pasara. Con ese pensamiento abrió la puerta viéndole sentado a un lado de aquella cama. Parecía ausente, absorto en sus pensamientos mientras su mirada se perdía en los barrotes de una pequeña ventana que había en la parte alta del cuarto.

-¿Tyki Mikk?- Aún no sabía si debía llamarle de otra forma, si tutearle un poco o seguir llamandole por nombre y apellido.- Te traigo tu comida.- Se la dejo sobre la mesa y al ver que el moreno no reaccionaba se acercó a el y le movio la mano delante de la cara para ver si hacía algo.

Y vaya que si hizo algo. En un rápido movimiento agarró la mano de Lavi, que se movía frente a él, por la muñeca y le miró fijamente. El pelirrojo no pudo evitar soltar un grito por el semejante susto que se llevó pero sin embargo tampoco podía dejar de mirar aquellos ojos. Era como si Tyki en lugar de hablar con palabras, se comunicase a través de aquellos orbes dorados.

El grito de Lavi había alertado a los guardias que entraron rapidamente a ver que sucedía y nada más ver como Tyki agarraba la mano del pelirrojo entraron dos de ellos a separarles tratando al moreno de forma no muy amistosa, cosa que, sin saber por que, enfadó a Lavi.

-¡Dejadle en paz! Él no estaba haciendo nada.- Los hombres dejaron a Tyki para ver al pelirrojo que les miraba mosqueado. Cogió al mayor apartandole de ellos.- Podeis marcharos, yo sé cuidarme solo y debo cuidarle a él.

-Con un asesino toda precaución es poca.- Dijo uno de los guardias antes de salir dejándoles solos de nuevo.

-¿Estas bien?- Preguntó Lavi mientras llevaba a Tyki a que se sentara y comiera algo, pero seguía sin recibir respuesta.

El mayor apenas comía nada, no parecía tener mucha hambre y aun que Lavi intentaba que comiera un poco más, este no estaba por la labor. Solo le quedaba seguir intentando que intercambiara algunas palabras con él y no quedarse en los monólogos que había tenído hasta ahora.

-Tyki... ¿Por que estás aquí?- Tampoco era eso lo que iba a preguntar, pero le daba curiosidad ya que Bookman no se lo había contado nunca, y quizá con una pregunta así lograra sacarle alguna palabra al moreno.

Tyki se sorprendió mucho al oír aquello, desde luego no era una pregunta que pudiera esperarse, nunca nadie le había preguntado algo semejante. Normalmente por las historias que oían sobre él tampoco se atrevían si quiera a hablarle. Desde luego aquel joven le estaba dando gratas sorpresas, pero no por ello iba a hablar. Solo le miró y... le sonrió.

Lavi se sentía muy nervioso estando con Tyki. Le tenía miedo ya que, a pesar de los hermosos ojos que este tenía, tambien tenía ojos de asesino. Estaba convencido de que había matado a gente, que no estaba ahí por error. Había oído historias de la gente que trabajaba ahí desde hacía más tiempo y no eran cosas muy alentadoras para su trabajo.

Decían que la primera persona que le había cuidado, como ahora debía hacer el mismo, apareció muerta por estrangulación a los pocos días de empezar y los que vinieron después no corrieron la misma suerte. Unos cuantos aparecían muertos justo al día siguiente, siempre desnucados o estrangulados, aun que tambien parecía ser que desde unos pocos antes de que llegara Lavi, en vez de morir algo pasaba que acababan huyendo y escapando aterrados y siempre dejando todo atrás, como huyendo de algo peor aun que la muerte.

Ninguna se podía confirmar ya que eran anteriores a su llegada y desde que el moreno estaba ahí no había abierto la boca. Nunca, jamás dijo nada.

-Al menos... Si no quieres responderme a eso... Puedes decirme por que es que nunca hablas...- No se creía lo que iba a decir.- Me... Me gustaría oír como suena tu voz... Sé que me meto donde no me llaman, pero me encantaría saberlo. No creo que no hables por que no te gusta tu voz ja, ja, ja...- En ese momento empezó a sentirse un poco tonto.

Lavi suspiró, Tyki seguía sin decir palabra, solo... le miraba. Igual que siempre. Cogió la comida que el moreno no había querido y se dispuso a salir aun que de nuevo era seguido de cerca por el mayor cosa que hizo que el miedo volviera a él y se apuró un poco. Se paralizó al sentir como Tyki le cogía de un brazo cuando estaba a punto de salir.

-Que... ¿Qué haces?- No se movió ni un milimetro. Estaba completamente paralizado y más que lo estuvo cuando sintió el cálido abrazo que le daba Tyki. ¿Sería su forma de darle las gracias por la comida? No fue hasta que le soltó que Lavi giró el rostro a verle.- Te... veo mañana... Buenas noches.- No dijo más, tampoco era necesario. Los ojos de ambos hablaban por ellos. Lavi abandonó aquella celda con una extraña y confusa sensación.

Tyki solo volvió a sentarse y hundirse en sus pensamientos. Lavi por su parte debía hacer tiempo hasta la hora de prepararle la cena al sexy prisionero. Si, así era como le llamaría en su mente a partir de ese momento. Lo que decidió no fue otra cosa que ir con uno de sus mejores amigos dentro de aquel gran lugar. Alguien que llevaba ahí más tiempo que él y si estaba de buen humor podría contarle algo sobre el moreno.

-¡Yuu-chan!- Le llamo saliendo a la zona de entrenamiento aun que llamarle por el nombre de pila al peliazul solo le hizo ganarse una mirada de odio por parte de este que detuvo su sesión en solitario.

-No me llames así baka usagi. Te dije cientos de veces que me llames solo Kanda.

-Ya, ya.- Le quitó importancia al asunto.- Solo quería preguntarte algunas cosas.- Sonreía como un niño pequeño con juguetes nuevos.

-¿Sobre qué?- Arqueó una ceja extrañado.

Kanda Yuu, era el adiestrador de los nuevos guardias. A pesar de ser por varios años más joven que la gente que entrenaba era realmente bueno en la lucha además de que nunca se separaba de su gran amiga Mugen. Su katana y arma predilecta.

-Es un asesino, no tienes por que saber más

-¿Pero que hizo para estar aquí encerrado? Él no habla y me gustaría saberlo.

-Bookman nos tiene prohibido contarlo, pero quien sabe... Sí aguantas con "ese" el tiempo suficiente quizá consigas ser la primera persona a la que le hable y él mismo te lo cuente.

Con un puchero Lavi dejó que Kanda siguiera con los entrenamientos, pero no se fue, se quedó allí observando, aun que estaba mas centrado en sus propios pensamientos. "Ser la primera persona a la que le hable... Eso... Realmente me gustaría." Y vaya si le gustaba ya que de solo imaginárselo una gran sonrisa se formaba en su rostro. Se imaginaba la voz de Tyki realmente muy sexy, acorde a su aspecto.

¡Así era! Había tomado una decisión. Aguantaría con él el tiempo que hiciera falta con tal de lograr sacarle alguna palabra. Si algo era el pelirrojo era cabezota y no se rendiría facilmente. Cada vez que entrara a la celda empezaría a hablar con él y solo debía esperar una respuesta. Aun que solo fuera para pedirle que se callara. Algo debía funcionar y él lograría hacerle hablar. Sería... El primero en oirle hablar en aquel lugar.

 

Continuará

Notas finales:

LAYU: Espero que os haya gustado. Aquí la nena siente bajón, sobre todo por haber tenido un fic con 0 reviews... ... A eso se le llama fracaso escribiendo T_T ... … Eso tiene sus consecuencias... Atentos al dato... Si no tengo minimo 5 reviews, no publicare el siguiente capitulo. Sip... Se le puede llamar chantaje. Necesito mimos de mis lectores T_T

Sin mas que decir... Algun review?

Ja ne!

LAYU


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).