Un nuevo secuestro
-Señor Takaba por favor suba al auto-
-No me jodas, tengo muchas cosas que hacer-
La limosina negra se movía lentamente al paso del joven fotógrafo que trataba de acelerar el paso, ya que estaba mas que seguro a quien pertenecía la limosina que se ofrecía tan desinteresadamente solo para el
-Señor, no es una petición, suba al auto, tengo órdenes de llevarlo de la manera que sea necesaria-
Takaba sintió la seriedad en las palabras de el hombre de Asami, así que intento correr, pero fue totalmente inútil, solo dio unos cuantos pasos y fue levantado del suelo y luego arrojado dentro de la limosina para comenzar un largo recorrido.
Luego de unos minutos la limosina se detuvo y Asami subió al lado de Takaba
-¡Asami! ¿Que piensas hacer?- Takaba casi gritaba al ver a el yakuza subir a la limosina
-Ya cállate, como no venias a verme tuve que buscarte, además tengo un negocio en el cual me serás muy útil- Asami parecía demasiado serio
-¿¡QUE¡ y por eso me secuestras? Deberías preguntar antes de actuar-
-No-Asami se mostraba totalmente indiferente ante la molestia del menor
-Asami eres un…………..-
Takaba cerró la boca al notar el lugar en el que el auto se detenía
-¿Qué hacemos en el aeropuerto?- ahora si el fotógrafo estaba muy sorprendido y algo preocupado
-Nos vamos de viaje- Asami mostraba el pasaporte de tacaba, que había conservado de su ultimo viaje por las Islas paradisíacas
-No Asami, no puedes obligarme, tengo que trabajar-
-No tienes que trabajar, yo puedo darte todo lo que necesitas, si quieres compramos un apartamento cuando regresemos-
-Ya sabes que no quiero ser un mantenido, además cuando te canses de jugar conmigo igual quedare en la calle, así que déjame de una maldita vez-
-No voy a dejarte, y si puedo obligarte a ir de viaje, hoy es sábado y ya no tienes que trabajar, solo será el fin de semana así que ni pienses en darme problemas, hoy no estoy de humor para perseguir niños –
Takaba comprendió que no era un buen momento para discutir, así que bajo del auto y de reojo miro el equipaje en una maleta pequeña, así que talvez lo de salir solo el fin de semana fuera cierto
-¿Asami a donde vamos?-
-lo sabrás cuando lleguemos-
Akihito no podía acostumbrarse a la forma de vida que tenia Asami y se sorprendió mucho al ver el Jet privado que los esperaba en la pista, subieron con 2 de los guardaespaldas. Asami no pudo evitar sonreír al ver a Takaba como un niño mirando el interior del avión, que consistía en una iluminación era perfecta, con un control lo podías manejar todo, luces, música, tv, persianas, prácticamente todo. Después de explorar se sentó en una de las sillas que quedaba cerca de la ventana, no quería perder detalle.
La silla era extremadamente cómoda, podías extenderla como una cama y se sentía mejor que la suya, al lado derecho encontrabas numerosos botones que permitían ajustar la posición, de las piernas, la espalda y hasta la cabeza, algo muy conveniente era la calefacción de la silla, al activarla se calentaba desde la espalda y así se expandía, se sentía muy bien, sobre todo porque el aire del avión estaba demasiado frío.
-Señor por favor siéntese y abróchese el cinturón de seguridad, vamos a despegar-
Al girar su cabeza se encontró con una hermosa mujer que le hablaba con una discreta sonrisa en los labios, el joven se sentó, pero no pudo encontrar el mentado cinturón, la chica se acerco peligrosamente a su rostro y de algún lugar saco el cinturón para ajustarlo del otro lado.
-Gracias- fue lo único que pudo decir, se sentía como un idiota por no poder hacer algo tan censillo y para colmos la auxiliar de vuelo parecía divertirse mucho con su “inocencia” el despegue fue tranquilo y a los pocos minutos Takaba se quedo dormido.
No pudo calcular cuanto tiempo había dormido o cuanto tiempo llevaban en el bendito avión, cuando abrió los ojos vio a la hermosa joven que entraba para preguntar si necesitaban algo.
-Whisky- fue la solicitud de Asami
La joven miro a Takaba esperando su petición, -Yo estoy bien, no hay problema- pero la joven de un compartimento saco una manta y una almohada que enseguida puso en la cabeza de Takaba, y cuando desdoblo la manta sintió la voz de Asami tras ella
-Yo lo hare, tu trae mi whisky- y retirando la manta de sus manos le dedico una mirada de pocos amigos para dejarle muy en claro que el único que podía tocar a Takaba era el, la chica salio un poco asustada
-eres un completo idiota Asami, ella solo trataba de ser amable- El moreno no dijo nada solo se dedico a poner la manta sobre el para que estuviera mas cómodo y luego lo beso. Cando la chica entro con el trago en la mano los encontró en un apasionado beso, dejo el trago en la mesa y salio para no regresar nunca, ya era casi seguro que no volvería a trabajar nunca para Asami.
-Asami ya trajeron tu trago- Takaba trataba de hablar, pero Asami parecía no tener intenciones de terminar el beso
-Ya lo se, pero quiero estar acá un poco mas-
Asami no dejo ni un milímetro de la boca de el menor sin recorre antes de pasar a disfrutar el cuello y comenzar a quitar la camisa sin ningún tacto y sin importar que en el proceso algunos botones salieran volando.
-¡Hey! Podrías tener mas cuidado, no querrás que este desnudo en ese misterioso lugar al que vamos-
-Cállate lo que menos vas a necesitar es tu ropa- De esta manera continuo su trabajo hasta tener por completo el torso del fotógrafo desnudo, se dedico a pasar la lengua por los sensibles pezones que ya estaban endurecidos
-¿Alguna vez te había dicho que eres lindo y sabes delicioso?- Takaba no podía hablar de el asombro, Asami no solía hablar cuando lo hacían y mucho menos para decir palabras “cariñosas”
-De que estas hablando? Los hombres no son lindos-
-Pues tú lo eres-
El mayor recorría las piernas del menor sobre el jeans hasta toparse con su entrepierna para darse cuenta de lo eficientes que eran sus caricias, porque el niño ya estaba en su punto, pero justo cuando se disponía a bajar sus pantalones, las luces que indicaban el aterrizaje se encendieron, así que no tuvo mas opción que, abrochar el cinturón de seguridad de su compañero y retirarse a su asiento
-Que pasa Asami, acaso ya llegamos-
-si-
-¿Pero no fue algo corto el viaje?- el rubio parecía un poco confundido
-si lo dices porque te deje más que excitado, no te preocupes que tendremos todo el fin de semana-
El menor giro su rostro con una clara mueca de disgusto, aunque en su interior lo que mas le gustaba era pensar que podría pasar todo el fin de semana a solas con Asami, el siempre era muy hermético con sus sentimientos, emociones y pensamientos pero cuando estaban solos el Yakuza se relajaba y le permitía al mejor conocer un poco mas de el, así que aprovecharía al máximo esta oportunidad para profundizar mas en esta misteriosa personalidad.
-Ahora si me vas a decir en donde estamos?- Takaba preguntaba mientras caminaba por la pista de aterrizaje
-¿es que acaso no sabes leer?-
Nueva mente Takaba se sentía como estupido, al levantar la cabeza y observar el enorme letrero que decía “bienvenidos a Hong Kong”
-Y para que me has traído a este lugar?- Takaba tenia muchos recuerdos desagradables de este lugar, no quería estar de nuevo allí
-Ya te lo dije, tengo un negocio y te necesito conmigo-
-Y desde cuando necesitas mi ayuda-
-yo no he dicho que necesite tu ayuda, solo necesito que estés conmigo-
Ahora Takaba si estaba confundido Asami estaba actuando muy extraño, demasiado pensativo, taciturno y hasta podría decir que un poco cariñoso ¿Qué estaría planeando?, ¿para que lo necesitaba?
-entra al auto que no tenemos toda la noche-
-¿que?.... a si, el auto-
Y ahí estaba de nuevo el fotógrafo sentado en una limosina súper lujosa recorriendo las calles de Hong Kong, antes de conocer a Asami, ni siquiera había viajado en avión, y ahora constantemente usaba limosinas de lujo, había viajado muchas veces en avión, claro que siempre en contra de su voluntad y eso sin contar el gran crucero de Feilong, que no había disfrutado para nada, pero no podía negar que era hermoso y muy exclusivo.
Finalmente el auto se detuvo, en frente de un hotel enorme y muy ostentoso, no podía esperar menos de Asami, entraron sin hacer parada en la recepción, fueron llevados directamente con su pequeño equipaje a la suite presidencial.
El lugar era muy amplio, tenia una habitación con cama extra doble, un bar y de el otro lado una sala de reuniones, muy cómoda y perfecta para hacer negocios, esta era una de esas habitaciones que solo vez en las películas o cuando terminas enredándote con un maniático como Asami.
-Asami este lugar es enorme, supongo que tu negocio debe ser muy importante-
-si, es talvez el mas importante que haya realizado- y acercándose a Takaba lo tomo de la cintura y lo llevo cargado para arrojarlo a la cama
-NO HAGAS ESO,,,, déjame tranquilo-
-No. vamos a terminar lo que dejamos iniciado en el avión-
-¿Pero no estas casado?-
Takaba se quedo esperado la respuesta, porque Asami se posiciono encima de el y con su peso separo las piernas del menor y comenzó un movimiento lento con sus caderas que hizo que el pene del menor reaccionara en un segundo, siempre era el mismo juego, Takaba haciéndose el difícil, para terminar completamente rendido a los caprichos del mayor, el rubio quería esconder a toda costa que el también lo deseaba, que era su perdición, si no fuera tan orgulloso, seguramente se la pasearía detrás de Asami para estar todo el día haciéndolo como conejos.
Las enormes manos del moreno comenzaron a pasearse por toda la extensión del cuerpo del menor, que para ese momento yacía como una marioneta, se limito a sentir esas manos a sus costados y a ver como los pocos botones que aun conservaba su camisa, salieron volando en todas las direcciones.
Cuando ya estaba preparado para las fuertes caricias y violentas envestidas, se quedo en una sola pieza al sentir numerosos besos en su abdomen y suaves lamidas en sus pezones, lo que mas lo sorprendió fue sentir el rostro de Asami restregándose contra su pecho, como un cachorro que busca atención, estaba muy extraño, lo abrasaba de una forma posesiva y eso estaba excitando demasiado al chico.
Cuando Asami desabrocho el pantalón simultáneamente se abrió la puerta de la habitación y la figura esbelta de Feilong entro cerrando la puerta tras el.
-Veo que se están divirtiendo en mi hotel- La expresión del recién llegado era totalmente neutra
-Fei…- Takaba se levanto impulsado por una fuerza desconocida, pero antes de dar tan siquiera un paso, recordó a Asami, sabia que no podía demostrar cuanto le alegraba verlo, la situación podría ser muy peligrosa, esos dos eran impredecibles
-Que pasa Akihito, acaso no tienes permiso de venir a saludarme?-
-yo… yo…no- El mas joven miraba a fei y luego a Asami, no podía entender lo que sucedía, pero fue Feilong quien camino muy confiado hasta llegar a el para tomarlo suavemente de la nuca y besarlo en los labios y al notar que el fotógrafo no reaccionaba aprovecho para profundizar mas y mas el beso usando su lengua para acariciar la de su compañero, por supuesto esta era una declaración de guerra directa para Asami así que en ningún momento cerro los ojos, estos siempre permanecieron fijos en el rostro del Yakuza, pero este contrario a todos los pronósticos los observaba sin ninguna expresión en particular
-Y a mi no vas a saludarme Fei?- ahora el que estaba desconcertado era el chino, ¿que pretendía decir Asami con eso?, rompió con el beso, para dedicar toda su atención al moreno que aun permanecía sentado sobre la cama y fue el mismo yakuza que lo tomo de la mano y lo halo fuertemente, haciendo que Fei perdiera el equilibrio y en un segundo terminara inevitablemente en sus brazos y sin perder tiempo se posesiono de sus labios para devorarlos a su antojo, Fei trato de resistirse, pero por mucho que dijera odiar ese hombre, en este momento no tenia fuerzas ni quería separarse de el, besarlo era lo que mas quería, y de esta forma su cabeza se lleno con recuerdos del pasado.