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PALABRAS DE AMOR, PALABRAS DE ADIÓS por Alhen Lawliet

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Notas del fanfic:

Espero que les guste, este oneshot es para mi amiga Lore que cumple años... un poco atrasado pero espero te guste ^w^ MadaIta KisaIta, tus dos parejas favoritas, debo decir que me fue un poquillo dificil poder escribir algo de ellos jijiji.

Notas del capitulo:

Espero que les guste, olvide mensionar, Naruto y los personajes no me pertenecen... T_T

En la gran ciudad de Japón, la noche era fría y el cielo estaba totalmente negro a causa de la ausencia de las estrellas. Un joven pelinegro caminaba por las ahora vacías calles de la ciudad. Su mirada oscura permanecía melancólica mientras observaba al cielo pensativo. Bajó de nuevo su cabeza para continuar caminando hasta detenerse de nuevo para contemplar una pancarta donde se mostraba la imagen de un apuesto hombre pelinegro.

- Madara…

Su voz se escuchaba apagada. Continuó su camino. En otro lugar, un hombre de piel blanca y cabellos y ojos tan negros como aceitunas, se encontraba sentado cerca de una ventana mientras soltaba el humo de su cigarrillo ya casi consumido. Su mirada parecía distraída, su mente divagaba mientras trataba de imaginarse ciertas cosas que antes lo hubo llenado de inmensas alegrías pero ahora, estaba vacío.

- Madara.

La voz de una jovencita lo saca de su ensueño y termina de consumir su cigarrillo para destrozar el sobrante en el cenicero.

El cielo comenzó a nevar, la ciudad comenzó a tornar de blanco. En un apartamento, aquel joven pelinegro que caminaba por la ciudad, entró y fue recibido por un hombre de piel azul y se besaron muy apasionadamente.

- Itachi, te ves tan lindo.

- Kisame… ja, calla.

- Por cierto… mira.

Le mostró un par de boletos y el chico los miró con curiosidad.

- ¿Y eso?

- Un amigo del trabajo los compro pero tuvo que viajar por cuestiones de trabajo y me los obsequio y pensé en que podríamos usarlos.

Sonreía abiertamente mientras agitaba los boletos. Itachi enarcó una ceja, miró a su novio y sonrió ligeramente y abrazó al hombre alto y le dio un ligero beso en la boca.

- Muy bien, vamos antes de que me arrepienta, galán.

- Yeah! Vamos.

Así, ambos hombres fueron al concierto que esa noche se presentaba y se atiborraba de gente. La música era animada y la voz cantante era en extremo rítmica y estupenda. Cuando Itachi supo de quien se trataba se puso serio al instante. Aquel hombre se trataba de Madara.

- No puedo creerlo… es el. Después de tanto tiempo de no vernos…

Cuando Kisame se dio cuenta del estado de su novio se preocupo.

-¿Sucede algo amor?

- No, nada. en serio.

- ¿Seguro?

- Claro. Descuida.

- Bien… pero me preocupa tu repentino estado de animo.

- ¿De qué hablas?

- Bueno… me refiero a que de pronto te pusiste muy serio.

- Yo siempre he sido así, no te debería de sorprender.

- Si pero…

- Pero nada. olvida ese asunto ¿Quieres Kisame?

- Bien.

Madara se encontraba muy concentrado en su canción hasta que se dio cuenta de quién estaba entre el público. Su voz casi estuvo de trabarse y la letra de la canción casi se le había olvidado. Itachi se dio cuenta de aquella pequeña reacción del mayor.

Cuando el concierto terminó, Itachi se dirigió al camerino del cantante. Madara se encontraba pensativo, recargado en una pequeña mesa que se encontraba cerca del joven. Escuchó la puerta y el pelinegro tarda un poco antes de decidir abrirle a la persona que llamaba. Cuando abrió y notó quién era la persona que llamaba a la puerta, sus ojos se agrandaron enormemente.

- ¿Itachi?

- Hola, Madara. ¿Cómo estás?

- Bien… eh… pasa.

Y así lo hizo. Cuando entró el menor, se sentó en una silla cercana. Madara se sentó en una silla frente al chico. Ambos se miraron por unos segundos.

-Madara, ¿recuerdas cuando te fuiste?

- Si, aunque prefiero no hacerlo.

- Entiendo…

- Mmm…

- Escucha… yo… cuando me dejaste yo… quedé muy herido.

- Lo se… pero… si tu deseas, podemos intentarlo de nuevo… no sabes como me arrepiento de eso.

- Escucha… no creo que eso pueda ser posible.

- Comprendo… aunque entiendo que no quieras regresar… se que no merezco tu perdón.

- No es eso… pero no creo que puedas entenderlo… escucha, la razón por la cual vine es por que quería que aclaráramos ciertos asuntos pendientes.

- Bien… ¿Con qué deseas empezar?

- Escucha… lo que quiero aclarar es la razón por la cual te fuiste… se que nuestra relación estaba por los bordes… pero… nunca entendí tu huída.

- Yo… no quiero que creas que fui un cobarde… solo que… la verdad… me sentí tan inútil, tan innecesario en tu vida que me sentía deprimido…

- Nunca hablaste de eso, no sabes ni como me sentía, creía que no era nada para ti, que ya no…

Bajó su cabeza mientras cubría su boca con su mano derecha y trataba de apaciguar su llanto indeseado.

- Sentía que ya no me amabas… muchas noches me puse a llorar, creyendo que quizás… yo ya no era nada para ti, que no me amabas… incluso hubo noches en las que me puse a pensar que quizás, yo había fallado en algo, que tenía culpa en muchas cosas de las que sufríamos…

- No… yo… lamento que te sintieras así… se que todo fue mi culpa…

- Madara… fue culpa de ambos, el caso es que decidí olvidar mi pasado y seguir adelante, no dejé que la depresión me invadiera… admito que si estuve apunto se querer entrar en una profunda depresión… pero… se que no era totalmente mi culpa, acepté tu partida y te dejé ir… rehice mi vida y se que tu también hiciste lo mismo. No me pidas que regresemos pero nuestra relación murió mucho antes de iniciar. No digo que no fuera hermoso lo nuestro pero eso terminó… una llama que se extingue puede encender de nuevo, pero una flor que muere no puede regresar a la vida. Espero que sepas entender que la razón de mi presencia aquí, como ya lo mencioné era para aclarar ciertos asuntos… pero también quiero que sepas que te perdoné por dejarme y que siempre tendrás un lugar en mi corazón… no puedo pedirte que seamos amigos, se que eso es tonto y que jamás podremos vernos como eso, pero lo que si te pido es que llevemos una relación amena como dos personas que se quisieron mucho y que ahora cada uno sigue su propio camino.

- Yo… te entiendo, se que me será difícil, pero ese es tu deseo y haré lo posible por intentarlo.

- Gracias.

Cuando Itachi se levantó de su asiento y se dirigió a la puerta, miró una vez más a Madara y le dedicó una pequeña sonrisa.

- Adiós, Madara.

- No, es un hasta pronto, Itachi… espero que tu vida esté llena de felicidad.

- Claro, gracias.

Cuando Itachi se dirigió a la salida, se abrazó a su novio Kisame. Madara salió para contemplar a su amado Itachi, notándolo en los brazos de aquel hombre, sintió celos, pero no por que aquel sujeto tuviera el corazón de su niño, si no por que el le daba lo que jamás pudo darle, un amor verdadero comprensión, saber escucharlo y quererlo aún con problemas. Se escondió y en secreto le deseó lo mejor a la pareja.

- Espero que sepas hacerlo feliz, por que ese es mi mayor deseo… adiós mi amado niño, se feliz con tu verdadero amor.

Y con aquella frase, Madara se retiró con una pequeña sonrisa, por que sabía que jamás había perdido a Itachi, ya que su corazón siempre había pertenecido a otro que lo esperaba sin saberlo.

“Cuando el amor dice adiós, otro espera sin saberlo.”

A.R. Cabrera.

Notas finales:

Espero que les haya gustado, la frase en comillas es mía ^^ jejejej. ¿reviews?


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