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Provócame…. por Anttara

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Notas del fanfic:

Junjou Romantica no me petenece (snif snif) pero estoy seriamente pensandolo pedirla de regalo de San Valentin ammm ¿Alguien me la quiere regalar? jajaja

Notas del capitulo:

Hi  a todos, me atrace un poquito en la hora de publicación de este fic,pero no se preocupen seguire cumpliendo mi promesa y publicare todos antes de las 10pm.

Amm en esta ocación quiero agradecer a "misakiforever" por agrgarme a la lista de sus autoras favoritas ¡¡Muchas Gracias!!

Bueno sin más preambulos dejo ya el fic.

Notas del Fic

Letras en cursiva: Trama de la Historia

LETRAS EN MAYUSCULA SE CONSIDERAN COMO GRITOS

-Palabras entre guiones- Son los argumentos de los personajes

**Frases entre asteriscos son los pensamientos**

 

**¡¡¡Wahhhh!!!  ¡¡¡No puede ser!! ¡¡ ¿Como  pude  haber terminado en esto?!! ¡¡¿Por qué me pasa esto  a mi?!!


Se lamentaba un joven de 19 años, mientras nerviosamente se escondía  detrás de la puerta de la habitación de su casero y esperaba apenado  que el mayor le diera el pase para entrar a su alcoba.


**¡¡Estúpido Usagi-san!!!!¿Por qué rayos le seguí su juego? ¡¡Viejo pervertido!!...**


Lo que estaba a punto de hacer  Misaki sin duda era algo  que  jamás lo haría, ni  siquiera por todo el dinero del mundo, ¡¡¡Qué vergonzoso!!!  Pero algo le decía que  si no lo hacía nunca se quitaría  de encima al escritor y constantemente lo atacaría por su cobardía.


** Wuahhh ¡¡No, no puedo hacerlo!! ¡¡Se que dije que podría pero no!!  ¡¡Yo soy un muchacho normal!! ¡¡Tengo que salir de aquí, lo más rápido posible!!**


Al pensar esto, dispuesto estaba el menor a salir del edificio, correr a un sitio donde pudiera estar a salvo de las manos de su casero y olvidar lo que estaba a punto de hacer. Sin embargo, una ronca y seductora voz le hizo perder  la poca serenidad que poseía, paralizándolo por completo.


-Misaki  puedes pasar, estoy ansioso por verte-


De inmediato un fuerte sonrojo apareció en el rostro de Misaki, así como un leve temblor sacudió cada parte él, haciéndole saber que, si algo le había quedado de inocencia, esa noche la perdería por completo a manos del pervertido, depravado, pedófilo,  lujurioso, pérfido y degenerado  de Usagi-san, que le había “obligado” hacer lo nunca en su vida  haría  enfrente de alguien. 


**¡¡Nii-chan ayúdame por favor!! ¡¡Siento que estoy a punto de perder todo lo que me queda de dignidad!! ¡¡No debí haber confiado en él!! ¡¡Yo no debería estar haciendo esto?!!  ¡¡ ¿Por qué parecía tan sencillo hace algunas horas!!  ¡¡Wuahhhhhhh!!!**


---------------------------------ALGUNAS HORAS ATRÁS-------------------------------------------------


En una típica tarde de vacaciones, un joven de ojos color esmeralda se dedicaba a hacer las labores domesticas del hogar, que desde hacía algunos años compartía con el Gran Usami Akihiko-sensei.


-¡¡Tonto Usagi-san!! Debería de limpiar más seguido su cuarto, ¡¡Está muy sucio!!... Si tan solo no comprará tantos juguetes sería más fácil limpiar aquí ¡¿Pero por qué le gustara tanto los juguetes?! Ya sé que no tuvo una niñez normal, pero son demasiados y lo peor  no juega con ellos ¡¿Por qué  los compra?! Solo está desperdiciando su dinero... - Menciono para sí mismo Misaki, mientras molesto  aseaba  con una aspiradora  el piso de  bajo de la cama de su casero.


Y no era por demás, si desde  algunos días el menor se había dedicado a limpiar la habitación del  novelista, pero por alguna razón por más que trataba no podía terminar de ordenar todos los juguetes que el peli-plata tenia. Y es que eran tantos que el castaño no sé daba abasto con semejante colección de cosas entre las cuales se encontraban, trenecitos, pelotas, trompos, pistolas de plástico, y muchos objetos más, que  sin contar los múltiples peluches que se encontraban  acomodados en la habitación contigua, hacían que el cuarto del mayor pareciera una gran juguetería.


Durante algunos minutos el oji-verde se dispuso a limpiar lo más que se podía a cada rincón de la habitación del peli-plata,  hasta que encontró un juego de mesa con el nombre de  “Batalla Naval” debajo de un Suzuki-san que estaba tirado en el piso.


Al momento de ver el juego,  al menor le vinieron gratos recuerdos y sin poder evitarlo  sus ojos se llenaron de alegría y una mueca de felicidad apareció en su rostro.


Rápidamente  Misaki dejo de hacer los quehaceres cotidianos, tomo el tablero y sin otra cosa en su mente se dirigió hasta donde se encontraba el dueño de la casa para mostrarle su descubrimiento.


-¡¡Usagi-san mira lo que encontré!!- Grito emocionado el niño, después de entrar al estudio de la residencia y ver al novelista acomodando el material para su próximo libro.


 Al escuchar la  aguda voz de su adoración, de inmediato  Akihiko dejo toda actividad que estaba  haciendo   y solamente se dispuso a ver la expresión de júbilo del castaño.


-¡¡¿Por qué no me dijiste que tenías un juego de batalla naval?!!-


-Mmm, no sabía que conocieras uno- Refutó el mayor al ver la alegría del pequeño y como inocentemente colocaba en el piso las piezas del tablero.


-¡¡Wuahh!! ¡¡Claro que conozco uno!! ¡¡Nii-chan  y yo jugábamos de niños!! ¡¡¡Mira Usagi-san esta completo!!!-


-¿Cuándo eras niño? Ja, pero si tú todavía lo sigues siendo Misaki-


-¡¡Cállate!! ¡¡Lo digo en serio Usagi-san!! Nii-chan y yo nos pasábamos las horas jugando y siempre yo le ganaba-


La alegría de Misaki era incomparable, tanto que por unos instantes el mayor se quedo viendo hipnotizado la bella imagen que le regalaba su niño. Sus finas facciones de su rostro y la mirada de emoción que poseía en ese momento  le hicieron recordar aquellos tiempos cuando Takahiro lo invitaba a jugar  y él por ver esa felicidad en sus ojos, lo dejaba ganar.


-¿Le ganabas a Takahiro?  Si él es muy bueno en ese juego-


-Jejeje  ¡¡Nii-chan nunca me pudo ganar!!  Aunque  cambiara la estrategia, siempre terminaba perdiendo-


-Mmm ya… ¿Misaki te gustaría jugar conmigo?- Pronuncio el mayor con una tierna sonrisa, recordando aquellos momentos de felicidad que había vivido con el peli-negro y que sin duda quería vivir con el oji-verde.


-¿De verdad? ¡¡¡Por supuesto!!! ¡¡Aunque te advierto Usagi-san!! Soy muy bueno en esto.-


Ante esta contestación el peli-plata solo se dedico a sonreírle y a mirar fijamente a su acompañante que, por la felicidad de su rostro, aprecia un pequeño niño con  juguete nuevo.


-Muy bien Usagi-san te doy ventaja tira tu primero…-


-De acuerdo… B5-


-Jejeje fallaste Usagi-san… te lo dije, ahora es mi turno… A3-


-Hmmm…..-


Así comenzó una tranquila tardes de  diversión, donde aquellos dos hombres se dedicaron a jugar ese tradicional juego de estrategia, adivinado cada uno de los movimientos del contrario e intentando descubrir los pensamientos del oponente para hacerlo perder, o por lo menos eso era lo que Misaki creía, aunque Akihiko no compartiera sus pensamiento ya que más que jugar se  limitaba observar  embobado como su adoración se divertía intentando ganarle.  De esta manera duró toda la partida hasta que el menor movió su última pieza y puso fin al juego.


- Muy bien Usagi-san este es mi último movimiento  A7-


-Oh  Misaki hundiste mi barco-


-¿En serio? ¡¡¡Viva  gané!!! ¡¡Te lo dije Usagi-san!! ¡¡No hay adversario para mí!! ¡¡¡Hurra!!! –


Al saber esto, inmediatamente Misaki se levanto del suelo y se puso a festejar como si hubiera obtenido un gran premio por haber ganado ese infantil juego. Y no era por demás si era la primera vez que le ganaba a su casero de forma honesta, no como el incidente del Othello que había acabado con consecuencias desastrosas.


 -Jajaja quien lo viera, Yo Misaki Takahashi le gane al todopoderoso Lord Usami-sensei jajaja ¡¡¡Hurra!!! -


-…………..-


La felicidad de castaño por haberle ganado a su casero, fue creciendo en gran medida tanto que la alegría se fue convirtiendo en egocentrismo, y los festejos en alardeos…


-Jajaja Debo ser muy bueno, ni siquiera tú  me pudiste ganar Usagi-san…  Debería meterme a competencias profesionales jajaja lo vez Usagi-san yo te gané ¡¡Viva!!-


Por varios minutos Misaki molesto al escritor con tan absurdo triunfo, recalcándole el logro que había hecho y que él nunca le podría ganar en ese juego.


El haber ganado una partida al Gran Usami-sensei, sin duda hizo que el ego de Misaki se subiera hasta los cielos, tanto que no se percato que sus alardeos subieron  de tono y molesto en  más de una forma al escritor.


Al sentir su orgullo herido, el novelista empezó a pensar en  bajar los aires de grandeza de su adoración,  diciéndole  la verdad de su triunfo,  la cual sin duda y por obviedad correspondía a que Akihiko solo había ganado por que vio la misma alegría de Takahiro en él, cada vez que jugaban juntos; Sin embargo, antes de que pudiera hacerlo, un comentario de alarde de su pequeño lo regreso a la realidad.


- ¿Por qué no aposte contigo Usagi-san? ¡¡Te hubiera ganado!! Mmm que mal suerte-


Por unos instantes Usagi, se quedo pensado aquella  sorpresiva  frase del menor hasta que  una “sugestiva” idea invadió la mente del escritor, dándole la perfecta forma de que Misaki terminara con sus alardeos.


-¿Misaki te gustaría volver a jugar conmigo?- Menciono sonriente y como si no hubiera pasado nada el peli-plata, mientras ocultaba con gran maestría sus perversas intenciones.


-¡¡Claro Usagi-san!! Aunque te lo advierto, no solo porque  no sepas jugar  seré flexible contigo ¿eh? Jaja-


-Pero esta vez apostemos ¿Te parece Misaki?-


Durante algunos minutos el oji-verde se quedo pensado si era buena idea apostar con el novelista y las consecuencias que traería para el aceptar el juego, pero después de un rato acepto gustoso la oferta. Además que podría pasar…. Si él era el Gran Misaki Takahashi, experto en  el juego de Batalla Naval.


-De acuerdo….   Pero solo tengo  3000 yens Usagi-san- Pronuncio el castaño mientras sacaba de una bolsa de su pantalón, una pequeña cartera; No obstante, antes de que pusiera el dinero en el suelo, el mayor lo detuvo y provocativamente se le acerco a uno de sus oídos para susúrrale roncamente….


- Misaki no quiero  dinero, quiero… “otra cosa-”


-¿Mmm otra cosa? ¿Qué Usagi-san?- Inocentemente contesto el menor esperando que el peli-plata le digiera que clase de premio esperaba; Sin embargo, al oír esto, el oji-violeta observo de tal forma  a su acompañante que de inmediato  le hizo saber que quería.


-¡¡No!! ¡¡No!! ¡¡Usagi-san eres un  pervertido!!... Mejor dejamos la apuesta  para otro día, Jajaja este…  todavía tengo que seguir limpiando tu habitación-


Sin esperar contestación del novelista, el  oji-verde se levanto del suelo y se dispuso a salir de la habitación con el único deseo de evadir cualquier proposición  lujuriosa de su casero. Más no pudo llevar a cabo su objetivo, ya que antes de que pudiera tomar la manija de la puerta, Akihiko le pronuncio con tono serio y sumamente decidido.


-¿Acaso tienes miedo de perder? Si tu eres Misaki-sensei  experto en  Batalla Naval¿no?-Sonrió  burlescamente el mayor mientras veía como su adoración se quedaba  pasmado por el comentario


-¡¡Yo no tengo miedo Usagi-san!! ¡¡Estoy seguro que te volvería  a ganar!! Pero….-


-¿Pero qué? -


 -Bueno… yo…-


Por un momento titubeo el oji-verde sobre si apostar eso con el pervertido de Usagi-san, y no era por demás, si la experiencia le decía que por  tener sexo con él, el novelista haría todo lo que estuviera en sus manos para hacerlo.


 -De acuerdo, Misaki… (Interrumpió Akihiko) Si tú ganas,  yo no te tocaré en 2 meses…-


Al instante se quedo paralizado el castaño… ¿Acaso sus oídos habían escuchado  bien? ¿Usagi-san no le haría “eso” durante  dos meses  completos? ¡No! ¡No podría ser posible!, Si él era un pervertido consagrado que en cualquier oportunidad que tenía lo corrompía y tomaba su cuerpo una y otra vez, pese  a sus protestas; Sin duda una gran  oferta que el menor no podía dejar pasar…


-¿Lo dices en serio Usagi-san?-


Sin contestarle Akihiko asintió con su cabeza haciendo que, al momento, el joven estudiante dejara volar su imaginación pensando en lo grandioso que sería tener dos meses  sin  cuidarse de las constantes amenazas del depravado de su casero.


-¿Dos meses verdad?


- Si-


-¿Sin besos, abrazos, ni perversiones Boy´s Love?- Reafirmo el menor, al mismo tiempo que intentaba descubrir cuál era el plan del novelista para ofrecerle tan tentadora oferta.


-Solo si tú no quieres Misaki- Sonrió provocativamente el novelista  mientras trataba de convencer con la mirada al niño  que tenía enfrente de él.


Ante esto solo suspiro el castaño y resignado recitó…


- Pero sin trampas Usagi-san ¿De acuerdo?-


-De acuerdo-


Después de esto Misaki se volvió a sentar en  el frio suelo de la  habitación y  comenzó a poner sus fichas sonriendo…


¡¡Pobre Usagi-san!! ¡¡Era claro que perdería y él estaría sin  sus perversiones durante dos grandiosos meses!!


- Ah por cierto Misaki, si yo  ganó, quiero hoy  tu me provoques-


-Mmm ¿Provocarte? ¿A qué te refieres?-


Al escuchar esto,  el rostro de Akihiko se ilumino con cierto cinismo combinado con seducción que de momento puso a dudar al pequeño castaño si estaba bien que apostara con el escritor. 


-¿Misaki has pasado por el centro comercial últimamente?-


- ¿Eh? Si  ayer pase, ¿Pero eso que tiene que ver con la apuesta?-


-Veras hace mucho he pensado en esto, y creo que es la oportunidad perfecta. En una de las tiendas departamentales, justamente en una  que vende ropa de niño,  hay exhibido un traje de marinerito color blanco con rayas azules con su respectivo sombrero…. Misaki si yo gano el juego quiero que lo compres, te lo pongas y me lo modeles esta noche en mi habitación.-


Concluyo feliz Akihiko, sonriendo a no más poder e imaginando lo lindo que se vería su pequeño   con semejante traje de marinerito.


- ¡¡¿EH?!!! ¡¡¡NO!!! ¡¡¡NO!!!  ¡¡YO NO VOY A HACER ESO!!!  ¡¡¡PIDE OTRA COSA USAGI-SAN!! ¡¡YO NO VOY A MODELAR ESO!!-


- De acuerdo, estás en  tu derecho de rehusar mi oferta Misaki, pero a cambio de eso quiero que los próximos dos meses  duermas en mi cama  y me pidas cada noche semi desnudo y con voz suplicante que te haga el…..-


-¡¡¡CÁLLATE!!! ¡¡¡PERVERTIDO!!! ¡¡Acepto!! ¡¡Acepto!!.. ¡¡De todas maneras vas a perder Usagi-san!!… jajaja ¡¡Ya lo veras!!   ¡¡Te voy a ganar!!! Jajaja – Pronuncio el menor  sin la confianza  con que anteriormente contaba.


-Oh ¿Enserio Misaki?....-


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**Imbécil Usagi-san ¿Cómo me pudo convencerme de que no sabía jugar?  Buahhhh ¡¡¡Yo sabía que no era buena idea apostar con él!! Wuahhhhh  ¡¡¡Tranquilo Misaki!!! ¡¡¡Nadie se ha muerto por eso!!!  ¡¡Solo camino unos pasos, le muestro  el traje y me voy a  dormir!!     ¡¡¿Verdad?!!**


-Misaki ¿Qué pasa?  Ya puedes entrar – Volvió a pronunciar  ansiosamente el mayor,  al ver que su adoración se tardaba más de lo esperado  en pasar a  la alcoba.


-Y-ya v-voy….-


 La hora de la verdad había llegado,  y el momento de demostrarle al mayor que Misaki no era un cobarde y cumplía sus apuestas  se hacía presente.


Temblando el castaño tomo la manija de la puerta, suspiro nervioso y lentamente fue entrando para cumplir con la dichosa petición que le había encomendado el peli-plata.


Al abrir la puerta el menor se encontró con  la habitación totalmente oscura y silenciosa como si nadie estuviera en ella, pero al escuchar la  nuevamente la voz del peli-plata Misaki que dio cuenta de que estaba equivocado.


-Prendé la luz Misaki, deseo verte- Susurro seductoramente el oji-violeta al ver la tenue silueta de su adoración.


Tragando un bocado de aire, y maldiciendo  miles de veces el juego de Batalla Naval y al estúpido de Usagi-san por haberlo obligado  a hacer eso, Misaki ubico el apagador del cuarto y lentamente prendió la lámpara alumbrando la habitación, dejado  ver  al instante  el sugerente trajecito que traía.


El cortito short color blanco que dejaba ver la finas y largas piernas de Misaki en todo su esplendor, la camisa del mismo color, con toques  azul marino  en las mangas y en el pecho en forma de cruz, que resaltaba a no más poder la delgada silueta y frágil cuerpecito de su niño,  la coqueta y sugestiva boina blanca, sostenida con varios pasadores, que traía en su alborotado cabello castaño, y el  visible así como tentador sonrojó que tenía su uke, hicieron que de inmediato el mayor cambiara su mirada cínica, por una totalmente lujuriosa paralizando al menor.


Hipnotizado por tan provocativa imagen, Akihiko rápidamente se levanto de la cama donde estaba recostado, y como vil  depredador se dirigió hasta  donde se encontraba su inquilino


-¡¡Hey!! ¡¡Hey!! ¡¡Espera Usagi-san!! ¡¡¿Qué haces?!!- Pronunció nervioso el oji-verde al ver la pervertida sonrisa de su seme y como decidido, lo acorralaba en una de las paredes de la habitación.   


-Misaki te ves demasiado seductor con ese vestuario…- Susurró   incitantemente el peli-plata en uno de los oídos del castaño mientras  sometía el pequeño  y tentador cuerpo  del joven estudiante que se encontraba delante de él.


- ¡¡¿Q-que haces!! Usa…Usagi-san… ah… ¡¡No me toques!!…ah-


El deseo de poseer a Misaki de esa forma, inundó  a la totalidad al oji-violeta tanto que sin poner atención a las palabras del menor, empezó  a meter una mano debajo de la camisa y a besar  lascivamente  su cuello una y otra vez.


-ahhh U-usagi-san… ¡¡Detente!! Ahh-


Prontamente el juego de caricias que el mayor le proporcionaba cada vez que quería tener sexo con él, se hizo presente,  pero esta vez era algo diferente, el escritor se encontraba totalmente excitado y los movimientos que le  hacía a su uke lo confirmaba.


Con gran exactitud el mayor ubico el delicado botón derecho de Misaki y empezó con gran seducción a acariciarlo en forma de círculos  una y otra vez delimitando su sensible contorno mientras su boca ansiosamente se dirigía  a la oreja izquierda del castaño  para comenzarla a morder provocativamente. 


-Ahhh… ¡¡Usagi-san ahhh E-spera!!... Di-dijiste que solo lo iba a modelar ahhh ¡¡Deja de tocar ahí!!! Ahhh-


Al oír esto  de  inmediato el mayor detuvo su lasciva acción y  sin decir nada, lentamente fue soltando a Misaki, quien solo lo veía atónito por el cambio tan sorpresivo de humor.


-Tienes razón Misaki…- Prontamente Akihiko se dirigió hacia su cama y con una gran sonrisa se recostó en ella de una forma que de inmediato puso a temblar al menor.-…. Modélame-


Escuchando esto de inmediato la sangre se le congelo al castaño.. ¡¡¿Qué rayos acababa de hacer?!! Le había dicho al pervertido de su casero que le modelaría ese ridículo e infantil traje de marinerito, cuando sabía perfectamente que Usagi a la menor provocación se le abalanzaría para desvestirlo y tener sexo con él. Sin duda el oji-verde había hecho la peor estupidez de su vida…  


-¿Y bien Misaki? Estoy esperando.... Provócame- Sonrió seductoramente el mayor mientras tranquilamente acomodaba su espalda en el respaldo de la cama y se desabrochaba lentamente  tres botones de la camisa que portaba, dejándole ver al menor su sexy  cuello y parte de su pecho.


-Yo… yo… n-no s-se que hacer Usagi-san- Pronuncio totalmente paralizado y ruborizado el menor mientras veía inocentemente al escritor, suplicándole que no lo torturara con eso y lo dejara marcharse del lugar con la poca dignidad que le quedaba; Sin embargo, esto no fue así, al ver que su pequeño no tenía idea de cómo llevar a cabo  su petición, Akihiko le indico que apagara la luz de la habitación y  se acercara hacia él  para indicaría que hacer.


Pasmado por el comentario de su casero, Misaki obedeció a las palabras del mayor, apago la luz dejando a la habitación en penumbras, y se fue acercando, hasta que quedo a unos pasos delante de él.


Al verlo tan cerca, Usagi roncamente le pronuncio que se sentara en la cama, de tal forma que quedara arriba de esta, sentado en sus talones y viendo directamente hacia él.


Sin saber que pretendía el novelista Misaki accedido a su propuesta y rápidamente se acomodo de esa forma esperando nuevas indicaciones.


Ver de esta manera a su adoración, casi le da un infarto al peli-plata. Y no era por demás, ya que si el traje de marinerito blanco con azul hacía ver a Misaki seductoramente deseable, ahora el tenerlo en esa pose demasiado sugestiva, a escasos centímetros de él, con su mirada suplicante y sus mejillas totalmente teñidas de color carmín, hacían que el escritor perdiera  toda la cordura  que tenía  en él y jurara dar todo lo que poseía por tener a su amado debajo de él y poderlo hacer suyo en ese momento.


Controlándose a no más poder, de no  abalanzarse y tomarlo en ese instante, Usagi  lentamente se le fue acercando  y con voz sumamente excitada le pronuncio al menor en uno de sus oídos…


-Ahora Misaki…  toca tu cuerpo muy despacio y sedúceme-


Después de esto volvió a recargarse en la cabecera de su cama y con mirada ansiosa se dispuso a esperar que su niño cumpliera su petición. No obstante, Misaki  quedo atónito ante tal petición… ¡¡¡ ¿QUÉ HICIERA QUE?!!! ¡¡No!! ¡¡Jamás!!! Sin duda eso no lo haría, ya era  bastante haberse puesto ese estúpido traje de niño para que ahora le ordenara tocarse pervertidamente para excitarlo… ¿Qué demonios  se creía Usagi-san al haberle pedido eso?


Durante algunos segundos Misaki se quedo analizando la propuesta, pero al paso de  unos instante, nervioso y sonrojado se dispuso a bajar de la cama para dar por terminado el lujurioso juego que su casero quería que hiciera. Sin embargo, fue el mismo Akihiko que evito que  se alejara de él ya que rápidamente lo apreso un fuerte abrazo  y como si su vida dependiera de eso, nuevamente empezó a besar el delicado cuello del castaño.


-Misaki… Incítame- Con voz sumamente seductora mencionó el peli-plata  mientras recostaba  en la cama a la fuerza al oji-verde.


-¡¡¡NO LO HARE!! ¡¡USAGI-SAN PERVERTIDO!! ¡¡DEJAME IR!!- Grito con todas fuerzas Misaki, mientras trataba de zafarse de los fuertes brazos de su seme.


-De acuerdo, si tu no lo haces, lo hare yo-


Al ver al poca cooperación de su niño, rápidamente Akihiko tomo las dos muñecas de Misaki, las levanto por encima de su cabeza y con gran firmeza, las sostuvo  con una de sus manos para que el menor no intentara escapar, mientras que con la otra levantaba la camisa de su adoración para principiar a besar con gran locura uno de los pezones del oji-verde.


Sintiendo como el peli-plata se posesionaba con sus labios de su botón derecho, Misaki empezó  a moverse  en la cama de un lado a otro intentando escapar del contacto; No obstante, el gran placer que su cuerpo empezaba experimentar le hizo imposible zafarse de las caricias del mayor y solamente se limito a suspirara por el contacto del oji-violeta.


-Ahhh Usagi-san ahhh-


Después de  haber brindado varias lascivas caricias al pecho del castaño, Akihiko empezó a deslizar  la  mano que sostenía las muñecas de su adoración  por todo su abdomen hasta que llego al principio del short donde pudo observar como el pequeño miembro de su amado, comenzaba a notarse.


Mirando provocativamente al niño que se encontraba totalmente avergonzado  y sonrojado por la acción, el escrito comenzó  a besar con mayor intensidad los rosados pezones de Misaki, mientras que  por encima de la  tela del short, pervertidamente tocaba y apretaba la parte más sensible de su acompañante.


-Mmm Usagi-san ahhh, no- no hagas eso ahhh-


-¿Por qué Misaki? Si te vuelve excita de sobre manera que lo haga-


-Ahhh No no es cierto ahhh Usagi-san a mi no ahhh-


-¿No? Si tu cuerpo dice lo contrario, mira se está poniendo muy duro-


-Ahhh no digas esas cosas en voz alta ahhh pervertido ahh-


Prontamente la  delicada tela que ocultaba el miembro de Misaki comenzó a ser  un estorbo para las intensiones del novelista, tanto que sin decirle nada al menor, metió bajo el short su mano y de un solo movimiento  empezó a masturbarlo mientras su boca seguía besando desesperadamente ahora el botón izquierdo botón del  oji-verde , proporcionándole al menor un placer inigualable.


El morbo de ver a Akihiko debajo de su camisa besando sus pezones, con gran lujuria una y otra vez mientras lo masturbaba con su mano derecha fuertemente, hacia que el castaño poco a  poco fuera perdiendo la cordura que tenía en él y se dejara  arrastrar por el placer que su seme le brindaba.


-Ahhhhhh Usagi-san ahhhhh- Gimió excitado Misaki al sentir como el Gran Akihiko Usami frotaba una y otra vez su erecto miembro con su mano. Así lo hizo hasta que excitado a no más poder Misaki grito con todas sus fuerzas…


 -Ahhh Usagi-san ya-ya ahhh no voy  a aguantar mucho ahhh ya voy a venirme ahhh-


Al ver como su niño empezaba a experimentar los efectos del orgasmo, el novelista rápidamente separo sus labios de los pezones y los posiciono contra los de su adoración  para besarlo  vorazmente y callar los gemidos de placer que tenia, mientras su mano aumentaba la labor de llevarlo hasta el límite y hacerlo  gozar de placer.


Con tan sugestivos movimientos no paso mucho, para que el joven estudiante  dejara salir su esencia entre los dedos de su casero y manchara la blanca tela del short que llevaba.


Sintiendo como su adoración le regalaba una vez más su semilla,  después de unos minutos Akihiko poco a poco fue bajando la intensidad del movimiento de su muñeca  y sus labios, hasta que  el propio Misaki que separara sus labios de los suyos y lo mirara con sus ojos llenos de deseo.


Sin querer hacer esperar más a su pequeño, el escritor lentamente fue deslizando el short, para comenzar a preparar a su niño ante su inminente intromisión.


 Una vez que logro su objetivo  el peli-plata se levanto de su cama, con gran decisión tomo a su amado de la mano para decididamente  recargar su cuerpo sobre la pared más cercana dejando expuesto su desnudo trasero.


Durante algunos minutos el oji-violeta se quedo observando tan provocativa imagen, mientras acariciaba sin pena alguna las piernas de su sonrojado uke. Así lo hizo hasta que las ganas de poseerlo fueron más fuertes que de estimularlo.


Sonriendo, pervertidamente Usagi, desabrocho el cinturón de su  pantalón, tomo su erecto miembro y muy despacio lo fue introduciendo en el frágil cuerpo de su amado al  tiempo que con sus brazos lo abrazaba por detrás y le besaba  provocativamente debajo de su oreja.


El sentir nuevamente el cálido cuerpo de su niño debajo de él, su agitada respiración y escuchar sus leves gemidos de placer fueron suficientes para que Akihiko comenzara a embestir a su amado lentamente sin dejar que se acostumbrara a la intromisión.


-Ahhh Usagi-san ahhh Más lento ahhh- Gimió excitado Misaki al sentir como rápidamente su seme iba aumentando la intensidad de sus estocadas, sin permitirle acostumbrarse a sus acciones .Sin embargo el mayor hizo caso omiso a sus suplicas y siguió con el mismo ritmo una y otra vez.


La pasión que se desbordaba en esa habitación era tanta que  por algunos minutos ninguno de aquellos dos hombres pronuncio algo, solo se limitaban a sentir el placer que cada uno le proporcionaba al otro y como sus cuerpos pedían más, fundiéndose una y otra vez en uno mismo.


Después de un rato de intensa actividad y de suspirar por cada caricia que el mayor le proporcionaba, Misaki sintió que la camisa de marinerito que llevaba era demasiado estorbosa para continuar el contacto con su seme y lentamente empezó a tratar de quitársela. Sin embargo, antes de que pudiera siquiera deslizar al primera manga de su cuerpo Akihiko lo abrazo fuertemente y le susurró en su oído haciéndolo paralizar al momento…


-Ah…. No lo hagas Misaki…- Después de esto Akihiko posiciono una de sus manos en el vientre desnudo del oji-verde y rápidamente lo embistió una y otra vez mientras sus labios jugaban a besar cada centímetro de los hombros del castaño. - …No sabes cuánto me excita verte de esa manera tan inocente-


Escuchando esto, prontamente el menor, sintió como la vergüenza subía  a su rostro y como el color carmín manchaba con más intensidad sus mejillas. Sin duda Akihiko era un pervertido de primera con severos toques de pedófilo, pero él era más por permitir que su casero satisficiera sus más bajas fantasías con él.


Al paso de varias embestidas, Akihiko lentamente salió del cuerpo de su pequeño, lo beso románticamente en sus labios y nuevamente lo condujo hacia su cama, recostándolo al momento sobre ella. Posteriormente, y sin decirle nada al menor, el peli-plata se dirigió hacia uno de los cajones de un ropero y saco un  sombrero de capitán naval.


-¿Q-qué dem….?- Trato de pronunciar el oji-verde, al ver como su casero se colocaba en su plateada cabellera aquel gorro naval y provocativamente se le acercaba, Sin embargo antes de que pudiera completar su frase Akihiko le coloco un dedo sobre sus labios y le susurró pícaramente.


-Silencio Misaki,  esa no es forma de contestarle a tu capitán ¿o sí?-


Acto seguido Usagi se coloco sobre Misaki, acomodo sus finas piernas sobre sus hombros y nuevamente comenzó a penetrarlo mientras lo besaba románticamente.


Corrección, su casero no solo era un pervertido con toques de pedófilo, era un loco pervertido con toques de pedófilo y delirios de personalidad múltiple, que hacia lo que quería  y ponía totalmente nervioso al menor cada vez que se le ocurría ese tipo de ideas tipo de ideas.


Sin embargo, Misaki tenía que aceptarlo el ver a Akihiko con media camisa desabotonada, mostrando su fuerte pecho, esa seductora sonrisa en su rostro  y con ese sombrero de capitán  en su cabello,  lo hacían ver más sexy de lo que era.


 


Durante varios minutos, las estocadas nuevamente se volvieron a hacer presentes, al igual que los fuertes gemidos de placer de Misaki,  que solo mostraban una cosa, aunque lo negara el castaño, su cuerpo pedía ansiosamente más de Usagi-san y sus movimientos.


Así continuaron las cosas, el novelista empeñado en hacerle sentir más placer a su pequeño y este en demostrar atreves de sus jadeos las sensaciones que su seme le provocaba, así hasta que en una  de las fuertes embestidas del escritor, el sombrero de marinerito de Misaki, que se encontraba sujetado con pasadores se calló de la cabeza de su dueño, haciendo que este se descontrolada por la acción.


-Ahhh Usagi-san ahh mi sombrero ahh se cayó- Pronuncio Misaki mientras que, con las pocas fuerzas que le quedaban, veía inocentemente a su casero pidiéndole que no le hiciera volver a coloca ese sombrero.


El que lo viera de esa forma su niño, de esa manera tan suplicante, sin duda hizo que Akihiko se quedara hipnotizado y perdido en los grandes y expresivos ojos de su amado Misaki.


No podía negarlo, sin duda amaba a ese niño que  con su inocencia constantemente lo seducía y lo provocaba a no más poder.


Prontamente el mayor, sin dejar de introducir su miembro en el cuerpo de Misaki, tomo el sombrero de capitán que traía puesto y lo coloco sobre la castaña cabellera de su totalmente sonrojado  amado. Al paso de esto, tomo su miembro y rápidamente lo empezó  a masturbar una y otra vez,  mientras intentaba tocar el punto más sensible de su pequeño y volverlo loco de placer.


No paso mucho tiempo para que el escritor encontrara ese lugar que hacía que su adoración gritara de excitación una y otra vez suplicando más de sus acciones, cosa que hizo hasta que con severa locura Misaki gimió  su nombre dejando salir al momento, por segunda vez su esencia y haciendo que el novelista hiciera lo mismo en su interior.


-Ahhhhhhhhhhhhhh Usagi-san Ahhhhhhhhhhhh-


La agitada respiración en aquellos dos hombre se hizo frecuente así como el estremecimiento en sus cuerpos tanto que duraron algunos minutos en recuperar sus alientos y en separase.


-Misaki te amo- Le pronuncio el mayor a Misaki mientras muy lentamente se separaba de su cálido cuerpo y se recostaba sobre la cama tratando de recuperar algo de sus fuerzas.


Al escuchar esto, nuevamente Misaki se sonrojó, pero después de algunos segundos de también normalizar su respiración, como pudo se levanto de la cama con el único objetivo de ir a su habitación para dormir toda la noche y olvidar la fanatsia de Usagi-san que minutos atrás habían realizado; Sin embargo no pudo llevar a cabo su objetivo, ya que  al ver cuáles eran sus intensiones, Akihiko lo abrazo por la cintura  con las pocas energías que le quedaban, lo recostó a un lado de él y lo envolvió entre sus brazos impidiéndole que escapara de sus caricias.


 -¡¡¡Usagi-san suéltame!!! Tengo que irme a dormir-


Oyendo esto el mayor sonrió y con voz totalmente juguetona le menciono a su adoración.


-Misaki esta noche vas  adormir conmigo y es una orden marinero-


Después de esto acurruco su cabeza entre su pecho, para que los latidos de su corazón lo arrullará y su pequeño no opusiera resistencia a sus deseos.


Sin tener fuerzas ni ganas de discutirle al peli-plata por tal comentario, Misaki lentamente fue cerrando sus ojos hasta que quedo dormido por las caricias de su seme. Así mismo, al paso de unos minutos también Akihiko se quedo dormido mientras aspiraba el dulce aroma de su niño  y pensaba en cuanto lo hacía muy feliz tenerlo en sus brazos.


---------------------------------------------A la mañana siguiente------------------------------------------


En punto de las ocho de la mañana despertó de su sueño, El Gran Usami Akihiko, con una molesta  duda en su ser.


 Ante esto de inmediato se levanto de la cama, observo detenidamente por unos minutos a su amado niño que dormía plácidamente en ella, le dio un  tierno beso en la frente, tratando de que no se despertara y salió de su cuarto en busca de su teléfono celular para marcarle al único que le podía quitar sus interrogativas.


-¿Hola? ¿Quién es?- Contestó amablemente  el teléfono un joven de la misma edad que el novelista.


-Buenos días Takahiro, soy Usagi-


-Ah ¡Buenos días Usagi! ¡Qué alegría, hace mucho tiempo que no hablo contigo, dime ¿En qué te puedo ayudar? –


-Verás, tengo curiosidad y quería preguntarte algo sobre Misaki-


- Si Dime Usagi-


-Ayer Misaki mencionó que ustedes dos cuando eran niños jugaban batalla naval y que siempre te ganaba ¿Es cierto?-


-Es algo raro tu pregunta Usagi, pero es cierto Jejeje nunca pude ganarle a Misaki-


-Tú eres muy bueno en ese juego Takahiro, nunca pude ganarte ¿Cómo Misaki pudo ganarte si él es malo jugando?-


-Jejeje ah eso, veras Usagi, yo nunca pude ganarle ya que solo cuando jugábamos juntos, Misaki sonreía como cuando nuestros padres estaba vivos y no me atrevía  auitarle esa sonrisa de su rostro... Sé que piensas que soy sobreprotector pero no puedo ver a mi hermano triste  Usagi-


-Ah ya veo-


De inmediato al escritor sintió algo de remordimiento por haberle ganado el día anterior  al castaño,  Sin embargo al momento de recordar cual había sido su premio por tal triunfo, la pena que minutos atrás le aquejaba se convirtió en una gran sonrisa y en un pensamiento de felicidad.


-Ah Por cierto Usagi, ¿Cómo está Misaki?-


 -Bien, todavía está dormido-


-¿Está enfermo? ¿Se encuentra bien? – Preguntó preocupado el peli-negro al saber que su amado hermanito se encontraba dormido a esas horas de la mañana.


-No, él está bien, solo algo cansado ya que…(Hizo una pausa el escritor)… nos la pasamos jugando toda la noche y termino agotado-


-Ah ya veo, Misaki siempre tan  enérgico, bueno Usagi, disculpa pero tengo que ir  a trabajar no te importa si luego hablamos ¿verdad? –


-No te preocupes Takahiro, luego hablamos, hasta luego-


-Hasta luego Usagi y saluda a Misaki de mi parte ¿De acuerdo?-


-De acuerdo-


Después de esto el novelista colgó el teléfono y se dirigió hacia su habitación para volver a dormir al lado  de su  adorado Misaki, sabiendo de antemano, que si alguna otra vez Misaki le pedía volverá  jugar con el algún tipo de juego de mesa el resultado siempre favorecería a al castaño con tal de que no perdiera esa sonrisa que lo caracterizaba….


 


 


…Aunque si  volvían a apostar y nuevamente le volvía a brindar esa noche de pasión que habían vivido ayer, quizás recapacitaría, en no dejarlo ganar


 


 


-------------------------------------------------------------FIN------------------------------------------------------------


 


 

Notas finales:

Jejeje espero que les haya gustado.


Ammm como dato curioso, dire que este iba  a ser el segundo capitulo del fic "Convenceme...." por lo del traje de marinerito pero ahhh para que hacerlas esperar.


Bueno nos vemos dentro de 3 horas con el fic "Controlate...." jajaja


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