Secretos, mentiras y sentimientos.
Disclaimers: los personajes de Naruto no me pertenecen, este fic esta hecho sin fines de lucro.
Capitulo 13.
El nacimiento de la esperanza.
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En lo profundo del bosque tres figuras encapuchadas caminaban tranquilamente, cuando de repente uno de ellos se detuvo y se recargo contra un árbol de forma cansada, los otros dos lo miraron y uno preguntó —"¿te encuentras bien?"
"Si, no te preocupes"— habló mientras se quitaba la capucha que cubría su cabeza mostrando su rostro y su cabello de color rubio —"¿Cuánto nos falta para llegar? Ya estoy cansado -dattebayo".
"Creo que mucho… pero seria mejor que nos quedemos a descansar aquí, ya estamos lo suficientemente lejos de donde dejamos "tu cuerpo" así que no creo que nos encuentren"— este también se quito la capucha que cubría su rostro dejando a la vista su pálida piel y sus cabellos de color rojo.
"Estoy cansado, uhm"— habló Deidara sentándose al lado de los otros dos —"además creo que me esta creciendo el estomago, uhm"— el rubio mayor miro su vientre el cual se encontraba visiblemente mas amplio y su camiseta le empezaba a quedar mas pequeña.
"Eso es algo normal en un embarazado –dattebayo"— dijo Naruto en tono de burla a Deidara, el cual simplemente lo miro con el seño notablemente fruncido —"¿y ahora a donde dirigimos –dattebayo?"
"Hacia la aldea de la lluvia"— Gaara miro un mapa el cual había sacado entre sus ropas.
"¿Y porque a ese lugar –dattebayo?"— a Naruto le desagradaba un poco la idea de ir a ese lugar, y todo se debía a que según había escuchado de Tsunade en esa aldea fue donde Pain había matado a Jiraiya, el no quería ir a un lugar como ese.
"Bueno por que la aldea de la lluvia es un lugar en el que no nos encontraran… según se es un lugar neutro el cual se encuentra entre las fronteras de tres naciones Ninja, por lo cual no pertenece a ninguna aldea que tenga pacto de paz con Konoha…por eso se dice que en ese lugar era donde se llevaban a cabo las guerra… y por ende es el mejor lugar para nosotros".
Deidara se lo pensó por varios minutos, todo lo que había dicho el pelirrojo era cierto —"esta bien para mi… pero Gaara quisiera saber ¿Por qué no vuelves a tu aldea? Según se a diferencia de nosotros no eres un criminal buscado o un desertor… es mas eres el kage de tu villa"— escuchar eso también había dejado a Naruto pensativo, y la verdad era que el aun no sabia ¿Quién diablos era el papa del bebe de Gaara?
"Bueno, no es que desconfíe de mi aldea ni nada por el estilo, pero creo que si digo que estoy embarazado, me encerraran y me observaran como un experimento… además no quiero que mi bebe pase lo mismo que yo pase en mi infancia"— los otros dos no dijeron nada mas ellos entendían exactamente que quería decir Gaara con eso, principalmente Naruto el cual sabia como trataba las personas a lo que no conocía.
"Gaara ¿Quién es el papá de tu bebe?"— se atrevió a preguntar el Uzumaki, Gaara sabia que eso pasaría en algún momento así que suspiro.
"Es alguien muy extraño, lo conoces"— ninguno de los dos rubios entendió —"es de la aldea de la hoja, además es AMBU de raíz, a veces me saca de quicio y no entiende nada sobre emociones"— hablo como si estuviera hablando de algo cualquiera —"su nombre es Sai".
Naruto abrió los ojos de sobre manera Sai como diablos pudo Sai acabar con Gaara, además de esa forma; el rubio menor intento imaginarse a Gaara y a Sai juntos y no pudo evitar gritar del horror no es que le pareciese asqueroso pero es que eran Gaara y Sai; dos personas con personalidades tan diferentes y parecidas a la vez.
Al ver como Naruto gritaba como niña de academia los otros dos no pudieron evitar mirarle extrañados uno porque no entendía que era lo malo de la situación y el otro porque simplemente no esperaba esa reacción de su amigo.
Pasaron varios minutos y Naruto seguía gritando como niñita mientras se imaginaba a los dos chicos en diferentes poses y diciéndose cosas como "amorcito" "cerecita" "eres lo que mas amo en este mundo", bien quizás ya estaba exagerando con eso pero era que imaginar a Sai y Gaara juntos lo perturbaba.
Deidara simplemente ya estaba enojado así que completamente molesto, le dio un puñetazo en la cabeza al rubio menor y grito furioso —"¡quieres dejar de gritar como niñita, nos van a encontrar, uhm!"
"Deidara, ¿porque me golpeas?"— Gaara simplemente miraba a los otros dos tranquilamente, en verdad esos dos se parecían mucho.
"¿Ustedes no serán hermanos perdidos o algo?"— esa pregunta tomo de sorpresa a ambos rubios los cuales se encontraban peleando y gritándose cosas y entonces miraron a Gaara y bajaron la cabeza con pose desanimada, mientras un aura depresiva los invadía:
"Porque todos preguntan eso"— dijeron al unísono, el otro simplemente no entendió que querían decir con eso.
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En la aldea de la hoja, todo se encontraba completamente triste, todas las personas utilizaban ropas negras y se dirigían hacia el mismo lugar, el cementerio de la aldea; ese día se celebraba el entierro de Uzumaki Naruto, el Ninja numero uno hiperactivo cabeza hueca, el junchuriki del Kyuubi, además de un héroe.
Bajaron el ataúd y le echaron tierra encima mientras los amigos y compañeros mas cercanos del rubio lloraban dolidos, sobre todo los mas cercanos; todos tenían las cabeza baja recordando las veces que pasaron con su compañero shinobi.
Cuando llego el momento del ultimo despido, se acercaron uno por uno, el primero indudablemente fue Iruka el cual se lamento y lloro delante de la tumba de su alumno favorito y mas querido; a este le siguieron los demás compañeros con los cuales había compartido Naruto.
Cuando todos se despidieron y se marcharon, en el cementerio solo quedaban Sakura, Ino, Shikamaru y Kakashi. La Haruno lloraba sin parar dejando caer libremente sus lagrimas por su rostro, antes cuando estaban todos no quiso llorar ya que sabia que eso se vería mal, además de que no quería poner mas triste a Iruka-sensei el cual antes de que fuera el entierro le había dado ánimos, aunque el lo necesitara mas que ella.
Cuando Sakura no tuvo mas que llorar, Ino se acerco a ella y la abrazo, como la amiga que era no importándole la rivalidad que ambas se habían impuesto años atrás por el Uchiha, no importándole lo que la otra pudiera hacerle o decirle, después de todo ella era la mejor amiga de Sakura y eso no cambiaria.
"Sakura"— la llamo Kakashi con voz seria no muy utilizada en el —"debes desahogarte llora todo lo que puedas porque en este mundo Ninja, debes estar preparada para perder a los compañeros y llorarle, para luego seguir adelante".
La Haruno entendió a pesar de que no eran palabras de aliento, eso la había hecho sentir mejor, se aferro mas fuertemente a la Yamanaka y siguió derramando lagrimas, no solo por Naruto, si no también por Sasuke, porque ahora si estaba segura el Uchiha había sido completamente absorbido por la oscuridad.
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Naruto, Deidara y Gaara llegaban a la entrada de la aldea de la lluvia, ambos rubios se extrañaron al ver que la entrada no era custodiada por nadie en lo absoluto —"eso es porque el actual líder es una tal Konan"— al escuchar este nombre Naruto no pudo evitar abrir los ojos de sobremanera.
Claro Deidara también había reconocido el nombre, y le había sorprendido igual o mas que al Uzumaki, porque no se suponía que Konan había muerto junto con Pain en la aldea de la hoja; el rubio mayor intento no pensar mucho en este hecho y los tres se adentraron en la aldea, pero cual fue su sorpresa que el tocar el suelo de Amegakure, muchos papeles los envolvieran y los transportaran lejos de ahí.
El grupo de papeles los llevo a una de la torres mas altas de la villa, y cuando se alejaron se encontraron con una hermosa mujer de cabellos azulados —"¿Qué te trae por aquí Naruto?"
"Konan"— fue lo único pronunciado por el Uzumaki, para luego correr y abalanzarse contra la chica, la cual simplemente coloco una pequeña sonrisa; Deidara también se quedo mirando a su ex –compañera.
"Deidara"— dijo sorprendida la joven kunoichi mientras veía al rubio de la explosiones delante de ella —"pensé que habías muerto a manos del hermano de Itachi"— la chica analizo la figura del rubio el cual la miro con desden y volteo su cabeza para otro lado; ella se quedo analizándolo por varios minutos, definitivamente Deidara tenia algo diferente, y entonces su vista se fijo en el estomago abultado del rubio, ella frunció el seño —"quiero que me digan que es exactamente lo que les pasa y que los trajo a esta aldea…"
Luego de que los tres jóvenes les contaran sus historias a Konan ella no pudo más que suspirar y les permitió quedarse en la aldea bajo su tutela, después de todo ella no era tan mala como para dejar que tres primerizos, jóvenes e inexpertos padres viajaran sin rumbo.
"Bien técnicamente, lo que me quieren decir es que están embarazados ¿no?"— fue lo único dicho por la hermosa joven, mientras los rubios asentían y Gaara simplemente la miraba seriamente (en realidad el solo se había presentado, ya que Naruto y Deidara hablaban tanto que no le dieron oportunidad de nada mas) —"síganme"— los embarazados la siguieron en completo silencio, ella los guío a cada uno a una habitación, diciéndoles que se podía quedar ahí el tiempo que quisieran.
Cuando Naruto se encontraba solo en su habitación, sentado tranquilamente en su cama se quedo pensativo; aun recordaba la pelea que había tenia días antes con Sasuke y la verdad eso no le provocaba nada de gracia y mucho menos todo el dolor que seguro le estaba causando a Sakura-chan, Iruka-sensei y sus demás amigos.
Pero eso era lo necesario para que su bebe pudiera vivir una vida feliz, lejos de los maltratos y por sobre todo de su padre Uchiha Sasuke —"deja de lamentarte por eso mocoso"— Naruto escucho la voz de su zorro amigo, la verdad ya no le sorprendía, el sabia que cuando estaba de buen humor el zorro se dignaba a hablarle.
"Ese Uchiha tubo lo que merecía"— volvió a repetir el demonio —"aunque hubiera sido mejor si lo hubiéramos matado".
Naruto suspiro y se dejar caer en su cama, definitivamente lo que vendría ahora no seria fácil pero bueno el estaba preparado para eso y para mucho mas.
Seis meses, eso fue lo que paso desde que los chicos llegaran a la aldea de la lluvia; pero ninguno se podía quejar, en eso seis meses su vida había sido de lo mas tranquila, Konan era una gran persona, amable y alegre, claro solo si la conocías y ella se dignaba a abrirte su corazón el cual estaba sellado bajo cuatro candados.
Además para sorpresa de ellos en esos seis mese que transcurrieron se habían vuelto a encontrar con Kabuto, cosa que los extraño nunca esperaron que el ex –subordinado de Orochimaru fuera a para a un lugar como ese.
Era una hermosa mañana todo se encontraba completamente tranquilo. Deidara despertó pesadamente, había dormido horrible, y unas grandes ojeras en sus ojos lo decían todo; maldijo en voz baja su prominente estomago de nueve meses, ese maldito mocoso no había dejado de moverse toda la noche y de verdad le dolía.
Luego de bañarse y vestirse el rubio se dirigió hacia la cocina de aquella enorme torre, donde se encontraban los demás —"bueno días, Deidara"— saludo Naruto alegremente como siempre, el cual al igual que el mayor ya tenía un gran estomago como de siete meses.
Deidara se dejo caer en una silla pesadamente —"buenos días"— dijo sin darle mucha importancia y haciendo una mueca de dolor, al parecer el molestoso de su bebe le estaba pateando otra vez, odiaba cuando ese pequeño mocoso se ponía a patearle.
"¿Te encuentras bien?"— le pregunto claramente preocupado Naruto, el simplemente asintió y se dejo caer en la mesa.
"No, no pude dormir nada, este pequeño bastardo no me deja de patear, uhm"— grito frustrado, a lo que Naruto no pudo más que reír.
"Sabes no deberías de decirle bastardo a tu propio hijo Deidara-kun"— hablo con una sonrisa Kabuto, la verdad era que el si sabia que era lo que le estaba pasando a Deidara, al parecer el chico estaba mas pronto de ser madre.
"Vete al diablo…"
Horas mas tarde se encontraba Deidara sentado tranquilamente en el sofá mirando el techo, mientras con una de sus manos moldeaba arcilla y con la otra se agarraba fuertemente el estomago; el rubio ahogo un grito cuando sintió un fuerte dolor punzante —"maldición"— el no gritaría se decía así mismo, el era un hombre; sus pensamientos quedaron olvidados cuando de su parte baja empezó a sentir un dolor aun mas fuerte que el anterior.
Un grito desgarrado se escucho por toda la torre y sus alrededores, los que allí vivían reconocieron al instante el grito y corrieron rápidamente hacia el lugar donde se encontraba el artista —"Deidara ¿te encuentras bien?"
"Claro que no, maldición"— miro al que había dicho aquello con odio, Naruto se escondió rápidamente detrás de Gaara, no era que el le temiera a Deidara, claro que no el era Uzumaki Naruto, próximo Hokage de la aldea de Konoha y de eso no había duda, pero Deidara en esos momentos tenia una mirada asesina, nunca antes vista en su rostro y el no se quería arriesgar.
Kabuto sin embargo seguía calmado con su tan característica sonrisa —"tu maldito medico de cuarta, haz algo y deja de sonreír como un idiota"—el ex –akatsuki se encontraba fuera de sus cabales; sin esperar mas el medico Ninja hizo llevar a Deidara a una habitación de maternidad, la verdad nadie sabia porque había una habitación de maternidad en aquel lugar y tampoco se lo preguntaron.
Gaara hizo el tan grande milagro de llevar al histérico rubio hacia la camilla, le cambiaron la ropa y lo colocaron en posición para recibir al bebe, de un empujón sacaron a Naruto y Gaara; y solo se quedo Konan dentro, porque según ella era la única mujer en aquel lugar y debía ayudar.
Los minutos pasaban Naruto se encontraba fuera de la sala caminando de un lado al otro y comiéndose las uñas, como si el fuera el padre del bebe; Gaara simplemente no decía nada y se encontraba recostado de la pared de lo mas calmado. Lo único que se podía escuchar eran los gritos y maldiciones lanzados por Deidara (diablos ese idiota tenia buenos pulmones).
Y debían saber que Naruto no era paciente para nada, y de eso el ex –Kazakage de Suna (por ahora) se dio cuenta cuando el rubio menor abrió las puertas de la sala de parto y entro claramente preocupado, y justo en ese momento Konan tenia a un pequeño bebe entre sus brazos, que lloraba fuertemente, Naruto lanzo un grito de emoción y Gaara sonrío de lado.
El Uzumaki se acerco visiblemente emocionado a la chica de cabello azul que cargaba al bebe —"es una niña"— el contenedor del Kyuubi quería cargarla pero para su desgracia Konan no lo dejo, la chica se acerco a un contenedor lleno de agua caliente y con toda la delicadeza del mundo limpio el cuerpo de la pequeña criatura, pero se llevo una gran sorpresa.
Todos hicieron un círculo y al ver a la pequeña se quedaron en completo silencio; y no era que tenía nada malo. Deidara se extraño cuando un extraño e incomodo silencio embargo a todos en la habitación, Konan se acerco al reciente padre (o madre) y le dejo a su bebe en brazos, Deidara miro el pequeño bulto fascinado, después de todo era su hija ¿no?
Pero al momento de verlo se quedo completamente de piedra; y se maldijo internamente, el sabia que el de arriba lo odiaba, y no era que la pequeña había salido con nada malo, lo que lo frustraba era el gran parecido que tenia con Uchiha Itachi; tenia una piel muy pálida, y el cabello era de color negro, vamos una mocosa digna de llevar el maldito apellido Uchiha, aun no sabia de que color era sus ojos pero no dudaba de que salieron negros.
Ninguno decía nada, Naruto se encontraba en una especie de trance, ya sabia quien era claramente el padre de la bebe, y eso no había ni que decírselo, vamos si era una copia en miniatura de Itachi.
Deidara fue llevado hacia su habitación para que descansara, ninguno dijo ni comento nada sobre la niña; el artista se encontraba en su habitación sentado tranquilamente en su cama y al lado de el una cuna la cual contenía a la pequeña bebe. El chico pronto de quedo profundamente dormido.
Horas mas tardes el Ninja de la roca despertó, tenia un gran dolor en su parte baja, pero claramente no le dio importancia; según el maldito medico de cuarta (como el claramente llamaba a Kabuto) le había dicho que eso era normal ya que siendo un hombre, se le había abierto un ducto de parto, y que cerraría dentro de varios dias.
Se sentó en la cama y dirigió su vista hacia la pequeña bastarda, luego dirigió su vista hacia el sofá que se encontraba a un costado de su habitación, un tic invadió su ojo al ver que en ese lugar se encontraba tranquilamente comiendo ramen como condenado, Naruto.
"Que bueno que despertaste –dattebayo"— le sonrío el Uzumaki dejando su plato de lado y parándose delante de Deidara.
"¿Qué haces aquí, Uzumaki, uhm?"— Deidara suspiro y se dejo caer en la cama de manera pesada, a veces se preguntaba como Naruto podía ser tan extraño, pero sabia que no podía explotarlo, ya que bueno le había cogido cariño al condenado.
"Bueno, estaba sentado, pensando y se me vino una pregunta a la mente"— Deidara lo miro —"¿Cómo se llamara tu bebe?"
Deidara cayo en cuenta de algo, el no había pensado aun ningún nombre para la pequeña mocosa, se quedo con el rostro pensativo y con una extraña sonrisa en el rostro y luego dijo de lo mas tranquilo —" Meiwaku*, uhm".
El contenedor del Kyuubi frunció el seño y miro al mayor —"no puedes llamarle así -dattebayo… ya se, que tal algo como Dango o Hime… talvez ramen"— Deidara miro al chico que tenia delante con clara muestra de querer matarlo, quien en su sano juicio llamaría a su hijo como un alimento, aunque pensándolo bien los padres de Naruto lo habían hecho.
"Mikaru".
"¿Eh?"—Naruto no comprendió muy bien lo que había dicho.
"Que se llamara Mikaru".
"¿Por qué Mikaru –dattebayo?"
"Por que me gusta ese nombre, y no se pone en discusión, uhm"— el rubio menor suspiro pero dándose por vencido se acerco a la cuna:
"Hola, Mikaru-chan… soy el gran Uzumaki Naruto recuerda eso".
Bien después de eso las cosas siguieron marchando bien, hasta que llego el día tan esperado para Naruto, bien se podía decir que fue un día agitado, y es que al igual que Deidara, Naruto tenia muy buenos pulmones (demasiado buenos) y para sorpresa de todos no tuvo una si no dos pequeñas, si ambos eran niñas.
Luego de que Naruto tuviera sus bebes se encontraban todos reunidos en su habitación, en ese momento el rubio menor se quejaba de algo que según el era completamente su decisión —"claro que no"— le dijo Konan con vez dura y seria.
El menor hizo un puchero y volteo la vista —"es mi decisión si quiero llamar a una de mis hijas ramen puedo hacerlo".
"No puedes llamar a alguien con el nombre de una comida, eso es vergonzoso".
"Yo tengo nombre de un alimento y nadie nunca se burlo de eso".
Gaara suspiro esa pelea ya lo estaba cansando, además de que le dolía la cabeza —"Naruto"—la voz del pelirrojo se escucho fuerte e imponente, eso helo la sangre del mencionado —"piensa en otro nombre".
Naruto bufo molesto, pero se pudo a pensar en nombres, no quería meterse con Gaara, el si era peligroso y en el estado en que el mismo se encontraba no podía dar pelea —"¿tu que crees kyuubi? ¿Qué nombre te gustaría ponerle a una de mis bebes?"
"Me lo estas preguntando a mi mocoso"— hablo la tétrica voz dentro de su mente, el zorro se quedo callado por varios minutos —"que tal… ¿Mikoto?"
Naruto se lo pensó —"Mikoto y… Kushina"— eso llamo la atención de los demás.
"Me gustan esos nombres"— alego Konan ya satisfecha de que había salvado a esas dos hermosas criaturas de llevar nombres horripilantes por el resto de sus vidas; la chica del origami se acerco a la cuna y agarro a ambas pequeñas para luego entregárselas a su padre.
Naruto las miro, eran muy hermosas, a diferencia de la bebe de Deidara ellas tenia un hermoso cabello de color rubio, además de una piel muy pálida (de parte de su otro padre) Naruto las miro primero a la que llevaba a su derecha que era la mayor —"tu serás Kushina"— y luego a la otra —"y tu Mikoto"— un silencio lo invadió —"y alégrense que tienen al padre mas guapo y poderoso de todo el mundo, además de que seré el próximo Hokage de la aldea oculta de la hoja"— nadie comento nada.
Paso una semana luego de eso, esta vez era el turno del joven de la arena, Gaara intento calmarse, claro que le dolía los mil demonios; pero no quería gritar y no era por orgullo, simplemente que su personalidad no estaba hecha para actuar de esa manera, pero al momento en que se diviso la cabeza de la pequeña el joven pelirrojo lanzo un grito que supero con creces a los de Naruto y Deidara.
Gaara miro fascinado a la pequeña que llevaba en brazos, era claramente su hija, tenía un hermoso y brillante cabello de color rojo intenso y su piel era tan pálida como la de él, el pelirrojo coloco una pequeña sonrisa en sus labios.
"Hikari… "— murmuro de manera inconciente, mientras miraba con ojos llenos de sentimientos a la niña —"ese será tu nombre… "—la pequeña de no mas que unos minutos de vida se removió en los brazos de su joven padre al parecer ese nombre le había gustado.
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En lo profundo del bosque se encontraba un hombre con una mascara naranja la cual cubría su rostro; el se encontraba de manera tranquila sentado en la rama de un frondoso árbol mirando el amplio cielo estrellado; entonces del suelo salio un sujeto de apariencia extraña, tenia dos colores y el cabello de color verde.
"Madara-sama, acabo de localizar el rinnegan…"
"¿Dónde se encuentra?"
"En la aldea de Amegakure"— en ese momento algo resplandeció en los ojos del enmascarado, por fin seria el ser mas poderoso de todos lo tiempos, por fin tendría el poder del Rinnegan de Nagato, iba a marcharse cuando escucho nuevamente la voz de su subordinado —"también, tengo que decirle que en ese lugar se encuentra el contenedor del Kyuubi, Uzumaki Naruto… además de Deidara".
El Uchiha se sorprendió y una sonrisa se formo en su rostro, con que el junchuriki del Kyuubi seguía vivo, al parecer ese chico era muy difícil de matar, pero eso hacia mas fácil su plan; además de que en ese momento tenia a los cuatro kage donde quería, ya que hace varios meses les había declarado la guerra y aun no había actuado.
Y entonces pensó en Deidara, al parecer su rubio ex –compañero también era alguien muy sorprendente, pero bueno ya vería eso cuando lo encontrara. Madara con una sonrisa en el rostro desapareció, su próximo objetivo la aldea de la lluvia.
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La aldea de Amegakure se encontraba muy tranquila, el sol brillaba como hace mucho no lo hacia, y la brisa soplaba. Era un día de lo más alegre. En la torre mas alta de aquella aldea se encontraban un grupo de jóvenes muy peculiares, eran tres y dos se ellos se encontraban recostados de manera cansada en el suelo.
Naruto se levanto de manera lenta y se dirigió hacia la ventana para admirar la hermosa vista que se extendía frente a el, suspiro cansado y se agarro fuertemente los cabellos definitivamente estaba desesperado, solo llevaba una semana siendo padre y ya estaba que quería lanzarse desde la torre.
¿Quién decía que cuidar de un bebe era divertido o fácil? Claro que no esa semana había sido completamente desastrosa, el quería a sus bebes claro pero era tan difícil encargarse de ellos; odiaba cuando a mitad de la noche tenia que levantarse a darle de comer a una y justo cuando pensaba que podría volver a dormir la otra lloraba para que le cambiara el pañal, estaba cansado y no solo el, estaba conciente de que Gaara y Deidara estaban en las mismas condiciones aunque el primero no lo demostrara.
Suspiro nuevamente y dirigió su vista a Deidara el cual se encontraba dormido en el suelo; al parecer el rubio mayor no despertaría pronto, miro como Gaara tomaba con una mano de arena el cuerpo del cansado artista y se dirigió hacia su habitación.
El Uzumaki se dirigió el también hacia su habitación y rápidamente se dejo caer en la cama con total cansancio, pronto un profundo sueño lo invadió.
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En la aldea de la hoja se encontraba Tsunade en su oficina sentada de manera tranquila pero triste, ya haba pasado casi seis meses desde la muerte de Naruto; en ese momento delante de ella se encontraban un grupo de Ninja los cuales se dirigían a una misión muy importante.
"Bien su misión es entregar este pergamino de suma importancia, al líder de la aldea de Amegakure".
"Pero no se supone que no se saber quien es el líder de esa aldea".
"Claro que si Kakashi, y es por eso que queremos hacer una alianza de paz, después de todo hacemos frontera con el país de la lluvia o ¿me equivoco?"—–ninguno de los Ninja replico, y salieron de la sala.
El equipo de Ninja era conformado por Kakashi, Sakura, Sai y Neji. La Hokage sabia que ha pesar del tiempo que había pasado Sakura aun no se recuperaba de la perdida de Naruto, pero la rubia sabia que Sakura necesitaba distraerse y por eso la mandaba a una misiona a una lugar el cual no le trajera recuerdo dolorosos.
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Konan se encontraba parada en el balcón de la torre, el cual le daba una hermosa vista de la aldea de la lluvia, cuando de repente detrás de ella escucho una voz muy conocida la cual le helo la sangre —"cuanto tiempo ¿no, konan?"
Se volteo rápidamente y justo como lo suponía detrás de ella se encontraba el verdadero líder de Akatsuki, se puso en posición de pelea no permitiría que se llevara el cuerpo de Nagato, aunque la verdad era que ella lo había escondido en otro lugar.
Naruto se encontraba profundamente dormido, al igual que Gaara y Deidara; cuando de repente una fuerte explosión los despertó a los tres, el Uzumaki salio de su habitación y al ver a Deidara también saliendo de la suya se dio cuenta que no era una de las diarias explosiones del artista.
Corrió lo mas rápido que pudo y llego al balcón donde se encontraba Konan peleando con el Uchiha —"Uchiha Madara"— fue lo único que prenuncio, al ver ahí al culpable de que Sasuke estuviera hundido en una profunda oscuridad.
Al darse cuenta de la presencia del rubio Madara lo miro y comento —"al parecer eres difícil de matar Uzumaki Naruto, justo como tu antepasado Senju"—y miro también a Deidara y cambiando rápidamente el tono de su voz dijo —"al parecer usted esta también aquí Deidara-sempai… quiere jugar con Tobi porque Tobi es un buen chico".
El rubio mayor frunció el seño, viendo claramente ahí a su ex –compañero; que el idiota de Madara creía que el era tonto o que, claramente sabia desde un inicio que algo no encajaba con Tobi; venga que lo estaba subestimando, como si actuando como idiota lograría engañarlo a el.
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En la entrada de la aldea se encontraba el equipo de Konoha, cuando los cuatro tocaron la aldea pensaron que una tropa de Ninja los interceptarían pero al parecer no, caminaron lentamente por las calles de la aldea, que diablos pasaba en ese lugar todo estaba completamente desierto.
Ninguno le dio importancia después de todo no era su aldea y no sabían que clase de cosas hacían; se dirigieron al centro de la aldea, donde estaban informados se encontraba la oficina del líder de ese lugar.
Caminaron de forma pausada y lenta por la aldea ninguna tenia prisa en llegar. Sakura se sintió relajada esta aldea era muy silenciosa, además de que haba un extraño sentimiento de calidez en el aire el cual le recordaba Naruto, y la hacia sentir tranquila.
Todo iba bien hasta que una fuerte explosión los saco de su burbuja de tranquilidad, Neji miro con su byakugan para ver de que se trataba —"viene de la torre mas alta al parecer es una pelea"— todos corrieron hacia el lugar después de todo, estaba informado que la torre de la que el Hyuuga hablaba era la misma donde residía El líder.
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En la torre todo se encontraba completamente destruido al parecer ninguno se había detenido en cuando ataque, Naruto se encontraba en una esquina muy herido, diablos solo llevaban unos pocos minutos en esa lucha y al parecer ya la estaban perdiendo.
Todo estaba en silencio, Madara y Konan se encontraban mirándose fijamente; cuando un fuerte llanto irrumpió en todo el lugar, Deidara sintió un extraño miedo al oír el inconfundible llanto de su bebe.
Sin esperar nada Madara camino de forma pausada hacia el llanto, alejando a cualquiera de su camino, cuando llego a la habitación miro a la niña —"Itachi"— fue lo único que dijo para tomarle en brazos y salir nuevamente de la habitación hacia donde se encontraban los demás.
Madara no podía negar que nunca se espero encontrarse a una Uchiha en ese lugar, y claramente era una Uchiha y no solo por su físico, si no también por el Sharindan de una asta el cual resplandecía en sus ojos. Miro a Deidara, la bebe claramente era de el por el chacra inconfundible que contenía ¿pero como? Era una pregunta que quería saber.
Y en un momento de reflexión en el cual se distrajo Deidara lo mando lejos con una fuerte explosión haciendo que la niña cayese de sus brazos, siendo atrapada por los papeles de Konan, y antes de que Deidara lo hiciera Naruto la agarro.
Madara camino de manera tranquila ya no importándole la bebe que segundos antes había tenido, si no su objetivo era otro, si el rubio padre de la pequeña pelinegra, se acerco a Deidara y mientras lo tomaba por el cuello pregunto —"¿Cómo?"
"No se de que diablos hablas."
"¿Cómo pudiste tener un bebe de Itachi?"— el hombre intensifico el agarre con clara muestra de molestia, Deidara comenzó a retorcerse por el dolor y la falta de aire.
"Deidara" –grito Naruto comenzando a correr hacia su amigo, pero Deidara lo detuvo:
"Naruto sal de aquí".
El Uzumaki no podía creer lo que le pedía el rubio —"no lo haré"— el nunca dejaría aun camarada atrás.
"Eres un junchuriki si te atrapa será el fin, además debes de llevártelas de aquí" –Naruto entendió completamente, pero aun así no podía dejar a Deidara en ese lugar, ya harto de Deidara el Uchiha lo soltó y se dirigió rápidamente hacia Naruto, era su oportunidad de tener al junchuriki del Kyuubi y así lograr su plan.
Pero antes de que pudiera llegar al rubio una pared de arena se interpuso y lo acorralo —"Gaara"— murmuro el Uzumaki sorprendido.
"Vamos Naruto, huye"— Naruto frunció el seño, porque todos querían que huyera, el también era un Ninja muy fuerte y podía defenderse solo, pero unos llantos de bebe los descolocaron a todos, dirigió su vista hacia ese lugar y se encontró con los Zetsu los cuales llevaban tres pequeños bultos en sus manos.
Sin esperar mas hizo varios sellos y pronto aparecieron dos clones a su lado los cuales se abalanzaron contra los hombres planta; Deidara, Gaara y Konan luchaban los mas que podían con Madara intentado alejarle del Uzumaki.
El primero en caer fue Gaara al cual el Akatsuki le había destrozado su defensa absoluta, ya que la arena especial que utilizaba se encontraba en el cuerpo de su bebe, Naruto miro horrorizado como Gaara caía completamente inconciente, mientras un gran charco de sangre se formaba en el suelo.
"¡Gaara!"— miles de lágrimas comenzaban a caer por los ojos del Uzumaki mientras aferraba mas fuertemente a la pequeña bebe que llevaba en sus brazos. No, definitivamente no podía huir y dejar a su amigo en ese estado.
"Naruto huye"— gritó Deidara nuevamente, el Akatsuki se encontraba completamente herido, no lo admitiría nunca pero Madara era fuerte y justo en ese momento llegaron los Ninja de la aldea de la hoja.
Al ver a Naruto en ese lugar Sakura no supo que decir solo murmuro impresionada —"Naruto"— dio un paso hacia detrás. No, no podía ser, Naruto estaba muerto, se restregó los ojos de manera impresionada mientras incontables lagrimas bajaban por su mejillas, intento correr hacia él, importándole muy poco lo que ocurría a su alrededor.
Pero antes que pudiera dar un paso la mano de Kakashi la saco de ensoñación, y se dio cuenta en que situación se encontraba; Gaara estaba inconciente, mientras perdía mucha sangre, mientras que Deidara era ahorcado por Madara.
Naruto bajo la cabeza, sabia que no podía acercarse a ellos, y dijo con dolor —"lo siento Sakura-chan"— para luego desaparecer junto con sus clones de ese lugar.
"¡NARUTO!"— gritó Sakura desesperaba, mientras se arrodillaba en el suelo, para empezar a derramar lagrimas, pero entonces escucho el ruido de dos armas chocando y dirigió su vista hacia donde se encontraban sus compañeros, Kakashi se encontraba intentando hacerle frente al Akatsuki, el cual había soltado al rubio, el cual tenia Neji entre sus brazos.
Mientras Sai agarraba a Gaara para sacarlo de ese horrible lugar; Sakura se levanto del suelo y con mirada decidida se dirigió hacia el lugar donde se encontraban luchando sus compañeros, Esta vez no podía quedarse sin hacer nada, esta vez probaría que ella si podía ser una Ninja fuerte y decidida.
Deidara despertó, ya que minutos antes se había desmayado en manos de Madara, se sorprendió al encontrarse entre los brazos de un chico que nunca había visto, miro su alrededor y busco a Naruto pero solo pudo ver a Gaara el cual también se encontraba inconciente en los brazos de un chico pelinegro.
"¿Quiénes son ustedes?"— pregunto no porque le interesara.
"Yo soy Neji y el es Sai, somos Ninja de konoha"— hablo el Hyuuga sin mirar al rubio, el cual se removió un poco dándole a entender al de ojos blancos que quería que lo bajara, no muy convencido el mas joven soltó a Deidara, cual se paro con dificultad.
El rubio se acerco hacia Sai y con las manos temblorosas acaricio el rojizo cabello de Gaara, el cual aunque no se notara se encontraba completamente empapado de sangre —"Sai ¿no? Cuida de el por favor"— le dijo con una sonrisa no muy común en el para dirigirse nuevamente hacia el lugar donde se encontraba Madara.
Al llegar al lugar se pudo entre Sakura y Kakashi y agarro los hombros de ambos —"tu"— fue lo único que salio de los labios del Hatake, Deidara los miro y le hablo de manera tranquila no muy común en el:
"Vallense, llévense a Gaara y aléjense de aquí… yo me encargare de ese maldito Uchiha".
Sakura y Kakashi no podían creer lo que escuchaba, porque ese rubio o estaba loco o era suicida; por un momento les recordó a Naruto, el cual siempre se las quería dar de héroe —"no podemos dejarte pelear contra el, ese tipo es peligroso y además no estas en estado de hacerle frente"—la de cabello rosa le dejo eso muy en claro.
"Para la técnica que voy ha hacer no necesito poder moverme ni tener mucho chacra"— su camisa cayo al suelo mostrando en su pecho una boca extra la cual saco la lengua en modo de burla.
El Ninja copia entendió inmediatamente recordando la gran explosión que había visto aquella vez, el Hatake suspiro y asintió para luego alejarse del rubio, la de cabello rosa no muy convencida siguió a su sensei.
"Kakashi-sensei ¿esta seguro?"
El de cabello plateado sonrío —"Sakura, no viste su mirada decidida… este chico es igual o mas cabeza hueca que Naruto".
Sakura miro sorprendida la figura del rubio, y luego se alejo corriendo de la torre, ellos sabían que la técnica que se llevaría acabo era una muy peligrosa.
Deidara se quedo parado en ese lugar, esperando que Madara viniera hacia el, sabia que esta si seria su ultima explosiona. El Uchiha se acerco a Deidara y lo agarro por el cuello nuevamente, esta vez no dejaría con vida a ese obstinado, acabaría con el de una vez por todas.
Pero antes de que Madara pudiera reaccionar Deidara exploto, destrozando todo el lugar; fue una gran explosión, la mejor de todas, incluso mejor que la de cuando peleo con Sasuke, fue una explosión única, hermosa y completamente artística
Los Ninja de la hoja que se encontraban en la entrada de la villa, miraron la gran explosión, con admiración había que admitir que eso había sido hermoso.
"Sakura, encárgate de Gaara"— la Haruno no espero otra palabra mas de su maestro y se acerco rápidamente al del desierto, el cual aun se encontraba en los brazos del azabache. Sai miro varios segundos a su pelirrojo amante y lo coloco con la más posible delicadeza en el suelo, y la de cabello rosa rápidamente se puso a revisarlo.
El azabache miro por varios minutos al pelirrojo inconciente, sentía un extraño sentimiento en el pecho el cual no podía describir, era un sentimiento que no sabia identificar ¿felicidad? Bueno eso también lo sentía, pero definitivamente no era eso, quizás ¿alivio? Si estaba seguro de que era eso sentía como si su corazón hubiera estado comprimido todo ese tiempo y ahora se abría de forma tranquila.
Luego de que la Haruno terminara de curar a el joven Kazekage, Sai lo tomo nuevamente en brazos, eso sorprendió a Sakura, ya que Kakashi y Neji se habían ofrecido ellos en hacerlo, pero al parecer Sai no quería que nadie a parte de el tocara al joven.
La chica sonrío de manera tierna al darse cuenta de que era lo que sucedía con su compañero, al parecer Sai estaba enamorado, y de nada más y nada menos que de Sabaku no Gaara, eso definitivamente había sido una sorpresa no solo para la chica sino para los otros dos también, ya que ellos también se dieron cuenta.