Secretos, mentiras y sentimientos
Desclaimer: Los personajes de Naruto no me pertenecen son de Masashi Kishimoto, yo solo vengo y con mala ortografía hago que hagan cosas estúpidas.
Capitulo 17.
Empieza la guerra.
OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO
Era un día como cualquier otro en la aldea de la hoja, todo se encontraba en completa calma, por las calles de la aldea un rubio caminaba con una sonrisa mientras era saludado por todas las personas que lo veían, cuando Naruto llego a la entrada de la aldea se encontró con el equipo que se suponía lo escoltaría a la aldea del rayo.
"Hola, Naruto, ¿listo para el viaje?"— le pregunto un sonriente Yamato.
"Buenos días, Yamato-taicho, cejudo-sensei y…"— la verdad es que no sabia el nombre del tercer hombre que se encontraba en ese lugar, al ver esto el otro se presento:
"Mi nombre es Aoba, mucho gusto, Naruto"— Naruto le sonrío como siempre.
"Bien ya que estamos todos es tiempo de par… "
"¡Espera, Naruto!"— Se escucho la voz de Sakura la cual llego corriendo —"no quería que te fueras sin antes despedirme"— la de cabello rosado abrazo al de ojos azules —"adiós Naruto, espero que te vaya bien en tu entrenamiento".
"Claro que me ira bien, Sakura-chan… daré todo de mi, pronto veras que llegare siendo el Ninja más fuerte de la aldea"— Sakura sonrío al ver la determinación con que su compañero de equipo decía eso.
"Eso espero, porque yo también entrenare, para que cuando llegue la guerra poder ser la mejor Ninja medico y poder salvar muchas vidas".
"Sakura-chan, no te preocupes por eso, tú ya eres la mejor Ninja medico –dattebayo"— Ambos sonrieron y luego de darse un nuevo abrazo Naruto se marcho, Sakura se quedo mirándolos, hasta que se alejaron tanto que se perdieron de su vista.
"Sakura"— se escucho que una voz la llamaba detrás de ella.
"Si"— y luego se marcho con los ojos llenos de determinación, determinación que había conseguido gracias al entusiasmo y las palabras de Naruto.
OoOoOoOoOoOoOoOoOoO
Todo estaba en completo silencio, miles de Ninja en ese momento se encontraban reunidos en un solo lugar, todos Ninja de diferentes aldeas, colores, edades y habilidades, unidos todos para lograr un único fin, la victoria en la guerra que se avecinaba. En lo alto de una roca se encontraban los cinco capitanes de escuadrón:
El general del país del hierro Mifune, Hatake Kakashi junin de la aldea de Konoha, Sabako no Gaara el Godaime Kazakage, Kitsuchi del país de la roca y Darui del país del rayo. Kakashi le lanzo una mirada al Kazekage y le dijo que dijera algún discurso para ayudar a calmar a los demás, después de todo además de ser el comandante del escuadrón cuatro, era también el comandante general de la armada shinobi.
Pronto las palabras del pelirrojo se escucharon, todos estaban completamente atentos, había diferentes tipos de mirada sobre el joven Kazekage, algunas de admiración, otras de desconfianza, pero todos lo miraban a él, cuando el discurso termino nadie dijo nada más, las miradas de desconfianza desaparecieron y un grito le hizo entender a Gaara que todos estaban con él.
Temari sonrió al parecer su pequeño hermano menor estaba creciendo y se había convertido en un gran líder. La Junín de la arena miro a la persona que estaba a su lado, la cual en ese momento se quejaba de casi todo lo que pasaba a su alrededor, suspiro, no estaba tan segura de si podía confiar igual en Nara Shikamaru, ella sabia que él era un gran Ninja y que nunca dejaría atrás a sus compañeros, pero al parecer su motivación y espíritu de trabajo no eran muy altos.
Muchos de los que se encontraban en ese lugar tenían miedo, sobre todo aquellos que aún no habían experimentado la guerra, aquellos que nunca habían sufrido la muerte de ningún ser querido, los que no sabían a que atenerse ante el campo de batalla. Pero a pesar de eso se encontraban en ese lugar dispuestos a enfrentarse a cualquier cosa para salvar al mundo Ninja.
Tsunade sonrío al igual que el Raikage, después de largos tres años eso por fin estaba a punto de empezar, lo único que se preguntaban los kages y muchos de los shinobis que sabían cuando fue la declaración de la guerra, era ¿Por qué Uchiha Madara había tardado tanto para empezar eso?
OoOoOoOoOoOoOoOoO
Para Naruto las cosas iban un poco mejor, luego de un largo viaje en barco y de conocer a un gran calamar gigante y a un pulpo que se convertía en hombre, por fin había llegado a su destino, el cual no había resultado ser como se lo esperaba. Al momento de conocer al junchuriki del ocho colas tuvo la ligera sospecha de que él y el pulpo de una profecía que le había dicho el sapo sabio estaban conectados.
"No es que estén conectados mocoso, él es el pulpo de esa profecía"— se escucho la voz del nueve colas. Naruto se sorprendió un poco, no había escuchado al Kyuubi desde que Madara los había atacado y eso lo tenía un poco preocupado, no es que fuesen los mejores amigos pero hablaban de vez en cuando sobre cosas importantes.
"Mocoso, deja las idioteces, te ordeno que vayas a salvar a mis pequeñas"— la voz del demonio se escuchaba moleta y hastiada, Naruto suspiró sabia que lo único que le importaba al Kyuubi eran las niñas, el estaba seguro de que si ellas no existieran el zorro ni siquiera le dirigiría la palabra.
Suspiro nuevamente, pero aún tenían un serio problema, cuando Naruto intentaba utilizar el chacra del otro, siempre perdía el control y eso era algo que ni el zorro sabia como controlar, se acerco al hombre musculoso que se encontraba como meditando, según una profecía y la abuela Tsunade el podría ayudarle a controlar el poder del Kyuubi —"Hola, mi nombre es Uzumaki Naruto y te pido que me entrenes"— vio como el otro volteo la cabeza y lo miro fijamente por varios minutos para luego mirar nuevamente al frente.
El jinchūriki del Hachibi esbozo una pequeña sonrisa, así que ese era el famoso Uzumaki Naruto aquel que había salvado su aldea y que había desaparecido por tres años. El de verdad que lo admiraba, después de todo había logrado lo que él no, escaparse de su aldea y vagar por donde quisiera por tres años, un sueño que él tenia desde hace mucho tiempo.
Lo miro nuevamente, ciertamente la mirada que tenia en ese momento le gustaba, pues no veía ninguna muestra de duda, se levanto y le extendió su puño —"chócalos"— el rubio sin embargo no entendió ¿Qué quería el tipo pulpo con eso? Pero sin saber muy bien porque choco su puño cerrado con el del otro —"Bien es tiempo de entrenar porque el tiempo se nos va a acabar…"
OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO
Sasuke se encontraba en una habitación esperando, según Madara, solo tenia que esperar unas horas hasta que sus nuevos ojos se acostumbraran a la luz, la habitación no era grande, es más simplemente tenia una cama en una esquina y una gran ventana, se froto los ojos fuertemente, de verdad que le picaban un poco.
Se recostó en la cama y se quedo pensativo, recordando varias cosas que le habían pasado años atrás, no lo de su clan, no lo de Itachi, no lo de la aldea de la hoja. No, en ese momento se encontraba recordando a una persona que fue muy importante para él, su mejor amigo-rival-compañero-hermano-amante Uzumaki Naruto.
Sí, ese rubio revoltoso que con sus propias manos había matado años atrás, suspiro, todo debía de ser por el bien de su venganza contra la aldea de la hoja, eso era lo único que le debía importar.
Sin embargo en otro lugar más específicamente cerca del campo de batalla se encontraba Kabuto y su ejercito de zombies —"Deidara y Sasori ustedes entraran primero, empezaremos con explosivos y trampas"— ninguno dijo nada simplemente asintieron, no le quedaba de otra.
Itachi tenia su vista clavada en el rubio, aquel mismo rubio que lo había cuidado y al cual había tomado muchas veces en la oscuridad de la noche. Le dolía, de verdad le dolía verlo siendo utilizado, que lo utilizaran a él era una cosa pero a Deidara era una completamente diferente. Y lo peor de todo era que el otro ni siquiera se había tomado la molestia de voltear a verlo, él sabía que Deidara era muy rencoroso y las cosas que él le hizo no eran fáciles de perdonar.
Los ojos de Itachi se cerraron, en su vida había cometido muchas estupideces pero de ninguna se lamentaba tanto como esa. De repente vio como Deidara y Sasori desaparecían en el cielo en un ave de arcilla.
OoOoOoOoOoOoOoO
Ya habían pasado varias horas desde que el entrenamiento de Naruto había comenzado, pero el rubio no se sentía para nada diferente, había hecho todo lo necesario para poder controlar al Kyuubi pero al final nada, estaba desesperado, no sabia que hacer y el tiempo se le acababa, de repente los ojos azules cambiaron a un color rojo —Mira tú, jinchūriki del Hachibi deja ya estas idioteces, lo único que necesitamos es arreglar el sello.
"Sigues siendo igual de terco que siempre"—se escucho una voz que el bijou reconoció de inmediato —"si no confías plenamente en tu jinchūriki nunca vas a poder controlar ese lado tuyo".
"Calla, miserable Ocho colas, arregla esto pronto o nos dirigiremos al campo de batalla sin importar nada, ya no puedo esperar más tiempo, además no quiero confraternizar más de lo que ya lo hago con este detestable ser humano"—se quejo el kyuubi.
El otro bijuu suspiró aunque los humanos nunca lo supieron o no quisieron saberlo, antes de ser encerrados dentro de jinchūriki ellos Vivian libres por el mundo, y algunos se llevaban bien como familia, incluso podían llegar a enamorarse unos de otros. Lo único que no cuadraba en eso era la molesta actitud del Kyuubi, en algún momento de la historia él había perdido todo el interés en la raza humana e incluso en sus hermanos bijuu eso los había llevado a todos a muchos conflictos, sobre todo al Ichibi y al Kyuubi.
Lo pensó por varios minutos, ¿Qué podía pasar con el joven Uzumaki? Después de todo habían intentado todo y nada había resultado, es como si hubiera algo en su interior que hacia que el poder del Kyuubi solo liberara su parte negativa —"Naruto-kun, ¿Qué tipo de sello tienes?"
"Uno de ocho trigramas"
"¿De verdad? Sorprendente es incluso más fuerte que el que yo tengo"— comento Killer Bee apoderándose momentáneamente de su cuerpo, pero rápidamente fue sustituido por su bijuu:
"Interesante" —lo pensó—"Naruto tienes la llave del sello" —el rubio asintió— "Es tiempo de que te enfrentes al Kyuubi…"
"¿Enfrentarme?" —el rubio no entendía eso, ¿Como que enfrentarse? El Kyuubi no le caía mal.
"Solo has lo que te digo y todo saldrá bien"—escucho la voz del Hachibi, suspiro, no podía creer lo que estaba a punto de hacer, ¿De verdad se enfrentaría al Kyuubi? Y la pregunta más importante ¿Podría ganarle? Sus ojos mostraron determinación. No, no podía darse por vencido luego de llegar tan lejos, dudar no era una opción. Después de todo Uzumaki Naruto nunca retrocedería a su palabra y había prometido que lo lograría y salvaría a todos.
OoOoOoOoOoOoOoOoO
El campo de batalla en ese momento era un completo desastre, miles de Ninja luchando para ganar la batalla, miles de Ninja que no estaban dispuestos a caer ante el enemigo formidable que se les enfrentaba. Algunos ya habían muerto pero eso no era impedimento para que no se encontraran los demás luchando en su máximo potencial.
Uno de los equipos que en ese momento se encontraba más ocupado era el equipo de Shikamaru el cual se enfrentaba al que alguna vez fue su sensei, Azuma era fuerte y sabia todas sus habilidades pero eso no les impedía llevar cierta delantera. La mirada que en ese momento adornaba el rostro de Shikamaru era una que nunca se había visto, para sorpresa de Ino y Chouji el chico ya no suspiraba, ya no se quejaba y aunque sonara muchas más sorprendente hacia rato que no había dicho "Que problemático" frente a la situación.
Otros se encontraban descubriendo cosas de personas del pasado, ese era el caso del joven Kazekage el cual se encontraba con su padre charlando, aunque pareciera sorprendente, el hombre que alguna vez quiso matarlo se encontraba frente a el contándole cuan grande había sido el amor de su madre hacia él.
Algunos ya habían terminado con varios enemigos, tal era el caso del escuadrón de emboscada, Kankuro había derrotado de manera sorprendente a Akasuna No Sasori y también se había encargado de Deidara el cual se encontraba encerrado en una de sus marionetas. Sai se encontraba derramando lagrimas, algo que el nunca pensó que volvería a ver, mirando fijamente el lugar donde había desaparecido su hermano.
Del otro bando había dos cuerpos que se movían lentamente hacia el campo de batalla, eran dos de los Ninja más poderosos de Akatsuki. Nagato e Itachi, el primero se encontraba recargado del segundo ya que no tenia la suficiente fuerza como para caminar solo. Ambos charlaban sobre diferentes cosas, sorprendentemente ellos tenían una idea muy parecida respecto a la paz.
Todo iba considerablemente bien en el campo de batalla, cuando la noche llego, los de la alianza shinobi habían perdido a casi la mitad de sus soldados, pero no todo era tan mal como se oía pues el enemigo también había perdido a la mitad de sus tropas. Parecía una batalla interminable, la luna iluminaba el cielo en ese momento, y habían tenido una pausa no acordada en las batallas.
Neji se encontraba muy herido, pero sabía que ni por esa pausa debía de dar señal para que los emboscasen, no importaba que, incluso si se estaba desangrando nunca dejaría su puesto de trabajo. Kiba sin embargo se encontraba intentado convencer al Hyuuga de que se encontraba muy mal y que debía de ir a donde los médicos para que lo revisaran, pero el terco Hyuuga no quería siquiera pensar en dejar el campo de batalla. Pero si Neji se encontraba en el campo de batalla entones, ¿Por qué había otro Neji dirigiéndose al campamento?
OoOoOoOoOoOoOoO
Bien, debía de admitirlo, nunca creyó que iba a ser fácil, pero ya eso era demasiado, sus brazos sangraban, se encontraba cansado y estaba seguro de que eso no era nada físico, después de todo se encontraba dentro de su mente luchando con un zorro de nueve colas gigante.
Los ojos del zorro eran muy diferentes, en ves de su color rojo y forma afilada habitual se encontraban negros y un punto blanco era lo que parecía ser la pupila, y miraba a Naruto de forma amenazante.
Naruto decidió hablar un poco, el silencio, el cual había comenzado desde que había entrado ahí lo tenia completamente malhumorado —"Kyuubi, ¿Se que debes estar molesto? Ser encerrado ha de ser muy triste, pero debes intentar ser más positivo… solo quiero ser tú amigo".
¿Amigo? Amigo, Amigo esa palabra zumbo en la mente del demonio una y otra vez taladrando su interior de forma dolorosa, el Kyuubi muy en el fondo no era un ser malvado, solo que las constantes luchas, maltratos y trato por parte de las personas, lo habían hecho ser así. Porque no importara quien fuera, todos lo trataban como si fuera un simple ser vacío, un objeto para tener más poder y que no necesitaba nada más, un ser no pensante.
Miro al mocoso que se suponía era su jinchūriki, hacia años (justo cuando nacieron las gemelas) que ambos habían hecho una tregua, el zorro solo quería estar cerca de ellas, no sabia porque pero sentía que esas niñas eran diferentes a las demás personas. Sabia que había algo que lo unía de una forma más profunda a Naruto que a cualquier otro jinchūriki que había tenido, sabia desde hacia años que ese mocoso era diferente.
Sintió una fuerte oleada de chacra, rápidamente sus ojos cambiaron, el conocía ese chacra era SU chacra pero, ¿Quién más a parte de él y el mocoso podían tener ese tipo de chacra? Miro a Uzumaki Naruto de manera retadora, pero él no se inmuto simplemente le dirigió una mirada de completa decisión al parecer llevaría eso hasta el final.
Naruto se encontraba con sus ojos azules puestos en el zorro, se encontraba cansado sí, pero no se daría por vencido, eso nunca. De repente sintió un punzante dolor en el estomago, se dejo caer de rodillas en el suelo mientras escupía un poco de sangre, ¿Qué estaba pasando? Miro al Kyuubi y se sorprendió al ver que este se encontraba diferente, una fija capa de una extraña energía de color negro lo rodeaba, Naruto escucho la voz del Pulpo de ocho colas en su mente.
"¡Eso es! Eso es lo que impide que el chacra circule normalmente"— el rubio miro al zorro, mientras llevaba una mano a su estomago, dolía, de verdad que dolía mucho, bajo su vista hacia su estomago y se sorprendió al ver que el sello se estaba deshaciendo, la tinta del sello bajo por su cuerpo y este (el sello) desapareció. Se sorprendió, eso había sido lo mismo que cuando lucho con Pain, aunque algo le decía que su padre no vendría a ayudarlo esta vez.
"Naruto, debes intentar crear un nuevo sello con tu chacra, recuerda lo que hablamos"— escucho nuevamente la voz del Hachibi, Naruto intento levantarse. Pero era difícil, sintió como las fuerzas lo abandonaban, y sus parpados se cerraban. ¿Ese si iba a ser su final? ¿Así terminaría Uzumaki Naruto?
Abrió los ojos de golpe, encontrándose con un lugar completamente en blanco, ¿Dónde estaba? Se levanto la chamarra y se dio cuenta que el sello en su estomago ya no estaba, solo quedaba una pequeña mancha negra. Escucho una voz, miro delante de él y se encontró con un pequeño zorro —"¿Kyuubi?"— lo reconoció al instante—"¿Qué fue lo que paso?"
"No tengo idea"— al parecer el bijuu sabia menos que él, ambos se miraban desconfiadamente, pero al darse cuanta que no podían sentir sus chacras decidieron que no podían luchar —"eres un inútil" — fue lo único que escucho salir de la boca de su compañero.
"¡¿Qué? ¿Y ahora que te pasa zorro estúpido?" —Hablo indignado el rubio —"si que eres difícil de tratar"— suspiro —"Primero me prohíbes abortar, después me ayudas, te adueñas de mis hijas, me dices cosas molestas y luego me atacas… Podrías decidirte de una vez por todas"—la voz del rubio retumbo en el lugar, Kyuubi lo miro molesto, Naruto siempre lo sacaba de sus casillas con sus cosas estúpidas pero esta vez esas cosas estúpidas eran ciertas, ¿Qué porque hacia todo eso? Ni el mismo lo sabia, pues a pesar de confiar plenamente en las habilidades del chico, no podía confiar de la misma forma en si mismo.
El zorro sabia que el problema era él no su jinchūriki, ¿Qué lo había llevado ha ser de ese modo? Desconfiado, malhumorado y pedante—"Naruto, ¿Te acuerdas que una vez comente que en cierta forma comprendía al Uchiha?"— el Uzumaki lo miro sin entender, ¿A que venia eso ahora?
"Si" —susurro intentando no recordar al azabache, pues ya mucho daño le había hecho. El biju se recostó y le pidió que lo hiciera, una charlo no mataría a nadie.
"Sabes mocoso "—lo miro de una forma que el rubio no pudo entender — "puede que crea más en ti de lo que piensas…"
OoOoOoOoOoOoOoOoO
Sakura se encontraba sentada en una de las camillas del centro medico que se encontraba en el campamento, su vista se encontraba perdida en algún punto. En ese momento intentaba calmar sus emociones, hacia horas que la guerra había empezado, al inicio había sido puesta en el escuadrón de combate de corto alcance, pero rápidamente había sido trasladada al escuadrón medico por (Según Tsunade) su gran habilidad.
Mientras más iba pasando el tiempo se daba cuenta que ese puesto era mucho más difícil de sobrellevar, la mayoría de Ninja heridos eran llevados allí y muchos habían muerto en las manos de los médicos, algunos gritando y agonizando del dolor.
Miro la flor que sus dedos sostenían con fuerza, recordando que un Ninja se la había dado luego de habérsele declarado, claramente tuvo que darle un rechazo a sus sentimientos, pues ella era una mujer casada.
Entonces, fue cuando se pregunto si de verdad podría seguir con eso, si de verdad podría llegar al final de esa horrible guerra y volver con su familia. Si, igual que como Shikamaru quería darles un mejor futuro a todos los niños de todas las aldeas, no solo a los de la hoja, lejos de todas las disputas, guerras y batallas, ella también aspiraba a un mundo lleno de paz para todos, no solo para su aldea.
Sus sentidos se agudizaron de un momento a otro previniéndola del peligro al sentir una presencia detrás de ella, pero al darse la vuelta solo se encontró con el serio e inexpresivo rostro de Hyuuga Neji, suspiró últimamente estaba más tensa de lo normal.
"¿Te encuentras bien?"
"Si, ¿Qué sucede?"
"Nada, solo estaba preocupado, al parecer hay un Ninja infiltrado y ya ha matado a varios Ninja médicos, ¿Dónde se encuentra la señorita Shizune?"— pregunto al ver que la rosada se encontraba sola.
"Esta atendiendo a tonton, se ha fracturado una mano"
"Bien, debemos preocuparnos por todos pues a la hora de la ayuda una mano no nos vendrá mal"— Dijo con la mirada fija en la kunoichi. De repente y sin ninguna señal el Hyuuga se lanzo a atacarla, Sakura lo golpeo sorpresivamente lanzándolo fuera de la tienda, al parecer ella no había bajado sus defensas como el de ojos blancos creía —"Así que no bajaste tus defensas".
"No soy tonta, puede que te parezcas a Neji, que tu chacra sea idéntico al suyo, pero eres un pésimo mentiroso"— Se acerco y lo pateo fuertemente, Neji dejo de serlo y se trasformo en una cosa blanca —"Además tonton es un cerdo, no tiene manos".
OoOoOoOoOoOoOoOoOoOoO
La mirada de Naruto se encontraba sobre el zorro, su mente intentaba procesar toda la información que le había dado el bijuu. Este había significado un nuevo paso en su relación y una muy grande cabe decir —"Tu-tu…Kura…Digo Kyuubi…"
"Maldito mocoso, me abro a ti y lo único que puedes decir es eso"— escucho la voz claramente molesta —"el hecho de que estés aquí en este lugar, quiere decir que hemos alcanzado un nuevo nivel, podrías al menos comportarte de una forma menos estúpida".
"Pero es que-… ¡Entiéndeme un poco zorro estúpido! ¡Lo que me acabas de contar es algo muy chocante y me tomara tiempo asimilarlo!"— le grito saliendo del shock inicial.
"Yo, a diferencia de ti si acepte inmediatamente el hecho de que fornicabas con el Uchiha y además que quedaste embarazado por culpa de tus hormonas y estupidez. Lo cual no es para nada normal he de decir".
"¿Cómo que no es normal? Tú dijiste que era hermafrodita, y que lo que había pasado era perfectamente normal en personas como yo.
"Quizás mentí puede que si seas hermafrodita pero todos los hermafroditas son infértiles"—El zorro suspiro era hora de decirle la verdad a su contenedor, vamos que el rubio ya no era un crío y debía de saber que ciertas cosas que pasaban no tenían explicación —"bien lo admito, no tengo ni la menor idea de porque te puedes embarazar, tampoco se porque mierda llevas un útero dentro que se conecta con el culo… debo admitir que es una situación muy extraña y no quería tener que pensar mucho en ello".
La cara del Uzumaki era un poema, no solo porque ese maldito zorro le había mentido si no por lo extraño que volvía a ser su situación. Naruto miro fijamente al zorro y antes de que pudiera reclamar algo más un poderoso chacra lo golpeo, levanto la vista, tenia que salir de ahí y buscar de donde provenían esas fuertes sensaciones.
Los ojos de Naruto se abrieron de golpe y se encontró con la mirada preocupada de Yamato y con el rostro sonriente de Killer Bee que lo miraba sabiendo que había logrado superar el reto, él le sonrío a ambos, haciendo que el Ninja de elemente madera suspirara aliviado y que Killer Bee chocara sus puños.
Pero Naruto miro de manera un poco sospechosa a Yamato, estaba seguro de que preguntarle sobre el chacra que había sentido seria algo completamente inútil, el hombre no daría su brazo a torcer.
Miro hacia la salida de aquel lugar, una extraña energía entraba por ella tensando sus sentidos, al parecer ahora mas desarrollados. Necesitaba una forma de salir de ahí, necesitaba pensar un plan aunque él no fuese bueno en ese tipo de cosas, necesitaba salir de ahí y saber que pasaba.
OoOoOoOoOoOoOOoOoOoO
El lugar se encontraba completamente oscuro, al parecer era una antigua cueva subterránea, lo único que la iluminaba eran un grupo de antorchas las cuales al parecer formaban un camino. Por los largos y confusos pasillo se podían ver a dos hombres los cuales caminaban lentamente hacia un lugar en específico dentro de ese laberinto.
Pronto llegaron al final del pasillo, ahí había una gran habitación con cuatro camas de piedra y en ellas había varios cuerpos cubiertos solo por unas finas sabanas blancas. .
Los dos sujetos eran nada más y nada menos que Yakushi Kabuto y Uhiha Madara. En ese momento entraron al lugar —"¿Y bien, para que me has traído ha este lugar tan acogedor?"
Sin decir nada el sujeto de la mascara se acerco a una de las camas y quito una de las sabanas dejándola caer en el suelo, mostrando la pequeña y dormida figura de una niña de no más de tres años, piel pálida y largos cabello azabaches —"¿Quiero que la analices?"
El hombre-serpiente se acero y paso una de sus manos por la cara de la niña —"Me acuerdo de ella, ¿De donde la sacaste? ¿Imagino que su encantadora madre te debió de dar una buena pelea?"
"¿Madre? ¿Así que de verdad Deidara es la madre de esta encantadora Uchiha?"—Pregunto, si bien en un principio había pensando que la pequeña mocosa era hija de Itachi y Deidara, no podo sacarle información ni a Konan ni a Deidara, claro antes de que ambos murieran, así que se había quedado con la duda.
"Sí, ese chico tenia una habilidad sorprendente y nunca antes vista, además de que su cuerpo era una completa maravilla"—hablaba mientra examinaba el cuerpo.
Los ojos del hombre se abrieron asombrados —"Así que tú y Deidara…"
"No es nada de lo que piensas, simplemente digo que su cuerpo era una maravilla por la extraña forma en que estaba compuesto y por la forma en que estaban acomodados sus órganos"— Kabuto miro al hombre de la mascara —"¿Qué vas ha hacer con las pequeñas Uchiha? ¿Se lo piensas contar a Sasuke?"
"¿Las? ¿Hay más de una?"— miro interesado al hombre.
"Así que aún no te has dado cuenta"— se acerco a las otras camas de piedra y quito dos de las sabanas mostrando los cuerpos de las hijas de Naruto —"Hablo de las hijas de Naruto y Sasuke-kun"
"¿Sasuke?"
"Ciertamente no te diste cuenta ya que el chacra de ese bijuu esconde el de los padres, pero si, son Uchiha"—Madara las miro maravillado, quien lo diría, ahora tenia tres sharingas a la mano y al parecer tres muy poderosos.
OoOoOoOoOoOoOoOoOoO
Corría, corría rápidamente entre los frondosos árboles del bosque de aquella extraña isla, Naruto necesitaba salir de ahí, ya había cumplido lo que había ido a hacer, ahora lo que más necesitaba era ir a buscar a sus hijas. Podía sentirlas, podía sentir sus chacras fuertemente, demasiado fuerte para ser exactos y eso tenia al zorro un poco intranquilo y ansioso.
Se detuvo de repente, había chocado con lo que parecía ser´, ¿Una barrera? ¡Maldición! Lo habían encerrado, malditos Kages, había confiado en ellos (Sobre todo en Tsunade) y lo habían encerrado como si fuera un criminal. Primero intento con una cola, luego con dos, golpeaba una y otra vez la barrera, ¡Maldición! Era una barrera muy fuerte y se regeneraba rápido. Intento con un Rasengan, se hizo un agujero en la barrera pero este rápidamente se cerró.
—"No te preocupes"—-escucho la voz del ocho colas, sonrío, al parecer bee y su bijuu lo ayudarían. Ambos se miraron y asintieron para luego lanzarse al ataque al mismo tiempo, la barrera podía ser fuerte y se podía regenerar rápido pero al parecer el poder de dos jinchūriki era más que suficiente para deshacerse de ella.
Yamanaka Inoichi arrugo el entrecejo, todos se encontraban callados, esperando que el hombre dijera algo —"Uzumaki Naruto acaba de romper la barrera y se dirige al campo de batalla".
"¿Qué paso con Bee? Se supone que él se encargaría de mantener a Uzumaki en la isla".
—"El ocho colas ayudo al nueve colar a escapar"—dijo uno de los hombres que hay se encontraban.
"¿Qué vamos a hacer ahora?"—pregunto Tsunade preocupada.
"Detenerlos claramente"—El Raikage y la Hokage se levantaron de sus asientos, aunque la Hokage no se veía del todo convencida en ir a detener a los jinchūriki, ella sabía que ellos eran fuertes y que los necesitaban para ganar esa batalla.
"¡Esperen! ¡Tsunade-sama, Raikage-sama!"—Hablo Shikako luego de analizar la situación —"Creo que deberíamos dejar que Naruto y Bee se unan a la batalla, hemos tenido muchos bajos últimamente… y por lo que sabemos Naruto es capaz de reconocer a un enemigo con tan solo sentir su aura maligna, además con su Kage Bushin el puede encargarse de más áreas que cualquier otro en el campo de batalla".
"¡Claro que no!"— El hombre musculoso golpeo la mesa —"¡No pondremos en peligro a los junchurikis!"
"Dejémoslos combatir"— Esta vez era Tsunade la que hablaba y la que al parecer no recibiera quejas, ni negativas de ninguna clase.
El Raikage la miro —"Claro que no" — pero no hubo ninguna replica ni muestra de que la fuera ha haber de parte de Tsunade, la asistente del hombre miraba esto en cierto modo admirada, eran muy pocos los que se atrevían a plantarle cara al Raikage. El Nara sin embargo tenía una sonrisa en el rostro, él sabía que en muchos aspectos su Hokage podía llegar a dar más miedo que el Raikage, solo había que verla cuando estaba borracha.
OoOoOoOoOoOoOoOoOoO
Kabuto y Madara se encontraban delante de las cuatro infantes inconscientes, luego de analizarlas y de darse cuenta del extraordinario chacra que poseían el hombre serpiente tenia una extraña sonrisa en el rostro —"¿Qué piensas hacer con ellas?"– el Uchiha sonrió ante la pregunta.
"Atraer al kyuubi".
El de cabellos plateados no entendió muy bien —"¿Quizás hayas querido decir atraer a Uzumaki Naruto?"
El hombre de la mascara sonrió —"No"— al escuchar su respuesta, el ex –mano derecha de Orachimaru alzo una ceja aun sin entender, Porque, ¿Por qué el zorro de nueve colas se preocuparía por un par de mocosas humanas?
Sin embargo al ver el rostro de duda del otro el akatsuki simplemente sonrió, el sabia a que se estaba refiriendo, el otro ya lo vería cuando llegara el momento, porque a diferencia de Kabuto él si había visto la forma en la que se había comportado el bijuu cuando se había llevado a las pequeñas, y sabia que Uzumaki Naruto iría por ellas, después de todo eran sus hijas.
Lo que ahora más le llamaba la atención era, ¿Cómo tomaría Sasuke el saber que no solo era padre, si no que era padre de las hijas de Naruto? Aunque aún le perturbaba el hecho de que el menor de los Uchiha fuera gay y no solo eso sino también que había tenido sexo con quien se suponía no solo era su ex -mejor amigo si no que su rival.
Aunque si se paraba a pensarlo bien, la situación no era tan extraña del todo, simplemente había que ver la forma en que se comportaban esos dos cuando se encontraban.
OoOoOoOOoOoOoOoOO
Naruto corría rápidamente hacia el lugar de donde venia el poderoso chacra, ya nada le importaba, ni sus amigos, ni la guerra, ni el zorro, ni Sasuke. Solo su hijas y llegar donde ellas. No es que se haya vuelto una persona cruel simplemente estaba seguro de que sus amigos se harían cargo de la guerra mientras el rescataba a sus pequeños retoños, después de todo ellos eran muy poderosos.
Pero se detuvo y miro a las dos personas que tenia delante de él, de verdad que nunca se espero eso, nunca espero que ellos también fuesen esclavos de eso hombre —"Nagato e Itachi"—los otros dos lo miraron.
—"¿Cuánto tiempo, Naruto?"— Lo saludo Nagato con una sonrisa —"Tu expresión luce diferente"—comento haciendo que una sonrisa se formara en el rostro del chico —"¿Has dominado tu odio, Naruto?
"Sí, tu fuiste mi sempai y me enseñaste que es el dolor y Bee me entreno en la cascada de la verdad y conocí a mis padres, ¡pude llegar tan lejos gracias a todos ustedes!"
"Naruto, quiero preguntarte algo"— esta vez era Itachi.
"Si, yo también quiero hablar sobre eso… "—pero de repente un ataque lanzado por Itachi detuvo todo lo que tenia que decir —"Pensé que solo hablaríamos".
"Es culpa de los que los controlan. No podemos bajar la guardia"— informo Killer bee, esquivando los ataques de ambos hombres.
"¿Qué paso con Sasuke?"
Naruto frunció el seño mientras intentaba esquivar los potentes ataques del azabache —"Se unió a Akatsuki y planea vengarse de Konoha…"
Al escuchar esas palabras el rostro del hermano de Sasuke se desencajo, ¿En que estaba pensando su hermano? ¿Por qué no había vuelto a la aldea luego de su muerte? Bueno eso era algo que tenia que preguntarle a Naruto pero algo le decía que la respuesta no seria del todo de su agrado.
OoOoOoOoOoOoOoOoO
Madara miro como Kabuto terminaba de analizar a las mocosas —"Interesante, por sus cuerpos corre un chacra muy interesante, no seria extraño si alguna heredara el mokuton de Hashirama"— Al azabache le brillaron los ojos. Sabia a que se estaba refiriendo el otro, nunca había pasado algo como eso, un Uchiha y un Uzumaki, un descendiente directo de Madara y otro de Hashirama.
—"Lo mejor será salir de este lugar"—comento saliendo de sus pensamientos, para luego desaparecer llevándose tanto a las niñas como al Yakushi. Podía sentir el chacra de Naruto, Itachi, Nagato y Sasuke muy cerca de ese lugar. Al parecer el azabache menor no había acatado las órdenes de quedarse en el refugio.
OoOoOoOoOoOoOoOoOo
Sasuke corría lo más rápido que podía, había sentido un chacra muy fuerte y se le hacia familiar, aunque a la vez completamente desconocido —"Naruto"— era lo único que en esos momentos podía salir de sus labios, por que definitivamente era un chacra muy parecido al de su rubio ex –compañero de equipo.
Al darse cuenta de eso muchas dudas lo embargaron. Al parecer después de todo el rubio seguía con vida, ¿O quizás era un plan de Konoha para llevarlo a una trampa? Algo le decía que no, que ese definitivamente era Naruto, aunque eso más que molestarlo lo hacia sentir de cierta forma mejor. Como si toda la oscuridad que en ese momento llenaba su corazón se disipara por unos cortos instantes, una pequeña e imperceptible sonrisa surco sus labios. Aunque un solo pensamiento fue el causante de que esa sonrisa se desvaneciera y una mueca de enojo la sustituyera. No, no podía arrepentirse ahora de lo que había hecho años atrás, el rubio ese merecía la muerte al igual que todos los demás miembros de Konoha. Después de todo él no sabía que era perder a todo su familia y perseguir a una persona por venganza para luego enterarse que esa persona era inocente.
El iría y destruiría la aldea de la hoja y a Naruto todas las veces que fuera necesario. Por su venganza, por el orgullo del clan Uchiha y por su hermano.
Naruto había reanudado su carrera, luego de arreglar las cosas con Itachi y que este venciera a Nagato había decidido continuar con su camino, al parecer el chacra de sus retoños se encontraba cerca. Pero cuando llego al lugar el chacra desapareció de manera espontánea y misteriosa. Sin embargo se topo con el rostro de otra persona, una a la cual aún no quería ver.
—"Cuanto tiempo, ¿No? Naruto"—El rubio lo miro, ese rostro perfilado, esos profundos ojos, esa piel tan pálida, ese cabello tan singular, esa sonrisa prepotente. Delante de él se encontraba Sasuke, una vez más su destino le jugaba una mala pasada.
Sasuke miro al rubio, definitivamente tres años de no verse eran mucho y los cambios que había sufrido el cuerpo de Naruto eran visibles. Se veía más maduro, más deseable, más hombre a su vista. Tuvo que contenerse y sonrió como siempre lo hacia cuando estaba delante del otro.
Naruto nunca se espero ese encuentro, era verdad que le había prometido a Itachi que salvaría a Sasuke porque aún lo consideraba su hermano. Pero aún no estaba del todo preparado para eso, miro a Sasuke, al parecer había llegado la hora de aclarar sus ideas y de contarle todo lo que había pasado.
OoOoOoOoOoOoOoOoOoO