Emmmm....bueno les agradesco por sus comentarios n....n la verdad es que soy nuevita en este foro y este es mi primer fic....bueno ya les dejo de hablar y aquí les dejo es siguiente capi xDD....
Llegando ya al departamento, se detuvo frete a la puerta. Tomó aire y, abriéndola con el corazón a mil, dijo el usual “Nowaki, ya llegué”, intentando sonar indiferente. Nowaki, al notar la llegada del castaño, le respondió que se encontraba preparando la cena en la cocina. Cabizbajo, Hiroki se dirigió allí y, al ver a su amante de espaldas en la cocina, vaciló unos momentos, tomó aire y al final dijo: -Nowaki yo…- pero no pudo terminar lo que iba a decir ya que notó una segunda presencia en la sala.
Al voltearse. Allí, sentado en el sillón, se encontraba Riku observando cocinar a Nowaki.
Ante tal encuentro, Hiroki hizo una mirada de asombro que no fue pasada por alto por el peli-azul quién, dejando lo que estaba haciendo y dirigiéndole una sonrisa al castaño le dijo: -Oh! Hiro-san se me olvidaba…hoy Riku se quedará a cenar. No te molesta ¿Verdad?- Hiroki, aguantando la ira contenía y las simples ganas de matar a Nowaki respondió un calmado pero forzado “No”, al tiempo que se volteaba a ver a un sonriente Riku.
-Buenas noches, Kamijou-san-, dijo Riku sin dejar de sonreírle.
Hiroki se limitó a asentir y desviando la mirada se dirigió hacia el estudio al tiempo en el que le avisaba a Nowaki que estaría allí terminando su trabajo que había quedado pendiente.
No habían pasado más de 30 minutos cuando a Hiroki comenzaban a cerrárseles los ojos y, luego de un día largo y arduo, los cerró por completo dejándose vencer por el sueño que poco a poco lo invadía.
Quedándose así, dormido sobre el escritorio poblado de exámenes aún sin corregir.
MEINTRAS TANTO CON NOWAKI:
No faltaba mucho para que la cena esté lista, por lo que Nowaki se iba a disponer a poner la mesa para tres cuando sintió unos brazos que lo envolvían por detrás. –Nowaki…-, le susurró Riku en el oído, al tiempo que apoyaba su cabeza sobre su hombro: -… ¿Necesitas ayuda para poner la mesa?-. Nowaki, inconsciente de las intenciones de su compañero de trabajo, le respondió apartándolo con calma de él y sonriéndole: -No gracias. Emmm…pero si puedes ir a avisarle a Kamijou-san que la cena estará lista dentro de poco…, te lo agradecería-.
Riku se limitó a sonreír y asentirle.
Mientras Nowaki ponía la mesa, Riku se dirigió hacia el estudio donde, al llegar y abrir la puerta, se encontró a un Hiroki durmiendo tranquilamente, con un lápiz aún en su mano derecha.
La ternura de aquella escena, provocó que Riku esbozara una sonrisa.
Tras él cerró la puerta y, al llegar al lado de Hiroki, se quedó viéndolo unos momentos. Luego, se acerco a él lentamente, retiró algunos mechones que cubrían su oído y, acercando sus labios a éste, comenzó a susurrarle para que despertara: “Kamijouuu…Kamijou-sann. Vamos es hora de despertar-. Lentamente el castaño comenzó a abrir sus ojos, esperando encontrarse con Nowaki pero, aún estando un poco dormido, no pudo evitar comenzar a llamarle: -Mmm… ¿N-nowaki?-, y una vez que abrió los ojos completamente y al encontrarse con los de Riku observándole demasiado cerca, se llevó un sobresalto que lo hizo caer de la silla: -¿Q-q-qu-que… ¡que pasó!?-, preguntó sin entender lo que sucedía. Riku, al ver el estado de confusión de Hiroki, sonrió, se arrimó hacia él y, acariciándole suavemente la cabeza, le dijo en un tono calmado: -Tranquilo Kamijou-san, al parecer se quedó dormido. Solo he venido a avisarle que la cena ya está lista-, y diciendo esto Riku se incorporó sin dejar de sonreírle.
Hiroki, una vez asimilando lo que sucedía y lo que le estaban diciendo, se limitó a decir: -E-está bien…gracias-, pero está vez, no se molestó en ocultar su rostro de fastidio. Riku sólo asintió y se fue de allí, sin quitar esa sonrisa de idiota de su rostro.
Hiroki, aún en el suelo, comenzó a sentir una angustia en su pecho y un millón de dudas en su cabeza: “¿Por qué Nowaki?...Tú debiste ser quién me despertara, quién debía encontrarme cuando despertara, tú debiste ser quién…quién…-, se interrumpió y bajó su mirada clavándola en el suelo, hacia la nada: “…tu debiste ser quién me calmara acariciándome la cabeza”, y unas débiles lagrimas comenzaron a surgir de sus ojos y a deslizarse por sus mejillas.
“Sólo he venido a avisarle que la cena ya está lista”, recordó el comentario de Riku en su cabeza. En ese momento se incorporó. Con su manga, limpió rápidamente las lágrimas que recorrían por su rostro y, tomando aire, abrió la puerta del estudio y se dirigió hacia la cocina donde se encontró a un Nowaki y un Riku, muy felices sentados en la mesa.
-¡Oh! Hiro-san, despertaste. Riku me dijo que te habías quedado dormido-, le dijo Nowaki al tiempo en que le dedicaba una amplia sonrisa. Hiroki se limitó a asentir, algo sonrojado, y se sentó al lado de Nowaki y en frente de Riku.
La cena pasó tranquila, pero con un constante silencio incómodo que sólo era interrumpido por los comentarios de Nowaki.
Una vez terminada esta, Riku se despidió de Hiroki con una radiante sonrisa y luego de Nowaki, quién lo había acompañado hasta la puerta.
Una vez que Riku se fue, Nowaki volteó a ver a su pareja, la cuál se había quedado viendo en medio de la sala cómo ambos doctores se despedían.
“Tú debiste ser quién me encontrara cuando despertara”, aquella idea seguía deambulando por la mente del profesor desde el comienzo de la cena, sin dejarlo tranquilo.
Nowaki, al cerrar la puerta y voltearse, encontrándose con su amante, se dirigió hacia él, caminando lentamente y sonriéndole. Pero al tomarlo de la cintura, el profesor reaccionó empujándolo hacia atrás, haciendo que Nowaki retroceda.
-¿Hiro-san…?-, preguntó el peli-azul con rostro triste y preocupado. Hiroki, que ya tenía varias lágrimas contenidas desde la cena, dejó que salieran y, apretado los puños y tragándose su orgullo, dijo: -¿A QUE JUEGAS? ¡HACE DOS SEMANAS QUE CASI NI ME HABLAS!, ÚLTIMAMENTE ESTÁS RARO Y, AHORA QUE ÉL SE VA ¿TE DAS CUENTA QUE ESTOY AQUÍ?-, el castaño, ya no pudiendo reprimir su llanto, comenzó a llorar a un más fuerte. Ante esto, Nowaki intentó abrazarlo para consolarlo pero, al notar sus intenciones, Hiroki se apartó rápidamente de él retrocediendo.
-Hiro-san-, susurraba un preocupado y a la vez sorprendido Nowaki. Hiroki ya no lo soportó más. Tomando aire pero sin pensar en lo que hacía, le dijo con todas sus fuerzas: -¡YA BASTA! ¡¿POR QUÉ NO MEJOR TE VUELVES A ESTADOS UNIDOS CON RIKU?!-, hubo un silencio. Hiroki sin poder creer en lo que había dicho, se dirigió corriendo hacia la puerta y se fue desapareciendo tras ella.
No sabía a donde iba ni que hacer, lo único que quería era alejarse. Sólo siguió corriendo, internándose así, en la oscuridad de la calle.
Mientras tanto, a unas cuadras en su departamento se hallaba un peli-azul sentado en el suelo e intentando asimilar lo que su pareja le había dicho. Sentía el corazón pesado y frío, como si fuera a explotar. Incapaz de moverse y menos de ir a buscar a su pareja que se encontraba a horas no muy seguras, corriendo sin dirección fija por las frías calles.
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Espero sus comentarios!! n....n