Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Atrapados por Mariohn

[Reviews - 12]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Este Oneshot fue echo para un concurso de NarutoC*uples (SN FC), que con una suerte increíble (el otro fanfic que peleaba con el mío era genial) gané... dedicado a esta comunidad  y en especial al fc :B

Notas del capitulo:

 

Palabras: 4.160

Nombre: Atrapados

Pareja: Sasuke x Naruto.

Advertencia: Shounen ai

Declaimer: Naruto pertenese a Kishimoto. 

 

 

A pesar de lo mucho que me gustaba la oscuridad, me senté en el lugar con más luz que había en la habitación.

 

Suspiré al ver que gritabas como si la vida se te fuera en ello. Me levanté y toqué tu hombro.

 

-Para de gritar, si nadie te va a escuchar- ante tu preocupada cara no pude evitar sonreír. Olvidando por un momento mi propia ira y concentrándome en tu inocente expresión.

 

Podías ser endemoniadamente inocente a veces.

 

Llamémoslo, el mejor de tus puntos.

 

 

Atrapados

 

 

Estoy en un lio.

a) por el idiota de Naruto.

b) por el imbécil de Naruto.

c) por las tonterías de Naruto.

Respuesta: todas las anteriores.

 

-Sasuke-kuuuuuuuuuun!!! -escuchamos al otro lado

 

-Sakura-chaaaaaaaaaaaaan!!-gritaste como si la vida se te fuese en ello.

 

-¿de nuevo? ¿qué parte de "No nos va a escuchar" no entendiste? estás gastando energía en algo inútil-le dije poniendo mala cara. Me miraste con profunda rabia.

 

-por lo menos estoy haciendo algo-dijiste enojado. Sonreí de lado.

 

-seh, gritar como mono, eso estás haciendo-

 

-temeeeee!!!-gritaste enfurecido.

 

-uff, a lo mejor se fue...-escuchamos pasos alejarse. Te pusiste como un loco golpeando la pared y gritando.

 

-sakura-chaaaaaaan!!! -gritaste como endemoniado. Me tapé los oídos molesto.

 

-Que te calles usuratonkachi!!!-grité en respuesta. Nos fulminamos con la mirada un momento.

 

-fantástico, ahora pasaré mi San Valentín con un teme como tu -dijiste profundamente decepcionado sentándote en el piso.

 

Te miré con un desprecio que hacía años no te observaba. No eras el único decepcionado pero aquí estábamos. Bien encerrados y enfurecidos.

 

-No es mi culpa -te recordé. La culpa brilló por tu cara.

 

A pesar que tú nos encerraste aquí y que dios sabe cuando podríamos salir omití algún comentario, para variar;  y me limité a pensar en un plan para sacarnos de aquí. Olvidando por un momento con quien me encontraba encerrado, y mis emociones que a decir verdad se encontraban en un estado bastante lamentable...

 

 

-flash back-

 

-Bien, aquí está-dijo Tsunade abriendo la puerta.

Entramos los 3. No dejaste de saltar como idiota por todo el lugar maravillado.

 

-¡qué cantidad de armas oba-san!-

Suspiré sólo con observarte. Sakura se volteó a ver mi expresión y sonrió algo conciliadora.

 

-es bueno ser niño de vez en cuando sasuke-kun -sonrió.

Olvidaba que ahora la chica de mimada, era mediadora de ambos.

 

-pero no a los 19 años-fruncí el seño mirando la expresión de la ninja. Puedes decir lo que quieras, pero aún es molesta en cierta forma para mí.

 

-Es que tu eres un amargado dattebayo!-gritoneo desde el otro lado de la habitación.

Tsunade carraspeó haciéndonos reaccionar a todos.

 

-Bien, tendrán que cuidar este almacén de armas -dijo- Recibimos un mensaje anónimo que algunos ninjas querían robar este almacén.-

 

-Pero se ve bastante seguro Tsunade -dije analizando el lugar- yo creo que ni siquiera un jutsu de tierra podría invadir esto... partiendo porque estamos en medio de la nada y es difícil de encontrar-

 

Miré por la pequeña ventana. A más de 50 kilómetros de konoha, en un lugar abandonado por la mano de dios... reitero, en un lugar abandonado por cualquier animal con dos dedos de frente -o con buen instinto- se encontraba el mayor depósito de armas de la aldea. Según Tsunade hacia muchos años que tenían este depósito pero nunca lo habían usado.

 

-Bien observado -concedió- sin embargo cuando este lugar se encuentra abierto es vulnerable, y es necesario tener una guardia de ninjas aquí -

 

Asentimos al mismo tiempo.

 

-y nosotros seremos los guardias? -dijo Sakura algo preocupada... no pude identificarlo bien. A decir verdad, pocas veces me he preocupado en analizar su expresión.

 

-Lamentablemente sí. A decir verdad ustedes dos -señaló al rubio y a mí. Naruto puso mala cara.

 

-¿yo? es que mañana...-

 

-lo siento Naruto, pero somos ninjas, y a veces tenemos que hacer misiones que no nos gustan -dijo la gondaime mirándome -y Sai está en el hospital aún-

Puse mala cara. No sé cuantos años más esa pequeña idea rondará por mi cabeza.

¿Por qué me trajiste, si me odias Naruto?

¿Por ella?

 

Miré a Sakura, quien me sonrió. La ignoré completamente mirando a Tsunade.

Por el rabillo del ojo miré a Naruto quien me miraba con reprobación. Me importó un pepino.

 

-mañana, un escuadrón de ANBU vendrán a buscar la carga de ahí -señaló a una caja- en cuanto la tomen su deber es cerrar. Lo único que tienen que hacer es cerrar la puerta y tocar el pergamino de la entrada-señaló a la puerta- No cierren la puerta. Este cuarto se abre por fuera, y no les dejaré la llave -asentimos. Tsunade miró a Sakura -como tienes trabajo en konoha tu deber es escoltar a la tropa de ANBU -Sakura asintió -estarán en la entrada como a las 10 am- dio media vuelta, los ninjas salieron del cuarto.- Shizune vendrá a las 8am a abrir la puerta. Tienen que estar ahí -los dos asentimos- vamos -tocó el pergamino y con un clic! la puerta se cerró.

 

Tomó exactamente dos horas el llegar a konoha. Me mantuve callado escuchando las conversaciones y por un momento sin responder las tonterías de Naruto.

 

-Sasuke-kun, ¿estás bien? -me preguntó la pelirosa dentro de un rato. No puse mala cara pero me encogí de hombros.

 

-Como siempre.-respondí fijando mi vista en el camino.

 

A veces no podía dejar de preguntarme que demonios hacía aquí… En el pueblo que quise destruir. Me parecía bastante cómico que después de todo lo que hice aún hubiese un lugar aquí para mí.

 

Todo por Naruto.

 

Discretamente estaba agradecido por todo lo que había hecho por mí. Aunque desde el momento que volví su actitud nunca cambió.

 

Ni la mía.

 

Como amigos y rivales que siempre fuimos.

 

-Sasuke-kun, ¿tienes algo que hacer mañana? -preguntó la pelirosa. Analicé su expresión por unos momentos. ¿Acaso era masoquista? intenté matarle más de dos veces, ¿y aún se interesaba en mi? Dios, ¿qué clase de mujer era esa?

 

-sí, lo siento, es un asunto de urgencia -seh, el llegar y tirarme al sofá lo era.

Naruto volvió a mirarme con reprobación, pero como siempre le ignoré. ¿No esperaras que salga por ella sólo porque me miras feo eh?

 

Me estaba yendo cuando siendo que jalan de mi brazo.

 

-eh, teme...-

 

-¿ah?-pregunté al rubio que miraba al piso, algo apenado.

 

-mañana... ¿nos vamos juntos?- me miró a los ojos. Noté un poco de sonrojo. No pude evitar sonreír de lado.

 

-ok, paso por ti a las 5:30 -dije sin pensarlo... a veces podías ser realmente lin...

Espera. ¿Lindo? ¿Yo pensé eso?

 

-Hasta mañana!-gritó regalándome una sonrisa.

 

Tengo que admitir que eso me mantuvo de buen ánimo todo el resto del día.

A veces podías influenciar tan rápido en mi humor... que ni siquiera yo me lo explico.

 

Esto es bastante confuso.

 

Al otro día estaba a las 5:30 en punto en la casa del dobe. Toqué la puerta escuchando un traqueteo, alguien que corría fuertemente y la puerta se abrió.

 

-Ah, un momento! -dijiste yendo a buscar tu mochila. Saliste un poco adormilado, bostezando. -buenos días dattebayo-

 

Te miré de arriba hacia abajo concentrándome en tu cabeza. Te veías algo... tierno...

 

-¿piensas ir con eso?- pregunté apuntando a tu cabeza. Miraste y automáticamente te sacaste el gorro de dormir, poniéndote extremadamente colorado.

 

-Uwaa!! No me di cuenta!! -abriste la puerta y tiraste el gorro dentro de la casa.

Sin darme cuenta alboroté tus cabellos un momento. Comencé a caminar hacia konoha, tú me alcanzaste al instante mirándome extraño.

 

Caminamos en silencio durante una hora. No parabas de mirarme como si nunca me hubieses visto. Comenzó a fastidiarme.

 

-¿pasa algo? -dije lo más cortes que pude. No quería iniciar una mañana peleándome contigo.

 

-es que... estás raro...-

 

-ah...-dije haciendo una mueca. El resto del camino me la pasé callado. ¿Raro? ¿Me lo dice alguien que se la pasa gritando y saltando como subnormal?

 

Ok, necesito una aspirina ahora.

 

Lo que quedaba de camino no dijiste nada. Llegamos a la instalación encontrándonos con shizune. La saludaste, comenzando a conversar animadamente. Me limité a mirarlos, fijándome en la entrada y en los alrededores. Automáticamente me tensé al notar dos presencias más.

 

-Naruto!-grité. Te pusiste en guardia. Dos ninjas saltaron hacia nosotros lanzándonos kunais. Los esquivamos reduciéndoles con facilidad.

 

-No somos los únicos! ¡Vendrán mejores que nosotros! -bramó uno de ellos. Shizune los sedó diciendo que se los llevaría. Dos ANBU vinieron a los minutos yéndose con shizune y los ninjas.

 

Nos colocamos frente a la puerta en guardia durante dos horas.

 

Miré el reloj que había cogido en la mañana suspirando.

Eran las 10 y Sakura no llegaba.

 

-Sakura chan no llegaa~~~ -dijiste sentándote, algo cansado.

 

-seh, algo debió haber pasado -te dije. Pusiste cara de extremada preocupación -pero venía con un escuadrón de AMBU, así que supongo que no hay que preocuparse-.

 

-definitivamente, algo te afecto a la cabeza-

 

-mira quien lo dice- reí ante tu cara de enojo.

Eres bastante voluble a veces.

 

-Uwa!! Estás riéndote! el mundo se va acabar!! -teatraste. Puse mala cara, pero instantáneamente te pusiste a reír. Reí contigo un poco.

 

Un ruido discreto nos alertó. Descansamos al ver al ejército de ANBU y a Sakura acercarse.

 

-clave- dije levantando mi katana.

Murmuraron una frase. Asentimos.

 

-se demoraron mucho dattebayo-dijo Naruto poniendo mala cara, pero esbozando una sonrisa de inmediato.

 

-es que interrogaron a los ninjas que se encontraron chicos- dijo la pelirosa sonriéndome.

 

-y bien, a lo nuestro-dijo el ANBU. Abrimos el almacén donde sacaron el encargo.

 

-teme...quiero ir al baño -me susurraste mientras Sakura hablaba con los ANBU.

 

Puse los ojos en blanco.

 

-pues ve dobe!- exclamé un poco sorprendido. ¿Tienes que avisar todas las estupideces que haces?

 

-no quiero ir solo... puede ser peligroso -puse los ojos en blanco.

 

-ok, te acompaño-dije algo fastidiado. ¿Desde cuándo no puedes ir al baño solo dobe?

 

No sé que me pasa. Originalmente los insultos que pienso te los digo cara a cara. Pero bueno, hay días en que realmente no quiero arruinar mi tarde... o la tuya.

 

Me sujeté en un árbol esperando que hicieras lo que tenias que hacer.

 

-gracias por acompañarme dattebayo!-dijiste después del rato acercándote.

 

-¿te lavaste las manos o algo?- puso los ojos en blanco

 

-¿ves agua por aquí?-

Qué asco!!

 

Saqué mi botella con agua -usa un poco. Es asqueroso que andes así-

 

-claro, claro, Sasuke el amo de la higiene- se comenzó a lavar las manos.

 

Puse mala cara. Aunque no duró mucho al observar tu amplia sonrisa.

 

Ahora sí que necesito una aspirina.

 

 

Volvimos y no vimos a nadie.

 

-¡qué lugar más extraño encontró Tsunade para armar un deposito eh?-dijiste entrando a la sala.

 

-Hey dobe! no creo que debamos entrar -añadí cauteloso.

 

-oh vamos! -dijiste jalando mi brazo, obligándome a entrar. -¿acaso no tienes curiosidad?-

 

-bueno, pues...si-

 

-¿ves? vamos dattebayo!- me jalaste por todo el lugar. A decir verdad me sonrojé un poco pero no dije nada. Culpemos al día dobe.

 

De pronto sentimos un ruido y cuando volteamos la puerta se había cerrado.

 

-fin flashback-

 

 

 

-me rindo, no se me ocurre nada- admití, luego de inspeccionar el lugar de cabo a rabo. -no hay manera de que podamos salir, y dudo mucho que con tu rasengan o mi chidori hagamos algún agujero-

 

-¿y si probamos? -dijiste algo desesperado. Levanté una ceja.

 

-¿tienes claustrofobia?-añadí sorprendido.

 

-¡NO, CLARO QUE NO!-me gritaste. Debo decir que más que enfurecerme me sorprendió. Cargaste chakra e hiciste el rasengan, golpeando la pared. Más que tirarte hacia el otro lado del pasillo, gritando como borrego no paso nada más.

 

Examiné la pared un momento sorprendiéndome. La pared no había sufrido daños.

 

-auch auch!! -gritaste adolorido. Inexplicablemente en cuanto pensé que debía ayudarte ya estaba ahí, levantando tu brazo y examinándolo.

 

-tranquilo, hay que estabilizarlo y se curara pronto -dictaminé- es una suerte que te puedas regenerar dobe -

 

-me dueleeee!!!-gritaste al tiempo que la vendaba. A pesar de que te grité que te callases no me respondiste y te limitaste a quejarte. Al parecer realmente te dolía. -duele -hiciste un pequeño puchero.

 

-tranquilo-dije sentándome en el piso, junto a ti. Ocultaste tus piernas en las rodillas. Me alteré un poco -¿de verdad estás bien??!-

 

No dijiste nada. Suspiré y mire a la nada, intentando pensar un poco, casi sin conseguirlo. Por alguna extraña razón mi mente no pensaba en salir de aquí, ni siquiera cuanto tiempo tendríamos que estar encerrados. Pensaba... en el dolor que podrías estar sintiendo.

 

Comenzaste a respirar fuertemente y a temblar, cosa que me asustó. Tomé tu cara entre mis manos mirándote fijamente.

 

-¿de verdad estás bien? -pregunté sin ocultar mi miedo.

 

Me examinaste durante minutos sin decir nada. Y sin parar de temblar.

 

-¿estás bien tu?-preguntaste en un susurro.

 

-¿yo?-

 

-sí, tu... pensé que me odiabas Sasuke y ahora... te vez preocupado...-

 

¿Odiarte?

¿En qué planeta vives?

 

-¿odiarte? ¡Pero si tú me odias a mí! -me quejé volviéndome a sentar lejos de ti -no sé de adonde sacas tanta estupidez junta usuratonkashi-

 

-¡claro que me odias! ¡Desde que volviste a konoha no hemos parado de...!-

 

-¿y cuando no hemos discutido maldita sea? -refunfuñé cruzándome de brazos -además tu no paras de mirarme enojado cada vez que Sakura me habla, ¿sabes? yo no tengo la culpa que esa masoquista siga persiguiéndome!-

 

-¡no hables mal de Sakura-chan! -gritaste levantándome.

 

-¡estoy diciendo la verdad! ¿Tú crees que no me disgusta? dios, si esa es la causa de todos nuestros problemas dobe!-bufé ya enojado- ¡entre Sakura, Ino y tú me tienen harto! ellas no paran de perseguirme y tu no paras de discutir!-grité mirando hacia otro lado evitando mirarte. Escuché un ruido sordo. Volviste a sentarte.

 

-entonces, ¿por qué volviste?-

 

-¡No lo sé! ni siquiera sé porque me siento tan ahogado últimamente. Lo único que quiero es irme, pero tampoco quiero hacer eso- Estaba hecho un maldito lio. Podría culpar al hecho que estemos encerrados o que estoy hablando por hablar pero no.

 

Hace días que me sentía de esa manera.

 

-Yo no te odio-dijo Naruto después de un rato. Levanté mi vista hacia él.

 

-yo no tengo la culpa que ellas dos me persigan-

 

-yo sé eso pero...-miraste al piso.

 

-¿pero?-

 

-¡pero nada! -te cruzaste de brazos. Por alguna razón eso me hizo sonreír un poco.

 

-no has cambiado mucho desde que eras un niño-

 

-y tú sigues siendo el mismo bastardo insensible-

 

-...-

 

-ok, lo siento -te disculpaste, seguí sin mirarte, un poco herido -dije que lo sentía -tocaste mi brazo. Me volteé a mirarte.

 

-ya te escuché dobe-murmuré sin darme cuenta de nuestra cercanía. Pero tu si te diste cuenta, alejándote al instante.

 

Te pusiste rojo como nunca te había visto y volviste a echar tu cara en tus piernas.

 

Y ahí algo pude comprender.

 

-aún tienes miedo?-pregunté acercándome a ti -el depósito es grande-

 

-no es algo fácil-dijiste en apenas un susurro -una vez unos niños me empujaron a un barril y me echaron al rio, casi me ahogue...-susurré.

 

Intenté hacer memoria y lo recordé de pronto.

 

-¿tú eras el chico que casi se ahogo? Iruka nos dio una buena charla ese día...-asentiste en silencio. Tuve una repentina idea.

 

-mira- tapé tus oídos con mis manos, alzaste la cara algo asustado -cierra los ojos- module. Nos quedamos un buen rato en esa postura. Me sentía algo inquieto por el contacto pero nunca fue algo malo... me pregunté a que olías.

 

Y me vi a mi mismo acercándome a tu cabello olisqueándolo.

 

Olías muy bien, y tu cabello era algo suave.

 

Seguías temblando, pero te veías algo incomodo.

 

-no resultó -suspiré soltando mis manos. Pero tú las pusiste de inmediato en tus oídos nuevamente.

 

-no, si resulta- mencionaste. Y una corriente eléctrica sacudió

 

Mi sistema. Y me pregunté si eras tú quien había logrado esto.

 

Me mirabas igual de sorprendido que yo -¿que fue...?-

 

-no sé -respondí, mas para mi mismo que para ti. Volviste a sentirte algo incómodo, moviéndote un poco. Al final solté mis manos y me senté a tu lado sin decir absolutamente nada.

 

Porque no había nada que decir.

 

-¿Tenías que hacer algo hoy? -me preguntaste de pronto. -como rechazaste a Sakura-chan...-

 

Me encogí de hombros -quería entrenar un poco, y luego descansar frente al fuego -dije como si nada- no me interesan estas fechas-Asentiste -¿y tú? ¿Querías declararte a Sakura o algo así? -dije casi como si fuese un insulto, me miraste algo enojado -lo siento, lo siento-

 

-no, hace mucho que lo deje-abrí mis ojos sin creérmelo, ¿tu?¿dejando a la chica por la que has sufrido más que nada? y yo te creía el rey de los masoquistas...

 

-vaya- dije aparentando calma.

 

-pero aún así me gustaría que fueses amable con ella-me regañaste -ella sufrió mucho por ti-

Por un momento intenté entender tu perspectiva. Pero fallé casi de inmediato. Sabía que deseabas su felicidad, ¿pero qué pasa contigo?

 

El querer a alguien tanto para desear que fuese feliz...algo extraño para mí.

 

-supongo, hare algo al respecto, ¡pero no prometo nada!-dije rindiéndome.

 

-gracias Sasuke, puedes ser amable cuando quieres-dijiste, colocando tu cabeza en mi hombro.

 

Y de nuevo esa reacción tan extraña de mi parte. No sabía que me estaba pasando. Me quedé quieto, escuchando tu respiración. Ya casi no temblabas, pero aún había un atisbo de miedo en tus azules. Y en una reacción inconsciente coloqué mi brazo en tu espalda friccionando tu otro brazo. Me miraste un momento bajo tus largas pestañas, pero no dijiste nada y seguiste en la misma posición.

 

Y no sé en que momento bajé la cabeza y separé tus cabellos. Olían tan bien que me mareabas. Y en el momento en que quise saber a que sabía tu olor besé tu frente. Levantaste la cara quedando a escasos palmos de la mía. Nos miramos a los ojos en lo que duraba una eternidad, perdiéndome en tus azules. Y te acercaste y besaste mi nariz. El contacto de tus labios fue suave, pero lo suficiente para mandar al diablo la poca cordura que me estaba quedando.

Estaba embriagado por tu olor. No, estaba embriagado por ti.

 

Y en el momento que empecé a pensar esto ya estaba a escasos milímetros de tu boca. y no me di cuenta en el instante en que mi otra mano se encontraba en tu barbilla, levantándola, y tu mano encima de la mía. Y lo único que alcancé a percibir fueron tus ojos cerrándose, al mismo tiempo que los míos.

 

Juntamos nuestras bocas en un roce suave. Tus labios sabían a todo lo que podía imaginar y más. Espera... ¿cuándo imaginé eso? Mandé al diablo ese pensamiento cuando echaste tus manos a mi cuello abrasándote a mí. Puse mis manos en tu cintura apegándonos mucho más. A pesar que el contacto de nuestros labios era simple, lo que nos estaba quemando era real.

 

Juntamos nuestras frentes separándonos un momento, respirábamos con dificultad. No abrí mis ojos intentando calmar mi respiración, asimilando lo que ocurría.

 

-yo...-susurraste. Sentí tu aliento en mi boca, saboreándolo sin darme cuenta.

 

Sin decir nada volví a acariciar tu cabello -es suave- susurré.

 

-¿ah? -dijiste aún jadeando.

 

-tu cabello, es suave... no pensé que sería así- hiciste una pequeña risita. Sonreí un poco y volví a acercar tus labios a los míos inconscientemente. ¿o no?

 

Fue con la misma dulzura. Sin ninguna mala intención. Era la primera vez que experimentaba algo así...

 

Algo sano, algo bueno... algo puro.

 

-no pensé que fuese así...-susurraste después de un rato, donde te estreché entre mis brazos.

 

-¿qué?-pregunté alzando una ceja.

 

-m-me gustas Sasuke ttebayo!-dijiste rojo hasta las orejas.

 

Puse los ojos como plato un momento.

¿Tu? ¿A mí? que yo te... QUE YO TE....!!

 

-yo... no sé que me pasa -admití colocando una mano en mi frente. Tu expresión de felicidad se transformó en una de profunda tristeza. -n-no! no me malentiendas -dije al ver tu rostro. Por alguna razón ahora dolía verte -es la primera vez que siento algo así -dije apegándote a mi- es...intenso-

 

Doblaste tu cara sin entenderlo -o sea, ¿te gusto?-

 

La sangre llegó a mis mejillas al instante. Sonreíste solo como tu sabes hacerlo -¡No cantes victoria dobe! -bramé al verme descubierto.

 

Pero no pude engañarte. Literalmente te lanzaste a mis brazos haciendo una risita.

 

-a mi no me engañas! sí que te gusto! jeje!! -me apretujaste como te dio la gana. Y no me explico por qué no te empujé y comencé a insultarte. Echémosle la culpa al encierro dobe.

 

-usuratonkashi-susurré correspondiéndote el abrazo. Estuvimos así un rato, solo sintiendo el latido de nuestros corazones.

 

Si me hubiesen dicho hace un día que esto pasaría, te hubiese golpeado e incapacitado para venir. O tal vez no.

 

-¿me trajiste un chocolate por lo menos? -bromeé al cabo de un rato. Te saliste de mi abraso aún sonriendo.

 

-sí que lo traje-me sorprendí.

 

-¿en serio?-asentiste.

 

-aunque... no sé como te lo hubieses tomado si te daba un chocolate un chico así que...-bajaste la mirada apenado. Puse los ojos en blanco. Dios, acabo de besarte ¿y me preguntas si hubiese aceptado o no un chocolate tuyo?

 

-déjame verlo -te di ánimos. Sacaste el chocolate de tu bolso.

 

Y me lo pasaste.

 

-Feliz día de san Valentín dattebayo!-exclamaste. Sonreí y recibí el chocolate. Era una caja con mi cara, al parecer hecho a mano. La saqué y tomé un pedazo, ante tu expectación. -sabe bien -admití -muy bien-

 

-qué bueno!! Me costó mucho hacerlo!! -te miré curioso preguntándome por el momento en que se te ocurrió hacer algo para mí. Pero no me importó, era PARA MI y no para la pelirosa, o para mi copia barata.

 

Y me descubrí a mi mismo sintiendo celos de aquellas personas.

 

Y a pesar de lo irracional que sonaba, no podía dejar de odiar a todo aquel que osara acercarse a ti.

 

Y fijé mi vista en el chocolate intentando olvidar aquellos pensamientos, teniendo una pequeña idea. Me eché un chocolate a la boca mostrándotelo -¿quieres?-

 

No requirió pensártelo mucho, para que te acercases a mí y delicadamente cortases el chocolate, casi no usando los dientes. Nos mantuvimos juntos saboreando cual exquisito manjar. Y sin pensarlo pasé mi lengua por tus labios, ansiando por un poco mas de aquel sabor. Me atontó al ver que abrías tu boca jadeando un poco, y sin pensarlo introduje mi lengua recorriendo aquel pequeño espacio. Jadeabas pero te apretabas a mí como si la vida se te fuese en ello.

 

Nos entretuvimos tanto en aquello que olvidamos los ruidos que se acercaban. Forzados separamos nuestros labios, aunque manteníamos nuestras manos unidas.

Pero los ruidos nunca se fueron.

 

-¿será...?-preguntaste. Asentí sin necesitar escuchar toda la pregunta.

 

Durante unos minutos sentimos toda clase de ruidos que rodeaban el lugar, deteniéndose en la ventana. Automáticamente nos escondimos a ambos lados de un gran cajón dispuestos a defendernos.

 

Un ruido sordo rompió la ventana y 4 figuras entraron al lugar. Conversaban calladamente y analizaban que tomarían. Cuando decidieron separarse dispuestos a revisar todo el terreno fuimos tumbándolos uno a uno amarrándolos con una cuerda. Entraron dos más. No necesitamos telepatía para saber que ese era el momento. Tumbamos a los dos que faltaban y salimos por la ventana.

 

Afuera el viento corría, parecía que iba a llover. Nos pusimos espalda contra espalda dispuestos a defendernos con todo lo que teníamos, cuando una tropa de ANBU y la misma Sakura se acercaron a nosotros.

 

-Así que aquí estaban! -nos dijo suspirando -estuve muy preocupada por ustedes!-

 

-lo siento, Sakura-chan! -sonreíste rascándote el pelo, puse los ojos en blanco.

 

Los ANBU entraron y sacaron a los ninja cerrando el lugar, y colocando un jutsu en la ventana.

 

-Es bueno que estuviesen aquí -dijo uno, ambos asentimos.

 

Después de una breve conversación decidimos partir. No dijimos nada durante el camino. Me encontraba un poco preocupado. ¿y si decidías que ya no te gustaba y... lo dejabas sólo ahí? No podría soportarlo.

 

-Sasuke -susurró la pelirosa. La observé un momento recordando que sería amable con ella.

 

-¿si? -dije con la mejor cara de amabilidad que tenía.

 

-pues...yo...-

 

-Teme!! ¿¿Vamos a entrenar hoy??-dijiste de pronto agarrando mi brazo tironeándolo un poco. Sonreí de lado mirando tu rostro apenado pero con determinación.

 

-vale, vamos a mi casa-asentí haciéndole una señal de despedida a la pelirosa dejándome llevar por ti, y tu amplia sonrisa, esperando el momento en que pudiésemos estar solos.

 

Aunque muchas veces dije que no le tomaba importancia a esas fechas, esta vez no pude decir lo mismo. Sé que nunca lo diré pero rodeado de tanta oscuridad siempre anhelé una mano que me ayudara a salir de ahí, que me mostrara lo bella que podía ser la vida. Y mucho más adentro de mi, que tú fueras la luz que me iluminase. Y secretamente deseé que dentro de todas las cosas que nos marcaban, que el vengador y el kyuubi fuéramos solo Sasuke y Naruto.

 

Y probablemente así sería por siempre.

 

 

 

Y un pequeño pensamiento rondó por mi cabeza.

-Dobe, ¿estabas celoso de Sakura?-

 

-¡¡C-Callate Teme!!!-

 

 

 

 

 

 

 

 

the end

Notas finales:

Estaba pensando en hacer una serie de oneshots y sigo con la idea xD espero concretarla algún dia -suspira-

gracias por leerla!! dejen un comentario please *-*!!!!!!! xD


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).