En un instituto público se encontraba un grupo de secundaría en el aula de música, el profesor les dijo que para el viernes tenían una excursión a una ópera 20 minutos después toca el timbre que indica que deben ir a el receso. Sophie junto con dos de sus mejores amigas bajaron al patio para encontrarse con otras amigas suyas.
Sophie es una niña de 15 años recién cumplidos de cabello totalmente lacio y pelirrojo. Era de estatura un poco baja y tenia unos ojos azules cristalinos, quizás no era la más popular de su instituto pero no se quejaba.
-Hey chicas, ¿me acompañáis a la cafetería?- Dijo Sally- Es que hoy por la mañana no pude desayunar jeje- Completó agarrando de la mano a Sophie, ya que, estaban muy unidas.
Sally es una chica alta y con el pelo castaño claro y ondulado. Era de complexión bastante delgada aunque no era esquelética. A Sophie le sacaba como 2 cabezas por eso siempre la miraba algo raro, pero siempre de broma, la verdad es que no se suelen enfadar.
-¿Por qué siempre tengo que acompañarte yo?- Decía Sophie – ¿Acaso no te sabes el camino o no tienes a alguien más que te acompañe?- le decía ya asimilando que tendría que levantarse de las mesas de ping-pong abandonadas que estaban en el cobertizo de su instituto.
-¡Claro que sí!- dijo Sally- lo que pasa es que me encanta hacerte levantar y sobre todo molestarte- le dijo poniendo una picara sonrisa al final de la oración
-Boh, bueno, vamos pero porque tengo sed…- dijo medio convencida Sophie.
Mientras iban a la cafetería de la institución.
-¿Vuestro grupo irá a la ópera este viernes?- Preguntó Sophie
- Posiblemente sí, ya sabes que somos los favoritos de el profesor Hayman- se regodeó Sally – Aunque creo que los de segundo también van, que fastidio, son unos pesados…
-¡Oye! Que mi prima menor va en segundo- Dijo Sophie haciéndose la ofendida- Además que tu seas tan vieja no es culpa del resto- añadió mientras se preparaba para salir corriendo, aunque a pesar de que Sally era más alta ella iba a clases de artes marciales.
-Tranquila, no me molestaré en correr tras de ti, no vales la pena…- Dijo Sally
Cuando volvieron con el resto
-¿Por qué tardasteis tanto?- preguntó Luana
Luana es una niña de 16 años italiana y algo más baja que Sophie pero tampoco mucho. Tiene el pelo negro y casi afro pero, ya que, normalmente lo lleva recogido no se le nota. Ella es un poco rellenita pero apenas se le notaba y además tenia unas curvas que la hacía deseada entre los compañeros de clase.
- Es que a esta pava se le olvidó que no tenia el dinero en la cartera…ya sabemos todas como es ¿no?- Dijo Sophie mientras todas se echaban a reir.
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Un par de días después llegó el viernes. Sophie estaba subiendo la cuesta la cual le daba acceso a la institución.
- Me parece que esta excursión va a ser un plomazo…- Dijo Ariadna, su prima un año menos que ella
- Yo ya lo sé, Hayman siempre nos lleva a este tipo de salidas, yo suelo dormir…- Dice Sophie mientras caminaban
- Soph tú siempre te duermes…
- Quizás tienes un poco de razón- dijo mientras se empezaron a reir.
Después del primer receso vinieron dos autobuses para llevarlos a la ópera.
-Hey soph, ¿te sientas conmigo?- dice Sally con una gran sonrisa en la cara.
-Claro- le responde.
Media hora después ya estaban en el lugar donde verían el acto de la ópera.
-Puff, vinieron muchos colegios, se va a armar un barullo tremendo…- Dijo Sophie mientras se acomodaba al lado de otra de sus mejores amigas, Alice.
- Ya y también vienen niños pequeños, seguro que será la típica obra de alguien feo que se enamora de una rica y guapa chica e intenta por todos los medios conseguirla- Le respondió Alice
- ¿Estás segura que aún no la viste?- le preguntó Abel echándose a reír.
- ¿Quieren callase?- Les dice el profesor- está a punto de comenzar…-
- Pero si aun falta un instituto por acomodarse…- Le respondió Sally
- No me reproche señorita White o la castigo durante una semana entera sin recesos- le contestó el profesor Hayman.
Mientras se acomodaba un último grupo Sophie se fijó en la persona que tenia delante, era preciosa con pequeños bucles en el oscuro cabello pero la obertura de la ópera le hizo despertar y ``prestar atención´´.