No podía creerlo, una lagrima rodo por mi mejilla al verlo ahí en la calle, de la mano con ese peli azul, ese charco sucio, vi con más dolor aun como se besaron, simplemente esto era superior a mí, lo había notado distante, pero ¿al punto de engañarme? Muy a mi pesar, deje salir mis sentimientos, siempre me había esforzado por mostrar una sonrisa y no dejar ver a los demás mi sufrimiento, pero ya no podía mas, esa fachada del chico feliz se derrumbo, quedando solo una casa en ruinas de lo que fue mi felicidad.
En ese momento paso lo que no esperaba, mi pelinegro amor volteo su rostro y nuestras miradas se conectaron, pude ver como claramente sus labios pronunciaron mi nombre, ya no importaba nada mas, soltó la mano del otro chico y comenzó a avanzar hacia mí, retrocedí por reflejo, alejándome de él, entonces pude oírlo
Naruto, no es lo que piensas – me dijo con semblante preocupado, pero nada me importo, me di la vuelta, con las lágrimas rodando por mi cara y me aleje, corrí y corrí dejando el auto del que acababa de bajarme, sin importarme la lluvia que había comenzado a caer reflejando mi estado de ánimo.
¡NARUTO! – me llamo Sasuke, lo ignore, corrí, por las calles de Japón hasta llegar al departamento en el que vivíamos juntos desde hace un año, entre corriendo, recorrí con la mirada el lugar, tantas fotos de él ,de mi, de nuestro amor, un amor falso, sin poder soportarlo más me derrumbe a llorar muy a mi pesar, me levante después de un tiempo y tome todas mis cosas, tome todo sin dejar rastro de mi estancia en ese lugar , cuando salía de nuestra habitación lo vi, hay, resplandeciente y hermoso, el anillo de oro blanco y diamantes que me había regalado el día que nos comprometimos, lo retire de mi dedo y observe su interior.
Es mentira – dije al fin – tu no me amas… Sasuke
Termine de salir del pasillo aun con el anillo en la mano me dirigí a la puerta y deje que el anillo resbalara por mis dedos, cayendo al suelo, me fui, llegue al aeropuerto, compre un boleto para el primer avión que me llevara lejos sin importarme a donde iba, llame a mi hermano, le pedí que recogiera mi auto sin explicarle nada y me fui, me subí a ese avión y me fui sin mirar atrás.
*Con Sasuke*
No podía soportarlo, lo había lastimado, jamás había visto a Naruto llorar y ahora lo hiso, lloro de dolor y por mi culpa, corrí detrás de él, pero me fue imposible alcanzarlo.
Sasuke cálmate – me dijo Suigetsu con una sonrisa
Cálmate nada Suigetsu – le grite – lastime a Naruto y escúchame bien, eres mi amigo pero como vuelvas a besarme te mato, es más, largo de aquí, ya no quiero verte
Porque – me dijo con rabia – ¿por qué no puedes quererme como yo a ti?
Porque lo amo – le dije ya más calmado – porque lo adoro y no puedo querer a nadie más
Enojado se alejo, entre en mi auto y fui a nuestro departamento cuando entre no me sorprendió ver que no quedaba nada de él, se había llevado todas sus pertenencias, y entre ellas se llevo mi corazón, camine por la estancia observando las fotos, donde un sonriente rubio me mostraba alegría, con una preciosa sonrisa que se había esfumado por mi culpa, entonces pise algo metálico y dirigí mi vista al suelo, el anillo, el anillo de compromiso.
“Te Amare Siempre Naruto” rezaba el anillo, que dolor sentí en mi pecho en ese momento, Salí lo más rápido que pude, hacia la casa de su familia, toque el timbre y espere, entonces se abrió la puerta.
Buenas, señor Minato ¿está Naruto? – pregunte con rapidez
No, ¿Por qué estaría aquí? Ustedes tienes su departamento – me dijo extrañado, en eso se estaciono un auto en la calle, en auto de mi rubio y de el bajo Deidara, su hermano.
Sasuke, ¿porque mi hermano dejo su auto en plena calle y se fue? – me pregunto, hay no, ya sabía en donde estaba, Sabía que había ido al aeropuerto, como no lo pensé antes, así que Salí como un rayo hacia allá, pero llegue demasiado tarde, lo vi asomado por las ventanas de uno de los aviones y este partió, se alejo de mi, derrotado me fui del lugar, no sabía a donde había ido, y no podía buscarle en este estado de desesperación, lo dejaría pensar, tal vez algún día volviera a mí.
Mi adorado y rubio amor.