“Adiós, Sasuke”
SasuNaru/GaaNaru/SasuNaru ¿?
¿Su amor fue insuficiente para él?
Ahora que es de noche, no pudo más que pensar que fue un idiota que solo le amo, por que, ahora sabía que no le había amado, si fuera lo contrario, no se hubiera marchado, entonces, ¿Por qué aun lo sentía aquí en la cama en las noches? O ¿Por qué su aroma no se ha ido de aquellas sabanas como cuando estaba a su lado?
-Soy un idiota-
Observaba su Yukata de la ceremonia como algo olvidado en su cama; cerró sus ojos sintiendo la brisa fresca de la noche colarse libremente por su pequeño apartamento que pronto desocuparía, irónico, el único lugar que fue su refugio y el lugar que vivió tantas cosas con Sasuke, sea abandonado por el mismo.
-Había jurado amarte por siempre, pero mi amor se marchito-
Lo amaba y que el mundo se acabara si no fuese cierto pero, quizás en su pecho la traición de que él se marchó, dejándole herido en el valle del fin, fue en ese momento que su amor poco a poco cayó en depresión, como si fuese una caída que no podía evitar por más que deseaba volar.
Sus alas estaban rotas.
Camino hasta donde estaba la única fotografía que tenia de Sasuke, pero, por más que intento detener las lagrimas brotaron de sus ojos, el dolor estaba tan fresco como hace dos años y el no podía arrancarle de sus pensamientos.
-Eres mis sueños-
¿Cuál era la mejor manera de emprender el olvido?
Sonrió al ver el anillo que ahora tenía en su mano izquierda, supo que era una decisión que no debía pensar mucho.
-Estoy seguro que Gaara me hará feliz-
Se sentía un poco contrariado por el hecho de no ser virgen pero, no por el hecho de estar manchado para nada, pero, el pelirrojo no lo merecía, el estaba mancillado en su corazón…
Por que al único que amaba hasta esa noche y quizás hasta los últimos días de su vida, era de Sasuke, y verlo en esa ocasión en la cual lo siguieron hasta la guarida de Orochimaru le confirmo aun mas su amor.
Sentirlo rozar su oído con esos labios que habían poseído cada rincón de su cuerpo, fue una tortura que termino con la fría y casi obligada despedida del pelinegro, que hizo su corazón mil pedazos. Llevo su mano a su pecho mientras aun mirando el suelo sentía más frio, como si la tristeza se aferrara a su cuerpo sin opción de querer alejarse de él.
-¿No te bastaron mis “te amo” ni mucho menos mis besos?-
La venganza siempre fue lo principal del amor de su vida, era por eso que estaba aun más decidido a casarse con el Kazekage, si no, jamás le olvidaría y vivirá por el dolor y el recuerdo del pelinegro.
-Te amo-
Abrió sus ojos mientras las lagrimas le brindaban un poco de calor, por que el dolor era la único que le hacía recordar que fue verdad esas noches de pasión y amor que disfrutaron los dos, esos besos a escondidas que se daban, los momentos íntimos que compartieron.
-Que no fueron suficientes para ti-
Coloco ahora el Yukata en una silla mirándolo, era de un color perla muy hermoso, mañana sería el gran día, y debía descansar para que sus amigas pudieran ayudarle a arreglarse, así que se preparo para dormir, se recostó, y sintió realmente un cansancio que no se explicó cayendo en un sueño.
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Era un prado muy hermoso, pero no sabía cual o donde estaba, miró hacia todos lados y estaba solo, se incorporo pero, de pronto todo se volvió de un color brillante, como una luz, y lo vio.
Sasuke estaba de pie, con sus ojos rojizos signo de tener algún genjutsu activado, ¿era un sueño?
-Si lo quieres ver de esa manera-
Su mirada estaba fría, lejana, y Naruto se sintió indefenso, no sabría como interpretar todo, pero al ver sus manos, el anillo no estaba.
-Así que es verdad, te casaras con Gaara-
Pudo notar un ligero cambio de voz, pero muy poco, ya que lo que vio después, le dejo sin habla, el otro ahora estaba a escasos centímetros lejos de él, solo él y Sasuke.
-¿Me olvidaste?-
-Nunca-
Sus miradas también se hablaban, murmuraban, quizás la suya agonizaba en esos pozos impenetrables que no expresaban nada más que ecuanimidad.
-Pero, no puedo estar atado a tu recuerdo, realmente no sé si sea un sueño o no, pero, estas solo en mi mente, y eso me hace daño-
-La próxima vez que nos veamos, te mataré-
El solo sonrió tristemente ante la frialdad de aquellas palabras, sin embargo, levanto su vista, incluso las lagrimas se sentían tan reales que por impulso le dio un beso que no fue correspondido pero tampoco negado.
-No moriré, tendré por quien vivir, así que quizás, el que muera sea otro-
Eso dislocó mucho evidentemente al Uchiha solo por unos segundos, para después sonreír de manera arrogante. Pero algo que no esperaba Naruto era sentir esas manos en sus hombros, la distancia acortándose entre los dos y un beso.
Que le pareció el más dulce de todos, y el dolor de su pecho se intensifico cuando rodeo aquel cuello profundizando el contacto, llorando aun mas, ya no importaba si su mente le estaba dando una cruel fantasía, solo quería sentir ese calor que le era familiar contra su cuerpo.
-Siempre fuimos diferentes Naruto, siempre seguimos distintas direcciones pero, por esta ocasión, puedo decir que te amo, eres al único que amare pero, si tomas esta decisión, sabes que por mis metas, si te interpones, morirás…-
Llevo sus manos hacia aquel pecho, aferrándose de las ropas del otro, dejando que su agonía floreciera rápidamente, sintiendo poco a poco un lejano eco llamándole.
-Deseo…decirte adiós…pero que me importa todo si tú no estás…-
Sus labios fueron tomados por el Uchiha que le reclamaba de nuevo, pero el eco se hacía mas y mas grande…
-Una oportunidad Naruto…en el Valle del fin…antes del mediodía…si no vas, entenderé que nuestro destino yacía escrito desde antes…-
Y solo lo vio irse…
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-¡Naruto!-
Abrió sus ojos que le picaron al sentir la luz darle de lleno en su rostro, pero fue interceptado por un par de brazos que le levantaron de la cama metiéndole a la ducha aun con protestas del rubio, después de sacarlo, ayudarle a vestirse y arreglarlo, Sakura le sonrió.
-Este hermoso Naruto, este día, es el más especial-
“Lo es”
-Claro Sakura-chan…-
El la abrazo, por la decisión que tomo, cambiaria el rumbo de todo, caminaron rumbo a la torre del Hokage donde todos estaban esperando, así que Naruto le tomo la mano a su amiga dándole un pequeño colgante.
-¿Y esto?-
-Lo saque antes de salir de casa, quiero visitar un lugar, ¿podrías dárselo a Gaara?-
-Naruto…-
-Anda, ve-
Y esa sonrisa le hizo confiar e irse sin pensar si quiera en voltear atrás. El rubio tomo entre sus manos el Yukata emprendiendo la huída, nadie lo noto pues todos estaban esperándolo para unir su vida con el Kazekage, pero eso no sucedería.
-Dobe-
Al verlo ahí, saber que no se arriesgo por nada, Sasuke sobre la estatua, como si fuese al ayer, antes de que se marchara, y el, con el corazón en la mano, dio un gran salto para quedar delante del otro, si incluso lo matara en ese momento no le importaba, por que, si no lo tenía a su lado, no valdría la pena vivir.
El pelinegro tomo su mano para quitarle el anillo que aun tenía puesto.
-No lo necesitaras-
Lo dejo sobre aquellas piedras, tomando en brazo al rubio quien se sorprendió por tal acción.
-Yo deje a Akatsuki y a los que me acompañaban…ambos abandonamos personas pero, nos tenemos…-
-Nos tenemos Sasuke-
Se aferró a ese cuerpo, partiendo con él hacia un nuevo futuro…
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Pasó una hora, y en la torre estaba todo sumido en tristeza, odio, y decepción. Gaara solo sostenía un colgante que estaba hueco, que contenía una nota diciendo un “Lo siento”
Tsunade solamente miró hacia la ventana, el sol estaba en su máximo esplendor, Naruto fue como un hijo para él, deseaba que su decisión fuera la mejor y que no sufriera.
La guerra aun no terminaba pero, exterminaría a Akatsuki para que su pequeño no fuera víctima de algún acto maligno, y que fuera feliz a su manera.
“Naruto, por favor, no te olvides de nosotros”
Y un par de lágrimas cayeron de sus mejillas al igual que los que conocieron al escandaloso rubio. El adiós no era sencillo, y la Hokage lo sabía, solo le pedía al Yondaime que guíe los pasos de su hijo y que le brindara la mejor de las suertes, y ahora, comenzar otro nuevo día.
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Naruto sin duda estaba completo, hablando y discutiendo como antes, como si solo el tiempo se hubiese detenido, y que todo fue un mal sueño. Que ahora Sasuke le miraba cono antaño con ojos de amor y él le besará de nuevo.
Un adiós a su pasado para darle a la bienvenida a su presente y futuro.
FIN