Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Pesadilla por la ostra

[Reviews - 6]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

waaaaa(mucha emocion), este es mi primer fic, asi que por favor comenten (ya sean buenos o malos, para poder mejorar)

y perdonen las faltas ortograficas.

Todo era caos, las explosiones no se detenían, eran demasiados akumas para solo un par de exorcistas, la batalla ya llevaba por lo menos unas tres horas desde que había iniciado, y lo peor era que no sabía nada del estúpido moyashi, desde que se despidieron…
Flash back

En cuanto llegaron a la ciudad, solo unos kilómetros antes del campo de batalla, Allen había tenido una sensación horrible sobre el lugar, y la indiferencia de kanda, con el cual había peleado minutos atrás, no ayudaba a calmarse. Justo antes de despedirse Allen se había abalanzado sobre Kanda, pasando sus delgados brazos por detrás del cuello se este, pegándose con fuerza mientras escondía su rostro en el hombro del samurái. Pero ese abrazo no fue devuelto, Kanda solo se dejo abrazar, después de todo seguía molesto con el pequeño albino, ya que este le había reprochado su falta de solidaridad para con la gente que se hallaba durante los ataques de los akuma, y el pelinegro le respondió que ese no era su puto problema, y de ahí que no se habían hablado en todo el camino.
Suéltame, moyashi- dijo con irritación, sin notar la cara de terror que tenía el pequeño, que seguía oculto en su hombro.
Por el tono que uso el mayor, Allen lo soltó sin chistar, ocultando sus ojos tras su cabello.
P…pro…prométeme que tendrás cuidado- Allen alzo los ojos para mirar la expresión de kanda
Me vale una mierda- fue lo que le soltó Kanda.
Cuídate- alcanzo a gritar Allen antes de que una explosión los obligara a moverse.
End Flash back
Tsk, maldito moyashi, ¿Dónde demonios estás?- comento preocupado, tenía un horrible presentimiento y una presión poco alentadora en el pecho. Sabía que el niño tenía miedo, el no era de abrazarlo porque si, solo cuando estaban en alguna habitación, tenía la sensación de haber hecho algo malo al no haber dejado a un lado su orgullo y decirle un ten cuidado, o si no regresas de alguna forma me las pagarás, pero no dijo nada, ¿Por qué?, porque estaba molesto y se dejo llevar por su enojo.
Hacía rato que ya se habían marchado los pocos akumas que quedaban, y todo era nada, comenzó a llamar al moyashi, luego a gritar donde se encontraba, pero no había nada que le contestara solo ruinas, y lo que quedaba de algunas casas incendiándose, ni rastro de su pequeño albino. Comenzó a correr gritándole, se estaba desesperando, quería pensar que el idiota ese estaba por ahí tirado inconsciente, que cuando lo encontrara lo despertaría y le gritaría una sarta de insultos por ser un enano inútil, pero incluso si pensaba en eso, la opresión en su pecho no disminuía, al igual que su preocupación.
Luego de unas horas de búsqueda incansable, diviso una cabellera blanca, bajo unos escombros, el mundo se le hizo pequeño, su corazón se detuvo al igual que su respiración.
No…- fue lo único que logro pronunciar antes de salir corriendo en dirección a ese pequeño cuerpo, que estaba sobre unos maderos manchados con sangre, y sobre él, unos cuantos escombros.
Movió los escombros con desesperación, aun sabiendo era cierto, se negaba a aceptarlo, quería comprobar lo que su corazón le decía, lo que se negaba a creer, a aceptar. Tomo en sus brazos el inerte cuerpo del niño, posando u mano sobre el cuello de este y….nada, no había nada, puso su oído en el pecho del menor, esperando cualquier signo que le dijera que el mocoso seguía luchando, pero era solo silencio, ni un movimiento, solo era nada.
Se quedo estático por un momento solo sosteniendo ese frágil cuerpo, su parte racional se apago, comenzó a zarandearlo, una y otra vez, casi de forma violenta, esperando una respuesta.
Moyashi, Moyashi, Moyashi!!!.....





Asustado salto en la cama, había sido una pesadilla, se toco el rostro, estaba sudando frío. Busco con su mano al que debería estar durmiendo a su lado, mas no lo encontró, asustado se levantó, y salió corriendo a buscarlo. El mal sabor de esa pesadilla no se iba, sabía que había dormido con Allen, y al no encontrarlo luego de tal pesadilla, no era como para calmarlo.
Llego a la habitación del más pequeño y abrió la puerta de golpe, no estaba, la cerró y comenzó a correr de nuevo, pasando frente al comedor, unos cuantos pasos más allá y se detuvo, había luz. Descorriendo lo corrido, llego al comedor, y sin ninguna sutileza pateo la puerta.

Encontrándose con un Allen medio atragantado por el susto.
Moyashi…- salió en un suspiro mientras cerraba los ojos.
¿Kanda?- consulto un más recuperado Allen-¿Qué haces aquí?
Este no respondió y solo se limito a acercarse al niño albino con una expresión serena, sentía un alivio tan grande que no le molestaba que su rostro lo expresara
¿Kanda?- volvió a preguntar, levantándose un tanto preocupado por la actitud de su espadachín.
Cuando el samurái estuvo a un paso de Allen abrió los ojos, mirando a su moyashi con una mezcla de infinita ternura, cariño y ¿alivio?
Lo observo durante unos segundos, y luego lo abrazo con fuerza, ocultando el su rostro entre el cuello y el hombro de Allen. Este estaba asombrado por la actitud que estaba teniendo kanda, este nunca daba muestras de afecto, y si no mal recordaba cuando este se le confesó le dijo que le haría lo que se le viniera en gana ya que desde ahora sería su novio, Allen no sabía si estar feliz o molesto en ese momento, pero ahora sentía un calor mucho más grande en el pecho, mientras era rodeado por los firmes brazos de kanda, devolvió el abrazo muy feliz.

Te quiero…te quiero mi estúpido moyashi- dijo el samurái con una voz tan suave y aterciopelada, que nunca había oído, por parte del japonés.- no te quiero….te amo.
Afianzo mas el abrazo soltando una pequeña risita a causa de la tensión que sintió en el cuerpo del enano cuando le dijo no te quiero.
Yo también te amo Bakanda- dijo Allen por demás feliz.
Notas finales:

Dejen reviews pliz


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).