Mi líder, ¡cómo me gustas! por NyanNyan

Capítulo 1. Desierto Lamakan

El calor era insoportable. Lo único que querían hacer estos cuatro héroes era llegar de una vez por todas a la bendita salida del desierto en el que se encontraban caminando, un desierto llamado Lamakan, cuyo calor los estaba matando poco a poco.

- Agh… Este desierto es mucho más caliente de lo que imaginé. –se quejó un chico pelirrojo de ojos color castaño rojizo llamado Garet.

- Hay que seguir caminando, creo que ya no falta mucho… –informó Isaac, quien desde un inicio se había convertido en el líder de aquellos héroes.

Isaac era bastante apuesto, era alto, tenía cabello rubio y unos hermosos ojos azules muy brillantes que le recordaban, a cualquiera que los viera, el color del cielo.

Después de caminar por lo que les parecieron horas, llegaron finalmente a una cueva, la cual sin duda alguna los sacaría del desierto.

Mary, una linda chica de largo cabello azul y ojos de color verde azulado, quien también acompañaba a Isaac y a los demás en su viaje, sonrió al saber que muy pronto iban a poder salir del desierto Lamakan.

- ¡Bien! –exclamaron Mary, Isaac y Garet muy emocionados, pues en serio que ya querían salir de ahí.

Sin embargo, el menor del grupo, Ivan, se quedó callado. Tuvo un mal presentimiento…

- Eh… Chicos… –habló el rubio de ojos violetas con voz suave.

Muy tarde. Un fuerte ruido se escuchó, y un monstruo gigantesco apareció frente a los cuatro héroes. Cuerpo grande y rojo de león, cabeza humana con cuernos, cola de escorpión, alas de dragón… Definitivamente una mantícora.

- ¡Prepárense! –dijo Isaac desenfundando su espada.

Todos los demás imitaron a su líder, también sacaron sus armas y tomaron su posición de combate. ¡La batalla contra ese monstruo estaba a punto de comenzar! Es cierto que estaban cansados por haber caminado tanto, luchado tanto, y soportado tanto calor… Pero si realmente deseaban salir del desierto, tenían que derrotar a la extraña y enorme criatura primero.

Isaac no dudó en atacar. Se acercó rápidamente con su espada, dio un gran salto y logró hacerle una muy buena cortada a la mantícora en la frente.

Después, Ivan atacó junto con su Djinn Smog, dándole un fuerte golpe a la mantícora, y encima, dejándola con la vista nublada.

Mary se movió inmediatamente después de eso, utilizó su psienergía Ola de Frío, generando así un frío muy fuerte contra el monstruo. Fue una muy buena idea, pues la mantícora se vio realmente afectada con ese ataque.

Garet, al igual que Ivan, se concentró y pidió la ayuda de uno de sus Djinn. Forge no se tardó nada en aparecer, y les regaló a todos los héroes más fuerza en sus ataques, para poder acabar más rápido con la enorme mantícora.

- ¡Cuidado! –gritó de repente Isaac.

Su enemigo había comenzado a lanzar espinas venenosas, las cuales sin duda las dejarían incapacitados por un tiempo. Tiempo suficiente para ser devorados por el monstruo.

Isaac, Garet e Ivan lograron esquivar las espinas con gran agilidad. Mary casi es alcanzada por una de las espinas, pero afortunadamente saltó a tiempo y no le ocurrió nada malo.

Isaac convocó a su Djinn Flint, y juntos, le dieron a la mantícora un fuerte golpe, tan fuerte que hasta podría partir de las piedras más duras y resistentes. La criatura retrocedió un poco después de recibir el golpe, rugió en dolor y furia, y se lanzó contra Isaac.

Justo en ese momento, Garet e Ivan actuaron rápido. Garet convocó a Corona, dándole mayor habilidad de evitar los ataques a todos sus compañeros. Ivan convocó a otro Djinn, a Breeze, que envolvió a todos en su poder y les otorgó más resistencia contra los ataques del enemigo.

Mary usó su psinergía otra vez. Usó Deseo, y así, todo el equipo recuperó sus fuerzas al instante.

- Acabaremos de una vez por todas con esta cosa… –dijo Isaac.

- ¡Sí! –exclamó Garet.

Atacaron con todo su poder a la mantícora, la cual se debilitaba cada vez más y más.

Después de unos minutos luchando, parecía ser que la mantícora ya no podía más. Los héroes se alegraron, ya todo había terminado, según ellos. Pero, de repente, la criatura soltó un fuerte rugido y atacó con sus garras a Ivan, utilizando sus últimas fuerzas.

Pero, Isaac llegó justo a tiempo para empujar a Ivan y alejarlo del peligro. Ivan cayó algo lejos, pero se salvó del zarpazo. Sin embargo, Isaac ya no alcanzó a moverse y ponerse a salvo, así que recibió el impacto por Ivan.

- ¡Isaac! –gritaron todos muy asustados.

La mantícora ya no pudo hacer ni un movimiento más, cayó inconsciente, e Isaac también cayó al suelo, con su hombro sangrando por la herida que el monstruo le había provocado.

Ivan se levantó y fue el primero en correr rápidamente hacia Isaac. Al ver a su líder herido, tuvo que jugar el papel de fuerte, evitando derramar las lágrimas que se habían formado en sus ojos. Tenía que esconder de alguna manera todo lo que sentía en ese momento.

- ¿Por qué haces esto, Isaac? ¿Es porque soy menor que ustedes? ¿Me consideras más débil?

Ivan estaba triste y preocupado por Isaac, pero parecía que estaba enojado por el tono de voz que había utilizado. Sentía que no había hecho nada en la batalla por ayudar a los demás, después de todo.

- No, ¡no! –Isaac de inmediato trató de explicarle– No es nada de eso, Ivan. Por favor escúchame.

Isaac recuperó su aliento y se levantó adolorido, resistiendo las ganas de quejarse.

- ¡Ya me harté! –gritó una vez más Ivan en un tono de voz fuerte, que nadie antes había escuchado salir de la boca de éste– ¡Mira! ¡Mira lo que te pasó! ¡Y todo es mi culpa!

El rubio señaló la herida del otro. Mary entonces se acercó lentamente a Ivan y colocó una mano sobre su hombro antes de hablarle con voz tranquila y llena de comprensión.

- Ivan, Isaac se preocupa mucho por ti, ¿sabías eso?

Nadie notó el leve color rojo que se apoderó de las mejillas de Ivan al escuchar esas palabras, a excepción de Mary, quien estaba más cerca. La chica sólo le sonrió. Al parecer ella era la única que podía notar fácilmente que Ivan estaba enamorado de su amigo Isaac, y lo aprobaba, pues a ella en verdad le parecía algo muy lindo.

Ahora sólo faltaba descubrir qué era lo que Isaac sentía por él en realidad.

- Lo siento, Isaac. –se disculpó el menor, aún algo sonrojado– Me molesta ser muy débil.

- No eres débil, Ivan. –le sonrió el rubio de ojos azules– Y yo… Yo también lo siento, sólo quería protegerte.

El sonrojo de Ivan creció todavía más cuando escuchó eso. Isaac pidió a Garet y a Mary que siguieran juntos para no tener que soportar el calor del desierto ni un momento más, Ivan y él ya los alcanzarían después. Sería algo rápido. Los otros dos salieron corriendo rumbo a la cueva, entre más pronto estuvieran lejos de ese calor infernal, mejor.

- Ivan…

- ¿Sí?

- Gracias por estar con nosotros, en verdad eres un chico muy fuerte, y muy valiente.

- Yo… –comenzó Ivan– Lamento mucho haberte gritado, no debí hacerlo. Espero que me puedas perdonar.

- Descuida. No hay nada que perdonar.

Isaac colocó su mano sobre el hombro de Ivan y le dedicó una sonrisa sincera. Ivan respondió al gesto levemente, y después, sacó valor de sí mismo para atreverse a abrazar a su líder.

El rubio más alto se sorprendió mucho por aquella acción, pero no le disgustó para nada. Acarició un par de veces el suave cabello de Ivan, y diciendo que lo mejor sería alcanzar a Mary y a Garet, para que la primera ayudara a curar su herida, se separaron.

Continuará...