El timbre que anunciaba la hora de salida sonó, cuando le profesor dijo “pueden salir” todos en el aula se levantaron de un salto para salir prácticamente corriendo, aquel doncel de ojos tan azules como el cielo veraniego, cabellos algo largos tan rubios como el sol, cuerpo pequeño y delicado, salió con cuidado de no ser golpeado, empujado o pisado por alguno de sus desesperados compañeros, al estar afuera suspiro mientras llevaba una de sus pequeñas manos hacia su cabellos, eso si que era un caos, aquel chico era Naruto Namikaze Hatake, hijo de Minato Namikaze y Kakashi Hatake, ambos dueños de la empresa Namitake la cual era una fusión de las empresas de ambos progenitores. A simple vista todos podían decir que Naruto era el típico adolescente, calificaciones regulares, tenía amigos, salía los viernes a divertirse, tenia momentos buenos, tenía problemas… pero no era todo tan sencillo, el rubio doncel ocultaba más de un secreto, sus noches no eran tan tranquilas como deberían serlo, para el, las noches eran un infierno, o al menos algunas de ellas si lo eran, las pesadillas siempre lo acosaban recordándole una y otra y otra y otra vez el rostro de aquella persona, la persona que le había desgraciado la vida… tembló un poco, momentos después suspiro nuevamente esta vez de alivio cuando por fin la persona a la cual esperaba , kiba inuzuka, un chico de ojos y cabellos de un lindo tono café claro, piel levemente morena con unas marcas extrañas pero a la vez adorables en forma de triángulos rojos invertidos, doncel al igual que el aunque fuera unos centímetros más alto que el, se conocían desde el kínder y siempre habían sido buenos amigos, para fortuna de Naruto en todos los años que llevaban estudiando siempre les había tocado en el mismo salón, mientras salía kiba hacia una exagerada interpretación de su intento titánico por salir, el rubio rio ante aquello, su amigo era increíble, kiba sonrió para después recobrar la compostura y posarse a lado de su rubio amigo para así ambos empezar a caminar hacia la salida
-Te digo Naruto! Un día de estos van a terminar matándome! Parecen animales –suspiro con fastidio mientras miraba al cielo.
-Ja! Tengo que recordarte que hasta hace poco tu eras como ellos ttebayo? -sonrió divertido mientras miraba de reojo a su amigo el cual se sonrojo levemente y tosió como excusándose.
-Eso es… diferente hump!
-Bah! Esa ni tu te la crees
-Torpe!
-Tonto ttebayo!
-uff… si no fueras mi amigo
-Oh ya cállate!
Ambos empezaron a reír, al llegar a la salida cada uno tomo rumbos distintos, se despidieron con un beso en la mejilla y una sonrisa, el rubio empezó a caminar hacia un lugar más alejado de donde se encontraban el resto de sus compañeros, se quedo parado frente a un pequeño puesto de comida rapida que ahí había, se mordió el labio con fuerza cuando el olor de la comida impacto contra sus narices, no, no debía ceder, no ahora, no podía! Pero el olor de la comida lo llamaba, se llevo una mano al estomago al sentir un pequeño dolor en el, apretó los ojos tratando de apaciguar ese dolor que sentía, CONTROL NARUTO! debes tener control!... giro el rostro y se topo con su reflejo, lo miro con los ojos abiertos de par en par, aquella imagen distorsionada y deforme no podía ser el, sintió una inmensas ganas de llorar, aquel chico en el cristal no era él, no podía ser el. De su mochila saco su Ipod touch, regalo de su abuelo jiraiya, se puso los audífonos y ajusto el volumen para así poder escuchar cuando su transporte llegara por él, cuando ya lo tuvo echo le dio play y pronto una melodía empezó a sonar.
The lights go out all around me
One last candle
Las luces se apagan a mi alrededor.
Una única vela
to keep out the night
And then the darkness surrounds me
se mantiene encendida en la noche.
Y entonces, la oscuridad me rodea.
I know I'm alive
But I feel like I died
And all that's left
is to accept that it's over
Sé que estoy viva,
pero me siento como si estuviera muerta.
Y todo lo que queda
es aceptar que todo se ha acabado
My dreams ran like sand
through the fists that I made
I try to keep warm
but I just grow colder
I feel like I'm slipping away
Mis sueños se escaparon
como la arena en mis manos.
Trato de mantenerme caliente,
pero el frío aumenta.
Me siento como si estuviera huyendo…
Pronto el rubio se dejo llevar por la melodía & empezó a cantar dejando escuchar un suave y dulce voz, reflejando sentimiento en cada una de las palabras salidas de entre sus labios.
After all this has passed
I still will remain
Después de que todo esto haya pasado,
recordaré todavía,
After I've cried my last
There'll be beauty from pain
Después de haber llorado por última vez,
que existe la belleza tras el dolor.
Though it won't be today
Someday I'll hope again
And there'll be beauty from pain
You will bring beauty from my pain
Aunque no sea hoy,
algún día volveré a tener esperanzas.
Y habrá belleza tras el dolor.
Traerás la belleza desde el dolor.
Antes de poder continuar el claxon de un auto lo regreso a la realidad, rápidamente se tallo un poco los ojos y miro hacia su izquierda, una elegante limosina negra estaba estacionada unos pasos más adelante de él, se quito los audífonos y apago el ipod, camino hacia la limo mientras el chofer le abría la puerta, aquel chofer era un hombre de 40 años de nombre Rafael, de cabello castaños, piel blanca y ojos verdes, desde que conocía a Naruto lo había cuidado y querido como a su propio hijo, el rubio aventó sus cosas dentro para después entrar el e indicarle que cerrara la puerta nuevamente.
Mientras el auto estaba en movimiento se mantuvo callado mientras miraba fijamente por la ventana, había ganado, había soportado la tentación de estar justo frente a aquel puesto de comida, había sido difícil pues aun recordaba lo deliciosa que era, se felicito a si mismo mientras una sonrisa se posaba en sus hermosos labios, pronto lo lograría, pronto la limosina paro, el chofer nuevamente salió presuroso a abrir la puerta y ayudar a bajar al rubio, Naruto miro el lugar frente a el centro comercial, sonrió y giro sobre sus talones a ver a su chofer.
-Vamos Rafael, quiero comprar algunas cosas y quiero que me ayudes ttebayo –seguidamente le dedico una de sus radiantes sonrisas, Naruto quería mucho a Rafael, había sido su chofer desde que cumplió 8, era como un segundo padre para el
-por supuesto señorito Naruto –Rafael le sonrió de manera paternal para después llevar una de sus manos hacia los cabellos del joven doncel para despeinárselos un poco logrando así que el menor riera ante aquel gesto de cariño.
Entraron a aquel enorme centro comercial, el rubio caminaba algunos pasos delante de su chofer, pronto llegaron a una de las tiendas favoritas del rubio “Mango” entro rápidamente seguido de Rafael el cual echaba uno que otro vistazo a las cosas que se exhibían, el rubio busco y rebusco por todos lados todo tipo de ropa, cuando hubo juntado varias prendas miro a Rafael y le sonrió nuevamente
-Espérame aquí sí?
-Claro señorito
-Rafael ya te dije que me digas Naru o Naruto ttebayo! –hizo un pequeño puchero mientras inflaba los cachete viéndose tierno a lo cual el mayor rio levemente y le revolvió los cabellos una vez más.
-De acuerdo Naru-chan –le sonrió a lo cual el menor respondió con otra sonrisa aun más grande.
El rubio corrió hacia los probadores y después de que la encargada le diera su ficha entro rápidamente, se despojo de su ropa quedando solo con su prenda intima y empezó a medirse aquella ropa la cual… le quedaba apretada, chica & algunas no le cerraban. Siempre hacia eso, agarrar ropa dos tallas más chicas que la propia, el era talla 4, se miro en aquel espejo de cuerpo completo, se mordió el labio al tiempo que sus ojos se llenaban de lagrimas, se llevo una mano a la boca cubriéndola al sentir que un fuerte sollozo saldría de ella al tiempo que las lagrimas empezaban a caer de sus hermosos zafiros, se agacho hasta quedar de rodillas en el piso, levanto la vista nuevamente para verse en el espejo durante unos segundos los cuales se le hicieron eternos se reprendió mentalmente, no podía derrumbarse, tenía que ser fuerte, llevo sus temblorosas manos hacia su rostro y se seco las lagrimas mientras se ponía de pie, empezó a echarse aire en los ojos para que al salir, nadie notara lo rojo de sus ojos, suspiro mientras se ponía su máscara, sonrió y tomo la ropa esparcida en el piso y salió. Le devolvió casi todo a la encargada a excepción de unos hermosos shorts de mezclilla los cuales le llegaban hasta la mitad del muslo.Camino hacia Rafael el cual ya lo esperaba.
-Como le quedo la ropa señorito?
-Perfecta como siempre -mintió.
Después de pagar se encaminaron nuevamente hacia el auto, mientras caminaban Naruto pudo observar que en el edificio de enfrente había un cartelón donde salían un chico de piel blanca, cabellos azules y ojos dorados, era delgado, quizás un poco más que el mismo Naruto, exhibía un nuevo perfume carolina herrera. El rubio apretó la bolsa de su compra entre sus brazos, aquel chico era un thinspiration, verlo… le recordaba por que hacia lo que hacía, suspiro y cuando estuvieron frente al auto no dejo ni que Rafael tomara la manija de la puerta pues el ya había entrado y ya estaba cerrando, el mayor se quedo algo extrañado con la actitud del menor pero simplemente negó levemente con la cabeza mientras suspiraba, subió al coche nuevamente y arranco.
Después de un rato llegaron a una hermosa mansión, pasaron la reja principal y de ahí quedaron justo frente a los escalones que daban a la enorme puerta principal, Rafael ayudo al rubio a salir del auto para después tomar la bolsa de su compra y acompañarlo hasta la entrada en donde le abrió la puerta de manera educada, aquella casa era un paraíso, los acabado estilo barroco en los techos, los pilares de mármol y la hermosa decoración, todo era perfecto, una de las sirvientas se acerco a el mientras lo ayudaba con su mochila y la bolsa donde se encontraba su nueva adquisición.
-Señorito sus padres están en el comedor esperándolo
-Encerio? –pregunto bastante sorprendido, muy pocas veces sus padres podían ir a casa y cenar con el, puso su cerebro a trabajar, no seria nada fácil aquello.
-Asi es, quiere que les diga que cenara con ello o… prefiere que llevemos su cena a su habita..
-No te preocupes, cenare con ellos
-Como diga señorito
Aquella sirvienta hizo una reverencia para después salir rumbo al comedor, el rubio subió a su habitación rápidamente, al llegar se deshizo de su ropa y la cambio por unos pants entubados y una ombliguera, ambas de color blanco con pequeñas lunas plateadas, se calzo las pantuflas de zorrito naranjas y salió rumbo al comedor y al llegar pudo observar a sus padres, Minato Namikaze, hombre de 38 años recién cumplidos y bien llevados, era igualito a Naruto solo que tenía el cabello un poco más corto, si no fuera por eso y porque no tenía las marcas en las mejillas podrían pasar a ser gemelos idénticos, a su lado se encontraba su oto-chan o oka-san, Kakashi hatake, hombre de 34 años de piel blanca, cabellos plateados y unos hermosos ojos negros. Sonriente corrió hacia ellos siendo recibido por los brazos de su oto-chan el cual le lleno el rostro de besos.
-oto-chan! Te e extrañado muchísimo -& no mentía.
-Lo se mi cielo, también te e extrañado muchísimo –Kakashi separo a su hijo un poco de el para así dedicarle una hermosa sonrisa a la cual el menor respondió con otra sonrisa
-Moo! Que yo no existo? Acaso no hay amor para mi?–Minato se cruzo de brazos mientras hacia un pequeño puchero igualito a los que hacia Naruto, papi e hijo miraron al rubio mayor y rieron, Naruto se lanzo sobre su padre mientras sonreía a lo cual Minato rio levemente para así estrechar el pequeño cuerpo de su primogénito contra su pecho.
-Hehe claro que no papa! Sabes que también te amo dattebayo! –le sonrio de manera zorruna al tiempo que depositaba un pequeño y tierno beso en la mejilla de su padre.
-Mi pequeño, también te amo hehe ahora sienta, cenemos –le revolvió los cabellos de manera tierna, Naruto se levanto del regazo de su padre y camino hasta su asiento, pronto la comida fue servida, la familia dijo un “itadakimasu” para después empezar a comer… a excepción de cierto rubio, mientras minato y kakashi se concentraban en ingerir los alimentos el simplemente observaba la comida mientras con sus manos apretaba el asiento de la silla, kakashi al percatarse de que su joyita no comia paro de ingerir alimentos para asi mirar al menor.
- Mi joyita por que no comes? –ante aquello Minato también paro de ingerir sus alimentos para así mirar a su esposo primero y después a Naruto el cual algo nervioso respondió.
- P-Pues… es solo que no me siento muy bien ttebayo
- Hijo tienes que comer aunque sea un poco –Minato miro algo serio a su hijo al igual que kakashi, Naruto apretó con más fuerza el asiento, rayos! Aquello no estaba bien.
-Pero papa estoy…
-Pero nada, de aquí no te levantas hasta que ingieras algo de comida y es mi última palabra Naruto Namikaze Hatake, ahora come –después de eso Minato empezó a comer una vez más aunque esta vez miraba de reojo a su hijo para asegurarse de que comiera, kakashi suspiro mientras también empezaba a comer una vez más.
Naruto se mordió el labio y maldiciéndose internamente comenzó a comer, se llevo un trozo de pollo a la boca el cual saboreo y mastico 40 veces, contadas, al terminar lo trago y así continuo comiendo, pequeños bocado aunque algunas veces eran grandes para así despistar a su padre el cual continuaba mirándolo de reojo, después de un rato, finalmente vio a sus padres terminar de comer, observo su propio plato el cual no estaba ni a la mitad.
-Bien… me iré a descansar, buenas noches oto-chan, oto-san –dicho esto se levanto sin siquiera despedirse dejando a sus padres algo sorprendidos por eso y por que el plato de su hijo seguia casi intacto aunque segundos después le restaron importancia pensando que era porque su hijo realmente se sentía mal. Naruto corrió escaleras arriba hacia su cuarto, al llegar no se molesto en encender la luz, paso de largo hasta llegar a su baño, inmediatamente cerro con seguro y se paro frente al lavabo y miraba su reflejo en el enorme espejo que colgaba de la pared. Se inclino levemente hacia adelante y seguidamente llevo una de sus manos hacia su boca, introdujo 2 dedos en ella y durante unos segundos se mantuvo urgando en ella y picando su campanilla, momentos después los saco rápidamente para así dar paso al vomito, segundos después repitió la acción hasta que vacio su estomago como siempre lo hacía, levanto la mirada para verse una vez más en el espejo, se observo, su rostro algo sudoroso y los ojos rojos con pequeñas lagrimas a punto de salir gracias al vomito, se puso firme y llevo una de sus manos hacia su reflejo como si lo acariciara.
-Naruto… no debes darte por vencido, lograras tu objetivo, tienes que lograrlo… pronto todas las miradas posadas sobre ti serán de admiración y respeto… muy pronto lograras ser perfecto- Se enjuago la boca varias veces mas no se cepillo los dientes eso solo haría que el esmalte y brillo de sus dientes se perdiera, salió del baño y a ciegas camino hasta la enorme cama la cual era a diferencia de las demás, redonda, tenía un mosquitero blanco con negro, lo abrió para así entrar sin necesidad de enredarse en el y antes de cerrarlo nuevamente del buro junto a su cama saco un listón de color rojo y lo ato a su muñeca, después de eso se acomodo mejor entre las almohadas y las finas sabanas de seda.
-Nadie dijo… que esto seria fácil –susurro para después caer dormido completamente, pronto empezó a soñar, soñaba que todos lo alagaban por su hermoso aspecto, que todos quedaban hipnotizados al verlo pasar y todo eso, se lo debía a sus grandes amigas… ana & mia.
“Por que nadie dijo que ser una princesa fuera fácil.”
Continuara…