No logro hablar
No puedo ver
¿Por que estará
Tan fría mi piel?
Aun puedo sentir. Aun puedo sentir. A pesar de que no puedo gritar o incluso moverme. Lo malo es que no recuerdo cómo fue que llegue a aquí. O porque me siento tan mal. Desearía poder levantarme, pero mi cuerpo pesa y no parece querer obedecerme.
La risa infantil
De un niño al jugar
La puedo oír
En mi oscuridad
Algo carmín
Me empieza a empapar
Ahora lo entiendo. Muerto estoy. Las lágrimas nunca más llenaran mis ojos. La tristeza se ha desvanecido, solo queda una pregunta.
¿Quién me asesino?
Creí que sería feliz. Al final de mi vida tendría una recompensa por todo el dolor, el sacrificio y el amor que supe entregar; sin embargo, me encuentro con que este es mi termino. Sin nada de especial. Ni siquiera recuerdos. Los pocos que tengo los atesorare con fuerza. La sonrisa de Greta, el calor de mi madre, el aroma de Gwenldal, las caricias de Conrad, pero por sobre todo, el sabor de tus besos.
No fue hace mucho. Pienso, mientras veo la sangre salir de mi costado.
No logro hablar
No puedo ver
Mis ojos están abiertos y puedo ver a mí alrededor, es un lugar triste para yacer por la eternidad. Parece un pantano, el lodo del terreno me lo dicen, los árboles están demasiado anchos y las lianas que cuelgan de ellos impiden incluso que un leve rayo de sol entre. No puedo saber si es de día o de noche.
Ahora es más oscuro que antes. Estoy solo. Como siempre ha sido.
Las pisadas de alguien acercándose me sobresaltan. Aunque no pueda concebir miedo, me coloco incomodo. Porque no logro ver de quien se trata. Me toma de los brazos y me arrastra lejos. Ha sacado algo de su chaqueta. Lo escucho cortar. Y ni eso duele ya.
¿Dónde estarán
Mis brazos, mis pies?
¿Porque estará
Tan fría mi piel?
Quisiera sentir
La calidez
De la lluvia en mi piel
Puedo ver mi cuerpo, supongo que ahora solo soy lo que quedo de mi espíritu, porque hasta el descanso eterno se me prohibió. Mi alma aun conserva una duda.
¿Quién me asesino?
Miro a la luna que se encuentra lejos de mí. Y sin embargo ahora parece tratar de susurrar un consuelo. Si mucho éxito porque llano tengo lagrimas que derramar y el tiempo ha pasado lo suficiente mente rápido para que olvide lo poco que aun guardaba en mi memoria.
Puedo escuchar a los niños jugar
Sus risas sobre mi tumba.
Vagar
En todo el mundo y llorar…
El lugar en donde estoy enterrado es un sitio ajetreado, sin embargo nadie se imagina que estoy abajo. A veces creo ver alguien conocido, pero así como llega se va. Ya no evoco nada. Continúo aquí sin poder irme, es imposible para mí responder a mi pregunta.
No logro hablar
No puedo ver
Los años pasan sin sentido, los días son todos iguales y me conformo con poder observar y de vez en cuando corretear con los chiquillos. Aunque ellos no me puedan ver.
Me pregunto si de niño tuve esa misma sonrisa despreocupada en mi rostro.
Hasta eso he relegado. Como fui en vida. Quien fui en vida. Pero lo que más lamento no conserva tu aroma en mí. Ni el nombre de ese “TU”. Porque incluso eso se desvaneció.
¿Porque estará
Tan fría mi piel?
Quisiera sentir
La calidez
De la lluvia en mi piel
Y la pregunta se repite una y otra vez manteniéndome aquí.
¿Quién me asesino?
-¿Quieres jugar? -me sorprende que alguien me hable.
-¿Me estás hablando a mi? -contesto esperando que alguien más salga de detrás mio.
-Claro, siempre estás aquí pero nunca juegas. -este niño me trae un extraño sentimiento. El color de sus cabellos y ojos me entristecen.
-¿Cómo te llamas? -tal vez si escucho su nombre recuerde porque me duele el pecho.
-Yuuri…
Fin