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Recuerdo que era de color rosa por Irie Ryuen

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Notas del fanfic:

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Notas del capitulo:

Estos presonajes son de creación propia, no busco lucrar con nada de lo que publico, sólo espero que les guste y que comenten (no es a fuerzas) para saber si opinion, cualquiera se vale, sea positiva o negativa.

 

 

Recuerdo que era de color rosa

 

Se oye la lluvia que cae suavemente en las ventanas del departamento, el olor llega a tú nariz, es delicado y delicioso, aspiras gradualmente, no hay nada mejor que ese olor…

 

Te recargas en la pared, tienes un libro en la mano, lo hojeas, es un libro espectacular, tu mamá te lo regalo años atrás, te encanto tanto que es la 3º vez que lo lees, quedas maravillada.

 

Estas sentada en el suelo de madera fina del departamento, recargada en la pared, llevas puesto unos jeans azul marino, una camisa blanca de manga corta y elegante, con unas sandalias, tu cabello esta recogido en una coleta de caballo; suspiras, volteas la mirada a la ventana y observas la calle, no ha parado de llover en un largo rato; es el último día que pasas en ese departamento, ya todas las cosas están en tu nueva casa, tu familia a ido a dejar lo ultimo que quedaba a tu nuevo hogar y te has quedado en el departamento un rato a esperar su regreso, ya que, ya no había espacio para ti en el auto, pero… no estás sola, hay alguien más contigo y es nada más y nada menos que a quien tú amas. Así es, ella se ofreció a ayudar en la mudanza, tu insististe en que no lo hiciera, pero te puso una cara tan adorable que no pudiste evitar sonrojarte y ceder a todo lo que te pidiera, desde hace largo tiempo ella y tú se han vuelto a hablar después de un tiempo de haberse peleado, la amas, la quieres y la deseas, quieres hacerla tuya para siempre, pero temes que ella te odie por ello, así que sólo te limitas a verla, ella y tú… están solas.

 

Insistió en darte una mano, limpiando una de las paredes de tu antiguo cuarto, pero casi te muerde en tu intento de detenerla, así que mejor prefieres mantener cierta distancia, no te acercas al cuarto donde se encuentra, pero sabes que están en el mismo lugar, tratas de contener tus ganas y deseos de entrar en ese cuarto y poseerla en el instante, ella es adictiva y…

 

-Deliciosa…-dices mientras pasas tu lengua ligeramente por los labios, en señal de apetito.

 

Te das una pequeña cachetada, ese pensamiento no ha sido el correcto, no es que detestes los pensamientos de ese tipo, es sólo que el pensar así siempre… te hace terminar queriendo más, así que tratas de despegar tu mente con la lectura, parece que funciona, pero aun así, ella esta sola contigo y tu mayor castigo es no poder tocarla como deseas.

 

Ya has terminado otra vez el libro y ella sigue en aquel cuarto, te desesperas, no sabes que hacer con tu tiempo, con la lluvia es casi imposible que tus padres vuelvan por ti, sales al balcón, te cubre el techo que tiene, pero te llega la brisa, la sientes en tu mejilla, en tu rostro, recorriendo tu cuerpo, te pierdes en ese toque, tratas de imaginar que es ella quien te toca, da igual, es sólo tu imaginación, ni en mil años, ella te tocaría así.

 

-Ni en mil años…-te repites a ti misma, dándote cuenta de esa realidad.

 

Una pequeña lágrima resbala por tu mejilla, pero se confunde como una gota de agua en tu rostro, así que no la ocultas para nada, te recargas en el barandal, respiras hondo, mientras cierras los ojos imaginando estar en los brazos de quien amas, imaginando como sería tocar esa suave piel, ser dueña de esos ojos que tanto amas, te repites a ti misma una y otra vez que no esta bien lo que piensas, terminaras queriendo más… pero sabes que no puedes llegar a nada más que un simple “hola”, te das topes en la cabeza de coraje y te preguntas a ti misma si eres estúpida o idiota, por no decirle lo que sientes y más ahora que están solas, que ella esta sólo para ti, ya tienes la respuesta.

 

-Soy una idiota-dices mientras bajas la cabeza en señal de derrota.

-¿Quién es idiota?-pregunta una suave voz, justo atrás de ti, esta persona te rodea con los brazos por la cintura, reconoces esa voz, es la de ella, te esta abrazando.

 

Al principio te congelas, no puedes creer lo que esta pasando, pero estas feliz, por fuera pareces un bloque de hielo, pero por dentro… te mueres de la felicidad, quieres que te toque más, pero con esta sensación es suficiente así que ya no imaginas más cosas. Nunca llegaste a imaginar que te tocara así, tal vez te imaginaste un simple abrazo por los hombros, no que te tocara así.

 

-Yo, soy una idiota que se enamoro y que no puede hacer nada-respiras resignada

-Sí… en verdad eres idiota-dice triste dando un pequeño suspiro.

 

Con su comentario sentiste como si te hubieran aventado un balde de agua fría o como si muchas flechas te hubieran atravesado el cuerpo, no fue el mejor comentario que has recibido en tu vida, pero aun así te contienes lo suficiente como para detenerte y evitar darle un buen golpe, tomas con tu mano su mejilla y se la jalas como castigo, ella se zafa e inmediatamente se soba la mejilla emitiendo un pequeño gemido, pone una cara tan tierna al sobarse que no puedes evitar sonrojarte y bajar un poco la cabeza.

 

-Es tan tierna-te dices a ti misma, mientras sientes como ella te abraza aun más fuerte sin lastimarte, la rodeas con tus brazos protectores y ven el paisaje de tu ventana.

 

A pesar de ser un día lluvioso hace calor, pero como tienes ropa ligera y fresca no lo sientes, pero ella sí, trae unos pantalones de mezclilla azul marino ligeramente acampanados, con un par de tenis blancos, una playera de manga larga y cuello de tortuga color negro y el cabello suelto y ondulado.

 

-¿No tienes calor con eso puesto?-preguntas inocentemente en tono burlón, mientras notas como ella comienza a sudar-anda ve y cámbiate, ponte algo que te refresque-le dices para que al menos se quite esa playera que trae, es costumbre de ella que siempre traiga una playera o algo de vestir extra a donde quiera que vaya, un short u otra playera sería lo mejor para esta ocasión.

-Esta bien-a regañadientes se separa de ti, mientras camina como niña chiquita, mientras mete las manos en sus pantalones y camina de forma lenta y graciosa, como si quisiera patear el suelo, se ve tan adorable cuando hace sus berrinches-¿segura?-dice, antes de entrar a tú antiguo cuarto para cambiarse.

-Sí, estoy muy segura, cámbiate o te enfermaras con eso puesto-le sonríes de manera amable.

-Esta bien, pero esto es por que tú lo dices-dice mientras te sonríe alegremente y te giña un ojo, no has entendido el por que de ese gesto, pero te parece divertido y tierno, así que te sonrojas un poco, ella noto que te ruborizaste, así que lentamente se acerca a ti.

-Espérame-te besa en la mejilla, mientras te toma por el cuello suavemente y coloca una de sus piernas en tu entrepierna mientras que la otra se coloca en tu muslo, acerca lentamente su rostro al tuyo para darte un beso en el cuello y después te toma del mentón, tú ya no aguantas las ganas y antes que ella… la besas con gran pasión y delicadeza, por fin tienes el beso que tanto has deseado.

 

Ella responde a tu beso, de tal manera que ella termina teniendo completo control de cada movimiento tuyo, su beso es tan adictivo y delicioso, que sólo te preocupas en que se tengan que separar para tomar aire, eso es inevitable; cada parte de tu cuerpo la pide a gritos, prácticamente tienes su nombre escrito.

 

-Eres demasiado obvia, ¿sabías?-te dice mientras se detienen a tomar aire.

-Pero tú tienes la culpa-le sonríes-tú eres la culpable de que yo sea una idiota-te ríes y después la besas con ternura y delicadeza, ella responde a tu beso, ahora eres tú quien tiene el control de todo lo que esta pasando, pero… se separa de ti-¿qué sucede?

-Tengo que ir a cambiarme-dice con una mirada insegura-espera aquí-te voltea a ver y te dirige una mirada pervertida, que te ha dejado helada, pero muy feliz, no puedes ocultar tu gran sonrisita de tu rostro.

-De acuerdo-le dices mientras ella se acerca a ti y te da un beso en la mejilla-¿sólo eso?-te decepcionas.

-Golosa, pero no es todo… tengo más para ti-se mete a tu cuarto y te deja en la sala.

 

No puedes creer lo que ha pasado, hace tan sólo pocos minutos no podías tocarla por temor a que ella te rechazara, ahora te va a permitir de todo, la alegría esta muy presente en ti, tu cuerpo no sabe como reaccionar, prácticamente estas gritando de alegría en la sala, saltando de aquí para allá, pero tienes que mantenerte calmada o podrías arruinar todo, rápido buscas tu libro, lo tomas, te sientas y tratas de mantener tu mirada y el pensamiento en el libro, pero te es imposible, ella tiene la culpa.

 

El tiempo pasa, pero lo hace tan lento que te parecen años, comienzas a desesperarte, el miedo se apodera de ti, temes que en cuanto ella vuelva la riegues o cometas una tontería de la cual no te puedas arrepentir y ella termine odiándote o dejándote, temes que te deje, no quieres que te deje, no otra vez, te costo mucho que ella te volviera a hablar como para tirar todo a la basura. Estas en esa discusión interna cuando vez que ella asoma la cabeza por la puerta, la vez de reojo, pero inmediatamente volteas la mirada al libro, que por alguna razón lo estás sosteniendo al revés y no te has dado cuenta.

 

Ella avanza lentamente, puedes ver de reojo que sus pasos son lentos pero decididos, subes la mirada para ver que ropa se puso; tenis: ya no los está usando, viene descalza y de alguna manera eso te ahorro parte del “trabajo”, pantalones: los trae puestos; subes lentamente la mirada esperando que tal vez se haya cambiado la playera, pero… no sólo se la ha cambiado, ¡se la ha quitado! No trae nada puesto… salvo… su brasier, es de color... rosa; con encajes que a simple vista parecen ásperos y duros, pero eso es a simple vista, su cabello está suelto y brillante, camina como si estuviera bailando, contoneando el trasero, sabiendo de antemano que lo estas viendo.

 

La escena es simplemente impactante, la niña pequeña con la que hablabas hace tan sólo cinco minutos atrás ya es otra, su vestimenta y sus movimientos son tan provocativos que a pesar de que trates de fijar la vista en el libro como si nada, por dentro tienes una hemorragia nasal increíble, se te cae la baba, tu cuerpo no reacciona con nada, deseas tocarla, deseas hacer cosas malas con ella, cosas realmente malas, se acerca lentamente hacia ti, se mueve de un lado para otro con las manos atrás y viéndote a los ojos, te ve como tratas de esconder tu cara toda roja en el libro y se ríe de forma maliciosa. Aunque algo a lo que tu amada le falla un poco, es que a pesar de su aspecto físico tan maravilloso y por como es como persona, tiene… pechos pequeños, en verdad son pequeños, pero no puedes culparla tiene 16 años y aún no se desarrolla bien, aunque digamos que los tuyos ya tienen la talla que deberían de tener para tu edad, 17 apenas cumplidos; te parece divertido, pero aun así la amas más que a nadie en este mundo y odias estar sin su presencia, en verdad te embriaga. Ya llego hasta donde estas, se coloca sobre ti, mientras acaricia tu cabello y toma el libro, lo voltea y lo coloca en tus manos. Su cuerpo y el tuyo están colocados de una forma tan comprometedora que si alguien llegara a entrar por la puerta principal, no dudaría en que ustedes estaban haciendo “algo”.

 

-De esta forma se lee un libro-te dice mientras te acaricia la mejilla suavemente.

-¿Y quien dice que estaba viendo al libro?-le dices mientras la tomas del rostro-te estaba viendo a ti-la besas.

 

El beso se prolonga, el silencio es lo único que esta presente ahora, se separan para verse la una a la otra, se desean, se vuelven a acercar, ahora ella te rodea con sus brazos en tu cuello, mientras que tu lentamente subes tu mano por su cadera y cintura, saboreas cada momento, colocas tus manos en su trasero, mientras sigues subiendo por su espalda lentamente con movimientos circulatorios y suaves, ella lo disfruta, con cada movimiento que haces te besa con más pasión que antes, si creías que no podía darte más, te has equivocado, todo lo que tenga que ver con ella te mueve y te obliga a amarla aun más, ella es perfecta en todo. Sus manos lentamente comienzas a recorrer tu cuerpo y se meten dentro de tu playera recorriendo tu vientre y caderas; por otra parte, tú ya estas cerca de su brasier rosa, lo tocas no es áspero… es suave, pero más que nada tocas sus senos.

 

-Tienes pechos pequeños-le dices sin ninguna piedad, mientras ella sólo se congela y te enseña la lengua, mientras ella también toca los tuyos.

-Los tuyos son grandes-te dice maliciosamente.

-¡Oye, son míos!-tratas de defenderte en vano, pero con razón.

-Pero ahora tienes que compartir-se vuelve a reír.

-Cállate y bésame-le dices mientras la observas lentamente comiéndotela con la mirada.

-Como usted ordene-te besa apasionadamente.

 

Es un momento tan maravilloso y glorioso en tu vida, que rezas por que no se acabe, recorres su cuerpo como si fuera un tesoro, te la comes con la mirada, mientras la devoras a besos, ella tampoco se queda atrás, ya te ha logrado quitar la playera, pero quiere más y tú quieres más, quieres tocarla, quieres amarla y decirle que lo suyo es para siempre y sincero, no hay nadie mejor que ella, nadie… sus manos son largas y delicadas, sus movimientos suaves y muy bien coordinados, que con el simple toque te vuelves loca.

 

De tan sólo recordar todo lo que paso esa noche, te sientes tan bien que aunque repruebes cualquier materia, te vaya mal en el día o te muerda un perro, nada te va a hacer sentir mal nunca más, no puedes evitar recordar ese pequeño brasier de color rosa, que “de casualidad”, está en tu nueva recámara, ahora sólo te preguntas de qué color será el siguiente.

 

Ella y tú, apenas van por su primera semana de pareja formal.

 

Ella es Helen Contreras Amador y tú, Alexandra Mancuera Martínez.

Notas finales:

¿Les gusto? ¿Les desagrado? Bueno, les doy las gracias por haberse tomado el tiempo de leer mi historia, como les había dicho antes, no espero lucrar mi historia y repito. LOS PERSONAJES SON DE CREACIÓN PROPIA. Aunque esto es un one-shot, si la pareja les gusta y quieren saber la razón de haberse peleado, pues podría escribir más, pero eso se los dejo a su criterio, gracias por leer mi historia.

Irie Ryuen

¿Cómo se nota que soy nueva en esto verdad?


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