Recuerdo cuando entro aquel chico nuevo, aquel del que te quedaste prendado, era rubio y pequeño, con labios rosas y “besables” como tú me solías decir, aquel por el cual prácticamente te quedabas sin aire, te derretías y yo como buen amigo siempre dándote esperanzas, siempre animándote para que tuvieras el valor de declarártele, siempre estando a la sombra viendo por ti regalándote cada una de mis sonrisas.
Recuerdo una vez en que nos embriagamos a más no poder o mejor dicho tú te embriagaste esa noche, fue la mejor y la peor que pase en toda mi vida…
Flash back
-Ahh…ahhh…-
No podía dejar de gemir por más que quisiera, siempre había ansiado por este momento y aunque estuvieras perdido entre el alcohol realmente no me importaba, quería sentir aún más, sentir como tus manos recorrían mi cuerpo haciendo que este tiritaba, me volvía loco el pensar que aquel que te hacia jadear y excitar de tal manera en este momento, solo en este momento era yo, no sabía en que momento tu habías empezado a besarme, a acariciarme, me estrechabas contra tu cuerpo y mi conciencia se perdía cada vez más quería que me hicieras tuyo, solo tuyo, al sentirte entrar de tal manera agresiva ni siquiera me importo el dolor que pretendía llenar todo mi cuerpo solo me bastaba saber que eras tú dentro mío aquel que ahora me hacia el amor, simplemente eso, más algo me despertó de aquel increíble sueño, como hubiese deseado que tus labios hubiesen dicho mi nombre, pero como dicen no todo lo que se sueña suele ser perfecto y de un momento a otro el sueño suele convertirse en una gran pesadilla y ahí estaba la mía; en ese momento no se me ocurrió mas que satisfacer mi sentimiento egoísta al hacerme creer que deseabas poseerme pero había llegado la hora en que todo aquello empezaba a desmoronarse.
-Ahh.. Ruki…ahh-
Gemías una y otra vez su nombre yo solo sentía como si me apuñalaran cruelmente una y otra vez en el mismo lugar, ¿Cómo no podías darte cuenta de que no era Ruki?, soy más alto, mi cabello es negro… “me quería morir”, no podía hacer nada simplemente me había quedado ahí dejando que me poseyeras sin poder dejar de gemir y jadear aun entre pequeños sollozos, maldecía a mi cuerpo que sentía todas aquellas sensaciones placenteras y me obligaba a quedarme ahí y que cuando todo hubo terminado solo me reaccionaba para quedarte viendo aun después de todo el dolor que sentía.
-Tan perfecto y doloroso nee… después de todo así es el amor-
End flash back.
Y hoy heme aquí aun a tu lado como líder de una de las mejore bandas de Japón The Gazette, tu como bajista, Ruki como vocalista y Aoi junto con Shima como guitarras todos formando una gran familia dentro de la banda.
Aun no te has declarado a Ruki aun después de todo el tiempo que ha pasado y yo simplemente estoy esperando a que te des cuenta de mi presencia, has pasado de cama en cama, pero al final siempre regresas a mí a este sofá dentro de estas cuatro paredes que pretender ser mi casa, llegas lloras y haces como si nada ha pasado, yo simplemente te sonrió no he podido llorar desde aquel dia en que por fin nos unimos aquel día que de solo recordarlo se me parte el corazón.
Pero un dia fue diferente llegaste y tocaste a mi puerta de manera desesperada más que las otras veces entonces me levante y corrí prácticamente a abrirte, tu me viste y me abrazaste con tal fuerza que por un momento mi corazón brinco de alegría y un sonrojo cubrió mis mejillas.
-Kai!... Kai!...-
Gritabas entusiasmado como un niño pequeño cuando su padre le acaba de dar un juguete nuevo, esa reacción sin duda me hizo sonreír,” es sorprendente como mi ánimo mejora si el tuyo también lo hace”.
-¿Que paso Reita? ¿Acaso ganaste una dotación de kit kats de por vida? – Bromeaba aun no sabía lo que estaba a punto de ser confesado por mi “amigo”.
-Algo mejor –
Dijiste sonriente y después me soltaste aquella noticia como si fuera una granada que amenazaba con explotarme en la cara.
-Ruki es mi novio-
Soltaste emocionado a lo cual yo solo quede por un momento anonadado y después un intento de sonrisa se formó en mi rostro, ¿debía de ser feliz por ti cierto?, sin darme cuenta como o cuando aún mientras sonreía mis lágrimas empezaron a correr por mi rostro, tu solo me viste con sorpresa yo simplemente no sabía cómo hacer para pararlas, maldita la hora en las que regresaron de nuevo.
-¿Kai?... ¿Estás bien?-
Susurraste preocupado, como iba a estar bien si el amor de mi vida marcaba una línea la cual jamás podría traspasar, si aquel por el que siempre he estado de pie con” ánimo” poniendo de mi parte en todo para verlo feliz se va con otra persona, ¡¿Cómo podría estar feliz si nunca fui capaz de decirle lo que siento por él y justamente ahora se escapa como arena entre mis manos?!.
No respondí, lo próximo que hice fue largarme de aquel lugar sin siquiera verlo.