Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Hacerte el amor por Etsuko Sohma

[Reviews - 7]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

¡Hola!

 

Sí, regreso con algo nuevo de mi AMADA pareja. ¡Mi primer 2U! (aunque es el 4° que publico). Y es que este fue el primero qué: me anime a escribir, quise escribir y ¡escribí! Lo tengo desde el año pasado, por eso de junio-julio (no estoy segura del mes). Sólo que no había tenido el ánimo de finalizar hasta hace poco u.u  Así que: originalmente esta fue mi primera creación 2Uesca ^^  

 

[No tenía idea alguna para el titulo ni para el resumen, la verdad u.u Así que después cuando se me venga algo mejor a la cabeza los cambio] Ese había sido mi comentario anterior; ahora, como se me ocurrió un mejor titulo y resumen, me apure a cambiarlo. Realmente me gusta como quedó ahora; además de qué, Dios, como me encantan mis resúmenes (xD) Hablando en serio, creo que mis resúmenes son más emocionales y lindos que las mismas historias (u.u) Y este fic no es la excepción, no presenta la seriedad que muestra el resumen (bueno, yo lo veo serio, pero la historia no tanto).

Notas del capitulo:

Puede que presente cambios en la narración, no sé (con eso de que lo empecé hace tiempo y apenas hace algunos días me anime a terminar), soy de las personas que cambian su narración la mayoría de las veces, en busca de la que mejor se le acomode xD

Algunos errores encontraran, después de todo soy humana… Háganmelos saber ¿vale?

 Advertencia: Lemon (Sí, mi primer 2U sería con lemon u//u Y esa fue una de las razones principales para no darle fin, porque siendo sincera no sirvo para la escritura de ellos -aunque tampoco es el primero que escribo, por aquel entonces hubiese sido el segundo- en fin…)

 

No les entretengo más.

 

 (Ash… Tan bonito que estaba, me siento enojada, porque A-Y no me aceptó mi escrito como originalmente lo tenía. ¡Tuve que cambiar los “<<…>>” por tristes y no muy lindos “[…]”! ¡Solamente porque no salían y se me borraba lo escrito! ¡Qué frustración! Al menos me di cuenta antes de publicarlo…)

Espero les guste.

I. 

 

El día era aburrido y caluroso. YooChun estaba acostado en su cama mirando el techo blanco de la habitación, sin nada más que hacer.

 

"Qué aburrido estoy" murmuró con cansancio "Debí de haber ido con JaeJoong o con JunSu. Quizás hasta con ChangMin, aunque..."

 

Suspiró de nuevo y cerró sus ojos por unos minutos en los cuales intentó pensar en algo divertido que hacer.

 

"¡Que calor!" Inútilmente pues la sofocante temperatura no permitía a sus neuronas funcionar correctamente.  Volvió abrir sus bellos ojos manteniendo la vista fija en el blanco del techo.

 

"¿Por qué seré el único que no tiene nada qué hacer?" Siguió pensando en voz alta sin apartar la vista del techo como si éste lo estuviese escuchando. Arqueó una de sus cejas "Ni inspiración para componer una nueva canción ¡Qué frustración! ¡Moriré!"

 

¡Ya llegue! —Escuchó, después de unos instantes en completo silencio, que decían desde la entrada; y su cara se iluminó al escuchar aquella tan conocida voz.

 

¡YunHo!  —exclamó con emoción. YooChun se levantó de la cama y fue a encontrarse con el mayor.

 

Salió de la habitación con una sonrisa animada dibujada en su rostro.

 

-

 

YunHo acababa de llegar de la compañía para la que trabajan. Había estado con el manager y el presidente hablando de unas cuantas cosas en las que no era necesaria la presencia de todos los integrantes de Dong Bang Shin Ki.

 

Entró tranquilo al departamento y avisó de su llegada. Llevaba consigo un folder bajo su brazo izquierdo. Papeles que tendría que revisar junto a los demás chicos. Dejó las cosas en una mesita de cristal colocada en un extremo de la sala. Y se dirigió a la cocina, necesitaba un vaso de agua, sentía la garganta seca.

 

¡YunHo! —escuchó su nombre en un grito feliz—. ¡Qué bueno que has llegado!

 

El líder miró por sobre el vaso de agua que tomaba al recién llegado a la cocina.

 

Si —dijo—.  ¿Por qué? No sabía que mi presencia te hiciera tan feliz.

 

YooChun sonrió de lado. —No es tanto que me haga feliz verte, pero me aburría —rió divertido por la cara de descontento que puso YunHo—.  No es cierto, yo siempre me alegro cuando te veo.

 

El mayor sonrió satisfecho. —Supongo que los demás no están, verdad —más que preguntar afirmó en su oración—. No estaban sus automóviles en el estacionamiento. 

 

No. No están. Me dejaron solito y abandonado. —YooChun llegaba a ser dramático muchas veces.

 

¿Y porque sigues en pijama? —preguntó YunHo mirando de pies a cabeza al menor. Éste llevaba un pantalón negro que le quedaba arrastrando y holgado, y una camisa blanca de algodón que en la parte del cuello le quedaba grande, dejando a la vista uno de sus blancos hombros. Se veía lindo—. De seguro te acabas de levantar, verdad. ¡Qué perezoso!

 

¡Eso no es cierto! —objetó YooChun queriendo parecer enfadado. Algo en vano puesto que fruncía el seño y tenía sus labios levantados en una expresión que más que molesto, lo hacía ver gracioso y tierno—. Me levante a la una y media —dijo con orgullo—.  Además me gusta mucho este pijama, es muy cómoda y fresca. —Sonrió encantador y adorable como simplemente él es.

 

¿Entonces no piensas salir? —YunHo le miró interrogante.

 

No. Si fuera así, desde cuándo que no estuviera aquí.

 

Tienes razón —Se dirigió de nuevo a la sala y tomó lo que había dejado en la mesita—. Bueno, yo tengo cosas que hacer, así que...

 

¡No! —El grito que soltó YooChun sobresaltó a YunHo—.  Por favor YunHo, estoy aburrido, pasa la tarde conmigo—. Lo pidió tan lindamente que YunHo llegó a creer que no era Park YooChun el que lo hacía; pero sólo por un momento.  

 

Pero YooChun...  El manager me pidió que revise esto —señaló la carpeta con los papeles—, es importante —pronunció con algo de pena puesto que aunque quisiera pasar la tarde con el bello durmiente, tenía trabajo que hacer. Trabajo que más tarde, también, tendría que hacer el menor.

 

YooChun bajó la mirada triste. Su cabeza siguió el mismo movimiento, haciendo que algunos mechones de su cabello oscuro cubrieran sus ojitos. A veces YooChun parecía un niño pequeño. Pero esta vez, uno triste. A YunHo esa escena le hizo encoger el corazón, no le gustaba ver a su ratoncito de esa forma, iba a decir algo cuando...

 

-

 

El más pequeño levantó la mirada y la posó sobre YunHo, sus ojitos brillaban muy bonito y una leve sonrisa se había dibujado en su rostro. Se fue acercando al mayor de manera lenta hasta que llegó junto a él, más bien frente a él.

 

YunHo —El menor le llamó de manera tierna y suave, logrando que su corazón comenzara a latir fuertemente. YooChun pasó sus brazos alrededor de su cuello y se acercó a sus labios, quedando sus bocas separadas por una pequeña distancia, escasos centímetros; y murmurando muy cerca de éstos, provocó que un escalofrió recorriera por la espina dorsal a YunHo—. Hace mucho que no estamos solos, ¿verdad? —Sus labios apenas se rozaban.

 

YunHo comenzaba a sentirse febril.

 

Podríamos hacer muchas cosas interesantes, ahora que no están los demás —su voz era apenas un susurro, insinuante y seductor—; pero... Ya veo que no quieres —dijo de manera triste.  Depositó un dulce beso en los labios de YunHo mientras cerraba sus ojos para volverlos abrir y con una sonrisa soltar el cuello del mayor y alejarse—.  Es tan triste que prefieras a unos papeles antes que a mí, pero te entiendo. —O intentar alejarse, puesto al querer hacerlo, YunHo lo sostuvo por la cintura y lo apegó a él, para seguido devorar sus labios en un beso demandante.

 

Los fuertes brazos de YunHo envolvían en un apretado abrazo el delgado cuerpo de YooChun. Éste, por el contrario, había vuelto a pasar sus brazos alrededor del cuello del mayor, en una manera suave, quizás un poco delicada, pero firme, enredando en sus dedos los cabellos castaño oscuro del más alto. Y siguiendo con un poco de dificultad el ritmo de aquel beso que YunHo imponía.

 

La separación de aquellas bocas se hizo posible debido a la falta de oxigeno en sus pulmones. Aun así sus cuerpos no se despegaron, no era necesario, al contrario se acomodaron mejor el uno contra el otro.

 

Con sus respiraciones todavía agitadas se miraron a los ojos. Un lindo y singular brillo iluminaba la mirada de ambos de una manera única y preciosa. Se sonrieron y juntaron de nuevo sus labios, esta vez en un beso tranquilo, tierno. Finalizando aquel bello contacto con un sincero te quiero de parte del mayor. Y aunque era una linda escena la que representaban, el menor ya sabía lo que tenía que hacer.

 

-

 

YooChun le sonrió de nuevo y, soltando el cuello de YunHo, se separó de él—.  Bueno... será mejor que te deje. Creo que siempre sí saldré. Iré al centro comercial, compraré un helado de fresa o tal vez uno de vainilla con fresa, luego pasearé por allí y me compraré ropa nueva. Después iré a un antro. Quizás, y hasta tenga suerte y me encuentre con alguien guapo que no esté tan ocupado para compartir tiempo conmigo y así pasar un rato agradable los dos juntos. —Iba enlistando con sus dedos mientras los miraba. Y aunque pareciera algo inocente, claramente había una mala intención en todo lo que estaba diciendo, especialmente en las últimas tres palabras—. Entonces, nos vemos YunHo. —Ya se había girado e iba a su habitación cuando YunHo lo rodeó desde atrás, atrayéndolo nuevamente a su cuerpo en un abrazo posesivo.

 

No YooChun —musitó detrás de su oreja derecha—.  No permitiré que estés con alguien que no sea yo. De ninguna forma —exhaló su aliento provocando un estremecimiento en el esbelto cuerpo del menor—.  No necesitas de nadie que no sea yo—. Atrapó el lóbulo de aquella oreja entre sus labios y un jadeo escapó de los de YooChun. YunHo pocas veces llegaba a mostrarse celoso con él, y esa, era una de esas pocas ocaciones en que lo hacía, y por supuesto eso a YooChun le gustaba—.  Yo puedo complacerte en todo lo que tú quieras. —Sí. Al parecer YunHo ya había caído bajo el juego de YooChun. O bueno, tanto como ser un juego no era; pero su intención había sido lograda.

 

Yunnie... Tienes trabajo que hacer y yo no quiero impedírtelo; no soy quien para hacerlo. Yo como ya te mencioné, saldré. —Qué lamentable es, que YunHo no pudiera darse cuenta de la sonrisa sínica que cubrió los labios de YooChun al decir todo aquello. Y todo por estar a su espalda. Pero, tampoco era como si se hubiese percatado de haberlo tenido de frente. Después de todo él era así tratándose de YooChun y no se enteraba de nada malo.

 

Sí, si eres alguien... Eres mi pareja y... —Aspiró el fragante y dulce aroma que desprendía el cuello de YooChun—, mi trabajo puede esperar. —Acarició con su nariz bajo la oreja del más joven y parte de su cuello. La deslizó —rozando toda la piel en el pequeño recorrido— hasta aquel hombro descubierto, y con sus labios depositó un pequeño beso en él—.  Ahora sólo quiero pasar una agradable tarde contigo. —Volvió a la oreja de YooChun, con la cual su lengua comenzó a jugar.  

 

-

 

YooChun mantenía sus preciosos y risueños ojitos cerrados, disfrutando de las caricias que le eran otorgadas. Sonriendo ante la respuesta del mayor y dejándose acariciar por unos segundos más.  Hasta que sintió como las manos de YunHo se intentaban meter por debajo de su ropa. Y aunque quisiera, él no podía dejar que continuará con aquel sublime contacto. Y se alejó... se alejó de las cálidas manos del líder y sus suaves caricias que le repartía. Cabe recalcar qué YunHo se sorprendió ante el acto del de cabellos oscuros y rizados. Había estado tan entretenido tocando aquel cuerpo, deleitándose con sus pequeños suspiros. Que no entendió por qué YooChun no le había dejado continuar con su muestra de amor hacia él.

 

¿Sucede algo Chunnie? —preguntó YunHo algo preocupado. Su excitación ya era notable dentro de sus pantalones.

 

Nada —YooChun sonrió adorable y se sentó sobre el sillón, enfrente de la televisión—. Veamos una película, ¿sí? —Prendió la televisión y empezó a cambiar los canales. YunHo se había quedado inmóvil en su lugar, ¿cómo así de simple le salía con ver la tv?

 

YooChun  ¿No haríamos cosas interesantes? —La voz de YunHo llegó a sonar un poco alterada. Se acercó al de menor altura y se sentó a un lado de él. 

 

Sí, pero ahora quiero ver la televisión. Tal vez encontremos un documental en Dicovery Channel, tan interesante y productivo que podremos aprender algo nuevo de él. —¿Podría YooChun creer sus propias palabras?—. La otra vez vi uno junto a JunSu y ChangMin, trataba de cómo se formaban los bebes en el vientre materno e iban creciendo dentro de éste. Hasta el día en el que el bebé salía de la pancita de su mamá. ¡Fue tan interesante! —El rostro de YooChun mostraba una linda sonrisa y sus ojos brillaban con ilusión. Pero si recordaba bien aquella vez, tanto JunSu como él, no estaban interesados en ver un aburrido programa que les mostrara el desarrollo de un feto. Después de todo, ellos nunca tendrían uno desarrollándose dentro de su cuerpo y tampoco les importaba demasiado. Sin embargo, el maknae del grupo no les permitió irse a la hora de comenzado el programa y mucho menos que le cambiaran. Así que sin otra opción, tuvieron que verlo completo. Al final, a él le terminó gustando, excepto la parte donde el bebé venía a luz. Pero un sentimiento  especial inundó su pecho al ver a la madre con su pequeño bebé en brazos, sonriendo maternalmente y a su amado esposo a un lado de ellos mirándoles tan  tierna y cálidamente. Y el deseo de tener un bebé junto a su persona especial y amada nació en él.  <Pero esa, será otra historia que quizá habrá que contar en otra ocasión>. Miró de reojo a su acompañante y sonrió internamente, quizás si...

 

Pensé que haríamos otro tipo de cosas interesantesmencionó con desaliento y ligera tristeza.

 

¿Otro tipo de cosas? —Se hizo el desentendido—. ¿Cómo cuáles?

 

Como... ¡Tú sabes cuales!

 

No, no sé —musitó. Era obvio que sabía qué tipo de cosas eran de las que hablaba YunHo. Pero no podía dejárselo fácil, no cuando no quiso desde el principio pasar una linda tarde con él. Porque el haber dudado para él era no querer y además ¡tuvo que incitarlo! Por el contario si desde el principio hubiera aceptado, la escena que se estaría viviendo en ese preciso momento sería otra. Aunque él también quisiera, lo que sabía que YunHo quería.

 

¡Oh, vamos Chunnie! —YooChun quiso reír por la forma un tanto melosa en la que le habló YunHo.

 

Está bien Yunnie —aceptó—, no veremos televisión —dijo y la apagó—, haremos otras cosas. —Y una sonrisa coqueta afloro en sus labios.

 

¿Sí?

 

—afirmó—, sólo espérame.  Voy a mi habitación. —Y se marcho a ella, dejando a un libidinoso YunHo en la sala pensando en todas las cosas que harían en unos momentos después, él y su ratoncito, como le decía de cariño.

 

-

 

Los minutos pasaban y YooChun no regresaba. YunHo comenzaba a impacientarse. Tenía tantas ganas de tener a su amante bajo su cuerpo gimiendo su nombre, que sentía no podría esperar más, pero lo hacía—. "De seguro se está preparando para mí" —Era el pensamiento de YunHo.

 

¡YunHo! —De pronto se escuchó su nombre en un nuevo grito.

 

¿Sí?

 

Será mejor que me esperes en tu habitación. —Seguía escuchando la voz de YooChun desde la que era su habitación—.  Jugaremos más cómodamente sobre tu cama.

 

<Jugaremos y cama> Eran dos palabras que provocaban tantos pensamientos —no precisamente puros— en la mente de YunHo. Y sin más —después de aquello dicho por el menor y que le llegó a encantar—  se encontró recostado sobre su cama con la camisa desabrochada y los brazos detrás de su cabeza. ¿Qué le tendría preparado su lindo YooChun?

 

-

 

Perdón YunHo; pero no encontraba la baraja —Fue lo que pronunció YooChun apenas entró a la habitación—. ¿Por qué están las luces apagadas? —preguntó al tiempo que las encendía—. Tu cuarto es muy oscuro para mantenerlas apagadas —llegó a comentar antes de dirigir su vista hacía YunHo. Sorprendiéndose al mirarlo.

 

YunHo, ¿por qué estas desnudo? —rió por dentro. Sabía que malinterpretaría todo.

 

Porque te estaba esperando.  —YunHo le sonrió con galanura —e ignorando su desnudes— se levantó y dirigió hacía YooChun—. Pensé que te cambiarias y te pondrías más sensual y bonito. Pero sigues igual —comentó mientras que lo analizaba de pies a cabeza, notando la misma ropa en YooChun—.  Aunque no importa, no era como si fueras a durar mucho con ella —Razonó para sí mismo. Después se acercó para besarlo...— ¿Por qué traes esa baraja? —sin llegar a hacerlo. Notando al fin, la baraja que el más bajo traía entre sus manos. 

 

Porque te dije que jugaríamos —respondió con simpleza YooChun—. Será mejor que te vistas. Anda ve, mientras yo barajeo las cartas —sonrió con dulzura; y dejando a YunHo anonadado, se sentó sobre la cama de éste. Apreciando la maravillosa vista que tenía desde ahí, de la parte trasera de YunHo: una espalda ancha, sin llegar a la exageración, que se antojaba a ser rasguñada.  

 

El líder quedó estupefacto, sin poder moverse de su lugar. Entonces... ¿No jugarían a algo en donde él tenga que tocar, besar, acariciar... ese esbelto cuerpo que posee su bello YooChun? <No> Y quiso gritar. Gritar de enojo, frustración, descontento... Pero se tranquilizo; tal vez terminando ese tonto juego YooChun se entregaría a él sumisa y dócilmente. Sonrió encantado para sí mismo ante aquello, y giró para encarar al menor que ya estaba barajando las cartas. 

 

¿No piensas vestirte, Yunnie? —preguntó al verlo sentarse frente a él. Empezó, inesperadamente, a sentirse nervioso.

 

No —contestó como si nada—. Total estamos en mi cuarto, y ya me has visto así muchas veces

 

Pero... —intentó objetar; sin embargo no llegó a completar nada puesto que YunHo lo interrumpió.

 

No me digas que... estás nervioso —comenzó, y una sonrisa ladina cubrió sus labios—. ¿Acaso te hago sentir incomodo? No veo por qué, precioso. Hemos estado así un millón de veces y en situaciones más comprometedoras y... excitantes —susurró sensualmente cerca de los labios de YooChun. Desde que se había sentando y comenzado aquellos diálogos con el menor, se fue acercando a él a cada palabra que emitía desde su garganta hasta quedar a una mínima distancia con YooChun. Y es que le encantaba; simplemente le encantaba esa faceta tímida y vergonzosa del menor. ¡Y como le encantaba provocarlo! Era... Era tan ¿estimulante? Sí, creía correcta la palabra—. Mi pequeño... Ratoncito... —Y lo beso. Atrapó aquellos llamativos e insinuantes labios entre los suyos. Degustando su sabor y sintiendo su suave textura.  Pero antes de poder profundizar más el beso, fue separado bruscamente de aquellos adictivos labios por el mismo dueño de éstos.

 

¡Qué no me digas así! —reclamó. ¡Vaya! YooChun estaba completamente rojo y sentía como la temperatura en la habitación subía más en el ambiente—. ¡Déjame en paz! Y Cúbrete por lo menos ahí, ¡exhibicionista! Y si no quieres jugar a la baraja solamente dímelo, y me voy —terminó YooChun ruborizado y enfadado, haciendo un adorable puchero y cruzado de brazos.

 

¡Ya, está bien! —río por lo bajo. Y YooChun solamente atinó a aventarle la bata de seda color azul oscuro que el mayor mantenía sobre sus almohadas. YunHo se colocó la bata dejando descubierto su bien formado y duro torso.

 

Bien —pronunció YooChun un poco más conforme—.  ¡Juguemos! —para terminar exclamando.

 

YooChun comenzó a repartir los naipes: nueve a cada quien. Y cuando iba a hacer su cambio con YunHo, éste le detuvo.        

 

Apostemos —dijo con simpleza y sin apartar su mirada de las cartas sobre su mano izquierda; cambiando de lugar algunas.

 

Park le miró sospechoso. Sin embargo, e ignorando el mal (no estaba seguro de calificarlo como tal) presentimiento que le albergó al escuchar aquella simple e insignificante palabra; aceptó. 

 

Bien —musitó—.  ¿Qué apuestas? —preguntó dándole su carta a YunHo, para después tomar la que YunHo le tendió y acomodarla en su juego.

 

Lo típico —pronunció. ¿Lo típico? ¿Y qué era lo típico?—.  No tengo mucho ingenio así que lo normal —siguió diciendo con un tono casual y sin apartar la vista de su juego—. Si yo pierdo y tú ganas —obvió—, hago lo que tú quieras por un mes entero.

 

—"Pero si de cómo quiera lo haces"pensó YooChun. Aunque si lo analizaba más profundamente; si ganaba, como siempre hacía y aseguraba que esta vez no sería la excepción; YunHo haría cualquier cosa [Cualquiera]  que él quisiera sin tener que hacer más que pedirlo. Quizá, y por primera vez en su vida como pareja de YunHo, podría ser el seme en la relación. Miró a YunHo fijamente, sí; escudriñándolo con la mirada—. "Hum..." Está bien. Entonces si yo gano... —¡Oh, oh! ¿Qué iba a apostar él?    

 

Hago lo que quiera contigo —le interrumpió. YunHo esperaba que aceptará [No]  Sabía que aceptaría. Después de todo era YooChun, y contradictora a la imagen que tenían todos de él; YooChun era algo ingenuo. Y también, aunque él no fuera muy bueno en esos juegos... Las cartas sobre sus manos aumentaban aquel  buen presentimiento que lo asaltaba en el pecho. Además... ¿Hace cuanto que no tenía a YooChun para él? ¡Oh, Dios! De tan sólo pensarlo se deprimía, y el insaciable deseo por tenerlo de un momento a otro bajo su cuerpo, crecía; y su amiguito ahí abajo, se lo hacía saber, juraba, que si éste hablara, ya le estaría reclamando [Que triste] 

 

— ¿Por qué lo dijiste de diferente manera? —preguntó confundido. [¡Oh, mi bello YooChun! ¡Se los dije, es tan ingenuo!]  Sonaba algo perversa, la forma en que lo había dicho YunHo.

 

Es lo mismo. No te preocupes —sonrió completamente tranquilo. Tal vez lo era [¡No! ¿A quién engañamos? ¡Era más que obvio qué no era lo mismo!]Pero pese a la perspectiva que todos tenían de YooChun, éste seguía siendo alguien de mente inocente. Solamente que YunHo lo estaba pervirtiendo de poco a poco. Y eso era sumamente excitante; pensaba YunHo.

 

Está bien —aceptó nuevamente: inseguro; reticente. Y más aún, al ver la sonrisa que cubrió el rostro del mayor—. Será un juego de ocho partidas —agregó.

 

YunHo asintió. —Comencemos.

 

Y con esa palabra: la partida comenzó.

 

-

 

El primer juego fue para YunHo. El segundo y tercero para YooChun. Y el cuarto: nadie lo ganó; puesto, quedaron amarrados, ambos con doble rey. La quinta y sexta partida, fueron para YunHo; sorprendentemente y, para sorpresa y nerviosismo de YooChun. Mientras que en la séptima, nadie reclamó la victoria nuevamente; YooChun tuvo la oportunidad; pero al distraído joven se le pasaron dos cartas, y ese error cometido fue la causa de que no ganara, y provocara que más adelante le costara caro; y en el caso de YunHo, éste no tuvo nada.

 

En ese momento se encontraban ya en la octava partida. Última del día. Hasta ahora YooChun tenía la ventaja sobre YunHo; puesto que éste último aún no bajaba nada, claro qué, lo que YooChun no sabía,  era qué YunHo solamente necesitaba de una carta para ganar. Podría ser un: as; un diez o seis de corazones; una jota o nueve de espadas; un siete de diamantes.

 

 Las cartas seguían mostrándose: una en una. Gracias a YunHo o YooChun, cuando era su turno en sacar alguna.

 

Pronto la baraja fue disminuyendo, quedando solo diez cartas. YunHo podía ver su victoria cerca; incluso sentirla.  Y YooChun; bueno, él aún mantenía cuatro cartas arriba. Las que podrían darle la victoria o no a YunHo; aun si fuera el caso, todavía quedaba las otras dos en la baraja; y YunHo sonrió.  Si la suerte estaba de su lado, como le presagiaban las cartas en su mano: YooChun pronto estaría jadeando su nombre bajo su cuerpo. Ya hasta lo imaginaba: con su respiración acelerada, sus mejillas ruborizadas y su boquita entreabierta soltando ligeros gemidos, y uno que otro más fuerte, mientras que él: lo penetraba fuerte y salvajemente. ¡Oh, oh! Su amiguito estaba impaciente, y su mente muy imaginativa.

 

Mientras tanto, YooChun se hacía un lio con sus pensamientos.

 

Tal vez YunHo tenía las cartas con las que él ganaba y por consiguiente; él, con las que YunHo ganaba. [Dah]  Algo obvio; o simplemente, el de cabellos castaño oscuro y ojos chocolate no tenía nada. Mas la sonrisa que YunHo mostraba, no le presagiaba nada bueno.  Fue su turno en sacar una baraja.

 

-

 

Deslizó la carta por el cobertor de la cama hasta que llegó a su rodilla, ahí, la despego sin dejar a la vista de ambos, la figura impresa en ella. Siguió deslizándola de forma lenta y desquiciante [Según YunHo, desesperado por su victoria]  por el muslo de su pierna derecha, después la deslizó por su vientre hasta que llegó a su pecho, donde con ambas manos la despegó de él y posteriormente la miró:

 

Un as. Suspiró desanimado. No le servía. Si tan sólo hubiera sido el as de diamantes...; pensó.

 

-

 

YunHo que había estado todos esos segundos viendo el parsimonioso actuar de YooChun; empezó a impacientarse. . [¿Era necesaria tanta lentitud para tomar una carta y verla? No, por supuesto que no; pero el misterio de vez en cuando es bueno]  Entonces una enorme sonrisa se dibujo en su perfecto rostro. Su victoria estaba escrita. Confirmándolo así al ver la figura impresa en aquella carta que el menor depositaba junto aquel montoncito de naipes que no les habían servido para nada. Su sonrisa se ensanchó aún más [¿Era posible?]  

Esa era su carta:

 

El as de corazones, la que había estado esperando desde el principio -a cualquier otra carta que le diera aquella victoria que pronto iba a reclamar y... Disfrutar-.      

 

-

 

YooChun sintió un escalofrió recorrerle la espina dorsal al ver como aquella sonrisa de prepotencia y suficiencia se posó en los labios de YunHo. Eso sólo podía significar una cosa, que él...

 

-

 

  El mayor tomó la carta y juntándolas con las de su mano izquierda, las bajó sin despegar su mirada penetrante de la de YooChun, y sin borrar su sonrisa presuntuosa y engreída; pronunció un glorioso: —Gané.    

 

...YunHo, había ganado.  

 

 

 

YooChun bajó la vista derrotado y aventó sus cartas a un lado -fuera de la cama- junto con una mueca de disconformidad. Pero interiormente se sentía nervioso [Muy nervioso] 

 

YunHo no perdía detalle de sus reacciones. Y no queriendo perder más tiempo para reclamar su victoria, tomó uno de los brazos de YooChun y lo jaló hacía él.

 

Sólo pudo sentir como era jalado y quedaba sobre el atlético cuerpo de YunHo. Sus mejillas se ruborizaron y el nerviosismo aumentó en él. Alzó su mirada oscura a la de YunHo, encontrándose con la chocolate y reluciente del mayor que lo mirada fijamente. Y el lindo y suave rosa sobre sus mejillas cambio a uno más rojo. Podía ver el deseo de YunHo en su mirada penetrante y también podía sentirlo. Percibirlo. Intentó alejarse del cuerpo del mayor pero las manos de éste sobre su cintura se lo impidieron; apegándolo aún más a él.

 

El brillo en sus ojos cambió volviéndose fiero. Y YooChun supo entonces que no tenía escapatoria alguna. Los bellitos de su espalda se erizaron al sentir como las manos de YunHo comenzaban a repartir suaves caricias en ella, delineando sutilmente con uno de sus dedos su columna vertebral. Haciéndole estremecer con ese simple acto. —Es hora de reclamar mi premio —murmuró sensual al oído del menor y lo lamió con gula—. Has perdido, cariño. Ahora... —su voz se volvía más atrayente, grave y ronca— Cumplirás cada uno de mis caprichos—. Y terminó por morder el lóbulo de la oreja de YooChun quien no pudo evitar un jadeo de sus labios. Lo sabía no podía negarse a YunHo, y aunque pudiera,  no lo haría: él también lo deseaba.

 

—Y lo único que quiero ahora, es... Hacerte el amor.

 

Sus manos descendieron por ese esbelto cuerpo y sus labios en busca de los del menor. Lo beso con fuerza y deseo, devorando los llamativos labios con ese beso.

 

YooChun se abandonó rápidamente ante las caricias que el mayor desperdigaba sobre su cuerpo, más todavía ante el sublime contacto de los labios del mayor sobre los propios. Robándole así el aliento. Sus brazos se aferraron al cuello del otro y su boca comenzó una danza salvaje con la contraria. YunHo era demandante e imponente y aunque YooChun lo intentará no podía tener el control de aquel beso ni de la situación.

 

YunHo se dejó ir lentamente de espaldas sin despegar sus labios de los de YooChun hasta quedar completamente recostado sobre el colchón de la cama. El menor pronto se encontró por completo sobre el cuerpo del mayor.

 

Las manos prolijas del castaño oscuro comenzaron su recorrido de nuevo y con más ahínco sobre el esbelto cuerpo del de ojitos risueños. Acariciando su espalda con adoración e introduciendo sus manos por debajo de la camisa blanca que llevaba puesta todavía. Tersa, así era la piel del más bajito; y a YunHo le encantaba desde tocarla, besarla, hasta rasguñarla...

 

YooChun separó sus labios de los del otro, necesitado de oxigeno. Jung no se detuvo y giró su cuerpo con el de Park, dejándolo debajo del de él. Llevó su boca al fino y níveo cuello del de cabellos oscuros donde se dedico a dejar pequeñas marcas rojizas. YooChun solamente se dejaba hacer  respirando agitado y  tomando grandes bocanas de aire. Unos cuantos gemidos escapaban de su garganta cuando YunHo succionaba con fuerza la sensible piel de su cuello.

 

Sus manos blancas fueron deslizando fuera de los hombros la bata azul oscuro que cubría parte de aquel fuerte cuerpo. YunHo se incorporó, dejando a los ojos de su amante admirar por completo la piel canela del magnífico torso que poseía. Acarició con sus dedos los trabajados pectorales siguiendo con su dedo índice la línea del medio hasta llegar al ombligo de su pareja. Sonrió ilusionado; amaba el fuerte y duro cuerpo de su YunHo, sobre todo: adoraba tocarlo.

 

YunHo le miraba enternecido y encantado, sintiendo el sueva y profundo tacto de aquellas manos sobre su cuerpo caliente. Amaba que lo tocara con tal adoración. —Te gusta mucho ¿no? —YooChun miró aquellos ojos chocolate fundidos en deseo y amor, que lo veían con un ligero brillo de ternura. La sangre corriendo por sus venas se aglomeró de nuevo en sus mejillas coloreándolas de un rojo hermoso. Asintió con la cabeza y le dedicó una de las más bellas y encantadoras sonrisas que poseía, haciendo derretir a YunHo interiormente. Siempre era así; pero a él le encantaba. Sonrió, y con una de sus manos tomó la izquierda de YooChun obligándolo a incorporarse un poco—. Hay que estar en igualdad de condiciones ¿O no amor? —cuestionó. Y con presteza deslizó fuera de aquel cremoso cuerpo la prenda superior que impedía apreciar la fina silueta y la tersa piel de la que era dueño el otro.

 

Aventó sin lugar fijo aquella camisa y dejó a su total merced aquel torso níveo y ligeramente marcado. Sus labios imperativos se apegaron a la sensible y suave piel. Besándola, recorriéndola, marcándola. Sus dientes mordieron uno de los blancos hombros y lo succionaron, hicieron lo mismo en la clavícula, en el sensible cuello y en un costado de aquel hermoso cuerpo; dejando las inevitables marcas de su boca al paso por ellas, que dictaban que aquel precioso ser era suyo. Porque así lo era y no estaba dispuesto a compartir. Suyo y de nadie más. ¿Que importaba si era posesivo? Era lo que despertaba la bella persona entre sus brazos.

 

Y YooChun lo sabía.   

 

YunHo había ganado, era cierto. Y creía que le iba a hacer el amor de manera rápida y desenfrenada; salvaje. Y la idea no le habría molestado nunca. Pero le encantaba que fuera despacio; que recorriera su cuerpo con total devoción, lo tocara y lo besara; sin embargo, no podía permitir que él hiciera todo, sí, sabía que había perdido ante él, pero también quería hacerlo disfrutar. Y mientras YunHo no le digiera lo contrario, no tenía por qué detenerse. Sonrió traviesamente -provocando un delicioso escalofrió en YunHo al notarlo- y llevó sus labios hasta la piel canela, depositando pequeños besos por todo aquel torso perfecto. Entretanto sus manos se dedicaban a acariciar aquellos fuertes brazos que tanto le gustaban.

 

¿Debería apresurar más las cosas? ¿Ir más rápido? Los besos de YooChun lo excitaban sobremanera y sus caricias... El menor ya se había hincado frente a YunHo para alcanzar su cuello. Ambos en la misma postura en medio de la cama. Su tibia lengua se paseaba por toda la sensible piel del cuello de su YunHo, ambicionando marcarla. Obligó al mayor recostarse de nuevo, posicionándose encima de él. Con su lengua fue bajando, del cuello a la clavícula, mordió aquel hombro y se deleitó con el ronco gemido que soltó YunHo, sus manos se movieron acariciando el torso,  su boca fue bajando dejando un camino húmedo en la piel canela hasta que paró en aquel botoncito marrón. Sus labios lo envolvieron y su lengua empezó a jugar con éste, sus dientes lo torturaron por varios minutos, y su mano izquierda, que había parado en la virilidad de YunHo, comenzó a darle un poco de su atención en aquella caliente zona. 

 

YunHo estaba fascinado con la actitud que mostraba YooChun. Extasiado con sus atenciones. Esa boquita torturando uno de sus pezones y aquella suave mano masturbando su miembro; le provocaban una deliciosa sensación por todo su cuerpo y especial en las zonas estimuladas; pero quería más... No podía quedarse así solamente. Tomando a YooChun de los hombros lo despego de él, y luego lo beso con voracidad. Sus manos bajaron rápidamente a los glúteos del menor y los estrujo sin escrúpulo. YooChun gimió en su boca. Y  él cambió sus posiciones, dejando de nueva cuenta al menor bajo su cuerpo. Sus lenguas jugaban bruscamente y sus manos acariciaban las piernas y muslos del menor sobre el pantalón que aún llevaba puesto. Frustrándolo por no tener contacto directo con la piel tersa; se separó del beso -permitiendo así a YooChun llevar el aire que le faltaba hacia sus pulmones- bajó sin contemplación alguna la prenda con ropa interior incluida. Se despegó lo suficiente del esbelto cuerpo bajo del suyo para apreciar la hermosura de su desnudes. 

 

YooChun era precioso.

 

Sus bonitos ojos entrecerrados nublados de deseo. Sus labios -aquellos que siempre llamarían la atención de cualquiera al ser tan bellos- más rojos e hinchados de lo que ya eran, producto de sus fogosos besos. Y los pómulos de sus mejillas con el hermoso rubor de la excitación. Simplemente hermoso...

 

Y el cuerpo de YunHo vibró.

 

Y el calor en esa habitación aumentó aun más.

 

Y su chocolate mirada delineó la fina figura frente a sus ojos hasta parar en la virilidad de aquel hermoso ser. Una sonrisa lasciva se posó en sus labios y acercó su rostro hasta hacer chocar su aliento con aquella zona. YooChun se estremeció. Y YunHo lamió la extensión con lascivia.

 

Y mientras que su boca lamía, succionaba y mordía. YooChun se retorcía de placer bajo él. 

 

Los gemidos de YooChun eran fuertes y claros.

 

Cuando YooChun hubo llegado al orgasmo en la boca de YunHo, éste no tardo en tomar el lubricante de la mesita de noche a un lado de la cama, y untarse en los dedos parte del líquido fresco.

 

Se acercó de nuevo a los labios cereza y los besos con pasión. Degustando primero el inferior y después el superior, estirándolos un poco y mordiéndolos, para después volver al inferior y succionarlo con gula hasta dejarlo, incluso, más rojo y apetecible de lo que llegaba a ser una pequeña cereza; e inmediatamente apoderarse completamente  de aquella boca sin reparo y complacencia más que la propia. Llevó uno de sus dedos a la pequeña entrada, acariciando el pequeño orifico hasta que de golpe adentro uno de sus dedos. YooChun jadeo e intentó alejarse del beso. YunHo no se lo permitió, tomándolo del cuello y apegándolo más a sus labios.

 

Demás dígitos le siguieron al primero, logrando dilatar lo suficiente para que la virilidad del de ojos chocolate entrara. YooChun ya respiraba entrecortadamente. Y YunHo se separó de la garganta de YooChun donde había ido a parar su boca a jugar con la llamativa manzanita de Adán del menor mientras lo preparaba, y separando las blancas piernas lo suficiente, permitiéndole el acceso a aquella delicia que disfrutaría en unos momentos, perfiló su miembro, y lo embistió entrando por completo.

 

Mph... Ah...

 

Ambos gimieron. YooChun aferró las sabanas entre sus manos y cerró sus preciosos ojitos con fuerza. Mientras que YunHo apretó los mulos de YooChun logrando dejar la marca de los dedos de su mano en la delicada piel del menor.

 

Un vaivén lento comenzó. YunHo entraba y salía, primero suavemente, después con más fuerza.

 

Pronto las embestidas se volvieron frenéticas, saliendo por completo para de una estocada volver a entrar con fuerza hasta lo más profundo de aquel cálido interior. Logrando con ello tocar el punto máximo de placer en YooChun y haciendo que el cuerpo de éste se sumerja en una abrumadora sensación de placer y deleite.

 

Su cuerpo estaba llegando al momento culminante, los besos, las embestidas y las caricias en su miembro lo estaban llevando hacia éste. Sintiendo una dulce sensación de adormecimiento en todo su cuerpo y un suave cosquilleo en su vientre. Sabía que pronto llegaría y se lo hizo saber al mayor.

 

Ya... y-ya no puedo m-más... YunHo... Ah...

 

Sentía el frenético palpitar de su corazón en sus oídos.

 

—Mph... A-aguanta un p-poco más... Ah... YooChun...

 

Embistió con más fuerza. Las paredes internas de YooChun hicieron más presión en su virilidad. El orgasmo estaba cerca.

 

N-no p-puedo.

 

Y descargo su líquido entre sus cuerpos. Logrando con ello que su esfínter presionara con más fuerza la virilidad dentro de él, provocando que YunHo se corriera en su interior.

 

Ah...

 

Se dejó caer sobre el cuerpo de YooChun al desfogarse por completo dentro de él.

 

Ambos respiraban con dificultad, y sus cuerpos junto a su visión era nublada por la dulce sensación que quedaba después del delicioso orgasmo en sus cuerpos enteros.

 

Después de unos minutos y una vez reguladas sus respiraciones un poco. YunHo salió del interior de YooChun, notando como su semen escurría por entre esas largas y blancas piernas torneadas, logrando una punzada de satisfacción en su pecho, al verlo.

 

YooChun tenía su semilla, su esencia, su marca. Era suyo, sólo suyo. Y solamente él tenía el derecho y privilegio de tocarlo, marcarlo y de hacerle el amor cuantas veces quisiera.

 

Él, Jung YunHo. Era el único que podía disfrutar de la compañía del hermoso Park YooChun, de aquella manera tan única y especial.

 

 

[Después de todo: era un chico afortunado]


 

 

 

 

YunHo se recostó al lado de YooChun y lo atrajo hacia su cuerpo abrazándolo firmemente de la cintura. El menor recostó su cabeza en el moreno pecho, sintiendo el ya acompasado ritmo de su corazón palpitar contra éste. Y se fue arrullando con la suave palpitación de aquel órgano hasta caer en la dulce inconsciencia.  

 

YunHo le miró dulcemente y le dejó descansar. Después de todo tenía un mes completo para hacer con YooChun lo que quisiera cuantas veces quisiera, sin que éste pudiera negarse ni objetar nada. Qué dulce victoria estaría saboreando por un buen de tiempo.

 

Abrazó más el fino cuerpo entre sus brazos, y cerrando su chocolate mirada, se dejó arrastrar al mundo de los sueños. Quién sabe y quizá, tenga un buen sueño que pueda poner en práctica más tarde con YooChun, cuando se levanten y lo aprese entre su cuerpo y la cama nuevamente; aunque en el sofá de la sala, en la pared del pasillo o en la tina de baño tampoco era mala idea, ya vería según su sueño o fantasías; eso sí, no lo dejaría descansar en toda la noche. Hum... Quizá hacerlo en todo el departamento no sería mala idea tampoco. Después de todo ya se había encargado de que los demás no llegaran hasta el siguiente día y casi hasta la noche. Puesto que, antes de seguir el ejemplo de su bello amante y sumergirse en la inconsciencia también, leyó aquel mensaje que le había enviado JaeJoong antes de que YooChun regresara con la baraja en manos:

 

"Que te diviertas, YunHo. Acá nosotros lo haremos también"

 

Sí, no era el único con necesidades. Lo que sí no se esperaba es que las cosas se hubieran dado de esta manera. Que verdaderamente no le desagrado del todo.

 

Su YooChun era tan ingenuo todavía...

 

Y con ese último pensamiento en mente cerró sus ojos dándole la bienvenida al mundo de los sueños.

 

Y en la habitación del líder de Dong Bang Shin Ki, se podía apreciar al 2U dormir plácidamente; y a un YunHo con una sonrisa de verdadera satisfacción en su atractivo rostro perfectamente varonil. 

 

[YunHo, YunHo… YunHo; solamente recuerda qué, cada acto conlleva una consecuencia, ya sea buena o mala, y la tuya será ambas nociones]

 

...

 

 

 

Notas finales:

Y eso ha sido todo: ¿Qué les pareció?

 

Sí, lo sé. Pero no pude hacer más con el lemon. Créanme estuve una semana y poco más con el jeje Fue algo desesperante escribirlo y aunque no era así como lo imaginaba (>//<) fue como quedó y me gustó. Y ahí tienen una prueba de que para los lemon no soy buena, ¡Igual me esforcé!

 

Pero de corazón espero que a mis compañeras amantes del 2U les haya gustado y hayan disfrutado.

 

Me despido (antes esta sería mi despedida definitiva; pero cambie de opinión).

 

Gracias por leerme ^^

 

Cuídense.

 

(Snif... Sniff... Si hubiesen visto lo que batalle para subirlo T.T)

 

 

Crystal (E.S.)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).