…l era el amo y ellos sus sirvientes, quienes solo Vivian para brindarle hasta el mínimo capricho que su sexy pelirrojo pudieran tener.
Quien en ese momento se retorcía de placer, ya que 6 manos se divertían recorriendo cada rincón de su cuerpo.
Gaara podía sentir como unos labios apresaban su boca, mientras otros se encargaban de besar su cuello, de repente sintió como su kimono negro era bajado hasta quedar al nivel de su cintura, pero lamentablemente el no podía ver nada ya que sus amados lo tenían bien amarrado de sus manos y vendado.
En su mente rondaba una sola pregunta ¿Cómo es que yo termine en esto?
Y la respuesta era tan sencilla.
Todo había comenzado hace unos 3 meses, luego de que Gaara hubiera tenido una pelea con sus 2 hermanos, quienes lo habían corrido de la casa.
Durante las siguientes 2 semanas había estado vagando entre algunos pueblos, pero ya casi no le quedaba dinero y empezaba a preocuparse.
Un día caminando cerca de una posada pudo escuchar que alguien ofrecía un trabajo en el castillo cercano al lugar, por lo que sin terminar de escuchar corrió hasta ahí para poder solicitar el empleo.
Lo que no se esperaba era que tres sexys azabaches lo fueran a recibir, el mayor de ello Itachi le contrato apenas le vio, y al parecer a sus hermanos les había encantado la decisión.
Los siguientes 2 meses Gaara trabajo como el asistente de Sasuke, quien era el hermano menor. Sasuke siempre le pedía que le trajera algunos papeles o acomodara cosas, pero lo que él no había notado era la forma en que lo veía, y tampoco se daba cuenta de cómo los otros dos hermanos le veían.
Pero esa no fue la peor parte, Gaara quien jamás había preguntado a sus jefes porque no salían del castillo decidió seguirlos una noche….
Fue ahí cuando su vida cambio, mientras los seguía noto un gran camino de sangre que se dirigía a una cabaña en el bosque. Con cuidado de no ser descubierto se asomo por una ventana y observo a Sasuke y a Itachi devorando a una mujer; de repente sintió unos fuertes brazos tomarle por la cintura y hacerle voltear.
Sai.- así que nos seguiste precioso, que pensabas hacer si te encontrábamos.
Gaara estaba demasiado asustado como para hablar, en los labios de Sai había un gran rastro de sangre, además de que podía distinguir unos afilados colmillos sobresalir cuando este le sonreía (claro está con la típica mirada falsa de Sai)
Sai aprovechando el aturdimiento de Gaara, lo cargo devuelta al castillo y lo llevo hasta su habitación.
Gaara quien hasta entonces seguía en shock sintió un fuerte sabor metálico en su boca, así que abrió sus ojos y vio como Sai le besaba mientras trataba de meter su lengua en su boca, cosa que no tardo mucho en lograr.
Cuando se separaron un pequeño hilo de saliva con algo de sangre era lo único que los unía, en el rostro de Gaara se podía reflejar sorpresa y pena, pero a pesar de eso debía aceptar que ese beso le había encantado.
Sai.- sabes, eres una cosita bastante sexy, es una lástima que mis hermanos no me dejaran tomarte desde el momento en que tocaste a nuestra puerta, pero no te preocupes esta noche aprovecharemos que ellos no volverán en un buen rato…
Gaa.- que piensas hacerme…
Sai.- voy a marcarte como mío, hare que gimas mi nombre hasta que ya no tengas fuerzas, y aun así seguiré tomándote….
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