Despertó del espejismo que él mismo había construido con sólo observar la frágil figura de su mejor amigo: “mejor amigo” se repetía constantemente, como tratando de convencerse a sí mismo, “si… mejor amigo”.
-Sasuke… ¿estás ahí?- Ni siquiera se había dado cuenta de la mano que pasaba una y otra vez frente a él, tratando de devolverlo a la realidad.
-¿Qué pasa?
-¿Qué es lo que te pasa a ti? Te haz comportado de una manera muy extraña desde esta mañana.
-No te importa.
-¡Pero…!
-Tu ramen se está enfriando- Interrumpió y salió del cuarto antes de que Naruto siguiera preguntando más.
Sonó el timbre, anunciando la llegada de sus compañeros de banda para el ensayo. Sasuke se acercó a paso lento a abrir la puerta, mientras el joven rubio lo seguía alegremente.
-¡¿Qué hay Naruto, Sasuke?!- Saludaron alegremente mientras se sentaban en el sofá, desparramándose completamente sobre él.
-El tonto de Sasuke anda raro hoy- Susurró al oído de Shikamaru para que no pudieran oírlo.
-Luego me cuentas, Naruto. Ahora hay que ensayar.
-Bueno.
Bajaron al sótano de la casa, donde los esperaban todos los instrumentos, listos para ser usados. Ocuparon sus respectivos lugares: Chouji en la Batería, Kiba en el Bajo, Shikamaru y Shino en las guitarras, mientras que Sasuke en primera voz, con Naruto en segunda. Tocaron unas cuantas canciones para calentar
-Regreso al pasado, este espejismo llamado realidad ya no existe…- Comenzó a cantar Sasuke, pero fue interrumpido por el sonido de la puerta al momento de abrirse, mostrando a Itachi y a su pareja entrar.
-¡Adelante señor Itachi, Deidara! ¡Pensé que ya no vendrían!-Dijo Naruto mostrando una enorme sonrisa.
-Lamentamos interrumpir, por favor continúen.
Sasuke tomó aire y comenzó a cantar. Su voz era grave y aterciopelada… unos instantes después su rubio amigo pasó una de sus manos sobre sus hombros para poder acercarse un poco mas al micrófono que compartían, aquel tacto suave hizo estremecer al pelinegro; Naruto comenzó a cantar cerrando los ojos para concentrarse, su voz era delgada y suave, complementaria a la del otro que no despegaba la mirada de su cara siendo iluminada por la lámpara de la habitación. Escuchó los aplausos al terminar la canción lo que le hicieron despertar y volver a la realidad. Se separó de Uzumaki y salió sin decir nada dejando a todos extrañados.
Encendió un cigarrillo recargándose en el barandal de su cuarto con vista al jardín. No pasó mucho tiempo para que alguien tocara la puerta de forma escandalosa.
-Tsk… pasa Naruto…- Dijo algo molesto.
-Umm… si- Dijo abriendo la puerta para después cerrarla tras de si y acercarse a Sasuke quien se encontraba de espaldas a él. Se detuvo estando a su lado, recargándose también levemente del barandal. Extendió una de sus manos quitándole el cigarro de la boca para acercarlo a la suya, dando una bocanada de humo que exhaló suavemente.
-Sabes que fumar te matará- Mencionó Naruto burlonamente como siempre.
-Acabas de fumar también, tonto, así que cállate- Su tono de voz era algo frio, esta vez no estaba mofándose de él como siempre lo hacía.
-¿Qué te ocurre?, haz estado algo extraño desde ayer, acaso… ¿estas enfadado conmigo?
-No.
-¿Entonces?
-Solo estoy un poco cansado, es todo… ¿por que no te vas a tu casa? El ensayo ya terminó.
-Ok… te veré mañana- Dio una última fumada y tiró el cigarro desde el balcón, saliendo de la habitación.
Se llevó sus manos a su cabeza, revolviendo sus oscuros cabellos rememorando todos los sucesos extraños de ese día… el sueño de la mañana se había repetido las ultimas dos semanas, aunque no de forma consecutiva. “¿Qué me esta pasando?” se dijo mientras cubría parte de su cara con la frazada, quedándose dormido.
Respiró hondamente, sintiendo como el aire llenaba sus pulmones de oxígeno. Había corrido toda la mañana y era el momento de relajarse un poco. El sudor empapaba su camisa, haciéndola pegársele a la piel.
-¡Hey, Sasuke! ¿Qué haces levantado tan temprano?- Escucho que lo llamaban por la espalda, volteó para encontrarse con la mirada azul que lo observaba muy de cerca, tanto que podía sentir la respiración de Naruto chocar en su cuello, provocándole escalofríos…
-¿Qué no viste que corría?-Se alejó unos cuantos pasos de él, para después sentarse sobre el césped.
-Humm, si. Pero ¿Por qué?
-¿Por qué, qué?
-¿Por qué corres?
-Por que si no hago ejercicio me pondré obeso como tu, idiota- Si, solo una escusa, por que la verdad era una muy diferente que ni el mismo quería aceptar: No podía permanecer quieto en su casa por que imágenes extrañas del rubio aparecían en su cabeza a cada instante por lo que necesitaba distraer su mente con otra cosa y lo único que se le ocurrió fue ponerse a correr por el parque. Pero, al parecer, de nada había servido por que ahora lo tenía justo enfrente de él.
-Yo no estoy gordo, ¡Mira!- Gritó levantándose la playera naranja, mostrando su delgado y bronceado torso.
-¿Acaso eres un exhibicionista o que?- Trató de disimular con su tono burlón de siempre.
-Ja, ja, ja… mejor cállate y levántate de ahí, que muero de hambre.
-Pues vete a tu casa a desayunar.
-Ya desayuné… pero quiero almorzar en tu casa, ¿anda si? De seguro tu hermano preparó algo delicioso para el almuerzo- Otra delas razones por las que no quería estar encerrado en su casa era por que Itachi y Deidara se la pasaban de pervertidos justo enfrente de su nariz.
-Ok, vamos…- Dio un suspiro de resignación cuando vio la cara de su amigo suplícate por algo de comer. Ambos comenzaron caminar a su casa hablando de trivialidades como siempre.
Una vez habían almorzado subieron a la alcoba. Naruto, como de costumbre, se tiró sobre la cama si quitarse los zapatos mientras Sasuke encendía un cigarrillo viendo hacia el patio desde la ventana.
-¿Sabes? Creo… creo que quiero dar el siguiente paso con Hinata…
-¿Crees?
-Digo que…- se sonrojó- quiero tener sexo con ella.
-Ah…-Dijo simplemente, dando otra bocanada de humo. Últimamente le había dado por fumar demasiado.
-No digas solo “Ah”… Me refiero a que necesito un consejo por que… emmm… tu sabes que nunca he hecho “eso” y tu, pues has estado con varias chicas- Dijo avergonzado.
Apagó el cigarrillo, pisándolo y se acercó a la cama, quedándose parado enfrente de Naruto quien lo veía hacia arriba.
En un movimiento rápido y sin dudarlo ya se encontraba sobre él, apoyando sus brazos y rodillas a los extremos de su cuerpo.
-Lo… lo único que debes hacer es esto…- Susurró a centímetros de su boca exhalando un suave aroma a tabaco y mentol.
-Eh… s… si. Oye, viejo, ya… ya quítate que me aplastas…- Volteo su rostro evitando los ojos negros de Sasuke que aun lo miraban y se removió haciendo despertar al otro de su letargo. Se levantó algo aturdido volviendo hacia la ventana, su corazón palpitaba frenéticamente… “¿será que…?”
-Eso fue raro…
-¿Querías saber o no? Eso te servirá para la… la situación inicial, solo llévala a tu habitación.
-Eh… si. Bueno debo irme, nos vemos mañana.
-Naruto, yo…- Pero la puerta se cerró dejándolo solo y con aquella extraña sensación de ¿vacio?
¿Continuará?