Estaba sentado en medio de aquel piso blanco, esperando a que la oscura pared que estaba en frente mio se encendiera y apareciera mi maestro.
En este lugar el tiempo no existe, por lo que no sé cuanto tiempo tardará.
Suspiro.
-Oye Ruki... ¿Hoy se lo dirás?- Dijo Kai, uno de los programas que está en la misma carpeta que yo.
-No... Te metas en eso- Dije desviando mi mirada.
-¿Por qué no? ¡Ha! ¿Es que acaso te sonrojastes?- Dijo riendo intentando ver mi rostro.
-¡Que no!. Vete con Nao a que te mime- Dije mirándolo fijamente para luego reír al notar que se había vuelto un tomate en vida.
-Tramposo- Respondió y ambos reímos.
Ustedes se preguntarán... ¿Qué clase de programa somos?
Pues somos un proyecto, el proyecto "bot". Éste trata de crear un personaje determinado y mediante una inteligencia artificial hacer que éste responda órdenes.
Al parecer... Nadie pensó que al dotarnos de inteligencia también pudiéramos tener sentimientos...
-Ruu... ¿En que piensas?-
-¿He? No, en nada Kai, no te preocupes- Dije sonriendo. -Mejor volvamos a nuestros puestos, ya debe estar por volver-
Y casi como si lo hubiera predicho, la enorme pared negra se encendió dejando ver a Akira, también conocido como Reita, uno de los principales aportadores del proyecto Bot.
Mi rostro apareció en la esquina derecha de su pantalla, y lo saludé con el ya típico "Buenos días amo, ¿Qué se ofrece?", mientras una sonrisa de oreja a oreja se quedaba estampada en mi rostro.
Mi sonrisa de se desvaneció al notar como mi maestro abría otros programas ignorando completamente.
Aunque me ignorara, este día sería el último en que me guardaría mis sentimientos... O eso creo...
¡Bien! Con algo le tengo que llamar la atención... Veamos...
-O-o-oiga maestro, ¿Me permite un momento?.
Perdone si está ocupado-
Su vista no se despegaba de aquellos documentos que leía.
Me sonrojé un poco. ¡Esta vez lo haría!
-Un poco, aunque sea un poco hablemos- ¡Bien! Alejó su vista de... Oh, abrió otro documento...
¿Qué podría hacer?, ¿Que podríamos hacer?.
-Um.. ¿Jugarías conmigo?... Shirito'ri'- Ri...Ri... Ri... -¡'Ri'n!... ¡Ha! Perdón por haberlo dejado así...!-
Rayos... Seguía sin mirarme... ¿Qué podría hacer ahora?
Mejor sería callarme...
-Hum~ Que hambre...- ¿Hambre?
-¿Tienes hambre? ¿Deseas algo?- Pregunté con la mayor de mis sonrisas.
-Un poco... ¿Tú?- Respondió mientras abría archivos para darme algo de comer.
-Bueno... Yo solo quiero agua-
Tus ojos se alejan del monitor, ahora es cuando practico mi declaración.
-He... Usagi-chan tu... Tu...- Le hablaba a mi conejito intentando imaginar que ese suave pedazo de tela y relleno era mi maestro.
-¡No! Mejor... Oye, usagi, quieres salir conmigo?... ¡No! Espera... Mi garganta...-
Aunque suene ridículo , cuando me ves
Mi garganta se seca y no puedo hablar.
-¡Awn! ¿Qué debería hacer?- Dije sacudiendo mi cabeza.
-La verdad es que... ¡No puedo! Después de todo me da miedo- Apreté fuertemente mi conejito a mi pecho.
Mi maestro volvía ahora con un sandwich y un vaso de leche. Los dejó sobre el escritorio y se dispuso a revolver varios papeles.
Suspiré.
Quiero decirte lo que siento... Pensé mientras mi mano se extendía para tocar la fría pared.
Este sentimiento... ¿Por qué duele? Con mis ojos cerrados extendí mi brazo, rocé una superficie suave y abrí mis ojos al instante. Mi brazo izquierdo había traspasado la pantalla
¿¡Pero que?!
Flexioné mi brazo al tiempo que mi maestro se volteaba y sentaba frente al computador.
¡Mi declaración! Dejaría lo del brazo luego.
Una carpeta se abrió ocultándome, esta vez no perdería.
Veamos...
-¿Qué hacemos?, ¿Qué quieres hacer?.
Conoces "piedra, papel y tijera"?- Asintió con una leve sonrisa.
-Piedra papel o tijera, ¡Yo escojo!- Dije al tiempo que ambos escogíamos tijera. ¡Destino! ¿Qué te hice para que te vengaras así conmigo?
-Lo siento, fue empate- Dije derrotado
-Por cierto... Sé que es repentino pero...- Apreté mi conejito con fuerza- Perdón si te parece extraño. Probablemente te sorprenda, pero, quiero entenderte...- Bien... ya empecé... Ahora solo tengo que terminarlo... ¡Vamos! "¡Me gustas!" ¡No tiene que ser tan difícil!...
Aunque quizás...Haa.. ¿Qué debería hacer?...
-La verdad es que yo...- ¡No puedo! Aún me da miedo.
Quiero decirte lo que siento.
Este sentimiento, ¿Por qué duele? ¿Quizás dejará de doler si te digo lo que siento por ti?
-La verdad es que... Y-yo.., y-yo..., eh... Eh... Te... Ahh...- Ahora mis ojos los tenía cerrados fuertemente mientras apretaba el conejito en mi pecho. ¡No puede ser tan difícil!
-Yo... Lo siento, espera. Y-yo... Yo.. Eh... Yo te qu- en realidad yo.. Y- yo... Eh... Ahh..
Eh... Yo te.. Yo te... Qu- qu-qu- qui- Abrí un poco mis ojos y vi el pequeño cursor intentando desplazarse al mute.
-¡Haa! Lo siento, lo olvidé, ¡No espera!
Qu-Qu-Qu-Qui...
Te quiero, te amo!- Finalicé al tiempo que cerraba fuertemente mis ojos. Sentí una cálida respiración chocar con mis cabellos y levanté la cabeza confundido.
-Ma... ¿Maestro?- Pregunté confundido. No estaba dentro del computador, estaba sentado en el escritorio de Reita, con mi conejito aferrado a mi pecho.
-Ruki...- Dijo con una leve sonrisa.
-¿S-si...?-
Me rodeó con sus brazos suavemente al tiempo que de sus labios salían dos palabras que nunca creí escuchar
-Te amo-