Destellos de sangre
Capitulo 1: Presagio
Son más de las 3 de la madrugada cuando una chica camina de regreso a su supuesta casa, el rostro lo tiene bastante empapado y su mirada está perdida en el tiempo mientras sus pies se mueven solos y su rostro muestra una dolida faceta de dolor. Parece no tener rumbo fijo pues sus preciosas orbes violáceas están perdidas sin rumbo alguno en las desiertas calles mientras sus pies siguen un destino ajeno a su ser. En su cabeza están un montón de incomprensibles pensamiento y recuerdos pero lo que predominaba en esos instantes es la información que le habían contado hace poco, una de sus niñeras, la única que habían dejado con vida en su antigua casa. La historia era de su difunta madre, la cual fue matada por una de esas patéticas y asquerosas criaturas llamadas zombis, y la extraña idea de que esta, antes de ser transformada o, en consiguiente, morir, había engendrado un bebe, para ser exactos una niña, al cual era medio zombi y medio humana. Esa era la hipótesis de la niñera pues estaba seria cuando se la narro a la chica, su rostro estaba serio y su mirada llena de incomprensión y deseos de creer en alguna salvación para la ahora perdida humanidad. La chica aun recuerda la conversación en su cabeza y esta se repite como un plato de espaguetis comido hace unas pocas horas. En su atormentada mente las palabras la golpean con fuerza y la hacen sentir dolida por dentro a más no poder. “Mi mama fue violada antes de morir…” Se repetía aun frustrada por lo que acababa de saber “Mi mama la dejo preñada un…” Ni siquiera lo podía pronunciar, le daba arcadas decirlo como para pensarlo “Un… un… un…”
-UN PUTO ZOMBIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIII-logra decir finalmente la pobre chica aun martirizada por no poder pronunciar la palabra, el taco solo fue la palanca para sonsacarlo, nada más.
Ahora la chica está un poco asustada y por ello mira a su derecha e izquierda sin saber por qué. El hecho de gritar puede atraer a los zombis a donde esta ella y así que la acorralen con facilidad. Se gira ágilmente mientras sigue a escuchar unos sonidos extraños los cuales no logra asociar a nada con lo que se haya podido enfrentar antaño y es por ello que se pone en posición de combate. Cuando está preparada ya para luchar la luz de la luna, la cual había sido oculta por unas negras nubes, baña a la chica destacando su hermosa y, a primera vista, sedosa, melena, de un azul cielo marino muy tranquilizador, sus preciosas orbes color violáceo están al acecho ya preparadas para observar cualquier cosa extraña que suceda a su alrededor y su mente y reflejos están al máximo por si algo se mueve a y debe defenderse de ello. Un sonido, mas bien un golpe ágil y preciso, es el causante de que toda la atención de la chica se centre en ese sonido a plena potencia. Se gira sobre sí misma y descubre a lo legos un grupo de zombis que parece estar atacando a alguien ya que está a rodear un cuerpo. Corre a plena potencia y de sus pies parecen salir una especie de llamas de color amarillo anaranjado con toque de azul turquesa. Lega rápidamente al grupo de zombis y con el acelerón de la carrera y las extrañas llamas de sus piernas coge impulso poniendo su mano derecha en el suelo y hace un hermoso giro que parece quemar a sus rivales sin mayor dificultad dejando nada mas a una pequeña y asustada muchachada en el suelo sin rasguño alguno. La niña se levanta un poco temerosa pero va recuperándose del susto con cuidado, se coloca ante la chica de pelo azul, se quita el polvo y un poco de sangre seca que hay en su ropa y le hace una humilde reverencia.
-Muchas gracias-dice con un tono de voz neutral pero con toque dulce como la miel y pequeños tartamudeos que una persona no notaria pero que la chica de pelo azul percibe a la primera.
El tiempo parece pararse al instante, la chica de pelo azul observa a la niña con suma cautela y empieza a mirarla como si ya la conociera de antes. Los extraños ojos de la niña, de un verde naturaleza muy singular, están a mirar a su salvadora con cierta curiosidad hasta que recuerda algo. En cambio, la chica de pelo azul la sigue a observar y nota en ella rasgos de su madre, rasgos muy poco comunes como, por ejemplo, los pequeños y casi impenetrables tartamudeos de la menor o sus preciosos ojos de un tono que parece evocar la pureza del mismísimo bosque y la deseada tranquilidad de este.
-Me llamo Eisit-se presenta la menor con sumo cuidado y midiendo el tono de cada palabra que sale por su boca para hacer posteriormente una humilde reverencia más marcada que la de antes-Gracias por salvar la humilde vida de esta don nadie-dice tristemente Eisit.
En ese momento a la chica de cabello azul se le cruzan los cables demasiado y se lanza encima de Eisit con agilidad quedando en segundo ella encima de la menor. Le acaricia dulcemente el cabello y después el rostro mientras no aparta su mirada de la de ella.
-Me llamo Anllelina pero puedes llamarme Anlle hermosura- le susurra la última palabra al oído con un toque muy sensual y dulce, haciendo que Eisit se excite al escuchar la palabra.
-Ee… een… cantada-logra decir entre tartamudeos la pobre muchacha de pelo marrón oscuro con toques claros.
Anllelina le acaricia la mejilla a Eisit pero no muestra intención de levantarse y liberar a la menor en ningún momento. Sigue perdida en las hipotecantes orbes verdáceas de Eisit y por ello no nota que la menor se empieza a mojar excitada por lo que le dijo, en que tono y la posición en la que están ahora.
-Discul… discúlpame por favor…-tartamudea en susurros mientras mira a otro lado la pobre Eisit-Pero es que tengo un pequeño problema…-dice poniéndose colorada por momento.
Anllelina regresa a la realidad y descubre que Eisit está bastante mojada en su parte intima. “Interesante…” Piensa acariciando la parte intima de la menor con sumo cuidado mientras la empieza a besar en el cuello pero de repente se para, el hecho de que se deja llevar demasiado por sus impulsos sexuales hace que no logre pensar con cordura.
-Perdóname hermosa-vuelve a decir esa palabra con un toque muy dulce y sexual-Pero es que no me pude contener y me deje llevar ya que eres muy hermosa y dulce…-acerca lentamente su cabeza al oído de Eisit para susurrarle con su clásico tono dulce y sexy-¿Quieres que siga hermoso ángel?-pregunta muy seria de repente y aun con su mano derecha muy cerca de la zona intima de la menor.
Eisit se sonroja notablemente y pasa lentamente su lengua por sus labios, ya que los tenia resecos. Anllelina se da cuenta de esto y después de que Eisit acabe de pasar su lengua por sus labios Anllelina posa sus labios en los de ella y la besa cuidadosa lenta y dulcemente mientras se apoya en su mano izquierda y con la derecha le acaricia la mejilla. El cuerpo de Eisit reacciona al instante al beso y responde ágilmente sin dificultad alguna pero la respuesta que da no es lo que esperaba Anllelina si no algo mucho más extraño y que nunca llegó a pensar en ver por si sola y menos sentirlo de la forma que lo iba a sentir. El cuerpo de Eisit se contrae y ágilmente se levanta y se separa de Anllelina para quedar a un metro de ella.
-Ale.. alégate por... por… por favor-susurra tapándose la cara con ambas manos sin poder evitarlo, se cae al suelo y se lleva uno de sus bracos a su estomago.
En ese momento es cuando Anllelina se fija en las piernas de Eisit y se percata de que estas están como comidas pues tiene mordidas por muchos sitios, no muy grades ya que no se percató de ellas hasta ahora, pero si muy hundidas en la piel. Lo extraño es que no parece que estén en mal estado ni que se vallan a curar al igual que no parece que la niña se valla a trasforma en zombi por ellas pues se nota que son de muchos años atrás, como desde que nació ya que parece que estas crecieron con el cuerpo de la menor. Eisit grita sin poder evitarlo y sin más se lanza a Anllelina preparada para morderla con la mandíbula extremadamente abierta. Anllelina abre los ojos y haciendo algo que nunca abría echo ni nunca pensó que aria ni por la persona que más quisiera, se deja morder por esa chica de cabellos marrones e hipotecantes orbes verdes.