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EN EL DEDO ANULAR por RHYO-DARCK

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Notas del capitulo:

NAH!

Pues este fic es ha pedido de Chibialexa, pero eso no significa que los demas no puedan leerlo ¿Verdad? XD, este por su pedido esta basado en un manga llamado "Solo el dedo anular lo sabe", espero que les guste.

Cambie algunos dialogos y pocas escenas, ademas de agregar otras, lamento si de repente se vuelve confuso ó algo, es la primera vez que adapto un fic que no sea original mio XD.

 

!Disfruten el capitulo!

EN EL DEDO ANULAR.

Naruto.

Capitulo único.

 

 

Alto, inteligente, popular, amable y bien parecido… parece la descripción de la persona perfecta-ttebayo... pero quizás eso es lo que más hace enojar…

 

– ¡¿Por qué, Naruto-kun?! ¡¿Acaso estoy maldito ó tengo mala suerte?!

 

El rubio suspiró cansino, mientras sentía las manos de su mejor amigo sacudirlo del cuello de la camisa, estaban en casa de Rock Lee, ya con varias latas de cerveza tiradas en el piso de su habitación, todas bebidas por el pelinegro, Naruto aun mantenía la suya en la mano, y apenas había dado algunos sorbos, no quería arriesgarse, era muy débil ante el alcohol.

 

El pelinegro volvió a llevarse la lata en turno a la boca, haciendo su cabeza hacia atrás y bebiendo gran parte del líquido, para después dejar escapar un suspiro, que solo duró uno segundos antes de volver a tomar aire y zarandear al Uzumaki.

 

– ¡¿Por qué en el mundo tienen que existir personas como Uchiha Sasuke-kun?! ¡No! ¡La pregunta correcta es! ¡¿PORQUE TIENE QUE ESTAR EN NUESTRA ESCUELA?!

 

Acto seguido se dejó caer al suelo mientras soltaba un sollozo, Naruto llevó su cerveza a los labios mientras daba un tenue sorbo, puso su mirar en el techo, el motivo de aquella situación, era como siempre que los hombres se embriagaban; Amor, su amigo Rock Lee por fin ese día, había tenido el valor de acercarse a su compañera de clase, Haruno Sakura-chan, un chica pelirosa, alegre, aunque de un temperamento fuerte, el pelinegro había estado con la vista fija en esa chica desde que entraron a la preparatoria Konoha, una escuela privada, famosa por sus altos niveles académicos, que solo admitía a personas adineradas, claro, al menos que fueran como él y Lee, que eran becados.

 

Pero después de dos años de suspiros, Lee citó a la chica para declararle su amor, pero la respuesta de parte de ella fue:

 

“– Lo siento, Lee-san… eres muy amable pero…– Se sonrojó mientras se llevaba ambas manos a cada lado de su rostro– Yo… estoy enamorada de Sasuke-kun…”

 

– ¡Maldición! ¡Todo es culpa de Sasuke-kun! ¡Pero ya verá! ¡Le demostrare la energía de mi juventud! ¡Sobreviviré a mañana!

 

Decía mientras tras él aparecía un atardecer y levantaba el puño al cielo con lagrimas cayendo de sus mejillas, Naruto lo vio con una gota en la cabeza, pues en la vida real solo tenía un pie encima de un montículo imaginario, siempre hacía esas poses raras, un mal habito que le había pegado Gai-sensei, pero, pobre de Rock Lee, tal vez entendía un poco su posición, después de todo, era normal que se frustrara al tener como rival, precisamente  a un tipo como Uchiha Sasuke.

 

Aunque… también pobre de Uchiha Sasuke-ttebayo, creo que la mitad de los hombres de la escuela le tienen envidia solo por existir, pero lo extraño es que aun así, nunca he escuchado que alguien hable mal de él…

 

Sorbía distraídamente su cerveza mientras seguía divagando con la mirada en el techo, claro que conocía a Sasuke, nadie que fuera portador del apellido Uchiha pasaba desapercibido, más aun cuando su familia tenía un largo historial dentro de esa academia, todos parecían salir de una especie de fabrica, nunca les hacía falta perfección y cada uno de ellos había pasado por el consejo estudiantil como presidente, menos Sasuke, que cuando le ofrecieron postularse en principios de ese mismo año, se había negado.

 

El azabache al igual que ellos, estaba en su segundo año en la preparatoria, pero en distintas clases, Naruto recordaba como lo veía a la distancia, siempre sonriendo atentamente a las personas que se encontraban a su alrededor, los alumnos lo trataban con respeto, y todos sus amigos pertenecían siempre a buenas familias, nadie extraño ó fuera de lo común, casi aburrido, pensó.

 

– ¡¿Y ahora que haré, Naruto-kun?! ¡Si ya había comprado unos anillos emparejados, para Sakura-san y para mí!

 

Naruto escupió el liquido y giró su cabeza hacía su amigo que contemplaba en su mano un par de argollas, abrió los ojos incrédulo.

 

– ¡¿De verdad los compraste-ttebayo?! ¡Si aun no le decías nada, Lee!

 

El moreno dejó escapar una risa apenada mientras se llevaba la mano tras la nuca.

 

– Es que… creí que sería romántico y que a Sakura-san le gustaría… ya vez que los anillos son la moda en nuestra escuela…

 

Eso era verdad, la última moda era usar anillos emparejados que, según el lugar en donde los colocabas, significaban distintas cosas, si usabas un anillo en el dedo anular derecho, significaba amistad, tu mejor amigo ó amiga podría tener la pareja y así identificarse, si lo usabas en el dedo medio de la mano izquierda, significaba soltería ó que estabas buscando pareja, pero si lo tenías en el dedo anular izquierdo, significaba que tenías una relación y la otra argolla lo tenía tu novio ó tu novia.

 

Lee suspiró viendo de nuevo los anillos con cierto aire de nostalgia.

 

– En serio me gustaba mucho, Sakura-san…

 

– Lo sé pero… aun así, ¿No te pareció algo precipitado-ttebayo?... además es solo algo pasajero esto de la moda de los anillos…

 

El pelinegro le pasó un brazo por el cuello a la vez que reía escandalosamente, definitivamente ya estaba algo pasado de copas, meneó su dedo frente al rostro del Uzumaki en forma de negación.

 

– Ay, Naruto-kun… eso es porque tú nunca te enteras de nada, pero… todo el mundo observa quien lleva un anillo y donde lo lleva…

 

Le apuntó incriminatoriamente la mano izquierda, en donde tenía un anillo plateado con una franja dorada, colocada en el dedo medio.

 

– Ejemplo tú… hay rumores que dicen que nunca te quitas ese anillo porque aun te gusta tu ex novia…

 

El Uzumaki abrió los ojos algo molesto.

 

– ¡¿Quién dice-ttebayo?! ¡Este anillo no tiene nada que ver con Hinata!

 

Lee se encogió de hombros y Naruto suspiró cansino, aquello significaba que no le había convencido, le miró atentamente para que dejara de lado una de esas tantas latas que se había bebido.

 

– Esto no es un vinculo ni nada-ttebayo… a mi no me gustan estas cosas… pero lo compré de todas maneras…

 

– Pero Naruto-kun, usualmente los solteros tienen una gran variedad de anillos y lo cambian, pero tú solo tienes ese… creo que eso sólo aumenta los rumores…

 

El rubio hizo una mueca y volteó a ver su anillo, sin evitarlo sonrió melancólico.

 

– ¿A quién le importa que me guste este anillo-ttebayo?... yo no me lo pienso quitar, lo tengo ya desde hace mucho… yo suelo perder las cosas y ser distraído pero, este es especial, por eso ahora lo cuido mucho… es como un compañero para mi…

 

–… Qué envidia, Naruto-kun…

 

– ¿Eh?

 

El pelinegro volvió a mirar los anillos que guardaba en la palma de su mano de forma soñadora.

 

– Si tan solo todo hubiera salido bien… en este momento Sakura-can y yo estaríamos felices y mirando nuestros anillos enamoradamente…

 

Apretó la mano al tiempo en que los ojos volvían a llenarse de cómicos lagrimones. 

 

– ¡Si tan solo no hubiera sido por Uchiha Sasuke-kun!

 

– ¿Aun sigues con eso?... pero bueno, ya todo pasó-ttebayo… vamos, vamos, te acompañaré a beber…

 

– ¡ERES UN GRAN AMIGO, NARUTO-KUN!

 

Gritaba mientras se lanzaba a sus brazos, el rubio solo sonrió con una gota en la cabeza mientras le daba palmaditas en la espalda, tratando de animarlo, continuaron bebiendo hasta entrada la noche, entre los reclamos de Rock Lee que deseaba desahogarse, pero por extraño que pareciera, Naruto no pudo evitar, no pensar mal de Uchiha Sasuke.

 

 

 

… ¿Por qué a mí-ttebayo?...  

 

Pensaba el rubio mientras recargaba la mejilla en la mesa de su pupitre, tenía una jaqueca horrible, la noche pasada había vuelto a su casa y había sido regañado por su abuela Tsunade, aunque no entendía porque se quejaba, ella se atiborraba de Sake y nadie le decía nada, en la mañana no quería ir a la preparatoria pero la rubia mujer prácticamente le había arrojado a la bañera de agua fría, no alcanzó a desayunar bien porque en la mañana apagó el despertador, como consecuencia se le hacía tarde y se moría de sueño aun, por si todo no hubiera sido lo suficientemente malo, le había tocado en la primera hora la clase con Gai-sensei, que no había parado de gritar todo el tiempo, suspiró ante el recuerdo y tal estado llamó la atención de su mejor amigo, que se abalanzó hacia él muy preocupado.

 

– ¡¿Qué tienes, Naruto-kun?! ¡¿Te encentras bien?! ¡¿Quieres ir a la enfermería, pido una aspirina?!

 

– No, Lee… solo no grites-ttebayo… estaré bien… creo…

 

Murmuraba con las manos a cada lado de su cabeza.

 

– ¡ESO ES! ¡DEMUESTRA QUE ESTAS EN LA FLOR DE LA JUVENTUD Y ANIMATE!

 

Naruto rechinó los dientes, ¿Cómo podía Lee estar tan fresco?, se suponía que era el que más había bebido y que ahora debería estar sufriendo diez veces peor que él, pero estaba de lo más animado después de la clase con su profesor favorito, se deslizó de su asiento y comenzó a caminar hacía la entrada.

 

– ¡NARUTO-KUN! ¡¿A DONDE VAS?!

 

– A lavarme la cara-ttebayo…

 

Y a alejarme de ti…. O de lo contrario me romperás la cabeza con tus gritos-ttebayo…

 

Caminó lentamente por el pasillo, Kakashi-sensei iba a faltar y después tendrían receso, así que no tenía prisa alguna y lo agradecía, la idea de ir por una aspirina a la enfermería le parecía tentadora, pero si la enfermera le preguntaba que tenía, estaba seguro de que le regañarían de nuevo por haberse puesto a beber aun con diecisiete años, un menor de edad, por si fuera poco, Shizune-neechan era la antigua alumna de su abuela en la escuela de enfermería, así que por mayor seguridad prefirió aguantarse.

 

Se llevó las manos al rostro para despejarse a la par que entraba a los baños, escuchó el sonido del grifo pero no le prestó atención, se dirigió hacía el lavabo, entonces vio su anillo y se lo quitó, había escuchado antes que a algunos se les había resbalado por el resumidero, así que mejor se previno, lo colocó en el borde del espejo, abrió la llave para poner las manos bajo el chorro y juntar agua, estaba fría, eso le ayudaría, sin más se la arrojó al rostro, sintió como había chapoteado sin querer, seguramente salpicando al chico a un lado suyo.

 

– ¡Huy!, perdón, ¿Te mojé-ttebayo?...

 

Se intentó erguir, pero un pañuelo azul apareció frente a su vista.

 

– Ten, sécate, tienes el cabello mojado… y descuida, no me salpicaste tanto…

 

– Eh… gracias-ttebayo…

 

Se lo llevó al rostro y le inundó el aroma a jabón y a una colonia agradable, se notaba que lo limpiaban a diario, tan diferente de él que simplemente volvía a doblar el mismo pañuelo todos los días y guardarlo en el bolsillo, solo lo lavaba cuando este llegaba a ensuciarse, pero para eso a veces pasaban semanas, se lo restregó por la cara y la frente mientras se levantaba.

 

– Gracias, te lo regresaré cuando lo… limpie-ttebayo…

 

Se deslizó el pañuelo para poder ver al dueño, impresionándose un tanto, frente a él tenía a un azabache que en ese momento miraba su camisa salpicada, al escuchar el ligero titubeó del Uzumaki, levantó la vista para verlo, Naruto se sobresaltó al reconocerlo.

 

– ¡Uchiha Sasuke-ttebayo!

 

Gritó a la vez que se sonrojaba, pegándose al lavabo.

 

Qué vergüenza… ayer me la pasé junto con Rock Lee maldiciéndolo por nada y ahora está enfrente mío… ¡Y prestándome su pañuelo-ttebayo!...

 

Sasuke le miraba con cierta sorpresa, para después quedarse serio y bajar la mirada, Naruto vio como sonreía de pronto de forma extraña y lo volteaba a ver con una mirada llena de superioridad, sacando un bufido, se cruzó de brazos.

 

– Nadie hasta ahora me había llamado con tantas confianzas… menos si se trata de una persona que ni conozco…

 

A Naruto le pareció una mueca extraña, nada que ver con las amables sonrisas que le dirigía a todo mundo, sino que lo miraba de forma burlona, casi arrogante.

 

– Eh… yo… lo siento-ttebayo… pero…

 

– Lo que sea… por culpa de tu torpe movimiento ahora estoy con la camisa mojada…

 

Decía acercándose a él mientras lo miraba despectivamente, le arrebató el pañuelo de las manos.

 

– Pero… déjame que te diga una sola cosa…

 

Sasuke agachó su cuerpo un poco, pues le llevaba casi media cabeza al rubio de estatura, le miró seriamente.

 

– Si no eres capaz de ser cuidadoso y evitar ir mojando a personas por ahí… mejor lávate la cara en tu casa… Dobe…

 

Una vena saltó se la cabeza rubia mientras veía como Sasuke le sacaba la vuelta, apretó los puños, era Uchiha Sasuke, pero eso no le detendría, tomó aire al ver cómo le daba la espalda para dirigirse a la salida.

 

– ¡Espera ahí, Teme!

 

Sasuke se detuvo en seco al escucharle decir ese insulto, giró la cabeza para verlo por encima del hombro, Naruto apretaba los puños, fulminándolo con la mirada.

 

– ¡No puedes ir tratando a las personas como se te antoje! ¡Yo no soy de tu sequito de sirvientes! ¡Soy Uzumaki Naruto-ttebayo! ¡Recuerda ese nombre!

 

Se hizo un breve silencio, en donde Naruto notó como el Uchiha lo analizaba con la mirada, Sasuke entrecerró los ojos, molesto.

 

– Bien, entonces esto es para Uzumaki Naruto… ¡Nunca me des ordenes! ¡Usuratonkachi!

 

Continuó su camino dándole la espalda mientras desaparecía tras la puerta, Naruto estaba temblando del enojo, de pronto se llevó las manos a la cabeza, estirándose los cabellos.

 

– ¡¿Pero qué le pasa a ese sujeto-ttebayo?! ¡Qué estudiante respetado ni que nada! ¡Es un maldito Teme altanero! ¡Los tiene a todos comiendo de sus manos con su máscara de amabilidad mientras que en realidad es de otra forma! ¡Kuso! ¡Quiero golpearlo!

 

Pataleó mientras se dirigía de nuevo hacía el lavabo para tomar su anillo del borde del espejo, estaba que echaba humo, hasta había olvidado por completo su resaca, pero aun así estaba algo sorprendido, Sasuke no era en lo absoluto como todos platicaban, no era amable, ni educado, ni respetuoso, además tenía un pésimo humor, se había enojado con él solo porque lo había llamado por su nombre, tomó su anillo y lo dirigió a su dedo, entonces sintió algo y lo volteó a ver, confundido.

 

– ¿Eh?

 

 

 

El timbre de receso dio su anuncio y ya varios alumnos salían apurados de su salón.

 

– Hey, Naruto-kun… vamos a comer algo, escuché que hoy servían costillas…

 

Rock Lee se recargó en el asiento de su amigo, este estaba con la cara recargada en su mejilla, algo decaído.

 

– Creo… que no quiero comer hoy-ttebayo

 

– ¿Eh? ¿Todavía te duele la cabeza?

 

Preguntó mientras le ponía la mano en la frente para verificar que no tenía fiebre, Naruto meneó la cabeza en forma negativa.

 

– No, pero… creo que yo… he engordado-ttebayo… haré lo que las chicas y me saltearé el almuerzo… no quiero decirlo pero, creo que me pondré a dieta…

 

Lee abrió los ojos, mirando serio en segundo y después comenzó a carcajearse, Naruto sintió avergonzarse ante ello pero aun así le frunció el ceño.

 

– ¿Pero qué dices? ¡Si tú no estás gordo! ¿Es una broma ó qué?

 

– No, pero… es que el anillo ya no me cabe… me lo intenté poner de nuevo y me quedó chico-ttebayo…

 

Lo sacó de su bolsillo mientras lo contemplaba tristemente, le gustaba mucho ese anillo, era especial, Lee levantó ambas cejas.

 

– ¿Eh? ¿Pero no lo llevabas apenas puesto hace rato? ¿Cómo que ya no te entra?

 

Decía mientras veías como el rubio trataba de ponérselo sin éxito, en verdad le quedaba chico, después de una guerra inútil lo movió hacía otro dedo.

 

– Si, pero, ya no me cabe en el dedo medio, pero mira… si me lo pongo en el anular, si me entra…

 

El pelinegro frunció el ceño no tan convencido.

 

– Eso es muy extraño, pero no creo que alguien pueda engordar así de golpe…

 

– Pero tampoco se puede encoger un anillo así de la nada… ¡Ah! ¡¿Y si se mojó con el agua y se redujo-ttebayo?!

 

– Dudo que eso pasé con la plata, Naruto-kun…     =_=U

 

Ambos detuvieron su conversación al escuchar exclamaciones emocionadas de las chicas, voltearon a ver como se llevaban las manos a la cara y se sonrojaban, algunas rodeaban la entrada de la puerta, fue entonces cuando notaron que Sasuke estaba en el marco de la misma, revisando el interior del aula como si buscara a alguien, hasta que su negro mirar se topó con el rostro de Naruto, que enseguida bajó la vista y se recargó entre sus brazos para fingir que no lo había visto, aun seguía enojado con ese Teme y tenía pensado ignorarlo, Sasuke comenzó a caminar hacía las últimas filas con las manos metidas en los bolsillos, Lee se sentó a un lado del rubio para susurrarle.

 

– Uchiha Sasuke-kun se dirige hacía aquí, Naruto-kun… ¡Y no te quita la vista de encima!

 

El rubio se tensó, pero se decidió a quedarse quieto en su sitio, en el suelo frente a su pupitre se detuvo un par de zapatillas blancas para los interiores, como si fuese la cara de ese Uchiha, las miró mal.

 

– ¡Eh, tú! No te hagas el tonto, sé que me escuchas… Dobe…

 

Naruto se puso de pie golpeando con ambas manos la mesa de su pupitre, encaró entonces ese gesto despectivo con que Sasuke lo miraba.

 

– ¡Mira, Teme! ¡Yo no estoy para soportarte-ttebayo! ¡Y te dije que me llamaba…!

 

– Uzumaki Naruto… lo sé… pero eso me da igual… solo he venido a devolverte esto…

 

Colocó su mano hacía abajo, Naruto con una mueca confusa extendió la suya por reflejo, entonces Sasuke abrió sus dedos y le dejó caer en la palma un anillo idéntico al suyo, se le quedó mirando por unos momentos y parpadeó perplejo, mientras Sasuke ladeaba su rostro para mirar hacia otro lado, soltó un bufido inconforme. 

 

– Seguro se cambiaron ahí en el baño… así que tú tienes el mío por error…

 

Entonces Naruto entendió todo en ese momento, abrió la boca sorprendido y le miró incrédulo. 

 

– ¡No me digas-ttebayo! ¡¿Tenemos el mismo anillo?!

 

– A mí tampoco me hace gracia, Dobe… solo apúrate y devuélvemelo…

 

Decía volviendo a ver al ojiazul pero este lo ignoraba, pues estaba con su amigo comparando los anillos, eran exactamente iguales, Naruto estaba viendo a ambos al mismo tiempo, hasta que de pronto abrió los ojos.

 

– Ah, es verdad… este es el mío-ttebayo… ya vi algunas de las marcas… ahora entiendo porque no me cabía en el dedo medio, aunque quedaba perfecto en el anular…

 

Sasuke se pasó los dedos entre los cabellos algo ansioso, chasqueó la lengua contra los dientes.

 

– Como sea, solo dámelo… no es como si quisiera tener el mismo anillo que tú, pero una persona importante para mí, lo hizo…

 

Naruto infló las mejillas con reproche y le lanzó el anillo, Sasuke lo atrapó en el aire y se lo llevó al dedo medio, se lo puso y suspiró tranquilo mientras lo contemplaba en su mano, Lee se llevó una mano bajo el mentón, como si analizara algo. 

 

– Vaya, Naruto-kun… es el mismo anillo pero les luce tan distinto, en él es una joya… en ti una baratija…

 

– ¡¿Qué dijiste-ttebayo?!

 

Apretó un puño amenazante pero mejor desistió, claro, a él no le iba a lucir igual que al divo de Uchiha Sasuke, bastardo egocentrista, teme y engreído, lo volteó a ver aun con una mueca molesta, pero después la relajó.

 

– Pero… qué bueno que te diste cuenta de que nos equivocamos de anillo-ttebayo… a mi no se me había ocurrido, hasta pensé que había ganado peso…

 

Decía mientras lo contemplaba en su mano, curioso, si, curioso que ambos tuvieran un anillo de soltero igual, un anillo que resultaba ahora estar emparejado, Sasuke cerró los ojos mientras se cruzaba de brazos. 

 

– Supongo es de lo más normal que piensen eso si al probártelo ya no te entra…

 

– Si, ya que la única vez que me lo quité fue en los baños-ttebayo…

 

Sasuke abrió los ojos y lo miró con una mueca burlona.

 

– ¿Y pensaste que habías engordado así de rápido en menos de unas horas? ¿Acaso eres idiota?...

 

Al rubio le salió una vena en la cabeza por decirle idiota, a Lee un gota, porque él por un segundo también pensó que Naruto había engordado, Sasuke de nueva cuenta se pasó la mano entre los cabellos, pero con aire fatigado.

 

– A ti te quedaba ajustado ¿Verdad?... a mí me quedaba grande en mi dedo medio, pero estaba bien en el dedo anular… creo que los dos tenemos dedos desiguales…

 

– ¿En el dedo anular-ttebayo?...

 

– Así es… un lugar completamente equivocado para usarlo… por eso tenía que devolvértelo, imagina todo lo que dirían… sería raro estar emparejado con un hombre…

 

– ¡Lo mismo digo-ttebayo!

 

Sasuke le sonrió socarronamente de medio lado y bajó la vista al anillo de Naruto, se dio media vuelta y se detuvo solo un momento, ladeó el rostro un poco, solo para hacer saber a Naruto que le hablaba a él.

 

– Tienes mucho tiempo con el ¿Verdad?, me sorprendí de ver lo gastado que estaba… debe ser muy preciado para ti… sí… eso debe ser…

 

Sin más, dejó la frase al aire y salió del aula saludado por varias chicas que se encontraban sonrojadas y emocionadas, Naruto estaba de nuevo enfadado, ¿Pero que le ocurría a ese Teme?, decía tonterías y luego se marchaba como si nada, debería de haberse disculpado con él por lo menos, después de todo el Teme había sido el que tomó el anillo equivocado, pero al contrario lo trataba con la punta del pie, parecía algo personal, ya que antes de verse las caras le había ofrecido el pañuelo de forma atenta, frunció el ceño, todo empezó porque él lo llamó por su nombre, ay, su gran bocota.  

 

– ¡NARUTO!

 

Respingó en su asiento al tener de pronto a Haruno Sakura cerca de él, con las manos recargadas en su mesa y brincando emocionada.

 

– ¡¿De verdad tienes el mismo anillo que Sasuke-kun?! ¡Por favor dime donde lo compraste!

 

– ¿Eh?... ¿P-para que-ttebayo?...

 

Sin querer retrocedió en su asiento, tanto entusiasmos de esa chica lo intimada, vio como se llevaba las manos a sus mejillas mientras se sonrojaba.

 

– Pues… quisiera tener algo en común con Sasuke-kun… usar su mismo anillo y estar emparejados…

 

–… S-sakura-san…

 

Sollozó el moreno tras su espalda, Naruto sintió algo de pena, iba a dedicarle unas palabras de aliento cuando todas las mujeres de su salón se arremolinaron alrededor suyo, estaban eufóricas.

 

– ¡Esa es una excelente idea! ¡Yo también quiero saber!

 

– ¡Y yo, dinos donde lo compraste, Naruto!

 

– ¡Kyaaaa! ¡Quiero tener el anillo emparejado de Sasuke-sama!

 

– ¡Dime donde lo conseguiste!

 

Al rubio se le escapó una gota de sudor por la cabeza, todas estaban gritando emocionadas y exigiéndole la tienda, se llevó una mano a la cabeza y se rascó el cabello, sonrió nerviosamente.

 

– Yo… no puedo… decírselos-ttebayo…

 

Grave error, las caras de regocijo y felicidad cambiaron de pronto en unas molestas y amenazadoras.

 

– ¿Ehhhh? ¡¿Por qué no?!

 

– ¡Te lo estamos pidiendo por favor! ¡Eres tan cruel!

 

– ¡Solo quieres ese anillo para ti! ¡Eres un egoísta!

 

– ¡Comparte el anillo de Sasuke-sama! ¡Quiero tener el mismo!

 

– ¡De todas formas tú no puedes estar emparejado con él!

 

Aquello le hizo enojar, ¿Quién decía que quería estar emparejado con ese Teme?, se levantó de golpe y las miró con enojo, todas respingaron ante su mirada.

 

– ¡No recuerdo donde compré el anillo-ttebayo! ¡Nadie está siendo egoísta! ¡Simplemente no lo sé! ¡No entiendo porque quieren emparejarse con ese…! ¡Con ese…! ¡¡Teme!!

 

Salió del salón enojado, dejando a varios sorprendidos por su ataque de rabia, al pasar los días, la noticia de ese anillo se corrió rápido, diario las chicas iban a buscarlo a su salón para preguntarle por la tienda, colmándole la paciencia una y otra vez, y a pesar de que gritaba que no recordaba para que las demás escucharan, aun así iban tercamente a volver a interrogarlo.

 

Dejó caer la frente en la mesa de su pupitre mientras suspiraba frustradamente, su mejor amigo lo veía atentamente.

 

– Pareces muy estresado, Naruto-kun…

 

– Lo que pasa es que vienen a preguntar cada maldito minuto de ese anillo… ya me tienen harto-ttebayo, ojala se cansaran de una vez…

 

Lee se recargó en su asiento mientras se llevaba una papa frita a la boca, volteando a ver el pizarrón, sin ver nada en realidad.

 

– Bueno, Uchiha Sasuke-kun es alguien popular… que suerte tiene…

 

Naruto apretó los ojos, molesto.

 

¡Kuso! ¡Todos se dejan engañar por esa cara que tiene-ttebayo! ¡¿Qué pasa con el mundo?! ¡¿Por qué nadie nota que es un bastardo?!...

 

– Pero… ¿Sabes? Las chicas decían que no sabían que Uchiha Sasuke-kun llevaba puesto un anillo…

 

– Seguro solo lo lleva por la moda, aunque quizás también sea importante y por eso lo guardó en secreto para que nadie se lo copiara-ttebayo…

 

– ¿Entonces cuando les dices a las chicas que no recuerdas donde lo compraste…?

 

Naruto le sonrió.

 

– Es la verdad-ttebayo… antes no era importante, pero una vez lo perdí y regresó a mi por sí solo… pensé que era algo bueno y desde entonces lo cuido bastante… pero… cuando dijiste que tenían diferente forma de lucir en Sasuke-teme y yo… no sé… creo que eso me deprime…

 

Agachó su cabeza, Lee rió nerviosamente mientras le daba una palmada en la espalda para animarlo.

 

 

 

Una caja grande envuelta en papel de regalo cayó en sus manos, volteó el rostro para dirigirlo a la chica rubia que estaba sentada a un lado suyo en la cama, ladeó la cabeza.

 

– ¿Un regalo?, Mi cumpleaños es hasta octubre, Naruko-ttebayo… 

 

– ¡No es así! ¡No es para ti, Niichan!... quiero pedirte un favor y que lo entregues a alguien que va a tu misma escuela…

 

Naruto inspeccionó la caja mientras su hermana menor, Uzumaki Naruko le explicaba la situación, ambos eran bastante parecidos, como si fuesen gemelos, pero tenían un año de diferencia, Naruko asistía a un colegio femenil prestigioso, a pesar de ser tan parecidos en los hábitos, gestos y manera de hablar,  la chica era muy inteligente. 

 

– ¿Ah, sí? ¿Quién-ttebayo?

 

– Uchiha Sasuke-san…

 

Naruto tiró la caja sin querer y le salió una vena en la cabeza.

 

– ¡¿Uchiha Sasuke?! ¡¿Qué quieres tú de ese Teme?! ¡No señor! ¡No dejaré que mi Imotou quedé engañada como los demás por ese tipo-ttebayo!

 

Apuntó a Naruko con un dedo mientras negaba rápidamente con la cabeza, la menor le sonrió.

 

– Ah… entonces si lo conoces… pues veras, él está próximo a cumplir años y una amiga mía me pidió que le entregaras ese regalo…

 

– ¡¿Yo?!

 

Naruko sonrió más mientras se pasaba una mano tras las coletas, en un gesto que se parecía mucho a su hermano cuando ambos sabían que habían cometido una torpeza.

 

– Lo siento, sé que no te gusta hacer ese tipo de cosas pero, mi amiga está muy enamorada de él… me rogó que te pidiera este favor y yo le dije que aceptabas… así que… por favor, Niichan… ¿Se lo puedes entregar? ¿Por mi?...

 

Naruko se puso las manos bajo su mentón a la vez que ponía sus ojos más conmovedores que tenía, Naruto la miró tratando de resistirse a los chantajes de su Imotou, pero al ver su cara de cachorro, no hizo más que bajar la cabeza derrotado, a ella no podía negarle nada, al ver eso la chica hizo una “V” de victoria con los dedos.

 

 

 

– Yo… te quiero, Sasuke-kun… ¿Acaso no puedo… no tengo… ninguna posibilidad?...

 

Sasuke la vio desde su altura, y entrecerró los ojos, suspiró calmadamente.

 

– Lo siento… pero yo no puedo corresponderte… aun así insistas, lo siento Haruno-san…

 

La pelirosa se llevó las manos al rostro para contener un sollozo, Sasuke la veía completamente calmado, ya estaba acostumbrado a ver a las mujeres llorar así que no le importaba demasiado, vio de reojo un mechón de cabello dorado que se levantaba apenas tras el escritorio del salón, levantó una ceja.

 

¡Oye, oye! ¡Esta es una muy mala situación-ttebayo! ¡Eso me pasa por estarlo siguiendo!...

 

Naruto se encontraba escondido tras el escritorio mientras abrazaba con fuerza el paquete de regalo, se había tomado en serio el pedido de su hermana, así que en cuanto vio a Sasuke salir de su salón para el almuerzo lo comenzó a seguir, quería deshacerse de esa tarea tan pronto como le fuera posible, le pareció extraño que se dirigiera a una aula y no a la cafetería, entonces descubrió el motivo, Haruno Sakura quería confesarse, eso definitivamente no se lo diría a Rock Lee, lastimaría a su amigo, pero lo que más le impresionaba, era lo perfecto del ambiente, incluso el rechazo había sido perfecto, lo suave de su voz, calmada pero decidida y así ser directo, sin margen de dudas y sin alterarse por las lágrimas de una mujer, suspiró, odiaba admitirlo, pero quizás por eso era popular.

 

– ¿Qué haces ahí… Usuratonkachi?

 

Levantó la mirada y se topó con los ojos de Sasuke que se asomaba por encima del escritorio, se sobresaltó levantándose de golpe, se dio de lleno contra la orilla del mueble.

 

– ¡Auch!

 

Se llevó las manos hacia el centro de su cabeza y después las bajó para ver si no había sangrado, maldito buen golpe que se había dado.

 

– Extraño encontrarte… ¿Me estabas siguiendo?

 

Preguntó mientras se cruzaba de brazos y le sonreía de medio lado, otra vez esa sonrisa altanera, entonces el rubio se dio cuenta de que ya estaban solo ellos dos, mejor motivo para actuar a la defensiva, sin tener que soportar las quejas de Sakura-chan por insultarlo o algo.

 

– ¡Claro que no-ttebayo! ¡Solo estaba preocupado por Sakura-chan! ¡Mi amigo está enamorado de ella y me pidió que la vigilara y…!

 

Y… no me cree en lo absoluto-ttebayo…

 

Pensó al ver la ceja levantada del Uchiha y sus ojos inquisidores fijos en su rostro, además percibía claramente que la comisura de sus labios luchaban por no dejar pasar de nuevo esa mueca burlona que solo a él le dirigía, volteó el rostro algo nervioso, intentando salir con toda la dignidad posible, pero con Sasuke nunca se sabía.

 

– A-además… no es como si quisiera ver esta clase de cosas-ttebayo… menos cuando veo que ni siquiera te duele ver los sentimientos rotos de los demás, ¿En serio no te conmueven las chicas siquiera un poco?... porque tú…

 

Volteó hacía él y se quedó sin habla, al verlo afilar su mirada en él, esa mirada que jamás le dirigiría a Sakura-chan, ni a cualquier otra chica, ni a cualquier otra persona, esa mirada de furia palpable que solo él se merecía, ese… odio, aunque no entendía por qué solo con él parecía tan ensañado, Sasuke tensó la quijada, hablándole con los dientes apretados, susurrado ferozmente.

 

– Nunca me vuelvas a seguir otra vez…

 

– ¡Ya te dije que era porque Sakura-chan…!

 

Sasuke avanzó hacía él en tan solo dos zancadas, Naruto se intimidó de esa mueca y retrocedió muy poco, el azabache le empujó por el pecho levemente.

 

– ¡Cállate! ¡No sabes mentir! ¡Lárgate!

 

Naruto lo miró por un momento y lentamente se dio media vuelta, estaba consternado, sabía que era un bastardo sin remedio, pero jamás pensó que le miraría de esa manera, ni que le diría esas cosas, la sonrisa gentil que veía desde lejos, todo lo cautivador que decían de él, lo gallardo y atento que se veía, la paciencia con la que trataba a las personas, su voz suave, nada de eso, nada de todo eso iba dirigido a él, cuando lo llegaba a pensar, se sentía, extrañamente, triste.

 

Caminó por varios minutos, miraba de un lado a otro y todas las miradas del pasillo estaban puestas en él, suspiró, sabía que seguramente lo malinterpretaban llevando ese gran paquete de regalo con corazones por doquiera entre sus brazos, era consciente de que el receso estaba a punto de terminar y de que no podía seguir dando vueltas como estúpido con eso, lo que más le molestaba es que varios habían visto que seguía a Sasuke y susurraban entre sí que, seguramente, era un regalo de su parte, siendo que él era frío, cruel, hiriente y distante, pero exclusivamente a su persona, y cada vez sentía un dolor en su pecho cuando lo recordaba, levantó la vista con decisión y apretó un puño.

 

¡Me limitaré a entregarlo-ttebayo! ¡No romperé mi promesa a mi Imotou! ¡Y entonces ya no tendré porque volver a verle la cara a Sasuke!...

 

Asintió para sí mismo y se dio la vuelta lleno de resolución, con la mirada fija en un salón en especifico, sólo haría eso y ya, no tendría que seguir preocupándose por tonterías, solo una misión mas, y todo terminaba.

 

– ¿Eh? ¿Uchiha Sasuke?, si esta aquí… espérame un momento, lo llamaré…   ^_^

 

Naruto asintió para un chico sonriente que parecía guardar un gran parecido con Sasuke, se preguntó si serían parientes, vio como se acercaba al pupitre del Uchiha y le decía algo, entonces apuntaba a su dirección, sin saber porque, en cuanto Sasuke posó su mirada en él, comenzó a ponerse nervioso, el otro pelinegro se le acercó disimuladamente mientras ambos lo veían y le hacía un comentario mientras barría con mirada sensual a Naruto, Sasuke simplemente cerró los ojos con una venita en la cabeza y se levantó hacía la puerta, llevándose las manos a los bolsillos y una vez estando lo suficientemente cerca, su tono de voz cambió radicalmente.

 

– ¿Otra vez tú?... ¿Qué quieres ahora, Dobe?

 

– ¡No me digas Dobe, Teme!... y bueno, lo mejor será que hablemos en otro sitio-ttebayo… sígueme…

 

Sasuke se encogió de hombros y comenzaron a caminar para alejarse de los alumnos, así que creyeron que la mejor opción sería ir a la azotea, en cuanto cerraron la puerta, Sasuke sonrió burlonamente.

 

– Es raro decirlo, pero esa decoración de corazones te sienta muy bien…

 

– ¡¿Qué?! ¡No digas tonterías-ttebayo!

 

El azabache se cruzó de brazos y le sonrió de manera gentil, gesto que dejó perplejo a Naruto.

 

– Ahora si dime, ¿Hay alguien de mi clase a quien quieras dárselo? ¿Quieres que lo entregue por ti?, puedo hacerte ese favor…

 

– ¿Por qué has cambiado tan de pronto-ttebayo?...

 

– ¿Qué no has escuchado?, soy un hombre agradable, deberías de conocer mi reputación…

 

Naruto frunció el ceño, la verdad era que quería olvidarla, aquella etiqueta de amabilidad y perfección que lo rodeaba, que decía que era una buena persona con todo mundo, excepto él, algo dentro de sí le hizo enojarse más ante ese pensamiento, se acercó hacía él y le puso el regalo en el pecho.

 

– Esto es para ti-ttebayo… pronto será tu cumpleaños ¿Verdad?, así que acéptalo…

 

Sasuke abrió los ojos con repentina sorpresa, un gesto tan natural e inocente que Naruto no pudo evitar verlo mientras éste bajaba la vista al regalo y lo tomaba entre sus manos.

 

– ¿Para… mi?...

 

Decía con una mezcla de regocijo e incredulidad, eso era extraño, pues siendo tan popular, el rubio estaba seguro que lo tomaría sin rodeos, ¿O quizás con todos se hacía el sorprendido?, porque si era así, entonces actuaba bien, porque parecía dudar en si mostrarse feliz ó alagado, viendo aquella caja envuelta en papel de corazones que en ese momento parecía querer abrir inmediatamente, pero a la vez guardarla como un presente valioso, Naruto se sonrojó mientras se llevaba las manos a los bolsillos.

 

– Supongo que con los corazones debe de decir lo suficiente-ttebayo, pero, sino es así, hay una carta ahí dentro… contéstala rápidamente… 

 

Sasuke lo volteó a ver.

 

– ¿Una carta?... ¿Y qué dice?...

 

– N-no me preguntes-ttebayo… solo léela y lo sabrás…

 

– Entonces solo tengo que leerla… entiendo… y luego te respondo…

 

– Así es-ttebayo…

 

Naruto bajó la mirada mientras se ruborizaba, Sasuke volvió a ver la caja como si en ese mismo instante quisiera abrir el papel y ver lo que tenía, eso al Uzumaki le hizo sentir feliz porque estaba completamente interesado en el regalo, que bueno que le había gustado, abrió los ojos de pronto al darse cuenta de algo, ¡Parecía que él era el remitente!, levantó las manos hacía el frente rápidamente.

 

– ¡E-espera-ttebayo! ¡No es de parte mía! ¡No lo vayas a malinterpretar!

 

Sasuke volvió su mirada hacía él, un tanto confundido, Naruto sacudió sus manos mientras sentía que hacía el ridículo.

 

– A mí solo me pidieron que te lo trajera, es de parte de una chica que asiste al mismo colegio que mi hermana-ttebayo…

 

El azabache entrecerró los ojos, volviéndose repentinamente calmo.

 

– Ah… ya veo… tú, ¿Sabes cuándo es mi cumpleaños?...

 

Aquella pregunta le pareció extraña a Naruto, pero aun así, asintió.

 

– Pues… el veintitrés… de julio-ttebayo…

 

Sasuke le sonrió de medio lado, nuevamente, volviendo a su verdadera cara, aquella fría y arrogante.

 

– Exacto, bien por ti… Dobe

 

Naruto cerró los ojos confundido, ¿Bien por él?, ¿Qué diablos pasaba con ese Uchiha?, ¿Acaso tenía algún desorden de doble personalidad?, escuchó los pasos acercarse y abrió los ojos, viendo el cuerpo de Sasuke seguir caminando hacia él, retrocedió hasta topar con la pared, el azabache apoyó su mano libre a un lado de su cabeza mientras se acercaba, sonriéndole y entrecerrando los ojos, hablándole con voz baja.

 

– Gracias por esta entrega especial…

 

Demasiado cerca, pensó Naruto, la manera en la que lo miraba, con ese brillo tan extraño en los ojos, esos ojos negros que ahora parecían como de metal, le llegó el olor de la colonia y entrecerró los ojos, la misma que el pañuelo que le había prestado tenía, tan embriagante, aun mejor ahora que se mezclaba con el jabón de su cuerpo y la esencia de su piel, casi sintió que se mareaba, el eco de una risita proveniente de Sasuke lo sacó del trance.

 

– Aun así eres extraño… haciéndole favores a niñas que no conoces, no debes tener quehacer alguno… Dobe…

 

Naruto se irguió en su lugar plantándole cara, pero en ningún momento pareció incomodar la relajada postura del mayor, que seguía sonriéndole con burla. 

 

– ¡No me digas Dobe, Teme!

 

– ¿Entonces, como debería llamarte?... ¿Usuratonkachi? ¿Baka? ó solo… Naruto…

 

Murmuraba mientras volvía a acercarse, ¿De dónde sacaba el valor para hacer algo así?, incluso debería de discutirle por la situación de que ahora era él quien se atrevía a tomarse confianzas, después de que le había reclamado el hecho de hacer lo mismo antes, ¿Con que derecho se creía para llamarlo por su nombre?, sintió como la cercanía era cada vez más notoria, hasta que deslizó la mano de la pared hasta su hombro, arrinconándolo aun mas, aprisionándolo, se paralizó cuando sintió el aliento de sus labios junto a su oído, tibio, cercano, lento.

 

–… Naruto…

 

Apretó los ojos al experimentar un escalofrío, nunca había sentido aquella cálida sensación, ni le habían hecho temblar los susurros en su oído, pero la manera en que había dicho su nombre, ese suspiro gutural, era tan pausado y ronco que, le resultó incluso a él, algo sensual, a esa distancia, el aroma de la colonia era mucho más penetrante, percibía el calor de su pecho por el poco espacio, rozando apenas con la punta de la nariz el arco de su cuello, las cosquillas que el mechón de su cabello le daba en su mejilla, y ese murmullo otra vez.

 

–… Naruto…

 

No pudo soportarlo y volteó el rostro, con las mejillas sonrojadas e intentando que su respiración no se agitara, ¿Cómo era posible que él, un hombre, le hubiera hecho sentir de esa manera?, sintió a su calor alejarse solo un poco y los dedos de sus manos se colocaron bajó su mentón, obligándolo suavemente a verlo, abrió los ojos al llegarle la razón en esa situación y respingó al tiempo que le daba un manotazo a su mano, no quería que lo tocara.

 

– ¡¿Qué estás haciendo-ttebayo?!

 

Gritó perturbado al analizar lo que había pasado entre ellos, un momento extraño, Sasuke lo veía tan campante, como si nada hubiese ocurrido.

 

– Te callaste de repente y me pareció extraño cuando he visto que eres un escandaloso… ó ¿Qué? ¿Creíste que te iba a besar o algo así?, no sueñes, Dobe…

 

– ¡Idiota! ¡¿Quién querría-ttebayo?!

 

Sasuke sonrió de medio lado y le aventó el paquete de regalo, el rubio apenas pudo atraparlo a tiempo, levantó la vista para reclamarle pero el azabache ya se encaminaba a la salida.

 

– ¡Hey, espera! ¡¿Por qué me das esto?! ¡Es un regalo-ttebayo!

 

Sasuke se detuvo, aun dándole la espalda.

 

– Esa cosa abulta demasiado… no quiero llevarlo en mi mochila… es molesto… devuélvelo a quien te lo entregó…

 

– ¡¿Qué?! ¡No puedo hacer eso-ttebayo! ¡¿Qué te pasa, Teme?! ¡¿Qué no decían que recibías cualquier cosa de cualquier gente?! ¡¿Por qué te estás mostrando selectivo conmigo?!

 

– Es verdad, yo no soy favoritista… pero no quiero ese presente… 

 

– ¡¿Por qué diablos no-ttebayo?!

 

Sasuke ladeó la cara, mostrándole de nueva cuenta esos ojos, diferentes al matiz metálico y brillante de momentos atrás, unos completamente sólidos y fríos, distantes, aquellos que le hacían recordar que solo con él, era ese maldito que los demás no conocían, pero lo que no espero jamás, era aquel motivo de su rechazo por el regalo, lo vio afilar los ojos, clavar su mirada gélida en él.

 

–… Solo por que fuiste quien me lo entrego…

 

Dijo para reanudar su camino, Naruto abrazó el regalo a su pecho, ¿Qué diablos?, sabía que por alguna razón, las cosas entre los dos eran algo complicadas, incluso llegaba a pensar que Sasuke solo jugaba con él solo por molestarlo, pero jamás llegó a concebir que en verdad hubiera algún tipo de desagrado, eran diferentes, lo sabía, Sasuke era el estudiante modelo, el rey de la preparatoria, mientras que él simplemente era Naruto, pero no había hecho verdaderamente algo como para incomodarlo, los insultos que le decía era porque Sasuke también le decía insultos, como una forma de discutir, como algo parecido a cualquier compañerismo, pero ahora estaba seguro, aunque no entendiera el porqué de ello, pero las palabras eran una aclaración más que obvia: Uchiha Sasuke lo odiaba.

 

Agachó la cabeza, aquello le hacía sentir…, miró el regalo con tristeza.

 

– Naruko va a matarme-ttebayo…

 

 

 

Abrió la puerta del salón y todos al verlo lo contemplaron un segundo antes de inmediatamente ponerse a charlar entre sí, suspiró, sabía que los rumores no se tardarían en llenar la escuela, miró su reloj, oh, vaya, tan solo veinticuatro horas le tomó al colegio entero enterarse de todo, pisoteó irritado hasta llegar a las últimas filas en donde estaba su asiento, aventó la mochila y se dejó caer en la silla, escuchaba casi en sus orejas los bisbiseos de los murmullos, los chismes, la puerta se abrió y vio llegar a Rock Lee que en cuanto lo vio se acercó corriendo, ya sabía lo que iba a preguntarle.

 

– Oye, Naruto-kun… tú…

 

Naruto levantó una mano rápidamente.

 

– ¡Alto, Lee! ¡No lo digas-ttebayo! ¡Yo lo admito!

 

Se levantó cerrando el puño, ante la mueca confundida de su amigo.

 

– ¡Lo confieso! ¡Lleve un regalo a Uchiha Sasuke ayer! ¡Y soy el primero en la historia al cual se lo ha arrojado en la cara-ttebayo!

 

– ¿Eh? ¿Eso pasó?

 

– ¡Claro… lo admit…! ¡¿Eh?! ¡¿No lo sabías-ttebayo?!

 

Se giró rápidamente para ver como su amigo negaba con la cabeza, para acto seguido dejar sus cosas en el pupitre y sentarse en su lugar, arrastrando la silla lo suficiente como para poder seguir conversando con su amigo.

 

– No, lo que quería decirte es que Sasuke-kun vino ayer a nuestra clase luego de que te fuiste a tu casa, y como ya me había visto contigo, me preguntó si sabía en qué colegio estudiaba tu hermana, pero es raro… es como si hubiera esperado a que te fueras…

 

– ¿Eh, y que hiciste-ttebayo?

 

El pelinegro levantó ambas cejas.

 

– ¿Qué, que hice? Pues fui a decirle el nombre del colegio... 

 

Naruto se palmeó al frente con la mano, su amigo era un despistado, y eso que a él era a quien a veces le decían torpe, ahora le cedía el lugar a Lee, el pelinegro continuó hablando.

 

– Hablando de rumores, hoy escuché uno que decía que ya también tenía admiradores hombres, estaba sorprendido… entonces recordé que ayer le fuiste a dar un regalo y dije “¡Se refieren a Naruto-kun!”

 

Naruto golpeó el pupitre de su compañero con una vena en la cabeza mientras este seguía viéndolo alegremente como si fuese un admirador del Yaoi-love.

 

– ¡¿Por qué demonios te dejas llevar por los rumores tan fácilmente-ttebayo?! ¡Estas equivocado! ¡Ese regalo fue de parte de otra persona, no asiste a este colegio y por medio de Naruko me pidió la entrega!

 

Lee sonrió con entusiasmo.

 

– Pero si es así, no te preocupes, es más fácil que crean el segundo rumor, el que dice que Sasuke-kun está enamorado de tu hermana…

 

– ¿Eh? ¿Qué dices-ttebayo?

 

Su mejor amigo levantó un dedo.

 

– Piénsalo, te vieron entregándole un regalo, nadie va a pensar mal si es un encargo de Naruko-chan… y como vino a preguntar por su colegio, todas asimilaran que está interesado, es perfecto, Naruto-kun… los rumores de sus anillos serán pasados de largo y como Sasuke-kun y Naruko-chan son de escuelas diferentes… nadie se enterara de la farsa…

 

Naruto lo vio con el ceño un tanto fruncido, poco convencido de su teoría, entonces reparó en otra radiante sonrisa de su amigo y le salió una gota en la cabeza, si, era demasiado obvio, tan animado y con ojos tan brillantes era un hecho que sabía del rechazo de Haruno, suspiró.

 

– Si Sasuke-teme se interesa en alguien más, entonces tu tendrás el camino libre para acercarte a Sakura-chan, ¿No es así?... es lo que está pensando tu simple mente-ttebayo…

 

Lee se acarició el cabello como si fuera el más grande de los galanes a la vez que se sonrojaba y dejaba florecer una tenue carcajada de “Plan malévolo cumplido”.

 

– ¡El comienzo del amor esta tan cerca! ¡Apenas empieza la primavera! ¡Si, esto es la magia de la flor de la juventud! ¡Muajajaja!

 

Naruto simplemente se le quedó viendo, no estaba seguro de que clase de cosas pasaban por la mente de su amigo, ó si en realidad era completamente consciente de que quizás sus sentimientos no serían pronto ó peor aún, nunca correspondidos, pero sin importar que cosas pasaran, estaba seguro que si Lee lo necesitaba, pasaría otra y mas noches en su cuarto acompañándolo a beber por un perdido amor.

 

 

 

Naruto observó el estante de libros frente a él, la biblioteca a esas horas después de clases se encontraba prácticamente vacía, volteó a ver el papel donde venía el número de sección e identificación de los libros para su tarea, comenzó a buscar con la mirada por las hileras del estante.

 

– Veamos… el A-125 se encuentra en… hay, no lo encuentro-ttebayo… A-120… A-175… A-147…

 

Siguió los números hasta ir subiendo de nivel hasta que lo encontró, se acerco al estante y levantó su mano, se puso de puntillas, se estiró, sacudió la mano e incluso dio un brinco, se enderezó, vio el libro de forma anhelante y bajó la cabeza.

 

– No lo… alcanzo-ttebayo…

 

Se lamentó mientras volvía a ver el libro en la fila de casi dos y medio metros ó más, infló las mejillas, ¿Por qué tenía que pasar por eso solo?, se suponía que Sakura-chan era su compañera en esa tarea, pero ella estaba molesta con él porque como varias compañeras mas, había escuchado los rumores sobre el supuesto romance de Sasuke-Teme y su Imotou, bufó, como si llegase a permitir semejante cosa, su adorada hermana pequeña codeándose con ese bastardo, ni muerto.

 

¿Cómo se supone que llevaré todos los libros en cuanto los consiga-ttebayo?... además, la escalera no está por ninguna parte…

 

Vio de reojo la estancia en donde la bibliotecaria estaba ausente, quizás fue por un café, después volteó hacia el libro, después a la estancia y otra vez al libro, vio cada una de las hileras de madera y asintió para sí mismo, lo mejor era si escalaba, lo haría antes de que la señorita encargada regresara, se levantó de su lugar y con mucho cuidado puso el pie en la tablilla, se sostuvo de la superior y se impulsó despacio, había visto en la televisión como aquellos grandes libreros podrían caerse como piezas de dominós si alguno llegase a colapsar, así que definitivamente no quería ser parte de eso, subió más y estiró la mano, sosteniéndose en el borde solo por las puntas de sus pies.

 

– ¿Cuál es el libro?

 

Respingó ante el sonido de esa voz y sin querer soltó su mano, ¡Mierda!, pensó en medio del susto a la vez que sentía el vértigo de no tener nada bajo sus pies y el viento de la caída, cerró los ojos instintivamente antes de caer en algo tibio y firme, unos brazos lo rodearon al instante, al recibir eso en lugar del doloroso impacto, tardo un segundo en poder abrir los ojos y toparse con unos negros que hasta ese momento, no se había dado cuenta que, le quitaba un poco el aliento, vio como Sasuke fruncía el ceño.

 

– ¿Qué estabas haciendo, Usuratonkachi?...

 

Naruto parpadeó dos veces antes de alejarse de un salto del Uchiha.

 

– ¡T-tu! ¡¿Qué demonios estás haciendo aquí-ttebayo?!

 

– Eso debería de preguntar yo… ¿Estabas intentando mostrar dotes de montañista?, porque si es así, eres pésimo… así que mejor dime, ¿Cuál es el libro?...

 

Naruto estaba algo reticente, no quería favores de Sasuke, no quería siquiera decirle “Gracias”, no sabía porque, pero su sola presencia ahora le incomodaba, todo porque sus manos sudaban y no decía más que incoherencias ante cada palabra que salía de los labios Uchiha.

 

– Anda, Dobe… yo lo tomaré por ti, seguramente te diste cuenta de que con tu poca estatura era imposible siquiera rozarlos ¿No?...

 

Sonrió de medio lado y Naruto se sonrojó.

 

– ¡Cállate-ttebayo!

 

Le pasó el papel como quien no quiere la cosa y el Uchiha comenzó a leerlo, le eran familiares, así que sabía en donde estaba cada uno, a Naruto le dio envidia y coraje al ver como Sasuke, simplemente levantaba la mano y todo estaba a su alcance, se sintió humillado, el pelinegro tomó el primer libro y sonrió al ver la portada.

 

– Vaya, son los mismos libros que nosotros usamos la semana pasada en literatura… yo también leí este libro para la tarea…

 

– ¿Lo leíste?... pero todos están en inglés-ttebayo…

 

– Use un diccionario, por supuesto… mi inglés es bueno, pero aun hay palabras que no entiendo, era más que nada un refuerzo… te aconsejo que los leas todos y escribas un reporte general, como un resumen, el profesor aun no se los ha dicho, pero esto valdrá para la mitad de la calificación… si esto queda en tu archivo, quizás tengas siquiera una oportunidad para una buena escuela más adelante… pero no vayas tampoco a decírselo a todos, porque se verá sospechoso, úsalo solo para ti… yo hice lo mismo, porque el profesor me lo dijo por accidente, me hice el desentendido para no alterarlo, pero cuando leyó mi tarea se quedó impresionado y complacido, apuesto que si haces un buen trabajo, contigo será lo mismo…

 

Levantó la mano para seguir bajando los libros, todos, a lo largo del estante llevaban la misma ó más altura, Naruto entrecerró los ojos al verlo sonreír ligeramente mientras él le contaba todo eso, comportándose como solía hacerlo con todos los demás, aquello le hizo sentir bien y al mismo tiempo ajeno, así que no pudo pensar bien las cosas, sus labios se movieron solos.

 

– ¿Por qué estas siendo tan bueno conmigo hoy-ttebayo?

 

Esas palabras bastaron para que Naruto viera como el pelinegro abría ligeramente los ojos, en un gesto sorprendido que trataba de ser ocultado, pero después miraba con sus ojos negros hacía abajo, para volverse a entregarle un libro mas con un semblante tranquilo e indiferente.

 

– No tuve elección, de pronto vi a un bajito queriendo alcanzar un libro, yo era el único que estaba aquí y sabía que la escalera está rota en el almacén, por supuesto que tenía que ayudar…

 

Naruto tomó los libros, viéndolo con duda.

 

– Pudiste haberme ignorado-ttebayo…

 

Sasuke ladeó el rostro, haciendo un extraño gesto con las cejas, estas parecían haberle temblado por un momento, como si estuviera tratando de controlar algo complicado.

 

– Idiota… si el material de referencia no está aquí, la clase entera se va a perjudicar, no sé porque estás diciendo esas tonterías, eres un Dobe irresponsable…

 

Naruto se le quedó viendo mientras él continuaba con lo suyo, veía atentamente sus facciones y esos ojos entrecerrados que de vez en cuando se volvían intermitentes, pensaba que probablemente Sasuke debía de estar sintiéndose extraño, quizás lo que más le molestaba era que tenía que ser amable con él, aunque solo tal vez, Sasuke simplemente era un testarudo, un testarudo y orgulloso Teme, ya que si solo fuera el idiota que pensaba, sin importar que hubiera pasado, le hubiera ignorado.

 

Naruto recordó entonces, donde había visto antes ese gesto, había sido el día en el que le entregó el regalo de cumpleaños, por un momento había mostrado sus verdaderas emociones, de sorpresa y de ingenuidad, para entonces cambiar rápidamente, como si tuviera miedo de no poder ocultarlas a tiempo ó que fuesen sido captadas por él, ¿Qué provocaba eso? ¿El?, no, no podía ser, pero si ese fuera el caso, entonces Sasuke se sorprendió porque el presente era de su parte, si era así, quizás no lo odiaba tanto como pensaba, pero no podía preguntar tal cosa.

 

– Ten, este es el último…

 

Naruto asintió, aun sumergido en sus pensamientos, porque sabía que si intentaba saber más de la cuenta, entonces el Uchiha lo miraría con esos ojos fríos y mirada iracunda que a veces le daba miedo recordar, junto los libros y los puso en la mesa, los vio, eran demasiado gruesos y pesados, ¿Cómo rayos los iba a cargar?, por primera vez en su vida tuvo la tentación de maldecir a una mujer, una mujer que se llamaba Haruno Sakura, por no estar realizando sus labores correspondientes.

 

– ¿Quisieras que te ayudara, Usuratonkachi?... 

 

Naruto le sonrió esperanzado y olvidando cualquier rastro de dignidad.

 

– ¿Eh? ¡¿De verdad-ttebayo?! ¡¿Me ayudarías?!

 

Sasuke se irguió con altivez y le sonrió de forma superior, ese gesto tan odioso que siempre venía acompañado de una estupidez.

 

– Lo hare si te inclinas ante mí y lo pides con amabilidad a Uchiha-sama…

 

Naruto frunció el ceño, mientras veía como Sasuke se daba la vuelta con su mueca burlona, aquello era humillante, pero también raro, por un segundo se preguntó, que pensaría en verdad Uchiha Sasuke de él, ¿Lo odiaba?, ¿Le agradaba?, quería saber.

 

 

 

El timbre resonó por los pasillos y dentro de las aulas se escucharon múltiples suspiros de alivio, habían terminado las clases, un día mas y estarían de fin de semana, el maestro dictó la última tarea y los alumnos comenzaron a salir, platicando de sus planes futuros para sus días libres, Lee lanzó un bostezó mientras se estiraba, Naruto como últimamente lo hacía, se quedaba botado en sus pensamientos.

 

– Muero de hambre, Naruto-kun… ¿Pasamos a comer afuera después antes de ir a casa?... ¿Naruto-kun?

 

Naruto levantó la cabeza un tanto descolocado.

 

– ¿Qué?... ah, si… ir a algún lado-ttebayo… vayamos al Ichiraku ramen, tengo dos cupones de descuento…

 

El pelinegro asintió sonriendo, dieron la vuelta en el pasillo y se toparon con una gran muchedumbre de chicas corriendo en una dirección, ambos se sorprendieron, Lee llamó a una de las chicas que pasa por ahí con prisa.

 

– ¡Hey! ¡¿Qué es lo que sucede?! ¿Por qué el alboroto?...

 

– Nuestro equipo de de baloncesto está jugando contra el colegio Suna, no sé si es oficial ó solo de entrenamiento…

 

– ¿Tanto alboroto apara un juego-ttebayo?

 

La chica escuchó su nombre de una de sus amigas que la apuraban, apenas contesto mientras se echaba a correr de nuevo.

 

– ¡Por supuesto! ¡Uchiha-sama está jugando!

 

Ambos se sorprendieron, según sabían, Sasuke no estaba como miembro en ningún club deportivo, solo en Kendo, quizás jugaba de suplente, a Naruto le entraron de pronto unas ganas terribles de correr igual e ir a verlo, apretó los puños al darse cuenta, ¿Por qué se comportaba de esa forma?, ¿Quién era Sasuke de todas formas como para ponerlo así de inquieto con el simple hecho de mencionar su nombre?, ¿Acaso pasaba algo malo con él?, Lee vio a su amigo de reojo y se sorprendió de la mueca dudosa que mostraba, como si se debatiera internamente en si moverse ó no, le tocó el hombro llamando su atención y le sonrió amistosamente al Uzumaki.

 

– ¿Quieres que vayamos a ver?

 

– ¿Eh? ¿Qué hay con lo de ir a Ichiraku-ttebayo, hace tiempo que no salimos los dos así que…?

 

– Si, ya sé pero… tienes cara de que… en verdad quieres ir…

 

Naruto se sonrojó, ¿Era así de obvio?, no lo entendía, no le agradaba demasiado Uchiha Sasuke, era un maldito doble cara que presumía frente al alumnado que podía jugar el papel del alumno perfecto, que era una amable persona y que no poseía ninguna clase de mala costumbre, pero a él, que lo trataba con la punta del pie, sabía que en realidad era un hombre arrogante y que se sentía superior a los demás, orgulloso bastardo, sarcástico y hosco, lo sabía, entonces, ¿Por qué esa necesidad de ir y verlo de nuevo?, a sabiendas que, como siempre, le haría pasar un mal trago con su grosero comportamiento, ya ni siquiera llegaba a entenderse bien él mismo, suspiró cansino a la vez que asentía con la cabeza a la sugerencia de su mejor amigo.

 

Avanzaron por el pasillo hasta llegar al vínculo exterior que conducía al gimnasio, al abrir la puerta pudieron escuchar el estruendo de las ovaciones, los gritos de ánimo y demás bullicio, había demasiada gente alrededor de la cancha, así que prefirieron subir al segundo nivel, en donde seguramente tendrían mejor vista, apenas habían algunas chicas, entonces se recargaron en la barandilla para ver el juego, vieron el balón pasar velozmente de un lado al otro, todos se movían en la cancha que era difícil enfocarse en alguien en particular, Lee señaló entusiasmado un punto cerca de la canasta contraria.

 

– ¡Ahí está Sasuke-kun!

 

Naruto dirigió su vista hacia Sasuke solo porque el balón era lanzado hacía él, el Uchiha se movió entonces entre los adversarios con gran fluidez y gracia, como si simplemente se deslizara libremente por la cancha, que infeliz, pensó, no solo era un sabelotodo, sino también un atleta innato, ¿Acaso no había nada que no pudiera hacer?, las chicas en el lugar gritaron emocionadas en cuanto vieron como encestaba sin mayor problema.

 

– Demonios, los burló a todos… olvida lo de ser suplente, Sasuke-kun juega como si fuese un profesional, ¿No crees?...

 

Naruto estaba igualmente impresionado, vio como Sasuke se adelantaba y el balón pasaba de unas manos a otras, hasta que uno de los jugadores dio un lanzamiento arriesgado, todos levantaron la vista cuando sobrepasó a todos los jugadores aliados y contrincantes, las personas ahogaron una exclamación hasta que un par de manos se levantaron sobre las cabezas, Sasuke había saltado alcanzando el balón, se giró en su mismo lugar para arrojarlo contra la red y caer en el interior, mas gritos de emoción.

 

– ¡Kyaa! ¡Han vuelto a anotar!

 

– ¡Uchiha-sama es fantástico! ¡Fantástico!

 

– ¡¿Has visto ese último pase?!

 

– ¡Sí! ¡Fue genial!

 

Lee se acomodó mejor en la barandilla, emocionándose igual a todos, bufó y sonrió después.

 

– Odio admitirlo viniendo de mi rival en el amor pero, Sasuke-kun en verdad es alguien asombroso… por eso el equipo está ganando hoy, contra el colegio que siempre nos derrota… Uchiha Sasuke-kun es el que ha estado anotando la mayoría de los puntos solo…

 

Naruto dejó de escucharlo, se había perdido en el vacío, preguntándose ¿Qué hacía allí?, Lee había tenido razón y se había sentido tranquilo con solo tenerlo frente a sus ojos, ¿Por qué sentía todo eso?, Sasuke desde su lugar recibió nuevamente el balón, barrió la cancha con la mirada para encontrar a un posible receptor, entonces, sin saber porque, sus ojos se levantaron por las barandillas de la planta superior, quiso torcer la boca al ver a todas esas niñas gritando como locas, hasta que se topó con unos ojos azules que estaban perdidos en quién sabe dónde, le sorprendió que estuviera ahí, pero viendo que ese Dobe era alguien predecible, sabía exactamente la razón de su presencia, sonrió de medio lado, Lee que estaba siguiendo el juego, levantó ambas cejas.

 

– Naruto-kun… ¿Viste eso?...

 

Naruto volteó a verlo.

 

– ¿Qué cosa-ttebayo?...

 

– Uchiha Sasuke-kun te ha mirado… volteó hacía aquí y sonrió de forma muy extraña… nunca lo había visto hacer eso, ¡Y en medio del partido, con tres tipos encima suyo! ¡Debe de tener mucha confianza en sí mismo!...

 

Que coraje, el hecho de que seguramente Sasuke-teme pensara que estaba ahí para verlo y animarle, le enfadaba, ahora tendría una excusa para volver a provocarlo con su mirada arrogante, recordó entonces los lamentos de Rock lee, desdeñándose lo perfecto que era Sasuke, los tipos como él quizás existían, pero no eran perfectos, al menos no él, tan lleno de defectos, pero, ¿Por qué solo los mostraba con él?, ese Sasuke que jugaba en la cancha, seguramente era el Uchiha Sasuke que todo mundo conocía, recordó de pronto aquel gesto que hizo en la biblioteca, por un momento guardó la esperanza de que había mostrado su verdadera naturaleza, pero ahora que volvía a verlo a la distancia, nada parecía encajar.

 

Eran dos caras verdaderamente, una amable y otra mezquina, ¿Cuál era el verdadero? ¿Cuál era la mentira? ¿O ambos eran… Uchiha Sasuke?

 

– ¡Otro punto! ¡Solo quedan cinco minutos para que acabe el partido y llevamos la delantera! ¡Sera la primera victoria del colegio contra Suna en muchos años! ¡Eso es Sasuke-kun! ¡Muestra lo genial que eres con la energía de tu juventud!       

 

Gritaba Lee mientras levantaba los puños para animarlo, Naruto no pudo evitar preguntarse internamente si ese supuesto odio que antes tenía por Sasuke era tan superficial como para considerarlo su ídolo con solo verlo jugar, suspiró cansino, el sonido del tiempo llamó su atención y ambos contemplaron como Sasuke levantaba la mano para pedir un descanso, las chicas a su alrededor comenzaron a quejarse.

 

– ¡¿Eh?! ¡¿Qué le ocurre a Uchiha-sama?!

 

– ¡Oh, no! ¡¿Estará lesionado?! ¡¿Qué hacemos?!

 

– ¡No! ¡Lo van a reemplazar!

 

–… ¿Seguimos viendo el juego aun así?...

 

Naruto estaba atento al pelinegro, estaba de lo más tranquilo y caminaba normalmente hacía afuera de las canchas, alguien lesionado no podía hacer eso, veía como hablaba de algo con el entrenador del equipo y después de algunos diálogos, al final, el adulto accedía, dándole pase a otro alumno para que siguiera jugando, mientras el moreno se encaminaba hacia fuera del gimnasio.

 

– Si ya llegó hasta aquí con tantos puntos y de repente quiere ser reemplazado… eso quiere decir que tal vez sí ocurrió algo ¿No, Naruto-kun?...

 

Naruto frunció el ceño mientras veía a Sasuke cerrar las puertas tras él, no, estaba seguro de que había otro motivo, se dio la vuelta para comenzar a correr.

 

– ¡¿Naruto-kun?!

 

– ¡Lo siento-ttebayo! ¡Olvide algo! ¡Tengo que irme!

 

Bajó las escaleras de tres en tres y sujetándose del barandal para no caer de boca al suelo, esquivando a algunos de los alumnos que iban subiendo ó estaban recargados en los escalones, corrió entre la multitud de alumnos que se habían reunido para ver el final del juego, abrió las puestas dobles del gimnasio, tomó sus tenis y se los puso sin abrocharse las agujetas y ponérselos correctamente, avanzó unos cuantos pasos más, mirando a su alrededor y encontrando los jardines vacios.

 

¡¿Eh?! ¡¿A dónde se fue ese Teme?! ¡Si acababa de salir-ttebayo!...

 

Caminó un tanto confundido, comenzando a sentirse misteriosamente decaído al no verlo, se detuvo en medio de los árboles, levantó la vista, sintiendo el cálido aire menear su cabello, ¿Para qué había ido tras él?, ¿Con que motivo?, ¿Qué era lo que le ocurría últimamente?, escuchó unos pasos en la hierba tras él.

 

– ¿Me buscabas?...

 

Ante el sonido de esa voz se quedó de una pieza en su mismo lugar, no sabía si quería darse vuelta, no sabía con qué clase de expresión Sasuke lo recibiría ahora, era un idiota, lo único que hacía era darlo motivos para que continuara su burla, sintió como le cuerpo se le volvía rígido con el avanzar de los pasos.

 

– Tenía razón… sabía que vendrías detrás de mi… eres un Dobe… perdiéndote la primera victoria de la escuela contra Suna…

 

Iba a gritarle, “No me llames Dobe, Teme”, pero no pudo hacerlo, apenas agarró aire con sus pulmones, éste escapó de su boca cuando sintió la mano de Sasuke darle la vuelta súbitamente, se desconcertó al no verlo molesto, al no mostrarle esa faceta suya de superioridad y arrogancia, pero tampoco le daba la vista de su máscara de estudiante perfecto, al contrario, le veía con una sonrisa tan natural, con una expresión que jamás le había contemplado, su corazón no dudo ni un solo segundo en identificar que aquel, era el verdadero Sasuke, pero la mueca duró solo un segundo para darle pasó a un sutil gesto burlón, miró como el Uchiha apuntaba a sus tenis.

 

– Estas pisando tus ténis… Usuratonkachi…

 

Naruto bajó su mirad ay casi quiso sonrojarse, pero con todo el orgullo que tenía lo evito y se agachó para meter el pie completamente y a su vez abrochar las agujetas, no había manera de justificarse si el pelinegro le mencionaba algo, era de los más evidente que había salido urgentemente tras él, infló sus mejillas con reproche ante eso, Sasuke desde su lugar sonrió quedamente al verlo tan enfurruñado, se acuclilló a su lado pero sin verlo a él, solo al jardín, Naruto lo vio de reojo, parecía tan… tranquilo, Sasuke suspiró.

 

– El juego ya está por acabarse…

 

Al verlo asó Naruto no pudo evitar entrecerrar sus ojos con sospecha, levantó un poco la cabeza.

 

– A mí no me engañas, Teme… tú tenias pensado salirte desde el principio… ¿Porqué eres tan desgraciado?... ellos estaban ganando por ti-ttebayo… seguramente querían celebrar contigo y todo…

 

El mayor se encogió de hombros, restándole importancia al asunto.

 

– Me aburrí…

 

Naruto frunció el ceño mientras le mandaba una mirada fulminante, ese desgraciado, tomándose las cosas tan a la ligera, Sasuke simplemente le volvió a sonreír, ese Dobe no entendería aun así se lo explicara, que el hecho de quedarse le resultaba de lo más molesto, así que simplemente les había dado lo que querían, solo habían ido en su busca por una ventaja sabiendo el atleta innato que era, así que, en cuanto vio que ya no había manera de que lo necesitaran, se fue. El sonido del silbato final se escuchó tras las puertas del gimnasio al igual que el estruendo de los gritos de loso alumnos, ambos jóvenes voltearon a ver hacía atrás, el albino se levantó con aire agotado.

 

– Será mejor que me vaya a cambiar, antes de que todo se haga un escándalo… por los gritos que se escuchan, lo más obvio es que Suna no consiguió alcanzarlos y la escuela ha ganado…

 

Naruto vio como suspiraba al tiempo en que se pasaba una mano por entre los cabellos, algo que le hizo falta presenciar le llenó la cabeza de duda, ¿Qué era?, analizó a Sasuke rápidamente hasta que no encontró ningún punto metálico, entonces entendió, Sasuke no llevaba puesto el anillo, aquello le provocó una sensación de vacío, ¿Qué seguía ocurriéndole?, usualmente era el tipo de hombres que detestaba llevar las mismas cosas que los demás, ¿De que venía ahora tanta nostalgia?, cuando el Uchiha bajó la mano sin darse cuenta la siguió con la mirada, cuando el pelinegro lo vio de reojo y se encontró con sus ojos puestos en su mano, levantó una ceja.

 

– ¿Qué? ¿El anillo?... me lo quité para jugar…. 

 

El rubio respingó al verse descubierto e hizo una mueca, Sasuke inmediatamente levantó su mano para pasearla frente al rostro de Naruto y hacer un gesto burlón.

 

– Que lastima que no lo haya perdido, ¿Verdad?... seguramente eso estas queriendo… pero no te voy a complacer… no soy estúpido como para perderlo dos veces…

 

Naruto bajó la vista distraídamente.

 

– Así que… soy estúpido-ttebayo… yo ya lo había perdido con anterioridad, justo aquí en la escuela… y en el mismo sitio…

 

Sasuke levantó una ceja y Naruto se miró el anillo con aire nostálgico.

 

– Como a los dos ó tres meses después de que lo compre, lo dejé en el baño mientras me lavaba las manos, no era de gran valor así que cuando me di cuenta después de que no lo traía puesto, no me importó… pero, después de una semana, él había vuelto a mi… estaba en mi escritorio, como si por cuenta propia me hubiese encontrado-ttebayo… desde entonces lo cuido mucho, ¿No sería así alguien, después de tener algo que daba por perdido?... cada vez que lo veo… recuerdo ese sentimiento…

 

Sasuke entrecerró los ojos, volteó a ver el espacio vacío del jardín mientras el viento le alborotaba el cabello, Naruto levantó la vista hacía él, notándolo pensativo.

 

– Algo que daba por perdido… si…. Creo que puedo llegar a ser feliz con eso…

 

De pronto todo el ambiente tranquilo se rompió en el momento en que el pelinegro volteó a ver a Naruto con esa mirada altiva de siempre.

 

– Pero… de todas formas es malo para ti que llevemos el mismo anillo… a mi me luce mejor, quizás deberías dejarlo…

 

– ¡Imbécil! ¡¿Quién te crees-ttebayo?! ¡Para tu información, yo no me quitare este anillo nunca! ¡Y tampoco lo perderé otra vez! ¡Yo le tengo más cariño a este anillo de lo que tú jamás tendrás! ¡Solo espero el momento en el que te canses de él! ¡El hecho de que tengamos el mismo anillo! ¡Me molesta!

 

Sasuke afiló los ojos con furia, pero a él no le importó, al contrario, le correspondió su mirada con aun más ira, el Uchiha caminó hacia el frente y él separó las piernas, ¿Quería pelea? ¡Bien!, ya su paciencia se estaba acabando, apretó las manos en cuanto vio como levantaba la mano, trataba de concentrar tanta fuerza como fuera posible en ese puño, trataría de dar el primer golpe, estaba por hacerlo cuando de pronto escuchó la puerta del gimnasio abrirse, aquello lo distrajo, Sasuke lo tomó de la mano haciéndolo respingar, le había alcanzado con la guardia baja y ya no pudo hacer nada en cuanto el mirar gélido de esos ojos lo paralizaron y sus labios apretados en el enojo le susurraron bajo, tratando de contenerse.

 

– Tú… jamás te callas… ¿No es así?...

 

Contra todo pronóstico, Uchiha Sasuke no lo golpeó, simplemente se inclinó contra su mano y deposito un beso en su anillo, Naruto se engarrotó con los ojos desorbitados, mientras lo veía levantar su vista hacía él y sonreírle con sus labios aun rozando su dorso.

 

–… Te lo mereces… Usuratonkachi…

 

¿Qué había sido eso?, ¿Por qué lo hizo?, ¿Qué era lo que cruzaba por la disparatada mente de Sasuke?,  esa preguntas lo abrumaron completamente, no importándole las voces de las chicas que llamaban al bastardo, ni el hecho de que Sasuke al ver que estaba botado en el espacio lo había dejado solo, ni siquiera le importaba la mueca de estúpido que aun tenía debido a la impresión, lo único que supo es que, cuando reaccionó, el atardecer estaba cayendo, entonces la imágenes de lo ocurrido le hizo llevarse las manos a los cabellos.

 

– ¡Maldito Uchiha! ¡¿Pero qué demonios le ocurre-ttebayo?! ¡Primero me hace enojar, después hace una estupidez y luego me deja solo! ¡Ya me tiene harto!

 

Comenzó a jadear exasperado después de sus gritos, bajó la vista hacía su anillo, rememorando ese momento, la sensación de sus labios contra su el metal y su piel, el cálido aliento, la mirada profunda con la que lo observó en ese momento, la pregunta que siempre invadía su mente volvió a hacerse presente, ¿Qué era lo que Sasuke pensaba de él?, porque nunca podía anticipar sus acciones, ni predecir sus cambios de carácter, jamás sabía lo que le pasaba por la cabeza ni lo que pretendía con ellos, era… un completo misterio, otra pregunta resonó como un chispazo, una que se le quedó garbada desde ese momento.

 

…¿Qué es lo que… yo pienso de Sasuke-ttebayo?... ¿Qué siento?...

 

 

 

– Disculpa… el rumor de que… Uchiha-sama esta… saliendo con tu hermana… es… ¿Es cierto?...

 

Naruto suspiró, estaba frente a una chica que había oído los rumores acerca de Sasuke y Naruko y que lo citaban para averiguar si eran verdad, otra vez. Nunca negaba ni confirmaba nada, dejaba que las personas interpretaran de la manera que mas quisieran su silencio, para ellos el enterarse de que el Uchiha había ido a su salón para preguntar por su hermana era el sinónimo de: “El bastardo sale con mi Imotou”.

 

– Escucha… yo… no sé nada de esos dos-ttebayo… en serio… por eso pienso que… es mejor si tú…

 

La chica aguó sus ojos de pronto y se dejó caer al suelo con las manos cubriéndose la cara, Naruto se puso nervioso y sin querer se arrodillo frente a ella al escuchar sus sollozos, moviendo sus manos en todas direcciones para intentar hacer algo.

 

– ¡Ahh! ¡Espera! ¡No llores! ¡No llores-ttebayo! ¡Todo está bien! ¡Tranquila!...

 

La chica seguía llorando y el rubio no pudo hacer más que acariciarle la cabeza, esta era la primera vez que veía llorar a una mujer de esa manera, no entendía como el Teme no lograba dejar ver en su rostro alguna señal de pena ó compasión, sobre todo cuando lloraban por su causa, él, que no podía siquiera evitar hacer un gesto dolorido ó tratar de decirle palabras de aliento, llegaba a entender como Sasuke podría llegar a ser tan indiferente.

 

Naruto se dejó caer pesadamente en su pupitre, con la mueca compungida por la pasada experiencia, se recargó entre sus brazos y lloriqueó.

 

– Creo que me he convertido en el hombre más odiado por las mujeres-ttebayo…

 

Rock Lee que estaba a un lado suyo, le consoló dándole palmaditas en la espalda y tratar de sonreírle para animarlo.

 

– Bueno, si lo miras del lado positivo… los rumores sobre sus admiradores masculinos y el que tengan el mismo anillo… han desaparecido por completo, además…  no lo quiero reconocer pero, Sasuke-kun es realmente popular, escuche que tras el partido ganó aun más admiradoras…

 

Naruto levantó la vista hacía su amigo con una venita en la cabeza.

 

– ¡Pero si se fue a la mitad del partido! ¡¿Cómo se puede ganar fanáticas con eso-ttebayo?!

 

– Pues tú te fuiste tras él en cuando salió del gimnasio… realmente me sorprendiste… aunque quizás pudo haberlo hecho a propósito…

 

– ¡¿Qué-ttebayo?!

 

Lee asintió para sí mismo, para después levantar un dedo hacía Naruto.

 

– Probablemente él solo te engañó de nuevo… si te pones a analizar la historia desde el principio, es como si estuviera escuchando una pelea de chiquillos…

 

– ¡Ese bastardo de Sasuke! ¡¿Así que solo me está molestando-ttebayo?!

 

– No es así… creo que se divierte contigo porque eres fácil de molestar, Naruto-kun… no creo que nadie más que tu conozca ese lado infantil suyo, además con lo que me has platicado… es difícil de creer, porque ese comportamiento jamás lo han visto…

 

Naruto se enfurruñó en su sitió y el pelinegro e rascó la cabeza nervioso, queriendo preguntar algo mas, lo resistió por un rato pero después se inclinó hacía su amigo.

 

– Naruto-kun… esto es solo una pregunta… pero… ¿Será que te sientes molesto con los rumores de Naruko-chan y Sasuke-kun?

 

– ¡¿Por qué lo estaría-ttebayo?!

 

Lee lo pensó un momento, y Naruto entrecerró los ojos con molestia, ante el gesto de su amigo, el pelinegro tragó en seco.

 

– Lo que pasa es que… siempre pareces enojado todo el tiempo…

 

– ¡Eso no es…! ¡Yo siempre he sido así-ttebayo!

 

Los ojos de Lee se tornaron dudosos y Naruto apretó los dientes para ponerse de pie con brusquedad, tomó su mochila y comenzó a salir a zancadas del salón, ignoró las preguntas de su amigo a su espalda y continuó caminando hasta verse libre de la escuela, cuando llegó al parque comenzó a caminar mas tranquilamente.

 

La verdad ahora que estaba más calmado, llegaba sentirse hasta tonto, aquella historia la habían inventado Lee y él para su beneficio y no era cierto que su Imotou y el bastardo salieran, pero sin importar cuanto lo supiera, cuanto más escuchaba los rumores, sentía que poco a poco se convertía en realidad. Aunque usaran el mismo anillo, nadie lo notaban, para la gente la existencia de Naruko era detestable, al menos de parte de las admiradoras de Sasuke, él no era una amenaza en lo absoluto, solo era considerado, “El hermano de la novia”, además, era consciente de que ambos eran hombre y alguien como él, no se fijaría en otro chico, Naruto se detuvo en medio del parque y dejó caer la cabeza con pesimismo, al entender lo que él mismo estaba maquilando inconscientemente.

 

¿Qué demonios me pasa-ttebayo?... pensando en ese Teme para un posible romance… ¡como si eso fuera posible!...

 

 

 

– Estoy en casa-ttebayo…

 

– ¡Bienvenido a casa, Niichan!

 

Naruto caminó hasta la cocina, en donde encontró a su hermana menor, cocinando alegremente, ella al sentir su presencia se volteó con una gran sonrisa.

 

– ¡Hoy comeremos tu platillo favorito! ¡Ramen!...  así que siéntate, relájate y déjamelo todo a mí…

 

Su hermana parecía estar de buen humor, el rubio simplemente se encogió de hombros ante ese hecho, seguramente le había pasado algo bueno en la escuela, en cuanto tomó asiento su Imotou lo abrazó el cuello por la espalda.

 

– ¡Niichan, quería darte las gracias!... tú seguiste los rumores con de Uchiha-sama por mi… ¿Verdad?...

 

– ¿Eh? ¿De qué hablas-ttebayo?...

 

La rubia se rio angelicalmente mientras volvía a caminar cerca de la estufa, le dirigió a su Niichan una sonrisa.

 

– Uchiha-sama fue a visitarme a la escuela hoy… me dijo “Tú eres la hermana de Uzumaki Naruto, ¿no es así?”…

 

Naruto se sorprendió de esa noticia, pero entonces recordó lo que su amigo Lee le había dicho, el Teme había ido a preguntar sobre el colegio de Naruko, ésta junto sus manos en una expresión romántica.

 

– Debió estar esperando en la entrada hasta mi salida… debió de saltarse una de sus últimas clases para llegar a tiempo… eso me conmovió mucho… dijo que me reconoció porque tú y yo nos parecíamos muchísimo…

 

El mayor entrecerró los ojos, dándose cuenta por primera vez, que ese extraño vacio que en ocasiones sentía en su pecho era dolor, su hermana no estaba enterada en lo absoluto de que en su escuela ella era conocida como la novia de Sasuke, justo hasta ese momento, era completamente consciente de que aquellos rumores, le habían afectado a él más que a cualquier persona.

 

– Entonces, él fue y se disculpó con mi amiga… dijo que lo había devuelto porque era muy ostentoso, y que ese día no se había sentido bien, por eso se disculpaba por no aceptarlo…

 

Naruto levantó la cabeza al escuchar eso, sin poderlo evitar, golpeó con sus puños la mesa y su voz salió molesta en un tono de reclamación.

 

– ¡Ese bastardo! ¡¿Así que fue por el regalo?! ¡Si conmigo se mostró de lo más altanero! ¡El Teme se disculpa por su rudeza, pero no conmigo-ttebayo! ¡Va y se hace el decente cuando yo fui a quien…!

 

– ¡Oye! ¡Tranquilo, Niichan! ¡Me asustas!...

 

– ¡¿Y bien?! ¡¿Así que como fue-ttebayo?!

 

– ¿Cómo fue? ¿Qué cosa?...

 

Naruto se despeinó el cabello y después volteó a ver a su nerviosa hermana.

 

– ¡Me refiero al resultado! ¡¿Sasuke va a salir con ella ó qué?!

 

Naruko abrió los ojos sorprendida, se acercó incrédula a su hermano mayor.

 

– Niichan… ¿Estas celoso?

 

Ante la pregunta Naruto no supo que contestar, simplemente se quedo nervioso, sin saber porque. Pero Naruko no era tonta, eso efectivamente eran celos, se quedó viendo a su hermano mientras este balbuceaba confundido unas cuantas cosas, entonces ella comenzó a reírse apenada, desconcertando más a su hermano.

 

– ¡Oh, vaya! ¡Te puse en una situación comprometida! ¡Lo siento, lo siento!... yo tenía mis sospechas, pero creo que tu más que nadie debió de poner sus sentimientos de por medio mientras le dabas el regalo…

 

Naruto entró en pánico mientras se paraba de golpe.

 

– ¡¿C-cuales sentimientos-ttebayo?!

 

– Cálmate… tu eres fácil de adivinar, así que Uchiha-sama ya debe de saberlo… ó dime… ¿Ya se lo confesaste?

 

– ¡¿Qué estás diciendo, Naruko?! ¡Por supuesto que no! ¡El es un hombre! ¡Piensa racionalmente-ttebayo!

 

La rubia de coletas suspiró.

 

– El único que no piensa racionalmente eres tú… te pones alterado solo por algo insignificante, y para que te lo sepas, Uchiha-sama la rechazo, sutil y educadamente como siempre… ¿Ya estas feliz?...

 

Sasuke la había rechazado, aquello le provoco que de su pecho cayera una tonelada de peso, agrandó los ojos de forma sorprendida por tal reacción, ¿El había estado celoso?, ¿Por eso iba y se enojaba con cada rumor de Sasuke con otra?, pero para estar celoso tenía que estar enamorado, un escalofrío le recorrió la columna, ¿Estaba enamorado?, ¿El? ¿De Sasuke?

 

 

 

– Veamos…. Aquí dice que debe estar cerca de la quinta calle-ttebayo…

 

Naruto leía la dirección que su hermana le había proporcionado de quien sabe dónde, ese domingo era el cumpleaños de Sasuke, él quería ir y hablar con él, aunque para ser honesto consigo mismo, aun no entendía sus sentimientos, jamás creyó que era capaz de enamorarse de otro hombre, y una gran parte de él, aun se negaba a aceptarlo. Por lo que parecía, la familia Uchiha se reunía en cada gran celebración, era una tradición por ser de la alta sociedad, Naruto pensaba que, si conseguía ver la cara de Sasuke, quizás toda esa confusión desaparecería, pero no tenía un plan después de eso, aquello no consistía en ganarse el amor del Teme, ó descubrir si ambos gustaban del otro al mismo tiempo, quería, antes que nada, poder descubrir su propio sentir.

 

Cruzó la avenida de coches y se adentró al parque, suspiró, antes, cuando estaba con Hinata siempre había una tranquilidad y seguridad en su corazón, creía que eso era amor, pero al pasar el tiempo, aquella sensación había comenzado a sentirse extraño, fuera de lugar, no era lo que quería como para permanecer permanentemente, pero, cuando estaba con Sasuke, no había calma, al contrario, todo era caos, confusión, conflicto, y eso le hacía preguntarse que era lo que ocurría, hasta ahora jamás había llegado a tener a una persona que le alterara tanto.

 

Vio un grifo de agua y se acercó a él, con toda esta tensión que comenzaba a sentir, sentía que la boca se le quedaba seca, suspiró mientras se inclinaba para beber.

 

– ¿Por dónde, Sasuke?

 

– Ya te lo dije, Touko… atravesaremos el parque derecho, así el camino se acorta…

 

Naruto se enderezó de golpe al escuchar aquel nombre y aquella voz, corrió a ocultarse por mero reflejo tras unos juegos de escalar, ¿Qué hacía el bastardo del Uchiha ahí, cuando se suponía que debería estar reunido con sus parientes unas calles más adelante?, asomó lentamente la cabeza para poder ver, entonces lo distinguió, distinguió su cabello azabache y su sonrisa perfecta que a todos les dirigía, iba de lo más feliz a lado de una mujer que debería de llevarle como mínimo unos cuatro años, la manera en la que se trataban, le provocó un ligero malestar en el estomago. Era hermosa, y él no recordaba que Naruko le mencionara que tuviera hermanas, así que, ese malestar aumento en cuanto se dio cuenta de que posiblemente no era ningún familiar suyo, quizás era su novia.

 

– Mi padre seguramente se sorprenderá de verte… hacía tiempo que no me visitabas, sabes que siempre serás bienvenida…

 

– Bueno, no iba a faltar, después de todo es un día especial para mi chico favorito…

 

Se detuvieron en medio del parque, Touko le sonrió.

 

– ¿Y bien? ¿El anillo como esta?...

 

– Perfecto… como ves lo uso ahora, comencé a usarlo en la escuela también y gracias a eso ya me he acostumbrado…

 

– Lo importante es que lo tratas bien…

 

Sasuke le dirigió una sonrisa al anillo, una sonrisa que jamás había mostrado ante nadie, una que ni siquiera Naruto había visto le mostrara a alguno de sus amigos, una sonrisa feliz.

 

– Por supuesto, ¿Cómo no hacerlo?... después de todo fue un regalo tuyo, mi querida Touko…

 

– Bueno, ya sabes… le puse todo mi amor…

 

Naruto abrió los ojos sorprendido, se recargó contra el juego y apretó los ojos un momento, como si aquel comentario le hubiese dolido como un golpe, cuando volvió a asomarse, la última imagen que vio fue la de ellos dos alejándose, mientras Sasuke le pasaba una mano tras los hombros.

 

Apretó los puños, ahora entendía muchas cosas, como cuando él había mencionado que era importante para él, había sido ella la que se lo había dado, entrecerró los ojos mientras miraba el suelo de forma decaída, aquella vez, en la que le había gritado a Sasuke que le molestaba usar le mismo anillo, había sido mentira, la verdad es que estaba feliz, tal y como había sospechado, solo necesitaba verlo para comprobar todo lo que había en su pecho, el cariño que ahora podía comprender, lamentablemente, era el único que lo sentía.

 

Escuchó un gemido y volteó el rostro para ver a una niña pequeña intentar subir al juego sin éxito, era bonita, de cabello azabache que llevaba en dos coletas, se agachó tomándola de la cintura y subiéndola a la cima de la trepadora, ella le sonrió.

 

– Muchas gracias… Niichan, ¿Qué haces por aquí?... 

 

– ¿Yo?... Yo solo… voy a casa-ttebayo, vivo muy lejos… ¿Y tú? ¿Qué haces por aquí sola, cómo te llamas?...

 

– No vine sola… mamá, papá, puru y Takako vinieron en coche para ver al abuelo…

 

Takako levantó sus manos hacía el rubio con una sonrisa y éste comprendió que deseaba bajarse, así que la volvió a cargar para ponerla en el suelo.

 

– Puru es la mascota de Takako… es un perro Dachshund miniatura de pelo largo…

 

– ¡Vaya! ¿Recordaste ese nombre tan extenso tú sola? ¡Buena niña-ttebayo! 

 

– ¡Takako es inteligente!

 

Naruto le sonrió mientas le acariciaba la cabeza, entrecerró los ojos cuando vio su anillo, entonces se hincó frente a ella, con duda se sacó el anillo y se lo puso en la palma de su manita.

 

– Te daré esto… como un premio-ttebayo…

 

La pequeña al verlo infló sus mejillas un poco disgustada.

 

– ¡Niichan, es demasiado grande, no le quedara a Takako!...

 

– Puedes usarlo cuando crezcas-ttebayo… úsalo hasta entonces…  

 

Takako volteó a ver al anillo y después a Naruto con ojos inocentes.

 

– ¿Te vas a casar con Takako? ¿Es un anillo de bodas?...

 

– ¿Eh? ¿Casarnos?... si quieres-ttebayo… ¡De acuerdo, hagamos eso! Guárdalo bien hasta entonces, ¿Está bien?... hasta que Takako-chan crezca…

 

La pelinegra se sonrojó mientras apretaba el anillo a su pecho, entonces le asintió obedientemente, escucharon a una mujer que la llamaba por su nombre y entonces ella se despidió levantando la mano mientras corría en dirección a aquella persona, Naruto le sonrió desde lo lejos, hasta que la perdió de vista y entonces comenzó a seriarse.

 

Ella dijo que venía en coche… quizás no la vuelva a ver nunca mas-ttebayo…

 

Bajó la mirada para ver aquel espacio que era marcado por un tono más claro en su piel, el aro que rodeaba su dedo, suponía que las despedidas debían sentirse así de tristes, se llevó la mano a los labios y beso aquel dedo ahora vacio, amargó, como el final de sus sentimientos que de pronto había descubierto, como el sabor de la plata que marcaría por siempre donde solía estar su anillo.

 

 

 

La puerta del salón de clases se abrió intempestivamente, todos los presentes voltearon confundidos y después sorprendidos al ver a Uchiha Sasuke con una mueca de enojo que nadie había visto antes, barrió el lugar con sus ojos negros.

 

– ¿Esta aquí, Uzumaki Naruto?...

 

Su vista se detuvo en una cabellera dorada que estaba junto a la ventana, caminó hacía él sin pedir permiso a nadie entrar, vio como Naruto posaba sus ojos azules con pereza hacía el origen del escándalo, sin darle tiempo a reaccionar le tomó un brazo sin siquiera pensar el ser delicado, ganándose un gesto por parte de Naruto, pero lo ignoró, no estaba de humor como para detenerse a ser considerado.

 

– ¡Oye, si estabas aquí, al menos contesta, Usuratonkachi! ¡Ahora más te vale que vengas conmigo!

 

– ¡¿Pero qué…?! ¡Suéltame, Teme! ¡¿Qué es lo que quieres?! ¡Oye!

 

Sasuke ignoró sus pataletas y lo sacó a rastras del salón frente a todos que simplemente se veían entre ellos sin comprender nada de lo que había pasado, Naruto se debatía contra el agarre de Sasuke en los pasillos, pero el bastardo era lo suficientemente fuerte como para seguir caminando con él a cuestas, algunas personas se detenían a ver su contienda, pero ninguna se animaba a preguntar qué sucedía ó intervenir, todo porque era el estudiante perfecto quien era protagónico del escándalo, ¡Maldita secta de ciegos fanáticos!

 

Avanzaron hasta el piso superior y después hasta el último corredor que a esas horas estaba vacío, Naruto había desistido, aunque muy poco a su “Secuestro”, al menos había dejado de intentar golpear al pelinegro ó el sentarse en el suelo para que no pudiera con él, había visto que era inútil, aun con su peso en punto muerto, Sasuke se las ingeniaba para seguir arrastrándolo, se vieron de pronto frente a la puerta del salón que usaba el consejo estudiantil, el Uchiha sacó una llave y metió primero al rubio para después cerrar la puerta tras él.

 

– ¿Eres del consejo estudiantil-ttebayo?

 

– No… ¿Para qué me serviría un trabajo extra?... el presidente es amigo mío y me prestó una copia de la llave… siéntate, Dobe…

 

Decía mientras le señalaba un lugar, Naruto no pudo evitar ver el anillo que Sasuke portaba en su mano, desvió la mirada, aun recordaba cómo el domingo pasado lo había visto tan cercano a aquella mujer, aquello había sido todo lo que necesitaba para darse cuenta de lo mal que estaba, le dolía incluso el recuerdo ó la idea de estar frente a Sasuke, por ello había puesto mucho esfuerzo en evitarlo, justo cuando lo lograba, iba ese bastardo a buscarlo, se preguntaba ¿Qué demonios hacia allí a solas con él?, frunció el ceño, se sentía un tanto manipulado.

 

– ¿Y bien?... dime de una vez que era lo que querías decirme-ttebayo...

 

Sasuke se acercó a él con su mirada oscura.

 

– No te hagas el tonto que lo sabes bien…. ¡No me desvíes la mirada, Usuratonkachi!, mejor dime… ¿Cuándo rayos fue que comencé a salir con tu hermana?... por culpa de esa basura pasé un cumpleaños nefasto…

 

Naruto levantó la vista impresionado ¿Le había arruinado el cumpleaños?, bajó la cabeza algo desanimado.  

 

– ¿Tan mal fue? ¿Qué pasó-ttebayo? ¿Quién te lo dijo?...

 

– No es nada que te afecte… una de las escandalosas me gritó “Si yo le pregunté a su hermano sobre ello y no me lo negó”, como si tuvieran el derecho de cuestionarme… dime, ¿Tú fuiste quien lo comenzó?...

 

– Lo… siento-ttebayo…

 

Sasuke hizo una mueca y después le levantó el mentón para que dejara de desviar el rostro y lo viera a los ojos, se agachó un tanto para asegurarse de que le prestaba atención.

 

– ¿Por qué no dijiste la verdad cuando te preguntaron, Dobe?... ¿Tú… tanto deseas que salga con tu hermana?... ¿Tanto quieres que estemos ella y yo juntos?...

 

Naruto le frunció el ceño y le golpeó la mano para que dejara de tocarlo, Sasuke lo vio con una ceja levantada.

 

– ¡Si tú fuiste quien fue a verla-ttebayo! ¡Naruko me lo dijo, que fuiste a disculparte por el regalo y que seguro te saltaste clases para hacerlo! ¡¿En que estabas pensando?!

 

– ¿Qué quieres decir con eso?...

 

– ¡Dime si tu cumpleaños fue una catástrofe-ttebayo! ¡Dime si fue por culpa del rumor, si es así yo…!

 

Sasuke posó una mano encima de su cabeza para acariciarlo rudamente, haciendo que el rubio la inclinara por el peso, chasqueó la lengua.

 

– Verdaderamente eres un Usuratonkachi, ya te dije que no es algo que te afecte…  deja ya de preocuparte por algo que no tiene nada que ver contigo…

 

Naruto volvió a pegarle en la mano para que dejara de tratarlo como un niño pequeño, cretino, si el Teme solo le llevaba unos cuantos meses, no tenía ningún derecho de sentirse superior, todo ese asunto le estaba colmando la paciencia.

 

– ¡Ya déjame! ¡Tú fuiste quien me trajo aquí-ttebayo! ¡Sacaste el tema de tu cumpleaños y después no quieres decírmelo! ¡Deja de comportarte así, ¿Quieres?!

 

– Solo dime porque rayos esparciste ese rumor… limítate a eso….

 

Sasuke dio un paso hacia atrás mientras miraba como Naruto parecía a punto de estallar por algo, vio como frustradamente se llevaba una mano al rostro.

 

– Eso fue porque las persona se llevaron la impresión equivocada-ttebayo… todo porque tú y yo teníamos el mismo anillos y que me vieron llevarte un regalo, ¡Estaba harto de que siempre me malinterpretaran que…! ¡Si ellos pensaban que tenías una novia, ellos no tendrían que hacer rumores sobre mí!... aunque… eso de todos modos ya no importa… porque… tiré el anillo…

 

El pelinegro abrió los ojos con incredulidad.

 

– ¿Qué tú… hiciste, que?...

 

– Ya no tengo que preocuparme por mas rumores… ¿Ahora estas feliz-ttebayo?, después de todo fue algo que te dio tú amada, estoy seguro de que te molestaba que tuviéramos el mismo diseño… ahora el tuyo esta solo… después de todo, yo… lo compré por casualidad, pero… Sasuke el tuyo… el tuyo es especial… por eso…

 

Sasuke apretó la mandíbula y entrecerró los ojos con enojo, dio dos zancadas y tomó a Naruto por las manos, jalándolo fuera del asiento con brusquedad, sorprendiéndolo.

 

– ¡Muéstrame tu mano, Dobe! ¡Muéstramela!

 

El pelinegro levantó ambas palmas por encima de su cabeza, buscó por cada dedo un signo de metal sin encontrarlo, agrandando los ojos con sorpresa, en verdad lo había hecho.

 

– No… lo creo…

 

–… Sasuke…

 

Naruto vio como el Uchiha dejaba escapar sus manos con suavidad mientras su gesto se volvía entre dolorido y arrepentido, aunque también en el fondo parecía molesto.

 

– Idiota… ¿Cómo… pudiste tirarlo? ¿Cuándo te dije yo que detestaba tener el mismo anillo?... ¡No tenías que deshacerte de él!

 

El rubio volvió a rehuir su mirada, ahora por alguna extraña razón sintiéndose arrepentido, sentía como si de alguna manera hubiese insultado ó herido a Sasuke.

 

– No fue… era yo-ttebayo… yo era el que… Sasuke, tu anillo y el mío no eran el mismo… eran tan diferentes que… cuando me di cuenta sentí pena de usar el mío… fue cuando comprendí que…

 

– ¿Comprender qué?

 

– Yo… no sé… tus… verdaderos sentimientos-ttebayo… tú, todos eso que… no buscaste en mi… y…

 

Abrió los ojos, ¿Qué estaba diciendo? ¿Qué era lo que le estaba diciendo a Sasuke? ¿Acaso le estaba admitiendo qué se entristecía por no corresponderle? ¿Era eso? estaba por levantar su cabeza y retractarse de todo cuando de pronto Sasuke lo jaló de la mano e hizo que estampara el rostro con su pecho, aquello le hizo sentir casi un brinco en el corazón, de pronto se dio cuenta de que esos brazos lo aseaban tanto que, no podía apartarse.

 

– ¿Yo? ¿Lo que yo no busqué en ti?... Naruto… eres un idiota… 

 

Sorpresa, calidez, confusión, alegría, todo eso al mismo tiempo sintió Naruto cuando notó aquel roce sobre sus labios, cerró los ojos con fuerza cuando la boca de Sasuke se cerró contra la suya, tan intempestivamente que no había sido capaz de aguantar el aliento, puso sus manos en sus brazos, estrujando la tela de la camisa  pero no podía apartarse, no mientras él siguiera sosteniéndole el rostro y acercándolo al suyo.

 

Se mareó cuando los labios ajenos le abrieron los suyos, cuando ni siquiera sus dientes habían sido barrera suficiente para detener la lengua de Sasuke, jadeó desesperado ante el extraño sabor que le inundó el paladar en cuando ambos trozos se enredaron, pero finalmente dejó caer la cabeza hacia atrás aceptando la invasión, correspondiendo el beso, nada podía pasarle por la cabeza, ni siquiera las preguntas que debería estarse cuestionando, ¿Qué era lo que estaba sucediendo? ¿Por qué ocurría eso? ¿Estaba bien lo que hacían? ¿Esto era una respuesta de parte de Sasuke? ¿Significaba algo?, no lo sabía, simplemente apretó el agarre de sus manos cuando el borde del escritorio se clavó tras él, no se había dado cuenta siquiera que habían retrocedido hasta él, Sasuke no le soltaba el rostro y no dejaba de mover su boca y su lengua, pero de algún modo con su mismo cuerpo había logrado sentarlo en el borde, recostándolo en la superficie y después ponerse sobre él, gimió bajo al sentir su peso, nunca en su vida había llegado a algo similar, nunca había experimentado ese calor en el estomago que parecía extenderse por el resto del cuerpo, abrió la boca al mismo tiempo que él para tomar aire, los dedos de Sasuke se deslizaron por su rostro acariciándolo con algo frío, con la dureza que se percibía del metal de su anillo, el anillo que aquella mujer le había dado, ante eso, abrió los ojos reaccionando, lo empujó.

 

– ¡¿Qué…?! ¡¿Qué estás haciendo-ttebayo?!...

 

Sasuke parpadeó confundido, mientras se estabilizaba para no caerse de espaldas por el impulso, Naruto estaba con las mejillas ardientes, pero también molesto.

 

– ¡No juegues conmigo, Teme! ¡Esa es una mala broma y no me estoy riendo-ttebayo!

 

Sasuke frunció el ceño.

 

– ¿Qué? ¿Buscabas un beso mas cómico acaso?...

 

Naruto aguantó las ganas de insultarlo con más fuerza, le lastimaba, y entre más le lastimaba lo que Sasuke hacía, más sentía que debía protegerse, pensó vagamente debido a lo que pasó, que si hubiese una mínima posibilidad, una de entre millones de ellas, quizás Sasuke podría escogerlo a él, bajó la cabeza mientras entrecerraba los ojos con tristeza, pues sabía que esa posibilidad no existía.

 

– Sasuke… me disculpo por el rumor… de ahora en adelante tratare de desmentirlo personalmente-ttebayo… y… acerca de Naruko…

 

– ¿Qué? ¿Quieres arreglar un matrimonio entre ella y yo?...

 

– No… es eso… yo… tú fuiste a su escuela seguramente a atar cabos-ttebayo, pero aun así ella estaba contenta con eso… gracias…

 

Sasuke se llevó una mano a la frente para despejar sus cabellos, viendo como Naruto inclinaba ligeramente la cabeza, ese Dobe, siempre se había mostrado orgulloso y renuente a siquiera hacer un gesto de respeto por él, pero cuando se trataba de su hermana, hacía lo que sea, incluso bajar la cabeza, suspiró un tanto frustrado, mientras acariciaba todo su flequillo con parsimonia.

 

– Tú… y tu hermana son muy parecidos…

 

– Si… mucha gente piensa que somos gemelos-ttebayo…

 

Sasuke sonrió mientras se volteaba a verlo.

 

– ¿Qué tal si salgo de verdad con tu hermana?... así los rumores entonces se transformaran en verdades… deberíamos hacer eso…

 

Naruto lo volteó a ver con la mirada desorbitaba y aun mas confundido al verlo con esa sonrisa de supremacía mientras se acercaba de nuevo a él, inclinándose hasta casi estar a su altura.

 

– ¿Qué… estas… diciendo-ttebayo?...

 

– Ella es linda y yo soy muy decidido… viendo que se parece a ti… hasta podría ser divertido, ¿Qué dices?... voy a continuar este juego de amor… con tu hermanita…

 

El salón dejo escapar el eco de la bofetada que Naruto le había arremetido, aun en su coraje no pudo siquiera darle el puñetazo que tanto se había ganado, lo fulminó con la mirada mientras veía como Sasuke se tocaba la mejilla que comenzaba a tornarse rojiza, sentía que el cuerpo le temblaba de ira.

 

– Esto se acabo, Sasuke…  no voy a aguantarlo mas-ttebayo… ¡Mi anillo también se ha ido, así que ya termino!

 

Ante aquello Sasuke dejó ver una mueca de pánico, como si se hubiese dado cuenta de un error fatal, cuando Naruto se dio la vuelta, quiso estirar su mano para alcanzarlo.

 

– ¡Oye! ¡Espera!

 

Naruto corrió fuera del aula y cerró la puerta tras él, corrió por los pasillos y bajó las escaleras, todo ya estaba vacío, en medio de lo sucedido seguramente no había escuchado el timbre de salida de clases, caminó cabizbajo hasta su salón y se quedó de pie frente a su pupitre donde aun estaba su mochila, se llevó el antebrazo a los ojos cuando sintió las mejillas húmedas, quizás se lo merecía y recordaba su mueca de sobresalto por sus palabras, sollozó.

 

– “¿Buscabas un beso más cómico?”… idiota, tienes un pésimo… sentido del humor-ttebayo…

 

Lo malo de la depresión… es que aun cuando finges, todo el mundo lo nota-ttebayo… aun cuando seguía yendo a clases, aun cuando trataba de seguir el ritmo de las conversaciones de mis amigos, Lee se acercaba a preguntarme si estaba bien… trataba de sonreír y asentir, pero jamás lo convencía, dejé de salir tan seguido con él después de clases, dejé de querer comer en la escuela y… quise poner todo de mi para olvidar a Sasuke… si tan solo no sintiera a su sombra perseguirme-ttebayo… aun cuando él ya no aparece cerca de mi…

 

 

 

– ¡Vamos, Niichan! ¡Solo iremos de compras juntos! ¡No puedes negarme nada! ¡Estoy de cumpleaños!

 

Gritaba Naruko mientras jalaba a su hermano del brazo a mitad del centro, rodeados de aparadores y de tiendas, Naruto simplemente veía todo sin ganas, suspiró.

 

– ¿Por qué no puedes pasar un día tranquilo en casa-ttebayo?...

 

– ¡No puedes estar deprimido para siempre! ¡Niichan debes encontrar un nuevo amor!     X3

 

Naruto la veía con una gota en la cabeza, pues había gente que había volteado a verlos por el escándalo de su Imotou, pero no podía quejarse, antes ya le habían dicho que también era ruidoso, el escándalo se incremento cuando llegaron a una tienda en especifico, Naruko se soltó de su brazo para dar brinquitos emocionada.

 

– ¡La encontré! ¡Mira, Niichan!, encontré esta tienda en una página web y vi algunas fotos de sus accesorios, lo mejor de todo es que todos son originales y solo existe uno de cada uno… ¡Nadie podrá copiarme y morirán de la envidia! ¡Wajajaja!

 

Ambos entraron, había desde anillos, brazaletes, collares y pendientes, todos eran de diseños variados y con estilo, vio el precio de unos y de inmediatamente volteó a ver a Naruko sobresaltado, mejor advertir antes de que se emocionara como ya lo hacía, pues estaba recargada en un aparador viendo algo que parecía ser de oro, ¡Oro! ¡Eso era un sinónimo de bancarrota!

 

– ¡No escojas algo caro-ttebayo!

 

– ¡Tacaño, Niichan! ¡Un lujo al año no hace daño!

 

– ¡Lo hace-ttebayo! ¡Asesinas mi economía! ¡Eso es suficiente daño!

 

– ¡Mejor piensa en si llevaras uno!

 

– No lo sé… ¿Mi sapito resistirá-ttebayo?...

 

Decía mientras miraba con duda a su monedero de sapito, lo tenía desde hace años, y siempre le había gustado, su lema era “Mi sapito gordito es más bonito”, que se traducía en un: Mi tacañez me impide gastar. Naruko lo arrastró de la mano para que viera las piezas y se quitara de la mente el precio.

 

– ¡Claro que lo hará!...  sería un gran avance, la semana pasada parecías un muerto… esto sería como un retorno a la vida ¡Has renacido! ¡Bravo, bravo!

 

– Creo que exageras-ttebayo…

 

Poco después alguien había salido a atenderlos para mostrarle a Naruko diseños varios de acorde al precio que podía costearse, la rubia quedaba impresionada por el detalle que tenía cada accesorio y quedó aun mas impresionada al saber que estaban hechos a mano.

 

– Todos son diseñados por la dueña… además también la gran mayoría son hechos personalmente por ella…

 

– ¡Sugoi! ¡¿No es Sugoi, Niichan?!

 

Naruto asintió algo ausente, meditando las palabras de su hermana menor, renacimiento, sonaba bien pero, no era exactamente lo que él estaba pasando, al contrario, se sentía aun triste, era complicado, enamorarse parecía tan sencillo, solo bastaba ver a alguien lo suficiente como para después no apartarla de tus pensamientos, pero olvidarla, olvidar un pensamiento así, olvidar el amor, eso era una batalla constante que parecía perdurar una vida, sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz de la mujer que los atendía.

 

– Oh, miren… aquí está la dueña…

 

Naruto agrando los ojos al ver a la mujer que salió del almacén cargando una caja, al verlos inmediatamente les sonrió dándoles la bienvenida, era la misma mujer que había estado con Sasuke, la inspeccionó tratando de asegurarse de que no la confundía con otra persona, pero no era así, era ella, no podría confundir esa belleza con la de cualquiera, su hermana se mostraba emocionada mientras ella le ofrecía algunos artículos que acababan de ser terminados.

 

Cuando Touko volteó a ver a Naruto, éste respingo, los ojos de la chica pasaron de la sorpresa a la comprensión y después creó una sonrisa en sus labios, se acercó dubitativa.

 

– Disculpa, pero… de casualidad ¿Eres de la academia de Konoha?...

 

– ¿Eh?... sí, yo voy a esa preparatoria-ttebayo…

 

La mujer sonrió aun mas, le causaba ternura la tímida vacilación del rubio, además, mientras lo veía, lo analizaba con la mirada, encontrándolo completamente agradable.

 

– ¡Entonces debes de conocer a Uchiha Sasuke!... ¿Verdad?, yo soy Uchiha Touko, su prima…

 

Naruto se sintió le mas grande idiota al descubrir que ambos eran parientes, había estado sintiéndose un miserable por nada, Naruko se le colgó del brazo, mientras sonreía y veía a Touko emocionada.

 

– ¡Sí! ¡Nosotros lo conocíamos! ¡Era un gran hombre! ¡Tan encantador!... ¡Ah! ¡Aunque no debo de hablar en tiempo pasado!... ¡No es como si estuviera muerto! ¿Verdad?...

 

La chica rio torpemente y Naruto la vio con una gota en la cabeza, Touko se llevó una mano a la barbilla como si dudara de ese hecho, llamando la atención de los hermanos.

 

– Pues la verdad… él ha estado actuando como una persona muerta últimamente… supongo que debe comportarse normalmente en la escuela, pero cuando está en casa no habla muy seguido… se encierra en su cuarto y casi no quiere comer, creo que ya lleva así una semana…

 

Naruko volteó a ver a su hermano con una mano junto a su boca para poder susurrarle de forma discreta pero burlona.

 

– ¿No te resulta un relato conocido?...             

 

– Sus padres están muy preocupados, el hermano de Sasuke ya está casado… pero él y yo crecimos juntos así es que es como si también fuéramos hermanos, no tengo idea de que le ocurre… no quiso decirme ninguna cosa… acaso…  ¿Tuvo algún problema en la escuela?...

 

Naruto bajó la vista, “Algún problema”, Sasuke estaba pasándola mal, pero, ¿Acaso era su culpa?, algo le decía que si, pero a la vez se negaba a caer en la trampa, sentir compasión por él ó peor aún, resurgir todo ese cariño que le tenía y que se esforzaba por desaparecer, Touko al ver la mueca de Naruto, siguió contando.

 

– ¿Saben?, Sasuke siempre ha sido un niño obediente, le enseñaron que debe ser bueno con la gente, pero aquello le proporciona mucho estress… todas las expectativas que tiene que cumplir, él también piensa que son altas, debido a eso siempre intenta dar lo mejor de sí… aun contra todo lo que le impide lograrlo, su personalidad incluida… puede abandonarse a sí mismo con tal de tener contentas a las personas que esperan algo de él…

 

Sasuke efectivamente era amable con las personas, excepto con él, el único momento en el que había actuado amistoso fue aquella ocasión en la librería, ahora entendía un poco al respecto, las metas que esperaban que cumpliera lo presionaban, él jamás se mostraba tal cual era frente a nadie. Era orgulloso, altanero, presuntuoso, temperamental, era casi todo lo que era mal visto, todo lo que para él le parecía irritante, y aun así, había hecho mucho por los estudiantes, por el equipo de basquetbol a quienes les dio un triunfo que hacía años no tenía la escuela, si, él era amable, y muy dentro suyo le daba algo de felicidad el saber, que solo él conocía su rostro tras toda esa mascara de perfección. 

 

– Luce como si alguien le hubiera roto el corazón… me pregunto si todo eso acabo, no quisiera después de todo lo que hice para ayudarlo…

 

¿Ayudarlo-ttebayo?...

 

¿Ayudarlo? ¿Qué no había sido ella la que con amor le había hecho el anillo?, ¿Acaso había otra persona?, pero él había dicho que lo atesoraba porque se lo habían obsequiado, Naruto abrió los ojos, recordando cada comentarios misterioso de Sasuke, cada acción extraña, como en el día del partido, en donde había esperado por él, pues sabía que lo seguiría. Pero si esa mujer había querido ayudar a Sasuke, era obvio que había hecho el anillo, ¿Acaso… había sido a pedido de Sasuke?, Touko se llevó una mano a la mejilla mientras suspiraba cansinamente.

 

– Todavía lo recuerdo… me pidió hacer un anillo de apariencia gastada… creo que pertenecía a la persona que le gustaba…

 

– ¡E-eso! ¿Eso cuando fue-ttebayo?...

 

– Creo que… haber, los pétalos de Sakura apenas brotaban, así que en abril…

 

Naruto abrió la boca, aquella fecha era de cuando había perdido su anillo, debía de ser alguna coincidencia, una demasiado elaborada. Aunque él había comprado su anillo en una tienda que había encontrado como si nada, podría ser el anillo de cualquiera, pero, Sasuke siempre había tenido una actitud especial hacía él, buscaba la manera de molestarlo y por eso terminaba enfadándose con él, pero el Teme seguía tomándoselo con tranquilidad, manteniendo una posición tan casual como si nada hubiese pasado, se abalanzó contra la dueña de la tienda, recordando que Sasuke era más orgulloso que nada. 

 

– ¡¿Disculpe, sabe dónde puedo encontrar al Teme, digo, a Sasuke ahora?! ¡Hay algo importante que debo preguntarle y tiene que ser ahora-ttebayo!

 

– Eh… pues… seguramente debe estar en su casa, porque se niega a salir de su cuarto… está cruzando el parque…

 

– ¡Gracias-ttebayo!

 

Naruto se dio la vuelta sin remordimientos, corriendo fuera del local, impresionando a ambas chicas. 

 

– ¡¿Eh?! ¡¿Niichan?!

 

Naruko sonrió y volteó a ver a Touko.

 

– ¿Desde cuándo sabes de mi Niichan?...

 

– ¿Qué?

 

– Tú no pudiste adivinar que él pertenecía a la preparatoria Konoha solo con verlo, además de que nadie platicaría algo tan personal así como así… ¡Menos de ese tema de amor!

 

Touko agrandó los ojos y después sonrió sin culpabilidad.

 

– Kami, tu eres inteligente… eres tan parecida a tu hermano, me pregunto porque Sasuke no te escogió a ti… entonces no habría sido tan complicado… pero, quizás… para un estudiante de la elite de mi Sasuke, alguien tan expresivo y despreocupado como tú hermano, debe ser el prefecto balance…

 

Naruko asintió y la mirada de la chica se volvió más enternecida.

 

– Sasuke… tiene una foto de él… es de un festival ó algo así… tu hermano se mira tan enérgico y posee una hermosa sonrisa… por casualidad la vi, porque estaba secretamente escondida… cuando reconocí a tu hermano conecté todo lo que había pasado… y pensé: “Oh, vamos, mi pequeño Sasuke fue hecho para éste chico”…

 

– ¿Y no te molesta? Ya sabes… por el hecho de que ellos…

 

– No, para nada, solo me sorprendí… además si Sasuke se vuelve más varonil por el amor que siente por tu hermano, no tendré quejas, es mi pasatiempo y eso me haría muy feliz porque me gusta mucho presumirlo  X3

 

Naruko se rió ante el comentario, así que por sugerencia de la chica, le incitó a escoger algo caro y ponerlo en cuenta de Naruto, era lo menos que podía hacer por su hermana pequeña que se preocupaba tanto por él.

 

Naruto cruzó la avenida corriendo causando que un automovilista le sonara la bocina por haberse atravesado, pero eso daba igual ahora, la verdad es que no sabía que decirle, simplemente sabía que debía verlo, su último encuentro había sido hace un semana y la verdad estaba comenzando a ponerse nervioso, no sabía cómo Sasuke se tomaría las cosas, si se reiría de lo sucedido y lo perdonaría, vio el techo de una casa por encima de los arbustos y asumió que debería de estar cerca, volteó a todos lados y camino en una dirección que pensó le haría el trayecto más corto.

 

– Ese es el camino equivocado, Usuratonkachi…

 

Naruto respingó por la voz tan conocida y se dio la vuelta para verlo, Sasuke estaba tras él con las manos en los bolsillos, permanecía serio, como si estuviera tanteando la atmosfera, pero no había necesidad de eso, Naruto lo veía esperanzado, con la sensación de que su corazón estaba ahora en su garganta, vio como el pelinegro comenzaba a caminar lentamente hacía él.

 

–… Sasuke…

 

Fue todo lo que pudo decir, su mirada oscura lo hipnotizaba, sentía el avance eterno, finalmente lo vio levantar una mano hacía él, entrecerró los ojos mientras la caricia lo embelesaba, sosteniéndole la mirada hasta que se acercaron tanto que simplemente cerró los ojos para recibir el beso, calmado, tierno, pero que le hizo sentir esa nueva oleada de cosquillas y calor, su corazón latiendo. Se separaron mirándose a los ojos y después Sasuke lo abrazó, apoyando una mano en su cabeza y enterrándolo en su pecho, Naruto cerró los ojos aspirando el olor de la colonia que hacía tiempo no degustaba, y la calidez.

 

–… Naruto…

 

– ¿Si?...

 

–  Tú… ¿Me amas?...

 

El rubio cerró los ojos mientras se sonrojaba.

 

– Si…

 

–… Ya veo…

 

Dijo sonriendo mientras apretaba el abrazo en su cintura y él recargaba su cabeza a un lado de la suya.

 

– Touko me telefoneó… cuando me dijo que venías corriendo hacía aquí… para ser honesto pensé que vendrías a intentar golpearme…

 

– ¡Teme, porque sabes que te lo mereces-ttebayo! ¡Pero en esta ocasión no quería pelear contigo!

 

– Sobre mi cumpleaños…

 

Naruto le prestó atención, ambos sin separarse demasiado del otro, Sasuke sonrió algo prepotente, seguramente el recuerdo le parecía divertido, ó sarcástico.

 

– En verdad fue todo un fiasco, todas esas chicas vinieron con regalos hasta mi casa y exigían saber la verdad… pero como nadie sabía cómo era tu hermana, se dejaron llevar por el momento, así que se miraban entre ellas con enfado, reclamándose y acusándose de ser dicha chica… bueno, el resultado fue una batalla estilo medieval… mis parientes estaban de lo mas impresionados, yo les dije que las ignoraban pero aun así me quede viendo el resultado desde el balcón de mi casa… hasta tenía palomitas…

 

– ¡BASTARDO! ¡LAS PERSONAS NO SON JUGUETES-TTEBAYO! ¡ERES UN DESPIADADO!

 

Sasuke rió entre dientes, Naruto suspiró cansino, quizás debería de estarse adaptando a la idea de que esa era la verdadera personalidad de Sasuke, sentía que tenía un arduo trabajo por delante. El pelinegro entonces se serió y volteó a ver hacia el suelo.

 

– He decidido que ya no seré agradable con una mujer de la escuela nunca más… tampoco seré amable ó fingiré ser lo que no soy… seguro se llevaran una sorpresa, pero… creo que es mejor de esa manera…

 

– Pero… tu reputación-ttebayo…

 

– ¿A quién le importa eso?... además, deberías de estar más preocupado por ti, grandísimo Dobe… actuando como un matrimonio de artistas y comprometerse así tan fácilmente… ¡En serio! ¡Me molesta!...

 

– ¡¿Comprometerme?! ¡¿De qué rayos estás hablando-ttebayo?!

 

El Uchiha bufó mientras hurgaba algo en su bolsillo.

 

– Estoy acostumbrado a que las mujeres lloren delante de mí… pero esa vez si me molestó, mejor te disculpas con Takako personalmente cuando vuelvan de su viaje…

 

– ¿Takako? ¿Quién es esa-ttebayo?...

 

Sasuke entonces sacó un anillo y se lo entregó a un sorprendido Naruto.

 

– Uchiha Takako, mi pequeña y querida sobrina de cinco años…

 

– Esto… ¿Cómo…?

 

– Te lo devuelvo, Dobe… no podría quedarme tranquilo si sé que te andas comprometiendo con quien sea por ahí… ella vino aquí para el día de mi cumpleaños, es hija del idiota de mi hermano Itachi… dijo que se lo dio, en palabras de ella: “Un guapo chico que le pidió matrimonio”… una promesa para cuando crezca, bla, bla, bla…

 

Naruto entonces recordó a la niña de cabello azabache que conoció en el parque y porque motivos se los había dado, entonces recordó algo, miró a Sasuke con seriedad.

 

– Cuando perdí mi anillo… tú fuiste quien lo puso de nuevo en mi escritorio-ttebayo… si fue así, ¿Por qué actuaste como si no lo supieras cuando te conté la historia?...

 

– Suenas muy seguro de ello, ¿Fue Touko quien te lo contó?...

 

Naruto asintió y Sasuke entonces comenzó a voltear a otro lado, llevándose una mano a la cabeza para despejarse de sus cabellos.

 

– Fue una coincidencia el hecho de que yo encontrara el anillo… yo no sabía a quién pertenecía y para ser honestos poco me importaba… días después estaba perdiendo el tiempo en la oficina del consejo estudiantil, veía las fotos de los festivales recientes… entonces vi una foto tuya, como estabas haciendo señas vi el mismo anillo también… pero podría ser un anillo cualquiera, podría ser de otra persona… así que lo puse en tu escritorio y ver como reaccionabas…

 

– ¡Espera! ¡¿Estabas cerca cuando lo encontré-ttebayo?!

 

–… Lo estaba…

 

A Naruto se le escapó una mueca de “Me siento tonto por no haberme dado cuenta”, Sasuke sonrió de forma melancólica, como recordando.

 

– Me escondí tras la entrada del salón… todo eso era un juego, si tu no eras el dueño, pues ahí terminaba todo… pero entonces, sonreíste… cuando viste el anillo, parecías tan feliz de haberlo encontrado… tus ojos brillaban y te viste… lindo…

 

El rubio se sonrojó un poco.

 

– Yo… nunca había visto una sonrisa así antes, ahí el momento en el que me enamoré de ti… cuando nos conocimos en los baños, me apaniqué… de todas las personas tenías que ser tu… ¿Sabes lo incomodo que me sentí?, estaba usando el anillo que te había copiado y… lo único que cruzó por mi mente es que no debías verlo… yo no tenía idea de lo que me esperaba después de eso, tener que hablarte y…

 

– Pero… ¿Por qué no me lo dijiste honestamente-ttebayo?...

 

Sasuke levantó una ceja.

 

– Vamos, piénsalo… que otro tipo vaya y te confiese su amor… ¿Acaso lo aceptarías tan fácilmente?... estuve luchando mucho contra mis propios pensamientos, me parecía una tontería que no debía cometer… nunca me imaginé verme enamorado de un Usuratonka…. Digo, de un… joven…

 

Naruto lo miró sorprendido mientras él desviaba la vista hacía un lado un tanto avergonzado, se había contenido de insultarlo como siempre lo hacía, aquello le hizo feliz, le sonrió con alegría, mientras Sasuke al verlo, también le sonreía a la vez que se le escapaba un suspiro.

 

– Eso es agradable… por fin te veo sonreír, esa misma sonrisa de la que me enamore… creí que no habría oportunidad de verla de nuevo, aun cuando de vez en cuando fantaseaba con que se volvería realidad algo mutuo entre nosotros…

 

– ¿Eh? ¿Así que tú también tienes “Imposibles”-ttebayo?...

 

– No importa si llego a ser el estudiante del siglo, aun hay cosas que me parecen demasiado… Dobe…

 

– Como sea…

 

Naruto bufó, ya sabía que esa amabilidad no le duraría mucho, tres minutos y lo insultaba de nuevo, se llevó el anillo al dedo y entonces notó que no entraba, se alarmó.

 

– ¡¿Qué?! ¡No me entra el anillo-ttebayo! ¡¿Por qué?! ¡Se supone que la última semana debí de perder eso! ¡¿Ahora me dicen que gané más?! ¡Entraaaaaaa!

 

– Ah, no te cabe en el dedo medio, Usuratonkachi… deja de pensar en eso de que engordas de repente… ese es el mío…

 

Decía tranquilamente le mayo mientras lo veía forcejear con el accesorio, con lo terco que era Naruto casi estaba seguro de que sería capaz de romperse el dedo con tal de traer ese bendito anillo puesto, el rubio al escucharlo volteó hacia él con mueca confundida.

 

– ¿Eh? ¿Por qué-ttebayo?

 

Sasuke le sonrió con superioridad.

 

– Tú me amas, ¿No es así?...

 

– ¿Eso que tiene que ver-ttebayo?        ¬//¬*

 

– Pues de que la posición de los anillos debe de cambiar y ahora deben ir en el dedo anular… por lógica… debemos de intercambiarlos…

 

Decía sonriendo mientras mostraba su anillo, ó más bien, el anillo de Naruto que estaba en su dedo anular, Naruto lo vio, después vio al que estaba en su mano, sonrió y se lo puso en el dedo medio. Para después caminar hacía Sasuke y ambos tomarse de las manos mientras caminaban.

 

– Pienso que seguramente habrá nuevos rumores a partir de mañana por eso-ttebayo…

 

Sasuke le sonrió y entonces Naruto pensó, que quizás era lo de menos, ¿Qué más daba si la gente sospechaba?, la verdad de sus sentimientos solo estaría, en el dedo anular.

 

 

 

*-*-*-* Tres Meses Después *-*-*-* 

 

– ¡Oye, Ototo! ¡Tanto tiempo sin verte! ¡Te estábamos esperando!

 

Itachi sonrió a su hermano menor que les había avisado que los visitaría apenas llegaran del viaje, se quedó confundido al ver junto a él a un chico rubio de ojos bonitos que lo saludaba tímidamente con un movimiento de cabeza, le sonrió.

 

– Hola, ¿Quién eres?

 

Preguntaba mientras se acercaba, el chico le parecía tierno, Sasuke fue quien contestó, apuntándolo con su dedo pulgar.

 

– Es Naruto, un compañero de la escuela… y además es el ex-novio de Takako…

 

– ¡Teme! ¡No digas eso-ttebayo!

 

Itachi se rió por como nombraba a su hermano, le parecía interesante que su habitualmente temperamental Sasuke simplemente le sonriera.

 

– Bueno, iremos a ver a Takako… gracias por recibirnos…

 

– ¿Eh?... no es nada, pasen…

 

Sasuke tomó la mano de Naruto para adentrarse a la casa, gesto que no fue pasado desapercibido por Itachi que, simplemente ladeó la cabeza, un tanto curioso. Caminaron al segundo piso y entonces Sasuke llamó a la puerta, como no recibieron respuesta, entraron, la niña se encontraba sentada frente a una mesita mientras abrazaba a su cachorro con fuerza, inflaba las mejillas con disgusto mientras Sasuke se acercaba, el Uchiha se arodilló cerca de ella y trató de llamarla dulcemente.

 

– Oye, Takako…

 

– ¡TE ODIO!

 

Gritaba mientras le hacia un desprecio, aquello le sorprendió a Naruto que también se acerco.

 

– Vaya… ¿Qué es lo que sucede-ttebayo?...

 

– Esta así de furiosa conmigo desde que le quite el anillo…

 

Naruto asintió se acercó más a la pequeña que lo volteó a ver y después se sonrojo tiernamente, el rubio le sonrió. 

 

– Hola, Takako-chan…

 

– ¿Mi prometido del parque?        *u*

 

Naruto sonrió aun mas, pues lo recordaba.

 

– Si, lamento haberte quitado el anillo que te di-ttebayo pero…

 

No supo que decir cuando vio los ojos de la niña volverse tristes, volteó a ver a Sasuke que estaba atento y después a la niña ocurriéndosele una idea para no parecer el malo, apuntó al azabache con el pulgar.

 

– Pero, veras… ¡El tío Sasuke quiere TANTO a Takako-chan, que no quiere que me case contigo, así que te doy por perdida-ttebayo! ¡Lo siento!

 

– ¡Oye, Dobe! ¡¿Qué demonios….?!

 

La niña lo pensó por un momento mientras los chicos discutían en susurros, levantó la vista emocionada hacía Naruto, que pensó lo había entendido.

 

– Eso… eso quiere decir que… ¡¿Me casare con el tío Sasuke?!  *O*

 

A ambos jóvenes les cayó una gota de la cabeza mientras la chiquilla levantaba los brazos emocionada, al parecer el plan se le había invertido a Naruto.

 

– ¡Sí! ¡Me casaré con el tío Sasuke! 

 

– ¡No! ¡No quería decir eso, Takako-chan-ttebayo!

 

Sasuke volteó a ver seriamente a la niña.

 

– Lo siento, Takako… eso es imposible…

 

Lo había dicho con tal gesto de seriedad que a la menor se le llenaron los ojos de lágrimas y comenzó a llorar, dejando paralizado a Sasuke, él era indiferente al llanto de las mujeres, pero a Takako la quería, Naruto lo volteó a ver enojado mientras trataba de tranquilizarla.

 

– ¡No, no llores, Takako-chan! ¡Eh, Sasuke! ¡Mira lo que hiciste-ttebayo!

 

– Takako… presta atención…

 

La niña levantó la vista y Sasuke jaló el mentón de Naruto para darle un beso que paró el llanto de la niña, aunque dejando perplejo a su novio de paso, el mayor le sonrió a su sobrina mientras pasaba un brazo tras los hombros de Naruto que estaba estático y sin habla.

 

– ¿Lo ves?... nosotros nos llevamos bien, es por eso que ninguno se puede casar con Takako, ¿Entiendes?...

 

La niña asintió.

 

– Buena chica…

 

Se despidieron de la pequeña ya que tenían el asunto resuelto y Sasuke tuvo que arrastrar a un rubio perplejo hasta la calle, fue ahí que Naruto parpadeo volviendo a la realidad y frunció el ceño hacía Sasuke.

 

– ¡NO PUEDO CREERLO-TTEBAYO! ¡DELANTE DE UNA NIÑA! ¡¿EN QUE ESTABA SPENSANDO, TEME?!

 

– Bueno, al menos ella lo acepto ¿No?...

 

– ¡Ese no es el punto-ttebayo!

 

Sasuke volteó a verlo con una sonrisa presuntuosa. 

 

– ¿Qué pasa, Dobe? ¿Acaso no estás satisfecho?...

 

Decía mientras daba pasos lentos hacía su novio y por instinto retrocedía hasta topar la espalda en la pared de una de las casa, ligeramente nervioso.

 

– ¿Eh? ¿Satisfecho con que-ttebayo?...

 

– No era eso lo que tú querías… ¿Quieres algo mas… apropiado?...

 

Naruto cerró los ojos cuando Sasuke lo beso, estaban en plena calle pero eso no pareció importarle al azabache, así que ¿Qué más podía hacerse?, se separaron después con la mirada entrecerrada, Sasuke le apretó la mano y le sonrió de forma picara, Naruto abrió los ojos, ya sabía lo que seguía, no pudo gritar ni reclamar nada, Sasuke ya había comenzado a correr tirándolo de la mano en dirección a su casa.

 

Sasuke nunca pensó en el amor, estaba tan ocupado siempre con las metas establecidas que simplemente no se había preocupado de buscar una chica en sus primeros años de secundaria ó en la preparatoria, pero había tres puntos que él pensaba serían vitales para escoger a una compañera, el primero era: Agradarse. Llevarse bien, divertirse entre ellos, que la compañía mutua fuera algo que desearan tener constantemente, Naruto era divertido, distraído y cómico, él era honesto y gracias a su Dobe había desarrollado un sentido del humor que no sabía tenía, así que bromeaban juntos, platicaban todo el tiempo y se peleaban constantemente, pero siempre era por cualquier tontería y que resultaba divertido recordar.

 

Entraron empujando la puerta de su cuarto en medio de su desesperado beso, Sasuke agradecía que sus padres salieran tan constantemente y que su hermano ya se encontrase casado, así tenía toda la casa para él solo, tomó el rostro de Naruto entre sus manos y comenzó a guiarlo a la orilla de la cama, llevando sus manos a su playera para poder deshacerse de ella.

 

El segundo punto era: Gustarse. Que estuvieran contentos y atraídos con el físico del otro, que el sentimiento que sentían entre ellos fuese tan fuerte como para ascender a lo físico y que de ahí nacieran las ganas de besarse, abrazarse y acariciarse, a Sasuke definitivamente le gustaba Naruto, tenía unos hermosos ojos, una increíble sonrisa, unos labios suaves, un cabello de seda, un cuerpo de tentación, una piel cremosa, y Naruto estaba igualmente encantado con él, le gustaba su cara, su cuerpo, su cabello, bueno, todo, todo les gustaba del otro.

 

Llevó sus labios al pecho del rubio, sacando la lengua para poder probar su piel, sentía las manos de Naruto apretarse en su cabello y estrujarlo, descendió con su lengua hasta el estomago y escuchó al rubio suspirar, se levantó y volvió a besarlo en los labios, mientras Naruto colaba las manos por sus espalda y debajo de su camisa, comenzando a levantarla para que él también se la sacara. Sasuke lo recostó en la cama y Naruto al sentir el peso encima de su cuerpo jadeó, ¿Cuántas veces había hecho esto con Sasuke? Recordaba que la primera vez habían estado torpes y nerviosos, a un mes y medio de su noviazgo, mientras veían una película en el cuarto de Sasuke, un movimiento descuidado de ambos y terminaron besándose encima de la cama, entre suspiros y caricias todo había avanzado a un punto que no había marcha atrás, pero aun así se habían detenido como para preguntarse si estaban seguros, el tiempo no era problema, Naruto había pedido permiso para quedarse a dormir, el temor de ser descubiertos tampoco, Sasuke le había pedido a Naruto quedarse a dormir justamente porque sus padres se habían ido de viaje y no regresaban hasta dentro de tres día y no era como si se lo hubiese sugerido con segundas intenciones, él y su novio se llevaban tan bien que, simplemente hasta ese momento no habían pensado en eso, ni habían apresurado las cosas, el Uchiha había pensado en una noche normal, salir a comer, ver películas, quizás después jugar videojuegos y después dormir, pero todo eso dejó de tener importancia porque simplemente el momento se había dado, así que aquella había sido la primera vez en la que los dos se entregaban deforma intima y habían estado contentos de que hubiese sido entre ellos.

 

Sasuke sonrió cuando Naruto le abrió los brazos, se recostó encima suyo y comenzó a besarle el cuello, desabrochándole los pantalones y jalándolos fuera de sus piernas dejándolo desnudo al llevarse de encuentro los bóxers, se puso de pie para después quitarse los suyos junto con los interiores y caminó hacía su cajonera para sacar de entre debajo de toda su ropa un tubo de lubricante, Naruto levantó una ceja al ver lo mucho que había tenido que pelear para sacarlo, el mayor cuando lo volteó a ver, encogió los hombros.

 

– Touko por accidente se dio cuenta de que te amaba por encontrar una foto tuya aquí… no quiero que se desmaye por encontrar esto, así que mejor lo escondo bien…

 

– ¡Si, mejor! ¡No vaya a después querer pedirte fotos-ttebayo!   XD

 

– No me molestaría tomarte algunas así… pero definitivamente no se las daría a Touko, prefiero guardarlas solo para mi… quizás se pueda, la vez pasada vi un delantal que estoy seguro que se te vería…

 

– ¡Deja de imaginar tonterías y ven aquí-ttebayo!

 

Sasuke se rió mientras se acercaba de nuevo a su novio con la intención de avanzar al siguiente nivel.

 

El tercer punto era opcional, pero si lo obtenías estabas en el paraíso, y eso era: Acople sexual. Entenderse en la cama y experimentar entre juegos e intimidad una conexión aun mejor entre ellos, todas las parejas encontraban placer en el acto de hacer el amor, pero pocas experimentaban un acople a tal magnitud que, sin importar cuánto tiempo permanecieran juntos, la manera en la que experimentan el sexo se volvía mas y mas apasionada, después de todo, una vez que avanzabas al siguiente nivel en una relación, la satisfacción sexual se volvía un punto muy importante, y Naruto y él tenían una excelente química sexual, así que ambos estaban más enamorados, felices y satisfechos que nunca.

 

Sasuke le quitó a Naruto la mano de la boca cuando estaba comenzando a penetrarlo, así que apreció con lujo de detalle como gemía, lo que más le gustaba era ver el rostro de Naruto mientras hacían el amor, ver sus gestos y las muecas de placer que él le brindaba, era una de las cosas que recordaba con mas ahincó en medio de sus sueños eróticos. El rubio entreabrió los ojos y le sonrió a Sasuke que también le sonreía mientras se quedaba quieto un momento y recuperaba el aliento que antes había perdido, Naruto levantó una de sus manos para pasarla ente el flequillo del mayor que caía por encima de sus ojos, viéndose a los ojos con un color más profundo de lo usual, al sentir que el dolor ya no estaba presente, Naruto abrazó la cadera de Sasuke con su piernas, así que comenzó el vaivén.

 

Sasuke se puso de rodillas y llevó sus manos a cada pierna de Naruto para poder apretarlas a su figura, impedir que ante los embates el cuerpo de su novio se separara del suyo, mientras que Naruto llevaba las suyas al mismo lugar, colocándolas encima de las de Sasuke y ayudarlo a sostenerlo. Hasta que de pronto escucharon que la cama chirriaba de vez en cuando ante el movimiento, así que el Uchiha prefirió recostarse encima para evitar el ruido, quizás estaban solos pero aun así había cosas a las que era mejor no acostumbrarse, una de esas eran los gritos de placer y otro los sonidos delatores de su actividad sexual, aquello sería reservado para ocasiones especiales. Naruto se irguió a pesar de eso y lo abrazó del cuello, guiando sus labios para que se comieran mutuamente, el mayor se meneó contra ese cuerpo un poco más, tratando de profundizar lo más posible, buscando aquel punto que sabía se concentraba todo el placer de Naruto, encontrándolo después de unos cuantos embates.

 

–… Ahí…

 

Susurró el rubio en medio de un estremecimiento, Sasuke volvió a embestirlo en esa dirección, obteniendo otro escalofrío.

 

– ¿Aquí?...

 

Naruto asintió mientras apretaba los ojos y recargaba la cabeza en su hombro, Sasuke apretó su cintura y lo acomodó mejor encima de sus rodillas, haciendo la penetración más fácil, consiguiendo entonces más y más embestidas a ese punto, solo era cuestión de tiempo y lo sabía, él también percibía como su cuerpo comenzaba a tensarse, como todo aquel calor se concentraba en su bajo vientre y además como Naruto parecía estarse acercando también al orgasmo. Trató de aumentar la velocidad al tiempo que llevaba una mano a la erección de su novio y comenzaba a masturbarla, entonces después de algunos minutos Naruto gimió por lo bajo mientras eyaculaba por fin, Sasuke continuo el movimiento hasta que toda la tensión se golpeaba y precipitaba hacia afuera, frunció el ceño y apretó los dientes ante la sensación repentina de vértigo, como su mente se llenaba de un súbito y abrumador vacío que no lo dejó pensar y después la sensación de paz y cansancio. Abrió los ojos y vio a Naruto jadear, se acercó a él y le beso los labios, su novio abrió los ojos y le sonrió, así que lo abrazó para poder rodar de lado y quedar recostados un momento en la cama, después se darían un baño y comerían algo, pero antes, una siesta.

 

 

 

– ¿Sabes, Otou-chan?... Tío Sasuke y mi prometido del parque se estaban besando… dijeron que eran buenos amigos…

 

Decía Takako de lo más entretenida mientras coloreaba en uno de sus libros, Itachi que estaba coloreando también con su hija abrió los ojos con sorpresa, aunque después recordó como los había visto tomarse de las manos, suspiró.

 

– Voy a tener que hablar con mi Ototo…  lo felicitare y le diré que ojala no se esté “Emocionando” demasiado…

 

– ¿Eh?

 

– Nada, Takako… que… está muy bonito tu dibujo…

 

– ¡¿De verdad?! *u*

 

 

Fin.

Notas finales:

NAH!

Espero que les haya gustado, Chibialexa, espero que tu entre todas lo hayas disfrutado, gracias por ser una lectora fiel del Fic y por haber concursado, n.n

!Espero este feliz con el resultado!

 

 

 

 

RHYO DARCK.


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