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Amor Yaoi
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Quien dijo que era fácil. por Hinari-chan

[Reviews - 8]   LISTA DE CAPITULOS
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Notas del fanfic:

Naruto no me pertenece (;_;), sino a Kishi-sama, y pienso en hacerle un pedestal SOLO si hace oficial en el manga que algo mas que amistad se coce entre nuestro rubio protagonista y Sasu-emo.

 

No lo arruines, Kishi. e_e

Notas del capitulo:

Hola, fujoshis de amor yaoi! Aqui de nuevo, reportandose la -unica- escritora favorita de kakayama en la web! n_n Y esta vez vengo a la carga, con la inspiración al palo y una historia con humor, romance y un poquitín de drama. Por supuesto, esta historia será muy diferente a Eres algo inalcanzable para mi (y si tienen tiempo, pasen a leer y no sean timidas xD Sí, estoy haciendo propaganda a mi otro fic ajajja).

En este fic se encontraran con varias sorpresas, como un peliplateado confundido aún en el closet, un mejor amigo decidido a hacerle abrir los ojos, una novia que de por sí tiene mas cuernos que un venado, y muchos mas personajes formaran esta alocada historia de nosecuantos capitulos. Las invito a leer y a entretenerse un rato, y un review no le haría mal a nadie, no? xD

Se despide, Hina nee-sama, Queen of kakayama 8D

Orgulloso, terco, patán,egocéntrico, listo –demasiado-, irónico, algo despistado, desafiante, egoísta, amargado, frío y criminalmente hermoso. Él era ni más ni menos que el rey de la preparatoria, aquél que se llevaba el mundo por delante. Todas las chicas le deseaban y morían por una mirada suya, y los chicos, simplemente le envidiaban y morían de celos por el simple hecho de ser lo más guay que existía, pero por culpa de aquello también sentían la necesidad de acercarse y volverse su amigo, compañero o camarada. Así era Kakashi Hatake: tan perfecto, tan genial y tan cool. Y yo, simplemente era un tipo normal, no era el más popular –como él-, ni el más guapo –como él- ni el más inteligente –como él-, pero había algo que me destacaba de lo demás.


 


Yo era su mejor amigo desde primer grado. Así es. Aún recuerdo cómo nos conocimos, fue el primer día de clases. Yo era nuevo en aquella escuela, había hecho jardín de infantes en otra institución y acababa de llegar allí. Había llorado durante toda la ceremonia de inauguración porque me aterraba el simple hecho de conocer niños nuevos y comenzar vida nueva ahí. Seguí indicaciones de mi profesora y me senté junto a cierto peli plateado con cara amargada, quien hoy en día es mi sempai. Recuerdo como empezó todo. Él me observó por primera vez de arriba abajo. Escudriñó mi cabello café, mi piel clara –no tanto como la suya, ya que su tez era del color de la harina-, en aquel entonces mis anchas orejas y por sobretodo mis ojos azabaches realmente hinchados de tanto llorar.


 


-Si tuvieras los ojos un poco más desorbitados que ahora, apostaría que saldrían disparados de tu cara –me dijo ese bastardo, y toda la clase rio. ¡Maldito! Eso me había herido los sentimientos.


 


Fruncí el ceño y me defendí como pude.


 


-Si tu nariz fuera un poco más filosa y puntiaguda, apostaría a que no podrías ver por encima de ellos –hubo una conmoción en el aula por mi clara respuesta de desafío, y Kakashi-sempai me dedicó una mirada fiera.


 


-Eres rápido –aceptó mientras asentía con la cabeza-. Pues, si tuvieras las orejas más grandes, apostaría a que podrías volar con ellas.


 


Sus palabras vinieron acompañadas de una sonrisa de victoria. Me envaré.


 


-Si tuvieras el cabello más puntiagudo, apostaría a que te volverías un erizo de plata.


 


Y así estuvimos todo el día, insultándonos y hablando mal de nosotros mismos. Incluso a la salida de clases comenzamos una pelea. Nos golpeamos como pudimos y nos causamos unas pequeñas heridas y raspones, sobretodo en la cara, los brazos y rodillas. Mi sempai era un buen bromista de humor negro, y yo podía sobre llevar sus bromas al mismo ritmo. En pocas palabras, estábamos bien balanceados, y cuando nos dimos cuenta de eso al final del día, nos detuvimos y nos miramos durante un largo rato. Luego nos sentamos en el suelo de manera torpe ya que las heridas nos ardían la piel, y a continuación comenzamos a reírnos precipitadamente hasta llorar de la risa y de lo ridículo que era la situación, especialmente para mi sempai quien era un niño bastante serio para su edad y no estaba acostumbrado a aquellas estupideces y juegos de críos. Despues de ese día, nos volvimos inseparables, los mejores amigos.


 


Y hasta el día de hoy, ahora que tenemos 17 años los dos, somos tan o inclusive más amigos que en aquellos tiempos. Con el tiempo, Kakashi-sempai no solo se volvió un hermano, un rival y un compañero para mí, sino que algo más. ¿Qué quiero decir con esto? Bien, vayamos al grano:


 


 Secretamente, somos amigos con derecho a roce. ¿Contento? Yo no. Me di cuenta que estaba enamorado de él cuando tenía 12 años, y nuestro acercamiento un poco más intimo fue cuando cumplí los 15. Pero yo no significaba algo más que un buen amigo para él, de eso estaba seguro. Creo que era una especie de experimento. El idiota de mi amigo siempre estuvo detrás de chicas y salió con ellas durante una pequeña parte de la primaria y toda la secundaria y preparatoria hasta ahora. Tiene una novia llamada Rin, quien es una chica muy hermosa. Alta, delgada y de finos rasgos, con una cara angelical que podría enamorar a cualquier muchacho de la escuela. Ella es un año menor a nosotros pero no le hace falta carácter, ya que tiene bien sabido lo adelantado que es Kakashi con el tema “sexo” y a dos meses de noviazgo oficial todavía no se entregó a él de manera íntima, cosa que lo vuelve loco al peli plateado al punto de sobre excitarse con cualquier cosa. Ese “problemita” lo lleva a tener “un par” de chicas (todo organismo de sexo femenino en la escuela) bajo la manga para pasar el rato y un par de noches de descontrol, y luego me tiene a mí. Y yo de lo responsable y educado que debería ser me tiro a Kakashi de vez en cuando, mientras estoy saliendo con una linda muchacha de la otra división. Tal vez no hayas comprendido muy bien nuestra relación, ya que es complicada, pero sentido no le sobra, créeme. ¿Quieres saber qué rayos significo para Kakashi Hatake? Es “sencillo”:


 


Toda su vida fui su mejor amigo, somos una extraña clase de rivales, estoy enamorado de él desde principios de secundaria, todos los ensayos y trabajos escolares los hacemos juntos, estudiamos un día antes del examen en mi casa para luego hablar de lo buenas que están nuestras compañeras de clase (a la vez que él está oficialmente de novio con una buena chica y yo saliendo con otra), la mayor parte del tiempo me trata para la mierda como el muy patán que es, su malhumor suele ser descargado sobre mí, bromeamos y nos llamamos ridículamente con sobrenombres estúpidos frente a la gente como “mi amor”, “bebé”, “cariño” y “corazón”, cuando estamos solos de vez en cuando nos besamos y de vez en cuando follamos para pasar el rato y experimentar cosas nuevas que no involucre pechos femeninos. A todo esto, solo tengo una conclusión coherente.


 


Nuestra relación sentimental: no sé qué onda.


 


Y si alguien gusta de opinar, es totalmente bienvenido.  


 


 


 


***


 


 


 


Mentiría si dijese que en esos momentos estaba estudiando y haciendo la tarea como muy buen alumno que soy, pero el hecho de tener el departamento solo para mí, que sean las ocho de la noche y que mi sempai haya venido para pasar la tarde junto a mí nos da a pensar en una cosa. Sí, ya sabes qué.


 


Nos encontrábamos los dos acostados en la cama de mi habitación abrazados y besándonos apasionadamente, luego de habernos revolcado toda la tarde para matar el aburrimiento y saciar sus ganas de sexo desenfrenado, solo que ahora nos hallábamos nuevamente con dos erecciones a punto de nacer entre nuestras piernas. Todas las semanas eran así: volvemos de la escuela, comemos pastel de chocolate mientras vemos documentales sobre cuestiones de peso y  nos burlamos de los gordos, jugamos videojuegos durante una hora para que al fin y al cabo mi sempai me pateé el trasero, hacemos los deberes o por lo menos yo intento hacerlos ya que en tan solo tres minutos el peli plateado termina por aburrirse y encuentra fascinante el comenzar a besar mi cuello con sensualidad y morder mis orejas. Luego, desliza sus fieras manos por mi cuello y todo se va a la mierda cuando ya empieza a toquetear mi entrepierna, y de esta manera, empezamos con los jueguitos sexuales para finalizar con besitos de chicos. Una tarde entretenida, ¿no crees? A todo esto, seguíamos besándonos con ímpetu. Nuestras lenguas batallaban y la de Kakashi parecía tener el control.


 


-Me gusta jugar a los amantes contigo –me sonrió mientras abandonaba mis labios para adentrarse en mi cuello y morderlo suavemente.


 


-Lo mismo digo, ya quisieran las estúpidas de la preparatoria estar en mi lugar y hacer esto –mascullé pícaramente para luego apretar su trasero y soltar una risa divertida. Él solo ensanchó más su pervertida sonrisa.


 


-¿Sabes una cosa? Adoro los besitos de chicos pero… -acercó su perfecto rostro hasta mis oídos para lamer la punta con su escurridiza lengua. Podía oír su respiración con claridad-, en verdad me encanta ir a la cama contigo.


 


Su voz ronca era tan sexy y erótica que estuve a punto de correrme por segunda vez en ese instante, pero al contrario de eso, busqué su mirada con insistencia y lo observé atónito y con un deje de esperanza en mis orbes azabaches. Él parpadeó un poco confundido y luego cayó en la cuenta de que había malinterpretado lo que había dicho. Suspiró y entrecerró los ojos mientras me miraba serio.


 


-Pero no quiero nada más.


 


Gruñí enfadado. Kakashi ni se inmutó, así que le fruncí el ceño. Él estaba al tanto de mis sentimientos hacia él, éramos el equipo perfecto, el uno para el otro, se la pasaba diciéndome que estaba más bueno que comer sushi solo con las manos y que a diferencia de Rin y de las otras tontas era increíblemente bueno en la cama, me pellizcaba aquél sitio donde la espalda pierde su nombre en lugares públicos y para colmo solíamos tener “acercamientos” en todo lugar que pudiésemos, incluso una vez lo hicimos en el baño de la escuela, sobre las ramas de un árbol y morbosamente en un cementerio, al año de la muerte de su padre. Lo conocía más que a nadie, más que su propia novia y cualquier otra muchacha. El chico me pertenecía.


 


-No me gusta –mascullé roncamente-. Llevamos haciendo esto desde hace unos años sin siquiera cansarnos ni aburrirnos, ¿qué diferencia hay si me aceptas ahora?


 


-Perfecto, Yamato, lo volviste a arruinar, y esta vez en tiempo record –murmuró irónicamente mientras se levantaba de encima de mí y corría las sabanas para vestirse de una buena vez.


 


-Lo que tienes es miedo al compromiso, sempai. Acéptalo.


 


-No lo haré, por si no te enteraste o eres un retrasado mental, tengo novia desde hace dos meses.


 


-Novia a la cual le has sido infiel con todo organismo viviente poseedor de pechos y ovarios, ya sea cualquier chica de la escuela que se te cruce en el pasillo, la enfermera de la clínica de la otra cuadra, la mesera del café del otro lado de la ciudad o una ramera cualquiera que haga un descuento de dos por uno. A excepción mía ya que yo soy hombre.


 


-No me malinterpretes,  bastardo. Qué le engañe a Rin no te concierne en lo absoluto –me aclaró mientras se subía los bóxers y continuaba con sus pantalones.


 


-Por supuesto que me interesa, ¡ya que precisamente sueles engañarla conmigo! ¡Idiota! –aullé molesto.


 


-Rayos, eres una muy mala persona, Yamato. ¿No te hace sentir una mierda el ver a mi novia en los ojos sabiendo que follamos a sus espaldas? ¿Hn?


 


-H-hijo de perra, ¡no me hagas ver como el que tiene la culpa de todo esto! –le grité descaradamente mientras el solo atinaba a abrocharse la camisa.


 


-Además, que le sea infiel no significa que no la quiera. Solo estoy siendo un poco egoísta, pero en verdad me importa ella. Acéptalo, Yamato, el hecho de revolcarme en la cama contigo no significa nada. Eres mi amigo, pero no te amo y no lo haré. Una persona como yo, Kakashi Hatake, es como un animal carnívoro y necesita tener algo de carne caliente debajo de él, y el hecho de que Rin sea la chica más difícil de la escuela y que aún no me deje follarla como se lo merece, me deja más cachondo de lo que suelo estar al leer revistas Playboy. Por suerte estás tú para ayudarme a descargar y saciar mi frustración sexual. Tu quieres amor, bueno, no puedo darte ese tipo de amor. El tipo de amor que puedo ofrecerte puedes encontrarlo aquí –sonrió con prepotencia cuando señalo sus pantalones, tomó su bolso y se dirigió a la salida de mi habitación. Se detuvo para observar mi anatomía al descubierto-. Entiéndelo, bebé; me encanta ir a la cama contigo, pero no quiero nada más.


 


Un portazo fue lo siguiente que se oyó en todo el departamento. Se había ido de vuelta y me había dejado solo, desnudo en la cama y con un “problemita” sin resolver. Maldita sea, sempai. ¿Por qué te comportas siempre como un gilipollas? Yo se que eres el tipo más popular de la preparatoria. Amigos te sobran y mujeres, ni hablar. Sales con una de las estudiantes más bonitas en tu reino, pues la escuela es tu campo, y tú el gobernante. Sé que tu reputación podría irse derechito a la mierda con el hecho de que todos sepan que tienes algo con un hombre, con tu mejor amigo. Pasarías de ser el rey al marica hazmerreir de lo que fue tu gobierno, y pasarías por situaciones dolorosas, aquellas situaciones que sufrieron los impopulares, raritos o maricas que tú les hiciste pasar. ¿Por qué? Porque Kakashi Hatake es también un brabucón que se vive alimentando de las burlas que le hace a los que son inferiores a él. Y todo aquél que quiere llegar a estar a la altura del peli plateado le sigue la corriente y se suma a las bromas pesadas para ser alguien guay como él. Eso me exaspera, porque puedes burlarte de los “anormales” o afeminados, pero en el fondo eres tan o más gay que todos ellos, pregúntaselo a mi trasero. ¿Sabes? No te estoy diciendo que debas declararte ante mí enfrente de toda la preparatoria y aceptar oficialmente que solemos acostarnos más de 6 veces a la semana, pero, ¿Por qué simplemente no puedes decirme que me quieres al oído, cuando me haces el amor casi todas las noches?


 


¿Acaso solo soy algo para pasar el rato para ti? ¿Solo de una noche y después en fin?


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