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Luz y esperanza, como desees verlo por yuuki-sama

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Después de ese vergonzoso encuentro de familia, Shaka se cambia lo más rápido que puede cosa que al lemuriano no le parece mucho pero no le queda más remedio, tienen que ir a atender a sus invitados, a los que ya están y los que vienen en camino. Shaka se vistió con un pantalón y zapatos negros con una camisa blanca, por su parte Mu se vistió un poco menos formal, bajaron rápidamente al comedor y se sentaron a hablar con Saori y su prometido, Shaka sentó a Musa a su lado, por si las dudas, pensaban casarse en un mes, Saori pensaba: cuando tengamos hijos, que no sean como Musa, muy para sus adentros. Un rato después llegaron Hyoga y Shun, se les hizo medio difícil llegar porque Shun apenas había tenido a su bebé, muy parecido a él, se sentó en la primera silla que vio en lo Hyoga le enseñaba el bebé a los demás, para romper la rutina, Hyoga no hizo lo planeado - apretarle el buche y todo eso - estaba muy ocupado con el bebé, esa era la sensación del momento hasta que llega Mitsumasa, el padre de Saori y Mu, abuelo de Musa y suegro de Shaka, para Shaka no es la visita más agradable del mundo pero no le queda más que tragárselo, por lo menos por esta noche, por el contrario para Musa si es fantástico, desde que lo ve corre a abrazarlo:

 

Musa: abuelito, abuelito, que bueno que viniste.

 

Mitsumasa: ¿has logrado atrapar a tus padres haciendo un nuevo hermanito? - le pregunta por no decirlo de otra manera, Musa asiente con la cabeza también como lo más natural.

 

Saori: papá ¿Cómo le preguntas eso?

 

Shun: mejor dicho ¿Cómo ella le responde?

 

Shaka: (pero si ya veo que esta niña tiene de donde sacar sus malos hábitos)

 

Todos excepto Mu y Afrodita se quedaron muy sorprendidos por la "TÍPICA PLÁTICA" que había entre el abuelo y su nieta, Shaka inmediatamente alejó a su niña de este viejo loco cosa que a Mitsumasa no le pareció pero prefirió quedarse callado, por esta vez, era una cena par celebrar el compromiso de su hija con Afrodita y no era lo más conveniente sacar sus trapos sucios en frente de todo el mundo, la pobre Saori tenía los nervios de punta, que familia le había tocado justo para esa noche tan importante para ella pero Afrodita se la estaba pasando de fábula con esa familia, en especial por todos los inusuales comentarios para una niña de su edad, le iba a encantar unirse a esa familia de locos. Muy tarde llega el hermano de Shun y su esposa con su hijo, Joaquín, el pequeño le tenía un poco de miedo a Musa porque era demasiado loca y se le ocurrían cosas que a él no le parecía hacer pero no se ponía muy nervioso a la hora de decirle que no así que siempre se metían líos, esta vez se rompió la regla, la mirada amenazadora de Shaka se mantuvo en la pequeña durante toda la cena por lo que no pudo hacer nada, fue terrible pero no quería provocar a su padre.

 

Terminada la cena y despedido los invitados, Musa estaba cansada de no hacer nada, Shaka la tomó en sus brazos para llevarla a su cuarto, estaba dormida en su pecho y Mu no pudo evitar recordarle lo bien que se portó:

 

Mu: pues, esta noche nuestra pequeña no nos salió tan mal.

 

Shaka: porque sabía que no le iba a ir bien si no lo hacía, quisiera que se portara así por su propia voluntad.

 

Mu: ya amor, hace lo que puede, pero con esa familia tuya...

 

Shaka: ¿Cómo que familia mía? Si no mal recuerdo fue tu padre el que le preguntó que si nos había atrapado haciendo un nuevo hermanito.

 

Mu: recuerdas mal - le dice en tono de burla y luego le da un beso al que el rubio no le queda nada más que resistirse, la supuesta dormida tenía un ojo cerrado y el otro entreabierto observando el apasionado beso del que eran protagonistas sus padres, Mu no tardó en darse cuenta y se separa un poco para susurrarle lo que pasaba sin que su hija se diera cuenta y Shaka en un tono bastante audible le responde:

 

Shaka: no importa, que vea cuanto nos queremos.

 

Mu: como tú quieras, tú sabes que por mí no hay problema alguno.

Después de unos días, era el día del niño, en el trabajo de Shaka iban a hacer una fiesta para los empleados, sus parejas y sus hijos principalmente, Shaka invitó a Saori y a su prometido porque ya que iba a ser parte de la familia sería muy bueno que conviviera más con ellos, eso no era lo mejor a consideración de Saori pero ya su pareja había aceptado, ese día Mu faltó a su trabajo para poder acompañar a su esposo, Shaka los llevó en la camioneta a todos, Musa se sentó detrás con Afrodita y Saori, mientras Saori se moría de la pena al igual que Shaka, Afrodita y Mu se la estaban pasando de maravilla, por fin llegaron al trabajo, desde que se desmontaron la pequeña se fue a los juegos y Mu se fue detrás de ella para no dejarla sola, por su parte Shaka se encargó de guiar a los otros dos al lugar de la celebración, estaban todos los empleados, la gran mayoría con sus hijos, Milo estaba con su esposo, Camus, y se acercó a Shaka y a sus acompañantes, le pareció en extremo atractivo el peli azul pero su verdadera presa era Shaka, Camus había oído lo que se decía de su esposo pero siempre se tapó los ojos y creyó en lo que él le decía, bien por él pero es que lo que se decía era cierto, Milo acostumbraba a acostarse con otros que obviamente no era su pareja.

 

Milo: hola Shaka ¿puedo preguntar quienes son tus invitados?

 

Shaka: Milo, te presento a la hermana de Mu y a su prometido.

 

Saori: hola Milo, mucho gusto en conocerte - le dice de manera muy educada, Afrodita no respondió nada ni mucho menos lo saludó, desde el principio ese hombre le pareció muy desagradable y lo caía nada bien, había algo de él que no le gustaba pero no lo sabía con certeza.

 

Milo: disculpa, no te vas a presentar - dirigiéndose a Afrodita quien no le respondió nada solo lo ignoró, después de ahí no hizo más intentos de acercamientos, de todos modos a Milo le gustaban las presas más difíciles como los casados, pensó que un comprometido sería muy fácil de conseguir. Se fue a servir un vaso de ponche y en ese mismo instante llega el peli morado con su niña en brazos, en la misma esquina de donde se encontraba Milo también estaba el toro que no dejaba de mirar hacia allá con rabia, con celos y con algo de tristeza, le encantaría ser él el que besara a Mu, el que tuviera una niña tan linda en brazos, pero no, le tocaba ser la sombra que oculta sus sentimientos, era todo lo que le tocaba por hacer, y como nunca faltan los inoportunos, llega Milo:

 

Aldebarán: ni siquiera opines que no estoy para tus chistes malos.

 

Milo: veo que alguien  está susceptible este día - le dijo en tono de burla.

 

Aldebarán: te lo estoy advirtiendo con tiempo, no me molestes.

 

Milo: ¿Qué crees? Que solo por ser más grande eres más fuerte, no te tengo miedo toro así que ve controlando la manera en la que te diriges a mí porque no creas que te voy a estar aguantando solo porque mueres de amor por el peli morado ese, aunque... debo reconocer que tienes buenos gustos, no es nada feo, de hecho es muy atractivo, debo decirlo.

 

Aldebarán: vete a decir estupideces a otro lado que no estoy para tus juegos.

 

Milo: como quieras, pero yo ya te dije lo que podemos hacer - se retira después de beberse su trago y se dirige a donde se encuentra su esposo quien lo esperaba con un plato de comida en la mano, este la tomó y puso su mirada en el brasileño, le parecía tan extraño y enigmático y más extraño aun es que no hubiera aceptado su trato porque dice que lastimará a Mu, por eso Milo lo consideraba un verdadero tonto ¿que lo consideran ustedes?

 

La fiesta se dio de lo más bien, todos se la pasaron estupendos excepto el toro que no apartó su vista de la feliz familia, hervía de rabia pero no le quedaba más por hacer sino olvidarse de él, claro, no es tan fácil decirlo que hacerlo pero no hay peor lucha que la que no se hace.

 

Aldebarán le dio muchas vueltas al asunto, una y otra vez, y tomó una desición, una muy mala desición, aceptaría la propuesta de Milo, estaba confundido y pensó que era lo mejor, estaba muy nublado y los celos ahogaron hasta el mas mínimo rastro de cordura que quedaban en su mente, citó a Milo en su oficina antes de que se fuera y ahí le explicó el trato y que iba bajo condiciones:

 

  • 1- Mu no se enteraría de nada.
  • 2- No saldría herido ni él, ni Shaka ni su hija.

 

Milo accedió a lo que pidió el toro, la verdad es que no lo pensaba cumplir si era necesario, no le importaba lastimar a quien sea o pasar por encima de nadie para conseguir su objetivo.

 

Al día siguiente era sábado, por fin el fin de semana lo cual para Shaka no era tan bueno porque tendría que irse a pasar sus dos días de vacaciones con su "querido" suegro que los había invitado a su casa en el campo.

 

Pobre de mi Shaka que tenía que estar sufriendo con ese loco y pervertido hombre, pero que podía hacer, se enamoró perdidamente de Mu y con él venía su loca familia, el fin de semana fue tedioso, hacía que el trabajo se viera muy bien, de hecho él ya anhelaba regresar a trabajar en vez de quedarse soportando a Mitsumasa y que le estuviera enseñando malas costumbres a su hija que ya de por si es un terremoto.

 

Después de esos tres insoportables días por fin volvieron a casa, Musa estaba algo triste dado que le encantaba estar con su abuelo, él no la regañaba por las cosas fuera de lugar que ella decía y por supuesto que eso le encantaba a diferencia de su papi.

 


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