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Luz y esperanza, como desees verlo por yuuki-sama

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El lunes, cuando regresó al trabajo se topó con Milo, este lo invitó a la hora del almuerzo a que comieran juntos, una vez allí comenzaron a hablar de cosas sin importancia, Milo se le estaba metiendo por los ojos para que él lo invitara a su casa, no resultó como el esperaba pues el rubio solo lo invitó a cenar, Milo "aceptó" y la noche siguiente fue a su casa, pregunta ¿Qué hizo la noche anterior a eso? Si quieren saber muy pronto lo averiguaran.

 

Desde que llegó a la casa, su presencia le cayó pesada a una personita, pero lamentablemente tenía que guardarse sus comentarios por órdenes de su padre, Mu, que no estaba muy convencido de la actitud de Milo, prefirió ignorarlo. En medio de la cena alguien toca la puerta, es Seiya, su vecino:

 

Seiya: buenas noches Shaka ¿te interrumpo algo?

 

Shaka: no, no te preocupes, pasa.

 

Seiya: no es necesario, solo vengo para decirte que mañana no voy a poder cuidar a Musa, tengo un compromiso con Shiryu y su familia al que no puedo faltar.

 

Shaka: pues gracias por avisarnos con tiempo, no te preocupes, encontraremos a alguien que la cuide.

 

Seiya: (como si yo me preocupo por eso - pensó para sus adentros, la verdad no era muy fácil cuidar a una niña como esa pero no quería ser maleducado)

 

Shaka se despide de Seiya y cierra la puerta, se dirige a sentarse a la mesa para continuar cenando cuando la voz de Milo se deja oír:

 

Milo: si quieres yo la puedo cuidar, recuerda que mañana es mi día libre (pero definitivamente no pude venir en mejor momento, todo está saliendo a pedir de boca, creo que ya no necesitaré más al estúpido de Aldebarán que la verdad no me sirve para nada)

 

Shaka: ¿enserio lo harías?

 

Milo: por su puesto que si - le dice con la mejor de sus sonrisas falsas - con mucho gusto.

 

Shaka: muchas gracias, no se que hubiera hecho sin ti.

 

Mu: yo si se que hubiera hecho - susurra el lemuriano de muy mala manera pero lo suficientemente audible como para que su pareja lo escuchara y lo pellizcara en la entre pierna, Mu tuvo que aguantar el dolor para no armar un escándalo (pobre de mi Mu) pero esto no se queda así, Mu le responde con un codazo en el estómago, eso si dolió...

 

Milo sentía las perturbaciones de la pareja y les habló para preguntarles si pasaba algo, el peli morado y el rubio inmediatamente dejaron su "cariñosa" pelea donde parecían niños chiquitos.

 

Terminada la cena, el escorpión no quiso permanecer ni un minuto más en esa casa, salió lo más rápido que pudo con una gran sonrisa maliciosa en el rostro, sus planes iban a la perfección y hasta mejor de lo que él hubiera esperado, lo primero era ganarse la confianza del irresistible rubio y después todo eso el estaría comiendo de la palma de su mano, eso creía.

 

Al día siguiente, con mucho pesar se levantó de su cómodo sofá y se encargó de buscar a Musa al colegio, era un verdadero fastidio tener que en cargarse de esa niña que ni siquiera es suya pero todo valdría la pena.

 

Ese mismo día Afrodita se apareció por la oficina de Shaka y fueron a comer, Shaka le estaba platicando de Musa porque él se lo pidió, de ahí surgió el tema y de ahí el peli azul se enteró de donde estaba la pequeña, no le gustaba la idea, le insistía a Shaka que la fuera a buscar pero Shaka no lo consideró necesario, tenía plena confianza en el escorpión, pero Afrodita insistió hasta que el rubio terminó por rendirse y lo llevó para demostrarle que no pasaba nada. Al llegar a la casa de Milo se encontraron a la pequeña jugando con Camus, el esposo de Milo, Camus, no podía tener hijos pero la verdad a Milo no le importaba, odiaba a los niños, por eso se casó con él. Afrodita quedó en ridículo por demás inmenso, desde ese momento Shaka dejó de hacerle caso a lo que él decía de Milo, llegó a confiar más en el traicionero bicho que era él, por otro lado a Camus le encantó que ella fuera, le encantaban los niños y le gustaría tener el suyo propio. Milo sabía que podía tener hijos pero no se quería decir a Camus, no quería pasar por esos molestos dolores solo por un bebé.

 

Pasó un terrible día soportando a la hija de Shaka. Por fin Shaka la vino a buscar y esta era su oportunidad ya que Camus no estaba en la casa, fue a comprar la cena y por lo que sabía se iba a tardar, le abrió la puerta a Shaka mientras Musa se sentaba en la sala haciendo la tarea:

 

Shaka: hola Milo ¿Dónde está mi hija?

 

Milo: está en la sala - le dice con una sonrisa falsa.

 

Shaka: ¿Cómo se portó?

 

Milo: es un pequeño ángel, se portó en extremo bien - puso la sonrisa más hipócrita que pudo.

 

Shaka: me alegra mucho oír eso, bueno, creo que ya nos vamos.

 

Milo: ¿te vas tan pronto? Quédate un rato más, entra, te ofrezco algo de beber y no aceptaré que me digas que no.

 

Shaka: acepto, pero que no sea algo fuerte, no quiero conducir tomado.

 

Milo: bien, como quieras.

 

Los dos pasaron a la sala, Musa corrió a los brazos de su padre y se sentó en sus piernas mientras Milo se dirigía a la cocina par servir los tragos. Estando allí le sirvió a Shaka una bebida bastante fuerte y a su hija un jugo con un poco de alcohol para que perdiera un poco de fuerza y no estuviera molestando ni interviniera en sus planes, llevó las bebidas y las sirvió:

 

Shaka: Milo ¿Qué tiene esto? Está muy fuerte - se queja en cuanto lo prueba.

 

Musa: también este jugo sabe raro papi.

 

Milo: no, no es nada, es el nuevo tipo de bebida que está comprando Camus.

 

Por no ser maleducado no dijo nada y Musa siguió su ejemplo y se lo bebió sin reticencia, después de terminar la primera en caer en los efectos del alcohol, por lógica, fue la pequeña, quién se durmió y cuando Shaka se disponía a irse, se sentía demasiado pesado y no pudo moverse:

 

Milo: ¿te pasa algo Shaka?

 

Shaka: mi cuerpo, no puedo...

 

Milo: no puedes moverlo - se adelantó a completar la oración.

 

Shaka: si, no se que me pasa.

 

Milo: ¿Por qué no vamos a mi cuarto? Allí tengo un remedio para lo que tienes - le dice con una voz sensual que Shaka pasa desapercibida.

 

Shaka: pero Musa...

 

Milo: no te preocupes por nada, estará bien.

 

Shaka siguió a Milo pensando que este le daría un remedio para su malestar, cada segundo que pasaba Shaka iba perdiendo las fuerzas y cuando estaba completamente débil, Milo hizo con él lo que se le antojó, dispuso de su cuerpo como si fuera un juguete y se aprovechó de él.

 

Ambos se quedaron dormidos entre media hora y 45 minutos cuando despertó el escorpión, se la pasó como nunca en la vida, el rubio lo había llevado hasta la punta del cielo y regresar vivo, y eso que estaba casi dormido, imagínense lo que hace cuando está despierto, no se arrepentía de lo que hizo pero se dio cuenta de que Camus no tardaría en llegar, vistió lo más rápido que pudo a Shaka y lo sacó sin que este, por su confusión y cansancio, hiciera preguntas, claro que cuando se sintiera mejor, las haría, pero ahora ni él ni ella estaban en condiciones. Apenas llegó a la casa bien, Mu los estaba esperando muy preocupado y desde que se desmontaron, vio el lamentable encuentro en el que se encontraban ambos. Cuidadosamente llevó a Shaka a recostarse ene. Sofá para luego traer a Musa, la niña no se encontraba tan mal puesto que la dosis de alcohol que le dieron a tomar, no fue demasiada, solo la suficiente como para que perdiera el conocimiento por un rato. Mientras que Milo se la pasaba de lo lindo, desde que Camus llegó y lo vio en esa desnudez completa se excitó muchísimo y le dieron lo que él busca de casi todos y todas con los que se relaciona, supongo que ya saben que es, sino lo saben se los diré, sexo.

 

En la mañana, como era lógico, se despertaron con un terrible dolor de cabeza, Mu decidió no mandar a su hija al colegio pero nuestro querido rubio tenía que ir a trabajar de todos  modos lo cual no resultaría ser tan malo, ese mismo día Milo tenía que explicarles lo que pasó, estaba muy confundido, no sabía lo que había pasado exactamente, pero por lo que sabía, no era nada bueno, y si no se equivocaba, y no lo hace, tenía motivo para sentirse culpable con Mu.

 

Aunque fue algo difícil levantarse en ese estado, lo hizo, quería que Milo le diera una explicación de lo que había pasado.

 

En el trabajo, Milo se encontraba hablando con Aldebarán, la verdad el escorpión le estaba facilitando las cosas al toro, él estaba haciendo todo el trabajo. En ese mismo momento Shaka se acercó a Milo quien le pidió a Aldebarán que se fuera para poder platicar más a gusto con el rubio, no se imagina.

 

Milo: hola mi querido Shaka - le dice casi en coqueteo y le guiña un ojo.

 

Shaka no puede aguantar su hipocresía, lo toma del cuello de la camisa para poder mirarlo bien a los ojos, sus ojos estaban llenos de rabia mientras que los de Milo estaban llenos de ironía y maldad.

 

Shaka: quiero que me digas que fue lo que pasó.

 

Milo: cuando me bajes y me lo pidas de mejor manera, como lo hiciste a noche.

 

Shaka: no te lo estoy pidiendo, te lo estoy ordenando.

 

Milo: ¿y por qué me preguntas a mí? Lo de ayer fue porque tú me lo pediste con tanta insistencia... - Milo sabía que no recordaba nada, no sería muy difícil engañarlo de lo que en realidad pasó.

 

Shaka: claro, yo te lo pedí y tú muy dispuesto aceptaste. Quiero que me hables con la verdad, sabes que yo no sería capaz de engañar a Mu pero si soy capaz de partirte todo lo que llamas cara.

 

Milo: lo primero es que tú me lo pediste - quitando su sonrisa diabólica para cambiarla por una más seria - y lo segundo es que sabes bien que lo disfrutaste.

 

Él no le podía discutir eso, no sabía si lo había disfrutado o no, lo que si era cierto es que se acostó con Milo, no tuvo nada más que decirle, se quedó paralizado por un momento y soltó a Milo.

 

Milo: ¿Qué te pasa? ¿Por qué no me respondes? - al ver que no obtenía respuesta del deseable rubio se fue y lo dejó, después de haber conseguido lo que él quería de Shaka, no le importaba lo que pasara con él ¿o si? 

 


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