Una noche helada, con un cielo lleno de brillantes y hermosas estrellas, un chico de cabello rubio, ojos de color azul como el mismísimo cielo, con unas curiosas marcas en sus mejillas, tez algo blanca, llevaba una bufanda de color rojo, era lo que se distinguía, caminaba despacio como si no quisiera llegar a su destino, se detuvo un momento a contemplar el cielo.
-“¿una estrella fugaz?”-pensó al verla-wow, ¡es hermosa!, ¿eso no significa que debo pedir un deseo?
-…-Cerro sus ojos despacio y pensó en su deseo-“Yo…por favor…-comenzó a llorar, una imagen de una pareja le vino a la cabeza, sonreían y se tomaban de sus manos-deja que el sea feliz por el resto de su vida”
-Dame una buena razón, por la cual yo deba cumplirte este deseo-abrió sus ojos de la misma manera que los cerro y frente a el estaba una chica, de cabellos negros y cortos, su flequillo era lo único largo y ojos de un intenso azul rey, como los ojos de una muñeca, en su cabello se podía ver un gran listón rojo con un moño al lado derecho, haciéndole de diadema, calculo que mas o menos era de su edad.
-¡LO AMO!-le contesto mientras cerraba sus ojos con fuerza derramando lagrimas y bajaba su cabeza
-si tanto lo amas por que…-el limpiaba sus mejillas en un vano intento de dejar de llorar, ella puso una mano tiernamente en su mejilla izquierda-¿Por qué no solo deseas que tu amor vuelva a ti?
-por que, yo no quiero recibir su amor de un deseo-le contesto, llorando con aun mas fuerza, ella lo miro con tristeza.
-si ese es el caso, Naruto, concederé tu deseo, porque tu lo amas mas que a nada en este mundo-le dijo mientras quitaba unas lagrimas de su ojo izquierdo, parecían apagados-debo irme, si eh de conceder tu deseo y el de las demás personas, ve a casa y descansa
-gracias-le dijo Naruto, quien aun con lagrimas en sus ojos comenzó a caminar a su casa, su hermano lo esperaría junto a su padre, aquella chica desapareció con una sonrisa de tristeza, alguien pedía un deseo, tenia, por que era su obligación que dirigirse a ese lugar, aunque no quisiera.
Llego a una casa, fuera en el jardín de dicho lugar una pareja sentada y pidiendo un deseo a su estrella fugas, una chica de cabello rosa y corto, ojos de un color verde, sus manos juntas y en su pecho, sus ojos cerrados y pidiendo su deseo, y el chico, oh vaya chico, tez blanca y cabello negro con destellos azules, sus ojos negros como el carbón y cerrados en ese momento, el no pedía un deseo, lo había echo por complacer a su novia Sakura, ella los odiaba a ambos a uno mas que a otro, o quizás a ambos por igual, el punto era que los odiaba, se apareció frente a la chica cuando esta pidió su deseo.
-“Deseo ser muy feliz con Sasuke-kun y que nunca tengamos peleas, pero lo que mas deseo es que ese rubio de Naruto se muera”-solo abrió sus ojos, para verse en un lugar desconocido para ella y una sombra blanca q le contesto
-jamás te concederé tu deseo, vivirás conforme sea tu vida, no interferiré en esta, una persona tan despreciable como tu no merece un deseo, tu no mereces nada de deseos
Desapareció de su campo de visión, abrió con lentitud sus ojos, vaya que había tenido un lapso nervioso, su deseo se cumpliría, vamos que ella era Sakura Haruno, todos la amaban, al parecer de ella, volteo a ver a su lado, en donde observo con atención a su novio.
-Sasuke-kun, ¿Qué fue lo que pediste?-le pregunto ilusionada por saber la respuesta
-Si te lo digo Sakura, no se cumplirá, y queremos que se cumpla ¿verdad?-no estaba mintiendo, pero tampoco era sincero, el no había pedido nada-vamos Sakura, tengo que llevarte a tu casa
-claro Sasuke-kun-nada mas ponerse de pie, esta se aferro a su brazo, el solo le sonrío, subieron a su carro y la dejo en su casa, en donde esta se despidió de el con un beso en la boca-nos vemos mañana Sasuke-kun
-claro.
Al llegar a su casa, nadie estaba despierto a esa hora, bueno su hermano mayor era probable que si, pero el no estaría esperándolo para recibirlo, nada mas entrar a su cuarto se tiro en su cama, observo el techo por escasos segundos antes de quedar profundamente dormido, o eso pensó el.
Era un lugar oscuro, completamente oscuro, solo una luz lo iluminaba y frente a el una chica de cabellos negros, lo miraba con odio e incluso con tristeza.
-yo no quería cumplir con el deseo de el, no porque no lo quiera, si no porque esperaba que pidiera que tu volvieras, pero aunque tu, Uchiha Sasuke no te lo mereces por ser un maldito, que traiciono de una forma cruel, no se merezca tal deseo de una persona demasiado bondadosa, pero eh de cumplírselo.
-¿Quién demonios eres y de que me hablas?-pregunto furioso, quien demonios se creía esa chica para hablarle así como si lo conociera de toda su vida
-mi nombre es Altair, un deseo de una persona que se volvió muy especial para mi, su deseo fue que tu fueras feliz el resto de tu vida, y eso are, te daré felicidad por el resto de tu vida, porque la persona que lo pidió lo hizo de todo corazón, pero tu no lo mereces
-¿de quien habl…?-pero no pudo terminar su oración aquella chica ya no estaba, observo el techo de la habitación. ¿acaso no estaba dormido?-juro que yo estaba dormido.
Naruto llego a su casa, su padre preocupado por el le abrazo, el solo le sonrío y contesto que estaba muy cansado deseando irse a dormir. Altair, cumplió con su deber y regreso a su hogar, un hombre de largos cabellos rojos y unos hermosos ojos color miel le esperaba, le miro triste.
-voy a pedirte un deseo, el que se llevara mi vida por hacer esto que no debo-le dijo observándolo con determinación en sus ojos, una chica que escucho solo se río de ella, de cabellos castaños y ojos de igual color
-¿es que acaso ya no soportas la presión?, sabes muy bien que si tu mueres tu lugar será mío.
-eso no me importa Anabella
-Anabella sal de aquí, esto no te incumbe a ti-le dijo el hombre con voz trémula, Anabella salio de aquella habitación-¿Qué es lo que ha pasado?
-la persona que yo mas quiero a terminado herida, y a pedido que su persona mas preciada sea feliz por el resto de su vida, no me pude negar y concedí su deseo.
-eso no me da una respuesta para que tu des tu vida por esa persona
-porque el lo merece, yo crecí junto con ellos dos, yo lo vi llorar por su madre, yo concedí su deseo de estar con Sasuke, yo observe como era discriminado y odiado, como sobrevivió con ayuda de su padre y hermano, yo he sido la que a concedido cada uno de sus deseos, Naruto se volvió la persona mas preciada para mi, aquella que considero lo merece, por la cual yo daría mi vida por verlo feliz.
-entonces, concederé tu deseo-le dijo sonriéndole con tranquilidad
-yo deseo con todo mi corazón…-comenzó a decir, mientras unas lágrimas traicioneras surcaban su rostro-Desde lo mas profundo de mi ser que…
Despertó, mas temprano de lo que acostumbraba, tallo sus hermosos ojos azules, tres marcas asemejadas a unos bigotes se apreciaban en sus mejillas eran cicatrices de un lamentable accidente cuando era pequeño, se destapo y dejo ver su torso desnudo, con unos músculos marcados, no eran demasiado marcados como los de su compañero, quien aun dormía, se estiro y decidió que era mejor ir a tomar una ducha, se metió a la regadera y dejo que las pequeñas gotas de agua empaparan todo su cuerpo, recordó la ultima frase de aquel sueño.
-…ellos renazcan y estén juntos como debió ser, que realmente sean felices por el resto de sus vidas, que la compartan ellos dos…