Cerró la puerta tras de si una vez que salió de casa, Sintiendo el frio golpe del clima directo en el rostro, Bufó con algo de molestia no le apetecía volver por un suéter aun si se encontraba a escasos pasos de su hogar, Así que continúo caminando a un ritmo lento pero decidido.
Había estado pensando mucho en él durante las ultimas semanas… Quizá años.
—Esto más que un amor parece una obsesión— dijo para si mismo y sonrió de medio lado.
Se refería a su ya muy antiguo amor de preparatoria, Habían pasado ya 5 años desde su graduación y de la última vez que lo vio, Un amor complicado, a él le había estado gustando desde mucho antes, Pero jamás se lo dijo —Aunque él lo sabia—, Se conformaba con mirarlo a la distancia —Y él se daba cuenta— Los ocasionales saludos y esas enigmáticas sonrisas que él le lanzaba.
—Patético— Era más así como se sentía.
Prosiguió su camino y se detuvo solo cuando estuvo a punto de cruzar la avenida, esperando el cambio de luz del semáforo.
Mantenía su mirada en un punto definido frente a él, Un chico había llamado su atención al parecerle conocido, Continuó observándolo mientras que ahora ladeaba un poco su cabeza en un flojo intento por reconocerle… ¡Era él! ¿Cómo pudo no haberlo reconocido de inmediato? Si era justo él quien ocupaba la totalidad de sus pensamientos últimamente, Es mas; no hacia ni diez minutos justo pensaba lo pensaba, Se mordió el labio en un gesto de claro nerviosismo al notar que del otro lado el chico también la observaba con una sonrisa de aquellas.
—Mierda— maldijo para sus adentros, el semáforo había cambiado ya de luz y él ni cuenta se había dado, Hasta que vio al chico antes mencionado justo frente a él levemente inclinado y con el ceño ligeramente fruncido.
—Sí no cruzas ahora tendrás que esperar el cambio de luz nuevamente— le dijo con esa sonrisa burlona, ¡Por supuesto que se había dado cuenta que el era la causa de su distracción!.
—!P… perdón!— Se puso rojo como un tomate y corrió a más no poder apenas alcanzando a cruzar, una vez del otro lado volvió su vista hasta el chico quien aun lo miraba divertido mientras le guiñaba el ojo y le lanzaba un beso… Y si parecía imposible se puso aun más rojo y se alejo de ahí a toda velocidad.
—¿Me habrá reconocido? ¿Al menos de acordara de mi?— Eran esas la interrogantes en su mente mientras continuaba corriendo, él seguía siendo el mismo ¡No había cambiado nada! Claro era un poco más alto pero seguía teniendo esa desquiciada sonrisa que tanto le enloquecía, Probablemente si es que lo había reconocido se estaría burlando a costillas suyas y seria lo mas lógico, Aminoro la velocidad de su caminar mientras seguía pensando en su Papelón (Como el le llamaba a ese tipo de situaciones) Llego hasta su destino que no era otra cosa que su trabajo.
—Buenos días Camus, Te vez algo rojo, ¿Acaso es que te sientes mal?— Tan sumido estaba en su pensar que no se dio cuenta de que ahí se encontraba su amigo y compañero de trabajo Mu.
—Buenos, Nada de eso… Sólo estoy algo acalorado— respondió atolondradamente.
—Pero, si estamos a cinco grados, ¿Seguro que todo esta bien?— insistió en Preguntar, Suspiró con impaciencia ese amigo suyo si que lograba sacarlo de sus casillas.
—Perfectamente bien Mu— Se alejo del otro muchacho con la firme intención de que este no le siguiera preguntando, recordó de pronto aquel Guiño Coqueto y el Color volvió a adueñarse de sus mejillas Su compañero lo miraba desde su lugar con uno de sus extraños lunares alzados ante tan inusual comportamiento, mientras él se preguntaba si volverían a encontrarse, Quizá esta vez se atrevería a saludarle, tal vez hasta pudiera charlar con el, Aunque… uno nunca sabe.
//Fin//
Continuara (?)
-3-