Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

¿Vale la pena decir "Te amo"? por Neko Hayashi

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Cuando la inspiración llega, llega!

Tengo 3 historias a medias, pero esta es la primera que me decido a publicar. Simplemente porque en esta historia estoy volcando mis sentimientos. Es como si yo fuera la protagonista. Por eso espero continuar este fic y espero tener el ánimo para llevar esta historia (y también mi propia historia) a un buen final. :)

Notas del capitulo:

Esto es tan solo una introducción. El contexto en el que se desarrolla la historia. Los sentimientos que amenazan con desbordarse...

 

Una nerviosa ansiedad me desgarraba por dentro. ¿Cuántos años nos conocíamos? ¿Cinco? No, seis. Cuantos años de amistad, ahora pendiendo de un hilo... ¿Debería arriesgarlo todo por un imposible? ¿Por un ideal sin esperanzas? Tal vez no...

Pero ya estaba harto de fingir. Harto de escuchar tus lamentos por otro que no fuera yo. Harto de llorar en silencio. Quería gritarte lo que sentía. Era el paso final, la decisión más difícil que había tomado en mi vida, pero ya no podía con esa incertidumbre, debía aclarar las cosas por el bien de ambos, aun cuando eso significara salir herido en el camino.

Tal vez es masoquismo, pero me gusta recordar cada momento que tiene que ver contigo, cada detalle, aunque haya algunos que me causen pena y dolor, pero nada importa, porque cada memoria que hemos construido juntos es preciosa para mí. Es por eso que las atesoro en mi mente y corazón, y me deleito acariciándolas en las noches oscuras y frías como esta…

 

Estábamos en el mismo instituto, pero si llegamos a conocernos fue gracias a la música. Ambos compartíamos esa pasión, por eso íbamos juntos al taller de música del instituto, sin embargo a diferencia tuya, yo no tenía esa voluntad para seguir mis sueños. Siempre admiré tu valor, parecías no temerle a nada, ser un hombre de acero al que nada podía afectar, pero el tiempo también me ayudó a conocer ese otro lado tuyo, el sensible y frágil, incluso temeroso, aquel lado que solo mostrabas a los pocos que podías llamar tus verdaderos amigos. Siempre te gustó el arte en general, eras un buen dibujante, te gustaba el teatro y el cine, pero tu vocación era la música, en especial el bajo, el cual gracias a tu perseverancia llegaste a tocar maravillosamente. Aun en contra de tu familia decidiste estudiar música, demostrando así que esto era mucho más que un hobby para ti. En cambio yo, al provenir de una familia conservadora y educado "a la antigua", no podía darme el lujo, o mejor dicho, no tenía el valor de decidir por mi mismo, por lo que, a pesar de mi amor por la música, terminé entrando a estudiar Derecho. Aun así, a pesar de que nuestros caracteres eran tan diferentes, sin darnos cuenta nos convertimos en los mejores amigos.

¿Cuándo comencé a verte de una manera diferente? A decir verdad, mi cariño hacia ti fue creciendo continuamente, pero el despertar de aquel nuevo sentimiento (en el que se mezclaron atracción, deseo, celos y algo más profundo), fue bastante repentino. Al salir del instituto, habíamos dejado de vernos por un par de meses, ambos preocupados de estudiar para el examen de ingreso a la universidad, se podría decir que ni vida social tuvimos por alrededor de 6 semanas, hasta que, teniendo los resultados en mano, acordamos ir a celebrar nuestro ingreso a las respectivas carreras.

Y ahí estaba yo, en la casa de Ruki, otro amigo al que adoraba, pero al que jamás pude abrirle mi corazón como lo hice contigo Aki. Como ninguno de los tres era muy asiduo a los lugares atestados de gente habíamos acordado reunirnos allí, en la casa de nuestro pequeño amigo, para reencontrarnos y pasar un buen rato. Y ahí estábamos en el dormitorio de Ruki, esperándote, pues como siempre tu fuerte no era la puntualidad. Conversábamos de trivialidades, cuando de pronto se abre la puerta de improviso dejando entrar a un chico que parecía venir de correr una maratón. ¿Que si ese chico era el que ahora tiene mi corazón en sus manos? Pues sí, eras tú, aunque reconozco que tardé unos segundos en reconocerte. Llevabas el cabello más largo de lo que recordaba y te habías teñido de rubio. Fue el minuto que te tomó recuperar el aliento apoyado en el marco de la puerta, el instante que le llevó a mis ojos mirarte como si fuera la primera vez y a mi corazón detenerse y volver a palpitar a mil por hora. Y es que siempre te había encontrado un chico atractivo, que resaltaba entre los demás, pero ahora, ahora simplemente estaba sin palabras. La palabra sexy puede sonar muy superficial, pero bien pudo ser la impresión que dejó en mi tu imagen y tu actitud. Sin embargo la borré de inmediato de mi mente, dispuesta a disfrutar de nuestra pequeña reunión. Entraste con tu paso desgarbado y me abrazaste. Adoraba ese gesto tuyo, tu efusividad, aunque yo siempre te correspondía mecánica y seriamente, como a todos, y es que había erigido una coraza  de frialdad que engañaba a todos menos a ti, y que poco a poco fui derrumbando a medida que nuestros corazones se acercaban. Pero entonces supe disimular muy bien, como siempre, la confusión que había surgido tan precipitadamente dentro de mí, y supe disfrutar de la agradable velada entre Ruki, tú y yo. Celebramos haber entrado en una nueva etapa, la vida universitaria, y acordamos no dejarnos de ver por haber tomado caminos diferentes.

Desde entonces fuimos aun más unidos y creamos un lazo que se fue afianzando cada vez más, sin embargo debido a mi inseguridad, siempre guardé en mi corazón un resquicio de miedo, miedo a que aquel lazo, aquel hilo que nos unía, se tensara demasiado y se rompiera irremediablemente.

Pero volviendo a la impresión que habías dejado en mí aquella tarde Aki, no pude mantener alejadas por mucho tiempo la sensación de desconcierto y confusión además de tu imagen grabada a fuego en mi mente. En la soledad me sorprendía a mi mismo rememorando detalladamente aquel momento en que el tiempo se detuvo y brillaste con una nueva luz para mi; recordaba tu silueta alta y delgada, me pareció que habías crecido, tu aspecto perfectamente desarreglado con tu estilo único y personal, cada detalle de tu rostro, tus ojos color miel, a veces tan inexpresivos pero que ahora me helaban la sangre, tu barbilla masculina, tu nariz (que a ti no te gustaba, pero que a mi me encantaba), tus labios, tu cálido abrazo…  Me preguntaba a mi mismo qué era aquello, y es que era primera vez que sentía algo así y sobre todo ¡por un hombre! ¡Soy de mente abierta, pero no soy gay! Me lo repetía una y otra vez, como un rezo. Y es que ¿acaso Cupido había errado su puntería y me flechó a mí, en ese preciso instante, viendo a esa precisa persona? No, no podía ser. Primero, porque Cupido no podía ser tan miope, y segundo porque no podía ser cierto que de un momento a otro me gustaras tú, Akira Suzuki, aquel que se había convertido en mi mejor amigo. Imposible. Intenté autoconvencerme de ello y casi lo logro, así de férrea era mi voluntad, pero no duró mucho tiempo, estaba librando una batalla perdida de antemano.

Han pasado tantas cosas desde entonces. Tantos momentos juntos. Algunos dulces y tiernos, otros que me hacían sonreír cínicamente, mientras me despedazaba por dentro. Pero no cambiaría ninguno de ellos. Y si ahora miro hacia atrás es buscando el valor para llevar a cabo mi decisión. Porque si das la espalda a estos sentimientos y te alejas inevitablemente de mi, no me quedará más consuelo que el recuerdo de tu sonrisa, de tus manos fuertes, del olor de tu cabello, del latir de tu corazón y de tus “te quiero”.

¿Vale la pena arriesgar todo esto? Me lo pregunto de nuevo, una y otra vez…  

¿Vale la pena amarte tanto Akira Suzuki? Sí, claro que sí.

 

Notas finales:

¿Quién es el misterioso narrador?

Adivinen~~

La historia sigue y sigue y sigue, más bien será una mezcla de recuerdos, experiencias y esperanzas.

Quiero seguir escribiendo, mientras me dure la inspiración, y quiero que conozcan al protagonista enamorado.

Nos leemos en el próximo capítulo!


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).