Era una noche fría ya que estábamos en invierno los copos de nieve caían pero las calles estaban llenas de gente asiendo las últimas compras de navidad, me encantaba ver a la gente disfrutando me hacia muy feliz…Me encantaba la navidad es la época más feliz del año y yo volvía a la niñez aunque una vez me tuvieron que ingresar por tener una fiebre muy alta, pero no me gustan los hospitales y menos cuando hay nieve fuera, te deprime no poder estar jugando fuera con la otra gente o hacer esos muñecos de nieve tan bonitos con tu familia.
Paseaba por las calles mirando de un lado al otro con una sonrisa inocente en la cara, siempre estaba feliz en estas fechas la familia estaba unida, los amigos salían juntos y las parejas iban abrazadas por las calles mientras los copos de nieve caen…era muy bonito.
Yo compraba la comida para la gran cena de esta noche con los chico…para mi eso es una cosa muy importante y por eso me quería esforzar mucho en esa cena, así que fui a una tienda cercana y entre mirando la comida que había para comprar los ingredientes de esta noche.
Empecé a mirar precios e ingredientes de la mejor calidad y un dependiente se acercó ami.
-Hola señor necesita algo?
Era un joven de unos 20 años muy guapo y al parecer muy simpático.
-Ettooo…Muchas gracias pero no necesito ayuda-Sonreí ampliamente
-Ya veo que usted sabe lo que hace señor
“Señor?...Como que señor…Que solo tengo 28 años jodeeeer ;__;”
-Ya veo ya…-Se le borra la sonrisa de la cara
-Bueno le dejo solo y Feliz Navidad
-Feliz navidad-.Seguí comprando intentando olvidar el comentario del joven -.-
Al rato salí de esa tienda con una gran sonrisa en mi cara aunque me hubiera gastado un pastón en ingredientes, pero eso era lo de menos porque una cena como la que iba a hacer solo había una vez al año, ya que de estas cenitas hacíamos muy pocas por el estrés de las grabaciones, conciertos y giras.
Recorrí las calles oscuras y llenas de nieve muerto de frío pero animado por el festín que iba a preparar para todos, al fin después de esa gran caminata hasta mi casa pude desprenderme de todo lo que llevaba, de los abrigos y bufandas que llevaba en el cuello y torso, entonces empecé a preparar el gran banquete que tenía pensado.
Al cabo de unas horas termine de preparar todo y empecé a decorar la mesas con los platos de todos y la comida con el pavo y muchas más cosas, empiezan a pasar las horas asiéndose las 10 y media de la noche de repente suena mi celular y veo que es el nº de teléfono de Ruki y contestando enseguida.
-Moshi moshi?-Dije con una sonrisa inocente en mi cara.
-Hii Kai soy Ruki…Ettooo…no se como decirtelo pero no voy a poder ir es queeee…mi madre se ha puesto enferma eso es..mi madre se ha puesto enferma y no voy a poder ir gomen.
-…Va-vale…
-Sayo Kai hasta mañana.-El teléfono se cuelga.
Al rato suena el celular nuevamente, pero esta vez es Reita, repitiéndose la misma conversación que con Ruki poniendo la misma excusa. Ya creía que no iba a sonar esa dichosa melodía de ese maldito celular pero para mi desgracia el politono volvió a escucharse pero esta vez era Uruha.
-Moshi moshi?
-Hii Kai soy Uru nee una cosa no voy a poder ir a la cena-.
-Otro más…-.Dije yo cortándole la palabra.
-Eh? Bueno a la que iba, que no va a poder ser porque estoy con mi….SOBRINA que esta malita de la garganta la pobre.
-Aham…claro…-.Descolgué el teléfono triste sin dejar que dijera nada más.
Fui a apagar ese dichoso celular pero entonces llamó el que faltaba Aoi…Repitiendo la misma excusa que Uruha como con Ruki y Reita. Ya cansado apague el celular y empecé a tirar toda la comida y los adornos de la mesa muy cabreado,tirando todo manchando todo el suelo de comida y de bebida rompiendo los platos y vasos de cristal, llorando de la rabia.
Me puse el abrigo y las bufandas saliendo de mi casa dando un potazo a la puerta y llorando, corriendo por las calles oscuras y los copos de nieve cayendo lentamente.
Pasaban las horas y yo me adentré en un parque lejos de mi casa esperando poder estar solo para llorar tranquilo y desahogarme en paz, pero para mi sorpresa o desgracia una mano se posó en mi hombro y una voz muy familiar susurraba mi nombre al lado de mi oído, giré mi cabeza con los ojos llenos de lagrimas para ver el rostro de aquel hombre que me susurraba y que hacía latir mi corazón con solo escucharlo, giré la cabeza y conseguí ver su rostro era…era….