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Unas vacaciones en Europa por kitsune gin

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Notas del capitulo:

Warnings; McCoy/Pike implícito. Fluffyness


 

Leonard McCoy suspiró, aliviado, sacándose el traje y quedando sólo con la gruesa bata de baño encima; tenía órdenes de presentarse en el subterráneo de la Base, junto con los demás cadetes. Nwp lo había retado a dos cirugías de campo, en plena emergencia y el reto había valido la pena, pese al frío, la pérdida de sangre en el robot simulador y las ganas de estrangular a Pérez y a Habibi por haber tropezado con éste en la camilla.

Al final del día, Ch’phurba había firmado un ‘aprobado’ en su PADD y Ch’Aknah, su esposa y encargada del área cultural, había decidido que los cadetes bien merecían un descanso al estilo banyan, después de cinco duros días de entrenamiento.

Nwp y sus congéneres habían llenado la verdadera piscina, con agua traída desde el fondo, donde estaban los pozos de azufre, en enormes vejigas de material coloide, sacado de las algas que inundaban el mar de Superficie.

El agua estaba muy caliente y era densa y de color chocolate, perfumada a mar terrestre; entre sus propiedades estaba la regeneración de heridas superficiales y el relajamiento de los músculos.

Los banyan la usaban para cerrar sus propias heridas en sus durísimas cortezas y era curioso como funcionaba en diferentes especies.

Leonard se reunió con los demás en la entrada, pensando de paso en obtener unas muestras y analizarla; los componentes básicos bien podían ser una buena cura de campo.

Ch’phurba aumentó el calor en el termostato y el grupo de cadetes lo siguió, al entrar al área de la piscina, el agua densa y cálida haciendo leves olas frente a ellos, todos con sus batas reglamentarias.

Por un momento, hombres, mujeres y nogenéricos se quedaron mudos al ver al romulano colgar su bata en una de las inumerables perchas y meterse enteramente desnudo al agua.

Ch’Aknah llamó su atención, batiendo palmas.

-“Si váis a Rómulo, haced como los romulanos”- citó- el agua que trajeron nuestros anfitriones es beneficiosa y la ropa impide que ésta toque la piel. Por favor, quítense todo y entren en ella. Es parte de las cosas que tendrán que enfrentar en sus diferentes misiones; mírenlo como parte de su aprendizaje…

El primero en obedecer a la experta en xenoculturalismos fue Christopher Pike. Seguido por el comandante Spock.

Si Gaila o Jim se rieron por lo bajo… se callaron prontamente ante la dignidad del vulcano y la sencillez de sus gestos al desnudarse.

Y antes de que ninguno entrase a la piscina, Jim Kirk ya estaba nadando en ella, su bata cuidadosamente colgada en un rincón.

Sin embargo, el agua europana no tardó en ejercer sus calmantes efectos, aquietando los chapoteos y dejando a la mayoría recargados en la orilla, con sólo las cabezas por encima de la superficie.

Spock se permitió cerrar los ojos, de pie en la baja profundidad de la piscina, la nuca recargada en el borde de ésta, cuando alguien empapó sus cabellos, despacio. Los abrió sorprendido. Ch’Aknah, sonriendo, arrodillada junto a él con un largo bol en la mano.

-¿Estás bien, sa-kam?

Spock reconoció el dialecto plebeyo y asintió.

-Wa’itaren, osu Chak. Por mí y por mis alumnos terranos…

-No hay nada que agradecer, sa-kam. Han sido días interesantes. Es bueno que sepan que pueden venir aquí, al final de cada día; los entrenará a buscar tranquilidad en el recuerdo, dentro de sí mismos, cuando estén en una situación difícil en el futuro.

Spock no supo cómo cuestionar a la romulana y ésta virtió otro bol de agua perfumada en su cabello y hombros; estaba agradablemente caliente y la sensación en sus músculos era relajante, desvaneciendo el dolor y la tensión del duro entrenamiento.

-Te dejaré descansar. El agua banyan controla también las hormonas y tal vez, te ayude a tener tus pensamientos más claros, sa-kam. Sochya bosch

Los dos dedos en su mejilla no podían haber sido más explícitos; el beso lo desconcertó. Ch’Aknah lo trataba como a un niño ¿Qué había querido decir con eso de ‘controlar las hormonas’? ¡Por Surak! Es verdad que se había dejado llevar un poco en la pelea con Ch’phurba, pero de seguro no era algo fuera de lo común.

¿O si? ¿O estaba aumentando su testosterona y él se negaba a reconocerlo? Tendría que analizar esas emociones, en su meditación nocturna. Después de todo, Ch’phurba y Ch’Aknah eran romulanos, sus primos lejanos de alguna forma… y ellos tenían sus propios ritos para enfrentar el Tiempo Innombrable. Sacudió la cabeza, tratando de evadir esos pensamientos y reconociendo el sentimiento tras ellos; miedo.

El timbre que indicaba que la hora de la cena estaba a sólo quince minutos lo sacó de sus reflexiones. Y, al abrir los ojos, no pudo evitar toparse con la mirada azul de Jim, desleída de sueño, fija en él, desde el otro lado de la piscina.

 

-0-

-¡Hey, comandante Chak, si me enseña a hacer cerveza romulana, yo puedo enseñarle navegación transwarp!

Las risas en el comedor fueron generales.

-Cadete Scott, si me explica para que servirá eso aquí en Europa, le enseñaré con todo gusto.

Nwp intervino.

‘Nos hará nadar tan rápido que el agua silbará en nuestras hojas, Chak!’

Más risas.

Uhura y Gaila aparecieron con el último plato. Habían cenado leola horneada y rellena de picadillo de calamar, sopa plomeek en sus dos versiones –vulcana y romulana, con pimienta, lo que le daba mucho más sabor- y era turno del extraño postre, especialidad de Chak; arroz terrestre, mantequilla de araña andoriana, azúcar orionita, pasas sitar de vulcano, jugo de kaava y todo eso, espolvoreado generosamente con canela rayada, horneado y cortado en porciones como pastelillos.

Ch’phurba se puso de pié, rodeado por todos y levantó su taza de té, en una especie de brindis final.

-Esto lo comíamos los niños en Rómulo… con una condición. Deben decir la verdad a su compañero de al lado, sin importar qué pregunte. Y la verdad es una mezcla de cosas, como este postre; algunas son dulces y otras, ácidas. Algunas son agradables y otras, amargas. Pero, la mezcla final es siempre, perfecta en sus sabores ¿Quién quiere empezar?

Christopher, quien conocía el juego, fue el primero en levantarse, dirigiéndose a Spock, después de comer una cucharada.

-Spock, te portas como un computador inaguantablemente lógico y me hartas con tu actitud de ‘soymejorquenadie’ y tu estiramiento. Deberían sacarte el palo que traes en el trasero. Pero eres uno de los mejores Oficiales Científicos de la Flota y doy gracias a los dioses, a Surak y a quien sea necesario, por haberte traído a la Academia…

Ch’phurba fue el primero en reír, golpeándose los muslos y Nwp lo imitó, sacudiendo las ramas, cosa que de inmediato siguieron los cadetes; nadie en su sano juicio se habría atrevido a hablarle así al profesor Spock.

El vulcano, sin embargo, no lo tomó a mal; éste juego de provocaciones era un ritual en Rómulo, basado en la falta de respeto que se le tenía al Pretor en jefe y al Emperador en turno, con el fin de que recordasen que eran soldados comunes y sólo su valor y honor los había puesto al mando de sus iguales.

Spock mordió el pastelillo y miró a su superior.

-Capitán Pike, es usted un terrestre emocional, engreído, insoportablemente terco y tendiente a categorizar de acuerdo a sus simpatías o antipatías. Y a la vez, hay que reconocer que su compasión y mesura son un contrapeso considerable en sus defectos y la Flota no podía contar con un capitán mejor para la Nave Insignia…

Los aplausos y las risas no se hicieron esperar y poco a poco, todos los cadetes se fueron uniendo al juego, intercambiando parejas. Hasta que Jim Kirk llegó al lado del profesor Spock.

En realidad, el grupo estaba más que disperso y pese a las precauciones de Ch’Aknah, sí, Spock había tenido la culpa.

-Cadete Kirk- comenzó el vulcano, después de comer el último bocado de pastel, con una voz que bastó para acallar hasta a los chismosos más lejanos- es usted el alumno más testarudo y desobediente a las reglas que he conocido. Su valor sólo puede compararse a su insolencia y su brillantez no tiene igual en toda la Academia.

Su promiscuidad rivaliza con su bravuconería y es manipulador y mentiroso, si lo considera necesario. Y ha sido uno de mis mejores alumnos sino es que el más aplicado e inteligente, en todo mi tiempo en la Academia…

-Sólo le falta decir que soy bonito, profesor Spock- lo interrumpió Jim, más por bromear que por molestarlo en serio. Spock asintió.

-Ciertamente. Es usted físicamente bello, inteligente y una pareja sumamente deseable para cualquier sintiente y en mi posición como profesor, es lamentable que yo no pueda cortejarle y reclamarlo como es debi…

Y en ese momento, Spock se percató de lo que acababa de decir. Había comido cuatro trozos de pastel, no mayores que una cucharada y no fue sino hasta después de hablar que reconoció el sabor de la canela y el del eugenol en ella, un aldehído que no le haría ni cosquillas a un terrestre, pero que funcionaría como pentotal sódico en un cerebro vulcano, haciéndolo decir la verdad sin una sola gota de lógica que la protegiera.

No sólo no hubo risas; podría haberse escuchado el caer de un alfiler.

Chris Pike tosió educadamente y elevó una ceja hacia Ch’phurba, quien tuvo a bien presionar el timbre y terminar el receso.

-¡A dormir todo el mundo! –exclamó Chak, batiendo palmas.

Spock se quedó impávido mirando a Jim, mientras éste cambiaba de colores frente a él, del rojo al blanco y viceversa.

Un codazo de Chris –para Spock- y un zape de Bones –para Jim- los volvieron a la realidad, separándose y dispersándose dentro del grupo.

 

‘¿Qué fue eso?’

Nwp, frente a ella.

Chak fingió no entender y recibió a su vez un empujón.

-No te escuché.

‘¡Claro que no me oíste! ¡No hablo! ¿Qué pasó?’

Chak miró preocupada al vulcano mientras se alejaba, siguiendo a su capitán.

-Espero que nada malo, Nwp.

El banyan sacudió sus hojas.

‘Espero que tengas razón. El vulcano se veía perturbado… dijo lo que había en su corazón.’

Ch’phurba los interrumpió.

-¿De que habla Nwp, Chak?

La romulana se llevó las manos al rostro y antes de que pudiera explicar nada, el EMV que la unía a su esposo lo enteró de lo ocurrido.

-¿Qué hiciste QUÉ??

El murmullo de los tres se perdió en la distancia.

-0-

-Buenas noches, capitán…

Spock no había dicho una sola palabra en su corto camino desde el comedor hasta las habitaciones. Y Chris no era ningún mojigato que se asustara fácilmente, pero las Regulaciones existían por algo y no quería líos entre el más brillante de sus alumnos o su mejor comandante.

-Spock, ¿Quieres decirme que fue lo que pasó en la cena?

El vulcano tragó saliva ostensiblemente, aunque sin cambiar su expresión, fijando la vista en un punto por encima del hombro de Chris.

-Supongo una probabilidad del 99.27% de que el eugenol contenido en el pastelillo de la cena me haya inducido a hacer… comentarios inapropiados. Me disculpo por ello, capitán.

-Ajá. Y ¿De dónde salió ese eugenol?

-Lo contiene la canela. Como el postre fue horneado, no percibí de inmediato el aroma; no debí haberlo comido.

Chris suspiró.

-Spock, independientemente del asunto del eugenol o la canela o lo que sea que te haya pasado ¿Hay algo de lo que quieras hablar?

El vulcano lo miró, sin comprender.

-No, señor.

-¿Estás seguro?

Spock asintió.

-No tienes nada que decirme respecto a… Jim Kirk?-insistió Chris.

La mirada de Spock se mantuvo impasible.

-Mis palabras no sólo fueron motivadas por el eugenol, capitán.

Pike asintió, despacio.

-¿Qué piensas hacer al respecto?

La respuesta fue inesperada en cierto modo.

-Nada, Capitán. No me está permitido cortejar a un alumno.

Pike cerró los ojos, contando mentalmente del uno al diez.

-Verás, estoy consciente de las regulaciones. Imaginemos una situación ideal, donde las regulaciones y todo eso, no se interpusiera ¿Qué harías?

Spock no dudó ni un segundo.

-Lo lógico, capitán. Hablaría con Jim… con el cadete Kirk, para saber si soy correspondido en mis aspiraciones sobre él.

-Y ¿Si la respuesta de Jim fuera afirmativa?

El vulcano miró al humano como si éste fuese un simio tarado.

-Solicitaría de inmediato los términos de su familia y hablaría con mi padre y las matriarcas de mi clan. De esa forma, podría casarme con él en cuanto nos fuese posible.

-¿Tan rápido?

El asombro de Spock fue casi evidente.

- Aunque mi propio análisis podría ser parcial, cosa que pongo en duda, mi atracción hacia él y mis respuestas demuestran ya un inicio más fuerte de compatibilidad en ambos sentidos. Si las  condiciones se cumplen, no hay ninguna razón para esperar.

-Y si la respuesta de Jim fuera ‘no’?

Spock miró al piso y pestañeó tres veces.

-Aunque mis probabilidades predicen lo contrario, solicitaría una explicación de su parte y las condiciones que él impusiera.

-¿Condiciones? ¿Para que?

-Para ganármelo, capitán.

Obviamente…

Spock siguió hablando, como si sólo se tratase de una tarea más de los cadetes o de la siguiente órbita de Europa.

-Sin embargo, capitán, la realidad en ese sentido, no es ideal. Y Jim… James T. Kirk es mi alumno.

Pike pensó un largo minuto.

Spock era un magnífico oficial y un científico dedicado, un verdadero genio.

Pero era también un vulcano y dadas sus peculiaridades biológicas, pertenecía a la única especie a la que se le permitía llevar a sus parejas en la misma nave… incluso si pertenecían a la misma cadena de mando. El bip bip en la puerta vino a distraerlos.

-0-

-¿Quieres explicarme que diablos fue eso?

Jim estaba mudo, sacándose las botas.

-No sé de qué hablas.

-Oh, pero claro que lo sabes … ahem… “Eres físicamente bello, inteligente y me muero por ti “ eso dijo el duende verde, no?

Alguien tocó a la puerta; Bones reaccionó automáticamente.

-Pase…

Era Ch’Aknah.

-oKirk… vengo a disculparme. Ch’phurba fue a hablar con el capitán Pike y el comandante Spock. Verás, sucede que…

Después de una prolija explicación sobre los efectos de la canela en la hemocyanina de la sangre vulcana –y romulana- y de la actitud del comandante, Ch’Aknah se disculpó con Jim, por haber logrado que Spock se comportara de esa forma.

-Quiere decir que Spock… no siente nada de eso por mi?

-¡Oh no! ¡Claro que lo siente! Es sólo que podrías ser tú quien se sintiera incómodo.

Nuestros primos son muy discretos en cuanto a sus emociones.

Bones hizo ojos de espiral.

-¿INCÓMODO? ¡Por Dios! ¡Pide eso para su navidad en julio! Y ¿Dices que Spock es discreto? ¡Reprimido y mojigato es la definición!

Ch’Aknah se permitió una risita; Jim había enrojecido como un tomate. Ella lo señaló con un dedo.

-Bueno, espero sinceramente que admitas su cortejo. El maat T’Gai, su clan, es sumamente… viril y territorial.

Jim levantó una ceja.

-¿Está abogando por Spock, comandante?

Ch’Aknah le guiñó un ojo.

-Pudiera ser. Tu madre nos salvó, Jim. El maat de Spock recibió a los míos, en Vulcano. Digamos que es una decisión que habría que pensar con cierta calma.

-0-

-Ch’Aknah no hizo esto con mala intención, comandante, capitán Pike…

Chris se frotó la cara, con ambas manos, frente a un Ch’phurba contrito y a un Spock con el apecto de un gato curioso.

-No deja de ser un lío –suspiró y miró hacia el ventanal, el cual mostraba un paisaje parecido a un arrecife de coral: iluminado por el reflejo de Júpiter, el hielo blanco difundía su luz de una forma inesperada,  llenando de vida marina los tres niveles de océano. Una pareja de banyans se deslizaba grácilmente sobre el piso lejano, reuniendo gusanos stylax y esponjas de mar, en dos rebaños. La escena no era muy distinta a la de un pueblito de Nueva Inglaterra, con sus pastores, sus rebaños y sus casitas blancas de techo en punta. Sólo que estaban a 100 metros bajo el agua.

Chris pensó en la facilidad con la que Nwp se había adaptado al aire y la ventaja que le daba el ser anfibio y cuánto podría ser esto un beneficio o un perjuicio para los europanos, a la larga.

A la larga…

Tomó la decisión en un momento.

-Bien, deja tus jesuíticas disculpas, Ch’phurba. Kaiidth, como dice tu primo, aquí presente. Voy a permitir que lo intentes, Spock. Pero no autorizaré nada más allá del mero Compromiso. Creo que se darán cuenta, caballeros, que no puedo hacer mucho más, dadas las regulaciones. De esa forma, Jim estará ligado a ti –en caso de que acepte, claro- y a la vez, podrán dar un paso hacia algo más formal cuando él termine en la Academia y lo asignen  a tu nave, ya me encargaré de eso. No creo que pueda NI DEBA hacer más de mi parte y sugiero que hables con Jim- Pike hizo una pausa, mordiéndose los labios antes de hablar- tu familia…no pondrá objeciones?

Spock no dudó en su respuesta.

-Especifique, por favor, capitán.

Pike no pudo evitar sonrojarse un poco.

-Bueno, me refiero a la familia… a tener familia.

Spock elevó una ceja y Ch’phurba soltó una risita. El vulcano siguió hablando.

-La ingeniería genética está profundamente avanzada en mi mundo, capitán. No es difícil que dos varones tengan descendencia…

Pike asintió, sonriendo. Puso una mano en el hombro de su oficial científico.

-No sé si felicitarte o compadecerte, Spock- Ch’phurba no contuvo más la risa. Pike siguió hablando- eso sí, te deseo lo mejor ¿Algo más que quiera decirnos, comandante Ch’phurba?

El romulano negó, aliviado. El asunto había marchado mejor de lo que esperaba. Por un momento, había temido que Pike le ordenara hacer un millón de lagartijas en el hielo de la superficie o enfrentar una persecución con el vulcano y éste terminase por dejar viuda a Chak.

Alguien tocó a la puerta y Pike no necesitó adivinar o intentarlo; al deslizarse ésta, apareció Jim Kirk.

-Ca…capitán? ¿Está Sp… el comandante Spock con usted? –escuchar al arrogante Jim tartamudear era por lo menos, raro.

Pike miró a uno y después al otro y no supo si reventar de risa o no. Ch’phurba vino a salvarlo.

-Capitán… ¿Podría acompañarme un momento a los respiraderos? Los banyan se han quejado de nuestra presencia. Le prometo que no serán más que unos minutos.

Oh por Dios…

Pike radiografió al romulano y negó con la cabeza.

-No más de diez minutos, comandante. Cadete Kirk, Spock…

Y él y el romulano salieron de la habitación.

Spock se acercó a Jim, la expresión sin cambios y tendió hacia él dos de sus dedos; Jim no comprendió el gesto y tomó la mano entera, sonriendo y besándolos, de inmediato, apenas un roce. Con eso, Spock lo abrazó repentinamente y hundió la nariz en el cuello de Jim, tras su oreja y éste no pudo evitar corresponderle ni sonreír de oreja a oreja. Pero las palabras del vulcano sí que fueron inesperadas.

-Perdóname- fue lo primero que dijo- no era mi intención. Nunca lo fue. Mi cuerpo y mi mente decidieron que tu eres la lógica a seguir para ellos – Spock se enderezó y tomó a Jim de la barbilla- James Tiberius Kirk ¿Sa-telsu koon ut tdu?…¿Quieres ser mi esposo?

Éste parpadeó unas cuantas veces y abrió la boca, haciendo una perfecta imitación de un pez recién sacado del agua.

-¿¿QUÉ??

Y comenzó a hiperventilar, los ojos enormemente abiertos; Spock se alteró, desconcertado ¿Qué estaba pasando? La emisión que recibía a través del contacto era clara; excitación, alegría, afecto, inseguridad, asombro. No había rechazo. Jim siguió hablando.

-Es…espera un momento… no hablas en serio, verdad?

La expresión de Spock lo enmudeció.

-Nunca he hablado más en serio, Jim. Comprendo lo sorprendido que debes estar y tu… posible rechazo. Aún así, te pido…no, te suplico que lo pienses. Te aseguro que estoy siendo lógico.

Jim se permitió perderse unos momentos en la mirada del vulcano. Los brazos de Spock lo rodeaban, así como su calidez, aumentada por la sensación que daba la pared de hielo.

Mmmmm…qué  fuerte és.

Spock se inclinó espacio y lo besó apenas, en los labios. Con un hilo de voz, Jim dijo

-Por favor… podrías explicármelo más claramente?

Spock casi sonrió.

-Con gusto...

-0-

La voz de McCoy hizo eco en la oficina, señalando el PADD en el escritorio.

-¡Diez formas de cortesía y grado! ¡Ocho clases de cortejo! ¡No sé cuántas de saludo! ¿Acaso no podía ser menos complicado?

Christopher Pike se frotó el rostro, en un esfuerzo por relajarse.

-Len, es menos difícil de lo que parece. Además, eres amigo de Kirk, eres mayor que él y ya estuviste casado ¿Quién mejor que tú para ser su chaperón?

-¡Dios y el diablo en la misma nave! ¿Estamos en el siglo dieciocho? ¿Cortejo? ¿Chaperón? ¿No se  usaban esas palabras en la Edad de Piedra? Y ¿Voy a cuidar la dudosa virtud de un cadete que ha pasado por media Academia? ¡No me hagas reír, Christopher!

-Sólo será por tres meses, Len. El entrenamiento en Europa incluirá bajar a Júpiter e ir tanto a Ío como a Ganímedes; prácticamente, no tendrán tiempo de estar juntos, excepto en clase y Spock es sumamente respetuoso de las regulaciones. En ese sentido, será él quien le ponga a Kirk un límite. Tu trabajo de chaperón se limitará a los descansos y después de todo, tú y Kirk comparten el mismo camarote. Me encargaré de que Ch’phurba se lleve a Spock a sus habitaciones y que él y su esposa se hagan cargo de cuidarle. Ellos saben bien qué hacer con éste asunto –Pike se puso en pie y se paró justo tras Leonard, abrazándolo por los hombros y besando su nuca, despacio.

-Nosotros estamos en la misma situación, Len. Nos salva solamente que tu serás designado Oficial Médico y que no estás en ninguna de mis clases… de lo contrario, las regulaciones nos cortarían el cuello.

Leonard refunfuñó; pese a todo, se recargó en el pecho de Pike, dejándose hacer.

Una cosa había sido toparse con Jim, en el vuelo de ida a San Francisco, ebrio y recién enrolado, lleno de amargura aún por lo ocurrido con Jocelyn.

Otra, tomar el obligado curso de Comando, dado que en ciertos casos, el Oficial Médico a bordo tenía muchísima más autoridad que el mismo capitán al mando y toparse con otro solitario dedicado, como él.

Y, así como Jim y Spock eran opuestos en muchas cosas, Pike y McCoy no podían diferir menos. Con todo, los dos compartían una pasión tremenda por su trabajo y por cumplirlo obsesivamente y sabían equilibrarlo con las decisiones –totalmente de vida o muerte- que muchas veces, tenían que tomar. De paso, ambos podían reírse el uno del otro y nadie sospechaba en absoluto lo que estaba ocurriendo entre ellos. Sólo Número Uno, en su lealtad a prueba de todo, conocía del asunto y aún así, habrían tenido que cortarle una mano para delatar a su capitán y al futuro Oficial Médico.

-Hey, se supone que eres el mejor amigo de Jim Kirk, no?

-Eso no le quita que es un perfecto idiota.

Pike sonrió y besó su cuello, tras la oreja.

-Len… Rick Barnett nos dará el mando de la Enterprise, la Nave Insignia. Número Uno recibirá la capitanía de la Hood y yo necesito un Primer Oficial... y quiero a Kirk. Ya tengo a mi oficial científico y a mi médico. Y sabes que sólo a los vulcanos se les permite llevar a sus parejas en cualquier nave, dados sus asuntos privados ¿De veras te es tan difícil ayudarme con esto?

Leonad se encaró a su amante y negó con la cabeza, cerrando los ojos: Chris besó sus párpados, sosteniéndolo en brazos. Adoraba sus ojos y su inteligencia y su mal genio, pese a todo; él también lo tenía, aunque prefería llamarlo pasión por las cosas.

-Sabes que no es eso.

-¿Estás celoso, entonces?

-Me preocupan. Los dos. Jim ha pasado por cosas terribles. Spock es…bueno, es un príncipe. No le ha faltado nada, jamás.

-Y crees que como nunca la ha pasado mal, hará menos a Jim.

McCoy recargó su frente en el hombro de Pike.

-Temo que sufra. No me malinterpretes…

Chris besó sus cabellos.

-No lo hago. Comprendo tus razones. Jim nunca tuvo una imagen paterna.

-Hasta que tú llegaste.

-Y Winny hizo lo que pudo.

-No me hagas reír. Pudo haber hecho más y los dos lo sabemos.

-Entonces, está arreglado Len: yo puedo ser el papá que Jim nunca tuvo y tu, hacer de mamá…

-¡Hey!

Eso logró lo que Chris quería, la risa de Leonard, cosa que adoraba y el beso que vino después.

-Y hablando de mantener los modales, Len, debo irme.

McCoy se recompuso en momentos.

-Sí, capitán.

-No dejes de hablar con los chicos, McCoy. Con ambos. Número Uno llegará mañana, con Santana al mando, en la Nelson y los prisioneros de Rura Penthe; tendrás mucho trabajo revisando en qué estado los dejaron los klingon.

McCoy asintió y salió de la oficina.

-0-

‘Nyota’

La joven secó su llanto, disimuladamente.

-Dime, Nwp.

Pese a lo ocurrido entre Spock y Jim, sólo Christine y Gaila sabían cómo se sentía –sí, las noticias ya eran oficiales, esos dos estaban comprometidos y al terminar Jim sus estudios, se casaría de inmediato con el vulcano. Nyota Uhura ni siquiera había tenido tiempo de soñar un poco con todo el asunto.

Tres días habían pasado ya y no lograba mejorar su ánimo, pese a la discreta sonrisa de Chak o los sermones de sus amigas; pese al increíble paisaje dentro y fuera de La Piscina, el entrenamiento físico o el contacto con un idioma tan increíble como el de los banyan, hecho más de señas y lenguaje corporal y táctil que otra cosa y aún así, infinitamente expresivo.

Intentó serenarse y se encaró al árbol, hablándole de frente; sabía que de esa forma, los cien ojos del banyan leerían sus labios y su rostro y la entenderían fácilmente.

‘Sabes algo? Nuestro pueblo tiene una costumbre, cuando una hermosa dama es rechazada.’

Ella pestañeó, sonriendo hacia él, los ojos llenos de lágrimas ¿Cómo se había dado cuenta? Nwp no tenía rostro y los asterismos azules de sus ojos no poseían mucha expresión; eran sus ramas al moverse y sus hojas al rozar su rostro, las que indicaban algo más de lo tangible.

-¿Y cuál es esa costumbre, Nwp?

Éste inclinó una de sus ramas y rozó con las hojas –suaves como plumas de ave- la mejilla de Nyota.

‘Una dama tan bella como tú, no debiera añadir sal al mar con su llanto. Si el mar se hace más salado, todos moriremos!’

El ademán fue tan cómico y la frase tan absurda que Nyota soltó la risa ¿Cómo un árbol, podía hacerla reír en esos momentos? Nwp alzó sus largas ramas, dramáticamente.

‘Cuando el caballero al que una dama aspira, decide que no desea estar con ella, uno que sí sea digno deberá de hacerle compañía, protegerla y lograr que florezca, de nuevo.’

-Suena lógico, Nwp.

‘¿Me aceptas entonces como tu caballero?’

Nyota no supo qué responder en el primer instante. Nwp era más dulce y tierno de lo que hubiera imaginado, sin contar su comicidad. Acarició el tronco, como Chak le había dicho que le gustaba, sintiéndose conmovida.

-Nwp, te agradezco tu gentileza; serías un… muy digno caballero para mí. Pero soy humana…

‘Oh, no me importa; no tengo prejuicios. Y soy mucho más atractivo que Spock, por cierto. Eso, tienes que reconocerlo.’

Nyota rió hasta que se le saltaron las lágrimas –de nuevo y Nwp agitó sus ramas en el mismo gesto y la dejó reír hasta que se cansó; pinchó con uno de sus zarcillos los botones del replicador y obtuvo un vaso de té verde, muy frío, el cual ofreció a la joven, esperando cortésmente a que ella bebiera un poco. Dejó caer otra de sus ramas y acarició su mejilla, delicadamente.

‘Tu risa es el brillo de una estrella

A través de una grieta del aguafirme

Hermosa del color del aguablanda

Nada más valioso a mis corazones…’

Nyota sonrió, inevitablemente. Nwp hablaba kiswahili tan bien como ella y conocía el significado de su nombre –nyota; estrella.

Era conmovedor en más de un sentido…pero tenía que detenerlo. No quería ofender a nadie.

-Gracias por pensar así de mí, Nwp. Pero sabes que nuestras especies no son compatibles…

La actitud del árbol cambió de medio a medio.

‘¡OH! ¡ Nuestro amor ha nacido condenado, como esa ola que se enamoró de una nube! ¡Como ese pez que amaba a una ave! ¡Oh destino trágico!’

Nyota se llevó una mano a la boca,conteniendo la risa sabiendo ahora que  Nwp estaba tratando de distraerla de su tristeza de cualquier forma; los banyan consideraban que uno no podía perder tiempo en eso, dado el corto espaciotiempo de una vida.

-¡Por Dios, Nwp! ¿Quién te dijo esas cosas? ¡No hay aves ni peces en Europa!

El árbol guiñó la mitad de sus ojos, sonriendo sin duda.

‘Leo muchos libros terranos; estaba tratando de conquistarte. Visto que no voy a lograrlo, estrella mía, y ya que entiendes muy bien nuestro lenguaje de Silencio, podrías acompañarme?’

-¿A dónde?

‘El capitán Pike y otros trajeron a un grupo de extranjeros y no todos hablan el Estándar. Tú eres la mejor en tu clase y yo soy el experto en Lingüística aquí en La Piscina. Si mi oferta de amor no repara tu corazón, el trabajo lo hará ¿Qué me dices a ello?’

Ella lo golpeó en una rama, juguetonamente, sin dejar de sonreír.

-Acepto, Nwp de los Banyan, oh mi gentil caballero…

Nwp hizo una reverencia y la estrella y el árbol se encaminaron al Segundo Pozo.

-0-

 

Notas finales:

Bien. Nwp se refiere al ‘aguafirme’ –el hielo de la superficie- y al ‘aguablanda’, el limo marrón del fondo del océano. Y esto, es una foto de Europa:


H t t p : / / t e c . n o l o g i a . c o m / w p – c o n t e n t / u p l o a d s / 2 0 0 9 / 1 0 / e u r o p a – j u p i t e r – o x i g e n o . j p g


 para que os déis una idea de cómo es el asunto. Los banyan viven en el océano intermedio. La Piscina es un edificio anclado sobre el hielo HACIA ABAJO, de modo que en la superficie, sólo se vé el area cuadrada. Ésta es la idea:


h t t p : / / r e c u e r d o s d e p a n d o r a . c o m / i n g e n i e r i a / d e p t h s c r a p e r – e l – r a s c a c i e l o s – s u b t e r r a n e o – c o n t r a – t e r r e m o t o s – 1 9 3 1


Retirad mayúsculas y espacios, apra que los links funcionen.


Mil gracias por sus lecturas y reviews.


Nartayalar.


FA.


 


 


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