Como cada año, los maestros y maestras ayudaban cariñosos a sus alumnos con las manualidades que se convertirían en maravillosos regalos.
El profesor Iruka, profesor de primaria, les daba pacientemente las instrucciones a los pequeños de 1° año, todos ponían atención, todos menos un par.
– Que no Sasuke teme, ese pájaro no va ahí – Replicaba un pequeño rubio.
– Que si dobe, es un reloj cucú (1)–
– Pero se ve mejor aquí ttebayo – Derramo descuidadamente el pegamento.
– Serás torpe – Resoplo con fastidio.
– Ayúdeme teme – Al querer enmendar su error, tiró las pinturas – Ahhhhh – En un mal movimiento derramo el pegamento.
– NARUTO!!! ¿Qué paso? Anda vayamos a lavarte la cara – Lo tomo de la mano con cuidado para llevarlo a los baños.
– Pero mi regalo ttebayo – Se jaloneaba constantemente.
– Cuando regresemos – Fue lo último que dijo saliendo juntos del salón.
Sasuke miró el desastre, volteo la cara y comparo su trabajo con el del blondo, el suyo sí que parecía un reloj cucú, el del dobe… era algo así como una obra de arte de las que tanto habla el amigo de su hermano, un tal Deidara.
Para mala suerte de Naruto, hoy era el último día para acabar los regalos, el día de mañana era el día de las madres y no sabía si podría acabar a tiempo. El pegamento no solo cayó en su rostro, también en su cabello, para cuando regresaron, ya casi era la hora de la salida.
– Tu recogiste todo Sasuke –
– Si sensei –
– Que buen niño eres – Le acaricio la cabeza – ¿Por qué no ayudas a Naruto con su trabajo? –
Ambos voltearon a ver al nombrado, se mordía los labios intentando contener las lagrimas, para cuando llegaron el pegamento se seco al igual que la pintura que le había caído, el se había esforzado mucho en pintar bien el reloj, incluso había usado los colores adecuados, ahora tenía enormes manchas de pintura de diferentes colores, el pájaro quedo pegado en el tejado de la casita, no dentro, donde le decía Sasuke. Su control no pudo más y lloró en silenció siendo observado por los otros dos.
– Hey dobe, ¿Traes dinero? – Miro al lado contrario del ojiazul y rasco su mejilla.
– Si… – Lloraba, sintió como su amigo colocaba su mano en su hombro y el profesor le despeinaba tiernamente.
– Seguro le gustará, tu diseño es único – Intento darle ánimos a su pupilo, él quería ayudarle pero debía trabajar en otras cosas para el festejo del siguiente día.
Llegó la hora de la salida y como siempre su hermano Itachi ya los esperaba fuera de la escuela.
– ¿Se portaron bien hoy? – Tomó las mochilas de los pequeños y se las colocó en un hombro.
– Yo… yo… arruine el regalo de mama – Se aventó hacia el mayor abrazándolo y llorando aun más que antes.
Miro a su hermano y este asintió – Ya, ya tranquilo, todo lo que le hagas le gustará –Le dio pequeñas palmadas en la espalda – Vayamos a casa ¿Si? –
Aún triste y tallándose los ojos, movió su cabeza afirmativamente y sin levantar el rostro tomó la mano del mayor.
Caminaron en silencio, Sasuke iba al lado de su amigo, quien en espasmos involuntarios debido al llanto hacía sonidos que le llamaban la atención. Cuando pasaron por el centro comercial de siempre, se detuvo en seco con una idea en mente.
– Hermano – Habló con firmeza – Naruto y yo nos quedamos aquí – Le miro con mucha seguridad.
– Pero Sasuke… son muy pequeños, no los puedo dejar solos –
Naruto los miraba intercaladamente. Por su parte el moreno pensaba en una forma de conseguir que los dejasen solos, debía haber algo, una cosa que solo sea de dos y que…. En ese momento sonrío satisfecho.
– Es nuestra cita y tú no puedes ir con nosotros –
Ante lo dicho Itachi no pudo evitar reírse – Jajajajaja ¿cita? – Alzo una ceja, ahora el rubio solo miraba a su amigo sin entender lo que decía.
– Si baka, cita – Se acerco y tomo de la muñeca al niño de ojos índigos jalándolo hacía el.
Cuando lo tuvo cerca, le hablo al oído – Compraremos otro regalo a tu mama, juntemos dinero y ya –
– ¿De veras ttebayo? – Grito eufórico a lo que recibió por respuesta un asentimiento – Si es una cita, del teme y mía –
Los dos le miraban fijamente – Eso quiere decir ¿Qué son novios? – Pregunto divertido, pero al ver sus caras de confusión decidió decirles lo que era –Son novios las personas que se quieren mucho, se cuidan, se ayudan, les gusta estar juntos y que solo estar unidos para siempre – Remarco las dos últimas palabras.
Espero a que alguno titubeara, pero cuál fue su sorpresa al ver a su pequeño hermanito tomar la mano de aquel chiquillo – Si somos novios – Dijo con fuerza.
Al escuchar esas palabras sintió valor y también habló – Si, yo quiero mucho al teme y estaremos juntos para siempre – Dijo con firmeza.
– ¿Hasta que se hagan viejos? – Inquirió.
– Sí – Contestaron al unísono.
Ver la determinación en aquellos ojos no le dejo de otra – Esta bien, no irrumpiré en la cita de los novios, solo regrese con cuidado –
Felices se despidieron del mayor en cuanto tomaron su respectivo dinero y se adentraron en la enorme plaza comercial, espero unos segundos para ir tras ellos, ¿Qué imprudente dejaría solos a unos pequeños? Obviamente el no.
Los siguió en silencio y entre las sombras, ocultándose y asegurándose de su bienestar, se veían tan tiernos los dos caminando tomados de la mano, estaba orgulloso de su hermano quien cuidaba al rubio de ser empujado pues al ser tan distraído ni se fijaba en las personas que caminaban a su alrededor.
Después de tanto caminar les llego un poco de hambre.
– Tengo hambre ttebayo –
– Tal vez podemos comprar un helado – Dijo serio.
– ¿De veras? – Pregunto ilusionado.
Como era su costumbre solo cabeceo y busco a su alrededor, a lo lejos vio a una pareja con un helado cada uno, tomo la mano del otro y caminaron en esa dirección. – Disculpe ¿Dónde compraron sus helados? –
– Por allá pequeño – Respondió la chica con dulzura indicándoles por donde estaba el local.
– Gracias – Se voltearon caminando hacia la dirección antes señalada pero la voz del hombre los detuvo.
– Espera ¿Vienen solos? – Pregunto preocupado.
– Pues si – Respondió con simpleza.
– ¿Pero cómo? Son muy pequeños, les podría pasar algo, alguien debería venir con ustedes –
– No se puede tteba, estamos en una cita porque somos novios –
– Y en la cita solo podemos estar nosotros adiós –
Dejando asombrados a la pareja se fueron de ahí caminando con toda la seguridad del mundo. Itachi se acercó a ellos y les agradeció su preocupación pero les dejó en claro que el iba con ellos y que no había peligro. Ambos entendieron y se fueron más tranquilos de ahí.
– Hola me da dos helados –
– Yo de chocolate, de chocolate ttebayo –Exclamo entusiasmado.
– Si dobe, ya cállate, uno de chocolate y otro de… café – Escogió el menos dulce.
El hombre busco de donde provenían las voces y fue hasta que se asomo por el mostrador que vio a los pequeños. Lo primero que hizo fue buscar a un adulto, miro a la izquierda, a la derecha y nada. – Esto… ¿Vienen solos? –
– Y dale con eso – Hizo un puchero – Si ttebayo porque somos novios – Cruzó los brazos sobre su pecho e hizo un pequeño mohín.
– Mmm – Los miro con incredulidad – ¿Y si quiera traen dinero? –
– Si, mucho – Afirmo el azabache.
– Ah! – Suspiro el hombre, y alzo la mirada, a una distancia no muy lejana, vio a un chico muy parecido al pequeño que le miraba fijamente, este le hizo señas.
“Vienen conmigo” Señalo con una mano a los chicuelos y luego a sí mismo.
El mayor ladeo la cabeza sin entender, el joven repitió las señas varias veces, hasta que harto de todo saco un cuaderno y con letras suficientemente grandes escribió “Yo pago”.
– Jajajajajaja – Se carcajeo el señor.
– ¿De qué ríe?, ¿Ya nos va a dar nuestros helados? Tengo hambreee ttebayo – Se alzo de puntitas sosteniéndose de una pequeña barra de aquel mostrador.
– Si, si, enseguida se los doy –
Sasuke no hablo en ningún momento, solo miraba las extrañas muecas que hacía aquel individuo, miró hacia donde el otro había estado viendo pero no se percato de nada en especial, y es que en ese preciso instante Itachi ya se había escondido entre la gente.
– Aquí tienen y que les vaya bien en su cita – Les sonrió.
– Gracias – Naruto tomo los helados mientras el pequeño Uchiha le daba cuatro monedas.
– Vuelvan pronto – Bajo la mira hasta toparse con lo que le habían dado como pago – A que con estos críos – Sonrío tiernamente.
– Lo siento mucho, cuanto le debo – Corrió hasta el local mientras sacaba su cartera pues no quería perder de vista a los niños.
– Son 900(2) yenes, solo faltan 600 – Le mostro las monedas – Me pagaron 400 yenes jejeje –
– Aquí tiene y disculpe las molestias – Saco presuroso un billete de mil yenes. (3)
– No hay de que – Ofreció el cambio – Se fueron para allá – Le señalo al ver cómo el más joven miraba de un lado a otro.
– Gracias – Alcanzó a decir antes de salir corriendo tras ellos.
Sasuke y Naruto caminaban muy juntos deleitando su helado, vieron una banca vacía y se sentaron a disfrutar de su manjar.
Platicaban de juegos y programas de televisión, veían el ir y venir de las personas. – Nee Sasuke ¿Esos son novios? – Señalo a una pareja de adolecentes, la chica abrazaba el brazo de su chico.
– Mmmm supongo –
– Ah y esos ¿También? – Unas personas mayores se abrazaban con amor.
– Obvio dobe –
– No me digas así teme – Le sacó la lengua – Hay muchas ttebayo –
Con su curiosidad satisfecha, inició una nueva plática pero ahora de videojuegos, estaban muy entusiasmados charlando pero no pudieron evitar escuchar una conversación ajena de unos recién llegados que estaban a escasos pasos de ellos.
– Entonces ¿Te quedas aquí? – Le acaricio la mejilla.
– Sip, no falta mucho para que mi hermana llegue – Tomo la mano que instantes atrás la mimaba.
– Puedo llevarte a casa si lo prefieres – Enredaron sus manos.
Ella negó con suaves movimientos – En serio, así está bien, sirve que veo que ponerme mañana, es un día muy especial –
Su cuerpo se tensó – Si… jeje… aunque, ¿no crees que es mejor que se los digamos otro día? Digo mañana es su festejo y … –
– Tranquilo, mañana es perfecto, ya quiero presentarte a todos como mi novio, en especial a mi mama – Le abrazo – Todo saldrá bien ¿Ok? –
– Ah – Suspiro – Ok, entonces hasta mañana – La acerco más para besarla con dulzura pero un par de ojos curiosos le hizo desviarse a la mejilla.
– ¿Pero… – Quiso preguntar, pero con disimulo le señalo a los infantes que los miraban expectantes – Jiji entiendo – Prosiguió a darle un suave beso en la mejilla – Te quiero – Sin querer hacerlo, los amantes se separaron, él giro y se fue hacía las escaleras siendo despedido por su chica.
Tan pronto lo perdió de vista, bajo su mano y divertida camino cerca de la banca con las supuestas intenciones de irse de ahí.
– Nee-chan ¿Es tu novio? – Pregunto emocionado.
Giró sobre sus talones, sabía que alguno de los dos le haría la plática. – Sip – Se sentó al lado del que le hizo la pregunta – ¿Cuál es tu nombre? –
– Naruto Uzumaki y el es mi novio Sasuke teme – El nombrado rodó los ojos ante lo dicho.
– ¿Novio? – Se sorprendió.
– Si – Se comió lo último que tenía de helado.
– Mooo tan chiquitos y ya andan de noviecillos jejeje –
– Oye, oyee ¿Por qué te quería llevar a tu casa? Tú ya eres grande y puedes estar en la calle ¿no? –
– Así es pero es de buena costumbre que el novio lleve a la novia a su casa, pues él es quien la cuida y la protege –
– Ahhh – Ahora no solo Naruto le prestaba atención, unos ojos carbón la miraban sin pestañar. – ¿Y porque le diste un beso? Yo solo se lo doy a mis papas ttebayo–
– Bueno es que cuando quieres mucho a alguien esa es una forma de mostrarle tu amor, además es también como agradecimiento. –
– ¿De veras? – Su mirar se ilumino.
– Aja –
– Y ¿Por qué tiene miedo de conocer a tu mama? – Pregunto por sorpresa el rubio – ¿No la conoce? –
– Mmm bueno si la conoce, pero es que lo presentare como mi novio – Se sonrojo ante lo dicho.
– ¿Qué tiene eso de diferente? – Habló por primera vez el Uchiha.
– Pues que ahora todo mundo sabrá que nos queremos mucho –
– Ah – Respondieron sin entender.
– Y ¿Desde cuándo son novios? –
– Desde hoy verdad teme –
– Si dobe–
– Wow que padre, pero tengo un pregunta ¿Quién es la niña? –
Los dos se miraron sin entender – Pues nadie, los dos somos niños ¿que no ves? – Expreso el moreno con molestia.
– Jajaja lo sé, pero uno debe ser el niño y otro la niña, haber díganme ¿Quién llevara a quien a la casa? ¿Quién protegerá al otro? –
– Pues yo – Dijeron al mismo tiempo
– Queee yoooo dobee –
– Nooo teme YOOOO –
Se miraron fijamente, retándose mutuamente hasta que empezaron a pelearse con empujones y jalones de cabellos – QUEE YOOOO –
– ESTAS LOCO DOBE, YO SOY EL NIÑO –
– QUE NOOOOO – Le mordió el brazo.
– Haber tranquilos – Los separo – Porque no hacemos un concurso y el que gane será el niño ¿Les parece? –
– Por mi está bien, yo se que ganaré –
– Claro que no tteba –
– Jejeje mmm ya sé – Miro a todos lados – El primero que toque aquella pared y regrese conmigo será el ganador… ¡Ah! Y no se repite he –
– Ok – Se pusieron de pie.
– En sus marcas, listos, FUERAA –
Los chiquillos corrieron a todo lo que daban y aunque Naruto dio todo de sí el ganador fue Sasuke – Jajajaj eso fue divertido ttebayo, otra vez, ahora seguro te gano –
– Lo siento pero dije que solo sería una vez recuerdan, además nos pueden regañar –
– Pfff ya que – Hizo un puchero.
La chica elevo su muñeca para ver la hora que marcaba su reloj, ya habían pasado veinte minutos seguro su hermana ya la estaba esperando, busco con la mirada a alguien que estuviese al pendiente de aquellos dos que ahora discutían sobre trampas y quien sabe que mas, un guapo adolescente llamo su atención.
Unas cuantas señas bien disimuladas bastaron para saber que aquel era quien los cuidaba – Bueno me tengo que ir, un placer conocerlos, por cierto mi nombre es Hinata Hyuga, cuídense y sigan con su cita – Se despidió de ellos y se fue al encuentro con su familiar.
– Dobe busquemos el regalo de tu mama –
– Cierto se me había olvidado jajajaja –
Por segunda vez, se pusieron a buscar un lindo presente, miraban por todas las tiendas y al fin encontraron algo que llamo mucho la atención del blondo.
– Eso es perfecto ttebayo –
– Mmm ¿eso? – Lo señaló incrédulo.
– Si brilla mucho, justo lo que mama quiere –
Entraron a la tienda, Itachi se coloco en el aparador a forma de que la encargada la viera. Igual que en los helados, la mujer, bastante preocupada, busco a un adulto, pero solo se encontró con el letrero que ya había escrito antes “Yo pago”.
Los atendió con amabilidad, incluso mando a uno de sus empleados a buscar una cajita de regalo. Dieron sus 300 yenes y salieron de lo más contentos de ahí.
– Disculpe ¿Cuánto falta? –
– Solo ve a cuidarlos –
– ¿Cómo? – Preguntó sin entender.
– El cabezota que se acaba de ir es mi nieto, vaya ni siquiera me reconoció –
– ¿Tsunade san? – Preguntó sin creérselo.
– Pues claro Itachi ¿Quién más? –
– Bueno pues es que con esa peluca… –
– Pelu… Ah claro lo olvide, la estaba probando nada mas, ahora ve y cuídalos mucho –
– Con permiso – Aliviado de no haber tenido que pagar eso, salió del lugar para seguir a los infantes.
Para cuando llegaron a la casa de Naruto, que estaba a dos casas de la de Sasuke, los dos se despidieron muy alegres.
– Muchas gracias teme –
– Guárdalo de una vez –
– Si – Lo metió en la bolsa de su short – Nos vemos – Dio media vuelta pero antes de siquiera dar un paso, se volteo de nueva cuenta dio tres pasos y sin pena alguna plantó un casto beso en la blanquecina mejilla – Te quiero mucho Sasuke, que bueno que somos novios – Y al termino de esto corrió hacia su casa.
El azabache sintió como un calor ajeno a la temperatura del día invadía su rostro, las mejillas las tenía tan sonrojas como nunca en su vida, escondido entre el jardín del vecino, Itachi no dejaba de tomar fotos, había captado todo, algún día le servirían como chantaje hacia su pequeño hermano menor, cerro el celular y corrió a la casa, y explicó de la forma más rápida que pudo el porqué llegaba solo.
Para cuando Sasuke entro ya todo el caos había pasado, Mikoto se sentía orgullosa de tener hijos tan buenos, porque lo único que le dijo su retoño mayor fue que los mocosos se habían aferrado a buscar solos un regalo para Kushina.
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El día siguiente llegó la celebración, lo bailes y recitales no se hicieron esperar, para cuando todo acabo, las madres pasaron al salón que correspondía a sus hijos.
– Estuvo divino – Exclamaba una morena.
– Se veían tan lindos ahí todos juntos recitando el poema –
– Ha mi tesorito, saque muchas fotos de los dos –
– ¿De veras? Qué bueno ttebane, yo grabe todo – Acerco la videocámara a su rostro.
Todas las madres estaban sentadas al fondo del salón, los pupitres por ese día no estaban y en su lugar había sillas con fotos de los niños y su mama, dando a entender el lugar que ocuparía cada una.
Los niños, arremolinados al frente, tomaban con desesperación el regalo que les darían a sus progenitoras, cuando al fin todos tenían sus envolturas, se dirigieron sonrientes a las bellas damas.
Ellas los miraban con los ojos vidriosos y el corazón les latía con fuerza. Aquellos a quienes cuidaban día y noche, por los que se desvelaban y hacían más de un coraje, esos que con dolor y felicidad al mismo tiempo veían crecer, dolor de ver que esos bebes ya no eran tan chiquitos, y felicidad de saber que los han educado bien y que están creciendo adecuadamente.
Todas habrían emocionadas sus regalos, cada uno le había puesto su toque, como una niña que le pego corazones, o la que pinto flores, no importaba que tan bien o tan mal estuviera hecho, para ellas eran obras de arte que las llenaban de un infinito amor y mucha satisfacción.
Cuando Kushina abrió su regalo se sorprendió – Se que está feo mama, pero mira ayer te compramos esto – Sacó la cajita de uno de sus bolsillos – Toma –
Las lagrimas se acumularon en sus ojos, una a una resbalaban por sus mejillas hasta caer en la bolsa de celofán – Todo, todo lo que me des me encantara, cada una de las cosas que me hagas con estas manitas – Tomo las manos de su hijo entre las suyas – Serán las mas maravillosas obras de arte que puedan existir ¿me entiendes? Así que nunca jamás vuelvas a pensar que algo de lo que me hagas está feo – Lo atrajo hacia su pecho y lo abrazo con amor.
Al escuchar esas palabras el rubio lloro junto a su madre, Mikoto abrazo y beso a su hijo, agradeciéndole infinitamente tanto esfuerzo.
Mirase por donde se mirase, solo se veían caras de felicidad, madres abrazando a sus hijos, besándolos, cargándoles, sumidos en una infinita alegría.
– Chicos vayan preparándose – Gritó Iruka con ojos llorosos debido a la emoción del momento.
Los niños poco a poco se separaron de las mamas.
– Mami te amo mucho –
– Y yo a ti mi cachorrito –
– Mama – Le dio un abrazo más.
– Yo también te amo Sasuke, sabes que son mi adoración –
– Mama antes de irnos, quiero presentarte a otra persona que también quiero mucho ttebayo – Sonrió ampliamente.
– ¿En serio? ¿Quién? – Miro a cada uno de los niños presentes.
– A mi novio mama, mira es el teme – Jalo a su amigo de la mano y lo puso frente a la pelirroja sonrojándose al instante.
– Ahora todo mundo sabe que nos queremos mucho y que estaremos juntos siempre ttebayo – Posó sus manos tras la nuca mientras en su rostro se marcaba una gran mueca de felicidad.
– Es cierto eso cariño – Pregunto tranquila.
– Si mama el dobe es mi novio – Afirmo.
– Naruto, Sasuke, ya es tiempo – Ambos corrieron donde su profesor dejando estupefactas a las mujeres.
– Miko escuche bien verdad –
– Si Kushi –
Miraron a sus retoños – De donde aprendieron semejantes groserías – Dijo molesta la ojiverde, y entonces como por arte de magia una imagen cruzó su mente. – Itachi – Hablaron al mismo tiempo.
Una musiquilla las saco de sus pensamientos y las voces infantiles se dejaron escuchar.
QUE ALEGRIA DA DECIRTE A TI
LS COSAS QUE HA SENTIDO EL CORAZON
Y ES QUE HOY DESCUBRI QUE SI DOY FELIZ
ES POR QUE ESTAN MIS SUEÑOS JUNTO A TI
QUE ALEGRIA DA DECIR MAMÁ
SINTIENDO EN LAS PALABRAS EMOCION
PUEDO PRESUMIR DE MI GRAN AMOR
TU ERES LO MAS BELLO QUE JAMAS ME SUCEDIO
QUE ALEGRIA DA DECIRTE A TI
LAS COSAS QUE HA SENTIDO EL CORAZON
PUEDO PRESUMIR DE MI GRAN AMOR
TU ERES LO MAS BELLO QUE JAMAS ME SUCEDIO
MAMÁ HOY QUIERO DECIR TE AMO
ME PIENSO ROBAR TUS AÑOS
SER TIERNO LADRON DE TI
MAMÁ HOY QUIERO DECIR TE AMO
MI CASA SERAN TUS BRAZOS
YO SIEMPRE LADRON DE TI
MAMÁ TE AMO CON TODO MI CORAZON
Al término de la canción, todas aplaudieron, estaban tan felices hasta que recordaron una cosa “Novios”, se miraron y al mismo tiempo dijeron – Solo son niños –
No le tomaron importancia, que podían saber ellos de esas cosas, pero lo que nunca debieron olvidar es que un niño y un borracho siempre dicen la verdad, ya han pasado diez años desde que dijeron eso y siguen siendo novios, solo que ahora en todo el sentido de la palabra.
Fin
El regalo de Kushina
Salieron de la escuela emocionados de poder ir al festejo que ofrecería el instituto de Itachi, caminaban tomados de la mano bajo la atenta mirada de sus madres.
– Oye Kushina no has abierto el otro regalo – Le susurro al oído.
– Cierto se me paso jejeje – Saco la cajita y la abrió con cuidado mientras caminaban – ¿He? – Ladeo la cabeza y saco con cuidado el presente.
– Un…¿Encendedor?(4) ¿Acaso fumas? –
– No, para nada…. – Se interno en sus pensamientos buscando una respuesta lógica y entonces lo logro – Claro!!! Veras el otro día hicimos una fogata y usamos el encendedor, entonces Naruto digo que le gustaba ese prendedor de cosas, y como me la paso diciéndole a Minato que quiero un nuevo prendedor… seguro confundió las cosas –
– Jajajajaja pero que lindo, él sabía que querías un “prendedor” te presta mucha atención –
– Si lo sé – Lo apretó contra su pecho – Solo que era para el cabello – Sonrió amorosamente y vio como los niños reían juntos.