Año dos mil nueve, nunca pensé ser tan feliz, lamentablemente en el amor no me iba muy bien, hasta que todo cambio el año pasado, aunque todo para mi era confuso y no sabia que sucedía en mi interior, y allí fue que rompí mi promesa de no volver a enamorarme nunca mas todo esto comenzó en marzo del año pasado. Mi nombre es Jun Chiba y esta es mi historia.
Día normal de los primeros días de clases, estaba tranquilo como siempre en el recreo del almuerzo, aunque no lo crean con un álbum de naruto el cual sostenía en mi mano y provoco que dos niños me hablaran en ese entonces no sabia quienes eran.
-disculpa sabes hacer shuriken – me preguntaron muy curiosos
-no se, lo siento – les dije tranquilamente
-mi nombre es Ruki y el del es Reita- me decían con una sonrisa en sus rostros
-mi nombre es Jun Chiba…pero me dicen Yomi
Yo solo los observe, me dijeron que me presentarían a sus demás amigos, cuando los vi a todos por primera vez uno me llamo la atención, su mirada era triste, pero en su rostro mostraba felicidad y eso me permitió darme cuenta que los dos teníamos algo parecido. Cuando decidí presentarme – hola mi nombre es Jun Chiba…pero me gusta que me digan Yomi
-mi nombre es Uruha – me sonreía agradablemente
-yo soy Aoi
-kai y el es Miyavi
-Hola soy Miyavi– solo un saludo de pocos amigos recibí de parte de este personaje desconocido para mí
-hola – le salude con muy pocas ganas y casi no mirándolo a los ojos ya que sentía que me perdía en su mirada
Después de unas largas semanas que en realidad eran ya dos meses compartiendo con ellos, me di cuenta de que uno de los muchachos me gustaba aquella personita era alto, pelicastaño y piernas largas…en pocas palabras era Uruha, lo encontraba muy lindo, incluso muy agradable conmigo, me escuchaba mis problemas y me abrazaba a menudo, en realidad el en ese momento el era una persona especial para mi, así que decidí escribirle una carta y declararme, en esa semana le mande tres cartas, pero después el me rechazo, lo mas raro que no me dolió y me sentía bien, y no un chico que debería sentirse rechazo y muriendo por ello, lo bueno fue que seguimos siendo muy buenos amigos y nos convertimos en los mejores amigo.
Al pasar el tiempo y al darme cuenta que Uruha no me tomaría en cuenta, en un día cualquiera fui a su casa y allí lo vi era Miyavi que había ido de visita a la casa de mi ahora mejor amigo lo mire, pero algo raro me pasaba cada vez que lo miraba y no sabia que era, luego de un buen rato Ishihara me invito a un mirador y fue allí que empezó un juego…Intentar ser novios…yo pensé que funcionaria pero no fue así, duramos solo tres días, pero antes de que eso se acabara, bese sus labios por primera vez y sentí una sensación que nunca había sentido con otra persona y a lo cual no le tome mucha importancia, y después de aquello y que todo terminara con el, me dije a mi mismo Yo nunca seré feliz, y estoy destinado a estar solo siempre…julio del dos mil ocho evento visual caía día trece era un fin de semana, me reuní con mis amigos, durante ese tiempo me pasaron muchas cosas, como la vez que invite a Miyavi a mi casa almorzar y quería al parecer besarme, pero yo no me deje no seria fácil, nunca para nadie, menos para el, mis amigos, Hitsugi, Ni~ya, Ruka y Sakito sabían de aquello y claro que no fueron a la fiesta estos cuatros tenían citas amorosas ya que eran novios Hitsu con Ni y Saki con Ruka, pero yo ya estaba allí, la fiesta estaba muy divertida todo el mundo baila y reía, claro que también hablaban, Uruha me conversaba de algunas cosas cuando tocaron una canción y allí baile por primera vez con Ishihara, después de aquello en toda la fiesta me busco para un beso cuando yo estaba sentado tranquilamente lo mire ya que estaba parado junto a mi.
-Miyavi – lo agarre de mi chaqueta ya que el la estaba usando
-mmm – me miro extrañado
-déjame hacerlo antes de que me arrepienta – y de la nada uní mis labios con los suyos, mi objetivo era solo uno, cuando me separe de él, este volvió a unir sus labios con los míos dejándome completamente sorprendido pero aun así le correspondí. Después de aquello y de unas horas, salimos del evento para regresar a casa, claro que yo no sabía qué hacer, después del todo yo quería estar con otra persona su nombre Saga por que el, bueno me llamaba la atención y yo juraba que moría por él, claro que lo vería de nuevo después de dos semanas ya que comenzábamos nuestras vacaciones de invierno, al comenzar las clases lo primero que haría era devolverle todas sus cartas y así dejar atrás los malos ratos y volver a mi vida normal de soltero. Me despedí de todos, incluyendo a Ishihara como si nunca hubiera pasado nada, pero por dentro moría de felicidad y a la vez recordé que él había empezado una nueva relación con otro chico llamado Shou, y eso me dio a entender que le puso los cuernos conmigo y si soy sincero no me arrepiento de haberlo hecho.
Dos semanas después, el retorno a clases fue de lo más normal, pero para mí no fue así, me di cuenta que me gustaba mucho Miyavi y que ya no podía verlo como un amigo y me ponía muy nervioso, que trate de huir de él en el primer recreo pero no pude, me tope con saga estaba tan decidido a devolverle sus cartas, cuando él me pidió que fuéramos parejas, estuve todo el día pensándolo y él se retiraba a las 15:30 de la tarde, cuando lo vi y me miro esperando mi respuesta, sin dudar le dije sí, que yo quería estar con él, así empezó una tortuosa relación, la cual no duro mucho tiempo, solo dos semanas, en las cuales termine con el y volvía, el hacia lo posible para que estuviera con el, pero en ese tiempo yo también lo engañe, si debo confesarlo yo y Miyavi comenzamos a tener algo mas que una amistad, siendo que el tenia a Shou, luego de ello yo comencé a mandarle cartas y lo único que esperaba era una de sus respuestas, pero nunca llegaban, un día lo secuestre y lo lleve al muelle y allí hablamos:
-Nee…Yomi ¿de que quieres hablar? – me pregunto curioso
-bueno…Yo quiero decirte que tu- el nerviosismo me comía por dentro
-¿tu que? – me volvió a preguntar con aquellos ojos que me cautivaron desde un principio
-bueno tu me…no puedo decirlo- solo miraba hacia otro lado, cuando con su mano giro mi cara, para mirarlo fijamente a los ojos-(pensamiento mió) Miyavi me gustas
-dime ¿tu que?- solo me miro seriamente esperando mi respuesta
-tu me gustas…mucho- sentí como mis mejillas comenzaban a sonrojarse cuando escuche la frase que salieron de los labios de el
-ya lo sabia, pero quería que tu me lo dijeras- solo sonrió y yo no sabia que decir hasta que me atreví a contarle mi secreto mayor guardado y que solo Uruha mi mejor amigo sabia
-hay otra cosa que debes saber – le dije serio, sin reírme
-¿Qué cosa? – me miro, solo me miro con aquellos ojos
-estoy enfermo, tengo un soplido en mi corazón y la medicina ya no me ayuda, solo eso, en realidad yo no quería que supieras, por que no quiero tu lastima ni nada de eso- le dije sin pena, pero con un deje de tristeza en mi interior. Luego caminamos hasta la otra parte del muelle, en el cual había un barco y detrás de el una banca, fue allí nos sentamos y hablamos y me atreví a pedirle algo muy importante para mi:
-Nee…yo quiero pedirte algo- le dije con mi mirada pegada en sus ojos
-¿dime? – creo que quería saber, en ese momento yo pensé que le importaba aunque sea un poco
-me pregunto si tu quieres estar conmigo, solo andar- pregunte esperando una respuesta cuando escuche lo que nunca pensé que escucharía nuevamente, el si saliendo de sus labios, lo bese calidamente y me sentí muy completo, después de aquello los días pasaban y nos llevábamos muy bien incluso salíamos los fines de semana, hasta que llego aquel día, en el cual le lleve un regalo y supe que estaba ocupado con su exnovio, el cual ahora ya no lo era. Le entregue el regalo a mi amigo Tenshin, el cual se lo llevo, en ese instante sentí que mi corazón se rompió en mil pedazos y con el deseo de morir y de desaparecer al mismo tiempo. Llego el lunes y le envié mi última carta, luego en el almuerzo el me envía una la cual recuerdo perfectamente lo que decía:
Para Yomi:
Nunca te veré como un hombre, además solo fue un beso y nada mas ya déjame tranquilo me ahogas y no me dejas vivir, sabes ándate a molestar a otra parte
Adiós.
Desde entonces empezaron mis días sin el, en realidad sin nadie, lo únicos que me quedaban era: Hitsugi, Ni~ya, Ruka y Sakito y mis compañeros de clases, y mi Uruha mi gran amigo, al cual le contaba todo, absolutamente todo, la desolación se apoderaba de mi, el cambio era notorio, mi cabello pelirrojo desapareció, para que el color negro tomara su lugar, mis lagrimas caían por mis mejillas, era algo interminable, como podía amar así, por que amaba yo no quería sufrir, en serio que no quería, pero ya era tarde muy tarde, entonces los días comenzaban a pasar y el dolor en mi interior me mataba, la soledad ya era insoportable, el llanto no se detenía con nada, canción que escuchaba me hacia recordarlo, me conformaba con mirarlo de lejos, verlo reír y acompañado por su pareja me dolía mas, que no podía ocultar mis lagrimas, pero yo lo veía muy feliz y con eso me conformaba en serio que me conformaba, si el era feliz yo también, pero al final no fue así me daba cuenta de que yo sufría cada vez mas y que el amor que sentía por el crecía con el paso del tiempo, cuantas veces quise acercarme y hablarle y preguntarle por que no me quería a su lado, luego de tres semanas, una carta llega a mis manos, el quería saber como estaba, incluso se arrepentía de lo que me había hecho, y sinceramente fui muy feliz, días después nos reunimos y hablamos, la verdad es que la conversación no fue muy larga pero me dejo en claro que me extrañaba y que con Shou no se sentía cómodo, que incluso conmigo se sentía mejor. ¿Que debía pensar en ese momento?, ni siquiera yo lo se, me sentí feliz de que me lo dijera aunque fuera mínimo, comenzamos hablar nuevamente, a vernos en los recreo claro que sin los otros muchachos éramos nosotros solamente, después de un tiempo nuestra relación de amistad paso hacer algo mas, yo no podía hacer nada, por mas que me decía a mi mismo nunca mas, volvía a caer en sus brazos, pero lo que mis amigos del grupo sabían era que Miyavi había sido el primero, fue y a sido el único que ha estado conmigo en una relación mas intima, me refiero al sexo, es verdad nunca, nunca ni siquiera con una mujer, en realidad desde que recuerdo me llamaban la atención mis compañeros y los encontraba lindos y esas cosas, pero con el yo era distinto, en mis antiguas relaciones era cruel y muy frío, una sola vez decía te quiero y una sola vez les tomaba la mano, yo no podía ser tierno me costaba, con el era atento y siempre me preocupaba y aun me preocupa. Aun recuerdo el día que fui a vivir a su casa, yo quede como diciendo a mi mismo, es un sueño cierto.
-Miyavi…etto me echaron de mi casa- le conté muy naturalmente como si no me importara
-en serio y ¿Por qué?- me pregunto totalmente interesado
-por que mi abuelo descubrió que soy gay- le dije con una sonrisa forzada en mi rostro- además no quiere que contagie a mi hermano con mi enfermedad
-es un estúpido no puede hacerte eso- lo dijo tan molesto que pensé que golpearía el piso
-claro que puede, es su casa- yo solo le sonreí amablemente como siempre lo hacia
Estuvimos toda la tarde juntos, hasta que anocheció, yo debía ir a ver mi padre, para ver que pasaría conmigo y en donde me quedaría, entonces llega su madre, la cual para mi gusto era muy amable, ya la conocía así que, me despedí amablemente de ella, cuando Ishihara Takamasa me dijo - y adonde vas a ir
-a donde mi papá- le respondí muy confundido, entonces su madre le pregunto el porque
-que paso?- esperando alguna respuesta de ambos
-bueno mi abuelo me hecho de la casa- le dije completamente nervioso, fue allí cuando le escuche el “quédate aquí” a vivir con nosotros, yo no sabia que decir, estaba completamente extrañado, mi amigo o mejor dicho mi amante, solo me miro, los días pasaban y las cosas entre nosotros comenzaron a cambiar mucho, el era mas atento conmigo, incluso me besaba, me abraza y siempre estaba pendiente de lo que me pasaba, entonces un día en casa de mi querido mejor amigo Uruha, este me da ha entender que la relación que llevaba con Miya-chan ya no era mas una amistad, que eso ya era una relación de pareja, ni alcanzaba a ser una relación de pareja que en realidad era como un matrimonio, por que se preguntaran ustedes, fácil, vivimos juntos, comemos juntos, salimos juntos, vamos a la escuela juntos, y dormimos juntos, lo que quiere decir que entre los dos pasan muchas cosas en las noches, bueno no en todas las noches. Han pasado muchas cosas, últimamente he ido mucho al medico por mi enfermedad, ya la escuela esta por terminarse, pero como son las últimos días ya no vamos al colegio, las cosas iban muy bien, y seguían bastante bien, hasta que el 19 de diciembre eso cambia, era como las 5:55 de la mañana mi corazón colapso y comencé a perder el aire y allí fue cuando sentí el miedo de desaparecer para siempre, no sabia si resistiría pero, para mi era mi fin, creí que moriría.
-Yomi, estas bien?- me pregunto con un tono de voz muy preocupante
-creo que si - le decía entrecortadamente, con un pequeño deje de dolor
-mi niño, por favor descansa- me lo dijo con aquella voz tan dulce que me gusta tanto
-Miyavi-kun...antes de que me pase algo, yo quiero preguntarte algo- le decía ya muy agotado por el dolor, el cual me mataba por dentro
-dime? lo que tu quieras?- dijo esto ya muy asustado
-T-tu qui-quieres es-estar conm-conmigo?- le pregunte esto mientras tomaba el aire que me falta, lo único que esperaba era que fuera sincero conmigo
-claro que quiero estar contigo, solo faltaba que tu me lo pidieras, te quiero Yomi- me sonrió dulcemente, mientras acariciaba mi rostro, fue entonces que beso mis labios dulcemente para después apoyarme en su pecho y hacer me descansar.
Fue entonces que todo cambio para mi, la persona que amaba, por fin me correspondía, ahora me sentía un hombre completo, juro que lo amo tanto y ahora soy tan feliz con el, a pesar de todos los problemas y discusiones aquí estamos juntos, viviendo una vida feliz y muy tranquila, claro que este año para mi es el ultimo en el colegio, estaríamos saliendo juntos de el, si no hubiera repetido un curso, pero bueno ahora solo puedo esperar que estos cinco meses que llevamos juntos y los cuales han sido los mejores, y espero seguir con el para siempre toda mi vida, por que el es todo lo que siempre busque.
-Te amo Miyavi-kun- le sonrió muy amablemente, tomándole sus manos
-y yo a ti Yomi- me acercaba lentamente para unir nuestros labios
Fin