Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

The Cafe of Destiny por Misa_Love

[Reviews - 3]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Bueno... Eh... A los que se esten preguntando... Si, esto ya lo habia subido xD Pero... Tras intentar arreglar los horrores ortograficos de este fic... No se arreglaban! D: Y decidi tomar medidas extremas ._. Ya se dieron cuenta cuales xD

Notas del capitulo:

Bueno, todo dicho! xD Elimine las tropas de "s" entre otras muchas cosas xD Espero que disfruten *-*

El sol del mediodía florecía reluciente filtrándose por las cortinas de la habitación interrumpiendo mi sueño.
Abrí los ojos lentamente. Pestañee un par de veces y no pude evitar sonreír. Giré mi cabeza hacia el costado y ahí estabas tú, durmiendo a mi lado.
Besé suavemente tus labios intentando no despertarte. Y no pude evitar ensanchar mi sonrisa. Miré hacia la ventana, aún cubierta por las cortinas.
Me pregunto... Si aún recuerdas el día en que nos conocimos... Justo en aquél café...

~The Cafe of Destiny~ . Uno de los cafés mas importantes del lugar, donde acudían las celebridades y figuras importantes. Y ahí estaba yo, Shiroyama Yuu, perdiendo mi mirada entre la muchedumbre, que extrañamente, hoy inundaba el lugar.
Bajé mi vista para encontrarme con mi taza de café casi sin tomar. Suspiré hondo, y me dispuse a beberlo lentamente.
Luego de unos segundos,aún entre los murmullos de la gente logré escuchar la campanilla del café tintinear. Por inercia posé mis ojos en aquella persona que recién había entrado. Era un chico, con rasgos finos y cabello teñido de un rojo fuerte, nada en particular.
  Desvié mi mirada a mi café nuevamente, aunque alcancé a tomar apenas unos sorbos cuando una voz grave y melodiosa irrumpió mi soledad.
-Hola... E-el café esta lleno y... El único asiento libre es este de tu mesa... Puedo...? - Te miré fijamente, observando tu expresión casi asustada. Sonreí ante aquello y con voz amable te dije aquellas palabras que iniciaron todo:
-Claro, siéntate.


Acaricio tus ahora rubios cabellos, sigues tan hermoso como siempre.
Me alegro de haber sido yo quien haya roto tu coraza, esa coraza con la que tratas a aquellas personas que no conoces, esa misma coraza con la que me trataste a mi, alguna vez.

Luego de que te sentastes, no dijiste ni una palabra más. Sacaste de un bolso una libreta y un lápiz, y empezaste a escribir lentamente en ella, como si el día te esperara a que termines de plasmar tus ideas en aquel papel.
  Seguí observándote por unos segundos más hasta que me percaté de que tu concentración estaba totalmente puesta en aquellas líneas que escribías.
 Bebí mi café un poco más, por los sorbos cortos que le daba aún tardaría mucho más en acabarlo.
-¿Cómo te llamas...?- Pregunté suavemente, casi deseando de que no me escucharas.
 Levantaste tu cabeza para mirarme detenidamente, soltastes un suspiro casi de molestia y volvistes a la hoja.
"Trágame tierra"...
-¿Para qué quieres saber?-
-...-
-¿Y bien?- Tu voz sonó molesta, pero tu rostro había suavizado sus facciones.
Fue ahí cuando me di cuenta de esa máscara que siempre llevabas... Para no salir herido...


Sonreí viendo tu relajado rostro y tu respiración acompasada que hacía subir y bajar tu pecho.
Aún me lo pregunto... ¿Qué fue... O qué hubo en esa charla que lentamente la burbuja de ambos se fue desvaneciendo ante nuestros ojos?
Cierro mis ojos intentando recordarlo. Aún sin dormirme. Puedo sentir el suave aroma de tu piel impregnado en las sábanas blancas.

-¿Qué... escribes...?- Me atreví a preguntarte, luego de unos minutos de silencio
-Una letra... De una canción...- Me sorprendí un poco ante tu respuesta, ya que no conocía a ningún vocalista que se te pareciera siquiera.
  Sonreíste ante mi expresión de asombro, y no pude evitar fijarme en tu hermosa sonrisa, pero sacándome de mis ensoñaciones volviste a hablar, con esa voz grave y melódica que siempre tuviste
-No soy vocalista ni nada de eso- Dijiste bajando un poco la mirada encontrándote con la libreta. -Aunque me gustaría serlo...- Una sonrisa melancólica apareció en tu rostro, no pude evitar sentirme un poco culpable, por lo que guardé silencio mientras bebía mi café. Pero nuevamente fuiste tú quien rompió con aquel silencio, con una pregunta, que aunque nada tenía que ver con la conversación de hace unos segundos, se notaban tus claras intenciones de seguir hablando. Extrañamente, agradecí por que no callaras en aquel momento, ya que así tendría una buena excusa para observar los delicados movimientos que hacías con el lápiz casi por inercia mientras me hablabas.
-Y tú... ¿Vienes seguido a este lugar...?- Dijiste mientras hacías círculos sobre la hoja.
-Si... Bastante...- Te contesté mientras evadía tu mirada curiosa. -Casi todos los días- Concluí con una leve sonrisa
-Ya veo...- Respondiste mezclando tus palabras con el suspiro que escapó de tus labios.
-Yo... Me mudé hace poco... Y...Decidí venir a este lugar... Para... Conocer un poco más la zona...- No sabría decir que reflejaban tus palabras en aquél entonces.
Parecías elegir cuidadosamente cada una de ellas mientras intentabas completar la frase. Pero en ellas había algo...¿Anhelo? ¿De qué? Quizás... ¿Melancolía? ¿Por qué? No entendía que había detrás de tu melodiosa voz y tus sutiles palabras. Intenté ignorar las preguntas que se arremolinaban en mi mente. Por el momento, lo haría.


  Aún desde el principio no pudiste ocultar la tristeza que te embriagaba en ese momento.
  Tu pequeño cuerpo se revuelve entre las sábanas que nos cubrían, y cuando mis ojos se abren puedo ver tu cuerpo acostado boca abajo y tu rostro con una expresión soñolienta.
-Buenos días Yuu...- Dijiste con una leve sonrisa en tu cara.
-Buenos días Taka-chan- Respondí con una gran sonrisa en mi rostro.
  Intentas girar tu cuerpo para quedar boca arriba, enredándote un poco con la sedosa tela de la cama en el proceso.
-Hoy...¿Quieres ir a un lugar?- Preguntaste luego de unos segundos de terminar tu tarea de cambiar de posición.
-Claro amor, contigo iría a cualquier lugar-
-¿Cualquiera, cualquiera?- Sonreí un poco ante tu insistencia.
-Si, cualquiera-
-¡Bien! Me iré preparando entonces, no quiero perder el tiempo- Hablaste enérgicamente y con una enorme sonrisa adornando tu rostro.
-Taka... ¿A dónde es que iremos?- Pregunté luego de que te desperezaras un poco y saltaras por sobre mi cuerpo para llegar al otro extremo de la cama.
-Pues es una sorpresa- Reíste mientras tomabas una toalla y te dirigías hacia el baño.
-¡No te pongas a vagear en la cama mientras me ducho!- Gritaste segundos después.
-Aunque me lo prohibas... Estar en esta cama se ve demasiado tentador...-Dije para mis adentros, mientras miraba el blanco techo de la habitación.

La charla se había extendido bastante. La luz del ocaso se filtraba por las ventanas del café, ahora que la multitud se había dispersado.
Aún luego de hablar tanto, podía notar como medías meticulosamente cada una de tus palabras. Como si tuvieras miedo a que yo descubriera una parte de ti que tratabas desesperadamente de ocultar.
Un suspiro escapó de tus labios, y la charla fue finalizada. Te levantaste lentamente del acolchonado sillón del lugar, y luego de hacer una reverencia, caminaste hacia la puerta de cristal del local.
-Hasta mañana- Escuché, y la puerta se cerró dejando el agudo sonido de la campanita flotando en el ahora solitario café.
"Hasta mañana..."
* * * * * * * *
Los días parecían pasar más rápido desde que hablaba contigo.
La inseguridad que tenías en las primeras tardes cuando hablábamos había desaparecido casi completamente, y temas amenos surgían en cada charla arrancándonos varias risas, que, muchas veces, se ganaron miradas de desconcierto y curiosidad de parte de las personas que también visitaban el lugar.
Con el tiempo, pude saber muchas cosas sobre ti; desde detalles de tu infancia, a tus preferencias musicales, o la variedad de instrumentos que tocabas.

Hubo un día en el que hablamos, en el que me percaté que esa inseguridad y la mirada triste con la que te conocí desaparecieron por completo. En ese momento me pregunté ¿Por qué? ¿Qué había cambiado en tu vida desde que nos habíamos conocido? ¿Qué?
"Conocernos... Justamente eso", era lo que me decía a mi mismo. Pero de alguna manera, no quería aceptarlo. Quizás tenía miedo. Miedo de ilusionarme... Miedo de enamorarme...
No quería aceptar... Que quizás algo llamado "destino" había llamado a mi puerta, junto con ese niño peli rojo que desde un primer momento había ocupado mis pensamientos.


-¡Oe! ¡Te dije que no te quedaras vageando sobre la cama!- Exclamaste luego de salir del baño y verme tumbado en la cama.
Sonreí levemente para luego levantarme e ir a la ducha ante su acusadora mirada.
Una vez dentro del cuarto, me quité la poca ropa que traía puesta y abrí el grifo para luego esperar a que tomara la temperatura exacta para poder bañarme a gusto.

Me pregunto si recuerdas... El día que me declaré...

Hacía un frío invernal y nos encontrábamos fuera del café, a punto de despedirnos.
Recuero que mi estómago se sentía raro, era como si tuviera mariposas volando dentro de el y de alguna manera mi pecho se sentía cálido al pensar en esa sensación.
Miraste al piso como si quisieras decir algo y el éste tuviera la respuesta. Luego me miraste y con una leve sonrisa me dijiste el "adiós" que hizo que mi valentía renaciera. Te tomé de la mano impidiendo que te fueras y cuando tuve tus hermosos ojos cafés sobre mi, solté un "me gustas" apresurado como si no quisiera que lo escuches y se lo quedara el viento que soplaba con furia en ese momento.
Vi que te congelaste, no sabías que decir. Me miraste asombrado y lentamente deshice mi agarre en tu brazo.
Pensé por un momento en correr y olvidarme de todo, pero antes de que mis piernas reaccionaran, te abrazaste a mi brazo con una enorme sonrisa.
No entendí a que venía eso, hasta que vi tus ojos con una luz que nunca antes había visto. Fue ahí que lo comprendí.
-Te amo... Yuu...-


¿Y a donde se supone me llevarás? Dije riendo. Ya me había duchado y ahora estabamos rumbo a ese lugar que me llevarías.
-No seas impaciente- Dijiste sonriendo- ¡Ha! Y de hecho... Ponte esto- Dijiste señalando una venda en cuanto paramos en un semáforo.
-Está bien...- Dije dudando un poco, para luego reír y ponerme la venda en los ojos.

-¡Llegamos!- Dijistes con una alegría que se podía percibir en tu dulce voz.
-¡Ven! No te la quites aún- Me hablaste mientras me ayudabas a salir del auto y caminar unos pasos.
-¿Ya me la puedo quitar?- Dije divertido
-Mh... Espera un segundo... ¡Ya! Ahora puedes-
Me quité la venda viendo tu hermosa sonrisa en un primer plano, para luego levantar mi mirada y sonreír sin ocultar mi asombro.
-¿Lo recuerdas?-
-Cómo olvidarlo- Dije mientras miraba las letras de neón reluciente
-The Cafe of Destiny...-
De nuevo en este café... En el café que te conocí... En el café del destino

Notas finales:

Ya, gracias a las personas que leyeron hasta aqui y no huyeron xD

Se agradecen reviews ♥_♥


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).