¿Por qué tengo que ir a un estúpido colegio privado?, ENCIMA A UN INTERNADO!! Y para el colmo, un internado masculino…..-no podía dejar de pensar en ello, su libertad limitada a unas estúpidas 4 paredes, se le acabó la intimidad, pues, de ahora en adelante, tendría compañero de cuarto-…*suspiro*
Midorikawa Ryuuji era el hijo de un famoso abogado, que llevaba casos por todo el mundo y por consiguiente, el joven también había estado en muchas zonas del globo, y no las recordaba por su fauna, o monumentos históricos. Las recordaba por los monumentos de las mujeres, si, este joven era un conquistador, y por qué no decirlo, algo homófobo, no entendía como dos hombres podían acabar haciendo esas cosas, y menos estando monumentos con Evangeline (la francesa), Roxanne (Inglaterra), Isabella (Italiana), Joanha (alemana), María (española)…y así unos cuantas más.
-Ya hemos llegado, Señorito Midorikawa.
Rompió el hilo de sus pensamientos, devolviendo lo a la cruda realidad.
-No hay posibilidad de volver a casa en el maletero?-preguntó con humor y una sonrisa triste-
-Señorito…yo…-dijo después de depositar las maletas en el suelo-
-Tranquilo, solo era una broma *mantuvo su sonrisa forzada*, vamos vete, no llegues tarde, mi padre te necesita en casa…
-Señorito….Adiós Señorito…
Cuando el coche ya no se veía, Midorikawa cogió sus maletas, y entró por la puerta, dispuesto a afrontar todo lo que se le pusiese por delante….pero, ¿Qué hacer, si ese todo, es un pelirrojo de ojos verdes?
Vio entrar por la puerta principal, a un joven, unos 16 años (su misma edad) de pelo verde largo, recogido en lo alto de su cabeza a modo de coleta, estatura media, cuerpo de atleta, si, seguro que tenía que ser atleta…… y…… muy guapo….
“¿Así que tú eres el chico nuevo?” No pudo evitar sonreír al llegar a estos pensamientos, tan guapo, y chico nuevo? Nuevo juguete….
A lo que llevaba 3 pasos andando, algo lo agarró con fuerza del brazo, era un pelirrojo.
-Nee, Hiroto-sama, no me tenías que ayudar en algo?-sonrió de forma pícara…
-Claro Haruya- Intentó ocultar el tono de enfado que sentía al haber sido frustradas sus Intenciones de conocer al chico nuevo…
-Entonces…vamos…a ...-decía mientras se acercaba sensualmente a los labios de su Hiroto- ...a ...tu cuarto?
Hiroto no podía evitar sonreír, QUE MARAVILLA NO TENER COMPAÑERO!
Si, Hiroto Kiyama, no tenía compañero de cuarto, ¿Por qué? ....Digamos, que si tu padre, es el mayor inversor de ese instituto, y que tu tío (el marido de la hermana de tu padre, concretamente) es el director, tus deseos son ordenes, y si no quieres tener compañero, no lo tienes… y punto.
Llevaba a quien quería a su cuarto….y eso, le encantaba, muchos le deseaban, querían disfrutar con el caaada noche, pero, él se aburría muy rápido, tenía que cambiar a menudo de juguete.
-Vamos Haruya-le decía sin poder apartar la vista del peliverde, que se alejaba por el pasillo, posiblemente, hacia el despacho del director
El pelirrojo, le cogió de la mano, y se dirigió hacia la habitación de Hiroto. Cuando llegaron a la puerta, Hiroto, tomó los mandos del asunto, colocando a Haruya contra esta, colocó una mano en el manillar, para evitar que se abriese, y la otra, la colocó en la cintura de su uke, mientras le besaba con pasión.
-Hiroto-sempai…… aaaah!....-ya estaba excitado, su pequeño, siempre estaba dispuesto a complacerle, era más fácil de excitar que Fuusuke….aunque este último, era maravilloso en la cama…..
-Tengo una idea Haruya…*para el beso* Nos quedamos en mi cuarto, hasta que empiece la tercera hora *le muerde el cuello*…Te parece?
-Si… Hiroto-sempai..Aaaah!
-Pues entremos –Dijo con una sensual sonrisa, mientras metía a Haruya en la habitación y cerraba la puerta tras de sí.
*FIN DEL PRÓLOGO*