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Dudas. por NanaMii

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Notas del fanfic:

Bueno pues estos personajes en realidad no me pertecen, sus personalidades, las trama es mia de mi (?).

 

Notas del capitulo:

Pues hola ? haaam esta pareja no dejaba de rondar en mi mente :/, llevo asi desde la semana pasada >.<, me puse como loca a buscar un fic de ellos, y no encontre NADA, asi que yo decidi escribirlo (?)

 

 

 

Llego nuevamente tarde. Se quitó los zapatos y prendió la luz del living. Estaba realmente cansado, aunque ese día no hubo ensayo, tuvo que quedarse encerrado con el manager y gente del staff arreglando algunas cosas. Ni un poco de ilusiones tenia de que su pareja lo esperara despierto.

 

 

 

Tenía sueño, sin embargo los miles de pensamientos que lo acribillaban, así como esa importante decisión que debía de tomar lo mantenían despierto. Apago la luz y se sentó en el sillón, con un vaso de agua que minutos antes había tomado del refrigerador.

 

 

 

Dolía. Al principio la culpa la tenía esa cantidad de trabajo acumulado que tenía. Después el culpable era él; tiempo más tarde y después de pensarlo mucho, simplemente llego a la conclusión de que no, no era su culpa, ni hoy, ni ayer, ni tampoco hace dos semanas, o trece meses. Definitivamente era culpable, pero la culpa no era una carga que él tuviera que compartir solo.

 

 

 

Se había esforzado. Había dado lo mejor de sí, pero ser líder y baterista de una banda que intentaba llegar a la cima, no era para nada sencillo. Muchas  veces le cancelo planes. Muchas tantas se tuvo que ir en momentos menos oportunos al ser llamado por el manager. Pero nunca recibió un reclamo, jamás una queja. Solo una sonrisa y un “Da lo mejor de ti Nao, luego me lo compensas”.

 

 

 

Al principio pensé que tenía a la pareja más maravillosa del mundo. A su lado estaba el hombre más comprensivo y amoroso. Sin embargo… la duda no tardo en instalarse en su cabeza. Pensó de más y definitivamente había algo raro. No era normal.

 

 

 

Nunca se enojaba.

 

 

 

 

 

Nunca se ponía celoso.

 

 

 

 

Jamás discutían, nunca un berrinche…Nunca un te amo.

 

 

 

 

¿Tal vez no había dado lo suficiente?

 

 

 

 

¿Cuánto más tendría que esperar para ver a aquel pelinegro tendido a sus pies?

 

 

 

 

 

 

“Las emociones humanas son realmente sorprendentes. Si a alguien le contara lo que me pasa, tal vez se reiría de mí. Me dirían inmaduro e infantil, que me hace falta crecer. Pero… cuando mi corazón está dudando, el no saber que sientes me lastima demasiado, más que en cualquier otro momento.

Nunca te eh visto reír de esa forma conmigo. Ni tampoco eh percibido ese brillo en su mirada, ni si quiera cuando me hace el amor. Tal vez… soy el único que siente algo más allá del cariño.”

“Tú me quieres pero yo te amo”

 

 

 

 

 

Las puertas de la habitación se abrieron, dejando salir un poco de luz, iluminando la figura del más alto.

 

 

 

 

—    Nao… ¿Por qué sigues aquí?..— pregunto mientras se acercaba al nombrado. Estaba solo en ropa interior, su  negro cabello estaba  desordenado y sus ojos un poquito adormilados.

 

 

 

 

 

—    Es que…no quería despertarte. — dijo simulando una breve sonrisa.

 

 

 

 

—    De todas formas lo hiciste Nao-chan…ahora tendré que castigarte. — estaba muy cerca de su cara tanto que pudo oler su agradable aliento. Aliento que le recorrió la espalda al soltar esa frase tan sensual.

 

 

 

 

 

Al diablo sus dudas. Aprovecharía el momento, tal vez el último.

 

 

 

 

Los gruesos labios del otro lo devoraban con pasión. Su lengua rozo sus labios pidiendo permiso para entrar, el cual no le fue negado. Inmediatamente despego sus labios, sintiendo a la invasora lengua recorrer cada parte de su cavidad.

 

 

 

 

Entre besos, caminan aron a la habitación. No perdían contacto con su cuerpo y mucho menos con sus bocas. Llegaron al borde de la cama, estaba vez el baterista tomo el control haciendo que el  pelinegro quedara sentado en la cama, con sus piernas colgando y tocando el piso con sus pies. Sensualmente comenzó a bajar la ropa íntima de su pareja. Acaricio sus piernas después tomo ese prominente miembro y comenzó a lamerlo, escuchando casi de inmediato la respiración agitada de su pareja, la cual lo incitaba a más.

 

 

 

 

—    Nao espera…— dijo mientras apartaba al líder de su entrepierna. — Yo también quiero jugar.

 

 

 

 

Dicho esto, cargo al menor y lo dejo tendido en la cama. Comenzó a besarle con devoción, para después ir bajando dejando una seria de besos en todo el pecho del mayor. Llego a su miembro y también lo lamio, succiono y rozo con sus dientes. Repitió esta acción por varios minutos. Sin previo aviso ingreso un par de dedos a su interior, aun con el pende del otro en la boca,  haciendo que el menor soltara un leve quejido, que minutos más tarde se convertiría en un sensual jadeo.

 

 

 

Saco aquel falo de carne, abrió un poco más las piernas del otro y dirigió su erección a la entrada del baterista.

 

 

 

—    ¿Quieres que entre Naoyuki? — se mordió un poco los labios, le encantaba provocar al alicio aun que  estuviera explotando de placer.

 

 

 

 

 

—    Sí...nhh hazme… lo que quieras…— entrecerró los ojos por el placer, y abrió la boca cuando sintió a su pareja abriéndose paso en su ser. Su corazón palpito furioso, sus ojos se llenaron de lágrimas, y unas cuantas no pudo contenerlas. ¿Esta sería la última vez?

 

 

 

 

Se quedó unos segundos quieto, notando las perlas que derramaban los ojos de su batería. Pensó que era debido a la intromisión, limpio las lágrimas y comenzó a masturbarlo aun sin moverse. Nao movió sus caderas indicándole que se moviera, el otro correspondió dando una suave embestida.

 

 

 

Miles de gemidos salieron de la garganta de ambos, innumerables de veces sus nombres rompieron el silencio. La culminación de ese acto fue inevitable, Nao se corrió entre sus vientres, y la persona que más amaba en el mundo lo inundo por completo, jadeando en su oído. Dejándose caer en su pecho sudoroso.

 

 

 

Salió con cuidado del menor, se acostó a su lado y lo abrazo. Minutos más tarde, debido al cansancio pues eran más de las tres de la mañana, el baterista se quedó dormido.

 

 

 

—    Te amo Nao-chan…algún día te lo diré. — beso su mejilla y luego también se durmió.

 

 

 

 

 

***

 

 

 

“Me fui a casa a cambiarme, te veo a donde siempre Nao-chan. Te quiero”

Esa fue la nota que mi pareja me dejo. Miro el reloj, son menos de las nueve de la mañana. Termino de peinar mi cabello bicolor, delineo un poco mis ojos para intentar disimular las lágrimas nocturnas. Suspira, respiro profundo, en fin cualquier ejercicio de respiración para aligerar un poco la presión de mi pecho.

 

 

 

Me siento en el comedor con una taza de café en mis manos. Si las fans, o algún miembro de mi banda me viera, solo tomando un café, preguntarían quien soy y que eh hecho con Nao. Esa respuesta…espero tú se las puedas responder por mí.

 

 

 

 

Son las diez de la mañana, termino de lavar la taza que use, me seco las manos. Tomo mi bolso y me dispongo a salir de mi casa. Nos veremos a las 10 en punto, como siempre, donde siempre.

 

 

Tomo un taxi, tal vez de regreso no tenga ganas de manejar. Tal vez querré salir huyendo y no recordare donde deje estacionado mi automóvil. Tal vez, el  poco valor que tengo desaparezca, como siempre, por arte de magia en cuanto te vea.

 

 

 

Le doy dinero al señor del taxi y salgo del carro. Camino por un rato entre los locales atiborrados de gente, hasta aquella fuente que se encuentra en el centro.

 

 

 

 

De repente, entre tanta gente logro distinguirte. Estas fumando y te vez hermoso vestido de negro, como si eso fuera raro mi corazón se acelera. Han pasado varios meses y nunca ha disminuido, ni si quiera un pizca, mis sentimientos hacia ti. A veces también pienso que la situación no es muy diferente aquel tiempo en el que yo…

 

 

 

Una sonrisa se dibuja en tu rostro. Sacas el cigarrillo de tus gruesos labios, para después tirarlo al piso y hacerlo polvo con tu pie. Me saludas  agitando tu mano, sonriendo más que antes. Respiro profundo y dibujo una sonrisa, sonrisa que sería la ganadora si hubiera un concurso que premiara a las sonrisas más fingidas del mundo.

 

 

 

 

Me acerco lentamente a donde estas esperándome.

 

 

 

—    Mi niño pareces tortuguita…— Dijo el pelinegro mientras juntaba sus frente con la del alicio.

 

 

 

 

—    Lo siento…. Es que…— No pudo terminar la frase, los labios del guitarrista de The GazettE, interceptaron los suyos en un tierno y jugoso beso, sin importarles la cantidad de gente que pudiera verlos. Su mente quedo en blanco por unos instantes. Se separaron, apenas pudo recobrar la razón y susurro— Yo…

 

 

 

 

 

—    No importa tontito…aunque seas lento así Te quiero…— Se sonrojo un poco, mientras sentía la mano del gazetto tomar la suya. — Vamos mi Naosito… un banquete de comida nos espera. — Señalo un bonito restaurante, su voz se notaba bastante animada, haciendo que el otro sonriera.

 

 

 

 

 

—    Hai…— dijo dejándose llevar hasta aquel lugar.

 

 

 

Entraron y se sentaron en una bonita mesa. Sus manos se entrelazaban por sobre la mesa, Aoi miraba con atención al batero, el cual estaba un poco más callado que de costumbre.

 

 

 

 

—    Pequeñín~ ¿Pasa algo?... has estado muy callado…—

 

 

 

 

—    Yo…No pasa nada, es que aún tengo algunos pendientes…— Dijo sonriendo, dejando por unos momentos esos gestos fríos.

 

 

 

 

“Date cuenta que te miento, nota…como duele”

—    Hum me enojare contigo, este día es  solo de nosotros.—

 

 

 

 

 

—    Lo siento Yuu… tienes razón…— sonrió y se perdió por largos momentos en esos bellos y profundos ojos negros. Se fueron acercando lentamente pero la señorita que atendía las mesas llego, ambos sonrieron y se separaron para pedir sus alimentos.

 

 

 

 

Después de eso el ambiente se volvió más relajado, Nao dejo de estar en su nube, y sonreía mientras escuchaba a Yuu hablar.

 

 

 

 

“El sonido más hermoso es el de tu voz, tu melodiosa voz que me atrapa, y me envuelve. Me llena por dentro  y me anestesia. Podría pasar el resto de mis días escuchándote, mirando como tus labios se abren, se cierran dejando salir un sonido celestial.”

Les trajeron la comida, y comenzaron a comerla, sin dejar de platicar. Regalándose dulces caricias, una que otra palabra dulce sin llegar a empalagar el momento.
Las risas llegaban en los momentos menos indicados. Alguno siempre terminaba casi atragantándose con la comida, o a punto de escupir la bebida, haciendo sonreír al otro.

 

 

 

Los minutos quizá pasaban demasiado rápido, era la adrenalina que lo embargaba. Siempre había odiado el tiempo, el cual siempre corre tan rápido cuando queremos que un minuto sea un siglo; siempre tan lento cuando ansiamos y anhelamos que una hora sea un destello de luz, viajando imperceptible. Lo único que estas ocasiones tenían en común, es la tortura que suponen.

 

 

 

Salieron de aquel restaurante, tomados de la mano. Nao apretaba con fuerza la mano del Gazetto, como si en algún momento este fuera a echarse a correr, o tal vez… quería que esa mano se uniera con la suya a tal grado de no poder separarlas nunca, para no dejarlo ir.

 

 

 

 

Fueron al parque a caminar un momento. Se sentaron un momento bajo la sombra de un árbol, El alicio estaba sentado en medio de las piernas del guitarrista, recargando su espalda en su pecho. Aoi tenía abrazado por la cintura a su pareja acariciándola levemente, su mentón estaba apoyado en su hombro.

 

 

 

 

—    Nao-shii estas rarito...— le susurro en el oído, haciendo que el otro se sobresaltara.

 

 

 

 

 

—    N-no es cierto…— respondió suavemente.

 

 

 

 

 

—     Solo te comiste la mitad de tu comida, eso no se ve todos los días. — mordió levemente su oreja. — No seas malo y dime que pasa.

 

 

 

 

 

—     En serio no pasa nada. —

 

 

 

 

 

 

—    Veme a los ojos…—

 

 

 

 

 

 

—    Yo…— sin más el pelinegro se puso de pie, y cambio posiciones, ahora Nao era quien se recargaba en el tronco del árbol, y él estaba sentado enfrente.

 

 

 

“¿Cómo decirle que duele? Simplemente no puedo, apenas soy consciente de lo que está pasando. Si tan solo… si tan solo pudiera conformarme con los pedacitos de amor que me da. Duele tener solo su cariño, cuando mi corazón alberga un sentimiento mucho más profundo que un simple cariño, es más, a veces siento que también la palabra amor se queda corto.”

—    Yo quiero…quiero terminar. — no pudo verlo porque su mirada estaba clavada en el pasto, pero la cara del peligro se desencajo, lo miro sorprendido y un tanto dolido.

 

 

 

 

 

—    No te entiendo Naoyuki…—

 

 

 

 

 

—    ¿Qué no entiendes? — intento hacerse el fuerte y que su voz no se cortara, que no dejara escapar los sollozos, prueba de que su valor se había esfumado.

 

 

 

 

“Muchas veces dicen que el abandonar una partida es cobardía, yo le llamo instinto de supervivencia. No quiero amarlo más, mejor detener este sentimiento que amenaza con extenderse más que las orillas invisibles del universo.”

—    ¿Por qué quieres terminar conmigo?.... eso es lo que no entiendo. —

 

 

 

 

 

 

—    No funciona…

 

 

 

 

 

 

—    Ya no me quieres ¿Cierto?— pregunto dolido.

 

 

 

 

 

 

—    No… ya no te quiero Yuu…— el otro agacho la mirada, y una risa amarga salió de su garganta.

 

 

 

 

 

 

—    Está bien Nao… si ya no sientes nada por mí, lo enti…. —

 

 

 

 

 

—    Nunca te enojas...— Corto la frase del mayor. — ¡Nunca te enojas!, ¡Nunca te pones celoso!, ¡Tampoco me reclamas nada!...solo te doy igual. — No supo en que momento comenzó a llorar. Por fin, cada una de sus dudas y suposiciones salían al aire, escapaban de sus labios y daban de lleno en el corazón del pelinegro.

 

 

 

 

 

—    ¿Así que es por eso? — Estaba furioso, realmente furioso. — Perdón Naoyuki…pero no soy quien para interponerme en tu trabajo. ¿crees que no me molesta cuando me cancelas planes por tu trabajo? ¿Crees que no me jode las pelotas cuando Saga te manosea?, perdón por ser maduro y entender que es TU trabajo y tu amigo respectivamente.

 

 

 

El baterista solo bajo la mirada, sin dejar de llorar.

 

 

 

—    Tu…Tú me quieres pero…pero yo te amo…— Dijo en un susurro. Aoi iba empezar a gritarle, pero al ver a su todavía pareja de esa forma se volvió a sentar al pasto, tomo la cara del alivio entre sus manos.

 

 

 

 

 

 

—    Te amo Naoyuki…solo…no sabía cómo decírtelo…—

 

 

 

 

 

El menor se abrazó al pelinegro, y dejo sus lágrimas fluir. No necesitaron más que sus cuerpos unidos en ese cálido abrazo para arreglar las cosas. Oler su aroma, sentir que los sentimientos eran mutuos. Ya no había dudas.

 

FIN~

Notas finales:

Pues eso fue todo, creo que quedo algo simple, esta bazado en hechos reales (?), es que tengo dos amigos que son novios, y pues el chavo es algo asi como un novio perfecto (?) y mi amiga se pone histerica por que me dice "nunca se enoja, nunca se encela, nunca nada". aun que por ser la mejor amiga de él se que pro dentro lleva un psicopata sesino posesivo (?) entonces pues se me ocurrio esto XDD.

estaba pensando que~ aqui metere mis one-shot, los que son de la saga destino pues no, pero los demas iran a parar a este lugar y cuando suba otro pensare en un nombre y se lo cambiare, ya tengo 10 cosas publicadas aqui, asi que felicitenme con un rw (?).

Pues bueno si le gusto, diganlmelo >.<, sino pues....ya me acostumbre a que no me dejen rw (?) pues bueno, saludos!!!

byebye~

 

OIGAAAN SI ALGUIEEN DE CASUALIDAD SABE DE UN FIC CON ESTA PAREJA ME LO DICEE *____*


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