Capitulo 0
Todo ocurrió cuando apenas iba iniciar el segundo año de preparatoria, aquella calurosa tarde, cuando estaba (como siempre) sin nada que hacer frente a la computadora. De pronto recibí una llamada de un número que no pude reconocer al principio…
-¿Eres tú Masaya?-preguntó un chico.
-Sí, soy yo…-apenas respondía me interrumpieron.
-¿Cuándo fue la última vez que hablaste con Hiroshi?
-Pues, no estoy seguro, fue hace como 2 meses, ¿pasó…-me volvió a interrumpir.
-¿Tú eres novio de Hiroshi?-soltó de golpe, ¿de qué hablaba?
-No ¿por qué preguntas eso?-bufé.
-¿Ah sí, no fuiste tú quién le mandó un mensaje diciéndole que lo amas?-preguntó de manera agresiva.
¿Cómo es que se enteró de eso y que le hace pensar que lo hacía de manera, por así decirlo, diferente? Es verdad, yo le envíe un mensaje diciéndole que lo amo, estaba en un momento de depresión y esperaba que me contestara de la misma forma, pero nunca me referí a un amor diferente al de hermanos, ya que eso era él para mí, como un hermano…
-Debe tratarse de un mal entendido, yo no envié ese mensaje…-de nuevo me interrumpió ese chico.
-Pues aquí tengo el mensaje guardado y tú lo enviaste, claramente dice Masaya Inora, ¿crees que soy un tonto?-se escuchaba en verdad molesto.
-Déjame explicarte, yo nunca…-nuevamente me interrumpió, era en verdad desesperante.
-¿Sabes quién es su novio?-preguntó impaciente, pensaba que él creía que era yo el novio de su hermano, si sabe que no ¿para qué tanto alboroto?
-Pues no, te dije que no he hablado con él, así que…
-Tú sabes que quiero a mi hermano, y que lo defenderé como a nada; creí que eras una buena persona y ya vi que me equivoqué, me das lastima.
-Entiendo que como su hermano siempre harás lo que sea para defenderlo, pero no soy lo que crees, no tengo nada que ver con él de esa forma, él y yo solo somos amigos…
-Di lo que quieras, a mí no me haces tonto-soltó.-no quiero que te le vuelvas a acercar, ni que le hables, ni que le mandes mensajitos por medio de amigos o que preguntes por él, nada. Si me entero que lo haces, yo mismo iré a buscarte, no importa si eres menor que yo y le hare saber a todos el tipo de persona que eres; mi hermano para ti está muerto, y dile a aquel cabrón homosexual con el que anda que no le vuelva a hablar…-colgó.
Siempre me pregunté, qué le hizo pensar que yo era de esa manera, quién le dijo que yo era novio de su hermano ¿Era tan difícil creer que yo solo lo amaba como mi hermano mayor? Después de ese alboroto, decidí cortar todo lazo con él, y si realmente a él le hubiera interesado, me habría buscado para aclarar el asunto… jamás lo hizo.
Caí en una depresión después de aquello, ya no me interesaban las personas, y el contestar números desconocidos se volvió un trauma; así que me encerré en mi propio mundo que acababa de ser derrumbado. Lo único bueno que salió de todo esto fue que me hice mas unido con mis dos amigos más cercanos, y que me sentía con total libertad de estar con quien yo quisiera, ya que cuando estaba con mi ‘’hermano’’ sentía que no podía dar un paso antes que él lo hiciera, siempre quería ir detrás suyo.
Pasó algo de tiempo (como 2 meses) y todo se neutralizó, me sentía más tranquilo pero eso no significaba que ya estuviera bien, algo que aprovecho un amigo para acercarme a alguien.
-Masaya!!!-gritó alguien a lo lejos, volteé y se trataba de Tora.
-¿Qué pasa, Tora?
-Oye necesito que me hagas un favor.-sonrió malicioso.
-Mmm ¿de qué se trata?-esto era sospechoso.
-Este es el asunto, hay alguien que quiere conocerte, está interesado en ti desde primer año…
-Olvídalo byeee.-le interrumpí mientras daba media vuelta, no estaba interesado.
-Ohh por favor Masaya, siempre que tú me pides un favor te ayudo.-se cruzó de brazos.- Además, yo te apoye durante tu depresión, es justo que tú me apoyes en esto.-rogó.
-Si me ibas a cobrar después mejor no hubieras hecho nada.-solté, mirándolo fijamente.
Entonces puso esa cara como de aquellos personajes, ‘’Precious moments’’ o algo así, en verdad que podía ser una persona manipuladora.
A Tora lo conocí en primer año de preparatoria, era muy amigable; su cabello era corto, lacio y de un color rojizo; sus ojos grandes color chocolate, y su piel era clara. Era un poco bobo e infantil, pero eso no le restaba popularidad entre las chicas, al contrario, su ‘’ternura’’ las emocionaba.
-Está bien, está bien… cuando tú quieras.-dije no muy convencido.
-Gracias Masaya!!-me abrazó.
-Sí sí, como sea.-me solté.
Entonces llego aquel joven que me recordó a alguien del que me enamoré alguna vez, tal vez solo por eso decidí darle una oportunidad, aclarando que esto no significaba que ese tipo me gustara o llamara mi atención, se trataba solo de curiosidad.
Su nombre era Ryu, era un chico común y corriente, lo único que resaltaba en el era su cuerpo ejercitado, pero nada más. Su cabello era corto, ondulado y oscuro; sus ojos oscuros también, y su piel era aperlada.
Debido a que aquel chico era tímido, fui yo quien tuvo que entablar conversaciones, y bueno, no había nada fuera de lo normal en él, llegaba a ser incluso aburrido, pero me agradaba en cierta forma. Trataba de aceptar lo que pensaba y como pensaba, era peor que una mujer, con sus extrañas formas de ser, y no sé, a veces llegaba a ser irritante. Aun no puedo creer que tuve una relación con esa persona, si así se le puede decir ya que nunca hicimos nada que haría una pareja.
Pero antes de que pasara todo lo que acabo de decir, conocí a alguien más que desde que lo vi llamó mi atención, justo cuando lo vi sentí como si un rayo atravesara mi cuerpo, sentí como miles de suaves toques en cada parte de mi ser, era agradable la sensación. Se trataba de mi nuevo profesor.
-Creo que las cosas no están funcionando, Masaya.-dijo Ryu con su rostro ensombrecido.
-¿Quieres que terminemos?-pregunté indiferente.
-Es que, nunca hemos hecho nada, solo somos como amigos y…
-Entonces ¿quieres que terminemos?-interrumpí.
-Pues…-titubeó, creo que en realidad no quería que termináramos.
-Si lo que esperas es que te ruegue que no terminemos, que hay que intentarlo de nuevo, etc. etc. olvídalo, no pienso hacerlo, si tú no quieres estar conmigo yo no te obligaré.-sonreí falso, yo sí que quería acabar con esta farsa.
-Está bien…-susurró, casi se desbordaban las lagrimas de sus ojos.
-Bien, cuídate.
Creo que nunca debí ser tan cruel diciéndole que aceptaba ser su novio solo por compromiso, pero es que no tenía experiencia en ese tipo de cosas (y de cierta forma me ayudo a olvidar aquel suceso), además del hecho que incluso antes de hablar con él, a mi me gustaba demasiado mi profesor; más que nada creo que le dije que sí porque creí que jamás tendría oportunidad con él, por suerte resultó todo lo contrario.
-‘’Ya soy solamente tuyo’’.-envié en un mensaje de texto.
-‘’Sí, ahora eres solo para mí’’
Continuará...