Las gomitas de Bill
Tokiita Naru Love BK~
Las gomitas pueden ser más dulces que el amor.
-¡David! ¡Quiero gomitas! – Solo quería cuestionarse así mismo en que maldito momento fue en el que decidió que había sido buena idea salir de comprar con Bill, quien con 15 años se pegaba a su pierna, enredándose en esta solo por unas gomitas, aunque para Bill no eran solo gomitas, ¡Eran Gomitas! Su comida chatarra favorita, cuando Bill probaba una no había quien lo sacara de su ensoñación, no había nada ni nadie más que las gomitas en ese momento.
-¡Que no Bill! ¡Ayer te compramos un paquete de gomitas! – Bill lloraba y lo pateaba, estaba haciendo un maldito escándalo y la gente se había comenzado a juntar, incluso algunos ya habían empezado a susurrar que era un mal padre, ¡Pero Bill no era su jodido hijo! Podía jurar que ya le estaba saliendo canas, con furia agarro las venditas gomitas y las aventó dentro del carro, fue como magia, ahora Bill iba saltando hasta la sección de lácteos, puesto que faltaba leche en la casa y era lo último en la lista –Debí dejar que Tom viniera con el… - Dijo David con una gran migraña caminando con el carrito hasta donde estaba Bill.
-¡Leche…! ¡Uhg! ¡Leche de Chocolate! ¡Qué asco! – Esta escena sí que le izo gracia, Bill había comenzado a buscar la leche, cuando miro una que le llamo la atención al leer el embase descubrió que era de chocolate y saco su lengua en un acto de total asco, definitivamente odiaba el chocolate.
-Vamos Bill terminemos las compras y regresemos a casa – David paso por un lado de Bill y le dio una juguetona nalgada, haciendo que el menor se sonrojara de sobre manera, después de unos segundos se rio juguetonamente y aun con el sonrojo siguió a David, quien ya había tomado la leche y ahora iban a pagar, ya quería llegar a casa y comer las gomitas.
-MIS gomitas… - Ya estaban en el auto, Bill rebuscaba en las bolsas sus gomitas, estaba sentado en el asiento de copiloto, ni siquiera habían arrancado porque el niño estaba buscando sus venditas gomitas, las bolsas estaban situadas en los asientos traseros, David solo miraba aquel traserito que se movía con cada movimiento del menor, puesto que este estaba agachado y entre la abertura que había en medio de los asientos del copiloto y el suyo -¡Las encontré! –
-¡Por fin! Ahora siéntate niño – Dijo David con gracia, Bill asintió y se acomodo en su lugar, poniéndose el cinturón y abriendo el paquete de gomitas, tomo una bolsita y la abrió, con ojos iluminados comenzó a comerlas, olvidándose completamente que estaba en el auto con David.
El trayecto fue corto, realmente no quedaban lejos del hotel, sin embargo si algo se parecían esos dos eran en las grandes toneladas de flojera dentro de su cuerpo, después de todo eran como las 9 de la noche y como todo mundo sabe, Bill se destaca por sus largas horas de sueño, aunque… las gomitas lo estaban distrayendo fácilmente.
-¡Ya llegaron! – Gustav grito al ver como David y Bill entraban al cuarto, Tom y George que habían estado viendo XXX por la tele se asustaron y de lo único que atinaron fue a cambiar el canal a uno de infantil.
Pensaron que el mayor les diría algo pero este paso de largo directo a la pequeña cocinita para guardar las cosas que había comprando, miraron a Bill y este solo se fue corriendo al cuarto en donde le había tocado dormir con su gemelo con un paquete de gomitas y con un montón de los susodichos en la boca, Tom al ver esto frunció el seño… El odiaba las gomitas.
Tom dejo el control en el suelo, accidentalmente apretó un botón, cambiando al canal anterior, en donde él y George veían cosas para adultos, Georg trataba de apagarla de cambiarle pero el vendito control no reaccionaba y Tom ya se había ido detrás de su gemelo, David se asomo y miro a George.
-¿¡Pero qué jodidos vez!? –
Tom abrió la puerta del cuarto que compartía con su hermano, al hacerlo pudo ver a Bill sentado en el suelo comiendo sus tan… estúpidas gomitas, se preguntaran porque Tom odia tanto a las gomitas, bueno ya lo descubrirán.
-Bill… ¡Hey, Bill! ¡Tks…! – Tom se puso de cuclillas frente a Bill, este alzo la vista un poco, bueno eso le basta a Tom –Dame esas malditas gomitas – Bill entonces recordó la razón por la cual las gomitas del día anterior desaparecieron… Oh mejor dicho fueron trituradas, pisadas y tiradas a la basura, su gemelo lo había hecho, rápidamente escondió las gomitas detrás de él.
Tom suspiro y pudo ver que Bill tenía una gomita en su boca, fue entonces que sonrió con malicia, se acerco a su gemelo y lo beso, Bill no se espero esto, sin embargo no se negó, tal vez había otra cosa que le hacía olvidar todo y ese algo eran los besos de su hermano mayor, dejo las gomitas de lado y rodeo el cuello de Tom con sus brazos, pudo sentir como su hermano metía su lengua en su boca y le robaba la gomita, separo sus labios, mas no sus cuerpos y vio como Tom se comía su gomita.
-¡MI GOMITA! – Grito Bill, por otro lado Tom solo rio divertido, cargo a su hermano entre brazos y lo deposito en la cama, subiéndose encima de él a cuatro, la mirada de Tom le decía que estaba en peligro y que lo iban a violar en ese momento y definitivamente el aun no estaba listo.
-¡Da-David! – Tom frunció el seño, ¿Por qué Bill llamaba a David? ¿Y porque justo en ese momento? ¡No es como si lo fuera a matar! Fue entonces que escucho pasos acercarse y bufo molesto, fue cuando miro las gomitas de Bill y con gran enfado comenzó a pisarlas ante la atenta mirada del menor, cuando… -¡Mis gomitas!
-¡¿Qué pasa aquí…?! – David miro a Bill primero quien lloraba señalando a Tom, quien justo en ese momento había abierto la ventana y tiraba esas malditas gomitas -¿¡Pero qué…!?
-¡Quiero gomitas! –Dijo furioso Bill mirando a David con el seño fruncido, este miro a Tom enojado y este ni se inmuto, simplemente camino con los brazos cruzados hasta su cama se tumbo en ella.
-¡Por dios Tom! ¡Eres su hermano mayor…! – El susodicho no hacía caso, David bufo -¡Okay, vamos Bill! Te comprare DOS paquetes de gomitas en una tienda de 24 hrs… - Tom se incorporo mirando a David sorprendido, nunca espero esa jugada, Bill por otro lado salto de alegría y abrazo a David –Vamos rápido niño – Dijo mientras le daba una nalgada a Bill en su traserito para que este se quitara, el susodicho sonrojado y contento salió volando del cuarto.
-¡No toques a Bill! – Le grito Tom cuando David estaba a punto de irse, el susodicho lo volteo a ver de reojo furioso.
-Lo dejare de hacer cuando dejes de tenerle celos a un maldito dulce – Sin más David dejo a Tom solo en su habitación, este tomo una almohada se tapo la cara con esta y grito lo más fuerte que pudo completamente frustrado.
El tiempo paso, no pasaron ni 30 minutos cuando Bill volvía entrar al cuarto con sus dos paquetes de gomitas, Tom lo miro completamente enojado y Bill se dio cuenta de esto, dejándolo con la mirada gacha, tomo las gomitas y las guardo, supuso que era mejor no hablar con Tom en ese momento, cuando estaba enojado era insoportable, Bill apago la luz y se fue a su cama, Tom se acomodo de manera que no podía ver a Bill, dejando que este solo contemplara su espalda, Bill suspiro.
Pasaron las horas y ninguno de los dos podía dormir, pero tampoco querían hablar, Bill no pudo hacer más que bajarse de su cama y caminar hasta la de su hermano, escabullirse entre las sabanas hasta quedar a su altura y dejar espalda contra espalda.
-¿Aun sigues enojado, Tomi? – Tom no dijo nada –Si es por lo de las gomitas lo siento, te prometo no comerlas cuando este contigo – Dijo Bill con la voz quebrada a punto de llorar, Tom se dio la vuelta y atajo el cuerpo de su hermano abrazándolo por la espalda.
-No estoy molesto por eso Billy, tú no dejas que yo te toque ¿Por qué David si puede? ¿Por qué David puede tocarte aquí y yo no? – Mientras decía esto, Tom comenzó a bajar su mano desde el pecho de Bill hasta su trasero, apretándolos juguetonamente, ante esto Bill se sonrojo y dio un pequeño gemido.
-Tomi, no… es diferente – Tom par sus acciones, Bill aprovecho esto para voltearse y ver la cara de su gemelo, eran tan diferente pero a la vez iguales, tan unidos, Bill toco la mejilla de Tom y ante este tacto el mayor cerró los ojos con una sonrisa –David lo hace jugando, no con malas intenciones, lo hace para hacerte enojar… Yo aun no estoy listo Tomi, aun me da miedo – Dijo Bill con los ojos llorosos, Tomi miro a su gemelo y le acaricio la cabeza para después besarle la frente tiernamente.
-Yo te esperare Bill, yo esperare porque Te amo, pero no dejes que David haga eso, me molesta – Dijo Tom con una mueca de enojo, a lo que Bill contesto con una pequeña risa, después de eso los dos se miraron a los ojos y se sonrieron con amor, entre ellos las palabras siempre sobraban, ellos podían saber lo que sentía y pensaba el otro, ellos estaban conectados y siempre estarían juntos –Bueno, es hora de Schlaf* - Se acomodaron mejor y al poco tiempo los dos quedaron dormidos, aunque no se esperaban lo que al día siguiente les esperaba.
Como era ya costumbre, los Kaulitz despertaron a lo ultimo pasadas de las 12, si en algo eran expertos era en dormir, los dos se vieron aun en esa linda posición y con un dulce beso de buenos días salieron al comedor.
-Esas son mis… - Bill estaba pálido, no quería creer que lo que estaba viendo era verdad, su furia era más que sorprendente, Georg y Gustav estaban tumbados en el sillón mirando tele ¡COMIENDO LAS GOMITAS DE BILL! -¡MIS GOMITAS!
Gustav y Georg en el momento en que escucharon el grito y la voz del menor de los Kaulitz escupieron todas las gomitas que estaban en sus bocas y miraron terroríficos a Bill, podían jurar que al pequeño le salían llamas por los ojos.
-Te dije que era una mala idea, idiota – Dijo Georg mirando a Gustav, Bill no espero más, se aventó sobre los dos grandulones y comenzó a pelear contra ello como una bestia, Tom solo podía ver eso con gran asombro.
Tom bostezo y se estiro, se daría un baño… Tal vez y cuando terminara Bill ya habría matado a sus compañeros, con una gran sonrisa Tom camino hasta el baño y se miro al espejo, mirando sobre él a su hermano –Creo que la lección de hoy es… Nunca le quiten sus dulces a Bill, menos si son gomitas ¡Jajaja!-
THE END