Me gustas…
Capitulo #12 Lo quiero a mi lado (Sasuke)
Llevaba más de una hora sentado ahí, había salido a tomar un poco de aire fresco, quería estar a tu lado cuando despertaras, quería pedirte disculpas había sido un tonto no, un estúpido o como a veces escuchaba que me decía Kakashi todo un bastardo teme y sé que no merecía tu perdón.
Y es que la forma en la que te trate no culparía ni a Kami-sama por no perdonarme, tu siempre fuiste un excelente esposo, nunca tuve un verdadero motivo por el cual reprocharte, hacías cualquier cosa que te pedía, estabas disponible a cualquier hora, nunca me reclamabas nada ni cuestionabas o criticabas, mientras que te dedicabas a mi completamente.
Lo peor de todo era como todos me decían que me arrepentiría un día, y hasta hace una semana nunca había creído esas palabras, me había burlado y golpeado en la cara a la persona que me decía eso, pero ahora solo quería ver esa sonrisa que siempre me dedicabas.
Verte sonreír y escuchar tu voz decir un “Sasuke-san” ahora que lo pensaba nunca dejaste de llamarme así, hasta ahora no le vía prestado atención.
-Amar a alguien que no te ama…
Susurre mientras veía nueva mente por la ventana, ahora me daba cuenta cuanto daño te he hecho, saber como tienes que permanecer al lado de alguien para obtener un poco de amor. Me di la vuelta y vi como mi hermano salía de tu cuarto.
Su expresión me asusto, así que comienzo a seguirlo, cuando al fin le doy alcance noto como él esta hablando con un hombre de bata, el doctor, ¿Te había pasado algo Naruto? La sola idea me aterro.
-Itachi, Itachi ¿Qué paso?
Me sentí ignorado, vi como Itachi seguido del doctor entraban al cuarto, en ese momento cuando puse un pie dentro de la habitación, una enfermera se interpuso en mi camino.
-Lo siento señor pero no puede pasar.
-Es mi esposo el que esta ahí adentro.
-Tengo órdenes del Sr. Fugaku Uchiha de no dejarlo pasar.
Que demonios significa esto, primero mi hermano me ignora y ahora no puedo pasar al cuarto de Naruto, y lo peor es que al parecer esa enfermera no me pensaba decir nada.
Me quede sentado en la banca que estaba en el pasillo hasta que mi hermano, mi padre o el doctor se dignaran a salir, para poder saber que era lo que había pasado. Llevaba ahí más de dos horas y ni uno se dignaba a salir, y esa enfermera no se había movido de su lugar ni un milímetro. Al fin vi como salía mi padre y mi hermano, me acerque a ellos sin pensarlo dos veces.
-¡Padre! ¿Por qué no puedo entrar a la habitación de MI esposo?
Remarque las palaba, “Mi” para que supieran que tenia más derecho que ellos de saber que era lo que estaba pasando, esperaba la respuesta de alguno de los dos, mas de mi padre, pero en vez de una respuesta vi como mi padre extendía su mano hacia mi, en forma de saludo.
-¿Qué sig…
Pero antes de que pudiera siquiera terminar la pregunta, el tomo mi mano.
-Felicidades hijo, lo conseguiste.
-¿A qué te refieres?
-Naruto-kun me acaba de pedir el divorcio.
Esa palabras, no podía descifrar el sentimiento que me provocaba, era completamente distinto al que había imaginado, era como si mil cosas malas me pasaran a la vez.
-Eso… eso es imposible… espera eso quiere decir que Naruto ya despertó, quiero verlo.
-Eso será imposible.
Comienzo un duelo de miradas con mi padre, no hacia falta palabras, nuestras miradas están diciendo mucho mas de lo que expresaríamos con simples y banas palabras, al final como, siempre había pasado mi padre gano, en ese momento estoy a punto de gritar cuando mi hermano se entromete.
-Ototo, Naruto-chan fue el que pidió que no te dejaran entrar.
Me resulto difícil creer eso ¿Naruto era el que se negaba a verme? No eso era una vil mentira, de mi hermano y mi padre, si eso era, se pusieron de acuerdo para que tomara conciencia, pues muy bien ya lo hice, si querían que lo aceptara lo haría, ¡yo estaba equivocado Naruto es bueno! Sin con eso me dejarían pasar, era mas que obvio que lo aria.
-Eres todo un Uchiha hijo, aunque debo aceptar que no me siento orgulloso de esto.
-¿De que diablos están hablando los dos?
-Yo recuerdo que no descansarías hasta que Naruto te pidiera el divorcio, y como todo buen Uchiha has cumplido.
-Sasuke hijo ya no es necesario que vengas al hospital, tu hermano y yo nos aremos cargo de Naruto-kun desde ahora.
Mi padre comenzó a caminar por ese largo corredor blanco, seguido de mi hermano mientras que yo no movía ni un centímetro de mí ser.
-Ha, llega temprano a casa, hoy tendrás visitas.
Después de esas palabras mi padre desapareció, y antes de que mi hermano lo hiciera me dedico una mirada llena de lastima mientras negaba lentamente con su cabeza.
Me pase todo el día en el hospital y a pesar de eso, no pude ver a Naruto, solo a ese maldito doctor que no me dijo mucho, estúpido Itachi y su amigo doctor.
Pero si creían que con eso me rendirían, estaban muy equivocados, se notaba que nunca habían tratado con Sasuke Uchiha.
-Auch….
Era la quinta vez que chocaba con uno de esos carritos que transportaban las enfermeras, subí hasta el piso de Naruto lo mas sigilosamente que pude, pero realmente como cambia un hospital de noche, me había perdido por dos ocasiones, y entrado al cuarto equivocado nueve veces.
Pero al fin llegue a la correcta, entre con suma cautela, principalmente para no despertar a esa odiosa enfermera, parecía que nunca se movió de ese lugar, cuando cerré la puerta escuche una voz la cual me hizo reaccionar.
-Sas…
No le permití que terminara de pronunciar mi nombre, me abalance contra él y pude mi mano sobre su boca, note el gesto que hizo en ese momento, parecía de ¿Dolor?, y cuando por fin me acostumbre a la obscuridad de la habitación, note esas gasas que tenia en ambas mejillas.
-Lo siento…
-¿Qué… qué haces aquí?
Note como su voz reflejaba miedo y su cuerpo comenzaba a alejarse de mí.
-Espera Naruto, quiero hablar con tigo.
Vi como tomaba el botón para llamar a la enfermera, lo único que se me ocurrió hacer fue arrebatártelo mientras que tu luchaste para no soltarlo, ahí me percate de algo, todas tus manos estaban por completo venadas, al final yo gane.
-¿Qué te paso?
Se que suena tonto que pregunte eso, ya que yo estaba presente cuando caíste del segundo piso y te estrellaste contra la mesilla de cristal que estaba en el living, pero a pesar de todo eso tu seguías sin decir ni una sola palabra, en verdad me odias tanto.
-Por favor Naruto, solo contéstame.
Vi como no planeabas contestarme, tal vez mi padre tenia razón, había logrado lo que en un principio quería, que me odiaras y pidieras el divorcio.
-Si me conteras no te volveré a molestar.
-¿Qué… que quieres saber?
Fue débil y casi inaudible lo que dijiste, pero me sentía mejor al haber logrado que me contestaras, aunque de igual forma me sentía culpable, tu voz sonaba tan apagada.
-¿Por qué lo hiciste?
Fue lo único que paso por mi mente, y lo que realmente sentía, vi como me veías con incertidumbre y pude descifrar esa mirada en seguida.
-¿Por qué te interpusiste cuando Karin me quería clavar el cuchillo? ¿Por qué no dejaste que ese cuchillo me hiriera a mí?
Desviaste tu mirada de mí hacia esa enorme ventana que había en el cuarto, una ligera corriente de aire que movía las cortinas blancas las cuales eran ligeramente iluminadas por unos tenues rallos de luz de luna, tu mirada se fijo en un solo punto que yo no pude encontrar, estuviste así unos cuantos minutos, los cuales me estaba matando, y sin previo aviso y con la mirada a un en ese indescifrable punto me contestaste con la misma voz ausente que la primera vez.
-Por que yo te amaba…
Cuando mencionas el apellido Uchiha, lo único que se te viene a la mente es una persona, fría, distante, inteligentes, sin emociones (o tan leves que nadie las percibe) totalmente autoritaria, que nada era capaz de perturbar su entorno o su ritmo.
Pero esas palabras habían hecho que todo aquello se olvidara, como si fuera una hoja que fue desgarrada y quemada.
-¿Me…amabas…?
Mi voz temblaba, y aun dudoso pregunte eso con suma duda, me quería, no, había dicho que me amaba, aun no comprendía que era todo eso.
Me miraste con algo de tristeza, no entendía esa mirada, si debo aceptar que me conmociono la noticia pero y eso, se supone que yo ya lo sabia, cuando se lo dijiste a ese Gaara.
-He contestado, ahora… vete.
-Naruto…
-Por favor… firma el divorcio, me ir lejos, ni siquiera tienes que hacerte cargo de los gastos del hospital, no volveré a aparecer en tu vida…
¿Por qué dolía tanto escuchar esas palabras? Y mas pronunciadas por ti, era extraño ahora que escuchaba lo que todo un año había deseado tanto no me hacia feliz.
-Señor no puede estar aquí.
Mire a mi lado derecho ¿Cuándo había entrado la enfermera a la habitación? Dirigí mi mirada hacia Naruto, tenía el control y mantenía el botón rojo apretado.
Fui sacado a empujones del hospital mientras que veía como esa enfermera regresaba por la misma dirección ¿Lo había arruinado?
Todo ese mes se me había hecho un infierno, los papeles de divorcio me llegaban todos los días, siempre firmados por Naruto ¿Tan desesperado estaba? También estaba el hecho de que no lo había podido ver en ese mes, después de lo de esa noche, mi padre había triplicado la seguridad, y para colmo ese pelirrojo Gaara te visitaba todos los días.
Esa noche llegue a la casa, bueno la verdad es que no supe exactamente como es que había llegado, solo tenia un vago recuerdo de estar recostado y ser cargado hasta un lugar, cuando abrí mis ojos me di cuenta de que se lugar era mi habitación y donde estaba recostado es mi cama.
Mire a mi alrededor todo estaba hecho un asco, no recordaba la ultima vez que vi la casa así, camine sosteniéndome de la pared por que aun me encontraba mareado por la borrachera del día anterior, hacia el baño, este no tenia pinta de estar mejor, las toallas que en algún momento fueron blancas se encontraban tan negras como mi cabello, el piso se encontraba resbaladizo y lleno de una sustancia viscosa que no quise averiguar.
Una hora después Salí del baño lo mas presentable posible, bueno no tenia ropa limpia, la casa estaba echa un chiquero y la verdad es que en todo ese mes no había hecho otra cosa que no fuese tomar ¿En que momento mi vida se convirtió en esto?
No sabia el porqué, no, si lo sabia pero después de todo lo que había pasado no tenia el mas mínimo derecho a reclamar nada, que podía decir, lo siento, me equivoque, por favor crean en mi, denme otra oportunidad, como si alguien realmente me fuese a creer y dar otra oportunidad, si ni yo mismo sentía que ni me la mereciera.
-¿Sasuke-san?
Me gire al escuchar que alguien me llamaba, kakashi-san, se encontraba parado en el marco de la puerta, mientras sostenía en su mano izquierda una bolsa de víveres y en la derecha un sobre de color amarillo, no había necesidad de ser un genio era lo que todos los días tenia a primera hora en el buzón, los papeles de divorcio.
-Sasuke-san ¿Qué hace levantado? Aller llego muy tomado debe de descansar un poco más.
-Estoy bien…
Fue lo único que salió de mis labios, mientras caminaba hacia lo que alguna vez fue una sala, y hoy parece más un basurero me senté en el único logar que sabía que no me llenaría de algo.
-Kakashi-san ¿tú me trajiste ayer a casa?
-Hai, te encontré en un bar muy tomado y lo único que se me ocurrió es traerte de regreso, pero a todo esto ¿Qué le paso a este lugar? Esta hecho, con todo respeto, una porquería.
-Kakashi-san ¿Por qué mi vida se convirtió en esto?
Sabía que era tonto preguntarle este tipo de cosas a kakashi-san y aun más después de saber que él vio todo lo que ocurrió en todo ese año.
-Sasuke-san yo…
-Kakashi-san ¿Por qué lo que más anhelamos se convierte en nuestra desgracia? ¿Por qué siempre la razón llega a nosotros demasiado tarde? Je es tonto que te lo pregunte a estas alturas…
-Tal vez es como dicen, nunca sabes lo que tienes hasta que lo ves perdido.
Nunca me había detenido a pensarlo así, bueno se suponía que yo quería ser un hombre libre y divertirme, ok acepto que antes de casarme con Naruto jamás se me hubiese pasado por la mente acostarme con cualquiera, bueno si lo había hecho pero no sin antes al menos averiguar como se llamaba.
-Pero él sigue casado con migo…
En este último mes me había esforzado a negar, lo que era más que obvio, Naruto alguna vez me amo, y sabia muy bien que ese amir ya no existía pero me negaba a aceptarlo, después de todo al fin había visto la verdad.
-Sasuke-san…
Note el tono con el cual kakashi-san dijo mi nombre, era pesar, lastima, desilusión.
-Kakashi-san lo he decidido… lo quiero a mi lado.
Dije decidido, tal ves no lo amaba como alguna ves él me amo, pero quien dice que no se puede vivir bien con alguien que te hace sentir cómodo.
Salí de la casa, tenia que ver a Naruto pero también sabía que esa odiosa enfermera, sin contar con las que seguramente mi padre contrato, no me dejaría ni tocar la puerta.
-Uchiha-bastardo ¿Estas seguro de esto?
-Tu solo has que esas enfermeras se alejen de la puerta.
Respondí mientras que me observaba nuevamente en el espejo que estaba en el año de hombres del hospital, me aterre, realmente nunca creí que me pareciera demasiado a ese estúpido de Sai, pero ahora viéndome con ese estúpido peinado que siempre lleva y esa ropa que solo usaría un prostituto, sin mencionar el trabajo que me costo imitar ese estúpida sonrisa hipócrita que siempre lleva en el rostro, no cavia duda, era exactamente igual que él.
Pero claro que no lo aceptaría delante de él, nunca mas viviría en paz.
-Entonces ¿Por qué luzco exactamente igual a ti?
-Porque por fin se va aprovechar que te parezcas tanto a mi, ahora ve anda.
-Solo una duda más.
-Ahora que.
Que no podía solamente Hacer un favor, sin preguntar tanto, a todo esto sabia que era estúpido pero hoy rompió su propio record.
-¿Por qué luces igual que yo?
-Esperas a que me reconozcan, si te llegan a atrapar yo seré Sai y tú serás Sasuke.
-Ha ok ^_^
-Ahora ve.
Me escondí en la habitación al lado de la tuya, una mujer de edad avanzada me miro y después una enorme dentadura falsa se asomo, tan solo sonreí con algo de miedo.
-Hola, hola jovencito.
-Buenos días Oba-chan.
-¿De quien te escondes?
-No, no se…
No pude terminar la oración escuche como por el pasillo corría alguien, supe que se trataba de Sai en cuanto escuche la voz de la enfermera que me había sacado la semana pasada del cuarto de Naruto,
Salí como rallo del cuarto de esa anciana y entre al de Naruto serrando la puerta casi al instante.
-¿Sai?
Escuche la voz de mi hermano y me tense, no esperaba verlo ahí, me gire y con un poco de nervios me acerque al lado contrario de la habitación del que se encontraba él.
-Hola her-Itachi.
-¿Estas bien? Te noto algo nervioso.
Tonto hermano mayor y sus tontos sentidos desarrollados.
-Lo que pasa es que me encontré a Sasuke afuera y tuve que correr para que no me alcanzara.
En ese momento fue cuando me percate de otra presencia en el cuarto y no era la de Naruto, ese pelirrojo había ido a visitar a Naruto, ese hombre verdaderamente no tenía otra cosa mejor que hacer.
-¿Uchiha Sasuke?
-Ha permita que te presente, este es mi primo Uchiha Sai.
Note la cara de confusión que tenia ese pelirrojo, sonreí de lado, apuesto que en ese momento estaba bastante sorprendido.
-Un gusto.
Extendí mi mano, en forma de saludo, él la tomo, sin dejar de verme directo a los ojos mientras que él no dejaba esa mirada dura, y aunque lo odiaba yo tan solo sonreía como lo hacia el estúpido de Sai.
-Itachi-san seguro que son primos.
-Gaara-kun se que es un poco increíble pero Sasuke y Sai solo son primos, no te preocupes aun a pesar de esa apariencia que tienen tan iguales, te aseguro que Psicológicamente son completamente distintos.
-Valla es como ver a ese Uchiha pero mas agradable.
Note el tono de burla en su voz, pero no me iba hacer caer, se notaba a leguas que ese astuto pelirrojo no se la había tragado, y eso no me importaba en lo mas mínimo, había hecho toda esta farsa solo con un propósito.
Me gire hacia la cama, Naruto estaba sentado en la cama con un plato en la mesilla donde sirven los alimentos, había llegado a la hora de la comida.
-Naruto-chan me tengo que ir, mi padre me necesita y tan solo vine a darte la buena noticia, saldrás en dos semanas.
-¿En serio Itachi –san?
-Por supuesto, supongo que has de estar un poco enfadado al estar encerrado en este cuarto todo este mes.
-Un poco.
-Te dejo, cuídate.
-Hai Itachi-san.
Cuando mi hermano salió de la habitación, me siento un poco más seguro de continua con mi plan, ese tonto peli rojo no conocía al estúpido de Sai y al parecer Naruto estaba más concentrado en comer que en mi.
-Naruto dime Sasuke no te ha vuelto a molestar
Ese estúpido pelirrojo que le importaba si iba y veía al que todavía era mi esposo, pero note como Naruto se le quedo viendo con una triste sonrisa.
-La verdad no lo se, Fugaku-sama puso seguridad.
-¿Y lo del divorcio? ¿Cómo va?
-Sasuke-san no ha querido firmar.
Note un grado de desilusión, ¿realmente Naruto quieres que firme el divorcio? Bueno y porque no, había sido el peor esposo, el peor de todos.
-Gaara ¿y tu Trabajo?
-Esta bien, puedo faltar, además estoy preocupado por ti.
-Eh, eso no, no puedes hacerte el vago, yo ya me encuentro mejor y tu tienes que ir a trabajar, no le puedes dejar la carga a los demás.
-pero…
-No quiero que por mi culpa, se vea afectado tu trabajo, así que anda ve.
No sabia el porque, pero tenia la sensación de que Naruto prácticamente estaba echando de su cuarto, a ese pelirrojo, pero no sabia la causa.
-Este bien, te veré mañana.
Lo vi salir por la puerta me dedico una mirada no muy grata antes de salir, tal ves no le agrade, bueno y eso a quien le importa, cuando gire mi rostro Naruto tenia la mirada clavada en la ventana.
-Podrías dejar de fingir ya… Sasuke-san.
Me petrifique, ¿Cuándo se había dado cuenta? Ni siquiera Itachi pareció sospechar nada y ese pelirrojo bueno el no conocía a Sai así que por mas que le halla botado no podía decir nada, pero ¿Cómo Naruto se dio cuenta?
-¿Cómo lo supiste?
-¿Acaso lo has olvidado? Viví con tigo durante un año… te conozco lo suficiente, al igual que conozco a Sai-san, así como se también que si fueras Sai-san, jamás llamaría a Sasuke por su nombre y cuando entro me hubiera llamado “Mi Naru-chan”
Nunca pensé que Naruto fuera una de esas personas que recordarían las actitudes de las personas, simple pensé que tan solo se dedicaba a llorar
-Entonces ¿A que has venido?
Extraño…. No había otra forma de describirlo, la persona que estaba recostado en trente de mi era un completo extraño, su actitud, su vos nada era como lo recordaba.
-Vengo a que me digas la verdad.
Aun te preguntara eso sabia a la perfección la respuesta, todos parecían divertidos cuando me la decían, y aun así no la aceptaba.
Pero no sabia que pensar por algunos momentos pensaba que era cierto, que lo que me habías dicho la otra noche, era la verdad, pero cuando recordaba como fue que nos casamos y las amenazas departen de mi padre comenzaba otra vez a dudar, pero no sabia que era lo que realmente sentía y eso era lo que me causaba mas frustración.
-¿La verdad?
-quiero saber absolutamente todo… eso incluye el hecho de de casaras con migo.
Su rostro es algo que en mi vida ya me había acostumbrado ver, pero no presto atención camino hacia aquella ventana por la cual Naruto vio la ultima vez que vine, nada interesante, o al menos nada interesante que ver en mi opinión.
Comenzaba a impacientarme aquel silencio, había perdido la costumbre del silencio cuando me case con Naruto, bueno y si no, mi vida de casado solo fue ir de fiesta en fiesta.
-Soy el hijo único de Minato y Kushina Namikae, mi madre murió cuando tenía cinco años, en un accidente de trafico, desde que mi madre murió, nunca mas recibí de nuevo el cariño de mi padre el cual comenzó a alejarse de mi, cuando cumplí seis, me enviaron a mi primer internado, ahí permanecí hasta cumplir los doce años, al día siguiente fui enviado al internado “Casen”, cuando cumplí los quince entre al internado “Konoha”….
Escuchaba todo lo que decía y la verdad es que no entendía el porque lo estaba diciendo ¿Por qué me estaba contando toda su vida?
-Cuando entre me enamore de un chico… él fue mi primer amor….
-¿Qu…qué estas haciendo?
No sabía que rallos se le había metido, Naruto de pronto comenzó a contar de cómo me lame de una forma bastante simple su vida, la cual era muy distinta de cómo me la había imaginado.
-Tú me pediste que te contara todo…
-me refería desde que supiste que te casarías.
Estaba por demás dispuesto a averiguas, si lo que me había dicho Kakashi-san era cierto y que Naruto no tenia ni idea de que se casaría con migo y que su padre solo lo utilizo para lograr hacer mas dinero.
-¿Acaso era tan malo desear que tu padre te amara?
No entendí su respuesta o mas bien dicho su pregunta ¿Qué tenia que ver eso con lo de estar casados? Si bien estaba al tanto de que el padre de Naruto no lo trataba con cariño, pero y eso que el mío también ignoro mi existencia hasta hace un año.
-Yo sé que tú pensabas que todo esto era mi culpa y que por eso actuabas como actuabas, pero yo no soy culpable, en verdad que no sabía que tú seria mi esposo.
Tal vez vio mi cara de confusión cuando dijo lo del amor de un padre, o quizás fue lo que sabia exactamente lo que estaba apunto de preguntar, no sabia exactamente que era lo que había hecho que dieta esa respuesta pero por primera vez algo estaba claro en mi mente… Naruto realmente no sabía que era yo el que se casaría con él.
Pero casi al mismo tiempo que esa duda se desvaneció apareció otra como si estuviesen de acuerdo para no dejarme en paz, y cada una era peor que la anterior, aunque con mucha razón.
-¿Por qué nunca me lo dijiste?
Me miro directamente a los ojos, era esa mirada de desilusión que me había mostrado la noche anterior cuando me confeso que me amaba…
-Dime Sasuke-san ¿Qué había sido mi presencia para ti el año que vivimos juntos?
Su voz sonó más que interesada por la respuesta desilusionada, el año en que vivimos como esposos Naruto solo fue para mí un tonto doncel con el cual me casaron y el que yo odiaba con todo mí ser.
- Ah… quizás fue…
Un suspiro algo pesado y con un tono de deslucen tras esas palabras cortadas salió de su boca, acaso esperaba que le contestara, me volvió a mirar y ahora con una sonrisa algo forzada dijo:
-¿Por qué no querías escucharme?
-Eso no es…
-¿Cierto?
Me interrumpió antes de que pudiera terminar la oración, pero cuando esta apunto de reclamar y terminar mi oración sin su ayuda de nuevo él tomo la palabra.
-Siempre serás mi primer gran amor, mi primera ilusión y al único que en verdad ame con todo mi corazón, pero todo ese amor que yo tenía para ti, desde que nos casamos, tú te dedicaste a matarlo y a hacerme sentirme el ser más despreciable de todo el mundo.
Dolor, esas palabras eran dicha con dolor en ellas, y al fin lo comprendí, amar a alguien que no te ama, era la cosa mas desgastante de todo el mundo.
-Naruto yo…
-Sasuke-san cuando te mire en la boda, vi al quien seria mi esposo, supe que no me podía amar y que nunca lo haría… pero pensé que al menos podría vivir tranquilos, no como un feliz matrimonio, pero si como amigos…
-Si me lo hubieras dicho yo…
-¿Tu?... tu me lo dijiste esa misma noche… “podremos estar casados, pero tú y yo jamás seremos nada. Nunca podría sentir más que asco por ti”
Por primera vez me di cuenta de cómo unas simples palabras – dichas en un arranque de rabia – podan lastimar a alguien.
Estaba algo choqueado su mirada ya no era la misma, o no para mi, era mas fría, mas distante, sus ojos ya no demostraban ese amor incondicional.
-Señor, ya le había informado que usted no puede entrar a este cuarto.
Cuando sentí un agarre y esa voz sonar me gire y vi entras a esa enfermera –la misma que la vez pasada – sujetándome los brazos y arrastrándome hacia la salida. Antes de que fuera completamente expulsado de ese cuarto gire por última vez mi rostro hacia Naruto, el cual aun mantenía aquel botoncillo rojo apretado. Había caído en la trampa dos veces.
-Por favor señor no complique más mi trabajo.
Y después de aquellas palabras la puerta del hospital fue cerrada, si esta vez no solo me habían sacado del cuarto de Naruto si no del hospital en general, me acomode de nuevo mi camisa, y comencé a caminar hacia la puerta principal.
-¡Uchiha-bastardo!
La voz de Sai me sorprendió, estaba a pie de la entrada sentado en una de las jardineras, cuando se paro y comenzó a correr hacia mi dirección, mientras que yo di media vuelta y caminar al sentido contrario, desgraciadamente me alcanzo.
-Esa enfermera es muy ruda en cuanto me atrapa me saco y mira o que le hizo a mi camisa.
Comenzó a quejarse aun después de que se subió a mi auto era tan fastidioso, pero decidí por primera vez no hacerle nada, no tenia tiempo, a demás de que tenia algo mas importante que hacer.
-¡¡¡Uchiha-bastardo!!!
No supe exactamente lo que paso, fue de hecho bastante rápido, solo sentí como Sai me arrebataba el volante y ponía el freno de mano mientras barios claxon se escucharon.
-¿Qué estas loco? Si te quieres matar as lo tu solo o es…
No me había movido ni un milímetro desde que Sai había tomado el control del carro, sentí como puso sus manos sobre mis hombros y comenzó a zangolotearme.
-¡¡Déjame, ¿Qué diablos te pasa?!!
Grite mientas me quitaba sus manos de los hombros.
-Eso es lo que yo quisiera saber, desde que saliste o más bien te sacaron del hospital as estado actuando raro ¿Qué te esta pasando?
Ta vez era momento de aceptarlo después de todo, y aunque me doliera aceptarlo Sai siempre lo supo o por lo menos estaba seguro que yo terminaría así, total mente confundido, estropeado y con una guerra de sentimientos dentro de mi, donde el odio por Naruto estaba perdiendo ya su influencia en mi y comenzaba, no había aceptado, lo que realmente comenzaba a sentir.
-Creo… no estoy seguro que...
Lo mire directo a los ojos, leí con perfección lo que en estos había, confusión, duda y un poco de miedo por creer que me había vuelto loco, y no estaba tan equivocado.
-Lo quiero a mi lado.