Me gustas…
Cap. #13 mi pasado, mis pesadillas y mi presente (Naruto)
Corría tan rápido como mis piececitos me lo permitían, o más bien como ese pantaloncillos todo holgado me dejaba, y es que correr y al mismo tiempo mantenerlo arriba con mis manitas no era tan fácil como se oía.
Detestaba esos pantaloncillos, de verdad que si pudiese solo andar con mis cómodos calzoncillos naranjas yo sería más feliz pero había una sola razón por la cual no me los quitaba en ese momento, al igual del porque estaba corriendo como si mi vida dependiese de ello.
-¡¡¡Oka-san!!!
Grite mientras que alcanzaba una de las piernas de mi mamá y me sujetaba fuertemente de ella impidiéndole moverse con aquella facilidad.
-Naru amor suelta a mami ¿sí?
Dijo con aquella voz dulce y comprensiva con la que me solía hablar, pero a pesar de eso yo negué frenéticamente mientras aferraba más mis bracitos contra aquella pierna.
-Minato te dije que no resultaría.
Sentí como después de esas palabras departe de mi madre unos brazos rodearon mi pequeña y casi invisible cinturilla mientras me comenzaba a hacer cosquillas para que soltara ese pie, para mi desgracia lo logro.
-No… Jajaja papi no Jajaja… yo quiero ir con mami Jajaja…
Aquella persona que me mantenía en sus brazos sujetándome fuertemente para que yo no volviera a correr contra el pie de mi mami, me volteo para que lo viese a la cara la cual con un ceño un poco fruncido comenzó a regañarme.
-Naruto-kun sabes bien que mami no te puede llevar.
-pero ella dijo que si me levantaba temprano yo iría.
Me defendí, a noche anterior me había ido a dormir a las ocho en punto, quería estar de pie para cuando mami fuera a la oficina a conocer los nuevos socios de la empresa en la que trabajaba, lo que mis padres no esperaban era que realmente me fuese a levantar temprano.
-Te lo dije Minato, Naruto si se levantaría.
-Ya esta bien tenias razón, y ahora señora sabia ¿Qué vamos ha hacer?
Mi papi avía aflojado el agarre con el que me mantenía preso entre sus brazos, lo cual no desaproveche de un brinco y sin ninguna delicadeza me solté de estos y cori contra aquella pierna que había sido mi objetivo principal.
-Yo quiero ir con mami.
No permitiría que aquella promesa se rompiese, había estado esperando por mucho tiempo, me había portado bien, obedecido y siendo un buen niño cuando papito y mamita se encontraban trabajando.
Además me lo había hecho antes me decían que mañana y al día siguiente se marchaba antes de que me despertara, así que ahora no podían convencerme de lo contrario.
-Esta bien amor, ve por tu chamarrita y nos vamos.
-¿Enserió?
-Hai…
-Estas segura Kushina.
-Déjalo Minato hoy solo voy por unos papeles y conocer a los nuevos socio y listo.
Regrese hecho una bala, no quería que mamita se fuera, ni siquiera me había puesto mi chamarrita solo la tome del closet de mi cuarto y baje lo mas rápido que esos pantaloncillos me lo permitieron.
-Vamos amor.
Mi mami me cargo entre sus brazos me despedí de papito y mamita le dijo que no tardábamos y que traeríamos la cena.
________º^º_______
Me encontraba más que aburrido, llevaba más de una hora sentada en una banca, dura de un pasillo muy largo, mi mamita me había dicho que no me moviera de ese lugar que solo iría por un sobre y regresaría en seguida, pero ya me había cansado.
-¿Qué es eso?
Me levante de esa fea banca, y corrí hasta el topé de ese largo pasillo, mi mirada se ilumino y sin darme cuenta una amplia sonrisa se apodero de mi rostro.
-Wow…
Era la pelota mas hermosa que había visto en toda su vida, no lo soporte la tome entre mis manitas, era de color azul marino, y trasparentosa, comencé a botarla.
Me encantaba cuando rebotaba en el piso después en el techo y al final a mis manitas otra vez, pero antes de que la pudiese volver a votar un niño se acercó a mi y me la arrebato.
-Esta pelota es mía.
Sus manos se encontraban en su espada, y entre ellas tenia aquella que hasta hace unos segundos era mi pelotita.
-Yo…
-¡No quiero que la vuelvas a tocar!
Me grito mientras que me sacaba la lengua y salía corriendo en sentido contrario y entraba por la misma puerta que hace mucho mi mamita entro.
Ya no soportaba estar en ese pasillo yo solito, hasta ese niño grosero había entrado al cuarto que mi mamita lo había hecho, entonces no había ningún motivo para que yo no lo hiciera.
Pero antes de que pudiera entrar mi mamita salió y me tomo entre sus manos, la mira y ella con una sonrisa comenzó a darme vueltas en el cielo.
-¡¡Naru amor!!
No entendía mucho lo que en ese momento me quiso decir mi mamita, pero una sonrisa se escapo y e sentí contento.
-Vamos a casa, seguro papito estará preocupado, si Naru
-Hai…
Dije contento, en los brazos de mi mamita, me abrazo y quede en sentido contrario al suyo, cuando abrí por fin los ojos de lo contento que estaba vi a un hombre con dos niños uno era el que me quito aquella pelota y el otro era un poco mas grande que el anterior pero muy parecido.
__________^.^___________
Me desperté temprano, mas de la cuenta, bueno no es como si hubiera podido exactamente dormir bien, había soñado con mi madre, lo que me causo un poco de dolor, hace tanto que no soñaba con ella, pero también me alegro, pude volver a ver su rostro, últimamente comenzaba a olvidarme de lo hermosa que había sido mi Oka-san.
También estaba el hecho de que por fin saldría de hospital y no es que me hubiese enfadado y ¿Cómo hacerlo? Si todos los días fui visitado por Gaara, Itachi-san y ocasionalmente por Fugaku-sama quien insistió que me quedara en su casa cuando saliera del hospital.
-Parece que alguien esta ansioso…
Escuche una voz proveniente de la puerta cuando me gire, el doctor kisame-san entraba al cuarto mientras que colocaba aquella tablilla que siempre traía consigo y comenzaba a revisar todas esas maquinas.
-Buenos días Kisame-san
-¿Ya sabes quien vendrá por ti?
Pregunto mientras terminaba de revisar todas aquellas maquinas y comenzaba a apuntar cosas en su tabla.
-Hai… ayer Itachi-san me dijo que vendrían él y Fugaku-sama.
-Debes sentirte muy afortunado Naruto-kun…
Me quede mirando sin entender nada ¿afortunado? ¿A que exactamente se refería con eso? Kisame-san se giro para verme y al parecer comprendió mi pregunta muda.
-El tener un suegro y un cuñado que se preocupan tanto por ti.
Tenia razón, había escuchado de muchas personas que los suegros solían ser todo un dolor de cabeza y ni hablar de los cuñados.
O podría ser por que en mi caso mi esposo era el que me odiaba, ahora que lo pensaba Sasuke-san no había venido desde la vez que se hizo pasar por su primo Sai-san.
-Bueno Naruto-kun fuera de lo que ya sabíamos todo esta bien, yo te avisare cuando lleguen por ti, y te daré las fechas de tus terapias y continúes con la rehabilitación.
Casi lo había olvidado, bueno no es como si me pudiese levantar de esta camilla, acostado día y noche todo este tiempo, no había sido precisamente consiente de mi estado.
-Kisame-san ¿cr… cree que pueda volver a caminar?
Si tenia que aceptar que me daba miedo quedarme “así” para siempre mas que nada, no era por miedo de cómo me traten, ya me había acostumbrado en cierto modo a eso, era que no quería ser una carga para Fugaku-sama e Itachi-san.
-No te preocupes Naruto-kun, estoy seguro que si sigues con las terapias y vienes a la rehabilitación pronto estarás de pie.
No sabia que era exactamente, pero la vos de Kisame-san me tranquilizo, bueno tal vez era por que es doctor y estaba acostumbrado a ese tipo de preguntas, pero aun así me dio un poco de fe.
-Gracias…
Después de un rato ya me encontraba listo para irme, bueno no fue mucho lo que prepare, solo un cambio de ropa y algunos artículos personales, y es que estando en el hospital solo usaba una bata toda trasparente que me avergonzaba al máximo.
Ahora solo llevaba un pantalón blanco y una camisa color azul cielo de manga larga y un suéter color café, a pesar del calor que asía yo me encontraba más cómodo de esa forma, y así ocultaba un poco mi tristeza.
-¿Naru-chan ya estas listo?
La voz de Itachi-san me saco de mi temporal sueño, me voltea hacia él traía tan solo un pantalón negro y una camisa blanca con los primeros dos botones desabrochados, lo que me desconcertó, Itachi-san jamás salía de casa sin portar un traje perfectamente colocado.
-Ha…hai…
Tenia que aceptar que me había quedado sin habla, o más bien en shock, y un poco sorprendido, sentí como mi silla de rudas era empujada por Itachi-san mientras salíamos del hospital.
-Mi padre te esta esperando Naru-chan, si solo lo vieras esta tan contento hasta mando hacer un jardín en la parte de atrás por ti.
La voz de Itachi-san sonaba bastante alegre, lo que me saco una sonrisa involuntaria, sin percatarme como ya me encontraba en estacionamiento del hospital.
-Naru-chan ¿me permites?
Sabía perfectamente a lo que se refería, la camioneta, era imposible que yo pudiese subirme por mi cuenta a ella, y aun más ya que nunca lo había practicado.
-Hai…
El me tomo con mucha delicadeza de mis pierna y espalda, sentí que me levanto demasiado rápido así que lo único que pude hacer fue aferrarme a su cuello.
-Tranquilo, no te soltare.
Sentí como después de esas palabras me abrazo más de lo necesario, pero al igual me despego de él y me coloco en el asiento del co-piloto.
Llevábamos un buen rato arriba de la camioneta, la verdad me estaba poniendo nervioso por el silencio que se formo entre Itachi-san y yo, no era que fuéramos los mejores amigos pero con Itachi-san era fácil conversar.
-Hebi te ha estado extrañando mucho.
Me sorprendió que de pronto me hablara pero estaba contento de que ese silencio incomodo entre nosotros se rompiese.
-¿Cómo esta?
-Se la pasa pegado en la puerta esperando a que vuelvas.
Me sentía contento, me había alegrado mucho cuando Itachi-san me conto que hebi había regresado a la casa principal, ya que ahora podía verlo sin toparme con Sasuke-san.
-Incluso hoy, el tubo la culpa de que yo este así…
Dijo mientras que con la mano derecha y sin despegar su mirada del frente se señalo.
-Cuando me vio salir de la casa con las llaves de la camioneta en la mano no dudo y se me hecho en sima, y como no tenia tiempo para bañarme solo me puse lo primero que vi.
Bueno ahora ya entendía el porqué de que Itachi-san estuviera vestido de esa forma tan distinta a la habitual.
-Se me había hecho extraño, por como llego Itachi-san.
-Verdad, incluso Kisame me lo dijo, y que decir de mi padre, por que sabes esta es la ropa que uso cuando baño a hebi.
-¿Usted baña a hebi?
Eso si no lo sabia, bueno mas bien no me lo esperaba, ya que Itachi-san era un hombre por demás ocupadísimo, pensé que él no hacia ese tipo de cosas.
-Claro después de todo, en un principio él era mi perro, aunque la verdad solo lo empecé a bañar desde que fui por el.
-Yo pensé…
-si creo que no parezco la clase de hombre que pasa su domingo bañando a su perro.
Y no podía estar mas en lo cierto, no lo parecía en lo absoluto, aunque me alegraba, Itachi-san era más amable de lo que creí.
-Naru-chan cuando te instales te gustaría ir a pasear a hebi, desde que… bueno desde que pasó lo del accidente no ha salido a pasear.
-He…
Me sorprendió nunca espere que Itachi-san no lo sacara a pasear, a hebi le encantaba el parque, había ocasiones en las que batalle para sacarlo de él y regresar a casa.
-No me mires así, si no es por que no quisiera es hebi que se reusó a salir con migo.
Cuando llegamos a la residencia principal de los Uchiha, el primero en recibirme fue hebi, solo pude sentir como se me tiraba en cima y comenzaba a lamer toda mi cara y como Itachi-san hacia todo lo posible para alejarlo de mi.
-¡¡¡Hebi detente, ya basta!!!
Tenia que hacer un gran sacrificio para no reírme en ese momento, y es que no importaba como lo intentara Itachi-san siempre terminaba tirado de pompas y hebi sobre mi.
-No puedo creer que un animal derrotara a un Uchiha.
En cuanto esa voz se escucho, en una velocidad que nunca había visto en hebi, se alejó de mi corrió hacia el dueño de esa voz sentándose al lado de esa persona.
-Padre…
Instantáneamente Itachi-san se levanto del suelo y se paro en frente de Fugaku-sama, yo intente acercarme pero no pude, simplemente no fui capaz de mover la silla de ruedas y es que se había atorado con una de las piedrillas que marcaban el camino.
-Naruto-kun me alegra que ya estés mejor.
Se acercó a mi, mientras tomaba la silla de ruedas y le hacia una seña a Itachi-san para que lo ayudase.
-Lo siento Naruto-kun debí de pensar que era difícil moverte en un suelo disparejo.
Y antes de que siquiera pudiera decir algo sentí como era levantado con ti la silla e introducido en aquella mansión.
-Lo siento…
Molestias, era lo único que causo, desde que me case con Sasuke-san lo único que he causado a Fugaku-sama e Itachi-san, han sido molestias.
-Naru-chan…
-Naruto-kun, el único que nunca va terminar de pedir disculpa soy yo, así que por favor no sigas disculpándote.
La vos, aunque no pudiese ver su cara en ese momento, la vos de Fugaku-sama me lo había dicho todo, habíamos acordado que no volvería a pedir disculpas por las molestias de mi actual estado.
____________=^.^=__________
levaba mas de un mes en la casa principal de los Uchiha's, y la verdad es que me la estaba pasando de maravilla, todos son muy amables con migo, no podía decir que tenia tiempo a solas, y es que el tiempo que pasaba en el parque, con hebi y debes en cuando con Itachi-san, donde nuestros paseos inevitablemente se habían vuelto mas largos, a consecuencia de mi actual estado, de igual forma se me había prohibido la entrada a la cocina desde la ultima vez donde descubrí una faceta que los Uchiha's escondían muy bien. Exagerados, y es solo por estar cocinando me callo un poco de agua caliente en mis piernas, la cual por supuesto ni me quemo, pero en cuanto me descubrió Fugaku-sama no tardo mas de dos minutos cuando él junto a Itachi-san entraron gritando en urgencias que me estaba muriendo, y desde ese día se me prohibió la cocina, y aprovechando el tiempo libre me dedique a las terapias.
-Gracias...
y ahí estaba como era costumbre cada lunes y jueves, saliendo de la rehabilitación, la enfermera y doctora eran bastante amables con migo, y como era costumbre cada vez que salía, Itachi-san o Kakashi-san ya me estaban esperando.
-Gracias, Kakashi-san
Kakashi-san había bajado del auto mientras me habría la puerta y yo comenzaba a entrar al vehículo
-Naruto-san ¿como le fue hoy?
Me pregunto mientras encendía el motor para irnos a casa, ese día tenia que volver temprano, Fugaku-sama regresaba de un viaje y quería estar a tiempo para saber sobre mi asunto con Sasuke-san.
-Bien, gracias...
Ya había trascurrido mas de un mes que no vivíamos juntos, y en los cuales yo le había solicitado el divorcio, el cual al parecer Sasuke-san se había rehusado a firmar y de lo cual yo no comprendía el por que, se suponía que era lo que mas quería en cuanto nos casamos, el divorcio, el cual ahora después de habérmelo pedido durante tantos meses yo se lo otorgaba, sin pedir nada a cambio, tan solo su firma.
-Tranquilo Naruto-san estoy seguro que todo se resolverá.
La voz de Kakashi-san siempre me animaba, desde que vivía con Sasuke-san, él fue quien me ayudo a no sentirme tan solo en esa enorme casa, bueno él y su pequeño sora.
-Gracias Kakashi-san...
Sonreí lo mejor que pude, y es que la verdad pareciera como si Kakashi-san pudiese leer mi mente, pero supongo que era inevitable, él vio en primera persona mi “matrimonio” con Sasuke-san, aunque también mi cara no dejaba mucho a la imaginación.
Y es que desde que me había hablado con mi... con Minato-san, decidí llamarlo así, sin dejas de evitar el nombre y decirlo con naturalidad siento como si el dolor se va mas pronto, me había vuelto un fracaso para ocultar mis emociones.
Antes era perfectamente capaz de ocultar la tristeza y el dolor que sentía con tan solo una sonrisa, y ahora la mínima mención del nombre de Sasuke-san era capaz de hacerme llorar a mares.
Cuando vi el carro de Sasuke-san mal estacionado en el jardín principal de la residencia de los Uchiha's, mi sangre se heló ¿Sasuke-san había venido? Ese simple pensamiento provoco un temor inmenso
-Naruto-san espere aquí por favor iré a ver que pasa.
No supe bien como reaccionar, pero cuando pude comprender esas palabras Kakashi-san ya se encontraba fuera del vehículo y corriendo hacia la entrada principal de la casa.
Los segundo y minutos pasaban y nadie salía de aquel lugar, mi miedo poco a poco se calmaba, aun manteniendo esa intranquilidad dentro de mi, ¿y si Sasuke-san le había hecho algo a Fugaku-sama? El tan solo ese pensamiento hizo que tomase mi cilla y comenzara a dirigirme dentro de la casa.
-Y CRES QUE VOY A DEJAR QUE TE LO LLEVES!!!!
-NO NESESITO TU PERMSO ÉL... ÉL ES MI ESPOSO!!
Cuando entre pude escuchar con claridad los gritos que rezongaban en las paredes, era una discusión, Fugaku-sama y Sasuke-san estaba en alguna parte de la casa discutiendo... por mi culpa. Me había asustado, ambas voces, pero sobre todo la de Fugaku-sama, jamás las había escuchado tan molestas, furiosas, tenia miedo, miedo a que algo pasara, comencé a moverme tenia que encontrarlos.
Al fin había llegado al cuarto donde se originaban esos gritos, el despacho de Fugaku-sama, la puerta se encontraba serrada, quería entrar pero cada vez que mi mano se acercaba a la perilla esta comenzaba temblar, miedo, era lo que sentía de lo que me fuera a encontrar adentro.
-No...
No a eso no, miedo a ver algo que no quería ver, eso era lo que le tenia miedo, a ver sus caras furiosas.
-SASUKE ENTIENDE SOBRE MI CADAVER TE LO LLEVARAS...
La sola pronunciación de esas palabras me hizo abrir de un golpe la puerta y sujetar con fuerza mi silla, ambas personas que hasta hace un instante se estaban gritando, ahora se mantenían atentos en mí.
-Na... Naru...
Sentí, o mas bien dicho vi, como Sasuke-san se aproximaba a mi con una cara, que hasta ese momento jamás había visto y yo lo único que pude hacer fue apretar mas fuerte mi agarre con las ruedas de mi silla.
-No te atrevas a tocarlo... hijo.
La voz de Fugaku-sama me sorprendió, y pude darme cuenta que no solo a mí, Sasuke-san estaba siendo sujetado por el agarre de Fugaku-sama para evitar que él me tocase.
-Suéltame, sabes muy bien que él es mio.
De un manotazo, Sasuke-san se soltó del agarre de Fugaku-sama dando un paso hacia atrás mientras que petaba a Fugaku-sama con la mirada.
-¿Tuyo? Pero no me decías que por que te había impuesto esta tortura...
La voz de Fugaku-sama era sarcástica y hasta cierto punto culposa.
-Eso no me importa, solo quiero que me lo entregues... él es solo mio y este asunto no tiene que ver con tigo.
Tenia miedo de lo que Sasuke-san pudiera hacer, tenia sus puños cerrados y con forme avanzaba la discusión estos iban apretándose cada vez mas.
-No? Y, entonces con quien?
-Con migo.
Por un motivo que en ese momento no comprendía, Fugaku-sama había soltado el fuerte agarre que mantuvo sobre mi silla de ruedas, desde que interrumpí su discusión con Sasuke-san, y levantando sus manos comenzó a aplaudir.
-Felicidades hijo mio, veo que como todo Uchiha sigues manteniendo tu palabra.
Estaba confundido pero pude notar como Sasuke-san lo estaba mas, y es que a pesar de su inesperada reacción de Fugaku-sama, las felicitaciones que soltó eran mas con eje de desprecio que con verdadera felicidad.
-A que rayos viene eso?
-No te has dado cuenta aun?... no mi hijo es demasiado listo para que no pudiese darse cuenta de algo tan simple como esto, verdad Sasuke-san?
-Por eso he preguntado a que diablos viene esa reacción!!!
Temblé un poco ante el exaltado grito de Sasuke-san, una reacción que al parecer Fugaku-sama había notado, ya que se había puesto frente a mi con una expresión suave y con una de sus manos revolviendo un poco mi cabello de forma gentil con una sonrisa en su rostro, dándome a mi un poco de seguridad.
-No me ignores!!!
Nuevamente el grito exasperado de Sasuke-san había provocado en mi un espasmo y en Fugaku-sama una mueca de enojo, volvió asía mi con una sonrisa amable y un susurro “todo estará bien” y volteándose para quedar de nueva cuenta frente a frente con Sasuke-san.
-Hijo desde que descubriste “eso” en lo único que has pensado han sido una cosa, vengarte de mi, sé que mis acciones no fueron las correctas... pero yo quería algo mejor para ti que una vida llena de venganza, arregle tu matrimonio no para torturarte ni mucho menos para hacerte sufrir... lo hice para que fueses feliz, pensé que al casarte con Naruto-kun tú dejarías esa absurda venganza y te dedicarías a ser feliz...
-Feliz? Te recuerdo padre que a lo que tu llamas “eso” me quito lo único por lo que era feliz en esta vida!
-Se que hice mal, y no sabes que tan arrepentido estoy, pero que tu aun no puedas ser feliz es lo que mas me hiere.
-Herirte, ja! no me agas reír si nunca te ha importado que pase con migo.
-ESO NO ES VERDAD... y lo sabes, siempre he tratado de que me perdones.
-Sabes que eso no pasara.
-Si, lo comprendo, pero también comprendo que tú tampoco eres una blanca palomilla hijo mio.
Me sentía como un invasor, esa platica era demasiado personal, como para que un extraño, la estuviese oyendo, además por lo que podía observar a un causaba mucho dolor en ambos y era mejor no involucrarse en ello, comencé a echarme para atrás en mi silla de ruedas lentamente para no ser notado, solo que cuando estaba a punto de salir la silla no avanzo, cuando fije mi vista al frente, la mano de Fugaku-sama se encontraba deteniéndome.
-Aque te...
-Solo míralo.
Vi como Sasuke-san estaba a punto de cuestionar lo que Fugaku-sama le había dicho, pero él me sujeto y me puso por delante de el justo en medio de los dos.
-Tu me reclamas sobre “eso” por lo que yo te he pedido perdón sin fin de veces, de las que tu te has rehusado a perdonarme, pero yo te digo, has pensado en lo que le hiciste a Naruto-kun?
De un instante a otro yo me encontraba en medio de la discusión, y lo que era aun peor, era ya el sujeto de la discusión, intente con todas mis fuerzas echarme para atrás con mi silla, solo que siempre la mano de Fugaku-sama me lo impedía.
-Vienes aquí reclamando que él es tuyo y que te lo quieres llevar y cuanta barbaridad pasa por tu cabeza y en algún momento pensaste en lo que él siente y quiere.
Me gire, mi mirada se clavo en esa alfombra color tinto que adornaba esa habitación, no quería, mas bien no deseaba ser el sujeto por el cual un padre e hijo discutieran hasta hacerse daño.
-Naruto...
Me extremesi, no supe exactamente si fue por que el dueño de esa voz dijese mi nombre tan suavemente, o el que ahora sus manos sostuvieran a las mías, o simplemente el hecho de que en su mirada se poso sobre toda mi persona.
Intente alejarlo... bueno eso creía, mi cabeza comenzó a traicionarme, o era yo el que siempre la traiciono a ella? pero en esos momento era cuando mas anhelaba mantenerme encalma y tener ese control que al parecer todos poseían, excepto yo.
-Sa...Sas...suke-sa...n
-Naruto yo solo quie...
mi mano fue por un instante soltada y de nueva cuenta sujetada con mayor fuerza, mientras que se escuchaba como las llantas de mi silla rechinaban por las fuerzas opuestas que la sujetaban, Fugaku-sama me sujeto de la silla en cuanto Sasuke-san comenzó a hablar y de igual forma el me comenzó a jalar con la silla asía su lado.
-Sueltalo padre.
-No, Sueltalo tu Hijo.
(N/A: Naruto pasó de víctima a manzana de la discordia XD)
Comencé a pensar que esto podría durar años y que ninguno de los tres nos pondríamos de acuerdo, años en los cuales una familia se odiase, años de separación, desacuerdos, venganzas... odios y desprecios.
Me aterre, no no quería que otra familia pasara por eso, y menos los Uchiha's... y si lo evitaba... claro aun quedaba esa posibilidad, tal vez no pueda sanar todo pero podía hacer que el odio de Sasuke-san por su padre no creciera, podía evitar mas sufrimientos y tristezas, tan solo necesitaba sacrificarme... yo.
____________ flaSH back__________________
Tome mis rodillas entre mis manos y comencé a llorar, llevaba un mes así, desde que mamita se había ido, Oto-san era muy malo con migo, primero me ignoraba y luego ya no me miraba ¿Había hecho algo malo? No entendía, antes cuando hacía algo malo Oto-san me lo decía ¿porqué Oto-san no me lo decía ahora? ¿Por qué me ignoraba? Ya no me quería, o era por que mamita se fue con migo y la trajeron en una caja donde ya no despertó?
Todos se habían reunido en la casa, los amigos de mi papito y muchos más de mi mamita, todos vestidos de negro y tristes... mi papito se habían encerrado en su cuarto y me dejo solo. Después de ese día comenzó a ignorarme.
-Oto-sa....
De nuevo mi Oto-san salia de casa antes de que pudiera terminar la oración, me dirigí a la escuela, no solía hablar con casi nadie y es que decían que yo era un huérfano, por que no tenia mamá.
-Shogoi!!!!!!!!!!!!!
El grito de uno de mis compañeros me asusto, pensé que había sido mi culpa pero cuando voltee hacia donde estaba él, vi como entre sus manos sostenía un aparatillo.
-Ya devuélvemelo que lo vas a romper.
Otro de mis compañeros le había arrebatado el objeto (juguete) lo cual molesto a mi otro compañero.
-Ha... Préstamelo.
-No es mio, yo me tuve que sacrificar por él.
Me gire casi de inmediato, Sacrificarme? Que era exactamente lo que quería decir con esa palabra, no entendía, pero por su sonrisa y ese objeto (juguete) tenía que ser algo muy bueno.
-Y que hiciste para que tu hermano te regalara eso?
-Jeje... solo le tuve que decir a Oto-san que me dejara ir a la casa de un compañero.
-Y eso fue todo?
-Hai, mi nii-san me dijo que si le decía eso a Oto-san él me regalaría lo que yo quisiera... además me dijo que era el mejor hermanito del mundo, que me quería mucho.
Eso era todo, tan solo tenia que hacer lo que mi Oto-san y los demás dijeran para que me volviera a querer, para que me volviera a llamar Hijo, para que no me ignorara? Sonreí, era muy fácil, si, solo yo tenía que sacrificarme, como dijo mi compañero y me volverían a querer.
_____________flaSH back fin_____________________
-Yo... yo regresare con... Sasuke-san.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
.
continuara....