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Me gustas... por hikayukiaka

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Notas del capitulo:

Hola... se que much@s ignoran esta parte por eso casi nunca suelo escribir en ella jejeje...

bueno pero para los que la leen, como mencione en el cap anterior, al actualozar este cap, he borrado el de proyectos fic´s asi que ya no esta, puf se esfumo...

ahora lo que realmente importa, con vase en sus renwis, mensajes de face y por los del email, se ha decidiso cual es el sigiente fic a publicar...

Kokoro, el cual en lo personal y bien acertadamente es el que a mi tambien me gusta mucho, en realidad competia bastante con Sharingan Inn, el cual quedo en segundo lugar por dos botos O.O increible no? y es el que le tengo un poco mas de sentimiento personal.... 

ho bueno asi son las cosas, ahora en lo que respecta a la publicacion lo subire en seguida asi para cuando termine Me gustas... que ya esta en sus ultimos capitulos continuamemos con la sig historia.

 

espero que les guste este cap, el cual por razones que escribure en las notas finales entenderan el porque de todos es el mas dificil de escribir para mi.

 

Muchas gracias a los que continuan esta historia, los que dejan rw y los que no y previniendo las faltas de ortografia un perdon anticipado.

 

 

Me gustas…

Capitulo #17: En verdad me amas? (Naruto)

 

 

 

Me sentía peor que un mirón, una de esas personas que andaban tras los secretos de la gente para contarlos y ser los primeros en saberlos, y no es como si estuviera muy lejos de la realidad, cuando Itachi me retuvo al salir del restaurante, me sorprendió más el hecho de verlo ahí que el que me llevase por fuera de este a la parte más cercana de mi antigua mesa.

 

 

Y ahora me encontraba en shock, nunca hubiera imaginado que mi  padre y Fugaku-san se conocieran en aquellas circunstancias, y aún más sorprendente fue su historia, era como lo había dicho antes  Fugaku-san era como un drama de esos que solo pasan en la T.V. o en libros de adolecentes enamoradas locas por el drama.

 

 

-¿Te encuentras bien Naru-chan?

 

 

Y al sentir las manos se Itachi-san en mis hombros Salí de ese shock en el que me encontraba, le di un rápido movimiento de cabeza, en forma de asentimiento y volví a girar mí mirada a los dos hombres que aún se encontraban dentro.

 

 

-Sasuke sé que cometí muchos errores en esta vida, y que después de conocer mi versión, tú opinión sobre mí puede que no cambie mucho, pero hay algo que quiero que siempre te  quede claro y es que te amo hijo, y que todo lo que he hecho ha sido por amor.

 

 

No sabía si las ganas de llorar eran por las palabras tan honestas y el corazón que Fugaku-sama había entregado a Sasuke-san, o porque yo había pasado toda mi vida deseando esas mismas palabras.

 

 

-¿Amor?

 

 

La voz de Sasuke-san salía como un susurro, un susurro lleno de tristeza, confusión y algo de ira, mientras que intentaba mantenerse quieto en su silla.

 

 

-Sé que te sentirás confundido, y que te preguntaras ¿En dónde está el amor?, pero créeme hijo que el dejar a tu madre no solo fue por egoísmo propio.

 

 

-¿Ha no?

 

 

-¡Por supuesto que no! Tal vez no amaba a tu madre, pero jamás tuve un motivo para despreciarla, ella fue la mejor esposa y compañera  y una excelente madre que cualquier hombre podría pedir.

 

 

-Entonces ¿por qué la dejaste… nos dejaste? ¿Por amor?

 

 

La voz de Sasuke –san aún se notaba sarcástica y furiosa, sentía que en cualquier momento se levantaría de esa silla de madera, tumbaría la meza y se lanzaría contra Fugaku-san a golpes, hasta que ese coraje que sentía se saciaría o al menos hasta que su cuerpo se cansara.

 

 

-Hai, se lo difícil que te cuesta entenderme hijo, pero quiero que lo sepas, tu madre fue la mujer perfecta no solo para mí, sino para cualquier hombre, pero ese no fue el motivo por el que me fui… ho no hijo el motivo por el que me fui fue por mí.

 

 

-No intentes ahora enmendar tus errores, tu nos dejaste y el motivo es lo de menos, le rompiste el corazón no solo a mi madre, si no a mí también, o ¿Qué esperabas que sintiera cuando te fuiste sin dar ninguna explicación? O ¿Cuándo volviste después de su sepelio como si nada hubiese pasado?

 

 

-Sasuke yo nunca me fui, siempre estuve cercas de ti, de tu madre, inclusive de tu hermano, el que no me vieras no significo que los abandone a su suerte.

 

 

-¿Entonces por qué no volviste?

 

 

Me sentía peor por cada segundo que pasaba, era como estar viendo esas discusiones de familias y no poder hacer nada, podía ver el dolor tanto en los ojos de Fugaku-san como en los de Sasuke-san, y aun que me quisiera retirar no podía.

 

 

Y no era por Itachi-san, que hasta ese momento note que ya no me sostenía de los hombros, no, era porque quería saber, al igual que Sasuke-san quería saber los motivos de Fugaku-san para no volver.

 

 

-No podía

 

 

-¿Por qué?

 

 

-¡¡Por mí!!

 

 

-¿Qué quieres decir con eso?

 

 

Note como el padre de Sasuke-san suspiro y como sus ojos comenzaron a ponerse vidriosos, acaso estaba a punto de llorar, bueno lo reconocía, yo había estado soltando un par de lágrimas desde hace rato y aunque las limpiaba no pasaba mucho para que otra la sustituyera, y aun a pesar de eso intentaba con todo mi auto control no soltarme a llorar ahí mismo.

 

 

-Que desde que me case con tu madre, pude ver el dolor que tanto se esforzaba en ocultarme, como evadía el tema de la verdadera causa de nuestro matrimonio y el cómo  al paso de los años se había vuelto una experta en fingir que nuestro matrimonio era perfecto, que no le importaba que no la amara, que ya no me preguntaba nada o que simplemente me ignoraba… y supe que no podía seguir haciéndole esto ni a ella ni a mí, sé que la forma no era la correcta, tan solo esperaba que tu madre entendiera que era lo mejor, que podría hacer y seguir su vida como quisiera, tal vez buscar al verdadero amor, un amor que la amase tanto como ella amaba.

 

 

-¿Y esperas que crea que eso es verdad?

 

 

-Sasuke hijo, no espero que lo creas, espero que lo veas.

 

 

Me sentí a congelar cuando Fugaku-san movió su cara hacia la dirección en donde me encontraba, daba un ligero asentimiento y regresaba su mirada hacia Sasuke-san.

 

 

-Dime con toda sinceridad hijo ¿Por qué te rehúsas a dejar ir al joven Naruto-kun?

 

 

-…-

 

 

 

Creo que me encontraba igual que Sasuke-san, confundido, sorprendido e impactado por la pregunta, no sabía que el señor Uchiha hubiese escuchado nuestra conversación, pero cuando, vi la boca de Sasuke-san abrirse y serrarse sin que de esta saliera algún sonido me inquietaba aún más que la pregunta.

 

 

-Cuando te obligue a casarte con el joven Naruto-kun, ese mismo día viniste a mí pidiendo el divorcio, lo ansiabas, y ahora que se te presenta la oportunidad de alejarte de esa rareza, como lo llamaste, y ahora simplemente te niegas ¿Por qué?

 

 

-Yo… yo no…-

 

 

No sabía que era lo que me causaba más inquietud, si el silencio de Sasuke-san o las cuestiones de su padre.

 

 

Me sentía como si la preguntas que Fugaku-san le hacía a Sasuke-san fueran más que nada para que aceptara o mejor dicho confesara todo lo que hasta ese momento hubiésemos vivido, que de un momento a otro dijera que era una forma de castigarme, que no permitiría que yo fuera feliz cuando le había arruinado su vida.

 

 

-Sé que no es porque lo amas, me lo has gritado tantas veces, y aunque no lo hicieras era más que evidente, el las cenas lo dejabas solo para coquetear con alguna chica, había noches que no llegabas a dormir o que simplemente tenías el descaro de que tus amantes llamaran a la casa sin importarte que él contestara, que jamás le preguntaste o aún más, nunca te detuviste a pensar en su sentir entonces dime Sasuke ¿Por qué?

 

 

-No… yo no…-

 

 

Intentaba saber que era lo que  provocaba que mi corazón sintiera este dolor, que Fugaku-san supiera y cuestionara ahora las faltas que tubo Sasuke-san en nuestro matrimonio, lo que me hacía no solo avergonzarme, vergüenza que era causada de que por todo el tiempo que pase con él e Itachi-san siempre intente hacer parecer a Sasuke-san como un hombre cordial, trabajador y siempre respetuoso, y ahora vendría a ser revelada o que simplemente Sasuke-san siguiera sin poder responderle a su padre.

 

 

-Se y entiendo que no amaras a nadie hijo, y que el joven Naruto-kun no era precisamente el primer ser para que consideraras desposar, pero también sé que tampoco es una persona tan desagradable para no intentar llevarte bien con él.

 

 

Quería llorar, no aun peor quería detener el llanto que ya se había agrupado no solo en mis ojos, si no en mi garganta haciéndome hipear al tratar de callarlo, para que no solo Sasuke-san no me viese en esta situación, si no para que Itachi-san dejase de verme con esa expresión tan triste.

 

 

-Sasuke hijo, cuando Minato se presentó ante mí, con el falso afán de unir nuestras familias en un matrimonio, no te he de negar que mi primera opción como pareja del joven Naruto-kun no fuiste tú, sino tu hermano Itachi. 

 

 

Mi mirada voló a la cara de Itachi-san y por su expresión, seria, gentil y tranquila, supe que esa confesión por parte de su padre no le causaba el mismo asombro que a mí, que él lo sabía, sabía todo lo que en ese momento Fugaku-san le estaba confesando a Sasuke-san y aún más.

 

 

-Tú… A mi hermano.

 

 

-Hai, yo conocía al joven Naruto, no directamente claro, solo lo había visto en contadas ocasiones en los festivales de los internados a los que solía asistir y supe cuando Minato me propuso la unión de nuestras familias que todo era una treta, que su objetivo era cualquier otro que el ser una familia, y pensé en el joven Naruto, en los años que había pasado solo y en lo que a opiniones me había hecho a la idea de su ser, y supe que la persona más adecuada para hacerlo feliz  era tu hermano Itachi.

 

 

Me sentía un poco culpable, había estado comparando a Sasuke-san con su hermano todo ese tiempo, y es que no era solo que Itachi-san fuera la persona que más me había hecho sentir en una familia si no el hecho de que esperaba que mi propia familia fuera con un hombre como lo era Itachi-san…

 

 

Con alguien que no importara lo ocupado o importante que era su trabajo, se diese el tiempo para hablarme y preguntarme sobre mi estado de ánimo, que saliéramos a pasear mientras conversábamos de nuestros intereses, así como sorprendernos de los que teníamos en común, que recordara las cosas que me gustan y buscar hacer algo lindo para mí, que riera con migo y debes en cuando dijera algo lindo de mi o sobre mí.

 

 

Ok ahora si me había rendido, no pude evitar echarme a llorar en los brazos de Itachi-san, me sentía un poco culpable, y más aún después de haber escuchado a Fugaku-san, porque no era como si hubiera imaginado que todo aquello que había esperado de mi matrimonio con Sasuke-san se hubiera hecho realidad, era que deseaba que Sasuke-san fuera un poco como su hermano y eso me hacía odiarme por compararlos y desear algo así.

 

 

-Está bien Naru-chan…

 

 

Sus palabas dulces y su forma tan cálida con la que aún me sostenía, me hacía sentir aun peor, quería estar en esa familia, querida pasar las cenas en esa casa enorme mientras escuchaba las discusiones sin sentido de Fugaku-san e Itachi-san, quería pasar las tardes con Hebi en aquel parque mientras lo apartaba de la cara de Itachi-san, deseaba seguir contestando las constantes preguntas de Fugaku-san sobre mis días y aunque eran más como las de un padre preocupado por su pequeño que ha volado del nido no podía evitar sentirme feliz por eso, quería seguir sintiéndome parte de una familia que me ama, en verdad que quería seguir amando a Sasuke-san.

 

 

-Naruto.

 

 

Aquella voz no solo hizo que mi llanto cesara, también provocó una reacción automática para alejar el cuerpo de Itachi-san de mí, y es que aunque sabía que no había estado haciendo algo malo, aun en mi sub-consiente sentía esa culpabilidad, por estar comparando a esa persona que ahora me miraba con aquel ceño fruncido y con los ojos crispiantes de furia, que por extraño que pareciera no sentí el odio que reflejaban.

 

 

-Itachi maldito tú también estas aquí.

 

 

-Sasuke hijo, entiendes ahora que lo que te digo no es solo por tu bien, es por el de todos.

 

 

Vi como Fugaku-san salía detrás de Sasuke-san, y por como venía, suponía que Sasuke-san nos había visto por las ventanas del restaurante y había ido a con nosotros.

 

 

-Ahora lo entiendo padre, ahora sé cuál es tu urgencia de que firme esos dichosos papeles, es que le dé el divorcio a Naruto para así poderlo casar con el que siempre fue tu primera opción.

 

 

Sería la culpa, que ya por si sola me estaba haciendo sentir nauseas o la mirada furiosa de Sasuke-san lo que me impedía levantar la vista de aquel camino hecho de pequeñas piedrecillas, no quería pensar en lo que en esos momentos cruzaba por su cabeza, seguramente pensaría que lo había planeado todo, así como pensó que lo de la bosa había sido una treta mía, que había llamado a Fugaku-san y a Itachi-san para alejarme de él o que esta situación era justamente lo que había estado planeando, que su propia familia se volviera contra él, que defendieran más a un extraño que a un miembro con su misma sangre.

 

 

-Ototo-baka esto…estas completamente equivocado si piensas que…

 

 

-¿Qué, que Aninki? ¿Qué te pusiste de acuerdo con padre para apresurar los tramites del divorcio y así poder cortejar a Naruto para desposarlo en cuanto firmara?... ¡No me quieras ver la cara de imbécil! Si de antemano sé que mi aun esposo te atrae  y que no lo has disimulado muy bien en todo este año ¿O vas a atreverte a negarlo?

 

 

Comenzaba a marearme, ¿Le gustaba a Itachi-san?, ¿Le gustaba como pareja?, no deba ser una confusión, si era lo más seguro, tal vez Sasuke-san había dicho eso por el calor del momento, nos había visto abrazados por detrás de aquellas ventanas y había mal interpretado las cosas, si seguro que era eso, además yo no podría gustarle a una persona como Itachi-san, eso sería… absurdo.

 

 

-Ototo no hagas esto, sabes perfectamente por qué estamos aquí.

 

 

-Lo único que sé es que no has contestado a mi pregunta Aninki ¿Te gusta mi esposo sí o no?

 

 

Sentí un aire helado soplar y después el suspiro del hermano mayor de Sasuke-san, mientras lo miraba a los ojos, y a pesar de que el aire helado ya había pasado, lo sentí incrustado en mi espina dorsal advirtiéndome de que algo malo iba a pasar.

 

 

-Hai Ototo-baka  no solo me gusta tu esposo si no que estoy enamorado de Naru-chan, eso es lo que querías escuchar no?

 

 

-¡Itachi!

 

 

-No me digas nada padre, lose, sé que prometí guardar mis sentimientos para mí, pero si mi Ototo-baka quería que lo confesara lo haría y no me arrepiento de lo que dije y siento, porque esa es la verdad.

 

 

Yo entendía por qué en esos momentos sentía como algo dentro de mi se hubiese roto, y me hacía a la idea del estado de mi cara así como  de la expresión que esta tenia, lo que no sabía, ni sospechaba era el significado del porqué de la cara de Sasuke-san tenía la misma expresión que la mía.

 

 

Si cuando enfrente a mi padre esa tarde me había sentido confiado, porque a pesar  de lo que hiciera o dijera no podría borrar el recuerdo que me había regalado, inconscientemente claro, del de una familia al haberme casado con Sasuke-san y aunque me recluyera en un internado o en alguna de sus propiedades hasta que el mismo se olvidara de mi existencia, siempre tendría el recuerdo de una familia, y con eso me bastaba.

 

 

Solo que ahora, ese recuerdo ya no existía, Sasuke-san nunca había sido ni se había comportado como un esposo, ni meramente aceptable, Itachi-san sin ser consciente de sus acciones había roto el ideal que me había planteado de hermano mayor, y ahora Fugaku-sama estaba recordándome como un padre amoroso, puede transformarse en uno lleno de decepción.

 

 

Y lo que era aun peor… yo era el causante de todo aquello.

 

 

-Je…je… siempre supe que te gustaba Naruto Aninki, pero nunca crei que llegaras a decírmelo delante de él.

 

 

Aquellas pupilas negras se clavaron en mí, y pude sentir como tanta claridad lo que en ese momento Itachi-san sentía.

 

 

-Lo siento Naru-chan, no es algo que hubiera planeado, y cuando quise negarlo ya era demasiado tarde…  y quiero que sepas que esto no va a cambiar nada entre nosotros…

 

 

-Ho por supuesto que no lo hará.

 

 

Antes de que Itachi-san pudiera terminar lo que me estaba diciendo, Sasuke-san, lo había interrumpido, camino hacia donde estaba yo y se interpuso ante su hermano con una mirada retadora.

 

 

-Sasuke…san…

 

 

Fui incapaz de decir más, tan solo decir su nombre me había costado, sentía como si trajera una mordaza en la boca, como mis manos fueras atadas a aquella silla.

 

 

-Aninki sé que lo amas, y sé también que tú en el pasado y aun ahora pudiste y puedes seguir siendo un mejor prospecto para hacer feliz a Naruto, pero él…él es mi esposo, y no te lo daré, ni a ti ni al mapache sin cejas ni a nadie.

 

 

Pensé que había sido mi imaginación cuando sentí el rebitar de mi corazón hasta mi garganta, y así lo hubiera seguido pensando si no fuera porque ese rebitar se repetía una y otra vez mientras que mi aun esposo, había tomado mi silla de ruedas empujándola lejos de su padre y hermano.

 

 

-¡Sasuke hijo no lo hagas, lo vas a lastimar!

 

 

Y mientras entrabamos al elevador del hotel aun pude escuchar aquella frase de Fugaku-san que me hizo recordar, que esta situación tan solo era por puro y mero capricho de Sasuke-san, capricho que cuando pasara seria yo el que se llevase la peor parte… como siempre.

 

 

 

________________________o.O___________________

 

 

Me había negado a salir del cuarto de baño, en cuanto Sasuke-san abrió la puerta de la recámara, simplemente me consumió el pánico, tome la palanquilla de mi silla y agradecí profundamente que los guarda ropas estuvieran dentro del cuarto de baño, ahora que lo miraba mejor, gracias a las dos horas que llevaba dentro, podía apreciarlo por completo era bastante amplio, una ducha con división de cristal, un yacusi  para dos personas, una gran traza y un lavabo con los dos lados llenos de pequeños utensilios que los hoteles llenan para sus huéspedes, lociones, cremas, sales apara el yacusi, shampoo y acondicionador, todo en ese baño lucia muy lindo.

 

 

-Naruto sal por favor tenemos que hablar.

 

 

Me sentía temeroso, mi mirada no se había apartado de la manecilla, y cada vez mi mente no podía imaginar que podía pasar si Sasuke-san se atrevía a girarla para ingresar al cuarto de baño.

 

 

-Por favor sal.

 

 

Y a pesar de lo mucho que había estado rogando que saliera, no se había atrevido a entrar, siendo consiente que en el cuarto de baño el seguro no sirve.

 

 

-Naruto… por favor…

 

 

¿Qué era exactamente lo que quería de mí?  Ya me había dicho todo lo que había querido en todo el año que llevábamos casados, había dicho hasta de más, inclusive cuando desea hablar él tan solo me ignoro, así que ahora al menos que me dijera que de lo que quería hablar era que no lo volviera a molestar y que el divorcio ya estaba firmado no habría otro tema de conversación entre nosotros.

 

 

Y con ese fierro pensamiento que había estado en mi cabeza y exteriorizado desde que me desperté en el hospital.

 

 

-Ya estoy aquí.

 

 

-Naruto.

 

No podía tener esa expresión en su rostro, no podía ser yo el causante de que pusiera ese tipo de expresión en su cara, porque yo para Sasuke-san era la persona que más odiaba, era un ser repugnante que le arruino la vida.

 

 

-¿De que querías hablar?

 

 

Me sentí un poco intimidado, Sasuke aun llevaba ese elegante traje en azul marino que me había encantado desde que se lo puso en una de las cenas de su padre, aun recordaba como  Fugaku-sama lo había obligado  a bailar con migo y a pesar de que tan solo fue una pequeña parte de canción  me había sentido tan contento.

 

 

-Naruto de lo que te quería hablar…era…

 

 

¿Qué tenía?, ¿Por qué titubeaba al hablar? Jamás lo había hecho, o al menos no frente a mí, acaso estaba reconsiderando las cláusulas del divorcio, es que acaso quería algo, pero ¿Qué podría querer? Todo había estado a su favor, no era capaz de entender ¿Qué era lo que le costaba tanto decirme?

 

 

-Todo era cierto…    

 

 

-¿Todo?

 

 

-Así es,  todo  lo que escuchaste con mi padre y mi Aninki.

 

 

Cuál era el objetivo de recordar aquella discusión, era ilógico, Sasuke-san no tenía que decirme nada de las diferencias que tenía en su familia, además sí era consiente que uno de mis familiares había estado involucrado con Fugaku-sama, pero eso era muy distinto a nuestro caso y eso era un asunto que le correspondía completamente a Fugaku-sama.

 

 

-Si es para disculparte por lo de tu padre y Deidara-san no tienes…

 

 

-¡No me refiero a eso!

 

Me asuste, no pude evitar asustarme, y eso es porque estaba gritando y solo recordaba que cuando gritaba era porque se enojaba con migo.

 

 

-No espera no era para asustarte… es solo que, no era eso a lo que me refería.

 

 

Si en verdad no se trataba de eso, entonces de que era que se trataba, era de eso de lo uno que hablo con su padre, era tan solo un asunto donde yo no podía ni debía meterme, después de todo eso tan solo era un asunto entre Fugaku-sama y Sasuke-san.

 

 

-Pero…

 

 

-A lo que me refería era que todo lo después de lo que sucedió era cierto.

 

 

¿Lo que su cedió después? Era lo de… la confesión de Itachi-san, acaso quería hablar de eso, pero no tenía sentido, yo no pensaba igual y además pronto me iría, sin quitar el hecho de que a Sasuke-san nunca le importo quien se me acercara con cualquier intención.

 

 

Aun recordaba como en las cenas que solía ofrecer Fugaku-sama y en las cuales obligaba a llevarme, simplemente después de saludarlo se despegaba completamente de mí y no volvía a siquiera prestarme atención hasta que Sasuke-san consideraba la hora de volver a casa y eso si no era para dejarme y salir con alguna chica que hubiese conocido esa noche o que ya hubiera hecho planes.

 

 

-Entonces, si es por lo de la confesión de Itachi-s…

 

 

-He dicho que no se trataba de eso… es de lo que dije yo, de que no te daría a nadie.

 

 

Llore, no  tal vez eso quería hacer llorar, llorar  hasta que toda mi amargura fuera lavada por las lágrimas, que todo lo sucedidos después de mi tonta e ingenua declaración fuera olvidada, que tanto para Sasuke-san fuera libre de nuevo y dejara de hacerme sufrir con su actitud.

 

 

-Por favor… tan solo no me hagas esto.

 

 

-¿No hacer qué?

 

 

-No finjas ahora que te preocupo, que te importa mi existir.

 

 

-No lo hago.

 

 

No quería que me lastimara, no quería volver a sufrir por culpa de su indiferencia, de su actitud, ya me había propuesto a segur y dejar todo aquello en el pasado, y aunque admitía que me dolía, sabía que con el tiempo todo pasaría

 

 

 

-Entonces por favor deja de decir esas palabras.

 

 

-no puedo ¿Es que no lo entiendes?

 

 

-No, realmente no te entiendo, ahora que  te doy lo que por un año has ansiado sin pedir nada a cambio te niegas a tomarlo, ¿Es que acaso esta es tu forma de venganza?

 

 

Esperaba… ¿Qué era lo que esperaba? Me alejaría y por lo que acababa de pasar esa noche no solo de él sino de toda su familia, me borraría por completo, dejaría que fuera libre que hiciera lo que quisiera con quien deseara y lo único que pedía a cambio era una firma, una firma que por demás sabía que él también quería.

 

 

Así que cual era su afán por no dejarme, tal vez y tenía razón y ahora quería vengarse de mí, ¿Es que no le vasto todo ese año? Quería destrozarme aún más.

 

 

-¡¡No es eso con un demonio!!

 

 

Solo por si acaso sujete aquel botecillo que me había obsequiado Itachi-san cuando se enteró de mis salidas al parque, y con el alegato de que no era porque no confiara en Hebi para defenderme sino más bien que prefería pecar de precavido, me había obligado a cargar con esa medida de seguridad que en más de una ocasión me hizo sentir incómodo y hasta ridículo.

 

 

Y recordar que en los constantes y duraderos paseos que daba con ese peludo animal una sonrisa hiriente se formaba en mi rostro, ¿Quién intentaría atacar a un doncel, en silla de ruedas, feo y con marcas de cicatrices por todo su cuerpo? y no era que sospechara de alguien mucho menos que cualquiera tuviera tan mal gusto como para intentar algo con migo, cuando había muchos más y mejores prospectos con menos dificultad de convencer que un guardián de cuatro fuertes patas, una hilera de filosos y muy sanos dientes y con un instinto tanto de lealtad como de protección al que consideraba un amigo.

 

 

Si era ridículo que además cargase con ese gas, pero no quería volver a escuchar a Itachi-san ofender a su hermano, por muy a mi propia experiencia, ciertas sus palabras, seguían siendo hermanos y eso yo no tenía ningún derecho a arruinar.

 

 

-Por el amor de Dios Naruto ¿Qué es que acaso te lo tengo que gritar para que me entiendas?

 

 

-Lo único que entendí es que tú y yo no podemos seguir con esto, yo no sé qué es lo que deseas que haga para que firmes… se que te heri, que no fui lo que esperabas de tu pareja...y te prometo que después de que entregues esos documentos  no pediré ni exigiré nada, no volveré a molestarte, incluso ni siquiera me volveré a atravesar en tu camino, seré tan solo un mar recuerdo del pasado, que si lo deseas podrás borrar.

 

 

Y estaba dispuesto a cumplirlo, no por nada había estado hablando con uno de los internados eclesiásticos la semana pasada, si después de firmar el divorcio mi padre se negaba a dejarme vivir en una de las casas de montaña que tenía me ira al internado, al fin después de todo lo que había pasado no podría ser tan malo, estaría rodeado de personas que ni conocía ni me conocían así podría iniciar una vida tranquila y sobre todo lejos de lo que alguna vez fue un bello sueño… que nunca se hizo realidad.

 

 

Pero la expresión de Sasuke-san fue la que me dejo suspendido, acaso eso eran… lagrimas, no en que estaba pensando, para empezar él no tendría por qué llorar, no al menos que fuera de felicidad por que su martirio a mi lado terminaría, pero aquellas lagrimas no parecían precisamente de felicidad.

 

 

-Es verdad lo que dije, lo que he estado intentado hacerte entender…

 

 

Su reacción era tan extraña, nunca lo había visto así, y es que su rostro reflejaba tantas emociones, no era así como yo recordaba a Sasuke Uchiha, que desde mis días de internado, se caracterizaba por tener una expresión alcaica, imperturbable, incluso las bromas pesadas de su primo que cualquiera le hubieran sacado un grito lleno de venganza, a él tan solo le ganaba la indiferencia total.

 

 

Y verlo con un rostro tan afligido, con las mejillas rojas y los labios temblorosos y si no hubiera sido suficiente, sus ojos delataban todo lo que alguna vez pensé nunca reflejarían, angustia, dolor, impotencia, tristeza y algo que no supe si era lo correcto interpretarlo de esta forma, pero era como lo había visto reflejado en otras personas era…amor.

 

 

-¿ahm?

 

 

¿Qué estaba pensando? ¿Qué era exactamente lo que planeaba hacer?... si pensaba que… no, si es que acaso dijera que me… estaba comenzando a delirar, era evidente que no, eso no saldría de su boca, con su voz, simplemente no me diría nada como que…

 

 

-Te amo.

 

.

 

.

 

.

 

.

 

.

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-Te amo… Naruto

 

 

.

 

.

 

.

 

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.

 

.

 

 

(N/A: Muajajaja… sí creyeron que hasta aquí era el cap., PUES NO sigan leyendo)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

-Por favor no.

 

 

Esta era una nueva forma de tortura… acaso no le basto todo lo anterior como para ahora burlarse de lo que sentía por él.

 

 

-Naruto…

 

 

-Ya no por favor, ya no me hagas esto.

 

 

No quería escucharlo, no quería que volviera a lastimarme, impulsivamente me cubrí con ambas manos mis orejas, vi como el frasquillo que aun traía resbalo y rodo hasta una de las esquinas de la habitación, solo que eso no era lo importante, lo que era importante en ese momento era alejarme de Sasuke-san.

 

 

Pero él seguía gritando y moviendo las manos como si quisiera llamar mi atención, y era justo eso lo que no quería hacer, y si no podría salir de la habitación al menos intentaría no volver a escuchar y ver lo que me estaba haciendo, porque para Sasuke-san pudiera ser una espléndida venganza, pero para mí era lo más doloroso que había hecho hasta ahora.

 

 

Y lo había conseguido no lo podía ver ni escuchar, y hubiera resultado si no fuera que de un momento a otro sentí como era levantado en el aire, obligándome a quitar mis manos de mis orejas y abrir los ojos de golpe, Sasuke-San me estaba cargando  hacia la cama.

 

 

-¡Escúchame porque lo seguiré repitiendo hasta que te quede claro!

 

 

Me bajo en el borde de aquella enorme y blanca cama mientras que se ponía frente a mí y tomaba mis brazos para impedir que volviera a cubrir con ellos mis orejas.

 

 

-¡¡¡Te amo!!!

 

 

Incapaz de soltarme de aquel fiero agarre y a pesar de que cerraba mis ojos para no verlo, no podía ignorar sus palabras, y con un impulsivo meneo de cabeza negatorio comencé a llorar, no quería que me viese así, por que demostraría que me seguía importando, y no quería que se diera cuenta de que aún había una parte de mí que le quería.

 

 

-deja de decir esa mentira.

 

 

Le suplique…

 

 

-No lo es, yo en verdad te amo ¿Es que no lo ves?

 

 

Me soltó, se alejó de mi tan solo unos cuantos paso y se tambaleo en sus propios pies, cayendo con una rodilla y sus manos en el suelo para no caer por completo, y mientras dirigía su mirada hacia mí, que intentaba tranquilizarme y tomaba aquella esponjosa colcha para taparme por un simple impulso.

 

 

-Tu no me amas, tan solo quieres verme sufrir...

 

 

-No!

 

 

-Quieres vengarte, que toda mi vida me atormente…

 

 

-No!

 

 

-deja de mentir…

 

 

Como era posible que de la misma manera que sentía como una serpiente fuera a salir de mi boca también sintiere un bullicio de revoloteos de alas de mariposa en mi estómago, si tal vez se debía a la situación en la que encontraba ahora.

 

 

Y es que pensé que aquel beso que me dio cuando estaba borracho, quedaría enterado en mi sub-consiente, solo que ahora no había esperado que se impulsara me tomara de mi nuca y me besara tan sorpresivamente, y aunque me había resistido su mano no me permitió alejarme. Ho Kami-sama es que acaso me quiere hacer infeliz para siempre?, porque me besaba como si en verdad me amase, suave, despacio pero profundo, tan demandante que daba la impresión que deseaba dejara claro sus sentimientos… como si estos existieran.

 

 

Y al fin se separó de mí, traía la bata desalineada y sentía un poco de ardor en mis labios y mi pecho se encontraba agitado, había sido besado, besado como en esos libros de rama, como en las películas de amor, como… cuando besas aun verdadero amor.

 

 

-¿Por qué insistes en jugar con migo?

 

 

-No lo hago, estoy siendo completamente sincero y serio con tigo, y comprendo que te cueste creerme aún más con todo lo que pasaste a mi lado, y aun así quiero que estés seguro de algo y eso es que te amo, te amo a ti Uzumaki Naruto

 

 

Era cruel, era más que cruel era un verdadero vengador, si ya lo había notado y ahora me daba cuenta de lo poco que valía mi dolor para él.

 

 

-Por favor…

 

 

-No, es que no lo entiendes por completo, no es venganza o una clase de broma pesada, es que en verdad te amo.

 

 

Bata me lastimas, me confundes y haces que en el mismo latido de mi corazón sienta que le das alas y le claves una estaca, y es torturador sentirse así.

 

 

-Amo todo de ti, tu cabello, tu vos, tus ojos, tu boca y la forma en que pronuncias mi nombre y como de esta salen esas alegres sonrisas, porque incluso deje de pensar en ti como un doncel, sin pechos y con pene, y aun cuando lo recuerdo no me importa, porque no me importa tu cuerpo, yo seguiré diciendo que te amo.

 

 

No lo agás, no me hagas sentir como si en verdad te gustara, como si en verdad en algún punto de nuestra convivencia parara lo que yo tanto dese. Tome mí  bata  cuando sentí como resbalaba por mi brazo, me cubrí lo más que pude había notado una cicatriz comenzando a resaltar por el antebrazo, y me aterre.

 

 

Mire esa bata como la gran solución de mis lamentos. Cuando tome la primera ducha en aquel hospital después de despertar, nunca más había aceptado a nadie que me ayudara, no quería ver esa expresión, y no es que la enfermera hubiera sido grosera o visto mal, no,  era lo que no dijo y lo que su mirada reflejo lo que en esos momento quisiera llorar hasta que despertase de esa eterna pesadilla.

 

>No me dañarías más< me lo había propuesto cuando fui consiente de mi estado, me jure a mí mismo que no volverías a hacerme sentir como una “aberración”, no eso ya no te serviría con migo. Solté aquella colcha, y con todo el esfuerzo del mundo apoye ambas manos a la orilla de la cama para ayudarme a para, sabia lo malo que era eso para mí recuperación, pero aun así no me importaba hacerlo, no cuando mis  días de paz dependían de esto.

 

Y di un paso.

 

Y después di otro…

 

 

Me dolía todo, mis piernas sentían como si fueran aplastadas con enormes mazos, y hubiera querido dar otro paso, pero en verdad no podía, así que simplemente me quede parado ahí delante de ti, con tu cara de exceptividad.

 

 

Te sonreí, te había amado tanto, tanto como jamás pensé amar a nadie, nunca había planeado que las cosas entre tú y yo hubiesen salido tan mal, siempre quise tu felicidad y aunque siempre supe que no era mí lado, cuando el destino nos juntó, quise que comprendieras que mi amor era sincero y sin tapujos, porque yo te había seguido amando incluso después de tu rechazo.

 

 

Pero esto no era para nosotros, y si ahora eras tú quien no lo quería entender, por más que me doliera, era mi turno de abrirte los ojos y hacerte entender que esas palabras no eran de amor.

 

 

Desate aquel nudo de mi bata y permití que esta se abriera sentí como poco a poco se deslizara de mi cuerpo por mis manos, mi pecho y espalda, rosaba mis piernas y al fin caía al suelo dejándome completamente desnudo y te mire….Al igual que tú me miraste… y supe que lo comprendías… Comprendías lo que esa simple acción te quería decir.

 

 

-¿Aun puedes decir que en verdad  me amas?

 

 

 

Comencé a sollozar. Quejidos apenas audibles al principio que no tardaron en salirme de la boca como lamentos  surgidos de lo más hondo de mi corazón. Podía oír incluso mi propio dolor. Cada lágrima era una llamada de auxilio que jamás había sido atendida y que ya no contaba con que lo fuera algún día. Y eso me hizo llorar aún más. 

 

 

 

 

 

 

 

continuara...

Notas finales:

ho para los que lo notaron, si este cap es un poco mas largo que todos los anteriores y no es por los puntitos (^_^).

 

ahora el porque fue un capitulo dificil para mi, bueno aqui esta; lo que pasa es que cuando ingrese a la univercidad me costaba relacionarme con personas, no extactamente era que fuese timida, porque en verdad que no lo soy, ya que puedo entrablar una conversacion con cualqiuiera, la cuestion es que no puedo concerbar esa como decirlo.... amistad? de ahi conoci una maestra que me utilizo como vil conejillo de indias, ella estaba haciendo un doctorado y pues yo fui lo que estaba buscando en ese momento, si su doctorado era relaciones interpersonales... no recuerdeo lo demas.

al caso, que me sometio a varias y muy aburridas pruebas de interacion, exmaenes y ters (Se dice asi?) y el resultado fue por mucho el que ya por experiencia mis allegados y aun yo lo esperaba...

completa e ireflutablemente desinterezada, y para aclarar el punto esto fue lo que ella me dijo como >experta<sito:

"Te agradan las personas y las multitudes, solo no te agrada las personas en  multitudes, no te gusta que te toque o no muchos a la vez, por omicion los abrazos estan por demas, no eres capaz de comprender muchos de los sentimientos de las personas... ejemplo: si una amiga te cuenta que rompio con su novio el cual amaba mucho, tu puedes escucharla, consolarla, pero no entenderla, los sentimientos basicos son de lo mas complejo para ti, inclusibe cuando la estas escuchando no estas enfocada a eso, puede incluso aparentar que la ignoras, y al momento de que te pregunte que si la escuchaste, eres capaz de repetirlo mas no de mostrar afinidadcon su tristeza... es igual en clases me costa, me puedes decir lo que tus compañeros dijeromn , el orden de como lo dijeron pero no aparentas el interes porque no lo tienes, eres increiblemente distraida para las cosas basica, como una indirecta, un doble sentido o un chiste con relacion a algo, simplemete te lo explican o no lo entiendes.

ahora con respecto a tu actitud, no es mala y el relacionarte con las personas no es la timides es el desinteres, asi como te puede interesar algien puedes perder tu interes por ese algien al minuto siguente, lo que estoy segura que te ha ocasionado problemas con el amor, cabias tanto de tema como de pensamiento conforme te aburre o te desintereza el tema, lo que ocasiona que no recuerdes cosas que para los demas suelen ser importantes, como nombres, fechas de cumpleaños, lugares de trabajo o vivienda, etc... "

bueno fue bastante largo lo que dijo, y la mitad de ello me lo perdi porque empece a dibagar con comida, asi que di por certera su investigacion.

y es asi como espero que sepan en que si este capitulo debio ser triste no me afecto y es por demas que lo re-escribiera tres veces, y fue en parte que es verdad lo que mi desinteres fue la causa.

 

ho casi lo olvido comentar, mi maestra no solo me uso a mi como conejillo de indias uso a otros 49 estudiantes en los cuales me dijo:

me base en una investigacion de 1845 para completar mi tesis y tu fuiste la unica que obtubo esta caracteristicas, lo que es curioso por que en aquel tiempo esta era una muy comun.

 

Y comen por no haber actualizado antes,  es que ya tenia para publicar este cap desde los primeros del mes  solo que el 1 de sep fue mi cumple pues apenas tube tiempo. 

y si lo digo para que me feliciten, ho y ya soy mayor de edad en todos los paises jejeje... ham u.u

 


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