Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Me gustas... por hikayukiaka

[Reviews - 192]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

 

Una pequeña petición, si, es algo egoísta, y no, no están obligadas(os) a cumplirla, y es que no odien a Fugaku, y es que al desarrollo de este Fic lo he colocado como una pieza fundamental para el desarrollo de la historia (Inclusive lo en su serie original, pienso que tuvo un papel fundamental ), e inclusive yo misma no podría decir que lo odiase (pensándolo mejor, hasta ahora no he llegado a odiar a nadie), aunque tampoco lo podría catalogar en que lo amara (Oigan, tampoco he amado a alguien, o bueno no al extremo de desear estar y pensar todo el día con esa persona), podría decir que ha llegado a gustarme (creo que es aquí donde llega mi top de emociones u.u) y que sin su forma de proceder ahora mismo tendría un argumento muy  malo para justificar la forma de ser de Sasuke y su odio por los Naruto. Ok eso es todo.

 

-Texto- se que es un poco raro pero son pensamientos, pero son como si platicara con su sub-consiente ... Si me doy a entender?

 

 

 

 

 

Me gustas…

Capitulo #18: Porque mi amor no es el impedimento  más grande (Sasuke)

 

 

-…-

 

-¿Por qué te niegas en creerme que te amo? – se de tu dolor, y no te culpo, no lo he hecho desde que entendí lo que tanto insististe en decirme, e incluso antes, había una pate de mí que no podía culparte, ¿Por qué no le hice caso?

 

Pero tenerte, así, solo sintiéndote mío, sintiendo como tu amor por mí no se había perdido, ahora lo entendía, entendía por completo lo que tú me provocabas, no era un deseo, no si lo era, un deseo de ti, de todo lo que correspondía a ti, de tu ser, de tu espíritu, deseaba ser todo en lo que pensaras, sintieras, anhelaras… ser tu amor.

 

Y no me retractaría, no lo haría, no lo volvería hacer, en mi mente me había prometido me había jurado no por mi vida, porque de esa ya no era solo yo dueño, esa era ya más tuya que mía, lo había prometido por mi amor, porque ahora mi amor hacia ti era lo que aún era completamente mío, y este  ahora te amaba a ti… lo quisieras o no.

 

Y no te soltaría, por más que tu cuerpo siguiera resistiéndose no lo haría, por más que tus ojos siguieran derramando esas lágrimas, no las detendría, porque ese dolor saldría por completo y yo estaría para ahora acerté sonreír.

 

-¿Aun puedes decir que en verdad  me amas?

 

Sí, aún podía, ahora, siempre podría decirlo.

Lo seguiría diciendo.

Hasta que tú supieras cuanto…

 

- Te amo.

 

Ya te lo había dicho, te amo, y si en tu cabeza aún quedaba duda, en la mía no. Si lo que decían era verdad “No palabras sino hechos”, pues bien, no iba a dudar ahora, no a estas alturas, no cuando lo que tu expresión me gritaba, no cuando tus acciones habían llegado al punto culminante.

 

-Te amo.

 

Sé que te dolía, no me lo tenías que decir, no cuando tu cuerpo se estremeció y de tus ojos solo se reflejaba el grito que nunca habías podido dar,  yo estoy aquí, ahora, siempre para soportar todo lo que tú estuvieras dispuesto a darme.

 

Te tome entre mis manos, te sentí por completo, tus miedos tu dolor… tu temor…tu amor.

 

Entendía que estuvieses asustado, que lo que en ese momento lo que menos querías era que yo te tocase, que lo que menos esperaste fuera que reaccionara así.

 

-Te amo Uzumaki Naruto.

 

Y no pude esperar a que asimilaras todo lo que esa noche nos había pasado, te bese, tan solo te vi frágil y desmoronadle, que lo  único que dio paso por mi cabeza era amarte, amarte como siempre debía hacerlo, sin prejuicios ni odios, amarte a ti, solo a ti y sentirme afortunado de que tú me hubieses elegido a mí.

 

Y por un instante odie tolo que mis manos estaban tocando, lo odie realmente, y aún más me odie yo, no te merecía, no merecía que me amaras, porque sabía que aún lo hacías, ese beso que ahora era lento y pausado, suave, delicado y frágil, ese beso que representaba todo lo que tú eras y de lo cual yo nunca pude entender.

 

Cuando me separe tan solo unos milímetros de tus labios, para respirar, note como de tus ojos aun caían lágrimas, no quería ver más dolor en tu rostro, no permitiría que lo hubiese, mis labios se dirigieron a tu oído y en un susurro…

 

-En verdad te amo tanto.

 

Y te volví a besar. Una y otra vez, cortos y delicados y aunque tu cuerpo ya se había resistido a que no te soltaría, tu boca aún no me creía. Y aunque te comprendía, no sabes cuánto me dolía, te quería, y eso incluía todo de ti.

 

-¿Por qué?...

 

Tu vos temblorosa y con ese tono de ausencia me asusto, pero del mismo modo me sentí feliz ya que no me habías estado ignorando al contrario me habías escuchado y aun a pesar de que al separarme un poco de ti tus ojos se clavaron en los míos, buscando algo.

 

“No lo encontrarías amor” Me dije mentalmente, porque conocía esa mirada, la había visto tantas veces, en mi padre, en mi hermano inclusive en esas tantas chicas que se  declaraban. Buscabas duda.

 

Pero amor, ho ahora me daba cuenta de lo hermoso que era llamarte de esa forma, y no puede pensar en otra cosa que yo llamándote así todos los días y tu sonriéndome con esa sonrisa que ahora entendía que me encantaba, amor yo te amo, así de simple, y no lo complicaría más, era tan simple como decirte que tus ojos eran azules, o tu cabello rubio.

 

-Porque te amo.

 

-¿Por qué?..

 

-Porque eres tú.

 

-¿Por qué?

 

Sé que aun tenías dudas, y me encantaba que quisieras aclararlas, y me gustaba que en mi vos no hubiera titubeos cuando te contestaba, pero en verdad que deseara que de tu boca saliera algo más que un ¿Por qué?

 

-Naruto amor…

 

Ya me había hecho a la idea y asumido el papel de llamarte así, porque ahora que acepte mis sentimientos, estaba dispuesto a hacerlos públicos.

 

-… ¿Qué es lo que realmente quieres saber?, ¿Qué es lo que quieres que te diga?

 

Te amo, amor pero sabes que nunca he sido muy paciente, y eso aparentemente mi amor no va a cambiar, y esperaba que fueras claro.

 

-…-

 

Y no me sorprendió que no me contestaras, mas ya me lo esperaba, era como si hubieras puesto justamente aprueba mi paciencia, pero Naruto como te dije esperaba fueses claro.

 

-Naruto amor, te amo porque eres tú, porque comprendí que tu amor por mi iba más allá de un simple capricho, porque te seguí gustando a pesar de ver mi peor lado, y eso hizo que yo me diera cuenta de tu mejor lado, porque simplemente me di cuenta que no eras un hombre, sino un doncel.

 

Y más que aceptar que me gustabas, era el hecho de que me gustaras aun siendo un Doncel, porque no te iba a negar que los aborreciera en el momento  que mi padre se fue de casa por uno inicio un rencor por ellos que me negué a siquiera considerarlos, pensaba en ellos como unas rarezas, unos seres traicioneros, y me culpaba tanto en haberte hecho pagar a ti por algo que era claro que no tenía que ver con tigo.

 

-Me vez realmente…

 

Tu voz era suave y delgada, un susurro completamente, y a pesar de que mis ojos no se apartaron de los tuyos, pero tus manos comenzaron a tocar cada parte de tu cuerpo, tu cuello, hombros y brazos y las deslizabas tan lenta y temerosamente hasta tu pecho,  enredaste hasta tocar una parte de tu espalda, mientras te giraste tan lentamente.

 

-…Me vez realmente, vez esto.

 

Pensé que mi imaginación me había jugado una mala broma pero no, tu voz era triste y dolida, y claro que te veía, te había visto en el hospital con todas aquellas vendas y gasas, en el baño, donde esa bata no te cubría en lo más mínimo, de lo que tanto te esmeraste en cubrir, y te veo ahora, por completo. No te voy a negar que aún me causa controversia, solo que tampoco te voy a mentir diciéndote que ya no te amo, solo por eso.

 

Porque Naruto amor, yo  como te dije antes no te cederé a nadie, y eso incluía mi completo amor hacia ti, aún más concretamente…

 

-Si te veo, te veo por completo y mi respuesta es que no me importa.

 

-¿Por qué?

 

Tomaste las colchas de la cama y te envolviste en ellas, con ese sonrojo que hasta hace poco comenzó a gustarme, y aun mas ser yo el aun causante de él, se que el mostrarte así frente a mi fue muy difícil para ti, pero no sabes lo agradecido que estaba en esos momentos por que lo hubieses hecho.

 

-Amor…

 

Sabes justo ahora me acabo de dar cuenta que después de que declare mi amor por ti esa palabra “amor” salía tan natural de mi boca, era como si todo el tiempo la hubiese estado pronunciando, lo que me hizo pensar también que parecía un completo cursi.

 

-Sasuke-san, por favor no lo compliques más, hay muchas cosas por las cuales esto nunca funcionaria, soy un doncel.

 

-Te amo.

 

-Es posible que no vuelva a caminar.

 

-Te seguiré amando.

 

-Siempre tendré estas marcas.

 

-No me importara amarte así.

 

-En los lugares que vallamos es posible que las personas se alejen de ti por estar con migo, que se burlen y  te ofendan.

 

-No me importara quedarme solo con tigo.

 

Se lo que intentabas hacer, se lo había hecho a tantas personas que lo conocía de memoria, querías hacerme desistir, hacerme –ver la realidad – y te lo agradecía porque ahora sabia más que nunca lo que te atormentaba, y no permitiría que esos temores se hicieran realidad.

 

-Nunca volveré a ser hermoso.

 

Ho Naruto, si supieras que para mí, en este preciso momento eras el ser más hermoso que tuve la gracia de conocer, y no solo me refería a lo físico, sino a tu ser.

 

-No has oído que el amor es ciego.

 

Y a pesar de que quise decirte lo que por mi mente cruzaba justo en ese momento, no podía simplemente atacarte tan directo, o al menos no más de lo que en ese momento ya lo estaba haciendo.

 

“Ya te convenciste amor” cuando tu labio inferior mordió el superior, afirme que todas aquellas escusas tontas se te habían acabado, y dese que así fuera porque lo que en esos momentos más deseaba era oírte decir aquellas primeras palabras que me dirigiste cuando te declaraste, oírte decir; me gustas…

 

-Sasuke-san…

 

-… Tú  no me amas…

 

No te voy a negar que en ese momento la pequeña sonrisa que salió de mis labios, no era lo que aparentaba, era justamente lo que pensabas, aunque lo intente, en verdad que me estabas haciendo perder toda la calma que aun tuve.

 

-Eso es lo que ibas a decir ¿no?

 

-Hai.

 

Ha… si lo habías conseguido habías terminado con mi paciencia, y lo siento amor, peor como me lo propuse desde que acepte mis sentimientos, te haría entenderlos hasta por la fuerza.

 

-Amor, yo te amo.

 

Comencé a caminar hacia ti de nuevo, vi como apretaste aquella colcha blanca contra tu pecho, te veías endemoniadamente indefenso, y si me sentí como un  criminal, pero si en eso tendría que ser para que al final tu rubia cabeza comprendiera lo que mis palabras significan pues, lo siento amor… o tal vez no.

 

-Te amo Naruto…

 

Sé que querías hurí pero al verte acorralado entre aquella amplia cama y mi cuerpo, tan solo te aferraste a ese pedazo de tela que te separaba de una completa desnudes.

 

Te vi temblar como si fueras un pequeño animalito a punto de ser devorado por un depredador, y me divirtió esa comparación, y cuando tu miedo ya no te pudo sostener en esas aun débiles piernas tuyas simplemente te desplomaste en mis bazos, lo que aparentemente te hizo temer aún más.

 

-Por fa…

 

No te lo permitiría, no lo arias, no te dejaría que siquiera lo pensaras.

 

Te quería y si mis palabas no te lo harían entender pues tan solo me quedaban mis acciones, por eso en cuanto escuche esas palabas salir de ti, lo único que se me ocurrió hacer para callarlas fue besarte.

 

Un beso que hasta ahora no podías corresponder, y no era porque no lo desearas, porque yo podía ser todo lo Baka que el estúpido de Itachi pudiera querer pero, sabia cundo era correspondido, y eso era lo que me decías con ese beso torpe.

 

Nunca hubiese imaginado que besaras tan mal amor, es que tan solo no se me ocurrió pensar en eso hasta este momento, y no es como si no me gustara, al contrario, tu torpeza me daba toda la ventaja a mí.

 

Tu torpeza era la que había logrado que en un rápido y sorpresivo movimiento colara mi lengua en tu boca, era tu misma torpeza la que provocaba que en vez de sacarme de ahí me hundiera y saboreara más tu esencia y era justamente esa torpeza la que me estaba proporcionando una alegría inmensa al escuchar como ligeros gemidos de placer salían cada vez que nos separábamos para que tomaras un poco de aire… lo que era muy seguido.

 

-Bas…Sas…

 

He de decir que no había planeado que las cosas terminaran así, realmente no había planeado nada de lo que había pasado después de nuestra cena, y a pesar de que no todo lo que vino después fue de mi total agrado, no me arrepentía de que las cosas ahora estuvieran tomando esta forma.

 

-Ya…Ya n…

 

Nos encontrábamos sobre la cama, yo encima de ti, con nuestras bocas aun unidas, separándose estrictamente lo necesario para recuperar un poco de aire, de lo cual tú aprovechabas para intentar decir algo, algo de lo cual yo no quería escuchar.

 

Y te juro Naruto que si  dijeras que me amabas, que si dijeras lo que en ese momento tu corazón me estaba gritando dejaría de ser tan pesado con tigo.

 

-Sas…no…me gus…

 

Tome tus dos manos, no lo podía seguir esperando que lo dijeras, te lo haría decir, las levante por encima de tu cabeza y con mi mano libre comencé a remover aquella tela banca que te mantenía cubierto.

 

Había puesto mis pies sobre los tuyos para evitar cualquier sorpresa, y cuando al fin te había descubierto por completo con mi aun mano libre quedasteis completamente descubierto y s mi merced.

 

-No… no qui…

 

-¡Escúchame porque será la última vez que te lo voy a decir!

 

Me habías colmado la poca paciencia que por naturaleza, al ser un Uchiha ya era poca, y cuando solté aquel aire contenido, vi el terror en tu rostro, aparentemente tenía una muy mala cara para que tu pusieras esa, intente volver a respirar profundo, y al soltar el dióxido de carbono lentamente me sirvió para tranquilizarme.

 

-no...Sasuk…

 

-Te amo Naruto, te amo tanto como nunca pensé en amar a alguien, y así como sé que te cuesta amarme tanto mas que fue solo mi culpa…

 

Mire todo tu cuerpo, y comprendía todo ese daño que te había hecho, creo que si hubiera sido yo el que estuviera en tu lugar odiaría a la persona que me hubiera hecho esto  a tal punto de quererla matar.

 

Y tu mirada era aún peor, creo que  no hay nada peor que esos ojos.

Tus ojos llenos de tristeza…

Sufrimiento.

 

-Y antes de que todo esto termine, antes de que te alejes por completo de mí, quiero que pienses en esto. Que te quiero, que en verdad deseo que estés a mi lado, que anhelo pasar el resto de mi vida junto a ti, y que te prometo nunca volver a lastimarte, nunca volver a hacer que llores por mi culpa y al contrario siempre hacerte sentir hermoso, porque para mí Naruto ya eres hermoso.

 

Te solté y descendí de la cama  para liberarte de mí agarre, aparentemente pensabas que algo terrible te iba hacer, porque pude escuchar el ligero suspiro del aire contenido que habías estado guardando desde que terminamos en aquella posición, y como tu cuerpo se relajaba.

 

Mi mirada viajo por toda aquella habitación, y por un segundo comencé a fantasear de nuestro encuentro, de que si no hubiera actuado como un completo idiota-bastardo, justo ahora nos encontraríamos en esta habitación, en términos y situaciones  completamente distintas, tal vez ahora mismo yo estaría volviendo a caer por el encanto que me provoca tu  cuerpo, o sonriendo bobamente –Como acostumbran hacerlo todos los varones que te ven – por haber caído en el hechizo de tus ojos, o en alguna palabra que solo se dirige a tu marido y con la cual tienes completamente su amor.

 

Parpadeé un par de veces para recuperarme de aquella fantasía, y localizar lo que mí en realidad había comenzado a buscar, un sobre, amarrillo, sobre la mesilla principal de la habitación, mesilla de cristal que cada vez que la mirada tu cuerpo se congelaba y tu mirada se perdía.

 

-¿Estabas recordando? – Me golpe mentalmente, claro que lo hacías, lo que te paso… lo que por mi culpa te paso no eran cosas que se olvidaran o ignoraras de la noche a la mañana.

 

-Yo solamente deseo que sepas cuento te amo.

 

Me acerque a la mesilla y al tomar aquel sobre, tu mirada reflejo que así como yo también sabias lo que contenía, los nuevos papeles de divorcio.

 

Me había dedicado a romper, destruir, triturar, y hasta quemar los anteriores, y mientras mi padre había estado hablando con migo, entregándome estos dos segundos antes de que girara su vista y verte con mi hermano aún mantenía la duda si de verdad podría alguna vez decir tan abiertamente que te  amaba, a ti, a un doncel, a un ser maravilloso.

 

Tome aquel sobre me incline un poco sobre aquella mesilla para apoyarme en ella, había tomado momentos antes la pumilla que los hoteles suelen dejar junto con alguna libretilla en las habitaciones, y note como captaba toda tu atención cuando volvía a acercarme a la cama, de la cual tan solo te habías movido para ponerte de rodillas y cubrirte nuevamente con aquella colcha blanca.

 

-Y que entiendas que en este momento mi amor no es el impedimento más grande.

 

Solté aquellos papeles a un lado de ti, sobre aquella cama, y sin darme la vuelta, sin detenerme y con el andar más decidido que había tenido en toda mi vida abandone la habitación, y solo cuando escuche el click de la puerta al serrarse, pude soltar el llanto y derrumbar aquel semblante impasible y altanero que por años había mantenido, dejando que por primera vez mis emociones se reflejaran en mi cara, destruyendo la faceta de indiferencia y demostrando toda la tristeza, dolor, todo el sufrimiento que me costó firmar aquellos papeles.

 

 

 

_________________T^T______________________

 

 

 

-Entonces me retiro señor, si necesita otra cosa no dude en llamar.

 

-Espera.

 

Susurre al botones que había sido el encargado esta vez en traerme algo de comida, regularmente me había dedicado a ignorarlos, ni siquiera les había abierto la puerta y es que ya cuando llame la primera vez a servicio a la habitación,  deje instrucciones claras y precisas, entrarían con su llave, solo a la hora de la comida y solo a dejarla y se retirarían, no necesitaba ningún otro servicio.

La cama, no la había sido tocada en esos tres días, ni el mini bar, contra apenas el baño y la comida traída, así que no necesitaba nada… nada que ellos pudieran darme.

 

Y es que tan solo me había pasado esos días sentado a obscuras sobre aquel enorme sillón marrón, mirando  hacia donde se encontraban las cortinas cerradas, permitiéndole a mi mete pensar…

 

Me había rehusado a todo lo que mi padre se había empeñado a demostrar esa noche, me había negado a aceptar su punto, a entenderlo.

 

Y ahora por más que lo negara me había sumergido en una laguna de errores repetitivos familiares, había no solo lastimado a la persona que se mantuvo a mi lado proporcionándome todo el amor que jamás espere o pensé tener, que me amo con plenitud y sin tapujos y tan solo la hice sufrir –La lastime – le había negado un amor y una felicidad que se merecía, la había estado manteniendo a mi lado por capricho de otras personas y la había estado lastimando por el propio.

 

-Creo que si puedo comprenderte un poco padre – me sentía asqueado, era como si supiera que era lo que me esperaba en la vida.

Como si fuera posible de saber mi futuro y la verdad es que no me gustaba…

…no me gustaba nada.

 

Y por eso mismo llevaba más de tres días sin salir de mi habitación, me había sumergido, en una espiral de desagrado, enfado, impotencia, auto-desprecio y odio, odio por todos y todo, y aún más por mi propia existencia.

 

Mi padre, mi estúpido Ototo-baka,  Kakashi-san, su hijo, el maldito mapache sin cejas e inclusive aquel puñado de personas que tan solo lo habían visto una solo vez en su vida se había  percatado de algo que a mí me costó un año en entenderlo, me había demostrado que él que siempre estuvo equivocado, el que debía entender, el que debía escuchar era yo.

 

-¿Señor?

 

Salí de mi trance, del que me sumergía cada dos minutos, y mire como el botones se mantenía a una distancia prudente, era consciente de la fama que me había formado en ese lugar desde que llegue, primero fueron aquellas miradas subjetivas, comprensibles completamente por el lugar  y después aquellas insinuaciones nada discretas, y después de la noche del restaurante la imagen de una bestia inclusive un demonio, y el haberme recluido en la salilla de mi dormitorio no me había impedido ser indiferente a los comentarios que giraban a  rededor de mí, mucho menos cuándo eran los mismos empleados los que desconocían el gruesor de las paredes de su propio hotel.

 

-Mhn…

 

-¿se le ofrece algo más?

 

Lo vi evitar mi mirada cuando me gire para verlo, –Dicen que si lo miras a los ojos puede hacerte ver y sentir el infierno – Ho pero que imaginación tan activa que tenían, aunque no habían estado muy lejos de la realidad, pero en algo había fallado no era la mirada la que te hacía sentir así, era toda mi presencia.

 

-¿Señor?

 

Ahora era evidente el temor con el que me llamaba ese botones, no hubiera deseado atemorizado tanto, tan solo… seguía perdiéndome en mi mente.

 

-La hora.

 

Lo vi titubear, tocarse su muñeca unas dos veces antes de que comenzara a mirar repetitivamente la puerta, deseando salir corriendo por esta.

 

-La hora.

 

-ha…si em… las 7…las 7:02 p.m.

 

-Gracias...

 

Hice una señal con mi mano, para que se retirara de la habitación, lo cual no dudo en hacerlo, había tomado aquel carrito en el que trasportaba mi comida tan rápido y brusco, que el ruido de algunos objetos de vidrio quebrándose retumbo en mi habitación antes de que saliera por completo de esta, y de los cual no se detuvo a corroborar o no dentro.

 

Las siete, no, no podía ser tan tarde si hasta apenas unos minutos antes aun podía ver el pequeño reflejo del sol colarse por debajo de las cortinas cerradas, pero era cierto aquella luz se había extinguido y una vez más la obscuridad absoluta reinaba en mi habitación.

 

Miedo, si lo sentía, era como si me hubiese pegado en aquel sillón, como si mis piernas se paralizaran y mi cerebro simplemente se desconectara.

No quería ir… bueno si quería.

 

 

 

Salí del cuarto y note como un par de recamareras se mantenían ocultas el pasillo de las escaleras, una de ellas pellizco a la otra lo cual provocó que esta le devolviera el pellizco haciéndola gritar, note como sus miradas comenzaban a cambiar y cuando me gire para verlas de lleno, ambas se sonrojaron para esconderse por completo.

 

Y ese comportamiento continúo por todo mi recorrido por los pasillos de aquel hotel hasta llegar al restaurante principal, todos los empleados me estuvieron esperando según ellos escondidos, y aunque todo el camino fingí no verlos era más que evidente que ahí estaban, había llegado una hora temprano, note como la chica que asignaba las mesas parecía sorprendida de verme, como su mirada se congelo en mi rostro y una sonrisa se formaba en el suyo.

 

-Buenas noches sr. Uchiha, lo llevare a su mesa.

 

Aparentemente la voz de que había salido de mi encierro se había corrido muy rápido, y es que después de lo que paso la pasada noche, lo de mi…

 

-¿Padre?...

 

¿Qué hacia él ahí? Se suponía que ya se había largado es que acaso ¿Naruto ya había firmado? Es por eso que estaba ahí, era para decirme que ya todo se acabó, que Naruto ya no vendría esta noche…

 

-Buenas noches hijo.

 

Tomo la silla que estaba frente a mí, y se sentó sin ser invitado, puso su maletín a un lado de la mesa, sentía como la garganta se me serraba y comenzaba contener el aliento, y al ver el maletín de mi padre fue en lo único que me concentre, lo quería desaparecer, quería que de mis ojos salieran llamas negras y ardieran hasta desaparecerlo, porque el solo imaginarme lo que estaría hay me aterraba.

 

-No pongas esa expresión hijo.

 

-¿Qué se supone que estás haciendo aquí?

 

Yo estaba esperando a alguien, alguien muy importante, alguien a quien deseaba decirle un par de cosas, y ese alguien no era mi padre para empezar ¿Por qué parecía tan feliz?, tal vez Naruto en verdad había firmado y mi padre era el elegido para darme las buenas nuevas.

 

-No te pongas tan huraño hijo, y créeme que por más que lo intentes esas llamas no saldrán de tus ojos.

 

Quería jugar con migo, se estaba burlando de mí, sabía lo que estaba pensando y se aprovechaba de eso… ¿Lo sabía? Si lo sabía quería decir que conocía el por qué estaba yo ahí, a quien esperaba y por qué lo esperaba.

 

-El maletín…

 

-No, Tranquilízate que no los traigo yo.

 

Mi alma regreso a mi cuerpo, y por fin pude tragar la saliva que estaba reteniendo en mi garganta.

 

-¿Entonces qué haces aquí?

 

-A lo mismo que vine hacer desde un principio, hacerte entrar en razón.

 

Sus palabras las odiaba, lo odiaba todo.

Yo sabía que había cometido un error, sabía que había lastimado a Naruto, ya lo entendía, y como sabíamos que había hecho un mal, tendría que repararlo y deseaba repararlo.

 

-Padre yo ya he decidido, y lo resulte ya no depende ni de ti ni de mí.

 

Bo necesitaba que me vieras así, yo mismo sabía que me había arriesgado mucho, no más que eso había perdido el juicio, porque era más que evidente que lo que había hecho, no tendría el resultado que tanto ansiaba, sabía que lo más seguro era que Naruto ni se presentara o si lo hacía tan solo me dejaría los documentos, y yo no podría ni culparlo.

 

Mi mirada viajo a la muñeca de mi padre, o  mejor dicho a su reloj, las 8:36 p.m. tal vez todos tenían razón y Naruto no vendría, y yo no tenía perdón, pero no quería que volviera a quedar todo por mi culpa, no quería volver a alejarme de todos los seres que me quisieron, y a pesar de que había planeado esto después de ver a Naruto, al ver la hora y haber juntado todo aquel valor no deseaba desperdiciarlo y acobardarme.

 

-Padre…lo siento yo…  yo te qui…

 

Levante mi mirada quería que supiera, que se diera cuenta que era completamente sincero, que en verdad lo quería, pero su expresión me dejo un poco confundido, estaba viendo directamente hacia donde estaba yo, pero su mirada era de completa sorpresa, su cara mostraba tantas emociones como nunca las había visto,

 

-¿Padre?

 

Me incline un poco hacia delante para moverlo y después de unos segundos que saliera de su shock, me miro directo a los ojos, después miro por un lado de mí, lo hizo un par de veces hasta que suspiro, cerro los ojos y asintió ligeramente.

 

-¿Te encuentras bien padre?

 

-Perfectamente.

 

-¿Seguro?

 

Lo vi desviar su mirada varias veces por detrás mío, tal vez algo malo estuviera sucediendo, mi madre no era de los hombres que se dejaban intimidar y mucho menos inseguro, era la clase de hombre que siempre mantenía un tono de voz fuerte y autoritario, que te miraba directo a los ojos en forma de intimidación y de los cuales mantenía un rostro pulcro.

 

Y el verlo ahora me desconcertaba, me había contestado en apenas un susurro, sus mirada viajaba por todo el lugar.

 

-¿Ya comprendiste que lo que sientes no es amor?

 

¿A que venía eso ahora?, es que estaba dispuesto a discutir toda la vida de lo mismo, o aun peor quería de nos odiáramos  por el resto de nuestras vidas, espera ya comprendía a eso había venido, a supuestamente “hacerme entrar en razón”.

 

-Yo amo a Naruto.

 

Sé que eso lo desconcertaba, y no era por que supiera leer mucho las expresiones de las personas, pero en un rostro como el de mi padre, el verlo nuevamente en shock, lo demostraba.

 

-Hijo, por favor…

 

-Por favor a ti padre, quiero que lo entiendas, sé que te resulta muy difícil creerlo y no te culpo por no hacerlo, he de confesarte que yo aún ahora me cuesta entenderlo, el saber que lo amo a Naruto, aun doncel, es aún muy confuso.

 

Me había impacientado, había soltado todo aquello sin siquiera planteármelo, y porque, porque parecía que mi padre sabía lo que había dentro de mí y no le iba a mentir diciéndole que no tenía mis dudas, el simple hecho de que Naruto tuviera –algo- entre sus piernas me seguía perturbando, que su cuerpo se asemejaba al mío era un factor por el cual me costaba aún más el creer que lo amara, pero así era, lo amaba, aun sabiendo todo aquello, aun conociendo todo aquello por lo cual un día lo  juzgue a él y a todos los que eran como él.

 

-Sasuke hijo, sé que ahora crees amarlo pero entiende no es más que el remordimiento y la culpa, el sentimiento que todo esto es tu culpa, que deseas reparar tus errores…

 

-No

 

-… pero hijo solo estas confundido, con el tiempo tu mente se aclarara, entenderás y veras las cosas más claras…

 

-No

 

-… entiendo que ahora mismo sientes que es lo correcto y eso me hace feliz, el que intentes reparar tus errores, pero esta no es la forma Sasuke…

 

-¡NO!

 

Estaba fastidiado, sabía lo que mi padre intentaba hacer, lo entendía, yo mismo estuve encerrado todo aquel tiempo en mi habitación resolviendo eso mismo, si era culpa o amor lo que sentía por Naruto, si lo que en ese momento sentía y pensaba era causado por lo que le había hecho al vivir y estar con migo, o era causado por él. Y cuando lo comprendí…

 

El resultado me aterro, porque no he de negar que me vi envuelto en más dudas e inquietudes que en tranquilidad, pero por mas que intente justificarme no encontré otra forma de llamarlo, y a pesar de que lo había soltado varios días antes sin ningún cuidado o razonamiento  ahora podía afirmarlo, con toda la certeza del mundo

Yo amaba a un doncel…

Al Doncel Naruto…

A mi esposo…

 

-¿Y esperas que crea que realmente lo amas hijo?

 

Y mi padre me miro, y comprendí en ese momento lo que era sentirse acorralado, indefenso, su mirada no solo quemaba, era asfixiante, Intimidante y juzgadora, era esa mirada por lo cual ese hombre delante mío se había convertido en el Dios de los negocios y era la primera vez que me dirigía esa mirada, por lo cual supe en ese momento mi padre desapareció y quien se encontraba delante míos tan solo era un juez solo se encontraba.

 

-Lo hago.

 

No me acobardaría, tal vez Naruto ya no me amara, vamos que a esas alturas no creía que siquiera le agradase y que lo más seguro es que se encontrara a más de 1000 km. de mí, liberado de lo que en un momento era su infierno y era consciente que jamás regresaría a mí  y eso era lo que yo lamentaría toda mi vida, pero eso no me impediría aceptar y profesar lo que muy estúpidamente no acepte a tiempo, mi amor hacia Naruto.

 

-Digamos que te creo, que creo que lo amas, pero podrás decirme lo mismo con el tiempo, podrás asegurarme con esa determinación que lo seguirás amando…

 

Mi cuerpo se estremeció, y no solo por aquella mirada tan fría, sino por el filo de aquellas palabras, me había planteado amar a Naruto, con todo lo que esto consistía, pero hasta ahora comprendía lo que mi padre me había estado hablando, el no dudaba que en algún punto mis sentimientos por Naruto fueran sinceros, él lo que dudaba era que dichos sentimientos fueran duraderos.

 

-Yo ame a tu madre hijo, y al mismo tiempo la odie. La ame cada vez que preparaba mi platillo favorito, o cuando los trajo a tu hermano y a ti a este mundo, amaba cuando sonreía y cuando se preocupaba por mí… pero hijo cuando recordaba que gracias a ella me encontraba lejos de  Deidara, no sabes cuánto la odiaba, cuando sabía que jamás volvería a estar de nuevo con él, que aquellos hijo podrían haber sido con él, que mi vida entera había podido haber sido con él yo hijo en esos momento la aborrecía odiaba tanto a tu madre…

 

El ver a mi padre, con aquellas lagrimas que salían de esos fríos ojos y descendían por su duro rostro, me dololiá, me hacía entender que para él todo había sido muy difícil. Yo recordaba a mi padre como un hombre amoroso, incluso cuando me entere del romance que sostenía mi padre con algún doncel me había costado aceptarlo, siempre había sido tan comprensivo, tan cariñoso con mi madre, recordaba como por la casa se paseaban dándose besos y abrazándose todo el tiempo, como salíamos a pasear y  jugar con mi hermano y con migo, haciendo un poco de memoria incluso podía asegurar que gamas nos golpeó o grito, incluso fue paciente y comprensivo con mi madre cuándo ella sufría sus supuestas enfermedades.

 

-No quiero que pases por ello, ni que hagas pasar a nadie por eso, porque el amar y odia a alguien es destructivo, hijo sé que te encuentras confundido y por eso aseguras amar al joven Naruto, créeme yo llegue a sentir parecido con tu madre, pero quiero que entiendas una cosa y es que para amar a alguien es amar todo ahora y en el futuro, lo que es y en lo que posiblemente se convertirá, lo que conoces y desconoces de esa persona… Es verla y simplemente amarla.

 

Pareciera que mi padre estaba intentando hacerme ver que  era el amor, el amor de años, lo que sientes a pesar de los años ¿Yo me sentiría igual con Naruto? Intente visualizarme, el pensar en mí y él juntos después de 1, 5, 10, 20 años juntos, y si ahí estábamos, en nuestra casa, llena de todos los recuerdos que nos hacían feliz, con su manos sobre la mía, sonriéndome y mirándome solo a mí, mientras que yo solo lo miraba a él.

 

-Gracias padre pero no me pasara lo que te paso a ti, porque yo estoy seguro que amo a Naruto y que lo seguiré amando y es por eso te puedo asegurar que no importa cuánto tiempo pase seguiré amándolo.

                                                                             

-¿Estas completamente seguro de esto hijo?

 

-Si padre.

 

No lo dudaría, no ahora, ni nunca más, no volvería a ser un patán Teme.

 

-¿A pesar de todo hijo?, de que sea un doncel, de su condición, de su actual estado, a pesar de que es probable que él nunca más quiera estar cercas de ti, que encuentre a alguien o que jamás vuelvas a verlo.

 

Sabía lo que sentía y  también  sabía que lo seguirá sintiendo toda mi vida, pero no he de negar que la última parte me aterro, el imaginarme sin siquiera volverlo a ver era por lo único que podría bacilar para dejar de amarlo, y aun así no podía imaginarme sin amarlo.

 

-Hai padre, lo amo a él a Naruto, al doncel y  lo amare aun cuando él ya no me ame, lo amare aún más sin importarme nada ni nadie, aun cuando no vuelva a sonreírme o a dirigirme la palabra, aun cuando él pueda encontrar la felicidad con alguien más lo seguiré amando aunque no lo vuelva a ver.

 

Su silencio me preocupaba, y aún más me preocupo su mirada era una mirada llena de felicidad y tristeza, era como si hubiera descubierto algo y al mismo tiempo lo hubiera perdido. Al verlo levantarse de su lugar no puede controlar el impulso de hacerlo yo también, se colocó en frente mío, aun con aquella mirada me sonrió y me abrazo, tan fuerte que puede sentir sus latidos de corazón y como ahogaba un llanto.

 

-Te quiero padre…

 

Lo dije tan natural que hasta yo me sorprendí y supe que él también por la forma en que volvió a apretar el abrazo, yo me había mantenido  sujeto de su saco, había pasado tanto tiempo de la última vez que le había dicho que lo quería que me jure en ese momento hacérselo saber cada vez que nos viéramos.

 

-Perdón y gracias hijo.

 

-No, perdóname tu padre, fui un tonto.

 

Deshizo el abrazo, me tomo de la cara y me dio un ligero beso en la mejilla y mientras me soltaba y se alejaba de mí, se giró me volvió a sonreír. Supe en ese momento que él ya me había perdonado hace mucho tiempo.

 

-Sé que esta vez lo harás bien.

 

Y después de ese susurro se marchó, cuando ya no lo pude ver me volví a derrumbar en aquella silla, me sentía tan ligero el volver a estar con mi padre me hizo reflexionar sobre muchas cosas entre tantas que yo lo quería, a pesar de todo y le agradecía tanto el hacerme ver lo que era un amor verdadero, porque ahora yo sabía que amaba a Naruto como un día él me amo a mí, y eso era lo que me hacía sentirme tan pesado ahora.

Y creo que iba a llorar…

Quería llorar…

 

 

 

-Yo también te amo… teme.

 

 

 

 

 

continuara...

 

 

 

 

 

 

Notas finales:

 Yuki kitsune me alegra que te gustara el capitulo y gracias a ti por seguir leyendo este fic...

 GatitaKukaku  negros en serio? nunca lo hubiera imaginado, bueno realmente no los imagine mucho simplemente pense que serian ... verdes, no se por que se me ocurrio que asi eran.

Sunciel "las cosas ironicas de la vida son las mas logicas" no se por que esta frace simpre me la dicen pero siento que en esta ocasion aplica a la perfección.

All19valentain Ok... voy a aceptar que en algunas partes, que no voy a mencionar, si fue como -NO por que!!! - y mobio algo en mi, muy acertado me gusto. Gracias por la recomendacion. 

y a tod@s las demas que dejaron Rw, muchas gracias,

 

ho Mañana subire el sig capitulo de Kokoro, y para quien no lo ha leido pues espero que se den una vuelta por el.

bye


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).