Me gustas…
Capitulo #4 Te casaras aunque no quieras… (Sasuke)
-Uchiha-bastardo ya son las diez ¿Cuánto más planeas tardarte?
Y hai estaba el estúpido de mi primo, molestando como de costumbre, el baile había comenzado hace dos horas, pero no quería ir, ese estúpido baile, era lo peor del mundo, hace dos años era obligatorio asistir, para presentarnos oficialmente, el año pasado fui arrastrado por mi primo y el par de idiotas porque querían que conociera una chica, que por cierto era bastante bella pero no era mi tipo, este año no había escusas no iría.
-Lárgate ya, no iré.
Grite desde mi cuarto, escuche como aquel idiota comenzaba a patear mi puerta lo que hizo que saliera todo cabreado.
-Valla nunca pensé que funcionaria, vamos Uchiha-bastardo si no nos damos prisa las mejores chicas te las ganaran.
-Primero no vuelvas a partear mi puerta si aprecias tu vida, y segundo no iré.
-Pero piensa en esas chicas que están ansiosas en bailar con tigo.
-No que dras decir esas chicas que quieres engañar.
-Sabes que solo voy con un propósito… Hacer mío por fin a Naru-chan.
Y hay la insistencia de hace dos días, desde que rechace a ese rubio, mi estúpido primo se ha empeñado en hacerlo suyo, pero en algo tenía razón, tenía que ir, a agradecerle los chocolates, digo no podía ser lo bastante bastardo como para no dalas, además esos chocolates de verdad que me habían gustado.
-¿Entonces qué? ¿Si vamos?
-Solo un momento y me regreso.
Conteste con indiferencia mientras me inclinaba un poco para tomar mi chamarra. Cuando llegamos fue lo habitual una avalancha de chicas se arrojaron contra mí, mientras que el estúpido de mi primo me veía con una enorme sonrisa.
-Veo que estas muy bien acompañado, te dejo no quiero importunar.
Y se alejó mientras que me dejaba con esas chillonas chicas, mientras que las horas transcurrieron me fui desasiendo de cada una, no era tan difícil una caricia, una palabra bella y de vez en cuando un beso y listo, no era tan desagradable, los labios de la chicas eran bastante blandos y suaves pero también estaba el hecho de que luego quisieran pasarse de listas y anduvieran presumiendo por ahí, como si fuera un trofeo.
-Uchiha-bastardo no encontré a mi presa.
En cuanto vi que Sai se sentó a un lado de mi no dude en golpearlo en la cabeza con todas mis fuerzas, ese bastardo se había atrevido a dejarme solo con esas locas.
-Ok, no te enojes, lo siento principalmente por que no encontré a Naru-chan.
-No sé qué le vez.
Conteste aun enfadado, realmente no sabía que era lo que le miraban a ese rubio, era un hombre ejem… bueno un Doncel muy a mi parecer bastante normal.
- Hay Sasuke-baka se nota que no puedes apreciar la verdadera belleza, mi Naru-chan es el Doncel más hermoso del mundo, sin contar que es perfecto en toda la extensión de la palaba.
-Si claro.
Y que se note mi ironía, si es que existía alguien perfecto era yo, un cerebro que todos envidiaban, un rostro que parecía de un dios.
- Chōji-kun ¿No has visto a mi lindo Naru-chan?
Ese maldito de Sai se atrevía a dejar mi conversación a medias, solo para correr y hostigar al glotón de Chōji quien a la vez venía con una rubia.
-Naruto-kun no va a venir.
Escuche como la chica que venía a un lado del Chōji hablo llamando un poco más mi atención, según el estúpido de Sai ese era el baile favorito de ese rubio.
-Ino-chan ¿Por qué mi lindo Naru-chan no va a venir? No me digas que está enfermo…
-No bueno es que…
Se notaba que algo escondía y era más que obvio que todos nos dimos cuenta, Sai la tomo de los hombros y comenzó a sacudirla mientras le gritaba que dijera la verdad.
-¡¡¡Esta bien pero ya déjame!!!
Grito desesperada mientras que se quitaba a mi primo de encima, tomo aire y suspiro profundamente, haciendo que Sai se desesperara más.
-Prométanme que no le dirán a nadie.
-Lo prometemos…
-Bien me acabo de enterar hace unas horas, por el mismo Naruto… que conste que prometieron que no lo contarían.
-¡¡¡Habla mujer!!!
-¡Naruto-kun está comprometido y se casara este fin de mes!
Grito ya desesperada por la presión de Sai, que a propósito tenía una cara de fotografía, por un momento se me escapo cuan mueca de felicidad, su Naru-chan como lo llamaba se casaría, y con alguien que no era él.
Espera un momento, si se casaría entonces eso significaba que él ya estaba comprometido cuando se me declaro, entonces no era el señorito perfección del cual todos se habían empeñado a creer y yo ahí como idiota pensando darle las gracias por los chocolates, ja que estúpido.
-¿Naru-chan se casara este fin de mes? Ino-chan ¿está segura de lo que estás diciendo?
-Hai, me lo conto esta mañana, parece que su padre lo comprometió sin su autorización y ahora se va a casar.
-Pero si fue sin su autorización, puede cancelarlo ¿No?
-Hai… pero él no quiere.
-¿Quién es? lo voy a matar, nadie se roba a mi querido Naru-chan.
-No lo sabe.
¿Ese chico estaba loco o qué? Y digo que clase de persona está lo suficientemente loca para casarse con un completo desconocido, sin saber nada de esa persona, digo puede ser un maldito psicópata sexual.
-¿Quieres decir que mi lindo y especial Naru-chan se casa con un completo desconocido?
-Hai, al parecer no sabe ni su nombre, pero este fin de semana lo vera y en tres días más se casara.
-¡¡Mi pobre Naru-chan!!
Comenzó a dramatizar Sai, mientras que yo me alejaba, realmente solo fui para darle las gracias de los chocolates y si no estaba no le veía el caso e seguir ahí como idiota siendo acosado por locas per lindas chicas.
A la mañana siguiente fui llamado por la directora lo que me extraño, jamás era llamado por ella, bueno al menos que mi estúpido primo hubiera hecho otra idiotez, lo cual dudaba ya que yo había permanecido todo el tiempo con él.
-Tsunade-sama.
Dije lo más respetoso posible, mientras me sentaba en el asiento que ella me indico, una vez que lo hice ella comenzó a hablar.
-El señor Fugaku-san me hablo ayer…
Eso era lo último por lo que había imaginado que me había mandado a llamarme, ¿Mi padre? Mi padre había llamado a la directora, no eso era imposible, èl me dejo en ese internado junto a mi primo porque era una molestia para él, bueno aunque estos últimos años parecía querer acercarse a mí.
-¿Qué era lo que deseaba?
-Quiere que vayas a visitarlo, en este momento te está esperando un carro para llevarte.
Así de golpe, ni siquiera me dio tiempo de asimilar todo y mucho menos de cambiarme, carraspee un poco mi garganta mientras me ponía de pie y caminaba hacia la puerta.
-Gracias, Tsunade-sama.
Agradecí mientras salía de su oficina, me dirigí a la puerta principal donde efectivamente un hombre de traje me estaba esperando, se me hizo algo familiar pero no fue hasta que se quitó aquel gorro negro que lo afirme.
-Kakashi-san.
Dije con un eje de felicidad, kakashi era uno de los más antiguos empleados de mi padre y también era el hombre que me crio, en pocas palabras él era como un padre para mí.
-Sasuke-sama.
Estaba confundido, kakashi jamás en toda subida me había tratado con tanto respeto del que ahora lo estaba haciendo, ni siquiera cuando mi padre estaba presente, lo mire extrañado para luego darle un puñetazo.
-Te he dicho que no me llames de esa forma, soy Sasuke-kun.
Note su cara de sorpresa pero aun así lo ignore, me subí a la parte trasera y en todo el camino no le dije ni una sola palabra, tan solo le sonreía dándole a entender que él seguía siendo mi amigo.
Cuando entre, el mayordomo me guio hasta el despacho que se encontraba en la segunda planta, cuando entre, mi padre seguía manteniendo esa temible atmosfera que lo rodeaba.
-Hijo viniste.
-Me mandaste llamar ¿Qué ocurre?
-¿Cómo has estado?
No quería volver a pasar por esto, desde que mi madre murió hace cinco años mi padre había cambiado por completo con migo, se había vuelto más cariñoso y amable, me comenzaba a decir más seguido hijo y menos Sasuke, se preocupaba por mí, me tomaba en cuenta, pero para eso ya era tarde.
-Bien.
-Qué bueno….
-¿Qué deseas padre?
Pregunte con un tono más seco mientras que me sentaba en la silla que había delante de su escritorio.
-Hijo ¿Te gusta alguien?
Esa pregunta me tomo por demás desprevenido, ¿Gustarme? Realmente no, si había una que otra chica que seguía llamando mi atención pero nada fuera de lo común.
-No.
-Ha, que alivio.
-¿Padre?
-Te vas a casar con el hijo de un buen amigo mío.
Debía de estar de broma, si eso debía ser, una broma de mal gusto de mi padre el cual quería verme desconcertada, en cualquier momento comenzaría a reírse y decirme que caí redondito, pero los minutos pasaban y él no quitaba esa expresión seria de su rostro, lo cual comenzó a preocuparme.
-Hijo… sé que es un poco repentino pero…
-¡¡Me niego!!
Grite como última palabra, pero claro que él no estaba dispuesto a dejar todo así.
-No puedes, ya se ha hecho oficial, y por lo que me dijo Minato-san su hijo acepto.
-Padre sabes que no me gusta que tomes decisiones por mí y menos si estas incluyen matrimonio.
-No te pongas así Hijo…
-¿Y cómo quieres que me ponga? ¿Feliz?
-Es un chico que aun sin conocerte acepto en casarse con tigo.
-¿Y es a mi qué? Si él quiere unir su vida a un completo desconocido, pues muy él yo no.
-Hijo él vendrá este fin de semana para conocerte, por favor ven, si no te agrada o no te cay bien te juro que cancelare el matrimonio.
-No lo hare, sabes que nunca me han gustado los Donceles y aun así me has comprometido con uno.
-Si no vienes te juro que te casaras con él aunque no quieras, si no quieres dejaras de ser mi hijo.
Él sabía que eso era lo único que en verdad me importaba, siempre había vivido a la sombra de mi hermano pero, cuando por fin me comenzaba a aceptarme, usaba esa misma excusa para todo lo que yo me negaba a hacer.
-¡¡Has lo que quieras!!
Grite ya en mi limite, me di la vuelta y me dispuse a salir de su despacho y de esa endemoniada casa, antes de salir escuche su última advertencia, me detuve por un momento pero después seguí con mi camino, vi a kakashi y le ordene que me llevara al internado peor cuando estaba por cruzar el portón principal vi como un carro entraba.
-Ototo-baka que sorpresa.
Y eso era lo único que me faltaba, encontrarme con la persona que más aborrecía en este mundo.
-¿Qué pasa Sasuke-kun te comieron la lengua los ratones? Ho no ya se padre te ha dicho lo del compromiso.
-¿Lo sabias?
-Hoy fui a verlo, déjame decirte hermanito que tienes mucha suerte, el chico es todo un amor y ni que hablar de su belleza, si no me hubieran dicho que es un chico no lo hubiera imaginado.
-¡¡Cállate!!
Le grite mientras le daba la oren a Kakashi para que nos marcháramos no quería verlo ni a el ni a mi padre, llegue al internado y en todo ese día me encerré en mi habitación, maldiciéndoles a siestra y siniestra. Y si creían que iría el fin de semana estaban muy equivocados, que hiciera lo que se les diera la gaga no iría a esta estúpida presentación. No me casaría y menos con un estúpido y repugnante Doncel eso jamás.
-Padre ¿me mandaste llamar?
-Itachi, has los preparativos necesarios para la boda de tu hermano.
-Pero… padre
-Se casara aunque no quiera.
-padre…
-Itachi… sé que ahora me veras como el villano y que tu hermano me odiara, pero créeme yo sé que en el futuro me lo agradecerá.
-Lo dudo mucho.
-Ten fe hijo… la única persona que puede ayudar a tu hermano es Naruto-kun.
Y como lo prometí no fui ese fin de semana a la reunión, ja si m padre creía que ira estaba my equivocado, pudo haberme encerrado en este maldito internado, pudo separarme de mi madre, pero no podrá obligarme que me case con un Doncel.
-Sasuke…
Esa voz hizo que mis vellos se erizaran, gire lentamente para comprobar que no estaba alucinando, pero para mi desgracia no, ahí sentado en frente de mí se encontraba mi padre, con la peor cara del mundo.
-Padre…
-Te espero este miércoles en la casa y ni te molestes en negarte, porque estoy seguro que no faltaras.
-¿Por qué iría?
Pregunte con ironía, sabia para que me citaba, el supuesto matrimonio.
-Ho… claro no recordaba con quien me encontraba hablando.
-Deja las ironías para otro día padre.
- Sasuke tu sabes que te quiero mucho, y que no supe demostrártelo de la mejor forma… pero hijo te juro que si no asistes a tu propia boda, lo que te hare será como vivir en el infierno.
-No lo creo…
Respondí cuando mi padre cruzaba a un lado de mi para salir de mi habitación, pude notar que él bufo al termino de mis palabras.
-Sasuke… lo que viviste no ha sido ni una migaja de lo que hice vivir a tu hermano.
Por una extraña razón todo mi ser se entumeció, no sentía ni mis pies ni las manos, cada parte de mi ser temblaba, la voz y la presencia de mi padre aun me aterrorizaban, paso un momento y escuche como entraba alguien.
-Uchiha-bastardo ¿Qué hacia el tío Fugaku aquí?
-Sai…
Llame por primera vez sin ningún desprecio en su nombre lo cual note que le sorprendió.
-¿Qué ocurre?
-Ja… estas cordialmente invitado a mi boda.
-¿boda?
-Sí, me casare este miércoles en la residencia principal de los Uchiha.
-¿A eso vino el tío Fugaku?
-Hai… y ríete porque me casare con un Doncel.
-Pero…
-Sai… en verdad que no quiero unir mi vida a un completo desconocido.
-Vele el lado positivo… tal vez sea un amor y te llegues a enamorar de él.
-Escúchame Sai… Jamás, pero jamás de los jamases me voy a enamorar de un Doncel y si llego a casarme con él será solo de papel.
-Te destruirás la vida y se la destruirás a él.
Le di la espalda mientras me asomaba por la ventana y me sorprendió un poco el ver a ese rubio que llegaba casi corriendo del portón principal hacia el edificio de los Donceles, pero me sorprendió aún más ver como corría y casi tropezaba por el kimono que traía puesto, no supe porque pero en el momento en el que lo vi recordé las palabras de Itachi.
Bueno tenía razón, ahora que lo veía a si, Sai tenía razón, Naruto en verdad parecía una chica, era bajito y tenía el pelo algo largo, unos ojos grandes y si un poco… lindos, pero eso no quitaba el hecho de que fuera un Doncel.
-Sasuke…
-Entonces nos la destruiremos.
Sentencie, al darme la vuelta y mirara fijo a los ojos de Sai, ese Doncel del cual ni su nombre me moleste en averiguar, pero si lo que quería era el infierno yo se lo daría, le haría sentir que la muerte era mejor que la vida.
continuara...