Me gustas…
Capitulo #6 El comienzo de nuestra destrucción… (Sasuke)
Salí más que cabreado de la cocina, debí suponerlo desde un inicio, lo tenía todo planeado, ese rubio, era demasiado listo sabía que lo rechazaría y se vengó obligándome a casarme con él.
Mire por todo el salón hasta que distinguí la figura de mi primo, le hice una seña para que me siguiera. Cuando comencé a subir las escaleras vi como mi hermano bajaba de ellas.
-Sasuke-kun ¿Dónde está Naruto-kun?
-¡¡No lo sé!!!
-Sé que estas molesto porque padre te obligo a casarte con alguien que no quieres pero…
-¡¡Itachi no quiero hablar, déjame solo!!
Lo aparte de mi camino y me fui seguido de Sai, llegamos a lo que fue mi antiguo cuarto, y comencé a tirar todo al piso mientras que de mi bolcillo sacaba un cigarrillo.
-¿Pensé que habías dejado de fumar?
-No estoy para sermones.
-Ok.
Se formó un silencio por varios minutos vi como Sai solo se dedicaba a mirarme y luego miraba por la ventana que había en el cuarto.
-¿Aun piensas seguir con el plan?
-Por supuesto.
Conteste sin ninguna vacilación, si antes lo consideraba, ahora no me cavia ninguna duda, ese rubio lo había planeado todo, pero se arrepentirá de haberse casado con migo, lo haría vivir un infierno.
-Sasuke piénsalo. No creo que Naru-chan haya planeado esto.
-Sai, ahora sé que ese rubio fue el que planeo todo, claro sabiéndose despechado pensó que al obligarme a casarme con él todo sería diferente.
-Sasuke no creo que Naru-chan lo haya planeado.
-Sai no seas estúpido, es más que obvio que lo hizo, si no mira que coincidencia que me caso el mismo mes que lo rechace.
-¿él te lo dijo?
-Por supuesto que no, trato de negarlo, pero con migo no va a jugar, y se lo deje bien claro, en mí no hay otro sentimiento más que odio por él.
-Sasuke, sé que no tengo nada que ver en esto pero trata de no ser muy grosero con Naru-chan, estoy seguro que él no sabía nada.
-Ya te lo he dicho, le hace sentir que estar muerto es mejor que estar vivo.
-Sasuke. Como se ve que no sabes nada de un Doncel.
-Y no me interesa saberlo.
-Tal vez no, pero debes de saber ciertas cosas ahora que estas casado con uno.
Estaba a punto de replicar, pero me contuve, Sai era un maldito experto sobre ese tema, y tal vez me serviría de algo, saber una que otra cosa.
-Ellos a pesar de ser “hombres” son más sensibles que una mujer, necesitan que constantemente se les diga que son lindos y especiales bueno tu entiendes cosas bonitas, porque si no se deprimen, nunca se les debe de levantar la voz y siempre dile que hoy está más hermoso que ayer.
-Hm…
Fue todo lo que salió de mi boca, si definitivamente los consejos de Sai me servirían mucho.
-Sasuke.
-¿Qué?
-Trata bien a mi lindo Naru-chan, aunque ahora seas su marido, no te perdonare que lo lastimes.
-Sai sabes que tus amenazas no causan ningún efecto en mí.
-Hay Uchiha-bastardo no es amenaza, es un consejo.
Después de eso Sai se marchó, las horas pasaron y no volví a bajar, desde el momento en el que firme ese papel que me ataba a ese rubio había jurado hacerle la vida de cuadritos.
Pasaba de las diez, estaba seguro que todos se habían ido a su casa, no escuche ningún ruido, me levante de la cama y comencé a cambiarme, me puse la piyama y en cuanto estaba por meterme a la cama de nuevo escuche como tocaban mi puerta.
-Sasuke-san ¿Aun está despierto?
Cuando estaba por contestar reconocí su voz, lo ignore me metí en mi cama, gracias a que Sai que cuando salió serró la puerta con seguro.
-Solo quería avisarte que me quedare en la recamara de lado, por si se te ofrece algo.
Si, que te largaras, sentí el impulso de levantarme y decírselo pero no lo hice, hoy había sido un día largo y bastante pesado, mañana empezaría nuestra destrucción.
-Buenas noches…Sasuke-san.
Y después de eso, escuche sus pasos alejarse y momentos después una puerta abrirse y después cerrarse. Me acomode en mi cama, comenzando a planear todo, mañana cuando me despertara seria, no me convertiría en el peor de lo patanes, un hombre que cualquiera aborrecería.
Y con esa única idea me quede profundamente dormido.
-Siento la tardanza.
Me levante del sillón donde me encontraba esperando a Naruto, había pasado un mes desde que nos casamos y mi padre nos había invitado a una fiesta, personalmente no había aceptado pero el me amenazo y no me quedo de otra.
Bueno en lo que estaba, ese mes me la había pasado en hacerle la vida imposible a Naruto, solía insultarlo, humillarlo, gritarle, ofenderlo y menospreciarlo hasta el punto de hacerlo llorar, pero a él parecía no molestarle.
-Espere tanto y bajas así, ¿no pudiste ponerte algo mejor?
-Lo lamento…
Y de nuevo se repetía la historia, no importaba que tan mal lo tratara, él siempre se disculpaba.
-Ya déjalo, corre no quiero llegar tarde, sabes que hoy tengo una cita.
Subimos al carro, note como ya no esperaba a que yo le abriera la puerta al parecer ya se comenzaba a mis maltratos, cuando estábamos a mitad del camino mi celular comenzó a sonar, lo revise era Karin, una vieja conocida y por qué no decirle una de las tantas mujeres con las que me acostaba.
-Karin ¿Qué pasa?
-Sasu ¿Por qué no has venido? Últimamente me has dejado muy sola, te extraño… mi cuerpo te extraña.
-Está bien esta noche voy.
-¿Enserio?
-Claro, espérame, llego a las diez.
-Ok… te estaré esperando ansiosa.
Después de eso colgué, fingí mantener toda mi atención al frente pero desvié mi mirada para ver a Naruto, ¿Ese chico era un alíen o qué? Se encontraba con esa enorme sonrisa arreglando el moño del regalo que le llevábamos a mi padre. En verdad que parecía que no le importaba en lo más mínimo lo que hiciera, siempre tenía una disculpa o una sonrisa en su cara, cosa que en cierta forma me irritaba.
Llegamos y fuimos recibidos por el portero, al entrar estaba mi padre, Naruto le dio el regalo y nos invitó a pasar.
-Naruto-chan que bueno que pudiste venir.
-Buenas tardes Itachi-san.
Itachi salió de quien sabe dónde y lo primero que hizo fue y saludo a Naruto con tanta confianza y él le correspondió igual, mientras que yo era ignorado olímpicamente.
-Te vez muy lindo hoy Naruto-chan.
-Gra…gracias.
Note su sonrojo, aunque me doliera aceptarlo el estúpido de Sai tenía razón, Naruto era un Doncel y como tal no podía evitar sonrojarse cuando alguien le decía algo de su apariencia. Me aleje de ellos no quería seguir allí además había visto una linda chica entrar a la cocina.
-Buenas noches.
Salude Cortésmente mientras que sonreía de medio lado y notaba como la chica se giraba. Baya que tenía un buen ojo, la chica era más guapa de lo que vi, tenía el pelo café y peinado en dos conguitos con un vestido estilo chino rojo, bastante entallado haciéndome excitar aún más.
- Buenas noches…
Y sonreía aún más esa chica ya era mía.
-¿Cómo te llamas? Nunca te había visto.
-Vengo en el lugar de mis padres, pensé que sería una cena aburrida pero se acaba de poner interesante.
-¿Así? Y ¿Por qué?
Fingí no saber nada, pero me acerque a ella de una forma provocadora, sabía que podía conquistar a la persona que quisiera peo jamás me había interesado tanto como ahora, estaba por preguntar otra cosa cuando ella también camina hacia mi dejando su copa y besándome.
Era una sensación que estaba seguro nunca me cansaría de disfrutar, los labios de una mujer contra los míos mientras que esta se apretaba más contra mi cuerpo y sus senos se encontraban siendo restregados contra mí.
No lo soporte más, la tire sobre la mesa que se encontraba ahí y me coloque sobre ella, comencé a colar mi mano por debajo de su vestido, mientras que no dejaba de besarla, mientras que sus gemidos salían. Escuche como la puerta se abrió y serró casi al instante, no le preste atención y seguí con lo mío, sabía que quien fue el que abrió la puerta no se había quedado para mirar.
-¡¡Estúpido!!
Después de aquel grito no supe bien lo que paso, pero sentí como era fuertemente tirado de mi saco hasta caer de espaldas y luego vi como la peli castaña salía de la cocina con un sonrojo en sus mejillas y corriendo.
Estaba a punto de replicar, cuando me gire y vi a mi estúpido hermano, con una mirada de total decepción, me levante ya más calmado y con total naturalidad mientras sacaba un cigarrillo y comenzaba a fumarlo.
-Me arruinaste le momento.
Susurre mientras que volvía a darle otra calada al cigarrillo.
-¿¡¡¡Arruinar el momento!!!? ¿Qué diablos te pasa Sasuke?
-No me grites, que no estoy sordo.
-¡¡¡Disculpe usted, pero no sé cómo tratar a una persona que a pesar de esta casado, no le importa que su esposo lo vea revolcándose con una completa desconocida!!!
-Te dije que no me grites.
-¡¡Sasuke, Naruto-chan te vio!!
Y que esperaba que dijera, Itachi al igual que mi padre sabían que no amaba a Naruto y que nunca lo haría, tan solo por ser un Doncel.
-Ho…
-¿Ho? Es todo lo que se te ocurre decir. Sasuke sé que no tengo derecho a meterme en su matrimonio, pero no puedo soportar ver como tratas a Naruto-chan.
-Pues si tanto te duele, te hubieras casado tú con él, y como ya lo dijiste tú no tienes ningún derecho a meterte en mi matrimonio.
-Tal vez él no, pero yo sí.
No tarde en girar mi cabeza hacia la puerta, mi padre acababa de entrar y por su cara pude deducir que había escuchado la discusión de Itachi y mía, se acercó a mí y me golpeo.
-Hijo ¿Por qué le haces esto?
-Tu sabes la razón del por qué.
-Sasuke, hijo entiéndelo no solo te lastimas a ti, sino que lastimas a Naruto-kun.
-Eso debió pensar antes de casarse con migo.
Respondí sin ningún recato, note como ambos, mi padre e Itachi negaban con la cabeza, Naruto se había empeñado en quedar bien delante de ellos, pero a mí ya no me iba a engañar yo sabía que clase de persona era.
-Hijo…
-Mande padre.
-Si…
Lo vi indeciso de continuar, no tenía tiempo que perder con sus sermones, comencé a caminar hacia la salida, había quedado con Karin y en verdad que no quería faltar.
-Si tu pides el divorcio, jamás lograras tramitarlo… ¿lo recuerdas?
-Si… me lo dijiste el mismo día en que me case.
-¿Por eso lo haces?
- No, pero lo tengo muy presente, jamás dejare de ser el marido de Naruto pero eso no implica que sea feliz con él.
-Te equivocas.
-No me digas que has cambiado de parecer.
- Por supuesto que no, sabes que nunca me retrato de mis palabras, pero le hare un ligero cambio.
-¿Cuál?
Pregunte ansioso, cualquier cosa que me permitiera separarme de Naruto la aceptaría.
-Te dije que si tú lo tramitas jamás se efectuara, pero si Naruto-chan es quien desea separarse de ti yo personalmente me encargare de los trámites.
-Padre…
-Me parece perfecto.
Note como Itachi estaba a punto de decir algo y me le adelanto, esa cláusula era más que perfecta, como lo trataba no aguantaría más de una semana, comencé a salir con una media sonrisa pero antes de hacerlo no podía resistir las ganas de hacer rabiar a mi estúpido hermano.
-Ha, Itachi antes de que lo olvide si pudieras guardarte tus sentimientos por mi esposo solo para ti.
Y no espere más, Salí de la cocina mientras me recargaba en le puerta de esta, para escuchar la discusión, aunque fue solo un momento vi la cara de sorpresa de mi padre.
-Itachi ¿Qué quiso decir Sasuke con eso?
-Padre… sabes que nunca te he mentido…
-Y espero que no empiece hoy.
-Me gusta Naruto-chan.
Me sorprendió de verdad que mi tonto hermano se lo dijera a mi padre, nunca pensé que sería así de directo, quería ver su cara, en verdad no sabía que tenía Naruto pero ya había enamorado a dos Uchihas, enseguida Salí de mis pensamientos al escuchar un fuerte golpe y un grito de parte de mi padre.
-¡¡¡Sabes que no puedes hacer eso, Naruto está casado y no solo eso es el esposo de tu hermano, es un persona prohibida para ti!!!
-Lose, pero no pude evitarlo Naru-chan es una persona fantástica y mi hermano es un estúpido al no saberlo valorar.
-No quiero que nadie se entere de esto, principalmente Naruto-kun.
-Por eso no te preocupes padre, yo se guardar muy bien mis sentimientos, además sé que Naruto-chan no me ama, él ama a Sasuke.
No quise escuchar más, vi mi reloj, eran las nueve y media ya iba retrasado con Karin, busque a Naruto, lo encontré hablando con la misma chica con quien casi tuve sexo en la cocina, me acerque sin bacilar mientras que note como ella se ponía nerviosa.
-Naruto vámonos.
-Hai, Compermizo Tenten-san, fue un placer.
-Para mí también Naruto-kun cuídate.
Naruto se me quedo viendo un rato y yo le hice una seña para que se marchara que ahorita lo alcanzaba, lo cual entendió enseguida, hizo una reverencia y comenzó a caminar hacia la puerta.
-¿Por qué huiste así?
-¿Qué no era obvio? Tu hermano nos encontró a punto de tener sexo arriba de la mesa y por si fuera poco, Tú estás casado.
-Una tontería. Yo no amo a mi esposo.
-¿Esposo? Estas, casado con un Doncel debe ser demasiado espantoso y malo en la cama para que su marido lo engañe cuando se acaben de casar.
-No lo sé ¿Qué dices tú?
Pregunte, mientras que volteaba con la sola mirada hacia donde Naruto se había marchado, ella me miro un rato al no entender nada, pero enseguida la cambio.
-¿¡No me digas que tu esposo es Naruto-kun!?
-Sí.
-Lo siento… en verdad que no sabía.
-¿A qué te…?
-Lo siento, no quería, en verdad que no sabía que él fuera tu esposo, espero que me perdones…
-¿Por qué no te calmas?
-Hai…
-¿Y ahora porque te disculpas?
-Es solo que no sabía que tu esposo era Naruto-kun, espero que me perdones, por favor no le digas a nadie de esto.
-¿Todo esto porque mi esposo es ese rubio?
-Sasuke-san se nota que no te has dado cuenta, me sorprende de que te hayas casado con él.
-¿Por qué?
-Naruto-kun es muy famoso, todos los varones de familias importantes y millonarios habían pedido su mano.
-¿Enserio?
Baya esa parte de su vida no la conocía, Naruto no tenía el tipo de ser bueno no pensé que fuese así, pero era sorprendente como las apariencias engañaban, tampoco pensé que fuera capaz de obligar a mi padre a que me casara con él.
-Hai… me entere que hasta hace poco se atrevió a rechazar al secretario de la delegación presidencial.
Sabía quién era, un político corrupto con mucho poder y una fortuna casi o igual de inmensa que la de mi familia.
-Espero que pronto puedas valorarlo Sasuke-san.
Vi como esa linda chica se alejaba hasta perderse, suspire cansado, si me hubiera casado con una linda y sexy chica tal vez nunca la hubiera engañado, pero no, estaba infeliz mente casado con Naruto.
Subí al carro y en todo el camino no pude apartar ese pensamiento, lo había rechazado, pero ¿Por qué? Hasta ahora no conocía a nadie que hubiera rechazado a Oroshimaru-san y no solo por su atractivo porque era obvio que era nula, si no por el poder que esta tenia, y Naruto había sido tan estúpido para rechazarlo, claro solo quería verme infeliz.
-Me voy.
Dije en el momento en el que Naruto bajo del carro, le había dicho a Karin que iría y ahora no podía faltar, además ¿Cómo fallarte a Karin? No era precisamente la mujer perfecta pero baya cuerpo que tenía y el cómo me satisfacía era toda una diosa.
-¿Va…vas a tardar mucho?
Pregunto mientras que yo encendía el motor, subí el parabrisas y arranque sin contestarle y bueno nunca lo había hecho así que se quería que pidiera el divorcio tenía que tratarlo peor que nunca.
Y era algo de lo que orgullosamente era un experto, además no había otra cosa mejor que ser un infiel.
continuara...
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