Me gustas…
Capitulo #7: ¿Por qué? (Naruto)
Me había sentido tan contento cuando vi a una antigua amiga de mi segundo internado Tenten, y por primera vez me dio gusto platicar con alguien, que no me recordara el estar casado con Uchiha Sasuke, hasta que llego él. Me sentía horrible, él acababa de engañarme con quien sabe quién en la cocina y ahora se había marchado con otra chica ¿Qué no podía ver que me dolía?
No pedía que me quisiera y que fuera el marido perfecto, tan solo que fuera un poco más discreto, que me guardara un poco de respeto, no por ser su esposo si no por mí, yo trataba de que nada manchara su reputación o por lo menos por mí.
Subí a mi habitación, la de Sasuke era la del lado izquierdo a sí que primero tenía que pasar por la suya, cuando estaba por dormirme el teléfono sonó.
-Buenas noches…
-Naruto-chan soy yo Itachi.
-Ha, Itachi-san Buenas noches.
-Buenas noches, solo llamaba para disculparme de lo que paso hoy en la fiesta, espero que puedas perdonar a mi tonto Ototo.
-No te preocupes Itachi-san… digamos que ya me he acostumbrado.
-¿¡¡No me digas que ya lo ha hecho antes!!?
Y ahora me daba cuenta de mi error, pero ¿Por qué a mí? Yo solo quería que mi papá me quisiera y ahora estaba sufriendo todo esto, no podía contarle la verdad a Itachi-san, no por el miedo que le tenía a Sasuke-san o porque mi padre se enojara con migo, no tan solo porque me gustaba su compañía y la de Fugaku-san era como tener un a familia y no quería perderla.
-No… es solo que… es un poco difícil que Sasuke-san me acepte como su esposo.
-Sé que mi Ototo-baka es muy difícil de tratar, pero también sé que logaras que él te quiera.
Y él no sabía cuánto yo anhelaba eso, quería ser feliz al lado Sasuke-san, que ambos nos quisiéramos y que formáramos una familia, por eso hacia todo lo posible para no molestarlo o perturbarlo de ninguna forma, pero no sabía cómo terminaba por arruinarlo todo.
-Hai… Itachi-san es un poco noche y yo…
-Por supuesto, pero que tonto, debes de estar cansado, buenas noches Naruto-kun.
-Buenas noches Itachi-san.
-Que descanses.
Y después de eso colgó, me volví a acomodar para dormir, mientras que serraba mi puerta.
Me levante temprano como todos los días, me cambie y cuando pase por el cuarto de Sasuke, él se encontraba dormido sobre las cobijas, entre y lo tape con un cobertor.
-¿Con quién fue esta vez?
Susurre más para mí, Sasuke-san no llegaba a dormir cuatro noches por semana y cada vez tenía el olor de un perfume diferente de mujer, y por eso sabía que me engañaba, bueno él tampoco era precisamente discreto.
Baje para preparar el desayuno para Sasuke-san, posiblemente la comida, comí en la cocina no tenía caso llevar todo al comedor para estar ahí solo, me gustaba más la cocina, era pequeña y no me hacía sentir un vacío.
Cuando termine Salí al jardín, estaba cuidando de él, el señor Fugaku-san lo había tenido un poco descuidado, pero últimamente se había compuesto, las rosas y los girasoles eran los que más me gustaban y jugar un poco con Hebi, el perro guardián de la casa, nos habíamos hecho amigos
-Uzumaki-san, Sasuke-sama ya ha despertado.
-Gracias Kakashi-san.
Kakashi, era el único empleado en la casa, él era el chofer, pero no tenía mucho que hacer ya que Sasuke-san salía en su carro y yo desde que me había casado no había salido ni una sola vez, al menos que fuera con Sasuke.
Al entrar lo vi sentado en el comedor, con los brazos cruzados y el ceño fruncido ¿Había hecho algo mal? No podía ser, no recordaba nada.
-Bu… Buenos días Sasuke-san.
Él no me contesto lo cual me puso más nervioso, tal vez si estaba enojado con migo.
-Desayuno.
Fue todo lo que dijo y entonces lo entendí, Sasuke para lo único que se quedaba en la casa era para comer y cambiarse de ropa.
-Hai, ya la traigo.
Entre corriendo a la cocina y me puse a calentar y preparar nueva, cuando todo estuvo listo lo lleve al comedor donde se encontraba Sasuke, y lo fui sirviendo, pescado dorado, sopa de arroz, verdura cosida y tallarines.
-¿Esto?
Su voz sonó como siempre fría y enojada, no sabía qué hacer, esta mañana le había preguntado a kakashi cuál era la comida favorita de Sasuke y ahora lo veía así de enojado.
-Si… Si no te gusta te puedo preparar cualquier otra cosa.
-No déjalo, si no fuiste capaz de hacerlo, no intentes ahora remediarlo.
Lo vi, como empezó a comer, con una mueca de desagrado, quizás realmente solo sentía odio y repulsión por mí, pero era bastante gracioso, yo le amaba tanto y él me despreciaba con la misma intensidad.
Termino y se levantó mientras que se colocaba los zapatos y caminaba hacia la salida.
-¿Va a salir?
-¿Qué no es obvio? Sí.
No estaba seguro que más decirle, no quería importunarlo pero quería saber si vendría a comer, quería que se despidiera de mí con una palabra que no reflejara odio por mí.
-¿A… a qué horas llegas?
-No lo sé doce, una, no sé hasta mañana.
Vi como kakashi le habría el portón, dijeron algo que no alcance a escuchar y después se marchó, hebi se acercó a mí con una pelota en el hocico, y chillando para que jugara con él.
-Ahora no Hebi, no tengo ganas.
-Uzumaki-san ¿Por qué no lo saca a pasear?
-Etto...no.
No podía salir, Sasuke podría darse cuenta y entonces se molestaría además no conocía nada por esos rumbos, lo más lejos que había llegado solo era hasta la casa del vecino del lado, cuando por accidente una pelota se me bolo a su jardín.
-No se preocupe, Sasuke-san no vendrá hasta mañana y hay un parque a cinco cuadras de aquí.
Kakashi era bastante amable con migo, solíamos platicar mucho ya que me aburría mucho en esa casa, lo dude un poco pero al final me decidí.
Tome a Hebi, y comencé a caminar por donde Kakashi me indico, no estaba muy seguro de lo que hacía y tuve miedo hasta que vi el parque, era bastante grande y con muchas persona s ahí, me sentí mejor cuando hebi, comenzó a caminar por una ruta, lo que me hizo pensar que él ya había estado ahí antes.
Dimos una vuelta al parque, duramos como una hora pero fue divertido, la gente solía quedársele viendo, y no los culpaba ya que Hebi es un rottweiler (N/A: no estoy muy segura si se escribe así comen) y no solían ser muy amigables pero el sí y también juguetón, como lo estaba haciendo ahora.
-¡Ve por ella!
Y lance esa pelotilla color verde mientras que hebi salía corriendo tras ella, mientras levantaba mi cabeza al cielo, me hubiera gustado haber venido al parque con Sasuke, Itachi-san y Fugaku-sama también, hacer un día de campo y divertirnos, moví la cabeza rápidamente para saca esos pensamientos, eso era imposible.
-¿Hebi?
Llame mientras caminaba hacia donde había lanzado la pelota, llevaba un rato y hebi no volvía lo cual me preocupo, camine un rato hasta que llegue a donde estaba, sonreí de alivio pero al verlo sobre un hombre me asuste, pensé que lo estaba atacando y corrí para quitárselo de encima.
- ¡Hebi, suéltalo!
Grite mientras que lo tomaba de su collar y lo alejaba de ese hombre el cual se encontraba ¿Riendo? Cuando esa persona se levantó me sorprendió ver de quien se trataba.
-¿Itachi-san?
-Naruto-kun ¿Qué haces aquí?
-Vine a dar un paseo con Hebi ¿Y usted?
-Bueno suelo venir a este parque para recordar los viejos tiempos, pero cuando hebi me vio, se lanzó sobre mí y comenzó a lamerme mi cara.
-Parece que lo quiere mucho.
-Por supuesto Hebi era mi perro hasta que fue entrenado para ser un guardián, pero te digo algo, siempre que me ve se lanza sobre mí
Me causo un poco de gracia, ya que el perro se encontraba dando vueltas alrededor de Itachi-san mientras que movía de un lado para otro su pequeña colilla, tenía razón por que con Sasuke-san nunca hacia eso.
-Naruto-kun ¿quieres dar una vuelta?
-Etto no, tengo que regresar y se está haciendo noche.
-No te preocupes yo te acompañare a tu casa, solo quiero dar una vuelta.
No estaba muy seguro, pero termine aceptando, Itachi-san comenzó a caminar y yo lo seguía de cercas.
-¿Quieres un helado?
-Hai.
-Señor me da uno de…
Se me quedo viendo, esperando a que pidiera un sabor.
-Vainilla.
-¿Naruto-kun te gusta a vainilla?
-Hai, es mi sabor favorito.
-Que coincidencia, el mío también.
-¿Enserio?
-Hai, es que es muy cremosa y también sabe muy rica.
-Y huele muy bien.
-Aquí tiene señor.
Continuamos caminando por un rato más, me sorprendió mucho todo lo que teníamos en común Itachi-san y yo, a ambos nos gustaban los días soleados, las limonadas frías, los pasteles con frutas y los raspados de fresa.
-Bueno, ya llegamos, gracias Itachi-san.
Dije al detenerme fuera de mi casa, llame a la puerta mientras que esperaba que Itachi-san se marchara.
-Naruto… te vez muy lindo con el color naranja.
Lo vi acercarse un poco a mí, cerré los ojos mientras que me sonrojaba, sentí sus labios en mi mejilla y para cuando abrí mis ojos Itachi-san estaba por dar la vuelta a la cuadra, me sonroje a un mas, mientras me tocaba con la mano derecha la mejilla.
Había sentido como si mi corazón se fuera a salir de mi pecho, Itachi-san era tan parecido y distinto a Sasuke, físicamente eran iguales, pero sentimentalmente eran tan distintos, Itachi-san era amable, gentil, atento y respetuoso en cambio Sasuke, era como su anti ego.
-Señor Naruto ¿Cómo le fue?
-Bien kakashi-san, gracias… Sasuke-san ¿ya volvió?
-Lo siento Naruto-kun.
-No se preocupe kakashi-san, no es su culpa, si me disculpa es noche y estoy cansado.
-No se preocupe, que tenga buenas noches.
-Igualmente.
Me despedí y entre a la casa, llegue a mi cuarto, vi mi piyama, estaba por ponerme una blanca, pero la cambie por una naranja la cual me había regalado Itachi-san en mi boda, cuando me la puse me pare frente al espejo de cuerpo completo que tenía en el baño.
Recordé las palabras de Itachi-san, me sonroje y al mismo tiempo me entristecí, me había gustado que me dijeran eso, pero me hubiera gustado que me lo dijera Sasuke-san, mi mirada se entristeció, sabia, no estaba 100% seguro de que él jamás me diría algo lindo.
Me metí a mi cama quedándome dormido casi al instante…
Me desperté un poco sobre saltado, se escuchaba una música bastante alta y ruidosa y muchas voces dentro de la casa, me puse la bata y Salí de mi cuarto, escuchaba cada vez más voces y una de ellas era la de Sasuke, cuando estaba por bajar las escaleras vi como kakashi-san subía.
-Naruto-san por favor suba.
-¿Qué ocurre kakashi-san?
Se me hizo un poco extraña la reacción de kakashi-san, pero antes de que pudiera preguntar escuche la voz de Sasuke que sobresalía más de las demás, hice a un lado a kakashi el cual me tomo de la mano y cuando voltee a verlo él solo negó con la cabeza.
-Por favor Naruto-san no baje.
-No te preocupes Kakashi-san, no me va a pasar nada… además tú vas a ir con migo ¿verdad?
-Por supuesto.
Bajamos y comenzamos a caminar entre una multitud de gente, mujeres y hombres bastante bebidos y besándose, mientras que esquivaba a cada uno y kakashi-san alejaba a cualquiera que me intentara tocar, estuve a punto de regresarme a mi habitación y encerrarme ahí, hasta que escuche la voz de Sasuke.
-Les dije.
-Tenías razón Sasuke, aquí es mejor que en el bar.
-Y hay más privacidad.
-Si claro como si la ocuparas, ya te vi con la rubia.
-Jeje… a mi nadie se me resiste y tu Sasuke ¿no tendrás problemas con tu esposo?
-Para nada, es tan estúpido que seguro no me dirá nada.
-Debe de quererte mucho para aguantarte todo esto.
-Ese estúpido, me obligo a casarme con él, pero ahora está sufriendo las consecuencias, sabrá que no siento nada más que repugnancia por él.
Quería que la tierra me tragara, Sasuke se encontraba sentado en medio de siete hombres a los cuales solo reconocí uno, Sai su primo, pero el escucharlo hablar así de mí no era lo peor, no, tenía que humillarme en mi propia casa con una mujer.
Se estaba besando con ella de una forma que tan solo parecía como si quisiera hacerlo en ese momento, ni pude moverme hasta que Kakashi-san me toco el hombro lo que provoco que chocara con alguien llamando la atención de todos.
-¡Lo… lo siento!
Salí corriendo, mientras mantenía mis ojos serrados, subí las escaleras y entre a mi habitación mientras me sentaba en la cama, y casi al instante escuche como alguien entraba y serraba la puerta tras suyo.
-Naruto-san…
-Kakashi-san sniff ¿soy tan repugnante?
Ya no sabía qué hacer, no importaba que tanto intentara para agradarle a Sasuke-san, parecía como si cada día me odiara más hasta el grado de serme infiel en nuestra casa, ya no quería seguir con esto, por más que quisiera a mi padre esto era demasiado, Sasuke-san era un patán.
-Por supuesto que no, usted es maravilloso, cualquiera se enamoraría de usted Naruto-san.
-Entonces ¿Por qué? ¿Por qué Sasuke-san…sniff?
No pude terminar la frase el llanto me gano, me tire sobre la cama y me tape con la cobija mientras sentía como la mano de kakashi-san acariciaba mis cabellos.
-Kakashi-san, por favor déjeme solo.
-Pero Naruto-san…
-Por favor entenderá que no quiero ver a nadie.
En ningún momento levante mi cabeza, escuche sus pasos dirigirse hasta la puerta y después como esta era serrada con seguro. En cuanto kakashi-san salió no me contuve más llore mientras que mis gritos fueron holgados en la almohada que absorbía mis lágrimas ¿Por qué Sasuke-san me hacía esto? No recordaba que tan malo le había hecho para que me odiara así.
Era comprensivo y callado, eso era lo que le agradaba a Sasuke-san, y si muchas veces seguí los consejos de Itachi-san, Fugaku-sama incluso uno que otro de Hinata-chan, pero no era suficiente, y yo no podía mantener este amor más tiempo.
-Oka-san…sniff ¿Por qué?
Tome la piedrilla azul que colgaba de mi cuello, mientras la apretaba fuertemente, me la había regalado mi madre antes de morir, era todo una reliquia familiar, se pasaba de generación en generación cuando era el día de la boda, pero era lo único que me reconfortaba en esos momentos.
Llore hasta caer rendido, no supe que paso después de eso, la música y los gritos aún se escuchaban aun antes de caer dormido.
Me levante un poco más temprano de lo normal, me sentía un poco cansado y en ese momento recordé todo, mis ojos se entristecieron.
-Solo diez meses y dos días más…
Se me había hecho una costumbre repetir eso todos los días cuando me levantaba, era un poco tortuoso pero me daba un pequeño alivio, cuando Salí de mi habitación fue lo peor.
Ropa, botellas, basura y mucha mugre fue lo que encontré, al parecer eran los restos de la fiesta de Sasuke-san.
-Bueno al menos hoy no me aburriré.
Que más podía hacer, el cochinero ya estaba ahí y estaba seguro que Sasuke no lo recogería, y es que al no verlo en su cuarto, fui hasta la cocina donde saque un par de bolsas grandes y comencé a recoger toda esa basura.
Eran más de la una de la tarde y no podía terminar, por mucho llevaba una tercera parte donde no me había dado tiempo de siquiera quitarme mi piyama la cual ahora se encontraba cubierta de manchas, por la basura.
-Ya voy.
Escuche como el timbre comenzaba a sonar, se me hizo un poco extraño, nadie venía a visitarme y Sasuke-san tenía llaves.
-Itachi-san.
Me sorprendió mucho el ver a Itachi-san ahí parado y más su mirada, era completamente diferente a las anteriores una cara de sorpresa.
-Naruto-chan ¿acabas de levantare?
Por un minuto olvide completamente como estaba vestido, era verdad aun llevaba mi piyama y ya pasaba de medio día.
-No… etto…
-¿Qué paso aquí?
Itachi-san se había metido a la casa sin que me diera cuenta, lo seguí mientras que él recorría todo el desastre con su mirada.
-¿Tuvieron una fiesta Naruto-chan?
-No… Sasuke-san…
-Comprendo y ¿Quieres que te ayude?
-Eh! No yo no podría…
-Ho vamos Naruto-chan eres parte de mi familia y como tal no te debes sentir mal al pedir un favor, ahora déjame ayudarte.
No sabía que decir, Itachi-san ha sido muy amable con migo desde que nos conocimos, además no sabía porque pero que mencionara que éramos familia me gustaba, sentir que puedes estar con una familia la cual no te odie.
-Gracias Itachi-san, disculpe per ¿Por qué vino? Sasuke-san no está salió.
-Pues que bueno porque no vine a buscarlo a él. Si no a ti Naruto-chan.
-¿A mí?
- Kakashi-san dice que pasas mucho tiempo tu solo aquí en la casa y pensé que podrías salir a algún lugar.
-Yo no puedo, no es que no aprecie su intención pero, no quiero que Sasuke-san se moleste si no me encuentra en la casa cuando llegue.
-Por eso no te preocupes Naruto-chan, mira cercas de aquí hay un centro de distintas actividades y pensé que te gustaría inscribirte al curso de repostería que inicia esta semana.
La idea sonaba bastante agradable, salir un rato de esa enorme casa y convivir con personas, mientras preparaba algo.
-Y si te preocupas por mi Ototo ya lo tengo resuelto, el horario es de doce a cuatro y kakashi- san me ha dicho que Sasuke se va antes de las once y nunca viene a comer.
-¿Puedo pensarlo un poco?
Quería ir, pero no lo haría a escondidas de Sasuke-san, se lo diría y si él estaba de acuerdo iría y si no, tendría que resignarme.
-Por supuesto, pero no lo pienses mucho, ahora hay que limpiar este desastre.
Fue un poco difícil, pero la casa queda igual de impecable que el día anterior, Itachi-san había sido de mucha ayuda y fue un alivio que él limpiara con el cuarto de Sasuke-san, mientras que me encontraba haciendo la comida.
-Naruto-chan déjame terminar estoy, mientras te arreglas.
Me sorprendió el escucharlo así de cercas, no había sentido su presencia ni cuanto llevaba ahí recordado en la puerta de la cocina.
-Itachi-san.
-Vamos, aun así con mi apariencia se cocinar, demás has de estar cansado por lo de hoy, ve date un baño y bajas a comer.
-Hai gracias Itachi-san.
No pude negarme más, Itachi-san era bastante amable con migo y no pude negarme esa sensación de que le preocuparas a alguien era fantástica, Itachi-san era como un hermano mayor que se preocupaba por mí.
Subí y me dirigí directo al baño, para verme en el espejo, me veía espantoso, tenía el cabello todo revuelto, mi cara estaba completamente manchada de polvo y mi piyama, solo puedo decir que cuando me dormí con ella era naranja y ahora era negra.
Me sonroje al recordar algo ¡Itachi-san me vio así! Qué pena, seguro pensaría que no apreciaba su regalo, ¿Ahora como lo vería a la cara? Seguro que me odiaría.
-¿Naruto-chan?
Me gire un poco asustado al escuchar como llamaba a mi puerta, cori para abrirle.
-Naruto-chan solo quería preguntarte ¿Dónde están los cucharones? Pero… ¿Te pasa algo?
-Lo siento.
No podía verlo a la cara, seguro que pensaría que no había apreciado su regalo.
-¿Por qué?
-Yo… lo manche, la piyama que usted me regalo y…
-¿Eso? No te preocupes Naruto-chan, además yo estoy igual.
No pude decir más me había quedado paralizado ante sus palabras y esa sonrisa sincera que me dio, no me pude contener más una sonrisa, volví a entrar a mi cuarto para arreglarme.
-Gracias Onii-san.(N/A: waaa!!! Naru-chan es tan lindo *¬*)
-Siento la tardanza.
-No te preocupes Naruto…chan… Naruto-chan te ves muy hermoso.
Me sentía un poco incómodo por la mirada de Itachi-san, intentaba no verlo a la cara, camine hacia la cocina para servir pero antes de llegar fui detenido.
-No, déjame que yo sirva, Tu ya has hecho mucho hoy, y no quiero que te sobre esfuerces.
-Gracias, pero tú eres el invitado y no se vería bien.
-Ho vamos solo estamos tu y yo, además yo no se lo pienso decir a nadie si tu no se lo dices.
-Pero si usted sirve déjeme al menos poner la mesa.
-Ok, tu ganas Naruto-chan.
-Pero que linda pareja.
Sentí que mi cuerpo se crispo, haciéndome soltar el plato que tenía entre mis manos, mientras que me guitaba lentamente, y ver a esa persona sentado en una de las sillas mientras fumaba un cigarrillo.
-¿Por qué se detienen? Hagan de cuenta que yo no estoy aquí.
-Ototo-baka ¿Qué haces aquí?
-¿Qué ocurre Itachi es tan raro verme en mi casa?
-No… solo pensé que…
-Ha olvídalo, Naruto, tengo hambre.
No tarde en correr hacia la cocina para tomar otro plato y servir a Sasuke, mientras que le pedía a Itachi-san que por favor se sentara con Sasuke y me dejara servir a mí.
-Aquí tienes Sasuke-san…
Vi su cara de desagrado cuando puse ese plato con la humeante sopa, frente a él, y luego como tomaba el plato y derramaba su contenido al piso.
-Sabes que no me gusta la sopa, tráeme carne y limpia este desastre.
-Hai... lo siento.
-Sasuke ¿Cómo te atreves?
Itachi se había puesto de pie mientras golpeaba la mesa con ambas palmas y elevaba su voz.
-Hmn…
-¡¡Naruto-chan se esforzó mucho para hacer esa sopa para que tú la desprecies!!
-Itachi-san por favor, está bien yo tuve la culpa.
Lo que menos quería era iniciar una pelea entre Sasuke-san y su hermano y aún más si yo era el causante.
-Pero Naruto-chan…
-Además yo tuve la culpa, debí saber que a Sasuke-san no le gustaba la sopa…
-Pero…
-Ya lo oíste Itachi-Nii-san es su culpa, además Naruto no se queja ¿verdad?
-No.
Note ese tono que Sasuke-san solía usar cuando se burlaba de alguien al igual de ver como Itachi-san apretaba sus puños y sus dientes conteniendo seguramente, el enojo, me sentía tan culpable.
-Quiero ir Itachi-san…
Susurre más para mí que para los demás, pero fue escuchado por Itachi el cual me sonrió antes de que entrara a la cocina para preparar ese filete que Sasuke quería.
comtinuara...