Me gustas…
Capitulo #2 Otro más… No me interesa (Sasuke)
Me había levantado temprano, aunque no era necesario, ese día gracias a Kami-sama no tendría que asistir a clases, era el festival de la segunda fecha que más odiaba San Valentín.
Me cambie y baje a desayunar, todos se encontraban en sus clases, lo que me hizo soltar un suspiro de alivio, cuando me senté escuche que un tipo se acercaba a mí, no voltee, sabia de quien se trataba y cuando estaba a escasos centímetros.
-¿Qué planeas ahora Hyuga?
Escuche su murmullo maldiciéndome, camino hasta sentarse delante de mí y mirarme con el ceño fruncido, lo ignore y seguí comiendo o bueno eso intente hasta que toda mi comida se vio sepultada por estúpidos regalitos.
-Envidia.
Dijo con una sonrisa de superioridad, mientras que sacaba otro de su bolcillo, y comenzando a abrir uno con la envoltura verde.
-En lo más mínimo.
Dije mientras trataba de salvar un poco de mi desayuno, que fue imposible, lo mire con odio y él tan solo se rio nervioso.
-Jeje, Ho vamos Uchiha, cuando esas chicas y Donceles te den todos esos chocolates te olvidaras de esa comida.
Quería golpearlo, realmente dese golpearlo y no me contuve más, me levante di un sope bastante fuerte en su cabeza y empecé a irme lo más rápido que pude de ahí.
-¡Espérame!
Grito al tomar todos esos chocolates, meterlos sin ningún cuidado dentro de una bosa y correr hasta alcanzarme.
-¿Por qué te enojas tano? Sabes bien que tú eres el único que recibe chocolates para todo un año.
-Sabes que odio lo dulces.
Le conteste al entrar al salón principal y ver con horror como todo estaba siendo decorado de color rojo, rosa y blanco, realmente ese día era el que más odiaba, corazones y listones hacían que eso más bien pareciera un enorme regalo todo cursi.
-Uchiha-bastardo pensé que no llegabas.
En cuanto escuche esa voz dirigirse a mí, di media vuelta con toda la intención de largarme de ese lugar antes de que fuera demasiado tarde, lamentablemente lo fue.
-¿Qué diablos quieres Sai?
Sai era mi primo, es menor que yo por un año y aunque yo lo niegue, la gente insisten el que nos parecemos, lamentablemente muy dentro de mí sé que así o es, los dos tenemos la piel demasiado blanca el pelo y ojos color negro y las facciones, parecíamos hermanos.
Gracias al cielo yo no era igual emocionalmente que él, yo era bastante serio y estricto, Sai parecía que le importaba un reverendo rábano la disciplina, vivía metiéndose en problemas por su supuesta “sinceridad” él era tan hipócrita que ha beses no lamentaba negar que fuéramos familia.
-¿Por qué usa eso tono tan frio con migo? Después de lo que me hiciste ayer.
Sentí que la sangre me hervía, pude ver como todas las miradas curiosas se posaban en mí, ese estúpido o había hecho de nuevo, me había humillado, sin contenerme más apañe un golpe contra su abdomen, haciendo que me soltara.
-¿Sai, se puede saber qué es eso que te ice ayer?
Mi voz sonó tan amenazante como oscura, vi como este a pesar del dolor que le causaba ese golpe seguía sonriendo como me irritaba.
-Eres un cabron Sasuke, me tratas así a pesar de ser primos.
-Je, por ese motivo lo hago.
Mire alrededor, estuve encerrado en ese sitio alrededor de cinco horas, pero todo al fin había terminado, tenía que ir por las hojas de los senseis al aula, cuando entre no había nadie, no me sorprendí hace más de una hora que habían terminado las clases y por el día me suponía que todos se encontraban en sus cuartos arreglándose para la fiesta.
Las tome por encima del escritorio y las tome y vi como entre los papeles uno resbalo, me agache a juntarlo y cuando supe de qué se trataba hice una mueca de desagrado eso era… una carta de amor.
Estuve tentado a dejarla tirada, pero al fin de cuentas la tome, era bastante sencilla una hoja de color azul marino, mi favorito, doblada de tal forma para que no se viera su contenido, la abrir y comencé a leerla, realmente no decía nada muevo.
“Uchiha-san, si pudiera ir detrás del salón principal en el jardín de rosas, quiero decirle algo importante” personalmente esta me parecía más decente, había recibido de todo tipo de declaraciones en mi vida, desde las más vergonzosas hasta las más humillantes, la revise de nuevo, parecía que la chica que la había escrito se pudo muy nerviosa al hacerlo, la letras que hasta cierto punto perfecta se encontraba cortada.
La guarde en mi bolcillo, por supuesto que no iría, tome las hojas y Salí de aquel salón, llegue a mi recamara y sentí como mil venitas aparecían en mi cabeza.
-¿¡¡¡Qué demonios hacen aquí!!!?
Tres idiotas se encontraban dentro de mi recamara, jugando con mis cosas, revolviendo las sabanas de mi cama y tomándose mis provisiones.
-Ha… Sasuke-kun como te fuiste tan pronto del salón, vinimos a darte una sorpresa.
Y ahí estaba otra vez el estúpido de mi primo, con sus babosadas.
-Nada…voy al baño para cambiarme.
Me metí al baño que había dentro de mi habitación, comencé a desvestirme y avente mi ropa sucia fuera de este, total tenía mi traje dentro y todo lo que necesitaba, me di un baño rápido y me cambie, cuando salí ya arreglado pude ver como los rostros de los demás tenían una sonrisa que no me agrado.
-¿Qué pasa?
Pregunte sin mucho interés, Sai se acercó a mi u rodeo con su brazo mi cuello.
-¿Vas a ir?
Lo mire extrañado y luego desvié mi vista hacia los otros dos idiotas que se encontraban dentro de mi habitación ¿Por qué esto me pasaba esto a mí? El idiota del Hyuga tenía entre sus manos aquella carta que me encontré mientras que el idiota de Kiba la leía.
-Haa… una carta para declararse que tierno.
El estúpido de Kiba, era una de las personas que realmente quería golpear hasta dejarlo casi muerto, pelo el muy cabron tenía que nacer Doncel, pero lo juraba aunque fuera de una forma tendría que obtener mi venganza.
-No pienso asistir.
-Tienes que ir.
-sí, si y contarnos todo.
-Vamos no dejaras a otra chica plantada.
Los tres parecían tener todo bien planeado, me tomaron de los brazos y piernas, me sacaron cargando de mi cuarto y me arrastraron hasta un lado del salón, cuando llegamos a ese lugar me bajaron me miraron fijamente y de un empujón me aventaron hacia la parte trasera, saliendo corriendo después de eso.
-cobardes.
Masculle mientras caminaba hacia donde me habían citado ya no tenía caso escapar, cuando llegue esa chica ya me estaba esperando.
Ciertamente tenía que aceptar que era bastante hermosa ¿Cómo no la había visto antes? Tenía el cabello rubio y corto, unos ojos azules y una piel acaranelada, cuando llegue me reproche a mí mismo al confundirlo con una chica.
Eso era lo peor del mundo, yo no estaba dispuesto a salir con un Doncel, era horrible era como si yo fuera… ni loco, me acerque hasta quedar a unos cuantos pasos de él, puse la expresión más neutral y actué indiferente.
-Me… me gus…tas.
No desvié mi cara de donde la tenía, pero si mis ojos, ese chico estaba más que sonrojado, tome un poco de aire y conteste con un simple.
-Tú a mí no.
Conteste de lo más tranquilo, ignorándolo por completo.
-¿Por… por qué?
¿Qué acaso era una pregunta retórica? Él era un hombre, que si tenía que aceptar era lo suficientemente bello como para confundirlo con una chica, pero de eso a que me gustara, ya eran dos cosas distintas.
-No soy gay.
Y eso era cierto, no era casto, había tenido variaos que berres con algunas chicas, pero nunca me había fijado siquiera en un Doncel, a mi parecer eran criaturas bastante raras.
-Pe…pero soy Doncel.
-No me gustan, los Donceles.
Parecía no entender, que quería que se lo deletreara, ok lo aria A-MI-NO-ME-GUSTAN-LOS-DONCELES a ver si así le quedaba claro, pero en cuanto me voltee para decírselo, parecía como si ya había desistido, lo que me alivio.
-Me tengo que ir, es viernes y me esperan.
Dije mientras que me daba la vuelta y comenzaba a marcharme.
-¡Espera!
Voltee cuando escuche e grito, tenía las manos estiradas y entre ellas una bolsa algo rosa, supuse que era el chocolate que me quería regalar.
-Ten…
-No gracias.
Rechace de inmediato, si llegara a aceptarlo, sabría que de inmediato una hilera de chicas locas estaría. Detrás de mí por el mismo objetivo.
-La hice para ti, no te preocupes, tómalo como un regalo de… compañeros.
Se acercó a mí y me la entrego, sentí como no estaba dispuesto a alejarse hasta que la sostuviera, suspire un poco cansado, no con muchas ganas la tome y vi como poco a poco se fue alejando, no sin antes regalarme una dulce sonrisa ¿Tal vez no le afecto tanto? Eso esperaba no quería que aquellos idiotas volvieran a discutir sobre lo cruel que soy.
-Me… me tengo que ir…
Dijo por ultimo al irse, vi la pequeña bolsilla rosa con corazoncillos blancos y unidos con un listón rojo, diac eso era demasiado cursi para mí, metí mis manos a mis bolcillos y comencé a caminar, llegue a las mesillas que estaban fuera del salón principal topándome con aquellos idiotas, intente ignorarlos pero me fue imposible Kiba fue hacia mí me tomo de mis hombros y me arrastro hacia ellos.
-¿Y? ¿Era hermosa o no?
Y ahí las preguntas que tanto odiaba, avente la bolsilla de los chocolates en la mesa y automáticamente supieron mi respuesta.
-Pobre parecía que en verdad le gustabas mucho y ¿Quién era esta vez?
No conteste, era más humillante el contestarles que el que ellos sacaran sus propias conclusiones.
-¡¡Hey chicos me acabo de enterar, Sasuke-kun no te culpo por rechazarlo no sé qué estaba pensando al declarase!!
Mire con odio a la chica peli rosa que acababa de llegar, había revelado una parte importante de toda la historia.
-¿No me digas que fue un Doncel?
Ese estúpido de Sai, como deseaba que existiera un pozo ahí dentro para arrojarlo por el, su vos sonó tan falsa que pude sentir como la burla se ocultaba detrás de su “sorpresa”.
-Jajaja estoy seguro que no sabía que no te gustaban los Donceles, pero me da pena, pobre y bueno ¿Quién era?
-El estúpido de Narruzo.
Contesto por mi esa bola rosa, ¿Quién diablos le estaba preguntando a ella? Ahora en ese momento era yo el que deseaba aventarme por ese pozo, voltee la cara para no ver sus caras de regocijo cuando se burlaran de mí, pero a pesar de que los minutos pasaron no había ni un sonido.
Cuando la gire, para comprobar el porqué, me extraño el ver sus caras en una mezcla de sorpresa e incredibilidad, no entendía, cuando abrí mi boca para preguntar ellos se me adelantaron.
-¿¡¡Enserio rechazaste a Naruto-chan!!?
Pregunto fuera de si el peli café ¿Qué mosca le había picado? Me había visto millones de veces rechazando propuestas, no entendía ahora a que venía ese comportamiento.
-Calla, calla y ¿Qué no lloro? ¿Crees que este dolió? Contesta Uchiha-bastardo.
-¿Qué demonios les pasa, actúan más raro de lo normal?
Pregunte irritado, bueno ahora que Sai hacia lo mismo que Kiba (Sostenerme de los hombros y comenzando a zangolotearme) ya no me gustaba.
-Je… no entiendes nada ¿verdad Sasuke?
Ese estúpido del Hyuga se creía el mejor el mundo y el señor-todo-poderoso, pero ahora si que no entendía nada.
-Si lo entendiera no estaría preguntando.
-Naruto-chan es el Doncel más codiciado de todos dentro y fuera del internado.
Contesto Sai adelantándosele a Neji, lo cual lo molesto.
-Y no solo eso, es el mejor en cualquier asignatura, pero siempre ha rechazado a todos lo que lo han intentado, incluso hace un mes rechazo a Hyuga.
Eso en verdad que me sorprendió, siempre pensé que ese idiota estaba enamorado de su prima Hinata, lo voltee a mirar y él desvió su vista con un leve pero notorio sonrojo en sus mejillas ¡¡Era cierto!! Eso era más que increíble, mire luego a Kiba el cual mantenía una enorme sonrisa de satisfacción.
- Kiba te he dicho que lo dejaras, eso ya no importa.
-Pero aun lo sigues queriendo, hasta hace poco me conto que lo invitaste a salir.
-Eso fue por pura cortesía y lo sabes bien.
-Claro que no primero se lo propusiste y luego le dijiste que iba también Hinata cuando él estaba a punto de rechazarte.
-Pues pude ser lo que sea pero lo importante es que Sasuke-kun lo ha rechazado.
Sakura hablo mientras se colgaba de mi brazo notando así la bolsilla que traía entre las manos.
-¿Qué también te quedaste con el chocolate? Que suerte.
Sai corrió hacia mí y antes de que me la arrebatara yo la arroje sobre la mesa sin ningún cuidado.
-Hey Sasuke ¿Podemos comer uno?
Pregunto Kiba mientras habría la bolsilla de chocolates.
-Claro.
Conteste sin más, después de todo a mí no me gustaban los dulces y odiaba el chocolate, solo había uno y nadie, sabía cuál era.
-Qué asco, esto sabe horrible.
Escuche la voz de Kiba quejándose, mientras que escupía el chocolate que se había comido.
-Es cierto creo que sobre la gastronomía es un fracaso.
Ahora era Sai el que se quejaba, mire al Hyuga el cual solo disimulaba las ganas de devolver aquel chocolate, me acerque a la mesa y tome una de esas bolitas perfectamente alineadas y la puse en mi boca, esperando que lo que esos tres hacían solo fuera teatro.
Y así era, ese chocolate a pesar de verse tan dulce era amargo, el chocolate que amaba, lo deguste por un buen rato, las chicas solían darme chocolates cada vez más dulces los cuales terminaba regalándoselos a esos tres, pero estos, esos chocolates era magnifico.
-¿Te gusto?
Kiba y Sai se había acercado a mí, después de darse cuenta de que no regresaba el chocolate.
-Es chocolate amargo con vino, es el favorito del Uchiha.
Contesto el Hyuga, adelantándoseme.
-¿Enserio? Wow no sabía que el Uchiha-bastardo tuviera un dulce favorito, pensé que solo le gustaba lo amargo y desabrido.
-¿Sasuke tienes un chocolate favorito?
-Y no solo eso solo le gusta cuando el chocolate está totalmente cubierto con popotillos de chocolate trufa.
-Debes gustarle mucho a Naruto-chan para que sepa cuáles son tus chocolates favoritos.
-Es cierto, yo no sabía que ese chocolate existía.
-Es muy difícil de hacer y caro, ya que debes de impedir que los sabores se mezclen y sin contar el vino que es agregado cuando el chocolate está aún caliente.
Tome la bolsa de chocolates y me marche, esos idiotas habían comenzado a discutir por el chocolate, era mejor no participar en eso.
Camine hasta mi cuarto, mire dentro de la bolsa, dos, quedaban solo dos chocolates, resople cansado, era el mejor chocolate amargo que había probado y se habían desperdiciado con esos idiotas, tome ambos estaban perfectamente firmes, decorados y el sabor era lo mejor.
Los guarde dentro de una cajilla aun lado de mi mesilla de noche, y Salí del cuarto, fui directo al baile, no estaba interesado en él precisamente, solo quería agradecerle, después de todo se esforzó en averiguar mi chocolate favorito, eso no significaba que me gustara.
-Hasta luego.
Vi como la última pareja desaparecía por los pasillos, estuve esperándolo por casi cinco horas y nunca apareció, tal vez no le gustaba los bailes.
Me di la media vuelta y fui a mi cuarto, ya era bastante noche y mañana tenia clases, tal vez mañana o vería.
continuara...