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LUNE por Rikkathum

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4.- PLATICAS, ENCUENTROS Y REGLAS


- mira nada mas, el pequeño hijo de mami y papi está vivo, aunque ellos no jajaja – se burlaba Alois de Ciel, el muchacho apenas había salido de la caja y su respiración era algo errática, sus piernas y brazos se sentían pesados y entumidos, las horas que estuvo en esa caja hacían estragos con su cuerpo.


- que aremos con el amo – pregunto Claude.


- uhhmm – se puso un dedo de bajo del labio haciendo señal de que estaba pensando – por el momento no podemos hacer gran cosa si queremos jugar el sábado por la noche – reflexionaba sobre la anterior platica que tuvo con Seguchi – bien, por el momento dale un baño, vístelo y dale algo de comer, lo necesitamos en buen estado.


- si – Claude tomo del brazo a Ciel, el cual no pudo oponer resistencia por lo entumido que se encontraba, fue prácticamente arrastrado dentro de la gran mansión que habían conseguido en Japón hasta llegar al baño del cual parecería iba a ser su cuarto.


- arg! – se quejo menor cuando fue arrojado a la tina – mal…dito… - dijo apenas en un susurra, Claude no le hizo ningún caso, se acerco hasta él y le quito las únicas prendas que cubrían su cuerpo después lo miro de arriba abajo, no pudo evitar relamerse los labios ante la imagen del chico, pudo apreciar sus piernas delgadas y largas, su pecho el cual subía y bajaba por su respiración, noto el lindo color rosa de los pezones y la fina piel pálida, suponiendo que era completamente suave al contacto.


Ciel se sentía nervioso por la mirada lujuriosa que el mayordomo le dedicaba a todo su cuerpo desnudo y expuesto ante él, vio como abría la llave del agua, haciendo que su piel se estremeciera por el contacto de su piel cálida con el frio liquido, el se encontraba sentado en el piso mientras el mayordomo tomaba algo de jabón y comenzando a lavar el cabello, pero no resistía mas tiempo deseaba tocar la piel por lo que decidió tocar el cuello y bajar por su pecho, pero Ciel lo aparto con un empujón que no le hizo nada al mayordomo.


- no me toques!!, yo puedo bañarme solo – dijo mientras cubría con sus manos y piernas su desnudo cuerpo, esto a Claude le molesto tomando del cabello a chico y jalándolo hasta quedar cerca de su rostro.


- no seas caprichoso niño, se me ordeno que te atendiera – dijo para después estrellar al menor en el piso dejando sus rodillas flexionadas hacia su dirección mientras la espalda tocaba el piso, Claude ante la visto no dudo ni un momento en tomar las rodillas y abrirle las piernas de par en par dejando expuesto el miembro dormido del menor y su entrada virgen – deja lavarte bien – comento con su mirada puesta en esa parte alejando una de sus manos de la rodilla del chico y comenzando a llevarla hacia esa parte tan intima del pequeño, Ciel se encontraba un poco aturdido por el golpe por lo que no podía hacer ningún movimiento, pero antes de que la mano de Claude llegara a su objetivo la puerta del baño fue abierta dejándose escuchar la voz de Sebastian.


- Claude – el nombrado se paro ya que se encontraba sentado en la bañera volteando a ver de muy mala manera a Sebastian por a verlo interrumpido – el joven amo desea jugar un rato y pidió que te llamara, por lo que me toca a mi atender al joven – no se inmuto con la mirada que le dirigía el otro mayordomo.


- … - Claude no dijo nada y salió de la habitación, dejando a Sebastian y a Ciel solos, el último pudo volver a sentarse en el suelo, aunque su espalda aun dolía, volteo a ver al mayordomo el cual le miraba con esos ojos escarlata.


- puedes bañarte tu solo? – le pregunto sin dejar de mirarle, el chico solo asintió – bien, me quedare aquí para cuando termines ayudarte a vestir y darte algo de comida – el chico volvió a sentir y se puso de pie, aun sentía medio adormiladas las piernas pero podía sostenerse, tomo el jabón entre sus manos y comenzó a lavarse mirando de reojo a Sebastian el cual no quitaba sus ojos de él.


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- Eiri-san que sorpresa verte por aquí – saludo Seguchi con esa sonrisa que no se la quitaba ni para ir al baño.


- no te hagas el desentendido, sabes que mi visita no es porque deseare verte – dijo el escritor mientras apagaba su cigarrillo en el cenicero – sabes?, nunca pensé que como director de una de las más importantes Universidades de Japón fueras tan irresponsable de llegar tarde a tus labores.


- Oh! Eiri-san que malo – poniendo un puchero de niño regañado – sabes que tengo otras obligaciones aparte de ser director, NG no se maneja sola, sígueme a la oficina.


Ambos entraron a la oficina del director de la Universidad Central con lo que respecta a la Música ya que cada carrera tenía a su propio director – bien aquí me tienes y no por voluntad propia – dijo el escritor mientras se sentaba frente al escritorio y encendía un cigarrillo.


- jajaja no me digas que la amenaza de mandar a tu hermana a dónde estabas fue suficiente motivo para hacerte venir hasta Japón – dijo el rubio en tono de burla.


- eres capaz de hacerlo y ella estaría sobre de mi todo el tiempo, por lo menos teniéndome donde ella vive, conste que en Japón, no en su misma casa así que quita esa cara de idiota, ella me dejaría más tranquilo.


- jeje ella no se encuentra en Japón, esta mañana se fue a Nueva York a realizar unos trámites, estará fuera durante un mes – dijo sonriendo.


- eres un… entonces si me la ibas a mandar.


- nop – dijo con una sonrisa de niño bueno – ella ya lo tenía planeado yo solo te previne, aparte trabajar aquí no será tan malo, saldrás de vez en cuando de tu departamento y saludaras a K, así te despejas un poco para que tu inspiración llegue.


- supongo que en realidad no suena mal y que clase voy a dar al final de cuentas?


- vas a dar la clase de composición, como te comente.


- para escribir canciones, sabes que el que no nace con talento no sirve de nada.


- oh Eiri!, pero sabes que el que nace con talento y no lo pule tampoco – dijo rebatiéndole su comentario – no te preocupes la mayoría de los estudiantes son buenos compositores, solo les falta pulirse y sus canciones serán buenas, no batallaras mucho, estos son los expedientes de tus alumnos – dándole una carpeta – el lunes comenzaras las clases.


- … - Eiri no dijo mas y tomo la carpeta, le hecho una mirada rápida a los expedientes que contenían fotos de sus próximos alumnos, abrió un poco más los ojos en una pero se recompuso de inmediato – bien, me largo, aquí también viene los horarios? – dijo señalando la carpeta.


- si – después de eso Eiri salió rumbo a la oficina de su amigo K, encontrándolo con un aura deprimida.


- y a ti que te pasa? – el profesor lo miro con cara de pocos amigos.


- demonios Yuki, cuando te cansaras de tener la razón.


- y ahora?


- voy a invitarle a salir, si no nunca me mirara más que como a un simple profesor.


- je, hasta que te diste cuenta – tomo de nuevo la carpeta de los expedientes y dio con la que necesitaba – si que el destino es curioso.


K escucho esa frase y lo miro con interés – desde cuando crees en el destino?


- desde que le voy a dar clases al chico de mi imaginación según tu – dijo mostrándole la foto de un pelirrosa de ojos amatista – será uno de mis alumnos.


- yo he visto a ese chico – dijo mientras tomaba la fotografía junto con su expediente – si no me equivoco es amigo de Hiroshi.


- de tu amor imposible? – pregunto con burla.


- cállate!!!


- estoy ansioso por que ya sea lunes – dijo con una sonrisa de lado.


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Por fin ya era de tarde y Takahiro esperaba con ansias a su amigo ya que no solo le iba a presentar a su hermano a aquel que consideraba su amigo, sino que también tenía una grandiosa noticia que darle, Mizaki lo miraba caminar de un lado a otro parecía algo ansioso, decidió no interferir después de todo era un día importante para su hermano y estar nervioso era comprensible, salió de sus pensamientos al escuchar el timbre de la puerta.


- yo abro hermano – dijo Mizaki y salió corriendo hacia la puerta, la abrió encontrándose con el hombre más apuesto que había visto en toda su corta vida, un peli plateado de ojos lila, alto y bien fornido se encontraba frente a él, su corazón latió como loco y no atinaba a decir nada, apostaba que eso era amor a primera vista.


Por su parte Akihiko también se había quedado sorprendido ante los ojos esmeralda que tenía enfrente, esos ojos que eran tan trasparentes y a la vez tan cautivadores sobre todo por lo mucho que expresaba, salió de su impresión y hablo – hola, esta Takahiro.


- Usagi-san –dijo el menor sin pensar y al darse cuenta se tapo la boca poniéndose completamente rojo – aaah lo siento!! – dijo haciendo unas reverencias algo exageradas que al mayor le causaron gracia.


- jaja no te preocupes, puedo hacerte una pregunta? – el menor lo miro a los ojos y asintió – eres su hermano, verdad?


- sí, bienvenido – dijo para darle el pase, antes de cruzar la puerta por completo pudo ver a Takahiro el cual venia a recibirlo y antes de que se dijeran aunque sea el “hola” , Akihiko se encontraba ya sobre él.


- Akihiko!! Suéltame ya, a mí también me da guste verte – decía mientras era abrazado por el peligris.


- tenía mucho tiempo sin verte, me tenias muy abandonado – dijo con una voz melosa mientras se restregaba en el, Mizaki se sintió triste al ver la mirada que le dirigía el peligris a su hermano, “si no me equivoco a Usami-san le gusta mi hermano”.


- jeje eh estado ocupado, pero mira! – por fin pudo soltarse del agarre del peligris – quiero presentarte a mi mayor orgullo jeje – dijo provocando que Mizaki se sonrojara – el es Mizaki, mi hermano menor!


- Mucho gusto Mizaki – dijo el escritor ofreciéndole la mano, la cual el chico la acepto pero desviando la mirada hacia el piso con un deje de tristeza, cosa que le extraño al peligris.


- el gusto es mío, Usami-san – contesto el menor para soltarse e ir rápidamente a la cocina – la comida se enfría.


- oh!, es verdad, vamos Akihiko – dijo para tomar del brazo al escritor.


Se sentaron y platicaron muy a gusto los tres, aunque a veces el de los ojos de esmeralda se perdía en las miradas que le dirigía el peligris a su hermano pudo seguir la conversación.


- bien supongo que es la hora del postre – dijo Mizaki para ir por el pastel que trajo el escritor.


- espera un minuto por favor, ya debe de estar aquí – dijo Takahiro para ir corriendo hacia la puerta.


- quien ya debería estar aquí? – pregunto el escritor a Mizaki.


Mizaki le miro a los ojos poniendo una expresión triste en su rostro – tu… - no pudo continuar porque su hermano regreso con una invitada mas, todo había sido planeado por Takahiro, primero le presentaría a su hermano y después a esa persona que ya tenía quince minutos esperando fuera como había prometido.


- Akihiko! Mira quiero presentarte también a Kiza, mi prometida – eso era algo que el escritor no esperaba escuchar, no podía creerle, su corazón fue roto en ese preciso momento, momento en el cual Mizaki confirmo lo que sospechaba.


- hermano, te parece si Usami-san y yo vamos a comprar unas bebidas, para el pastel – dijo una linda sonrisa – sirve que se te bajan los nervios, vas a romperle la mano – dijo señalando las manos entrelazada de los futuros novios, el estaba agarrándola muy fuerte.


- eh,a jajaja claro – Mizaki tomo del brazo al escritor, este aun por el Shock no puso ninguna objeción, fueron a la tienda y se detuvieron en un parque donde se quedaron un rato sentados en una de las bancas del lugar.


- en parte… - comenzó a hablar el escritor - …ya me lo esperaba.


- no tienes que fingir conmigo – dijo el menor volteando a ver directo a los ojos de un sorprendido escritor – tu…estas enamorado de mi hermano, verdad?


- yo… - se sorprendió de que el menor se diera cuenta de eso.


- mi hermano a simple vista es demasiado despistado para ese tipo de cosas, creo que por ello batallo en encontrar pareja – volteo hacia el cielo el cual ya estaba oscureciendo – si hubieras sido directo tal vez las cosas hubieran sido diferentes.


El escritor también guio su mirada hacia arriba – el me hubiera odiado, el no es del tipo de persona que tuviera una relación con un hombre, es a la antigüita jaja.


- el no te hubiera odiado, tal vez tengas razón y te hubiera rechazado pero no dejaría tu amistad, aparte de que no hubiera sido tan duro para decirte la noticia de sopetón como lo hizo – regreso su mirada al escritor, lo veía algo perdido y su semblante era triste, no soporto mas y jalo de su camisa para recostar la cabeza del peligris en sus piernas, ese movimiento sorprendió al escritor.


- deja de fingir que no te duele, porque yo no te lo creo – dijo acariciando los cabellos plateados.


El peligris se dejo hacer, después de esas palabras, no sabía porque pero las caricias lo relajaban y de un momento a otro sus ojos comenzaron a derramar pequeñas lagrimas, sorprendiéndose el mismo por ello, miro de reojo al chico el cual lo miraba con una linda sonrisa con sus ojos cristalinos.


- porque…quieres llorar – le pregunto el escritor.


- verte así, supongo que me da sentimiento – no podía decirle que le dolía demasiado verle de esa manera – pero – dijo mirando hacia arriba de nuevo con su sonrisa – no te preocupes , todos tenemos la esperanza de encontrar a aquella persona amada que ilumine nuestra vida y aunque muramos en la eternidad podríamos encontrar a aquella persona que quiera compartir ese tiempo con nosotros, ten fe.


El escritor no dejaba de verle sorprendido, tenía que admitir que eso era soñar demasiado pero esas palabras alegraron su corazón, el cual ahora se sentía confundido, al ver a ese chico hacia que los años que estuvo enamorado de Takahiro fueran un simple escalón para conocer a ese castaño que le acariciaba la cabeza, se quedaron un poco mas hasta que el escritor se sintió mejor, regresaron y siguieron con la plática muy amenamente, hasta que decidió el escritor retirarse, se despidió del menor con un beso en la mejilla y pidiéndole que le llamara Usagi-san ya que no le molestaba en lo absoluto, dejando al chico completamente rojo, después de salir se fue directo a casa encontrando a su hermano cenando.


- como te fue? – le pregunto Haruhiko viendo como su hermano se seguía sin siquiera saludarlo como siempre.


- se comprometió – fue lo único que dijo para ir a su cuarto a descansar, aunque la verdad tenía mucho en que pensar, su hermano lo miro con algo de pena, entonces se le ocurrió una idea, no deseaba hacerlo pero no quería tener que compartir una casa con un zombi y ver su aura deprimida por todos lados.


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Ya era viernes y como siempre Shikamaru esperaba a Naruto ya que regularmente llega mucho antes que él, en esa misma calle, todos los días de escuela y como siempre guía su mirada hacia la izquierda, hacia ese poste, entonces lo vio, ese hombre moreno con barba parado frente al poste con la rosa en mano listo para dejarla en su lugar, pero antes de hacer eso el sujeto volteo hacia su dirección, levanto una mano moviéndola en señal de saludo.


Shikamaru abrió más de lo normal sus ojos perezosos de la sorpresa, en el tiempo que llevaba volteando a ver a ese sujeto jamás le había notado, o por lo menos eso creía, honestamente no tenía idea de que hacer, regresar el saludo, ignorarlo, o que hacer?, eso pensaba hasta que la voz de Naruto lo saco de sus pensamientos.


- contéstale el saludo Shikamaru, no sea tan descortés dattebayo!! -  dijo con una sonrisa en su rostro, Shikamaru lo volteo a ver.


- Tsk!, que problemático – dijo para cerrar sus ojos y hacer una pequeña reverencia hacia donde se encontraba el sujeto y después dirigirse hacia la escuela, Naruto solo sonrió, siempre supo que su amigo cuando lo esperaba veía para esa dirección y lo que siempre se encontraba era a un sujeto dejando una rosa frente a un poste, se le hacía raro que algo, o más bien alguien le llamara la atención a alguien tan desentendido como su amigo.


Azuma miro la acción de Shikamaru, no podía escuchar muy bien pero estaba seguro que lo que le dijo el rubio fue la razón por la que contesto el saludo, aunque muy formal cosa que lo hizo reírse un poco, después de ello vio como el rubio inclinaba la cabeza en sentido de saludo y después se fue siguiendo al moreno.


El día después de eso transcurrió de lo más normal, hasta llegar la noche donde cierto pelirrosa entraba al bar de Azuma.


- lalihooo!!! – saludo Shuichi con una gran sonrisa en su rostro.


- hasta que llegas hay mucha gente ya que es fin de semana – dijo mientras le serbia una copa a Kakashi que ya tenía una hora en el local.


- si lo lamento, pero tengo que ser precavido y terminar mis deberes de la Universidad porque uno nunca sabe que es lo que va a pasar no Kakashi-san? – dijo mirando al peliplata que conocía bien.


- eh! Shuichi, yo que pensaba que eras un holgazán! – dijo un poco más alegre por el alcohol consumido.


-yo también tengo la misma pinta que Shikamaru? – pregunto con lagrimones en los ojos.


- jajaja  claro que no, el después de todo incluso con lo que le gusta parece que no le interesa – dijo recordando al chico.


- y quién es ese tal Shikamaru, incluso Hiro lo menciona cuando viene a tomar una copa – pregunto Azuma.


- luego te lo presento, cuando cumpla la mayoría de edad jeje – comento Shuichi por ultimo para ponerse después a trabajar.


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- hola Ciel, mañana voy a salir porque voy a ver a alguien que me va a enseñar un  nuevo juego, en el cual tu y yo participaremos – dijo Alois entrando al cuarto en penumbras por la noche, Ciel se encontraba en su cama sentado.


- yo no pienso jugar contigo a nada – dijo muy firme de su decisión.


- ni por Elizabeth o como le dices?, oh si!! Lizzy – dijo con una sádica sonrisa en su rostro, Ciel solo pudo bajar su rostro consternado, no había opción.


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Sábado por la mañana, una mañana algo fresca, se podía ver a Iruka llegando a una cafetería, iba a tomar un café con una serpiente, no entendía porque Orochimaru lo había citado esa mañana cuando se suponía que se verían en la noche, entro a la cafetería y pudo visualizarlo, fue y se sentó frente a él.


- se puede saber porque me has citado antes de lo acordado? – pregunto un  poco molesto el moreno, en eso llega la camarera y le sirve un café – no pienso acostarme de nuevo contigo hasta ver con mis propios ojos a Naruto.


- jeje tranquilo Iruka-kun, se perfectamente bien el acuerdo que tenemos, es solo que necesito explicarte las reglas del lugar al que te voy a llevar – dijo para después darle un sorbo a su café.


- reglas?


- no pensabas ir, tomar al chico y después largarte como sin nada, no?


- ese era el plan principal, si es que es Naruto claro está – comento un poco molesto ya que al parecer no iba a poder ser.


- pues olvídate de eso, si es que aprecias tu vida y la del chico ese, las cosas no son así de fáciles y no quiero tener problemas por tu causa.


- entonces explícame en que consiste.


Orochimaru lo miro un momento a los ojos y después se levanto de su asiento para sacar su cartera y sacar dos tarjetas parecidas a la de los bancos, un color rojo y un color negro.


- mira bien, esta – mostrando la tarjeta negra – te permite entrar al club como anfitrión y esta  - mostrando la tarjeta roja – te permite entrar como invitado permanente.


- el anfitrión también es permanente? – pregunto Iruka.


- sí, pero la diferencia está en que ser anfitrión te permite participar en la actividad del club, mientras que el invitado solo podrá observar.


- y cuál es esa actividad del club?


- peleas – Iruka se sorprendió, pensó que se trataba de un club donde se va a beber y apostar donde solo la gente importante iba – los anfitriones tienen el derecho de llevar peleadores, los combates es la actividad que se realiza en ese lugar, pueden apostar o simplemente ver, tienen un tipo de rol, donde se dice quien es el que peleara con quien, hacen sus apuestas de manera privada, solo el encargado del club tiene acceso a quien es el que apuesta y con cuanto, para así poder darle lo que le corresponde al ganador o ganadores.


- ya veo, entonces los invitados ven esos combates y no pueden llevar peleadores verdad?


- así es, digamos que los anfitriones dan el espectáculo a través de sus peleadores, pero los combates no es lo único que ofrecen.


- a que te refieres?


- los peleadores son como esclavos de los anfitriones, ellos deben hacer lo que quieren sus “amos”, muchos de ellos son pervertidos bisexuales u homosexuales, supongo que con ello ya sabes a que me refiero – las manos de Iruka comenzaron a temblar de coraje por lo que tuvo que bajarlas de la mesa.


- sí, pero, ellos no pueden escapar?


. Mira la mayoría de los que están en ese lugar están por una simple razón, razón que tú comprendes a la perfección.


- no entiendo.


- claro que lo haces, es por lo mismo que lo vas a hacer tu, por amor – Iruka se sorprendió de escuchar eso – ellos tienen personas a quienes proteger, muchos de ellos cayeron en manos de sus amos cuando estaban en problemas muy serios, ellos se aprovecharon de las debilidades y los amenazan, o en tu caso entraras a este club porque deseas encontrar y rescatar a ese chico, o me equivoco?


- … - Iruka no decía nada, después de todo tenían razón.


- aunque también hay casos en donde los consiguieron desde niños y ellos al no conocer más que ese estilo de vida, simplemente no se van – tomo de nuevo un poco de su café – los club de este tipo están en el bajo mundo desde años, es por ello que muchos de los peleadores son tomados desde niños para entrenarlos y tenerlos controlados.


- ya veo – suspiro con pesar al parecer las cosas serian más complicadas de lo que ya eran – y cuando un invitado quiere llevar a un peleador?


- no se puede, si eres anfitrión jamás puedes pasar a ser in invitado, si eres un invitado no puedes pasar a anfitrión, claro hay una excepción, si eres invitado y pagas una cantidad muy elevado podrás pasar a ser anfitrión pero tienes que ganar la primer pelea.


- supongo que si eres invitado no ganas dinero, verdad?


- así es, no puedes participar en las apuestas, estas invitado a ver todo de primera fila, ya que en la parte superior se encuentra una zona, que nosotros llamamos “para mirones”, a diferencia de los anfitriones e invitados ellos pueden ir a ver pagando cierta cantidad de dinero, hacen sus apuestas entre ellos, pero la entrada es limitada, pueden pasar sábados para poder volver a ir, mientras si eres anfitrión su presencia es obligatoria al menos de que tengas una muy buena justificación y mandes a alguien en tu lugar y los invitados pueden ir los sábados que deseen, su presencia no es obligatoria.


- y yo como voy a entrar, como invitado o como anfitrión?


- oh mi querido Iruka! Y desaprovechar esas habilidades que tienes?, ni loco – dijo con una sonrisa prepotente, Iruka ya lo veía venir.


- supongo que hay algo que me permitirá entrar como peleador, no es así? – dijo adivinando lo que planeaba Orochimaru.


- esto – dijo sacando de su saco dos collares, al igual que las tarjetas, uno rojo y uno negro de forma de gotas – se llaman lagrimas, dentro de cada una de ellas hay pequeños chips, los cuales verifican que sean auténticos, por lo que no cualquiera puede entrar al club.


- y que significa cada una?


- la roja, al igual que la tarjeta del mismo color significa invitado, solo que esta será por una sola vez y será en uno de los dos eventos principales, solo puede ir a pelear una vez, puede escoger con quien pelear y si gana se le da una parte del dinero de las apuestas y si pierde, pues… eso es algo que no nos interesa jeje – miro a Iruka a los ojos – pero la que nos interesa y la que necesitaras, es la lagrima negra, verdad Iruka?


- peleador permanente – dijo mirando el collar negro que colgaba de la mano de Orochimaru.


- así es, ya que Naruto es un peleador permanente y si quieres rescatarle, pues necesitaras más que un sábado para eso – no es que le quisiera ayudar, es solo que sabia a la perfección quien era el dueño de Naruto, así que era prácticamente imposible que pudiera sacarlo de esa vida sin hundirse en ella.


- si uno de los peleadores muere?


- pues se le da el tiempo necesario al anfitrión para conseguir un peleador, no son tan importantes, después de todo hay muchos que practican artes marciales o que la vida en la calle los hicieron buenos en defenderse.


- ya veo, dame el collar negro – Orochimaru se lo paso – una cosa Iruka – antes de soltarlo por completo – una vez que entras no puedes salir si tu “amo” no te da la libertad.


- me lo imagine – le arrebato de las manos el collar – y a todo esto, como se llama el club.


-LUNE.


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