— ¡Viejo! ¡Oye, viejo! —era de noche y alguien vociferaba por las calles de Toshima.
Hacía rato que Kiriwar había dejado atrás a su compañero después de que este se empeñase en pararse a jugar con un perro callejero —realmente, era un gato— y se hubiera cansado de esperarlo. Así que Gunji se dedicaba a gritar como un energúmeno a ver si le escuchaba.
— ¿Dónde te has metido, viej…? Eh, ahí estás.
Divisó una sombra en medio de la precaria iluminación y se dirigió hacia allí.
— Viejo, ¿por qué no respondes?
Cuando estuvo a poca distancia pudo advertir que no se trataba de Kiriwar la persona a quien hablaba, sino de un desconocido. Bajo el tupido flequillo enarcó ambas cejas, le sorprendía que no huyera al verle. Ah, no, eso lo explicaba todo, la pequeña ampolla de cristal en su mano. Line, sin duda, aunque no estaba especialmente familiarizado con esa droga.
— Wah, si eres uno de esos yonquis~. Yo pensaba que serías el viejo —pero el hombre no contestó—. ¡Eh, te estoy hablando! ¿Se te ha comido la lengua el gatito~?
Lo que no se esperó era que cuando se hubiera acercado lo suficiente, el sujeto le partiese la cara de un puñetazo. Gunji retrocedió y se tocó el labio, encontrando en éste sangre. Eso lo cabreó. Mucho. Arremetió contra él, empotrándolo contra la pared con las garras clavándose en la parte superior de su cuello, alzándole la cabeza.
— ¿Por qué has hecho eso, cabrón~? Ahora voy a matarte.
Sonrió de lado, mostrando su dentadura, y el brazo que no sujetaba a su presa se hundió en el estómago del hombre, literalmente, pues las afiladas puntas metálicas lo atravesaron como si fuera de plastilina. Gunji rió entre dientes y sacó su arma del cuerop del sujeto, que trataba de apartarlo con todas las fuerzas que se podrían esperar de quien se desangra por cuatro profundas hendiduras en el vientre. Un último alarido se dejó oír, desesperado, agónico, cuando dos de las garras pasaron con suma facilidad por los párpados cerrados y se hundieron en sus cavidades oculares con violencia. El rubio se apartó y sacudió la mano para quitarse aquel insecto que se le había quedado enganchado, y procedió a acercarse las garras a la boca para lamer la sangre, haciendo caso omiso a que su muerto propietario hubiese ingerido Line.
— No lamas eso, mocoso. Es asqueroso.
Al girar la cabeza, se encontró con la inconfundible silueta del hombre con la tubería en la mano.
— ¡Viejo! ¿Dónde estabas, viejo? —podría decirse que se alegraba de verle, pero en cuanto se acercó lo suficiente como para abrazarle, le fue asestado un soberano golpe en la cabeza—. ¡OE! ¿POR QUÉ HAS HECHO ESO?
Y hasta llegar a la mansión Vischio tuvo que estar aguantando sus quejas.
Gunji es sin duda uno de mis pjs favoritos de Togainu no chi, si no el que más. Simplemente me encanta. Es un idiota descerebrado, violento, sin el más mínimo tacto. Actúa sin pensar, por instinto, como un animal. Es escandaloso, se le cae la baba mientras duerme y es imposible levantarle de su siesta. Menos en eso último es completamente opuesto a mí, quizás por eso es por lo que disfruto tanto roleándolo y escribiendo sobre él. Para la próxima, pienso hacer un sádico KiriwarxGunji, adoro esa pareja..