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Vicio y Adicción por Kouya Natzuki

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Notas del fanfic:

El lemon creo que...estara en el siguiente capitulo por si pensabas leerlo ya de una vez xDu

Notas del capitulo:

N/A: Estoy de vacaciones y por alguna razón se me ocurrió esto, estoy casi segura de que finalizara en el tercer capítulo aproximadamente.

 

Espero les guste la historia :3

Estaba de vacaciones en esta ciudad pero parece que me quedare un par de años más…

 

Mi pequeña Erika había salido de vacaciones de fin de curso y por fin podríamos salir más.

Erika tiene 16 años mientras que yo 21, la conocí en el hotel en el que me hospedo. Ella venía de vacaciones con su familia y por causas del destino la conocí en la cafetería por algo muy absurdo en verdad, nunca creí que el hecho de que solo quedara uno de mi postre favorito me conseguiría novia.

Ella es de cabello negro y corto hasta los hombros, ojos color café, piel blanca y de cuerpo bien formado, me menciono que hacia ejercicio y se nota en verdad.

 

Sólo espero no incomodar a sus padres sabiendo que soy 5 años mayor. Sus padres saben su orientación sexual y lo aceptan al igual que a ella.


 -Mi Linne, oh, querida Linette, como estoy ansiosa por salir contigo y besar tus labios de ese tono rosa natural, sentir tu blanca y tersa piel, tomar de tu mano y perderme en tus ojos grises, oscuros y profundos, juguetear con tu cabello rubio y ondulado, no puedo creer que seas mi pareja ni que un postre nos haya unido, mis agradecimientos al chef- recitaba Erika como si aquello fuera un poema. No podía esperar para al fin estar a solas con su novia, sus padres se iban de vacaciones pero esperaban a Linette para darle instrucciones, después de todo como saben su edad, piensan que es buena idea dejarla a cargo de su hija, aunque no sea de mucha confianza pues es la novia de su hija, tenían que agarrarle confianza tarde que temprano y prefirieron hacerlo temprano.

 

Más que la novia, me siento su niñera, eso me pasa por enredarme con una chica menor, pero admito que me vuelven loca las menores, su inocencia y frágil cuerpo despiertan en mí un libido.

 

Fui a su casa para recibir las indicaciones de sus padres. Una vez ahí fue lo primero que me dieron después de la bienvenida.

 

-Ve al auto querido, espera que ya voy- dijo la madre de Erika para luego dirigirse a mí con una voz suave. –Si lo harán, por favor se gentil con mi hija- me guiño un ojo y puso en mis manos lubricante dejándome boquiabierta.

 

-Señora, yo…yo…- no sabía que decir pues aunque negara que no lo haríamos era evidente que si.

-Descuida, es solo que no quiero que le duela tanto su primera vez. No seas ruda con esos dedos-. Me dejo totalmente sonrojada y sin habla, sin más salió de la casa, cerró la puerta y se fue al aeropuerto con su esposo. Guarde el lubricante que me dio.

Subí a la habitación de mi pequeña la cual ya estaba despierta aparentemente, un brillo emanaba por debajo de sus sabanas. Cuando destape la vi dormida y aquel brillo proveniente de una PSP que se encontraba entre sus manos.

 

-Parece que por nada dejas estas cosas- grabe su partida y lo apague. Inspeccione un poco su habitación, no me costó nada darme cuenta que era una viciosa a los videojuegos, tenía un Wii, un playstation 2, un Xbox 360, aquel PSP y un Nintendo DSi junto con una pila enorme de juegos entre originales y copias perteneciente a todas las consolas.

 

Tenía pegado posters de anime, videojuegos y algunos dibujos.

-No dibuja tan mal…- me decía mientras observaba sus dibujos. Abrí un cajón que pareciera que mantenía bajo llave pues a un costado estaba una llave y el cajón semi-abierto. Mi curiosidad fue mucha y lo abrí, no debí hacerlo pues en el se encontraban puros DVD de lo que llaman hentai.

 

-¿Hentai…lésbico?...-  y una que otra gay por lo demás estaba cundido de yuri y una tarjeta de crédito, parece que sabe guardar al menos una cosa importante bajo llave.

 

-Creo que solo me queda esperar a que despierte- su madre había dejado hecha la comida para unos 4 días pues solo se iban por una semana y regresaban el próximo lunes.

 

-Si no tengo que cocinar…creo que veré televisión- la tarde paso lenta pues tenía justo en la habitación de arriba a mi novia en pijama, dormida y blanco fácil, bien puedo desnudarla y despertarla a caricias pero como no quiero que piense que soy una pervertida, así que me contuve, si tan solo su blusa semi-alzada y angelical rostro al dormir no fuera tan tentador…

 

-¡¡mamá!!- grita Erika en su habitación, qué modo tan infantil de despertar, enseguida al llamado de su madre.

En vez de ella subí yo.

 

-… ¡Linne!, eso significa que mamá ya se fue- decía mientras se sentaba en la cama.

-Sí pero me dejaron indicaciones y nada de desvelarte en ese mal vicio tuyo de los videojuegos-

-Linne…- dijo con un tono de voz algo desanimado.

-Así es, pero descuida puedo hacer como si obedecieras- me acerco a ella para pegar mi frente contra la de ella. Nos vemos fijamente y sonreímos, nuestros rostros están tan juntos que no puedo resistir más en besarla.

 

Sus labios son pequeños y suaves. La abrazo y la pego a mi cuerpo, ella solo me abraza por el cuello. Pase de estar sentada a estar acostada sobre ella en la cama, es tan tentadora en ese corto pijama que comienzo a acariciar una de sus piernas pues tenía puesto un short muy corto.

Mi curiosidad es más que solo querer sentir la suavidad de sus piernas blancas y perfectas, quería ver si era suave en otros lugares… metí la mano por debajo de su blusa, toque su vientre para subir lentamente a uno de sus senos, como suponía son suaves.

 

Pude oír un jadeo ahogado por aquel beso al cual di fin pues recordé que estaba despertando y tenía que tomar el desayuno, mi rostro seguía muy cerca del de ella.

 

-Tienes que desayunar-

-Esto era mejor que cualquier desayuno-

-No seas testaruda, ya tendremos todo un día para repetirlo y pasara cuando quieras- sonreí y le di un beso corto en los labios.

-Bueno pero… ¿puedes traérmelo a mi habitación?-

-¿Siempre desayunas aquí?-

-Sip, mientras juego a algo- apuntaba a sus múltiples consolas.

-Está bien…- era claro que me estaba entrometiendo entre una niña y sus videojuegos, le brillaban más los ojos al encender una de esas consolas que al verme. Sería una semana larga a este paso. Quizá no logre hacerlo con ella por el vicio pero tarde que temprano tiene que dejar de jugar…¿no?


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