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Haruka and Michiru por Hyakko

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Notas del capitulo:

Haruka y Michiru son mis parejas favoritas de por vida siempre quise escribir sobre ellas pero siempre terminaba frustrandome bastante asi que no lo posteaba xD nunca pense que fuese tan dificil escribir un FF a comparacion de un OF ! asi que acepto cualquier tipo de critica ! es la primera vez q escribo fanfic y mas de esta pareja tan perfecta !!

 

para los que no conocen esta hermosa pareja !les dejo las imagenes mas lindas

http://sp7.fotolog.com.br/photo/7/13/103/yumi_shishido/1291080075465_f.jpg

http://sp7.fotolog.com/photo/7/13/103/yumi_shishido/1291344512590_f.jpg

http://img6.imageshack.us/img6/7701/734az.jpg

http://img3.ak.crunchyroll.com/i/spire1/05252008/d/d/6/2/dd62acdae63ac0_full.jpg

 

 

 Haruka and Michiru


Suave brisa que siento chocar contra mi piel, el movimiento de mi pelo era constante, mi respiración levemente agitada pero perfectamente controlada.

Una vuelta mas, y esta carrera seria nuevamente mía, sentía que aun no daba nada de mi así que me prepare, y aumente de golpe la resistencia y fuerza en mis piernas, el aire a esta velocidad en verdad era muy agradable, esta era mi parte favorita de la velocidad, poder sentirme tan liviana con solo sentir el viento.

Un fuerte pitido se escucho en todo el colegio y abrí grande los ojos, acababa de llegar a la línea de meta así que me dispuse a disminuir la velocidad hasta detenerme completamente.

Apenas me di la vuelta para mirar al publico y un montón de chicas casi se tiran sobre mi, solo sonreí y tome una botella de agua que una chica de rasgos infantiles pero tiernos me ofrecía ligeramente sonrojada.

-Gracias linda.-Sonreí amable.

-¡Haruka, Haruka!

-¡Felicidades!

-¡Estuviste sorprendente!

Eran bastantes y hablaban al mismo tiempo, por lo que solo me dedique a sonreír y agradecer.

Levante un poco el rostro para ver a los demás participantes y recién estaban llegando cansados, sonreí para mi misma.

Uno de los tíos de mi misma altura se acerco y soltó un cansado suspiro y me sonrío.

-Haruka, eres sorprendente.-Se enderezo.-Pero mi hermano lo es aun mas.-Sonrío victorioso.

-¿Tu hermano?-Me burle.-Si es hermano tuyo, entonces será sencillo.-Por segunda vez me burle.

Para ser sincera apenas sabia el nombre de este chico y mucho menos sabia quien era su hermano pero aun así quería molestarlo.

-No te creas tanto.-Dijo molesto.-Ahora esta en Europa representando al país.-Frunció el ceño.

-¿Enserio?-Respondí con poco interés mirando para otro lado.

Dijo algo mas pero ya no le preste atención, las chicas seguían cuchicheando entre ellas emocionadas.

-Preciosas, debo ir a tomar un baño.-Trate de salir del circulo que habían formado a mi alrededor.

Mas de una pego un grito emocionado y escuche por ahí que iban espiar por lo que lleve una mano al rostro.

-Maldición.-Susurre bajo una vez que logre zafarme.

Me acerque a las graderías donde unas cuantas personas del colegio se encontraban ahí mirando a los próximos que iban a correr.

Busque donde había dejado el entrenador mi bolso y lo encontré a unos cuantos metros junto a los demás bolsos cerca de donde estaba sentada la gente.

Apure mi paso antes que el grupo de chicas me siguiera, subí un escalón para agarrarlo, lo tome y me lo pase por el hombro pero sentí un extraño sentimiento seguido por un escalofrío.

Alce la vista y por un momento el sol me cegó para luego ver a una chica de ondulados cabellos de un extraño pero bonito color aquamarino verdoso.

Abrí grande los ojos por un momento mi corazón dolió, me estaba observando dos escalones mas arriba, me sonrío y sentí mi rostro arder.

Un borroso y nostálgico recuerdo inundo mis sentimientos pero no lograba descifrarlo todos mis sentidos se habían enfocado en ella.

-¡Michiru!-Una chica a su lado llamo su atención y pronto volteo a mirarla.

Mi rostro estaba ardiendo, rápido reaccione y casi corriendo sin llamar mucho la atención me fui de ahí.

-Rayos, rayos… ¿que demonios fue eso?-Me preguntaba a mi misma caminando cabizbaja hacia los baños individuales, mi corazón estaba acelerado.

El baño por suerte fue tranquilo no permitieron a ningún alumno que no este en el atletismo entrase.

Tome mi uniforme que consistía en un pantalón verde con unas cuantas rayas en cuadro color azul, una camisa blanca con una corbata verde y un saco granate con el símbolo del colegio en el pecho.

Del bolsillo de este saque mi celular observando la hora y de paso unos cuantos por no decir muchos mensajes anónimos de admiración y deseo como rayos consiguieron mi numero si era mi primer día.

Lo mire con un poco de indiferencia y vuelvo guardar en mi bolsillo, metí mi bolso en el casillero y me dispuse a partir a las aulas.

Justo en ese momento la campana toca y varios alumnos empezaron a ir a sus respectivas aulas.

-“Michiru”-Se cruzo por mi mente e instintivamente cerré los ojos por un momento.

-“¿Porque demonios me puse nerviosa?”

Sin duda alguna me había sorprendido si, su mirada, sus ojos, su boca y su delicada sonrisa, estaba olvidando respirar, su pelo de ese color, nunca pensé que me podría gustar de ese color pero me pareció precioso.

-¡Haruka! Oye ¡Haruka!

Una voz masculina a lo lejos me trajo a la realidad haciendo que rápidamente tomase una bocanada de aire para luego respirar con un poco de dificultad, me voltee.

-¿Que tienes?-Pregunto ya frente a mi.-Estas todo rojo.-Se burlo.

-No es nada.-Desvíe el rostro.

-Ah si, por cierto, la directora quiere que vayas a su oficina.-Tomo un papelito y me lo paso.-¿Podrás llegar solo?

-Es que si me retraso luego me regañaran.-

Asentí con la cabeza sin problema.-Ya me las apañare.

-Genial, nos vemos luego.-Alzo el brazo en despedida y empezó a correr.

Abrí el arrugado papel y mire un mini mapa mal echo pero logre diferenciar una mancha en el, lo que seria un punto indicando donde se encontraba la directora.

Cinco minutos caminando se transformaron en diez y yo seguía desorientada, pegue un pesado suspiro mire para todos lados, me encontraba en la cafetería que en estos momentos estaba desierta, seguí caminando hasta encontrarme con las aulas.

De ahí pude ubicarme mejor, seguí recto hasta girar a un pasillo y sonreí aliviada al ver que en la puerta estaba escrito Directora elegantemente.

Dos golpes di a la puerta con mis nudillos suficiente para que me escuchase la mujer de avanzada edad.

-Adelante.-Su voz delataba su edad.

Acto seguido entre sin esperar, volviendo a cerrar la puerta tras de mi.

Observe a la mujer un tanto canosa de unos 55 años de un porte muy elegante al igual que toda su oficina.

-¡Haruka! ¿cuantos años han pasado?-Se levanto de su asiento con una sonrisa en los labios y se acerco.

-¡Estas tan bella!-Me abrazo con fuerza.

La razón por la que esta mujer sabia de mi sexualidad es porque era la hermana mayor de mi difunto padre.

-Tía.-Sonreí ampliamente y ella tomo mi rostro entre sus manos para observarme detenidamente.

-Eres sorprendentemente parecida a tu padre.-Exclamo en un tono nostálgico.-Toda una Tenoh.-Dijo con orgullo.

Eso me provoco cierto sentimiento de nostalgia, sentimientos tristes y otros de felicidad.

-Por favor toma asiento.-Me pidió llevándose un pañuelo al ojo para luego ir a su asiento.

-Por lo visto estuviste practicando ya.-Sonrío nuevamente tomando unos papeles en sus manos y colocando sobre el escritorio para que los tomara.

Esta era la segunda vez que estaba en este colegio, la primera vez fue hace una semana, solo vine para anotar mis horarios y materias que estaría dando en mi salón A.

Por lo que aproveche para explorar un poco encontrándome con la gran pista de atletismo, justo ese día estaban practicando y vi al entrenador quien aun sin conocerme me invito a que hiciera una “carrera” contra su equipo.

“Como lo había sospechado, eres bastante bueno” Dijo calculando en su cronometro una vez que llegue dejando a los demás atrás.

Luego de que me explicara unas cuantas cosas pasamos a temas triviales, para por fin finalizar con la conversación.

-Ahora deberías ir a tu salón.-Se levanto y se acerco a la puerta para abrirla.

-Estudia mucho y no te distraigas.-Me reí por su comentario, no prometía nada pero igual asentí.

Salí de su oficina y comencé mi lenta caminata hacia mi nuevo salón C-D.. B me detuve al encontrar la puerta 101 A.

Se escuchaba a varias personas hablando dentro de ese salón, entre todas las que había pasado esta era la mas ruidosa.

Deje de pensar y levante ligeramente el brazo para golpear la puerta con mis nudillos, de pronto se hizo un poco de silencio que me causo gracia, siempre que entraba alguien a un salón todo el mundo se callaba.

-Pase.-La voz de una mujer que supuse que era la profesora.

-Permiso.-Dije educadamente, recordando las duras palabras de mi mama, esta vez me comportaba o ya las vería. Sonreí disimuladamente por las palabras de mi madre.

-¿Nuevo estudiante?.-Interrogó un poco dudosa acercándose a mi ya que le tendí el papel que me había dado mi tía.

Ignore las miradas que sentía de todo el salón y los comentarios que decían.

-Listo.-Me sonrío la profesora al terminar de leer.-Puedes presentarte.-Dio una mirada de poco amigos al salón para que dejaran de cuchichear.

Me puse de frente con una mano dentro de mi bolsillo y la otra atajando mi mochila sobre mis hombros.

-Buenas, me llamo Haruka Tenoh.-Medite un poco.-Tengo 16 años, me mude hace pocos días a esta ciudad y este será mi primera clase, un gusto a todos.-Se hizo un corto silencio.

-¿¡Tienes novia!?-Pregunto una chica con una sonrisa al mismo tiempo que el salón explota en preguntas.

-¡Señoritas! Compórtense, ¡silencio!

Solo sonreí al ver que mas de una ignoraba por completo a la profesora quien se había colocado frente a mi tratando de callarlas, aumente mi sonrisa al ver que mas de un chico me miraba de mala gana.

-Disculpe Tenoh.-Respondió una vez que pudo controlar todo.-Puede sentarse.-Me señalo la mesa vacía y me dirigí hacia ahí.

Las chicas seguían con las miradas puestas en mi que no me incomodo en lo mas mínimo, mi lugar se encontraba hacia el lado de la ventanilla, mi lugar preferido, un poco atrás.

Antes de llegar a mi asiento voltee un poco la mirada y ¡Ella! Abrí grande los ojos, dejo de mirarme una vez que ya estaba detrás de ella, a diferencia de las demás, ella no se volteaba a mirarme, simplemente volvió a prestar atención a su libro.

Tome asiento y la profesora siguió su clase pero pocos prestaban atención, yo no era la excepción.

Se encontraba exactamente en el medio del salón, y yo un asiento atrás pero del lado de la ventanilla, no podía evitarlo no podía dejar de mirarla.

Sus piernas estaban cruzadas bajo su pupitre siendo tapado por la tela de su falda que le llegaba hasta las rodillas, daba un aura extremadamente sereno y sensual al mismo tiempo.

Jugaba con su lápiz mientras observaba la explicación en el pizarrón, trate de mirar también al frente pero ¡Demonios! ¡Que me sucede!

Una vez que finalizo la hora la profesora salio del salón despidiéndose y pidiendo que nadie salga, ya vendría el siguiente maestro.

-¿Haruka cierto?-Una chica con ojos verdes se paro frente a mi medio sonrojada.

-Así es linda.-Sonreí.

-¡Hola!-Se acerco otra chica de golpe agachándose un poco para mirarme de abajo, no sabia si desviar o mirarla ya que sentía que lo hacia apropósito podía ver la forma de su pecho por la altura donde me encontraba.

-Ya Aiko levántate, no seas perra.-Dijo molesta la de ojos verdes quien también se dio cuenta.

-Tu me respetas Eimi.-Respondió un tanto molesta esta parándose frente a la otra.

Pensé un poco aburrida, debía meterme o simplemente hacerme la loca y fingir que no las conozco lo cual no era del todo mentira.

Opte por lo segundo ya que era mi primer día y no quería que mi madre se enterase luego.

-Me llamo Azumí.-La chica que se sienta frente a mi se giro para hablarme.

-¿Donde estudiabas antes?-Pregunto curiosa.

Ella también estaba ignorando el alboroto que estaban armando sus compañeras y yo maldecía la falta de puntualidad del maestro.

-¡Ustedes dos ya cállense!-Grito un chico que se había levantado de su asiento.

Maldición porque me tuvo que tocar el salón mas problemático de todos justamente a mi, y eso que si llego a tener alguna suspensión estaré un mes sin mi auto, mi madre a veces puede ser tan cruel.

No pude evitar mirar a quien acaba de gritar, de primera me dio mala impresión, pero bueno siempre dicen que no hay que guiarse por la portada.

-No te metas Kenji.-Respondió la chica de ojos verdes.

-¡Tu a mi no me hablas de esa forma!

Bueno a veces creo que la portada de uno dice bastante, apoye mi rostro sobre la palma de mi mano y trate de buscar con la mirada a la chica de melena verde, pero no lograba verla había tres chicas que me tapaban y un chico que se acercaba amenazadoramente hacia la que le había respondido.

No lo pensé ni dos veces y me pare de golpe poniéndome frente a la chica quien se sorprendió.

-Muévete idiota.-Me dijo mirándome una vez frente a mi, solo respondí con una sonrisa de lado.

El tío este tenia mi misma altura, yo era la mas alta entre todas aquí, tenia casi la altura de los varones, algunos eran mas altos que yo.

-Insolente.-Frunció el ceño al máximo y me dio un empujón.

Apenas y pudo moverme, yo repetí el mismo movimiento pero este fue a chocar con una mesa que por suerte estaba vacío haciéndolo mover unos dos metros.

-Eres tu el insolente, tu respetas a las mujeres y si te harás el tan hombre como para pararte frente a una porque no lo intentas conmigo primero.

Toda la clase se quedo callada y no falto unos cuantos “Uuhhh” para ver que respondía el chico tonto que se encontraba aun tirado en el suelo por el empujón.

-Te partiré la cara.-Lo dijo forzado por el ambiente que creaban los demás.

El chico se levanto y decidido empezó a acercarse a mi yo simplemente hice lo mismo pero con mas tranquilidad, hasta que el levanto el puño.

-¡Suficiente Kenji!-El tío casi pega un susto y se detuvo en seco.

-¡Pero Michiru! ¡Se lo esta buscando!

¡Que infantil! Hasta quise gritarlo pero si lo hacia yo también me comportaría de manera infantil.

-El no hizo nada, ya siéntate por favor.-Me sorprendí un poco de su delicadeza.

Su rostro y su forma de hablar, todo ella era bastante femenina a diferencia de mi.

El chico me dio una ultima mirada asesina y yo solo lo mire con indiferencia, luego se fue a su asiento, todo el mundo siguió en lo suyo y Michiru ni siquiera me miro volvió a concentrarse en su libro.

Volví a la realidad cuando sentí la mano de alguien que acaricio de mi oreja delineando hasta mi menton para luego tocar suavemente mi labio con las yemas de sus dedos, no hice nada ya que luego alejo su mano y me sonrío de manera coqueta la chica de ojos verdes, quien también se fue a sentarse.

Suspire justo cuando entraba un señor bien canoso y con paso lento se acerco a su escritorio.

-“Eso explica todo”.-Pensé al ver porque la demora.


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